viernes, 30 de octubre de 2020

Crítica: Books of Blood (2020)

Antología basada en la serie de libros del mismo nombre escritos por Clive Barker, la cual es dirigida por Brannon Braga y co-escrita por Adam Simon. Se estrenó directamente en Hulu el pasado 7 de octubre.

Sinopsis:

Un viaje dentro de un territorio inexplorado y prohibido a través de tres historias conectadas en el mismo espacio y tiempo, con terribles consecuencias cada una.


Comentarios generales:

En los últimos años Hulu se ha posicionado como uno de los servicios de streaming que más importancia le da al género de terror y particularmente su oferta para Halloween año tras año suele ser de las más fuertes. Por eso es que los fans suelen tener bastantes expectativas con sus proyectos de mayor perfil en esta temporada, siendo Books of Blood sin lugar a dudas el que más interés generaba en 2020.

Una antología que se vendió como una adaptación del trabajo de Clive Barker, pero que en realidad se podría decir que es más un cuasi homenaje debido a que lo que nos presenta Braga consiste en una mezcla de los conceptos básicos de los libros con un par de historias originales y otra sacada de estos. Lo cual podría parecer un problema, pero en realidad no lo es debido a que en general se logra mantener la esencia y a la misma vez se ofrecen tres historias con un mismo tono que se entrelazan de manera natural a pesar de que existen marcadas diferencias en el tiempo de duración de estas.

En el tema de producción la factura es de muy buena calidad. Evidentemente fue una ventaja que todo corriera a cargo de un mismo director debido a que con esto se mantiene una consistencia visual/sonora en absolutamente todo el filme: con un trabajo de fotografía muy bueno, una dirección de arte sólida, un score agradable, un trabajo de sonido sin fallos y una labor de maquillaje de primer nivel. Solamente ciertos efectos realizados por medio de CGI dejan algo que desear, pero la mayoría de estos son de buena calidad.

Pasando a las historias: 

                                                                                                                                                      "Jenna"

Sin duda la más elaborada de todas y la que en cierta forma se puede decir que resulta como el enlace.

La cual se sustenta en el gran trabajo de Britt Robertson (Jenna) para presentarnos la caótica situación de una mujer en la que absolutamente nada es lo que parece y en base a eso se construye una problemática muy interesante que juega tanto con la magnificación del sonido como en el concepto básico de que todas las acciones tienen consecuencias y estas te pueden perseguir para siempre.


"Miles"

Esta es la historia adaptada de los libros con algunas ligeras variantes.

En general es agradable, aunque básica. La marca de Barker es muy evidente tanto en el tema como el aspecto visual y su desarrollo semi-lento ayuda a que la relación entre los protagonistas te enganche para que la parte más relevante tenga el impacto suficiente y logre establecer de manera clara su importancia dentro de la película.  


"Bennett"

La más corta de todas y para ser honesto, la que menos funciona.

Tiene la ventaja de que es la que cuenta con el despliegue de efectos más marcado y la que presenta una atmósfera mucho más oscura; sin embargo, los sucesos se sienten un tanto forzados y no son demasiado interesantes salvo por la conexión que tienen con todo lo demás.

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Opinión final: Books of Blood me gustó. Antología sencilla, pero bastante entretenida para ver en Halloween y que se podría convertir en una tradición anual.

Ojometro:
****

martes, 27 de octubre de 2020

Crítica: The Empty Man (2020)

Adaptación de la novela gráfica del mismo nombre, la cual está escrita y dirigida por David Prior. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 22 de octubre y un día después hizo lo propio en los Estados Unidos, recaudando $1.2 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

Después de la desaparición de un grupo de adolescentes en una pequeña ciudad de los Estados Unidos, un ex policía empieza a investigar el caso. Esto lo lleva a toparse con la leyenda urbana de The Empty Man y conforme va a encontrando más pistas su camino se cruzará con un misterioso culto que parece tener más conocimiento sobre esta.


Comentarios generales:

Conocía la existencia de la novela grafica de BOOM! Studios, pero la verdad nunca la he leído y tampoco tenía mucho conocimiento sobre que estaban desarrollando una adaptación en cine. Por ello mismo el intempestivo anuncio por parte de Fox sobre su estreno con tan solo una semana de anticipación me tomó por sorpresa y la verdad es que por lo mostrado en el trailer The Empty Man parecía una gran adición de último minuto para la semana de Halloween, aunque después de verla te quedas con la sensación de que es algo totalmente distinto a lo que te vendieron.

Ya que lo que nos presenta Prior es una película que va mutando de manera muy marcada conforme pasan lo minutos, al grado de que se podría decir que uno termina viendo tres películas distintas en cada acto a pesar de que todo está ligado a la misma historia. Siendo sin duda el primer acto el más ajeno de todos gracias a que gran parte de este se desarrolla en un escenario completamente distinto y te vende la idea de que la experiencia en general se sostendrá en aspectos sobrenaturales debido a que el tema de la leyenda urbana todavía no representa ningún tipo de factor en las acciones.

Lo cual entrando al segundo acto te das cuenta que tal vez no sea el caso debido a que aquí empiezan a tomar más relevancia los elementos que constituyen a un thriller policiaco y, por ende, todo se carga mucho más hacia el suspenso. Situación que de entrada no representa gran problema porque esta es la parte que maneja el tono más oscuro e incluso la que presenta los momentos más violentos del filme (que además son los mejores); sin embargo, conforme se va avanzando y se dan a conocer más detalles sobre el culto las cosas no solo se empiezan a tornar aburridas, sino que también poco a poco lo que ves deja de tener sentido.

Y es que es tanta la obsesión por añadir sustancia que llega un punto en el que simplemente todo se enreda y las inconsistencias se vuelven demasiado marcadas. Dejándote ante un escenario poco favorecedor rumbo a una parte final que ahora se inclina más hacia el thriller psicológico.

Algo que conlleva a un cierre bastante confuso, no al grado de ser incomprensible pero si con demasiadas situaciones que lucen muy forzadas en su afán de ajustar determinados detalles. Aunque dentro de todo esto al menos se logra generar algunas escenas lo suficientemente potentes desde el lado visual para que el desenlace no te deje indiferente y, por lo menos, tenga algún tipo de conexión con lo visto durante los primeros minutos.

En el tema de las actuaciones todo es muy normal, evidentemente James Badge Dale (James Lasombra) es quien más destaca al ser el protagonista pero en realidad no hay ninguna que se robe los reflectores. La producción claramente contó con buen presupuesto y se nota: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sencilla, tiene un score sólido, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: The Empty Man es una película difícil de valorar. Tiene algunas cosas buenas, pero su larga duración y enredada historia le restan demasiado.

Ojometro:
**

jueves, 22 de octubre de 2020

Crítica: Nocturne (2020)

Película escrita y dirigida por Zu Quirke, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en Amazon Prime como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 13 de octubre.

Sinopsis:

Juliet (Sydney Sweeney) es una prodigiosa pianista que hace un pacto con el diablo para tomar el lugar de su hermana Vivian (Madison Iseman) en una prestigiosa escuela de música clásica.


Comentarios generales:

Después de la decepción generalizada que provocaron los primeros estrenos de Welcome to the Blumhouse era natural que las expectativas por las siguientes películas disminuyeran de manera considerable, al grado de que su salida pasó bastante desapercibida. Y la verdad no se puede culpar a los fans debido a que es evidente que lo presentado por Blumhouse se trata más que nada de proyectos medianos con los cuales no sabían qué hacer y se sacaron de la manga una antología para poder sacarles algo de provecho, aunque de los cuatro que van creo que Nocturne es el que deja mejores sensaciones.

Y es que a pesar de que el concepto es muy similar a lo que vimos en “The Sonata” o “The Perfection”, lo cierto es que lo nos presenta Quirke logra diferenciarse lo necesario como para establecer su propio sello por medio de una historia que, una vez más, opta por el camino del thriller en lugar de centrarse en el terror convencional.

Una decisión que sin duda molestará a más de uno y hará que eliminen definitivamente la antología de su mente, pero en este caso creo que funciona gracias a que desde el primer acto se establece que existen ciertas cuestiones satánicas detrás que podrían explotar en cualquier instante y con ello se añade rápidamente un tono mucho más oscuro. Exponiendo una rivalidad entre hermanas virtuosas que en un inicio no parece grave, pero que poco a poco se empieza a tornar en algo mucho más personal.

Situación que termina plantando ciertas dudas debido a que se juega con la posibilidad de que todo se encuentre impulsado por algo mucho más siniestro o simplemente se trate de los celos naturales por parte de Juliet magnificados por sus estragos mentales. Lo cual invariablemente hace  que el ritmo de la película vaya disminuyendo para desarrollar de manera más profunda este tema; sin embargo, las situaciones concebidas para lograrlo no resultan tan interesantes y en general fallan en poder generar la tensión necesaria entre las hermanas. Obvio no como para arruinar el filme, pero si quitándole la fuerza que uno supondría iba a tener un conflicto como este.

Afortunadamente la parte final logra mejorar las cosas. Primero porque se produce un fenómeno particular con el personaje de Vivian que la coloca entre la fina línea de ser la víctima o un tipo de villana. Y, segundo, porque la locura de Juliet adquiere un nivel adecuado como para brindar un cierre intenso cuya última imagen es en verdad potente y bastante fría. 

Las actuaciones de las actrices principales son sin duda lo mejor gracias a la química que logran mostrar en pantalla. Con Sydney Sweeney haciendo un buen trabajo como la hermana celosa que poco a poco va cayendo en caminos mucho más oscuros y con una Madison Iseman que no tiene tantos minutos, pero que los sabe aprovechar para quedar posicionada en un rol medio complejo que la coloca bajo las dos caras de la moneda.  

La producción tiene buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score resalta bastante, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son discretos y la labor de maquillaje adecuada.

Opinión final: Nocturne está ok. Las buenas actuaciones y una premisa familiar hacen que sea una película disfrutable.

Ojometro:
***

viernes, 16 de octubre de 2020

Crítica: Broil (2020)

Película dirigida por Edward Drake, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Piper Mars. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de junio, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 13 de octubre.

Sinopsis:

Después de un violento altercado con su némesis escolar, Chance Sinclair (Avery Konrad) es enviada a vivir con su draconiano abuelo en su mansión. Un lugar donde pronto descubrirá un antiguo secreto familiar que la pondrá en medio de una guerra de facciones dentro de la propia familia. 


Comentarios generales:

El caso de Broil es uno particular debido a que ninguna otra película del 2020 ha generado más confusión sobre lo que trataba, ya que con su trailer parecía que veríamos una de vampiros pero los creadores siempre mencionaban que en realidad no era así. Generando con esto un tipo de promoción por demás extraña que no pareciera ser la más idónea en una época de mucha incertidumbre y que solo provocaba una cantidad importante de dudas cuyas respuestas tal vez no se encuentren en el producto final.

Y es que lo que nos trae Drake es una historia que en gran medida depende de dicha incertidumbre para poder desarrollarse de la mejor manera posible, a pesar de que desde muy temprano se te expone que nuestra protagonista puede o no ser un vampiro. Fungiendo como el foco de atención para determinadas cuestiones mientras que de manera simultánea el conflicto familiar también se va desenvolviendo sin proporcionar demasiada claridad sobre el asunto, aunque la verdad esto ayuda a que en todo momento exista una tensión muy marcada para que así cada situación resulte al menos interesante ante la expectativa por saber cómo van a encajar todas las piezas.

El problema llega cuando entrando al segundo acto las cosas empiezan a brincar de un lado para otro sin demasiada claridad al acelerar ciertas cuestiones que se hubieran beneficiado de un poco más de tiempo, pero que claramente se sacrificaron con el fin de darle más exposición a la reunión familiar. La cual ciertamente resulta decepcionante debido a que te la venden como algo que será muy sangriento; sin embargo, a pesar de que si se presenta un suceso inquietante y hay algo de violencia, esta se torna en un simple drama familiar poco emocionante que ni siquiera te puede dar una respuesta contundente con respecto a la identidad de esta familia disfuncional (en teoría hay una escena que lo hace, pero es demasiado ambigua).

Dejando así una parte final que no diría que es aburrida porque contiene algunos de los momentos más intensos que sirven para redondear la situación de uno de los personajes. Aunque, por otra parte, se sigue queriendo condensar demasiado ciertos aspectos fundamentales que no solo hacen que la protagonista te termine por importar poco o nada, sino que además revuelven todo al grado de que la conclusión puede llegar a resultar bastante frustrante.

Las actuaciones son una combinación de algunas sólidas con otras bastante caricaturescas, siendo probablemente la más floja de todas la de Avery Konrad. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es bueno la mayor parte del tiempo, la dirección de arte está bien cuidada, el score es medio genérico, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Broil está aceptable. Película con un concepto interesante que probablemente hubiera funcionado mejor con alguien más experimentado tras la cámara.

Ojometro:
*** 

martes, 13 de octubre de 2020

Crítica: The Pale Door (2020)

Película dirigida por Aaron B. Koontz (Camera Obscura), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Cameron Burns y Keith Lansdale. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Después de que el robo de un tren no saliera como estaba planeado, un notorio grupo de bandidos tendrá que sobrevivir la noche en un pueblo fantasma habitado por un aquelarre de brujas.


Comentarios generales:

A pesar de que son dos géneros que llevan coexistiendo desde finales del siglo XIX, el terror y el western por lo regular no se suelen mezclar demasiado. Evidentemente existen trabajos que lo han hecho porque el cine de terror ha demostrado tener la capacidad para adaptarse a prácticamente todo, pero aún así pareciera que para muchas personas no son muy compatibles y con The Pale Door difícilmente dicha percepción va a cambiar.

Esto porque lo que nos trae Koontz es un trabajo con un sello independiente muy marcado que trata de explotar lo más que se pueda el aspecto western por medio de una historia que, al menos durante los primeros 40/45 minutos, pasaría como una de cualquier película de vaqueros del montón. Ya que realmente durante este periodo no ocurre nada llamativo y todo se enfoca en la relación de los hermanos, así como en exponer las extravagantes personalidades de los bandidos por medio de escenas que uno sabe perfectamente cómo se van a desarrollar ante lo genéricas que resultan en absolutamente todos sus detalles.

Haciendo así que la experiencia se torne bastante aburrida y más porque hasta este punto las brujas brillan por su ausencia, aunque cuando hacen acto de presencia se llevan a cabo los que son sin duda los minutos más entretenidos del filme.

En gran medida porque las presentan de una manera poco convencional para que resulten más amenazantes y gracias a ello se pueda ofrecer un enfrentamiento con violencia y sangre que ayude a que tanto el ritmo como la intensidad mejoren de manera momentánea. Y digo momentánea porque por alguna razón Koontz y compañía tienen una terrible obsesión por utilizar largas conversaciones para impulsar el aspecto dramático cuando, en teoría, lo que tendría que imperar es la urgencia por salir con vida del pueblo.

Logrando con esto únicamente que la parte final sea de todo menos emocionante al explotarlas en exceso (hay tres en este punto) y con ello eliminando cualquier tipo de sensación de riesgo para dejarte así ante una conclusión muy simple que hasta resulta anticlimática.

Las actuaciones no están mal; de hecho, diría que gran parte de los momentos más efectivos se deben al esfuerzo que ponen los actores para tratar de sacar adelante situaciones que no les ofrecían demasiado margen de maniobra. En cuanto a la producción hay varias cosas positivas a pesar del evidente bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte adecuada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Pale Door está aburrida. Una película con ideas interesantes que se ve perjudicada por una pobre ejecución.

Ojometro:
**

viernes, 9 de octubre de 2020

Crítica: The Lie (2020)

Remake de la película alemana del 2015 “Wir Monster”, el cual fue escrito y dirigido por Veena Sud. Se estrenó en Amazon Prime como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Un padre y su hija van rumbo a un campamento de baile cuando ven en la carretera a la mejor amiga de ella. Ante esto le ofrecen llevarla, pero un simple favor con buenas intenciones pronto tendrá terribles consecuencias. 


Comentarios generales:

No es que Amazon Prime no tuviera una oferta de terror adecuada para competir por la audiencia durante el mes de octubre, simplemente su propuesta para Halloween nunca ha sido tan robusta como la que vemos en Netflix, Hulu o Shudder. Por eso es que cuando se anunció la antología Welcome to the Blumhouse hubo mucha emoción de parte de los fans debido a que parecía que por fin la plataforma entraría de lleno a la pelea durante el periodo donde se consume mayor contenido del género.

Era una alianza perfecta y ante eso las expectativas de muchos se dispararon por los cielos, aunque después de ver The Lie me he quedado con más dudas que certezas sobre el enfoque que han elegido para competir.

Esto porque lo que nos presenta Veena Sud es un thriller psicológico en el que el principal objetivo es exponer las consecuencias de las mentiras y no tanto generar sustos en el espectador. Contándonos una historia que desde muy temprano nos pone ante un caso sumamente complejo en el que el personaje de Kayla se vuelve el centro de atención y por medio de su peculiar comportamiento se establecen los cimientos de un misterio que de entrada parece bastante simple, pero conforme se va desarrollando se convierte en algo mucho más caótico debido a la manera en la que sus padres enfrentan la situación.

Esto bajo una dinámica que la verdad nunca se siente pesada gracias al ritmo implementado y porque el saber cómo reaccionarán los padres ante las problemáticas hace que de cierto modo la tensión esté presente en todo momento debido a los riesgos evidentes que conllevan sus decisiones. Las cuales lamentablemente también con el paso de los minutos son en gran medida lo que hace que las acciones te empiecen a fastidiar gracias a que no solo se presenta cierto estancamiento en cuanto a la progresión de la relación con la hija, sino que además los errores que estos cometen hacen que a partir de determinado punto todo se vuelva en extremo predecible y por lo consiguiente mucho del suspenso se desvanezca.

Predictibilidad que se traslada hacia la parte final y por lo mismo el momento más importante de todo el filme no contiene la fuerza suficiente como para causar una mayor impresión. Dejándote así ante un desenlace que te puede parecer interesante o realmente muy bobo para todo lo que ha ocurrido.

Las actuaciones son lo mejor de la película y las que hacen que el visionado sea mucho más placentero. Joey King (Kayla) está perfecta bajo su rol de adolescente emocionalmente frágil a la que nunca puedes descifrar del todo, mientras que Peter Sarsgaard (Jay) y Mireille Enos (Rebecca) hacen una gran labor como los padres desesperados que manifiestan el sentido de culpa que nunca tiene su hija.  

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, cuenta con un score adecuado, el trabajo de sonido es limpio y tanto los efectos como la labor de maquillaje resultan muy discretos.

Opinión final: The Lie está ok. Un thriller psicológico cumplidor para ver en cualquier otra época que no sea Halloween.

Ojometro:
***

martes, 6 de octubre de 2020

Crítica: The Owners (2020)

Adaptación de la novela gráfica “Une nuit de pleine lune” dirigida por Julius Berg, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Mathieu Gompel y Geoff Cox. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de septiembre.

Sinopsis:

Un grupo de amigos creen que han encontrado la oportunidad perfecta para robar una caja fuerte dentro de una casa vacía. Sin embargo, cuando los dueños de la casa regresan de manera temprana, los roles se intercambian.


Comentarios generales:

El subgénero de invasión de casas ha sido probablemente el que mayor desgaste ha presentado durante la última década y debido a su propia naturaleza resulta complicado que se reinvente por medio de cosas más extravagantes que si se pueden permitir algunos otros. Así que mucho de su efectividad recae en explotar de la mejor manera fórmulas conocidas para brindar una experiencia lo más entretenida posible y con The Owners eso es lo que vemos, aunque no con resultados tan espectaculares.

Con esto no quiero decir que lo presentado por Berg sea malo (porque no lo es), sino que simplemente parece que nunca tiene la intención de llevar esta adaptación al siguiente nivel y solo se conformó con presentarla de la manera más adecuada posible. Contándonos una historia cuyo inicio es simple, incluso diría algo aburrido; donde el principal objetivo es establecer de manera muy clara la personalidad de los personajes por medio de acciones de vandalismo sin sentido que claramente provocan un disgusto hacía ellos y que, además, hacen que el contraste con la pareja de ancianos sea mucho más marcada cuando hacen acto de presencia.

Y es que cuando esto ocurre las cosas cambian de manera radical en muchos aspectos, siendo la sensación de riesgo la más evidente de todas al tener de por medio a dos personajes que, en teoría, son indefensos. Logrando así varios de los minutos más entretenidos gracias al hecho de que los conflictos que estos provocan elevan de golpe el nivel de intensidad y ante ello se pueden ver algunas de las escenas más violentas de todo el filme que añaden un shock necesario justo antes de renovar la dinámica para intercambiar los roles.

Un suceso que no llega tan de golpe como se esperaría porque se opta mejor por ir construyendo poco a poco el misterio que rodea a las supuestas “víctimas”, lo cual sirve para ir generando muchas dudas con respecto a lo que ocultan. Ya que uno está plenamente consciente de que están locos, más nunca se puede descifrar del todo el por qué de esto y ese detalle hace que el interés se mantenga intacto a pesar de que por momentos las acciones se pueden volver pesadas gracias al ritmo que se implementa.

Afortunadamente esto se soluciona en la parte final y se logra que el conflicto definitivo sea entretenido y lo más creíble posible considerando la diferencia de edad al añadir elementos que equilibran todo de manera lógica. Aunque ciertamente la resolución puede llegar a ser algo confusa debido a que depende bastante de detalles que se explicaron de manera vaga o muy superficial en los minutos previos.

Las actuaciones son de los puntos fuertes con Maisie Williams (Mary) haciendo un trabajo adecuado para la naturaleza de su personaje, mientras que Sylvester McCoy y Rita Tushingham se roban la pantalla como la pareja Higgins desde el primer instante en el que aparecen. De la producción tampoco hay mucha queja: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor maquillaje es adecuada.

Opinión final: The Owners está entretenida. Película para ver una noche en la que no tengan nada más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 2 de octubre de 2020

Crítica: Antebellum (2020)

Película dirigida por Gerard Bush y Christopher Renz, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de septiembre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La famosa escritora Veronica Henley (Janelle Monáe) se encuentra atrapada en una horrible realidad que la obliga a confrontar el pasado, presente y futuro. Antes de que sea demasiado tarde.


Comentarios generales:

Antebellum fue una de las tantas películas que se vieron afectadas por el COVID-19 a inicios de año y parecía inevitable que su estreno se retrasara hasta 2021. Sin embargo, ante los problemas raciales que se viven en Estados Unido, Lionsgate parece que no quería desaprovechar la oportunidad para explotar el contexto y en lo que para muchos resultó ser algo polémico decidió estrenarla de cualquier forma por otras vías para poder recuperar algo de lo invertido. 

Una decisión de la que realmente no se les puede culpar si consideramos que difícilmente hubiera conseguido grandes beneficios bajo circunstancias normales gracias al decepcionante resultado.

Y es que al igual que la película de la que escribí hace unos días atrás, lo que nos presentan Bush y Renz depende totalmente de un giro en el último acto para tener efectividad. Aunque la principal diferencia es que aquí el camino para llegar a ese punto no contiene demasiado material que haga digerible la experiencia, ya que realmente de terror esto no tiene mucho (por no decir nada). 

Obvio el tema de la esclavitud es terrible por otras circunstancias y todo el primer acto se centra en esto, el problema es que en ningún momento se notan intenciones de llevar las cosas a terrenos conocidos dentro del género. Es más que nada un drama con guiños muy pequeños de thriller en el que por aquí y por allá se presentan situaciones que te pudieran llegar a hacer pensar que el personaje de Veronica tal vez sea una bruja o es la llave para desencadenar elementos más sobrenaturales o fantasiosos, sin profundizar al respecto y dejando todo en meras suposiciones.

Las cuales se incrementan ligeramente una vez que la historia se traslada al presente debido a que se hace cierto esfuerzo por añadir misterio, pero cuando parece que el desarrollo va hacia ese camino te encuentras con otra cosa que está dirigida más a hacia el lado político y la crítica social. Ofreciendo así otros 30 minutos intrascendentes llenos de huecos en muchos aspectos básicos no solo para construir la trama, sino para hacer que los personajes involucrados, más allá de Veronica, no sean simples adornos de los que realmente no sabes nada. 

Sin duda un camino bastante espinoso para llegar, por fin, a la parte final con el giro previamente mencionado. Uno que sin duda va a sorprender a varios de inicio, sin embargo, este rápidamente se queda como una sorpresa pasajera que carece de la fuerza suficiente para que por lo menos la resolución te termine dejando una sensación positiva por lo que acabas de ver. 

Con respecto a las actuaciones diría que Janelle Monáe está bien, cumple en ciertas cosas pero las limitaciones de la historia no le dan para más; mientras que Gabourey Sidibe (Dawn) se roba la pantalla con su muy breve aparición. En cuanto a producción es donde tiene sus mejores atributos: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto. 

Opinión final: Antebellum es sumamente aburrida y olvidable. Sin duda una de las mayores decepciones de 2020. 

Ojometro:
**