jueves, 29 de septiembre de 2016

Crítica: Cell (2016)


Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Tod Williams (Paranormal Activity 2), cuyo guión fue co-escrito por Adam Alleca y el propio Stephen King. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de junio, mientras que su salida en DVD se dio el 27 de septiembre.

Sinopsis:

Cuando una misteriosa señal de celular causa un caos apocalíptico, un artista de nombre Clay Riddel (John Cusack) se embarca en una travesía junto a un grupo de sobrevivientes para reunirse con su pequeño hijo en el área de Nueva Inglaterra.



Comentarios generales:

Cuando uno ve que en los créditos iniciales presentan el nombre de seis diferentes productoras, así como 19 diferentes nombres entre productores, productores ejecutivos y co-productores, se puede imaginar el caos que fue realizar esta adaptación. Y es que por lo general cuando hay tantos involucrados metiendo mano en una película las cosas no suelen terminar bien, diferentes maneras de pensar y de hacer las cosas son dinamita pura para cualquier producción; siendo el caso de Cell uno de los ejemplos más claros de esto debido a que se trata de un absoluto desastre.

Lo cual resulta sorpresivo porque, más allá de lo absurda que podría parecer su premisa, el comienzo que logra armar Williams es prometedor al generar un caos disfrutable que te hace recordar a algunos otros trabajos y establece de manera sólida una sensación de peligro muy fuerte que te provoca un interés genuino por saber qué diablos es lo que hay detrás. Sin embargo, todas estas buenas sensaciones se desvanecen en cuestión de minutos cuando empezamos a ver una historia, en esencia de zombies, donde la urgencia por sobrevivir de los personajes es casi nula y cada nuevo evento relevante se da porque si, sin demasiado desarrollo u explicación convincente para que se lleven a cabo.

Un problema que se acentúa mucho más al entrar al segundo acto, no solo por la pasividad con la que se realizan las acciones, sino también porque el trabajo de edición no facilita en absoluto las cosas. Realmente uno como espectador no sabe si esta historia se está desarrollando en cuestión de días, meses o años; de pronto los tipos de clima cambian y el conocimiento sobre la amenaza por parte de ciertos sobrevivientes es mucho más avanzada de lo que se esperaría, pero eso nunca parece importarle al director, quien sigue añadiendo situaciones un tanto absurdas que no clarifican nada de esto y cuya naturaleza random evita que uno pueda sentir un verdadero apego con los personajes principales durante su supuesta “brutal” travesía.

La parte final sufre ante la carencia de tensión, emoción y, bueno… lógica. Para este punto queda claro que una respuesta concreta sobre el origen del problema no se va a dar, solo te brindan ciertas pistas muy vagas para llegar rápidamente a un desenlace seco y anticlimático que lo único que logra es dejarte con el pensamiento de que todo lo que acabas de ver no tuvo ningún sentido.

De las actuaciones tampoco hay mucho que rescatar, ya que un ladrillo es más expresivo y reflejaría más emociones que Cusack, mientras que se nota que Samuel L. Jackson solo hizo la película por mero compromiso. La producción también es pobre: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho chiste, el score resulta genérico, el trabajo de sonido es sumamente inconsistente, los efectos están atascados de CGI mal hecho y lo referente al maquillaje no presenta nada destacado.

Opinión final: Cell es espantosa. Sin duda una de las peores adaptaciones de una novela de Stephen King.

Ojometro:
*

lunes, 26 de septiembre de 2016

Crítica: El Cadáver de Anna Fritz (2016)


Película dirigida por Hèctor Hernández Vicens, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Isaac P. Creus. Se estrenó en cines a finales del año pasado dentro de España, mientras que a los Estados Unidos llego en VOD y formato físico durante el mes de marzo.

Sinopsis:

Anna Fritz (Alba Ribas) es una famosa actriz que acaba de fallecer y cuyo cuerpo se encuentra en la morgue. Gracias a esto tres jóvenes se proponen verla desnuda, pero ante su imponente belleza también deciden que quieren ser los últimos en tener sexo con ella.



Comentarios generales:

Cuando una película tiene como premisa la necrofilia es casi un hecho que recibirá un nivel de atención muy fuerte debido a que sigue siendo un tema sumamente controversial, incluso dentro del propio género de terror. En gran parte porque por lo regular se utiliza para crear puro morbo y así atraer miradas a trabajos huecos que pasarán al olvido en poco tiempo; sin embargo, en el caso de El Cadáver de Anna Fritz se puede notar que las intenciones de sus creadores iban un poco más allá de un simple espectáculo grotesco, aunque los resultados no sean precisamente los más espectaculares.

Realmente lo que nos regala Vicens es una mezcla entre thriller psicológico y drama que, de vez en cuando, utiliza algo de sangre para contar una historia cuyo principal enfoque en un inicio es lo que este grupo de amigos pretende hacer con el cadáver y así sacar a relucir las más profundas perversiones de los seres humanos, pero en realidad lo hacen de manera relativamente breve. Esto porque a partir de los 15/20 minutos la película obtiene otro rumbo, uno mucho más complejo que está cargado de cuestionamientos morales desencadenados por un suceso sorpresivo que le brinda un panorama completamente distinto al que cualquiera se hubiera podido imaginar.

El cual añade muchísimo en lo que se refiere al shock, pero que también termina por afectar un poco la cuestión del ritmo gracias a las limitantes que trae consigo y eso es un tanto contraproducente para un filme que con trabajos pasa los 60 minutos de duración. De pronto toda la agilidad con la que transcurre la primera mitad se ve frenada por una serie de sucesos que se vuelven repetitivos y que no ayudan demasiado en la creación de un suspenso tan necesario; en especial cuando las acciones se trasladan fuera de la morgue. Momentos que, más allá de provocarte nerviosismo, solo te provocan desinterés ante lo vacíos que se sienten.

La parte final es un poco acelerada, pero es sin duda donde se generan las mejores dosis tensión. Especialmente porque es aquí donde se empieza a manejar de manera más seria el tema de las traiciones y eso provoca inmediatamente una dinámica diferente entre los personajes que vuelve el desenlace en uno con más fuerza de lo esperado.  

Sobre las actuaciones puedo decir que el elenco cumple bien con sus respectivos roles, siendo Cristian Valencia (Iván) el que termina por destacar un poco más gracias a que su personaje es el que cuenta con más desarrollo. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sobria, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son mínimos y el maquillaje solo es utilizado para ciertos detalles.

Opinión final: El Cadáver de Anna Fritz no está mal, pero nunca terminó por convencerme. Película más que nada para rentar o ver por simple curiosidad.

Ojometro:
***

jueves, 22 de septiembre de 2016

Crítica: Don't Breathe (2016)


Película dirigida por Fede Álvarez (Evil Dead), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Rodo Sayagues. Tuvo su estreno en cines a finales de agosto dentro de los Estados Unidos, mientras que a México llego el pasado 16 de septiembre. Recaudando hasta le fecha $108.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Con la esperanza de salir con una gran suma de dinero, un trío de ladrones irrumpe por la noche en la casa de un ciego. Todo indica que será el robo más fácil de sus vidas, sin embargo, la persona que eligieron no es tan indefensa como parece.



Comentarios generales:

Curiosamente hace un par de días escribí sobre el auge del subgénero de invasión de casas y no paso mucho tiempo para que pudiera ver otra película de este tipo, lo cual básicamente terminó por confirmar mi punto anterior. Aunque en esta ocasión el trabajo en cuestión era uno que si tenía considerado como un “must see” gracias a que la dupla que nos regaló uno de los mejores remakes de los últimos años se volvía a reunir y la verdad es que con Don't Breathe no desilusionan en lo absoluto.

Aunque en esta ocasión lo hacen dejando de lado las cantidades insanas de sangre para centrarse de manera mucho más concreta en el suspenso dentro de un espacio reducido que, más allá de ser una trampa mortal, también servirá como un lugar para realizar ciertos cuestionamientos sobre lo que es correcto, las malas decisiones que uno toma en la vida y cómo no todo es lo que parece. Esto basándose en una premisa realmente simple que no utiliza aspectos sobrenaturales y que no necesita demasiada explicación durante un primer acto que en cuestión de minutos coloca a estos ladrones en situaciones apremiantes sin siquiera haber comenzado su verdadera pesadilla, las cuales sirven para establecer de manera contundente el tono de lo que está por venir.

Y es que una vez que se da el conflicto directo entre todos los involucrados lo que nos encontramos es un espectáculo con unos niveles de tensión apabullantes y un ritmo caótico que simplemente no le dan un solo respiro al espectador. El cual se ve inmerso en una atmósfera donde la sensación de peligro es constante y que el director aprovecha para experimentar con unas escenas en total oscuridad que tienen muchísimo sentido dentro de esta dinámica y que ayudan a explicar de mejor manera como es que una persona ciega, la cual en el papel tiene todas las de perder, puede llegar a ser tan peligrosa.

Un aspecto que resulta muy importante debido a que la manera en la que este utiliza sus demás sentidos y aplica su conocimiento por nota del lugar es clave para que todo fluya a la perfección. Ya que uno de los puntos más fuertes del filme es cómo se utiliza cada rincón de esta casa para realizar diversas secuencias y, al proporcionarle estas ventajas/desventajas, cada una de ellas resulta efectiva gracias a que nunca se tiene la certeza sobre cómo se resolverán.

La parte final mantiene la intensidad a tope y cuando piensas que ya todo fue contado te sacan un perturbador secreto que le añade muchísima más complejidad al cuestionamiento sobre quién es el verdadero villano en esta situación plagada de decisiones erróneas. Además, ayuda a darle cierta pausa para no dejar huecos en la trama y poder generar intercambios de dominio en las acciones que, ya en el desenlace, te harán pensar sobre quien fue verdaderamente el que logró su objetivo.

Las actuaciones son buenas, con una Jane Levy nuevamente brillante en su rol de victima/final girl; aunque quien se lleva las palmas es Stephen Lang gracias a su actuación casi sin diálogos, la cual logra sacar adelante con básicamente pura presencia física dominante. La producción es impecable: el trabajo de fotografía es espectacular, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es otro de los puntos fuertes, el maquillaje añade aspectos visuales necesarios y los efectos son discretos, pero bien hechos.

Opinión final: Don't Breathe es una película bastante buena y la confirmación de Álvarez como uno de los directores a seguir en los próximos años. Muy recomendable.  

Ojometro:
*****

martes, 20 de septiembre de 2016

Crítica: The Neighbor (2016)


Película escrita y dirigida por Marcus Dunstan (The Collector). Se estrenó directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 6 de septiembre, mientras que su llegada a otros mercados aún no tiene fecha definida.

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Cutter la mayoría de las personas se guardan su vida privada de manera celosa, pero cuando John (Josh Stewart) husmea en la propiedad de su vecino mientras busca a su novia desaparecida se dará cuenta que él no es el único que cuenta con aterradores secretos.



Comentarios generales:

Después de las películas de zombies y las found footages sobre casas poseídas no cabe duda que el subgénero más recurrente es el de invasión de hogares, el cual ha visto un incremento de popularidad importante en estos últimos años. Esto sin duda es bueno por cuestiones de variedad, pero igualmente representa un problema debido a que ante tantas propuestas la originalidad se va perdiendo y el encontrar ideas nuevas es cada vez más complicado, algo que resulta muy evidente con The Neighbor.

Esto porque Dunstan claramente quiere seguir una línea muy similar a la que se vio con sus trabajos previos, aunque en esta ocasión bajo un enfoque mucho más tranquilo, sin un show de muerte extremo que sea todo el centro de atención. Ya que durante el primer acto en verdad se toma su tiempo para ir desenvolviendo poco a poco una historia que está cargada de suspenso, donde todo lo que rodea a nuestra pareja protagonista parece estar en su contra pero no sabes exactamente qué será lo que les dé más problemas dentro de este poblado tan sospechoso debido a que no existe una figura dominante que genere cierta sensación de peligro clara.

Una que se da hasta el segundo acto, el cual te hace recordar muchísimo a The Collector gracias a que nuevamente el personaje principal se centra en analizar la situación de manera más detallada dentro de un lugar desconocido para él y no se vuelve loco para lograr su objetivo; además de que el silencio vuelve a jugar una parte muy importante. Aspecto que le brinda un nivel de tensión interesante a las cosas, pero que obliga a utilizar un ritmo lento que simplemente hace que toda esta parte se sienta aburrida y que por momentos parezca que no va para ningún lado gracias al poco avance que se muestra.

La parte final es bastante agradable. Más que nada porque es aquí donde el director hace lo que sabe y nos regala una serie de eventos que proporcionan la violencia necesaria para justificar la larga espera, además de que cuenta con diversos momentos de impacto bien realizados que te dejan satisfecho con el desenlace.

Sobre las actuaciones puedo decir que cumplen; realmente con Josh Stewart tenemos lo mismo de siempre, pero al rodearlo de buenos secundarios (especialmente Bill Engvall) su falta de expresiones termina por no pesar demasiado. La producción está bien: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no presenta grandes complicaciones, el score no resalta, el trabajo de sonido es efectivo y la cuestión de efectos/maquillaje se limita a aspectos básicos que cumplen con su objetivo.

Opinión final: The Neighbor tiene sus momentos, pero está lejos de ser verdaderamente memorable. Película más que nada para pasar el rato. 

Ojometro:
***

sábado, 17 de septiembre de 2016

Crítica: Train to Busan (2016)


Producción surcoreana escrita y dirigida por Sang-ho Yeon (Seoul Station). Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el 20 de julio, mientras que en los Estados Unidos hizo lo propio solo dos días después de manera limitada. Todavía no hay información sobre su llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras un virus azota a Corea del Sur, un grupo de pasajeros que viaja a bordo de un tren tendrá que hacer hasta lo imposible para poder llegar de Seúl a Busan ante el continuo ataque de hordas de violentos zombies. 



Comentarios generales:

El cine de terror surcoreano no es para nada desconocido entre los amantes del género, pero por lo regular suele quedar medio rezagado junto al japonés gracias a la cantidad de películas que estos últimos pueden producir. Sin embargo, los coreanos desde hace tiempo han asumido mayores riesgos y en esta ocasión lo hicieron a lo grande con Train to Busan: una súper producción para sus estándares que apostaba por un subgénero sobreexplotado en la actualidad y por un director con experiencia limitada solo en animación, pero cuyos resultados finales son en verdad excepcionales.

No voy a mentir, la historia en si no descubre el hilo negro y sigue un esquema básico ya muy visto en esta clase de películas, pero la manera en la que Sang-ho Yeon te la presenta es una delicia debido a que durante sus casi dos horas de duración el espectador se ve involucrado en un viaje sin ningún tipo de freno. Uno en donde no tienen que pasar ni 15 minutos para que inicie la locura y así se establezca rápidamente el ritmo con el que vamos a tener que lidiar por el resto del metraje, esto mientras vemos como se desencadena el infierno dentro de un lugar diseñado para la comodidad, pero que para esta clase de situaciones prácticamente se convierte en el peor enemigo de las personas ante el poco margen de maniobra con el que cuentan.

Es en base a esta dinámica como la primera hora pasa volando, la cual está atascada de zombies y acción a máxima velocidad; algo que daría pie para pensar que no hay mucha sustancia detrás, pero afortunadamente no es así. Ya que durante este periodo el creador también nos muestra un desarrollo interesante con los personajes y su manera con la que lidian los problemas, estableciendo así un choque de personalidades muy marcado que juega con el lado más podrido de la naturaleza humana que invariablemente provoca empatía por algunos de ellos y por otros no tanto.

Para la segunda mitad no cambia en lo absoluto la acción y la violencia, sin embargo, si se empieza a recurrir en ciertas pausas para generar secuencias donde los sobrevivientes tienen que pensar un poco más para poder salir adelante del problema. Un aspecto que luce menor, pero que en realidad es lo que genera unos niveles de tensión muy elevados que ayudan muchísimo en este lapso para que la película no decaiga y, sobre todo, se pueda solventar la ausencia de una explicación mucho más elaborada de los origines del virus (algo que pueden ver un poco más a detalle en “Seoul Station”, la película animada que salió en conjunto).

La parte final es caótica y, para tratarse de un trabajo de zombies, sorprendentemente emocional. En este punto la sensación de catástrofe a gran escala ya es muy palpable tanto por la atmósfera construida como por la cantidad de criaturas que se logran poner en pantalla, lo cual provoca que uno se vea muy agobiado por el hecho de que estos personajes se encuentran ya cerca de su objetivo y aun así tienen todas las de perder.

Las actuaciones están muy bien, Yoo Gong (Seok Woo) carga con el peso de la película sin ningún tipo de problema y realiza una muy buena mancuerna con Ma Dong-seok (Sang Hwa); aunque quien se llevará las miradas es la pequeña Soo-an Kim (Soo-an) debido al contraste que representa con la mayoría de los personajes. La producción es de muy buena nota: el trabajo de fotografía es consistente, la dirección de arte adecuada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es espectacular, el maquillaje cumple y los efectos son de una gran calidad considerando el importante uso de CGI.

Opinión final: Train to Busan  no solo se trata de una de las mejores películas de 2016, sino que además se trata de una de las mejores películas de zombies de la década. Muy recomendable.

Ojometro:
*****

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Crítica: All Girls Weekend (2016)


Película escrita y dirigida por Lou Simon (Agoraphobia, HazMat). Se estrenó en VOD durante el mes de julio dentro de los Estados Unidos y, posteriormente, salió en DVD a inicios del mes de septiembre. Aunque no hay información sobre llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de amigas de la preparatoria se reúnen después de varios años para pasar un fin de semana en las montañas, pero cuando las cosas no salen como estaban planeadas pronto su reunión se convertirá en una prueba de vida o muerte.  



Comentarios generales:

Existen malas películas que por lo menos te divierten con sus fallas y eso vuelve su visionado un poco más ameno, además de que te dan mucho material para escribir. Sin embargo, también existen otro tipo de malas películas, aquellas que por más que quieres no les encuentras absolutamente nada rescatable; de esas que te la pasas viendo el reloj para saber cuánto falta para que termine el suplicio y, ciertamente, All Girls Weekend aplica para esta segunda categoría como pocas en lo que va del 2016.

Realmente lo que nos regala Simon es igual de emocionante que un caracol en movimiento, ya que contrario a lo que sugiere el póster o incluso el tráiler, esta es una historia en exceso básica cuya dinámica es de las cosas más aburridas que he presenciado en mucho tiempo. Durante al menos 30 minutos lo único que ves es a un grupo de mujeres quejarse por absolutamente todo y tirarse tierra por su comportamiento tanto en la actualidad como en lo ocurrido en sus épocas de preparatoria, esto mientras dan vueltas sin cesar en un bosque completamente desangelado en donde lo más relevante que ocurre es que a una de ellas se le pierde su celular.

Así transcurre todo de manera tediosa hasta que por medio de un accidente muy absurdo se pretende elevar ligeramente los niveles de tensión, aunque eso dura muy poco debido a que en cuestión de minutos se regresa a la dinámica de caminar en círculos. La única diferencia es que por fin se revela el aspecto aterrador del bosque y, en vez de pelearse por todo, ahora nuestro valiente grupo comete muchos errores absurdos que a la postre tendrán consecuencias para ellas mientras huyen de un peligro del que no se sabe nada y cuya naturaleza misma evita que esto se desarrolle como un slasher en toda la regla (lo cual supuestamente es).

La parte final carece por completo de fuerza, esto a pesar de que se hace el intento de generarla por medio de muertes y una escena que involucra la amputación de dedos. Además tratan de explicar todo en menos de cinco minutos, lo cual se siente muy forzado y es probable que termine confundiendo al espectador debido a que las respuestas que recibe por lo ocurrido son increíblemente vagas.

Las actuaciones son pobres y en verdad desangeladas, aunque en este caso la mayoría de las actrices tampoco tenían suficiente material como para ofrecer grandes cosas. La producción tampoco tiene mucho que resaltar: el trabajo de fotografía está ok, el score resulta intrascendente, el trabajo de sonido es inconsistente, los efectos son muy simples y la cuestión del maquillaje se limita a unas cuantas heridas muy superficiales.

Opinión final: All Girls Weekend es realmente mala, de esas películas que no entiendes cómo fue que consiguió distribución. Evítenla a toda costa.

Ojometro:
*

domingo, 11 de septiembre de 2016

Crítica: Chopping Block (2016)

Película escrita y dirigida por Joshua Hall, el cual significa su primer largometraje. La película se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de agosto, aunque luce muy poco probable que llegue a otros mercados.

Sinopsis:

Después de ser despedidos, un grupo de ex empleados decide secuestrar a la hija de su ex jefe para conseguir dinero fácil. ¿El problema? Ninguno sabe cómo diablos realizar un secuestro y para su mala fortuna su víctima es la única sobreviviente de una masacre a la que una psicópata sedienta de sangre se encuentra persiguiendo.



Comentarios generales:

Hacer comedias de terror es complejo, no solo porque tienes que lidiar con un público que no suele ser muy receptivo a estas salvo que sigan una línea muy marcada, sino porque además no es para nada sencillo mantener el balance entre ambos géneros. Siempre se corre el riesgo de quedar como un mal chiste si el humor no es bien justificado y en el caso de Chopping Block ese es un sentimiento que seguramente muchos van a tener después de verla.

Y es que a pesar de que la escena inicial es un gancho efectivo y la idea central no es precisamente mala, la manera en la que Hall presenta esta historia hace que el inicio sea uno aburrido e incluso bastante estúpido debido al humor simple que predomina. En serio, la primera media hora de esta película difícilmente se podría decir que contiene algo relacionado con el género de terror gracias a que se centra en comportamientos absurdos, algunos estereotipos y chistes poco efectivos mientras se planea un secuestro de la manera más vaga posible; todo con el único objetivo de generar algunas cuantas risas para que el espectador se olvide de que realmente no ha ocurrido gran cosa durante el primer acto.

Es entrados los 40/45 minutos, ya con el secuestro realizado, cuando las cosas se vuelven un poco más ágiles. El humor simple continua, pero al menos se empiezan a incluir más elementos de terror de manera esporádica que hacen digerible el asunto, sobre todo porque si algo tiene este trabajo es que no temen utilizar efectos prácticos muy arcaicos que hacen de las muertes o momentos sangrientos algo divertido de ver. Aunque es por medio de esto como ahora pretenden distraerte de la completa ausencia de sustancia que existe; especialmente con toda la cuestión de la psicópata, de quien realmente nunca te mencionan nada y está ahí presente solo porque sí.

La parte final debo de aceptar que me hizo reír en un par de ocasiones, más que nada por una escena que involucra referencias a Evil Dead, aunque en general es bastante simple y poco memorable. Ciertamente el desenlace pretende ser muy sangriento, pero resulta muy evidente que gracias a las cuestiones de presupuesto no pudo tener el impacto necesario.

Las actuaciones son un mix entre malas y amateurs, todas resultan muy forzadas y eso termina perjudicando el humor utilizado. En cuanto a la producción se puede ver claramente el limitadísimo presupueste de $50,000 dólares con los que contaron: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte igual, el score no está mal, el trabajo de sonido es lo común en un filme independiente y los efectos son dignos de un proyecto escolar.

Opinión final: Chopping Block es una película más. Tiene sus puntadas, pero realmente no contiene nada destacado como para sobresalir.  

Ojometro:
**

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Crítica: The Neon Demon (2016)


Película dirigida por el danés Nicolas Winding Refn, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Mary Laws y Polly Stenham. Se estrenó en cines dentro de varias partes de Europa y los Estados Unidos durante el mes de junio, mientras que en México hizo lo propio este pasado 2 de septiembre; recaudando hasta la fecha unos discretos $3.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando una aspirante a modelo de nombre Jesse (Elle Fanning) se muda a Los Ángeles, su juventud y vitalidad se ven devoradas por un grupo de mujeres obsesionadas con la belleza que harán todo lo que sea necesario para obtener lo que ella tiene.



Comentarios generales:

Cuando una película hace ruido dentro del Festival de Cannes casi siempre va a llamar la atención, aunque en el caso de The Neon Demon lo hizo porque se llevó una tremenda ola de abucheos e insultos después de su exhibición. Algo que terminó captando mi interés debido a que por lo general no suelo coincidir con las reacciones o ganadores de dicho festival y, por ende, esperaba algo interesante en lo que significa el primer experimento dentro del género de terror por parte de alguien cuyo estilo no me desagrada; sin embargo, lo que me encontré fue un espectáculo visual apabullante sin pies ni cabeza que apenas cumple los requisitos mínimos como para que escriba de ella en el blog.

Y es que Refn nos presenta una historia que inicia ciertamente de manera convencional con una joven buscando el sueño de ser modelo, pero sin ese aire hollywoodesco lleno de glamour e inocencia, sino más bien bajo un aire de soledad, celos y aparente peligro. Estableciendo así de manera concreta lo más elemental antes de pasar a una serie de impactantes imágenes llenas de luces y colores que hacen recordar en cierta forma a Argento, las cuales sumergen al espectador a un espectáculo hipnótico, bello por grandes lapsos, pero que en el fondo no tienen mucho sentido y solo sirven para maquillar grandes huecos a la hora de explicar determinados sucesos que simplemente se dan porque sí.

Todo esto bajo un ritmo pesado que se vuelve el principal enemigo de estas imágenes hipnóticas de color neón, ya que entrando al segundo acto uno espera un poco más de sustancia que desenmascare ese lado tóxico de Hollywood y en lugar de eso lo que nos brinda Refn son secuencias visualmente llamativas que en cierto punto caen en lo repetitivo. Situación que termina dañando el desarrollo del personaje principal, uno que pasa de ser una blanca paloma a una persona ya consumida/contagiada por el entorno de manera muy forzada en cuestión de minutos; generando así que lo que lo ocurre a partir aquí sea aburrido y con nulo aporte a una ya de por sí muy endeble trama.

Los últimos 20 minutos son lo más cercano al terror convencional que nos puede ofrecer el director, ya que es aquí donde salen a relucir las perversiones más profundas de determinados personajes. Algo que le brinda muchísima fuerza e impacto sin recurrir precisamente a la violencia explícita; de hecho, todo lo deja a la imaginación por medio de ciertos simbolismos para que el espectador pueda digerir la crueldad de este mundo lleno de rivalidad insana.

Las actuaciones no están mal, realmente Elle Fanning cumple con su rol de manera adecuada y el resto del elenco resulta un buen complemento incluso ante la falta constante de diálogos extensos. La producción si es de alto nivel: el trabajo de fotografía es el alma de la película con todo ese uso de luces neón que te hipnotizan, la dirección de arte es sobresaliente, el score es potente, el trabajo de sonido impecable, los efectos realmente son mínimos y la cuestión del maquillaje está bien cuidada para la manera en la que se utiliza.

Opinión final: The Neon Demon es un regalo con bonita envoltura, pero cuyo contenido es un simple ladrillo. Sin duda se trata de una de las películas más polémicas de 2016.

Ojometro:
***

sábado, 3 de septiembre de 2016

Crítica: Regression (2015)


Película escrita y dirigida por Alejandro Amenábar (The Others). Se estrenó en cines a finales del año pasado en España, otras partes de Europa y Canadá, mientras que en los Estados Unidos llegó de manera limitada a inicios de 2016; recaudando una muy discreta cifra de $17,6 millones de dólares a nivel mundial en taquilla. También ya se encuentra disponible en formato físico y digital.

Sinopsis:

Después de que la joven Angela Gray (Emma Watson) fuera violada por su padre, el detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) tendrá que iniciar la investigación para inculparlo. Sin embargo, en el proceso se encontrará con evidencia que podría guiar a la captura de un culto satánico que ha causado temor por toda la nación.



Comentarios generales:

La verdad es que Regression era una película que tenía en el radar desde hace mucho tiempo, pero al considerar que su elenco era lo suficientemente atractivo como para obtener una distribución decente mejor espere de manera paciente para verla en el cine. Lamentablemente eso nunca se pudo dar debido a que no se ve como para cuando llegué a México, así que estando ya en otros formatos la vi con bastante interés, aunque al final me he quedado con un sabor de boca un tanto agridulce.

Ciertamente los elementos para ver una buena película están ahí, ya que Amenábar se encarga de construir un misterio sólido durante el primer acto; uno en donde se toma su tiempo para ir desmenuzando un suceso siempre terrible que, relato a relato, luce cada vez más perturbador. Algo que beneficia mucho para establecer el tono oscuro de la historia y las circunstancias extrañas que la rodean para que así el espectador no se sienta muy seguro sobre qué es exactamente lo que está viendo, sobre todo porque es en este punto cuando no se tiene una línea clara entre la realidad y la ficción. Además de que se realiza un muy buen trabajo para mantener cierta expectativa para cuando finalmente aparezca el personaje interpretado por Emma Watson, quien indudablemente es uno de los principales atractivos.

El problema llega justo cuando se entra en el segundo acto, a partir de aquí empieza a sentirse que las cosas no tienen un progreso constante gracias a que se le da muchas vueltas a los mismos puntos con una ligera integración de aspectos visuales llamativos por medio de sueños cuyo propósito es agregarle algo de impacto. Lo cual hasta cierto punto se da, sin embargo, al avanzar las acciones de manera tan lenta dicho impacto pasa completamente de largo al revolverse con toda esta serie de pistas que no llevan a ningún lado y que vuelven la película realmente aburrida; en especial cuando en determinado momento te revelan algo que hace el personaje de Angela que básicamente termina con todo el misterio.

Provocando así que la parte final sea bastante mala debido a que es cuestión de lógica saber qué es lo que paso o quien fue el verdadero responsable de todo, lo cual le quita interés de inmediato; esto a pesar de que el director hace el intento por crear un despiste desesperado. Además, tampoco ayuda ese desenlace digno de episodio de cualquier serie de televisión policíaca que no deja ningún tipo de pago satisfactorio.

En cuanto a las actuaciones solo puedo decir que Hawke y Watson están bien, en general la película está bien actuada, pero no hay nada verdaderamente sobresaliente. La producción si es de primer nivel: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está bien cuidada, el score me pareció bastante bueno, el trabajo de sonido cumple y toda la cuestión de efectos/maquillaje es discreta.

Opinión final: Regression no está mal, pero nunca deje de sentir que le faltó “algo”. No creo que sea un desperdicio, aunque definitivamente es una película que amaran u odiaran por igual.

Ojometro:
***