Película dirigida por los
hermanos Cameron y Colin Cairnes (100 Bloody Acres), quienes además son los
escritores del guión. Se estrenó en DVD y formato digital dentro de Australia
el pasado 6 de julio, aunque todavía no hay información sobre cuándo podría
llegar a otros mercados.
Sinopsis:
El popular show de bromas, Scare
Campaign, ha entretenido a la audiencia por los últimos 5 años con una mezcla
de sustos clásicos y cámaras ocultas. Sin embargo, con la nueva era del online
los productores encuentran un show mucho más violento que hace ver al suyo como
cosa de niños y les pide a los creadores algo más fuerte para mantenerlos al
aire. ¿Acaso irán más allá de lo permitido esta vez?
Comentarios generales:
Desde hace algún tiempo vengo
mencionando que el cine australiano (también el neozelandés) vive un momento
bastante dulce dentro del género, se ha convertido en un lugar donde los
creadores pueden explotar diferentes tipos de ideas sin tanta presión y eso ha tenido
como resultado una serie de filmes muy destacados. Provocando así que espere
grandes cosas cada vez que me entero de un nuevo trabajo proveniente de aquella
región y la verdad es que lo único que hace Scare Campaign es seguir
solidificando ese sentir gracias al grato sabor de boca me dejó.
Y es que ahora los hermanos Cairnes,
a diferencia de su primer filme, nos traen un trabajo un poco más oscuro con el
cual pretenden realizar una crítica contundente sobre el estado actual del
entretenimiento y la forma en la que los creadores de contenido están
dispuestos a cruzar ciertos límites bajo el único propósito de satisfacer el
morbo insaciable de una audiencia cada vez menos sensible. Algo que no es
precisamente nuevo, pero que en esta ocasión sirve como el punto de partida perfecto
para desarrollar una historia que ira mutando con el pasar de los minutos; la
cual inicia dándole importancia a los elementos más básicos del cine de terror
no solo para generar sobresaltos entre la audiencia, sino también para
establecer el claro contraste entre lo "viejo pasado de moda” y lo nuevo
mientras te muestran cómo se realiza esta clase de shows.
Todo bajo un ritmo tremendamente
fluido que ayuda a que la primera hora transcurra rapidísimo, con muchísima
dinámica para que así el espectador no tenga tanto tiempo de analizar a fondo
lo que se construye detrás de una serie de eventos que, conforme pasan los
minutos, van subiendo de intensidad. Convirtiendo así una simple película de
reality show en un slasher hecho y derecho bastante potente, con muertes
llamativas e incluso un asesino imponente que se come cada escena en la que
aparece. Sin duda elementos suficientes para volverla bastante recomendable,
pero los directores se encargan de que solo sean algunos de los atractivos dentro
de esta propuesta llena de cosas que no son lo que parecen.
Esto porque los últimos 25/30
minutos significan otro cambio radical, uno no tan difícil de predecir
ciertamente, pero que brinda un giro total en la dinámica previamente
presentada. De pronto el cazador se vuelve la presa y en base a eso se nos
presenta un contenido incluso más violento, con muertes visualmente más
impactantes y una extraña sensación de justicia a pesar de que lo que ocurre
es, en toda la regla, algo espantoso.
Las actuaciones son sólidas, el
elenco en general está bien balanceado para que nadie resalte de gran manera;
sin embargo, la labor de Josh Quong Tart (Rohan) durante los minutos que le
brindan acaba con eso gracias a la aterradora presencia que logra mostrar en
pantalla. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía resulta
efectivo, la dirección de arte cumple, el score tiene cosas interesantes, el
trabajo de sonido es limpio, los efectos son realmente buenos en las muertes de
mayor impacto y la cuestión del maquillaje resulta muy efectivo en determinados
momentos.
Opinión final: Scare Campaign fue
una grata sorpresa. Película sumamente disfrutable que sin duda deben de tratar
de ver.
Ojometro:
****
****