sábado, 28 de noviembre de 2015

Crítica: POD (2015)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Ritual). Se estrenó el pasado 26 de agosto de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercado o sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de recibir un preocupante mensaje, Ed (Dean Cates) y Lyla (Lauren Ashley Carter) viajan a la casa del lago perteneciente a su familia para realizar una intervención con su paranoico hermano Martin (Brian Morvant). Sin embargo, rápidamente la situación se sale de control cuando descubren que la casa se encuentra completamente desecha y que Martin ha construido una elaborada teoría de conspiración que gira alrededor de una siniestra criatura.



Comentarios generales:

Un buen tráiler siempre será garantía de atención, esto sin importar que la película que trata de vender no tenga demasiados elementos como para garantizar algo realmente importante. Este sin duda fue el caso con POD debido a que su tráiler era realmente bueno y te hacía suponer que estabas ante la nueva gran pieza de sci-fi que muchos habían estado esperando, pero al final terminó siendo un intento honorable cuyas aspiraciones iban más allá de lo que podía ofrecer.

Lo que nos trae Keating es un trabajo que inicia sin muchos rodeos, dedicando unos cuantos minutos a la complicada relación entre los hermanos para hacerte saber que su propósito no será nada sencillo a pesar de las “buenas intenciones” con las que cuentan. Todo bajo un ritmo lento que le permite analizar con lujo de detalle al espectador el estado de la casa y que ayuda a incrementar el impacto durante la aparición de Martin; haciéndola así mucha más explosiva e intensa como para que en verdad se sienta cierto peligro para los dos protagonistas, a pesar de que es su propia sangre la aparente amenaza.

Esto da pie a un segundo acto que depende exclusivamente de la locura reflejada por el personaje de Martin, ya que la intención es hacerte dudar en todo momento sobre si en verdad capturó a la criatura desconocida o si simplemente está mal de la cabeza. Una idea arriesgada sin duda, pero que a mi parecer funciona gracias a que nunca te encuentras totalmente convencido sobre la situación y que le da una dosis de tensión muy interesante a la película sin tener que recurrir a sustos fáciles excesivos; aunque por otra parte, también es cierto que al seguir este camino las cosas se pueden tornar un tanto aburridas gracias a que no ocurren grandes emociones sino hasta ya muy tarde.

Lo cual beneficia a la parte final dado a que la violencia y sangre aparecen, además el ritmo se vuelve mucho más frenético mientras se nos revelan los misterios detrás del comportamiento de Martin. Sin embargo, también se le añade un giro que lo encontré en exceso forzado a pesar de que si tiene cierta justificación (sin que profundicen demasiado en esta) y que hace que el desenlace de la historia se sienta muy anticlimático.

De las actuaciones puedo decir que Morvant hace un gran trabajo en su papel de ex militar paranoico, él es quien carga con el peso de la película y la efectividad de esta recae en qué tanto disfrutes de su trabajo; mientras que Lauren Ashley Carter resulta desesperante con sus gritos excesivos para absolutamente todo. La producción no está mal: el trabajo de fotografía en exteriores es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score tiene buenas cosas, los efectos son discretos y el trabajo de maquillaje no se puede apreciar demasiado gracias a limitada aparición de la criatura.

Opinión final: POD está aceptable. Realmente es una película muy pequeña que no ofrece demasiadas cosas memorables, pero no está de más checarla.

Ojometro:
***

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Crítica: #Horror (2015)


Debut detrás de la cámara y como guionista de la actriz Tara Subkoff. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 20 de noviembre pasado, aunque no hay información sobre cuándo podría llegar a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de chicas adolescentes de 12 años enfrentan una noche llena de terror cuando la obsesión compulsiva por un juego social en online lleva al cyber bullying a un nivel del cual ni siquiera su alto estatus social puede salvarlas.



Comentarios generales:

Con ver el título uno podía suponer que este trabajo se enfocaría de manera importante en las redes sociales y de algún modo haría una crítica sobre estas, lo cual es así; sin embargo, ese solo es uno de los tantos temas que se tocan. Desde el bullying y la obsesión por la tecnología, hasta la falta de atención de los padres a sus hijos son cosas que verán aquí; una combinación interesante ciertamente, pero que lamentablemente termina poniendo a #Horror en la peor situación posible dado a que nunca logra definir exactamente la clase de película que quiere ser.

Esto porque Subkoff tiene la intención de realizar un slasher y a su vez generar un filme de arte, quedándose siempre en el medio sin un rumbo fijo. Tratando de mantenerte interesado en unos personajes que, salvo por una excepción (Sam), están diseñados para que los detestes desde el primer instante y cuyo comportamiento resulta muy complicado de soportar por más de veinte minutos gracias al rápido desgaste que sufre; provocando así un primer acto en extremo aburrido que básicamente se limita a mostrarte como un grupo de cuasi niñitas se insultan cada dos segundos de la forma más cruel posible mientras tratan de aparentar ser adultas, y donde ponen frente a tu nariz al responsable de los actos sangrientos que ocurrirán más adelante.

Obvio ante dicha situación casi toda la sensación de misterio desaparece y convierte mucho más insoportable la experiencia debido a que no solo la dinámica previamente mencionada se mantiene durante casi más de 55 minutos, sino que además el pequeño grado de interés o duda que cualquier trabajo de este tipo debe de tener ahora no existe (en serio, si para este punto uno no ubica quien es el asesino es porque se quedó dormido). Lo cual le da vía libre a la directora para que toda la falta de contenido en lo que se refiere al guión sea maquillado con un estilo visual llamativo por medio de un perfecto uso de las luces, la decoración de la propia casa y los gráficos de todo lo que tiene que ver con lo online; aunque no es suficiente para salvarla.

La parte final es lo mejor porque es donde por fin la película se siente ligeramente como un slasher. Sigue existiendo un comportamiento muy desesperante por parte de las adolescentes (alguien las está matando y aun así siguen peleándose por idioteces), pero la sangre, violencia y persecuciones proporcionan un ritmo mucho más intenso al manejado previamente.

Las actuaciones son bastante olvidables, salvo por la de Timothy Hutton (Dr. White), cuyo personaje es el único que muestra un poco más de sentido común a pesar de estar claramente loco. La producción es de buena manufactura, sobre todo en la parte visual: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el score es sólido y no cuenta con nada particularmente llamativo en la cuestión de efectos/maquillaje.

Opinión final: #Horror es bastante mediocre. Un proyecto que es más envoltura que contenido, pero que puede resultarle atractivo a unos cuantos.

Ojometro:
**

domingo, 22 de noviembre de 2015

Crítica: Lumberjack Man (2015)


Película dirigida por Josh Bear, cuyo guión fue escrito por Ed Kuehnel y Matt Entin. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD y DVD el pasado 16 de octubre dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras el staff de un campamento cristiano se prepara para recibir a los niños en lo que será una primavera llena de “diversión bajo el sol”, un demonio renace desde las profundidades de su caldera para poder iniciar su venganza y darse un festín de pancakes cubiertos en la sangre de sus víctimas.



Comentarios generales:

Si hace veinte años alguien me hubiera dicho que iba a ver un slasher en donde la motivación para matar del asesino era obtener sangre para poder cubrir sus pancakes (hot-cakes o panqueques) gigantes, sin duda lo hubiera tachado de loco. De hecho, si alguien me hubiera dicho eso hace un año probablemente hubiera reaccionado igual, pero en estos tiempos todo es posible y con Lumberjack Man queda claro eso; aunque sin resultados dignos de presumir.

La verdad es que con los primeros cinco minutos es más que suficiente para darte cuenta de lo que te espera al ver a un grupo de adolescentes que en cuestión de segundos no solo dejan plasmados cada uno de los estereotipos conocidos, sino que además se encargan de decir algunos diálogos cuyo principal propósito es establecer que en esta historia solo importa una cosa: el sexo. Ya que la verdad el primer acto pasaría más como una película de softporn sino fuera por alguno que otro asesinato presentado, donde se utiliza un tono cómico muy simplón y ciertamente no se logra crear algún tipo de interés por personajes que bien pudieran haber sido reemplazados por cubetas sin ningún problema; incluyendo a la “final girl”, quien probablemente sea a la primera que quisieras ver morir.

Todo el tiempo se nota que el director pretende generar un humor totalmente exagerado bajo el pretexto de nunca tomarse nada en serio, pero esto más que ayudar termina perjudicando porque cada situación presentada es más estúpida que la anterior y poco a poco las cosas empiezan a perder el rumbo; volviendo bastante aburrida una experiencia que sustenta sus esperanzas en hacerte reír con sus defectos. Ante esto la única alternativa es ofrecer una carnicería memorable, pero ni eso logran, ya que aunque si presentan algunas muertes que resultan divertidas de ver (mención especial a una donde se utiliza uno de los pancakes), por alguna razón se opta por no mostrar en cámara los aspectos más brutales de estas y eso les quita impacto.

La parte final es increíblemente mala. Se siente lenta y muy cortada; con una pelea decisiva que no cuenta con ningún momento emocionante a pesar de que tratan de generarlo en repetidas ocasiones sin éxito, lo cual en parte se le puede atribuir a que es demasiado extensa y contiene mucha comedia integrada con calzador.

De las actuaciones no hay mucho que decir; por ahí Michael Madsen tiene dos o tres chispazos entretenidos pero en general todos están terribles. La producción es pobre: el trabajo de fotografía es aceptable, el score intrascendente, tiene algunos problemas con la labor de sonido, los efectos se nota que estuvieron muy limitados por el presupuesto y el trabajo de maquillaje es casi inexistente.

Opinión final: Lumberjack Man tienen sus momentos, pero en general es un trabajo pobre que solo vale la pena ver si eres un fan a muerte de Michael Madsen.

Ojometro:
**

jueves, 19 de noviembre de 2015

Crítica: The Final Girls (2015)


Primer largometraje del director Todd Strauss-Schulson, cuyo guión fue escrito por M.A. Fortin y Joshua John Miller. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de octubre.

Sinopsis:

Durante la presentación tributo de un infame slasher de los 80s estelarizado por su fallecida madre, Max (Taissa Farmiga) y sus amigos terminan atravesando la pantalla del cine para escapar de un incendio. Sin embargo, cuando despiertan se dan cuenta que se encuentran atrapados dentro del propio filme que estaban viendo y ahora tendrán que trabajar junto a los personajes que salen en esta para enfrentar al brutal asesino con el propósito de llegar al final.



Comentarios generales:

Para nadie es un secreto que el género slasher es uno de los más saturados que existen, no solo en su fórmula original, sino también en cuanto a tributos o comedias se refiere; últimamente los encuentras por montones y en gran parte se debe a lo relativamente sencillos que son de realizar. Es por ello que encontrar alguna propuesta fresca resulta complicado, pero cuando te topas con una realmente terminas disfrutándola al máximo y eso sin duda fue lo que me ocurrió con The Final Girls.

Lo que nos presenta Schulson es una historia que inicia de manera muy convencional, mostrándote una tragedia para que sientas empatía por el personaje de Max y en cierto modo la glorificación que suelen tener algunos fans por los slashers, lo cual no suena como nada del otro mundo ciertamente. Sin embargo, una vez que se adentran en la película las cosas cambian por completo debido a que empiezan a mostrar de manera muy clara cuales fueron sus influencias (Sleepaway Camp, Friday the 13th, Groundhog Day), aunque sin irse por el camino sencillo de copiarlas descaradamente o de exponer puros clichés para que uno los vaya identificando mientras se pierde el tiempo. Al contrario, aquí todo está pensado para que cada idea convencional sea retada y por medio de acontecimientos bien planeados se les dé un giro con toques cómicos a pesar de que, en teoría, todo tiene que resultar predecible.

Algo que no funcionaria si no fuera por el ritmo fluido que se maneja y, sobre todo, por la cuidada presentación con la que cuenta. Ya que aquí cada detalle es vital para nunca hacerte olvidar que esto se desarrolla dentro de una película; desde títulos de descripción y flashbacks, hasta misteriosos sonidos que indican la presencia del asesino hacen que esto simplemente se sienta muy diferente a lo que se ha visto en años recientes. Además logran manejar cierto grado de suspenso e incluso tensión en medio de toda la comedia física que nunca cae en los excesos de derramar litros de sangre como otros tantos trabajos.

Un aspecto que sin duda puede molestar a varios, ya que eso y la ausencia de desnudos es algo notorio tratándose de un slasher. En especial esto último resalta mucho más considerando que el sexo es parte central para que la historia vaya avanzando, pero no lo consideré como un problema gracias a que existe un propósito bien justificado para que estén ausentes.    

El final me gustó. Tiene un momento emotivo entre Max y su madre que evita una conclusión feliz que hubiera resultado extraña; el cual, de paso, le añade un significado mucho mayor a la pelea decisiva.

En cuanto a las actuaciones realmente todos me parecieron que hacen un buen trabajo: Farmiga, Dobrev, Middleditch, Shawkat y Ludwig tienen muy buena química. La producción también es bastante buena en su mayoría: el trabajo de fotografía logra capturar todo el aire ochentero a la perfección, la dirección de arte no tiene muchas complicaciones, el score es genial y tiene muy buen sonido. Lo único que si encontré pobre fueron algunos de los efectos presentados.

Opinión final: The Final Girls me pareció muy divertida. Puede que su humor no sea para todos, sobre todo si esperas mucha sangre, pero vale mucho la pena.

Ojometro:
*****