jueves, 31 de julio de 2025

Crítica: Hell of a Summer (2025)

Película dirigida por Billy Bryk y Finn Wolfhard, quienes también comparten créditos como los co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 8 de julio.

Sinopsis:

Jason Hochberg (Fred Hechinger) es un consejero de 24 años a quien le encanta regresar al campamento de verano cada año, aunque en esta ocasión empieza a dudar sobre su decisión al no poder conectar con el resto del equipo y por tener que lidiar con un asesino que los está matando uno por uno.


Comentarios generales:

Hacer una comedia teniendo el slasher como base no es algo precisamente innovador, pero es un buen punto de partida para cualquier director joven que quiera experimentar con el cine de terror en una época en la que ya todo se mezcla. Lo malo es que muchas veces esta combinación en particular suele ser un tanto incomprendida y se piensa que con cualquier tipo de humor se puede lograr algo destacado, lo cual Hell of a Summer demuestra que no es así.

Ya que lo presentado por Bryk y Wolfhard carece de gracia desde el inicio y jamás son lo suficientemente capaces para corregir sobre la marcha una historia que depende mucho de la efectividad del humor, sobre todo porque tampoco es que exista un complemento visual que pueda disimular un poco dicha carencia. Especialmente durante un primer acto que, salvo por la introducción, no presenta nada violento y se sustenta en la dinámica de un grupo de consejeros cuyo comportamiento se vuelve desesperante de manera rápida ante lo ridículos que son los estereotipos presentados.

Volviendo esto aburrido gracias a lo poco relevante que ocurre en pantalla y que, para empeorar las cosas, tampoco cambia demasiado una vez que el asesino entra en acción debido a que se le sigue dando prioridad a la comedia de pobre calidad incluso en los momentos que deberían de proporcionar un poco más de fuerza a las acciones. No solo por el hecho de que la mayoría de las muertes son demasiado básicas en su presentación, sino porque la manera de ir generando dudas y conflictos entre los personajes también gira alrededor de situaciones que pierden cualquier clase de impacto por lo absurdas que resultan; especialmente durante la revelación de la identidad del asesino.

Dejando así una parte final en la que se trata de generar mayor intensidad para que al menos la sensación de peligro sea palpable, situación que logran por algunos instantes; sin embargo, la manera en la que se resuelve el problema es demasiado simple y eso provoca que el cierre carezca del impacto que debería de tener.  

Sobre las actuaciones no diría que son terribles ni nada por el estilo, pero el humor tan bobo que se maneja termina afectando mucho las interpretaciones y la mayoría de los personajes te resultan muy odiosos en distintas escalas.

Mientras que en producción tenemos una factura que en general es de un nivel aceptable: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.  

Opinión final: Hell of a Summer es mediocre. Un slasher pobre que no aporta nada nuevo o divertido al subgénero.

Ojometro:
**

viernes, 25 de julio de 2025

Crítica: The Bayou (2025)

Película dirigida por Taneli Mustonen y Brad Watson, cuyo guión fue co-escrito por Ashley Holberry y Gavin Cosmo Mehrtens. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 10 de julio.

Sinopsis:

Las vacaciones se vuelven un desastre cuando el avión en el que viajaban Kyle (Athena Strate) y sus amigos termina estrellándose en los pantanos de Luisiana, donde una amenaza mucho más aterradora se encuentra acechando entre las sombras.


Comentarios generales:

Tras una breve ola de popularidad hace unos años atrás, la verdad es que las películas sobre cocodrilos han vuelto a ser esas producciones pensadas simplemente para rellenar huecos en el calendario de estrenos u horarios en TV. Así que realmente cualquier propuesta de este tipo me suele ser indiferente dado a que tampoco existen demasiadas opciones para contar algo nuevo, tal como lo demuestra The Bayou.

Ya que Mustonen y Watson realmente solo se encargan de sobrellevar esta historia de la manera más genérica posible ante lo poco relevante que presenta al tratar de darle mayor peso al duelo de Kyle y su compleja relación con sus amigos para que así no se tenga que exponer de manera tan rápida a los cocodrilos. Lo cual se puede considerar una decisión inteligente dadas las limitantes del presupuesto, pero la realidad es que desde el primer acto lo que vemos es muy aburrido y lo único rescatable son los instantes en los que los reptiles aparecen brevemente para matar dado a que por lo menos cambian ligeramente la dinámica de todo esto.

Una que básicamente consiste de ir del punto A al punto B con algunas discusiones absurdas de por medio que tratan de añadir cierta tensión entre el grupo de sobrevivientes para así generar dudas con respecto a su compromiso de salir con vida de ahí, aunque esto jamás se vuelve tan relevante como se pensaría debido a que poco a poco se termina perdiendo entre una serie de situaciones que caen en lo repetitivo y le quitan impacto a unos ataques que siempre están diseñados para desarrollarse de la manera más rápida posible con el objetivo de que los efectos visuales no se vean tan comprometidos y, en cierta medida, que también logren sacudir el ritmo cansino sin los mejores resultados.

Ante esto la parte final tiene que tratar de rescatar algo que realmente es insalvable, pero por lo menos durante estos minutos es cuando se logran generar algunos de los mejores momentos de la película. Brindándole así cierto impacto a un desenlace que, al contar con un nivel de violencia ligeramente mayor, consigue que la amenaza se sienta como algo significativo y no deje sensaciones de que solo estuvo de relleno.

En lo que respecta a las actuaciones no hay mucho que decir, no son terribles, pero tampoco hay alguna con la que uno pueda estar totalmente satisfecho. Mientras que en producción se puede notar el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score genérico, el trabajo de sonido está bien, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje es discreta.   

Opinión final: The Bayou es mediocre. Película sin rumbo que solo les hará perder valiosos minutos de su tiempo.

Ojometro:
**

martes, 22 de julio de 2025

Crítica: I Know What You Did Last Summer (2025)

Película dirigida por Jennifer Kaytin Robinson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Sam Lansky. Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 16 y 17 de julio; recaudando hasta la fecha $24.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. 

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Southport, un grupo de amigos son aterrorizados por un brutal asesino que sabe de un horrible accidente del pasado. Trayendo recuerdos de la terrible masacre que azotó a dicha comunidad en 1997.


Comentarios generales:

Tras el fracaso de la serie de 2021 parecía que “I Know What You Did Last Summer” había agotado todas sus opciones para poderse mantener en la memoria colectiva, así que cuando se anunció esta cuarta entrega la reacción general fue más que nada de sorpresa debido a que no se trata de una franquicia por la que los fans estuvieran precisamente clamando por una nueva secuela. Poniéndola así en una situación extraña en la que no se sabía qué esperar y creo que eso mismo se trasladó a lo más profundo de este proyecto.

Ya que lo traído por Jennifer Kaytin Robinson no es que me haya parecido tan malo, pero entre que quiere replicar a la película del 97 y al mismo tiempo poder construir su propia identidad termina por dejar a medias todo lo que propone. Provocando unos primeros 35 minutos aburridos en los que, salvo por el accidente, realmente no tienen nada destacado y fallan en establecer de manera sólida a un grupo de amigos cuyas personalidades se sienten demasiado anticuadas y no generan gran interés con respecto a las brutales consecuencias que sus actos traerán más adelante.

Aunado a lo anterior, también es obvio que la directora no tenía muchas intenciones de darle demasiado tiempo en pantalla a Julie y Ray, dejando su presencia colgando de un hilo muy fino para solo explotarlos en momentos puntuales cuando la falta de conexiones con el material original empiece a ser muy marcado.

Situación que solo genera cuestionamientos con respecto al propósito de esta secuela, aunque para nuestra buena suerte una vez que el asesino empieza a tener mayor presencia las cosas se vuelven un poco más entretenidas dado a que las persecuciones y muertes en términos generales están bien logradas. Brindándole así a la segunda de la mitad de la película un ritmo mucho más ágil y una sensación de riesgo importante debido a que se logra mantener la duda con respecto a su identidad y por lo consiguiente no existe ningún momento de relativa tranquilidad porque la tensión es elevada en ese sentido.

Lo cual desafortunadamente no se traslada del todo a una parte final que se alarga un poco más de lo que debería, no tanto como para que se arruine o sea un desastre, pero si para quitarle fuerza a una revelación que para este punto ya no es tan sorpresiva. Además de que la manera en la que se integran a los personajes originales durante el desenlace resulta demasiado forzada y eso solo incrementa las sensaciones de que realmente nunca hubo intenciones de explotarlos más allá del tema de la nostalgia.

Sobre las actuaciones tenemos a una Chase Sui Wonders (Ava) que jamás la terminas por comprar como la final girl; de hecho, Madelyn Cline (Danica) termina robándole reflectores con un personaje muy bobo. Mientras que la presencia de Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. es mucho menor de lo que se esperaba y eso es algo decepcionante.

Y en lo que se refiere a la producción, sin duda es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es competente, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: I Know What You Did Last Summer está pasable. Secuela con crisis de identidad para perder el tiempo un día que no tengan otra cosa que hacer.

Ojometro:
***

miércoles, 16 de julio de 2025

Crítica: Livestream (2025)

Película escrita y dirigida por Victor Soares. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de influencers se instalan en una supuesta casa embrujada para poder filmar contenido en vivo para su audiencia. Sin embargo, estando ahí pronto se darán cuenta que los sustos son más reales de lo que anticipaban y con cada nueva revelación su lucha por sobrevivir la noche se vuelve más intensa.


Comentarios generales:

La semana pasada escribía sobre que incluso el found footage ha tenido que ir evolucionando de a poco para no volverse obsoleto, eso forma parte de la naturaleza misma del cine, aunque es evidente que su margen de maniobra puede que no sea tan amplio como ocurre con otros subgéneros. Por ello es que no es de extrañar que ahora muchos recurran al streaming como punto base de sus proyectos debido a que es lo que predomina en la actualidad; sin embargo, tal como lo demuestra Livestream, este tiene sus propias desventajas.

Ya que si bien lo traído por Soares logra de manera impecable venderte la idea de que se trata de una transmisión en vivo sin cortes gracias a un muy buen trabajo de fotografía, lo cierto es que le cuesta mucho el poder construir una historia que mantenga al espectador interesado más allá del aspecto técnico. Apostando a que un conjunto de personajes con personalidades extravagantes puedan ocultar la carencia de ideas para desarrollar las acciones de una manera más o menos ágil.

Y es que una vez que se termina la novedad inicial y el “chat en vivo” deja de importarte, la verdad es que no pasa mucho y uno se puede dar cuenta rápidamente hacia dónde va esto. Lo cual convierte la experiencia en una demasiado aburrida con la que no solo tienes que aguantar dramas absurdos repetitivos, sino que el comportamiento infantil de este grupo de amigos jamás logra generarte empatía hacía ellos y ante eso, cuando inicia el caos, realmente no sientes ningún tipo interés por saber si podrán salir con vida; ni siquiera cuando se toma una decisión arriesgada que al menos añade cierto shock rumbo a la parte final.

Una que jamás sabe aprovecharlo porque lleva el problema por el rumbo menos arriesgado de todos, quitándole así las pocas dosis de tensión que se habían logrado generar y poniéndonos frente a una serie de decisiones ridículas con las que solo se pierde el tiempo hasta que llega un cierre abrupto que bien podría llevar a una continuación si así lo decide el creador.  

Sobre las actuaciones hay que decir que pueden llegar a fastidiar, pero lo cierto es que en parte ese es el propósito al tener varios personajes obsesionados con la fama y en ese sentido cumplen. Mientras que en producción es evidente que hay una cosa que resalta por encima del resto: el trabajo de fotografía es muy interesante, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje realmente no presenta mucha complejidad.

Opinión final: Livestream es decepcionante. Found footage aburrido del que se olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
**

viernes, 11 de julio de 2025

Crítica: St. Patrick’s Day Massacre (2025)

Producción británica escrita y dirigida por Steve Lawson. Se estrenó directamente en DVD dentro del Reino Unido el pasado 10 de marzo.

Sinopsis:

Durante un viaje a Dublín para celebrar el Día de San Patricio, cuatro amigas acceden a pasar la noche en una taberna abandonada. Donde serán acechadas por un asesino “no muerto” en búsqueda de venganza por una tragedia que ocurrió varios siglos atrás.


Comentarios generales:

El Día de San Patricio es una de las festividades menos explotadas dentro del cine de terror y eso sin duda es sorpresivo si consideramos que se trata de un género que suele agarrarse de cualquier cosa para plasmar sus ideas. Por ello cuando sale alguna película sobre esta festividad me suele generar mucha curiosidad el poder verla; simplemente es una rareza que no se puede dejar pasar, pero St. Patrick’s Day Massacre hizo rápidamente que recordara el porqué son tan escasas esta clase de propuestas.

Y es que lo traído por Lawson realmente no pretende explotar la festividad en sí y solo la utiliza como excusa para establecer vagamente su historia en Dublín, siendo lo verdaderamente importante todo el tema que hay detrás del asesino. Lo cual en realidad no se escucha tan mal porque en un inicio se mandan señales sobre un posible slasher básico; sin embargo, en lugar de eso nos topamos con algo que durante prácticamente 50 minutos no hace absolutamente nada con dicho asesino y nos obliga a tener que ver a un grupo de amigas teniendo conversaciones banales que solo existen para consumir minutos.  

Convirtiendo esto en una experiencia frustrante en la que no ocurre nada relevante la mayor parte del tiempo y que, cuando por fin se atreven a hacer algo con el “no muerto”, lo único que provocan son más decepciones debido a que la manera de presentar las muertes carece de imaginación y además deciden mantenerlo fuera de cámara al utilizar una vista en primera persona mientras acecha a sus víctimas. Quitándole así cualquier clase de impacto que pudiera llegar a añadir y, sobre todo, la importancia que supuestamente tiene dado a que su involucramiento se siente demasiado ajeno a lo que estás viendo en pantalla.

Situación que termina perjudicando a una parte final en la que sin duda tenemos los mejores momentos de la película gracias a que se incrementa ligeramente la violencia y POR FIN se expone plenamente al asesino. Llevando a cierta comedia involuntaria (la escena con la pistola principalmente) que, dentro de lo absurdo que resulta, por lo menos hace que el desenlace se sienta distinto a todo lo visto previamente.

En lo que se refiere a las actuaciones hay que decir que no están tan mal para el tipo de película que es, la mayoría del elenco está aceptable y hacen lo que pueden con lo que les dan para trabajar. Mientras que en producción todo es muy limitado: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido cumple, los efectos no son de la mejor calidad y la labor de maquillaje es aceptable.  

Opinión final: St. Patrick’s Day Massacre es mala. Una película con ciertas ambiciones que no sabe como materializarlas. 

Ojometro:
**

martes, 8 de julio de 2025

Crítica: The Last Cabin (2025)

Película dirigida por Brendan Rudnicki, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Kellan Rudnicki. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 29 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Atrapados en una cabaña remota, un equipo de filmación se encuentra siendo asechado por tres personas enmascaradas que conocen el aislado bosque y cada uno de sus movimientos.


Comentarios generales:

Los found footage son y seguirán siendo una de las opciones más accesibles para cualquiera por el simple hecho de que se pueden realizar películas con presupuestos ínfimos y la recuperación de dicha inversión es alcanzable incluso si no se logra tener un hit. Sin embargo, a pesar de estas grandes bondades el subgénero también ha tenido que ir evolucionando de a poco debido a que lo que funcionaba hace quince años atrás ahora se siente totalmente obsoleto, pero parece que quienes hicieron The Last Cabin no se han dado cuenta de ello.

Y es que lo traído por Rudnicki es un producto arcaico en todos los sentidos y eso se puede notar desde una introducción en la que se utilizan viejos recursos que limitan la visibilidad de las acciones bajo el propósito de ocultar las carencias presupuestarias. Poniéndonos frente a una historia en la que nada te genera curiosidad y cuyo tedioso avance solo hace que te rasques los ojos debido a que todo se sustenta en unas interacciones repetitivas con los enmascarados que en cuestión de minutos pierden cualquier tipo de importancia.

Volviendo así demasiado absurdo lo que ocurren en pantalla ante el poco desarrollo que existe en lo que se refiere a las motivaciones de los propios asesinos, quienes la mayor parte del tiempo solo están parados detrás de los vidrios mientras la protagonista grita algunos de los diálogos más tontos que recuerde en tiempos recientes. Todo bajo un ritmo desastroso que no cambia siquiera cuando durante el segundo acto se empiezan a exponer momentos que probablemente estaban planeados para añadir shock, pero que ante la pobreza en su construcción lo único que añaden son más decepciones a la experiencia.

Dejándonos así ante una parte final en la que se trata de incrementar el nivel de intensidad al trasladar las acciones dentro del bosque y por breves instantes logra hacerlo gracias a lo caóticas que se vuelven las cosas. Aunque lamentablemente nada de esto genera mucha diferencia cuando se vuelve a recurrir a la limitación de la visibilidad durante las persecuciones y ante eso el desenlace es igual del olvidable que todo lo demás.

Las actuaciones son muy malas. Mientras que en cuanto a producción se nota que no hubo mucho dinero disponible: el trabajo de fotografía es pobre (sobre todo en las escenas nocturnas), el trabajo de sonido no es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es de baja calidad.

Opinión final: The Last Cabin es muy mala. Un found footage de esos que abundaban hace quince años atrás y casi nadie extraña.

Ojometro:

viernes, 4 de julio de 2025

Crítica: Shadow of God (2025)

Película dirigida por Michael Peterson y escrita por Tim Cairo. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de mayo, mientras que su salida en formato físico para algunos mercados se dio el pasado 3 de julio.

Sinopsis:

Mientras se encuentra realizándole un exorcismo a su propio padre, un exorcista de elite empieza a sospechar que la entidad a la que se enfrenta probablemente sea un ser sagrado – incluso el propio dios.


Comentarios generales:

Las películas sobre exorcismos son de las más recurrentes en la actualidad y por lo mismo cada vez es más complicado el poder ofrecer algo novedoso dado a que pareciera que ya se ha contado todo. Así que no es raro que ante esa complejidad se empiecen a combinar temáticas para añadir frescura y eso por lo general no es mala idea, aunque a veces las cosas no salen como se espera y Shadow of God es un ejemplo perfecto de eso.

Ya que lo traído por Peterson mezcla los exorcismos con las sectas sin que realmente se note una idea tan sólida detrás para que la historia pueda amalgamarlos de manera interesante, apostando más que nada a una serie de dudas dentro de un conflicto entre el bien y el mal que logran lo mínimo necesario para que la película pueda ir navegando en su propia mediocridad. Inclinando en un inicio la balanza hacia el lado sobrenatural para ir presentando una serie de situaciones extrañas a las cuales no se les puede encontrar demasiada coherencia y cuya principal meta es más que nada generar un shock momentáneo con el que poco a poco se puede ir haciendo la transición hacia lo “terrenal”.  

Lo cual tampoco es que sea demasiado atractivo dado a que sigue una línea muy básica con respecto a la secta e incluso el tiempo que se toma para profundizar sobre esta por medio de flashbacks es limitado, volviendo a sus miembros personajes de relleno que te importan poco a pesar de que claramente representan un peligro considerable. Siendo este un problema mayor dado a que, salvo por un par de escenas de impacto, la verdad todo lo que involucra a la secta se siente demasiado forzado y gracias a ello el ritmo se vuelve pesado; en especial cuando las revelaciones importantes empiezan a darse sin que provoquen ningún tipo de cambio que por lo menos haga sentir cierta tensión rumbo a la parte final.

Una en la que por lo menos se hace un pequeño esfuerzo por tratar de cambiar la dinámica previa al nuevamente apostar por lo sobrenatural; sin embargo, ante la pobreza visual nada logra tener la fuerza suficiente como para que el desenlace sea convincente. Dejando así una sensación de indiferencia muy marcada una vez que inician los créditos.

Con respecto a las actuaciones no hay mucho que decir. Tal vez por ahí Mark O'Brien (Mason Harper) tiene alguno que otro momento para destacar y ciertos secundarios cumplen con dejar sensaciones perturbadoras, pero nada de eso termina por aportar demasiado al producto en general.

Mientras que en producción se puede notar que hubo un presupuesto limitado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy discreta, el score no está mal, el trabajo de sonido es sólido, la labor de maquillaje es ínfima y los efectos dejan bastante que desear cuando se sustentan en el CGI.

Opinión final: Shadow of God es mediocre. Película que trata de mezclar dos temáticas diferentes sin tener demasiado éxito.

Ojometro:
**

martes, 1 de julio de 2025

Crítica: M3GAN 2.0 (2025)

Secuela escrita y dirigida por Gerard Johnstone (M3GAN, Housebound). Se estrenó en cines dentro de México y Estados Unidos los pasados 26 y 27 de junio; recaudando hasta la fecha $17.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tras dos años de la amenaza de M3GAN, su creadora tiene que traerla de vuelta para lograr acabar con AMELIA. Una nueva arma de rango militar que fue construida por un contratista robando la tecnología de la otrora muñeca psicópata.


Comentarios generales:

Ante el éxito de la primera película la pregunta nunca fue si iba a haber una secuela, sino más bien cuándo se iba a estrenar debido a que era poco probable que Blumhouse/Universal dejarán pasar la oportunidad de poder sacarle más provecho a un personaje tan mercadeable. Además de que la paranoia por la IA es todavía más fuerte que hace dos años atrás y eso mismo hacía que M3GAN 2.0 tuviera camino libre para explotar el tema a su antojo, cosa que puede ser buena o mala según como se afronte el visionado.

Ya que lo traído por Johnstone representa un cambio bastante radical con respecto a la primera entrega al inclinarse más hacia la acción en lugar de seguir bajo el camino del terror, lo cual puede ser molesto considerando que le quita todo su propósito inicial a M3GAN, pero que va en sintonía con lo que se quiere presentar en pantalla.

Esto debido a que estamos ante una película que jamás se toma tan en serio y desde el primer acto nos deja en claro que se expondrá la amenaza de la IA de la manera más exagerada posible por medio de AMELIA, quien en general es un ser omnipotente cuya abrumadora ventaja obliga a Gemma a tener que traicionar sus ideales para aceptar la ayuda de lo que había jurado destruir. Llevándonos así a una serie de interacciones divertidas con M3GAN que están planeadas para que el espectador vaya sintiendo empatía hacia la otrora muñeca asesina, aunque siempre manteniendo la duda con respecto a si en verdad se puede confiar en ella y gracias a eso se genere una atmósfera tensa en momentos puntuales.

Siendo esto importante porque conforme se va entrando a la segunda mitad de la película las cosas se empiezan a distanciar cada vez más del terror y se centran en secuencias de acción que indudablemente vuelven el ritmo más ágil para que las ideas locas encajen mejor y con ello se trate de maquillar un poco las flaquezas de la historia. En especial porque es a partir de aquí cuando se puede percibir que el desarrollo se tambalea ante las dudas sobre cómo manejar la dualidad de lo que antiguamente era una amenaza sin que se caiga en algo tan ridículo como para que sea imposible arreglarlo durante la parte final.

Una que en términos generales es divertida gracias al caos y al nivel de violencia que maneja, logrando así que todo lo anterior de cierto modo encaje para que la duda central sea respondida de la manera más convincente posible. Dejando así un cierre que, al menos en el papel, parece un tanto definitivo.

En el tema de las actuaciones no hay mucha diferencia a lo visto previamente, aunque en esta ocasión todo el elenco puede manejar un humor todavía más simple que no está mal. Y la adición de Ivanna Sakhno (AMELIA) encaja bastante bien.

Y sobre la producción, tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: M3GAN 2.0 está entretenida. Película palomera para pasar el rato y hasta reírse con la representación más exagerada posible de la IA.

Ojometro:
***