domingo, 29 de mayo de 2016

Crítica: The Ones Below (2016)


Primer largometraje del director David Farr, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido el pasado mes de marzo e hizo lo propio este 27 de mayo en los Estados Unidos, donde también está disponible en VOD.

Sinopsis:

Una pareja que se encuentra esperando a su primer hijo descubre una increíble diferencia entre ellos y la nueva pareja de vecinos que recién se acaban de mudar al departamento de abajo, quienes también esperan a su primer hijo.



Comentarios generales:

Sinceramente no sabía que esperar de The Ones Below debido a que su premisa era muy vaga y podía ir hacia diferentes direcciones, algunas interesantes, pero otras no tanto. Por lo cual no llamaba mi atención a pesar de contar con un nombre que en años recientes se convirtió en un rostro conocido para muchos de nosotros y aunque al final no me pareció un desperdicio, ciertamente no es una película que vaya a quedar grabada en la memoria colectiva con el paso de los años.

Esto porque lo que nos regala Farr es un thriller poco arriesgado en el que uno como espectador nunca se ve expuesto a situaciones que lo tomen con la guardia baja gracias a lo increíblemente anunciado que resulta todo; aunque para ser sincero, el primer acto no está nada mal. En gran medida porque la historia en esta parte resulta interesante, con dos parejas que viven la misma situación de manera muy distinta y cuyas interacciones logran ofrecer unos momentos de tensión elevadísima sin tener que recurrir a elementos de impacto; algo que sin duda es de aplaudir, ya que cuando llega el acontecimiento que cambiará por completo la dinámica de las cosas uno tiene muchas preguntas con respecto a los nuevos vecinos únicamente por estos breves minutos y quieres ver como se resuelven.

Lo cual nunca se da, ya que lamentablemente lo que se logra construir en la primera media hora termina quedando en el olvido durante el segundo acto debido a que el director decide no profundizar con respecto a su pasado para dar paso a las dificultades de la pareja protagonista en su etapa como padres y el sucesivo deterioro mental del Kate. Todo bajo un ritmo bastante cansino que no solo vuelve complicado el involucrarte de lleno con lo que ocurre, sino que además provoca que los siniestros planes de los vecinos sean en extremo obvios y con ello la sensación de misterio desaparezca por completo.

Ante esto la parte final considero que se vuelve muy predecible. Por un momento si logran provocar cierta duda, sin embargo, es tan evidente lo que va a ocurrir por lo sucedido previamente que termina costando mucho trabajo el poder generar suspenso y, sobre todo, angustia por lo que le pudiera ocurrir al bebé.
 
Las actuaciones son el punto fuerte de la película, tanto Clémence Poésy (Kate) como David Morrissey (Jon) hacen una gran labor; la primera por la locura que refleja y el segundo porque mantiene una presencia impresionante cada que sale, logrando con muy poco una sensación de peligro constante. La producción es ciertamente discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, cuenta con un trabajo de sonido limpio y toda la cuestión de efectos/maquillaje es ínfima.

Opinión final: The Ones Below es un thriller decente. Tiene sus buenos momentos, pero nunca da ese paso para convertirse en un must-see.

Ojometro:
***

miércoles, 25 de mayo de 2016

Crítica: The Horde (2016)


Película dirigida por Jared Cohn (Little Dead Rotting Hood) y escrita por Paul Logan, quien además es el protagonista del filme. Se estrenó en VOD el pasado 6 de mayo dentro de los Estados Unidos y Canadá, pero aún no hay información sobre su salida en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

John Crenshaw (Logan) es un ex SEAL que acompaña a su novia y a los alumnos de ella durante un fin de semana en el bosque para tomar fotos de la naturaleza. Todo era un simple viaje educativo, pero pronto se convertirá en una auténtica pesadilla cuando una horda de desfigurados mutantes humanos con un insaciable gusto por la sangre los empiecen a cazar.



Comentarios generales:

Nunca pensé que fuera a escribir “Rambo conoce Wrong Turn” para describir una película, pero simplemente no existe ninguna otra mejor manera para hacerlo. Así que, si por alguna extraña razón su sueño era ver una combinación de este tipo, ¡felicidades! The Horde es lo que buscan: un show escrito por Paul Logan, actuado por Paul Logan y cuyo publico principal es… Paul Logan.

Y es que la verdad no tienen que pasar ni 15 minutos para darnos cuenta que la única encomienda de Cohn es hacer lucir a su protagonista como sea, lo cual lo obliga a regalarnos un primer acto de bostezo. Donde básicamente todo se limita en presentar a unos personajes completamente estereotipados durante 35 minutos a base de diálogos muy huecos y a una pelea cuyo único objetivo es hacer lucir a John Crenshaw como el Rambo moderno; de ahí en fuera no hay más, uno tiene que esperar con mucha paciencia hasta que ocurra algo distinto mientras uno de los estudiantes se encarga por todos los medios, y de manera bastante desesperante, que en verdad lo odies para que así su muerte sea algo de lo gratificante durante la segunda mitad.

Una que transcurre sin muchas complicaciones al despachar rápidamente a la mayoría de los estudiantes y así dar paso a la cacería infinita de mutantes, que es en realidad la razón por la que existe la película. Aquí no esperen una explicación muy elaborada sobre el pasado de estos seres que habitan en el bosque (la que hay es mínima), ni tampoco una generación de tensión o suspenso muy grande; simplemente se trata de disfrutar la acción a un ritmo fluido mientras el héroe mata a los malos de manera más o menos creativa. Además de que la muerte del estudiante desesperante que mencione anteriormente vale la pena, ya que es el único momento de impacto con el que se cuenta.

La parte final no cambia mucho de lo visto previamente. Obvio al estar todo tan cargado de un solo lado se vuelve complicado el poder construir un conflicto lo suficientemente sólido que atrape al espectador y, aunque le añaden un (muy predecible) giro, la verdad su conclusión resulta poco emocionante.  

Las actuaciones son malas en general, Logan parece un robot sin expresiones y el resto del elenco opera en la exageración total. La producción resulta aceptable para lo que es: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es en exceso repetitivo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son sólidos y la cuestión de maquillaje es algo decepcionante al tratarse de una historia sobre mutantes (realmente solo un par muestran gran elaboración).

Opinión final: The Horde es una película del montón que contiene muchas muertes. Mejor espérenla hasta que inevitablemente se empiece a transmitir en TV.

Ojometro:
** 

domingo, 22 de mayo de 2016

Crítica: The Witch (2016)


Película escrita y dirigida por Robert Eggers, quien hace su debut en el género. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, pero a México recién llego el pasado 19 de mayo; recaudando hasta la fecha $33.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Nueva Inglaterra, 1630: Un matrimonio de cristianos devotos son expulsados de su comunidad junto con sus cinco hijos. Ya establecidos justo a las afueras de un tenebroso bosque, el miembro más pequeño de la familia desaparece de manera misteriosa y con ello inicia la debacle familiar, siendo la hija mayor, Thomasin (Anya Taylor-Joy), el centro de todas las culpas.



Comentarios generales:

Generalmente me propongo el no tener expectativas tan altas para cualquier película debido a que en muchas ocasiones eso suele perjudicar la experiencia, pero en el caso de The Witch me resultó complicado cumplir con esta regla simplemente porque el tráiler me emocionó en exceso. Obvio esto me generaba dudas, pero para mí buena suerte lo que me encontré es una de las experiencias más gratificantes de los últimos años; la cual nunca toma los caminos convencionales para llevar al espectador a un viaje que le causará de todo, menos indiferencia.

Esto porque Eggers lo que busca en todo momento es mantener un realismo apabullante para una historia que, por estar basada en documentos históricos, lo exigía a gritos; obligándolo a realizar un primer acto extremadamente metódico y con un ritmo pesado que a más de uno le ocasionará dolor de cabeza. Donde su principal objetivo es ir sembrando pequeños conflictos entre unos personajes obsesionados con la religión por medio de una desaparición que, al mismo tiempo, también se utiliza como el pretexto perfecto para jugar un poco con la realidad y la perturbadora fantasía; provocando así la duda sobre si lo que ocurre es en verdad producto de las malas intenciones de una bruja o si no solo se trata de una familia que ya se vio rebasada mentalmente por su precaria situación.

Ya llegados los 35/40 minutos la tensión empieza a crecer y el director, en lugar de irse por el camino fácil de incluir puros elementos fantásticos basados en el folklore de la época, opta por hacer una impresionante disección de un conflicto familiar lleno de mentiras, traiciones, paranoia, miedos y desconfianza que resulta doloroso de ver. Obteniendo así escenas muy potentes en las que no se necesita de sangre o violencia gráfica para que provoquen gran impacto, las cuales además siguen contribuyendo para ir inflando una burbuja que explotará en cualquier momento para darle un sentido definitivo a un terror que incluso en este punto no sabes a ciencia cierta si tiene un sustento fantástico detrás (a pesar de que existen sutiles pistas por aquí y por allá para sacar una conclusión sólida).

También hay que agregar la tremenda atmósfera que se logra construir. La película es visualmente impecable, hermosa a su modo; lo cual convierte al trabajo de fotografía en una parte fundamental para que el espectador se sienta atrapado en un escenario depresivo, donde todo el tiempo existe esa sensación de que “algo” se encuentra vigilando las acciones y como consecuencia generando una fuerte dosis de suspenso.

Sin embargo, todo lo anterior no tendría mucho sentido si no fuera por lo que ocurre en el acto final. Aquí es donde The Witch cambia de ritmo para explotar la burbuja de manera brutal, presentando un nivel de locura impresionante y una adecuada cantidad de sangre que terminan por abrir el camino hacia una conclusión muy oscura que implica algo mucho más grande de lo que esperas.

Sobre las actuaciones puedo decir que todos están geniales, realmente era muy fácil caer en lo cómico dada la naturaleza fanática de los personajes y aún así cada uno de los actores logra mantener un balance adecuado para no hacerte reír. La producción es de muy buena factura para el presupuesto con el que contó (3.5 millones de dólares): la fotografía es espectacular, la dirección de arte perfecta, el score es potente, el trabajo de sonido bien cuidado, los efectos son prácticos en su mayoría y el trabajo de maquillaje discreto.

Opinión final: The Witch es estupenda. Ciertamente no es para todos (varios la van a odiar), pero sin temor alguno puedo decir que se trata de la película definitiva sobre brujas.

Ojometro:
*****

viernes, 20 de mayo de 2016

Crítica: KILD TV (2016)


Película dirigida por William Collins y escrita por Channing Whitaker. Se estrenó directamente en DVD y Blu-ray dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de marzo y semanas después en VOD, pero aún no existe información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

El equipo encargado de transmitir un show de terror sobre asesinos seriales dentro de una televisora local vivirá su peor pesadilla cuando una noche se queden atrapados con uno de verdad dentro de sus instalaciones.



Comentarios generales:

“Nunca juzgues algo por su envoltura”. Una regla básica que te enseñan desde pequeño y aún así resulta complicado cumplirla por diferentes motivos, sobre todo dentro de un género en donde las probabilidades de sentirte estafado son increíblemente altas. Es por eso que cuando llegó el momento de ver KILD TV estaba un poco temeroso, su “envoltura” no era precisamente la más atractiva y para incrementar las dudas se trataba de un slasher, pero al final me he encontrado con una grata sorpresa.

Esto porque Collins y Whitaker no pretenden reinventar el género u ofrecer una película que destaque por su originalidad, simplemente lo que quieren es que el espectador se pase un rato agradable utilizando de manera correcta elementos conocidos para contar una historia cuyo principal acierto es alejarse por completo de los adolescentes y centrarse en adultos. Ofreciendo una primera mitad en donde el propósito no solo es establecer el peligro (lo cual hacen de manera inmediata), sino brindar una visión realista sobre la producción de un show y por medio de este ir desarrollando la personalidad de personajes que, en el papel, son más inteligentes que los chicos calenturientos; además de elaborar excusas lo suficientemente creíbles que justifiquen ciertos contratiempos que se presentarán más adelante.

Todo bajo un ritmo muy fluido que nunca cambia y que el director maneja de gran manera debido a que, si bien hay muertes, estas no son el punto central (al menos no durante los dos primeros actos); evitando así que la película caiga en lo repetitivo y se puedan incluir otros temas como la dificultad para poder diferenciar la realidad de la ficción. Igualmente, con esto se le da mucha más prioridad al misterio en torno a la identidad del asesino, algo que para muchos puede que no sea relevante, pero que en esta ocasión es determinante para que el espectador no se aburra y se involucre mucho más con los personajes gracias a que la construcción de situaciones para generar dudas está muy bien cuidada.

En la parte final es donde se vuelve un slasher más en forma con la revelación de la identidad asesino, la cual sacan a relucir justo en el momento indicado antes desde que sea vuelva obvia. Presentando varias muertes y un desenlace con la dosis de sangre suficiente para satisfacer a todo el mundo.

Las actuaciones no están nada mal, todas son más o menos del mismo nivel y cumplen con su objetivo; aunque probablemente D.C. Douglas (Milton) sea el que más destaque por ser el que toma en mando durante la segunda mitad. La producción es discreta, incluso luce más como de un show de TV de los 90s: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es sólida, el score cumple, los efectos prácticos están bien hechos y el trabajo de maquillaje no presenta mayores complicaciones.

Opinión final: KILD TV es sumamente entretenida. Una película que no aporta nada nuevo, pero que hace prácticamente todo bien para justificar su visionado.

Ojometro:
****