martes, 31 de julio de 2018

Crítica: Wildling (2018)


Primer largometraje del director Fritz Bohm, quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Florian Eder. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de mayo, mientras que en México hizo lo propio este fin de semana.

Sinopsis:

Anna (Bel Powley) pasó toda su infancia encerrada en el ático bajo los cuidados de un hombre que ella pensaba que era su papá. Esto hasta que un día la oficial Ellen Cooper (Liv Tyler) la libera y la ayuda a comenzar una nueva vida recibiéndola en su hogar, aunque las pesadillas sobre unas criaturas que devoran niños harán que sea imposible que lleve una vida normal.



Comentarios generales:

* Contiene algunos spoilers

Debo de admitir que cuando vi el trailer de Wildling lo primero que pensé fue que había riesgo de toparme con una nueva “Twilight” y que, para empeorar las cosas, en su afán por querer atraer al mayor número de público posible este revelaba demasiado. Lamentablemente esto último fue algo que si se cumplió, pero por otra parte podría decir que lo primero no; ya que aunque si se trata de una película de la cual no me considero el público principal, definitivamente se encuentra lejos de ser como la de los vampiros que brillan y se acerca más a una combinación con toques fantásticos entre “RAW”  y “Room”.

Una combinación que Bohm aprovecha para regalarnos un trabajo que tiene un tono más oscuro de lo esperado debido a que las acciones de este supuesto padre ayudan a generar muchas dudas con respecto a sus intenciones para que así el primer acto sea uno interesante de ver al construirse un misterio que, al menos de inicio, no resulta tan evidente. Y es que aquí no solo se trata de ver la adaptación de esta chica a un mundo que le resulta totalmente desconocido, sino también ver cómo supera las mentiras con las que creció y durante este proceso empezar a descubrir su verdadera identidad.

Un aspecto que hubiera tenido mucho más impacto de no ser por lo mencionado con el trailer, ya que una vez llegado a este punto el comportamiento de Anna es la clave para hacer que las cosas fluyan de mejor manera pero al saber que es una salvaje desde antes le quita el factor sorpresa y con ello se empieza a volver aburrida la experiencia. Además tampoco ayuda que durante el segundo acto solo brindan contexto de manera muy superficial por medio de personajes pasajeros o situaciones de poco peso y mejor optan por enfocarse en un tema romántico que, aunque no acapara la historia, si puede terminar por alienar a muchas personas.

Afortunadamente para la parte final se logra corregir el rumbo al trasladar las acciones al bosque y con ello explotar los elementos clásicos de películas que involucran algún tipo de transformación. Hay momentos de asecho con niveles de tensión aceptables, buena acción, sangre y muertes que terminan por darle un toque de terror más marcado.

Sobre las actuaciones la verdad es que se trata de una película muy sólida en este aspecto, tanto Liv Tyler como Brad Dourif lo hacen muy bien en roles ciertamente secundarios; sin embargo, quien se lleva los reflectores es Bel Powley en su papel de Anna. Ella es en gran medida la responsable de que esto sea más disfrutable con la evolución de un personaje que se siente muy natural.

La producción tiene sus altibajos: el trabajo de fotografía es regular (hay algunas escenas demasiado oscuras), la dirección de arte no tiene gran cosa, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está bastante cuidada.

Opinión final: Wildling está ok. Definitivamente yo no soy el tipo de público para el cual está dirigida la película, pero gente más joven puede que la encuentre interesante.

Ojometro:
***

viernes, 27 de julio de 2018

Crítica: Revenge (2018)


Película escrita y dirigida por la francesa Coralie Fargeat, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro de Francia a inicios de año y tanto en México como en los Estados Unidos (aquí también en VOD) durante  el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico está anunciada para el próximo 7 de agosto.

Sinopsis:

Tres empresarios se reúnen para su cacería anual en el desierto, pero uno de ellos llega acompañado por su joven amante que rápidamente despierta el interés de los otros dos. Esto provoca que las cosas se salgan de control y ella termine muerta… o al menos eso es lo que piensan.



Comentarios generales:

El cine de explotación ha estado ligado al género de terror durante años y por lo regular representa una de las combinaciones más detestadas por parte de la crítica especializada, son películas que ni siquiera suelen recibir una oportunidad y son masacradas hasta más no poder. Es por eso que cuando vi que Revenge estaba siendo bien recibida por su parte me sorprendí; simplemente es algo anormal, de esas cosas que pasan muy de vez en cuando, pero después de verla pude entender bastante bien el porqué de esto.

Y es que se trata de una película que encaja perfectamente con el contexto mundial al presentar una historia cuyo objetivo principal es empoderar a su protagonista, aunque en este caso bajo la visión de una directora. Una situación que no es nueva dentro del cine de terror (American Mary, M.F.A) y que muchos encontrarán poco novedosa de inicio considerando que Fargeat construye un primer acto básico, el cual sigue la misma estructura de trabajos anteriores en el que solo cambia el escenario donde se desarrollan las acciones, pero que resulta efectivo para sus propósitos de generar empatía por el personaje de Jen y gran desprecio por los personajes masculinos.

Realmente durante la primera media hora no ocurre nada fuera de lo común, sin embargo, una vez que se da la “muerte” de Jen las cosas cambian de manera radical. Ya que a partir de aquí la directora se toma ciertas libertades para presentar una venganza agradable de ver que se realiza bajo un ritmo ágil y donde se integran elementos de impacto de manera puntal que ayudan a mantener el enfoque intacto a pesar de contar con algunas situaciones que por momentos resultan un poco difíciles de creer.

La parte final la encontré sumamente entretenida. Es un baño de sangre que visualmente le añade mucho a un enfrentamiento que hubiera resultado muy blando sin el vital líquido siendo expuesto en esa cantidad, aunque sin llegar nunca a niveles grotescos innecesarios para conseguir un shock barato.

En las actuaciones quien más destaca es Matilda Lutz (Jen), quien en su papel de mujer vengativa lo hace perfecto; mientras que Kevin Janssens (Richard) hace lo necesario en su rol de villano. La producción es cumplidora: el trabajo de fotografía es sólido, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están muy bien logrados y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Revenge es entretenida. Película que les hará pasar un rato agradable con su violencia.

Ojometro:
****

martes, 24 de julio de 2018

Crítica: The First Purge (2018)


Película dirigida por Gerard McMurray y escrita por James DeMonaco. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de julio, mientras que en México hizo lo propio durante este fin de semana. Recaudando hasta la fecha $78.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después del nacimiento de un nuevo partido político que gana la presidencia de los Estados Unidos, un controvertido experimento se lleva a cabo en Staten Island: durante 12 horas todo crimen es permitido.



Comentarios generales:

Un sentimiento general desde que salió la primera The Purge en 2013 es que se trata de un concepto increíble al que nunca han podido exprimirle todo su potencial, esto a pesar de que en las últimas dos entregas supieron cómo reinventar el enfoque central. Se pasó de ser una franquicia esencialmente de invasión de hogar a una con un mensaje político muy fuerte que le brindó la posibilidad de trascender más de lo esperado, lo cual le gusta a algunos y a otros no tanto, pero es innegable que ahora ese es el sello principal y con The First Purge se solidifica mucho más.

Algo que se veía venir al ser esto una precuela en la que inevitablemente el contenido político sería predominante y con el que DeMonaco es claro que se siente ya muy cómodo, aunque para nuestra mala suerte esto también significa tener que sufrir un inicio exageradamente aburrido. Ya que realmente todo lo que ocurre durante unos 30/35 minutos es bien poco interesante y McMurray se ve atado de manos ante la obligación de tener que explicar cómo fue que nació la famosa purga, esto a pesar de que después de tres entregas previas uno ya sabe más o menos el panorama general y el que te hagan ver esto otra vez de manera detallada es una total pérdida de tiempo; especialmente cuando los personajes no resultan tan atractivos.

Esta situación es mala y afecta bastante al ritmo de la película; sin embargo, era un problema que se podía solucionar rápidamente al generar un impacto inmediato al momento de iniciar con la purga, pero tristemente esto no se da. Y es que, en lugar de ofrecer muertes al por mayor, mejor se opta por un enfoque mucho más pasivo en donde se trata de construir lentamente la sensación de peligro constante por medio de sucesos aislados y un conflicto bastante hueco que involucra a un demente, el cual se termina perdiendo con el pasar de los minutos conforme la historia empieza a exponer los problemas raciales/sociales de manera mucho más marcada para la última media hora.

La cual es por mucho lo mejor de la película al ofrecer POR FIN la violencia que querías ver y que ciertamente no decepciona en este aspecto. Obviamente se sigue la tendencia más cargada a la acción que vimos en Anarchy o Election Year, pero aún así se logran construir algunos momentos visualmente llamativos que le brindan un cierre por lo menos digerible dentro de lo predecible que resulta.

Las actuaciones son el estándar que hemos visto siempre, no hay mucho que decir en este rubro. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score cumple, el trabajo de sonido es sobresaliente y los efectos en general son sólidos.

Opinión final: The First Purge es decepcionante. Una precuela que deja muchas dudas con respecto a la longevidad de la franquicia.

Ojometro:
**

viernes, 20 de julio de 2018

Crítica: Incident in a Ghostland (2018)


Película escrita y dirigida por el francés Pascal Laugier (Martyrs, The Tall Man). Se estrenó en cines dentro de Francia durante el mes de marzo y en México hizo lo propio este pasado fin de semana; mientras que en los Estados Unidos lo hizo directamente en VOD. Su salida en DVD está confirmada para el próximo 24 de julio.

Sinopsis:

Una madre y sus dos hijas adolescentes son aterrorizadas por un par de psicópatas durante la primera noche en su nueva casa. Un evento que cambiará sus vidas para siempre.



Comentarios generales:

Cuando se supo que Pascal Laugier estaba trabajando en algo nuevo la emoción entre los fans del género fue evidente, al final de cuentas hablamos de uno de los directores que nos regaló uno de los trabajos más brutales de la década pasada. Sin embargo, hace unos años decepcionó a más de uno con su propuesta en “The Tall Man” y por ello había ciertas dudas con respecto Incident in a Ghostland (o simplemente Ghostland en algunos mercados); dudas que aumentaron cuando se dio un problema legal con una de las actrices debido a un accidente durante la filmación, pero que creo que fueron superadas de manera satisfactoria.

Y en gran medida se debe a que el director francés regresa a sus raíces con esta película al apostar por la brutalidad como elemento base de su historia, utilizándola prácticamente desde el inicio para regalarnos así una serie de eventos potentes con los que establece rápidamente que no tendrá ningún tipo de concesiones con los personajes femeninos y que tratará de llevar a sus límites al propio espectador. Aunque para eso también juega un poco con la estructura del filme al presentar un escenario futuro del cual no pretendo hablar mucho para no arruinarles la experiencia, pero que se vuelve fundamental para integrar cierto terror psicológico que le añade profundidad a algo en apariencia muy predecible.

Logrando así que el segundo acto sea uno intenso, donde el ritmo en general es fluido y el nivel de violencia se mantiene prácticamente intacto para seguir con la tendencia inicial de mostrar un espectáculo brutal en el que el sufrimiento de las protagonistas sea muy marcado, aunque no en niveles tan altos como vimos en Martyrs. Esto en gran medida porque también utiliza ciertos elementos para generar suspenso y algunos sustos fáciles que por momentos resultan excesivos; además de que aquí se presenta al personaje de Beth como un contrapeso importante que es capaz de mantener cierto balance entre ambas partes.

Todo realmente funciona de manera adecuada, hasta que llega la parte final.

Una que no considero mala en realidad dado a que sigue manteniendo mucha fuerza y violencia, sin embargo, por momentos si se vuelve un poquito aburrida al tratar de explotar nuevamente el tema psicológico que, a diferencia de lo ocurrido previamente, aquí se siente algo forzado y termina por afectar la fluidez con la que se había desarrollado el filme hasta el momento. Igualmente, el que no expliquen mucho sobre los asesinos te deja con cierta sensación de vacío.

Las actuaciones están bastante bien, Crystal Reed (Beth niña) hace un gran trabajo con un papel que le exige mucho tanto emocional como físicamente, mientras que el resto del elenco tampoco lo hace mal (en especial Anastasia Phillips como Vera adulta). La producción también es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje está ok.

Opinión final: Incident in a Ghostland me entretuvo. En definitiva no es para todo el mundo, pero siempre es bueno ver a alguien regresar a sus raíces.

Ojometro:
****