lunes, 29 de marzo de 2021

Crítica: Sacrifice (2021)

Película dirigida por Andy Collier y Tor Mian, quienes además fueron los responsables de escribir el guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de la muerte de su madre, Isaac (Ludovic Hughes) y su esposa embarazada regresan a su lugar de nacimiento a una remota isla noruega para reclamar una inesperada herencia. Aunque estando ahí descubrirán oscuros secretos sobre el pasado de este y la comunidad de dicho lugar.


Comentarios generales:

El terror cósmico es algo que siempre me va interesar por la extravagancia que representa, pero es innegable que son pocas las personas que tienen la capacidad suficiente para trasladar al cine lo que lo hace atractivo en los libros. Por ello es que siempre tengo muchas reservas cuando se trata de trabajos que se identifican bajo dicha etiqueta, más que nada porque la mayoría suele dejarme un mal sabor de boca y lamentablemente Sacrifice no fue la excepción.

Ya que lo que nos presentan Collier y Mian, si bien se maneja bajo los estándares del terror cósmico, ciertamente no lo explotan como uno esperaría al centrarse más en un drama que gira en torno a los problemas maritales. Sustentando gran parte de las acciones en largos diálogos que desde el primer acto te empiezan a resultar cansados ante lo poco que añaden al misterio que rodea a los habitantes de la isla y que ocasionan que el ritmo sea muy lento desde temprano, obligando así a tener que recurrir a momentos de “terror” que por sí mismos son problemáticos.

Esto porque se valen de uno de los recursos más baratos que existen (los sueños) para realizarlos, algo que en si no me molesta, pero aquí lo sobreexplotan de una manera que resulta ridícula. Haciendo que realmente no tengan ningún tipo de peso en la historia y tampoco contengan nada destacable en lo que muestran, dejando así una falta de sustancia muy marcada con la que se tienen que sobrellevar varios minutos en donde no pasa gran cosa hasta que se llega a la parte final.

La cual es por mucho lo mejor de la película al tener un nivel de intensidad mayor y porque construyen un cierre sorpresivo que al menos te deja con cierta sensación de que algo valió la pena dentro de todo este aburrimiento.

Sobre las actuaciones puedo decir que Hughes y Sophie Stevens (Emma) como su esposa no están mal debido a que se complementan de buena forma a pesar de lo hueco del guión. Aunque la presencia de Barbara Crampton (Renate Nygard) resulta poco convincente gracias al acento tan malo que utiliza. 

En lo referente a la producción nos encontramos con algo de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje está bien hecho.

Opinión final: Sacrifice es decepcionante. Película aburrida a la que una buena parte final no la salva.

Ojometro:
**

miércoles, 24 de marzo de 2021

Crítica: Slaxx (2021)

Película dirigida por Elza Kephart (Graveyard Alive), quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Patricia Gomez. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de marzo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un par de jeans poseídos empiezan a matar al staff de una tienda de ropa la responsabilidad recaerá en la nueva empleada de nombre Libby (Romane Denis) para tratar de terminar con la masacre.


Comentarios generales:

Una de las ventajas que tiene el género de terror es que brinda la oportunidad de poder salirse de lo convencional y ofrecer las propuestas más extrañas que uno se pudiera imaginar. Lo raro es algo habitual y mucha de su historia se construyó así; sin embargo, si alguien me hubiera dicho hace unos meses atrás que iba a disfrutar una película que gira alrededor de un par de jean asesinos probablemente lo hubiera tachado de loco.

Y es que lo que nos presenta Kephart en verdad es entretenido a pesar del alto nivel de ridiculez que maneja la historia, la cual es bastante simple, pero en el fondo contiene cierta crítica hacía una problemática actual que al inicio ni te imaginas que pudiera tener.

Manejando un tono primordialmente cómico y estableciendo desde muy tempano que tanto la exageración como los estereotipos serán el sustento principal de las acciones bajo una estructura que es básicamente la de un slasher. Donde el desarrollo de los personajes realmente no es algo tan importante (salvo por un par de excepciones) y el principal atractivo es ver como la mayoría de los empleados de la tienda van cayendo uno por uno ante el peculiar asesino.

Masacre que sin duda cumple su propósito debido a que proporciona una cantidad considerable de sangre y, sobre todo, un nivel de originalidad elevado cuando se trata de aprovechar las características de los jeans para realizar las muertes. Las cuales además no están tan separadas una de la otra y eso brinda un ritmo ágil que ayuda a que el visionado se sienta ligero; en especial durante un segundo acto en el que se empieza a notar el estancamiento en las acciones ante las propias limitaciones que conlleva tener una amenaza y escenario como estos.

Algo que también afecta un poco a la parte final, aunque aquí se tiene la capacidad de darle la vuelta a dicha problemática por medio de situaciones que vuelven a elevar el nivel de ridiculez y porque se le da juego a la crítica antes mencionada, la cual es sutil pero contundente. Además de que no representa un obstáculo para dejar un cierre hasta cierto punto oscuro que ejemplifica totalmente el mensaje.

Las actuaciones no están mal, manejan un tono exagerado y casi caricaturesco que encaja perfectamente con lo que ocurre en pantalla sin que se vuelva algo molesto. En cuanto a la producción tenemos algo discreto que está bien hecho: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es buena, el score es aceptable, el trabajo de sonido es limpio y los efectos son simples pero efectivos.  

Opinión final: Slaxx está divertida. Película con una premisa por demás absurda que, contra todo pronóstico, termina funcionando.

Ojometro:
***

viernes, 19 de marzo de 2021

Crítica: The Night (2021)

Co-producción iraní/estadounidense dirigida por Kourosh Ahari, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Milad Jarmooz. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de enero, mientras que en Irán hizo lo propio en cines el pasado 24 de febrero.

Sinopsis:

Una pareja iraní que vive en Estados Unidos queda atrapada dentro de un hotel cuando extraños eventos empiezan a ocurrir durante una noche que parece no tener fin.


Comentarios generales:

Cuando en tu material promocional utilizas comparaciones con “The Shining” sin duda alguna te estás metiendo en un escenario peligroso considerando el lugar que tiene la obra de Kubrick dentro del género, así que cuando vi que The Night estaba haciéndolo mi curiosidad se disparó. En gran parte porque sabía que difícilmente se podría comparar con el clásico de 1980 y eso se terminó cumpliendo, aunque en el proceso me encontré con una mucho mejor película de lo que esperaba.

Ya que lo que nos presenta Ahari es una historia que no necesitaba de tantas comparaciones debido a que logra hacerse de una identidad propia. No solo por el hecho de que cuenta con diálogos en persa, sino porque además trata de explotar el tema del estrés parental de una manera lo suficientemente convincente como para generar una duda razonable en el espectador con respecto a lo que podría ser la verdadera causa de lo que ocurre en el hotel antes de inclinarse por completo hacia al lado del terror psicológico y así ayudar que el misterio se pueda sostener un poco más de tiempo debido a que no es algo tan complicado de descifrar.

Lo cual sin duda es un detalle que bien podría haber resultado fatal, pero lo cierto es que mientras se lleva a cabo el desarrollo también vemos varias cosas interesantes que ayudan a que no resulte tan problemático. Tales como la generación de una atmósfera bastante oscura dentro de un espacio hasta cierto punto reducido y la construcción bien lograda de situaciones que proporcionan un nivel de tensión adecuado con las que, en lugar de recaer en el susto fácil, mejor se opta por utilizarlas de una manera un poco más criptica para ir ofreciendo las pistas necesarias que ayuden a entender de mejor manera lo que está por venir.

Todo esto siempre bajo un ritmo semi-lento que en realidad nunca se siente pesado, aunque durante el segundo acto si se dan unos 10 o 15 minutos que bien se pudieron haber omitido dado a que se empieza a caer en lo repetitivo y alargan de manera innecesaria el metraje.

Un problema que en realidad resulta menor debido a que durante la parte final todo se compone, ya que es aquí cuando el ritmo se vuelve más ágil y poco a poco se empiezan a responder las preguntas relevantes. Brindando así un cierre intenso cuyo único pecado tal vez sea el no profundizar de mejor manera sobre lo que hay detrás del hotel.

En lo que respecta a las actuaciones, tanto Niousha Noor (Neda) como Shahab Hosseini (Babak) hacen una buena labor y logran una gran química como esta pareja que se la pasa constantemente en conflicto. Además también se tiene que hacer mención de George Maguire como el recepcionista del hotel, quien con apenas unos cinco minutos en pantalla deja su huella marcada.

En cuanto a la producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido está muy bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: The Night me gustó. Es una película que, pesar de que puede llegar a ser predecible, te hace pasar un buen rato.  

Ojometro:
****

martes, 16 de marzo de 2021

Crítica: Sator (2021)

Película escrita y dirigida por Jordan Graham. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de marzo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Aislada en un desolado bosque, una familia es observada por una supuesta entidad supernatural que la abuela llama Sator y cuyas intenciones parecen ser el adueñarse de ellos.


Comentarios generales:

No voy a mentirles, durante los poco más de ocho años que tiene este blog ninguna otra película se me ha complicado tanto para analizar como Sator. Un trabajo muy personal de Jordan Graham (responsable de la dirección, guión, edición, fotografía, música y sonido) que me atrevo a decir que solo él mismo entiende a plenitud y con el cual me vi obligado a hacer pausa/rewind en varias ocasiones para tratar de comprender ciertos aspectos de la trama por miedo a haber dejado pasar algo relevante o no haberle puesto atención a los poquísimos diálogos con los que cuenta.

Y es que estamos ante una historia que se sustenta en los mensajes crípticos y en la interpretación que cada uno pueda darles durante todo su desarrollo. Un aspecto que definitivamente puede resultar atractivo para algunas personas gracias a la manera en que te invitan a utilizar la cabeza para ir construyendo tus propias conclusiones, pero que para la gran mayoría podría ser un auténtico fastidio; en especial porque el director no tiene intención de acelerar las cosas y desde el inicio te obliga a soportar un ritmo lento que ayude a darle más exposición a aspectos técnicos como la fotografía o el sonido.

Dos elementos que resultan fundamentales para el filme debido a que son la principal vía por la que se construye la tensión y se aportan varios de los visuales más llamativos. Ambos muy bien manejados por el creador sin duda, aunque también por ciertos lapsos se sienten como meros recursos distractores para ocultar el hecho de que con el pasar de los minutos la historia tiene cada vez menos sentido y la falta de sustancia empieza a resultar un verdadero problema.

Ante esto obviamente para la parte final uno no espera que le respondan ninguna pregunta y, en efecto, eso nunca ocurre. Sin embargo, si se puede decir que por lo menos maneja un grado de intensidad un poco más elevado que hace del cierre algo ligeramente distinto a todo lo previo y con ello este resulte disfrutable.

Las actuaciones son muy normalitas, siendo June Peterson (Nani) la única que más o menos te deja un recuerdo perdurable. La producción está bien cuidada para tratarse de algo hecho por prácticamente una sola persona: el trabajo de fotografía es sólido, el score cumple, el trabajo de sonido es impecable y los (pocos) efectos son simples.

Opinión final: Sator no me convenció. Película difícil de valorar al estar muy atada a la subjetividad del espectador y que seguro desencadenará muchas opiniones encontradas. 

Ojometro:
**