Producción neozelandesa dirigida por James Ashcroft, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Eli Kent. Se estrenó en cines dentro de Nueva Zelanda el pasado 20 de marzo, mientras que su salida en VOD se dio el día 28 del mismo mes.
Sinopsis:
Confinado en un asilo de ancianos y atrapado dentro de un cuerpo afectado por un derrame cerebral, el ex juez Stefan Mortensen (Geoffrey Rush) debe de detener a un anciano psicópata (John Lithgow) quien emplea a una marioneta para aterrar a los residentes con consecuencias mortales.
Comentarios generales:
Honestamente no tenía conocimiento de la historia corta en la que está basada, pero el simple hecho de tener involucrados a dos tremendos actores como Geoffrey Rush y John Lithgow era razón más que suficiente para ver The Rule of Jenny Pen. Una película que ciertamente no hizo mucho ruido, pero que ha resultado ser una de las sorpresas en lo que llevamos del año.
Y es que lo traído por Ashcroft es una historia relativamente simple que explota no solo los miedos convencionales ligados al género, sino que además nos propone una visión sobre lo aterrador que es envejecer y que tu cuerpo como tal se deteriore sin que puedas hacer mucho para evitarlo. Provocando que el primer acto pueda ser un poco tedioso dado a que se le da prioridad a mostrar la banalidad de los asilos y lo abandonado que uno puede llegar a sentirse en esos lugares, lo cual ayuda a establecer una atmósfera de soledad alrededor de Stefan.
Aunque sin duda es hasta la aparición de Dave Crealy cuando las cosas empiezan a resultar más interesantes, ya que con su sola presencia el tono cambia y la sensación de peligro se incrementa de golpe ante sus actitudes que también hacen referencia a un tema como el bullying. Convirtiéndolo así en una figura siniestra que tiene muchas ventajas sobre el resto de los residentes y que, al ponerlo junto a Stefan, genera un juego psicológico muy fuerte con el que se construyen momentos de buen suspenso que lo posicionan como una amenaza impredecible que no parece tener ningún tipo de obstáculo para lograr sus objetivos en el momento que le plazca.
Una situación que por algunos lapsos puede llegar a ser frustrante ante la ineptitud de quienes manejan el lugar, pero que indudablemente hace que cada pequeña victoria en su contra por parte de Stefan sea gratificante y gracias a eso va creciendo el interés sobre cómo podrá salir avante durante la parte final.
La cual realmente no pretende mostrar más de lo necesario y la manejan de una manera un tanto predecible; sin embargo, esto no significa que sea mala. Apostando más hacia una simpleza que solidifique la idea de que Dave en realidad no es nada especial y con ello darle un cierre seco al conflicto que funciona de manera convincente.
Sobre las actuaciones hay que mencionar que tenemos a dos monstruos de este negocio que cargan prácticamente solos toda la película. Con Geoffrey Rush dándole vida de manera impecable a un hombre obstinado que no está preparado para lidiar con su vejez y con un tremendo John Lithgow que logra ser aterrador en prácticamente cada escena en la que aparece, incluso en aquellas en las que solo tiene que estar parado acechando a alguien.
Y en cuanto a producción, la verdad se tiene una factura bastante discreta: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score cumplidor, el trabajo de sonido es limpio y todo lo relacionado a efectos/maquillaje no presenta demasiada complejidad.
Opinión final: The Rule of Jenny Pen me gustó. Sin duda una de las gratas sorpresas que ha dejado el 2025.
Ojometro:
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