martes, 8 de abril de 2025

Crítica: Peter Pan’s Neverland Nightmare (2025)

Película escrita y dirigida por Scott Chambers (Cupid). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 28 de marzo; recaudando hasta la fecha $748,281 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tras el secuestro de su hermano pequeño a manos del malvado Peter Pan (Martin Portlock ), Wendy Darling trata de rescatarlo antes de que sea demasiado tarde. Aunque en el camino habrá varias tragedias y hasta encuentros inesperados con Tinkerbell.  


Comentarios generales:

Dentro de todo este frenesí de películas basadas en personajes del dominio público creo que hay un consenso con respecto a que el The Twisted Childhood Universe (o Poohniverse) es el proyecto que parece tener una meta que va más allá de la simple travesura, así que realmente cada nueva película que lo conforma genera un poco más de interés. Aunque teniendo en cuenta como resultaron las dos anteriores tampoco es que mis expectativas fueran tan altas; sin embargo, Peter Pan’s Neverland Nightmare estuvo mejor de lo que esperaba.

Y es que la principal fortaleza de lo presentado por Chambers es que sabe cómo hacer perturbadora y un tanto depresiva la famosa historia en la que está basada por medio de un Peter Pan que desde los primeros minutos acapara por completo la atención no solo por su evidente locura, sino porque genuinamente emana una maldad que ayuda a tener un inicio potente en el que vemos ciertos guiños a “It” o “Evil Dead”. Logrando así una atmósfera oscura que complementa de buena forma unas acciones que ciertamente son predecibles, pero que establecen sin demasiadas complicaciones la problemática central (el secuestro).

La cual tiene como desventaja el hecho de que es muy básica y gracias a eso el desarrollo durante el segundo acto puede llegar a volverse en un tanto monótono dado a que el resto de los personajes no son los más interesantes. Aunque también hay que decir que esto se ve contrarrestado en momentos específicos por las propias apariciones de Peter Pan, quien se ve envuelto en situaciones violentas que mantienen la sensación de peligro intacta y además proporciona el nivel de impacto suficiente para entender qué tan despiadado puede llegar a ser en su búsqueda por satisfacer sus propias locuras.

Algo que se magnifica durante una parte final que presenta un enfrentamiento decisivo bastante entretenido al estar lleno de violencia y sangre. Brindándole así mucha fuerza a un desenlace caótico que incluye cierta sorpresa con la cual se deja abierta la posibilidad de una secuela.

De las actuaciones hay que decir que Martin Portlock hace un trabajo sólido como Peter Pan psicópata, siendo él en gran medida la razón por la que la película funciona mejor de lo esperado. Mientras que el resto del elenco hace un trabajo correcto complementándolo.  

Y en cuanto a producción sigue la línea discreta que vimos en las dos Blood and Honey: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no está mal, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Peter Pan’s Neverland Nightmare es aceptable. Película sangrienta que sin duda es lo mejorcito que ha dado el Poohniverse hasta el momento.

Ojometro:
***

miércoles, 2 de abril de 2025

Crítica: Stutter (2025)

Producción alemana escrita y dirigida por Sebastian Matthias Weißbach. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de marzo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de la trágica muerte de su esposa, Jon (Oskar Brown) rápidamente inicia un amorío con la enigmática Red (Judith Shoemaker). Aunque mientras se vuelve más cercano a ella, su vida se ve dominada por una omnipotente señal digital.


Comentarios generales:

Siempre he estado a favor de que los guionistas tengan total libertad para escribir lo que se les antoje y no se tengan que acoplar a las agendas actuales o a los caprichos de algún estudio, ya que al final de cuentas esos es lo que hace al cine interesante. Sin embargo, también creo que es importante que estos tengan una idea clara sobre lo que nos quieren contar y lamentablemente con Stutter eso no se percibe en ningún momento.

Ya que lo traído por Sebastian Matthias Weißbach juega con determinados saltos temporales que vuelven complejo el poder entender lo que ocurre y lo que debería de ser una historia sobre el duelo de Jon se vuelve un revoltijo de ideas que se supone deben de llevar a algo perturbador. Lo cual desde el primer acto se puede percibir sin mucho esfuerzo que no será tan sencillo porque la forma de ir desarrollando la relación entre Jon y Red jamás se siente orgánica, presentándonos escenas en donde no se puede notar mucha química y solo están llenas de diálogos que probablemente estaban pensados para generar incomodidad, pero más bien terminan quedando como unos bastante ridículos. 

Todo esto bajo un ritmo demasiado pasivo que para el segundo acto se vuelve un problema dado a que conforme avanzan los minutos las acciones se tornan en extremo repetitivas y gracias a eso realmente nada de lo que tratan de hacer genera sensaciones positivas en el espectador porque lo que ocurre no solo es aburrido, sino que también carece de sentido. Dejando que sea más que nada la rareza que rodea a Jon la que pueda cargar con todo, siempre bajo el jugueteo de ponerlo en situaciones que vendan la idea de que se puede terminar quebrando mentalmente y así llevarlo a extremos que, en teoría, deberían de añadir un nivel de impacto considerable.

Algo que no ocurre y por lo consiguiente la parte final resulta floja al no contar con la fuerza suficiente para que la paranoia lleve a algo significativo durante un desenlace que no es tan confuso, pero tampoco sabe solidificar su idea y gracias a eso el cierre se siente muy vacío.

Sobre las actuaciones hay que decir que Judith Shoemaker hace un trabajo correcto considerando que su personaje es el único con cierto propósito, pero lo de Oskar Brown es terrible. Más que nada porque no cambia de expresión durante más de noventa minutos y el rango de emociones manifestadas para un personaje que supuestamente se encuentra en duelo es pobre.

Y en cuanto a producción tenemos algo bastante discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada especial, el score es un tanto repetitivo, el trabajo de sonido es sólido y todo lo referente a efectos/maquillaje es ínfimo.  

Opinión final: Stutter es mala. Película aburrida y por grandes lapsos incomprensible que no vale la pena.

Ojometro:
**

viernes, 28 de marzo de 2025

Crítica: A Knight’s War (2025)

Película escrita y dirigida por Matthew Ninaber (Death Valley). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de febrero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de abril.

Sinopsis:

Un valiente caballero se adentra en un reino mortal para salvar el alma de la Elegida. Aunque al enfrentarse a brujas, demonios y demás brutales enemigos descubrirá que su regreso podría desatar el caos y condenar a la humanidad.


Comentarios generales:

El terror fantástico no es algo tan común en la actualidad, obvio de vez en cuando salen películas, pero la realidad es que el numero es bastante reducido si lo comparamos con otros subgéneros y mucho de eso se debe a que es una combinación que por lo general requiere de un presupuesto considerable para obtener los mejores resultados. Por ello es que cuando se estrena una propuesta de este tipo siempre trato de verla y la verdad es que A Knight’s War resultó ser una experiencia entretenida, a pesar de que no logra ocultar sus claras limitantes.

Ya que lo traído por Ninaber es una propuesta más ambiciosa de lo que le permite su presupuesto y gracias a eso mucho de su efectividad depende de que tanto el espectador esté dispuesto a perdonar la falta de un complemento visual imponente que encaje con lo que se está contando y también sirva como distractor. Sobre todo porque la historia puede resultar algo enredada durante el primer acto debido a que todo avanza de manera acelerada y gracias a eso varias cosas relevantes no tienen la claridad necesaria como para sentir un verdadero interés por la travesía de un protagonista (Bhodie) que en este punto resulta bastante plano.

Una situación que va cambiando de a poco conforme este va interactuando con Avalon, con quien logra ir formando una relación de amor/odio que de inicio es un poco complicada de digerir por la manera en la que se desarrollan las acciones al depender demasiado del recurso de muertes en bucle, pero una vez que estabilizan eso las cosas funcionan de mejor manera. Además de que también se le da más juego a unas amenazas que, a diferencia de los entornos carentes de imaginación, si aportan su dosis de atractivo visual para magnificar el peligro que representan y ser la vía predominante con la cual se brindan detalles importantes de la trama.

Esto bajo un ritmo que no puede quitarse del todo la aceleración inicial y por lo mismo determinadas acciones no terminan por tener el impacto que deberían ante una construcción un tanto superficial. Dejándonos así una parte final que no está mal; sin embargo, jamás se logra generar esa sensación de majestuosidad que supuestamente representa el conflicto definitivo.

De las actuaciones hay que decir que cumplen, ya que tanto Jeremy Ninaber (Bhodie) como Kristen Kaster (Avalon) hacen un buen trabajo y la química que muestran en pantalla es lo suficientemente efectiva para sacar adelante una dinámica que se puede tornar tediosa por ciertos lapsos.

Mientras que en producción se nota que el presupuesto fue menor al que requerían, pero hay cosas interesantes: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte pobre, el score resulta agradable, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos no son los más espectaculares y la labor de maquillaje es bastante buena. 

Opinión final: A Knight’s War está ok. Película con más ambiciones de las que puede manejar, pero que no está de más darle una oportunidad.

Ojometro:
*** 

martes, 25 de marzo de 2025

Crítica: Revelations (2025)

Producción surcoreana dirigida por Yeon Sang-ho (Train to Busan), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Kyu-Seok Choi. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 21 de marzo.

Sinopsis:

Un pastor y una detective, impulsados por sus creencias, investigan la desaparición de una joven. Teniendo un perturbador crimen del pasado y revelaciones divinas como las principales pistas para encontrarla.


Comentarios generales:

No se necesita ser muy perspicaz para comprender que la única razón por la cual Revelations llamaba la atención era porque tras la cámara estaba la persona que hace unos años nos trajo una de las mejores películas de zombies de todos los tiempos, ya que de lo contrario hubiera pasado como una de las tantas producciones surcoreanas que suelen estrenarse en Netflix cada año. Convirtiéndola así en una película con un grado de interés importante, a pesar de que realmente no se inclina demasiado hacía el terror.  

Y es que lo traído por Yeon Sang-ho es más que nada un thriller policiaco que cuenta con algunos elementos sobrenaturales en el que el propósito principal es contarnos una historia con un par de protagonistas que no son ni totalmente buenos, ni totalmente malos y cuyas convicciones o creencias son el motor principal para hacer lo que ellos consideran que es lo correcto. Lo cual puede que no se escuche tan atractivo, pero en realidad desde el primer acto se logra ir construyendo un buen misterio que de manera sostenida va explotando las debilidades de ambos para lograr que las acciones del principal sospechoso sean, al menos de inicio, un tanto ambiguas.

Dando cabida a los pocos elementos sobrenaturales que se pueden ver durante el desarrollo y con ello empezar a ver a la propia naturaleza del pastor, quien con el pasar de los minutos va manifestando un comportamiento problemático que genera dudas con respecto a sus verdaderas motivaciones al tratar de justificarlas por medio de revelaciones divinas. Logrando con esto que durante el segundo acto se pueda contar con un ritmo ágil mientras se van entrelazando los caminos de los personajes para que la investigación llegue a una revelación que definitivamente es un tanto predecible, más logra mantener enganchado al espectador rumbo a la parte final.

Una que sin duda cuenta con la potencia necesaria y plantea de manera competente los dilemas de la detective con respecto a su forma de lidiar con el asesino. Teniendo como resultado un desenlace tenso con el que no se arriesga demasiado, pero que es lo suficientemente efectivo como para dejar sensaciones positivas.

De las actuaciones hay que decir que todas están bien y tienen el típico sello surcoreano de exagerar determinados aspectos, aunque no existe una en particular que logre dejar un gran impacto. Mientras que en producción es de factura limpia: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Revelations me gustó. Un thriller entretenido que muestra la versatilidad de su director.

Ojometro:
****