Película escrita y dirigida por Mike P. Nelson (Wrong Turn, Sweet Revenge). Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 11 y 12 de diciembre, recaudando hasta la fecha $2.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Cuando era niño, Billy (Rohan Campbell) vio como un hombre disfrazado de Santa Claus asesinó a sus padres. Años después, ese trauma se convierte en una obsesión cuando él mismo se pone el traje rojo para embarcarse en una violenta búsqueda de venganza durante la que se supone es la época más maravillosa del año.
Comentarios generales:
La verdad no creo que nadie estuviera esperando que alguien se tomara el riesgo de revivir la franquicia de “Silent Night, Deadly Night” debido a que, con excepción de la película original de 1984, al resto casi no se les tiene nada de cariño y por eso muchos prefieren borrarlas de su memoria. Así que cuando se anunció este remake no hubo mucha exaltación porque parecía que solo sería otro intento fallido para tratar de explotar la nostalgia de los fans más fieles, pero para mi sorpresa esta nueva versión ha sido una experiencia mucho más agradable de lo que esperaba.
Y mucho de esto se debe al hecho de que Mike P. Nelson no se limita a solo imitar el material original, sino más bien reinterpreta el concepto para tratar de añadir frescura a algo que en el fondo sigue siendo un slasher en toda la regla. Aunque de inicio si tiene que guiarse por lo previamente establecido para recrear el trauma inicial de Billy y a partir de eso presentar el mayor cambio de todos con el que se crea una dinámica que te hace recordar un poco a las películas de “Venom” gracias a que con ello se logra que un personaje tan poco emocional pueda tener ciertos momentos donde se da el lujo de parecer más humano.
Llevando a que la selección de las victimas sea menos impulsiva y mantenga en línea las bases para elegirlas; sin embargo, también es cierto que con esto se limita el número de escenas de muertes ante los estragos mostrados por parte de Billy. Brindándole con ello un ritmo más pausado al filme que tal vez no sea del agrado de todos, pero que no afecta realmente el resultado general debido a que cuando se trata de mostrar un alto nivel de violencia en pantalla no se escatima en la espectacularidad visual y eso ayuda a que en ningún momento te resulte aburrido lo que estás viendo.
Dejándonos así ante una parte final en la que se le da más relevancia a un tema que solo había sido tratado de manera superficial y que es la vía para ofrecer un desenlace intenso en el que el propósito no es reivindicar al asesino, pero si solidificar el mensaje de que incluso los monstruos pueden encontrar a su alma gemela. Además de que se planta la semilla para poder expandir esta nueva idea para la franquicia en futuras secuelas.
En cuanto a las actuaciones tenemos a un Rohan Campbell que creo que cumple con su rol de manera adecuada, simplemente encaja a la perfección con este tipo de personajes dañados y los saca adelante sin muchos contratiempos. Mientras que el resto del elenco tampoco lo hace mal en lo que les piden.
Y en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score resulta funcional, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje efectiva.
Opinión final: Silent Night, Deadly Night me gustó. Una re-imaginación sólida para lo que aparenta ser el renacimiento de esta franquicia.
Ojometro:
****



