martes, 30 de noviembre de 2021

Crítica: Ghostbusters: Afterlife (2021)

Película dirigida por Jason Reitman, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Gil Kenan. Se estrenó en cines tanto en México como los Estados Unidos el 18 y 19 de noviembre, recaudando hasta el momento $115.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando una madre soltera y sus dos hijos arriban al pequeño pueblo de Summerville su conexión con los cazafantasmas originales y el secreto que su peculiar abuelo dejó detrás empiezan a traer peligros y revelaciones difíciles de creer.


Comentarios generales:

Si vivieron parte de su infancia durante la segunda mitad de los 80s o a inicios de los 90s es muy probable que Ghostbusters haya sido uno de sus primeros acercamientos al género de terror, ya fuera por las dos películas o por la increíblemente popular caricatura y todos los juguetes que salieron junto con esta. Algo que sin duda la convierte en una franquicia bastante especial que sorprendentemente no había recibido demasiada atención más allá de un polémico remake, aunque con Afterlife parece que ha llegado ese home run que necesitaba para volver a ser relevante.

Y es que lo traído por Reitman es una secuela directa con la que no se deja apabullar por el factor nostalgia pero tampoco rehúye a utilizarlo para rendirle homenaje a las películas de los 80s. Lo cual hace que esta sea una historia que se cocina a fuego lento debido a que se toma su tiempo para introducir a varios personajes nuevos bastante carismáticos y a la vez ir soltando poco a poco referencias de los cazafantasmas originales que no solo ayuden al público más joven a familiarizarse con estos, sino que también vayan creando determinadas conexiones con los sucesos que ocurren en Summerville para tener una idea más clara de los peligros que se avecinan.

Todo esto siempre bajo un humor que hace que las acciones resulten amenas hasta que el ritmo se torne más caótico una vez que los elementos supernaturales empiecen a tomar protagonismo durante el segundo acto. Uno en donde finalmente se puede ver en su máximo esplendor la esencia de Ghostbusters al combinar la acción con situaciones cómicas sin que la sensación de riesgo se pierda, trayendo de vuelta a fantasmas conocidos con los que se establece una amenaza a mayor escala sin que terminen de aprovecharlos en su totalidad gracias a que sus apariciones son un tanto fugaces.

Detalle que causa algo de fastidio, sin embargo, resulta algo menor y no afecta para nada una parte final que es realmente buena al contar con la intensidad y la espectacularidad necesarias como para regalar un buen show visual. Aunque no solo se limita a eso debido a que también se logran generar momentos bastante emotivos que de cierta manera significan el cierre de un ciclo y el inicio de otro para la hipotética continuidad de la franquicia.

Sobre las actuaciones nos encontramos un elenco muy carismático en el que veteranos como Paul Rudd (Grooberson) y Carrie Coon (Callie) hacen una buena labor para mantener un balance adecuado entre el humor y la limitada parte “seria” de la historia, aunque es innegable que el alma de la película es el lado adolescente. Siendo Mckenna Grace como Phoebe la que más destaca debido a que este personaje en verdad es muy peculiar y te encariñas de inmediato con sus rarezas, convirtiéndola rápidamente en la perfecta heredera de lo que representan los cazafantasmas.  

En cuanto a producción nos encontramos con una factura impecable: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, tiene un buen score, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de primer nivel y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con escenas a la mitad y al final de los créditos. 

Opinión final: Ghostbusters: Afterlife me gustó mucho. Genial secuela/homenaje para una franquicia legendaria.

Ojometro:
****

viernes, 26 de noviembre de 2021

Crítica: Witch Hunt (2021)

Película escrita y dirigida por Elle Callahan. Se estrenó en Reino Unido a inicios de año en VOD, mientras que su salida en formato físico y digital se dio durante el pasado mes de agosto.

Sinopsis:

En un Estados Unidos en el que las brujas son reales y la brujería ilegal, una adolescente se tiene que enfrentar a sus demonios y prejuicios cuando junto con su familia tiene que ayudar a que dos jóvenes brujas eviten a las autoridades para que puedan cruzar la frontera y buscar refugio en México.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que existe mucha división y por lo consiguiente cualquier película que pretenda tocar temas de agenda se ve expuesta a un nivel de amor/odio desproporcionado incluso antes de que se estrene. No importa si es buena o mala, simplemente por estar o no alineada con creencias personales se le juzga de la manera más extrema posible sin analizarla como se debe, tal como fue el caso con Witch Hunt.

Una propuesta que además ha sido polémica desde distintos frentes debido a que lo presentado por Callahan no solo realiza una crítica muy evidente que en definitiva la alinea con cierta corriente política, sino que también hará que muchos cuestionen su afiliación al género de terror al nunca decantarse por completo en adoptar un subgénero de forma predominante. 

Ya que desde muy temprano vemos que habrá elementos de terror y/o fantásticos, pero al mismo tiempo el primer acto se desarrolla más como un thriller en el que se explica poco sobre el origen del odio hacia las brujas dentro de este Estados Unidos distópico o las leyes detrás de su persecución. Optando mejor por centrarse en los riesgos que asumen Claire y su familia por ayudarlas a pesar de que también tienen ciertos prejuicios a la hora de interactuar con ellas.

Y gracias a eso es que el filme en general es una mezcla de sentimientos encontrados constante debido a que nunca se explota en su totalidad la premisa o el mundo en el que se desarrolla, construyendo situaciones que por un momento hacen suponer que el tono se volverá más oscuro y al final se terminan quedando como meras anécdotas. Aunque tampoco podría decir que lo que uno ve sea aburrido, ya que el ritmo como tal no es pesado y durante el segundo acto existen escenas bien logradas que generan cierto shock ante la manera en la que la sociedad y, sobre todo, el BWI (Bureau of Witch Investigation) tratan a aquellos ligados a las brujas. Siendo dichas escenas las que plasman de mejor manera lo que la directora quería exponer con su crítica.

Todo para dejar una parte final en donde se recurren a más elementos supernaturales y que en términos generales no está mal. Especialmente porque el nivel de intensidad sube para hacer que el conflicto principal cuente con una resolución satisfactoria y se revele un secreto (que no es tan secreto) con el que se deja un cierre abierto a la interpretación.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco casi en su totalidad femenino que hace una buena labor, sin que nadie destaque de sobremanera. Mientras que en producción vemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio y los efectos a base de CGI no son precisamente los mejor cuidados.

Opinión final: Witch Hunt está ok. Película con un mensaje interesante que nunca termina por explotarse de manera convincente. 

Ojometro:
***

martes, 23 de noviembre de 2021

Crítica: The Spore (2021)

Película escrita y dirigida por D.M. Cunningham, la cual significa su primer largometraje. Salió directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de noviembre.

Sinopsis:

Las vidas de diez extraños se cruzan durante una aterradora cadena de eventos cuando un hongo mutante empieza a extenderse por una pequeña ciudad y transforma a todos los que entran en contacto con este.


Comentarios generales:

Una de mis debilidades son las películas de zombies o cualquier cosa que se les asemeje, así que es casi seguro que las veré sin importar si son blockbusters o proyectos independientes que no reciben tantos reflectores. Aunque obviamente esta debilidad conlleva un riesgo debido a que también se trata de un subgénero en el que la calidad varía demasiado y siempre existe la posibilidad de llevarse tremendas decepciones, tal como es el caso con The Spore.

Y la verdad esto es una pena debido a que aquí hay cosas con las que se podía trabajar y sacar algo más entretenido debido a que la visión de Cunningham es bastante innovadora en el sentido de que la infección producida por el hongo es el verdadero personaje principal de esta historia, la cual además se maneja bajo una estructura de segmentos conectados para contarla sin que se pueda catalogar a plenitud como una antología. Dándole así una identidad propia que además se magnifica ante el hecho de que durante al menos unos 40 minutos realmente no tenemos diálogos, siendo unas transmisiones de radio la única vía para brindar contexto en lo que claramente es una referencia/homenaje a Night of the Living Dead.

Lo malo es que dicho enfoque minimalista hace que la mayoría de los eventos que se desarrollan no parezcan relevantes dentro de una problemática a mayor escala, provocando así que el ritmo sea exageradamente lento. Y eso empeora cuando por diseño la mayoría de las acciones no tienen un nivel de intensidad tan elevado como para disimularlo y esto genera que la experiencia se vaya convirtiendo en una demasiado cansina ante la falta de avances concretos, incluso cuando todavía quedan más de treinta minutos de metraje.

Unos que para colmo son, sin lugar a dudas, lo peor de la película y en gran parte se debe a que llegan los diálogos por medio de situaciones más elaboradas que están actuadas de manera terrible. Las cuáles deberían de exponer los peligros de la infección de forma espectacular pero se quedan encasilladas en cosas muy básicas que nunca logran hacerte sentir interés por los personajes y que, salvo por aspectos técnicos visuales, no ofrecen nada que se pueda considerar de gran importancia para el desenlace.  

Sobre las actuaciones uno comprende rápidamente por qué la película tarda tanto en tener escenas con diálogos extensos fuera de las transmisiones de radio, ya que el elenco es bastante malo y les cuesta muchísimo lograr algo siquiera decente. Sobre todo a una señora a la que en todas sus apariciones se nota en exceso que se aguanta la risa en momentos de mucha seriedad.

En cuanto a producción es de muy bajo presupuesto, aunque un par de aspectos específicos resaltan: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score repetitivo, el trabajo de sonido cumple, la labor de maquillaje está bien cuidada y los efectos (prácticos) en general son de muy buena manufactura.

Opinión final: The Spore es mediocre. Película sumamente aburrida que quedará en el olvido en cuestión de semanas.

Ojometro:
**

viernes, 19 de noviembre de 2021

Crítica: The Stairs (2021)

Película dirigida por el debutante Peter 'Drago' Tiemann, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jason L. Lowe. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en DVD se dio el pasado 19 de octubre.

Sinopsis:

Lo que inició como una aventura de fin de semana en el bosque pronto se convertirá en una batalla por la supervivencia para un grupo de amigos, quienes tendrán que lidiar con peligros ligados a una misteriosa escalera.


Comentarios generales:

La única razón por la que The Stairs entró en mi radar fue más que nada porque su concepto de la escalera me recordaba un poco a la tercera temporada de Channel Zero (Butcher's Block), ya que de lo contrario muy probablemente la hubiera dejado pasar. Simplemente dicha rareza era demasiado atractiva como para echarle un vistazo, a pesar de que el resultado como tal es por demás decepcionante.

Y es que en todo momento se nota la falta de experiencia de Tiemann y Lowe, quienes logran construir una introducción lo suficientemente sólida como para generar interés, pero después de eso no saben cómo expandir de manera sostenida lo planteado. Ofreciéndonos una historia que durante el primer acto no presenta gran complejidad y tampoco le da seguimiento a lo que mostraron en los primeros minutos por enfocarse en otras cosas.

Ya que las escaleras como tal no vuelven a aparecer sino hasta más avanzado el metraje y en general la sensación es que a partir de la media hora solo se trata de meter ideas una tras otra para ver cuál de estas funciona de alguna manera, aunque sin profundizar en lo absoluto para añadirles sustancia. Lo cual deja algunas escenas que en definitiva aportan sangre y violencia, sin embargo, en ningún momento se percibe que tengan algún propósito definido para el desarrollo dado a que nunca explican si tienen conexión ya sea con las escaleras o con un algún tipo de fenómeno supernatural que rodea al bosque.

Simplemente todo se siente hueco y eso continúa incluso durante una parte final en la que por fin se unen algunos puntos vistos en el inicio, pero que solo quedan como mera anécdota ante el nulo peso que tienen en la dinámica general. Dejando así un desenlace sin impacto o grandes respuestas, más si con cierto factor de entretenimiento gracias a las muertes y a la criatura que se presentan.

En lo que se refiere a las actuaciones no hay mucho para destacar más allá de la fugaz aparición de John Schneider. Mientras que en producción tenemos algo por lo menos cuidado: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte cumple, el score no destaca, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: The Stairs es mala. Película sin demasiado sentido que refleja la novatez de sus creadores.

Ojometro:
**

sábado, 13 de noviembre de 2021

Crítica: The Deep House (2021)

Película dirigida por Alexandre Bustillo y Julien Maury, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Rachel Parker y Julien David. Se estrenó en cines dentro de Francia a mediados de año, mientras que en los Estados Unidos salió directamente en VOD el pasado 5 de noviembre.

Sinopsis:

Una joven pareja viaja a Francia para explorar una casa que se encuentra en el fondo de un lago artificial y compartir sus hallazgos para conseguir más visitas en su canal de YouTube. Aunque estando ahí su presencia despertará algo maligno que no tiene intenciones de dejarlos volver a la superficie con vida.


Comentarios generales:

La verdad no es sencillo que un found footage me llame la atención si no se trata de alguna entrega de una franquicia ya establecida o alguna propuesta con una labor promocional que haga imposible no saber de su existencia. Casi siempre las termino viendo por el compromiso que representa el blog, pero en el caso de The Deep House mi interés si era elevado desde que supe de esta y más que nada por el concepto tan peculiar que maneja considerando el subgénero al que pertenece.

Eso la hacía más llamativa de lo usual, pero tristemente lo que nos traen Bustillo y Maury solo se queda en eso debido a que las limitaciones del found footage y la propia naturaleza lenta de las escenas filmadas bajo el agua hacen que esta sea una película con la que nunca sientes que termine por explotar. Contándonos una historia que realmente sigue la estructura habitual conocida y sustenta todo el interés en la novedad de una locación que, por increíble que parezca, tarda casi media hora en aparecer sin dejar nada que destaque en el camino.

Obviamente ya con eso el visionado se empieza a tornar aburrido y el ritmo se ve afectado desde muy temprano, aunque una vez que se presenta la casa esa novedad en la que se sustentan tantas cosas funciona por un determinado periodo tiempo. En gran parte porque el nivel de producción hace que el interior de esta sea al menos interesante de ver. 

Lo malo es que una vez que se te pasa la curiosidad los problemas empiezan a ser evidentes, los cuales van desde jump scares forzados e inefectivos hasta dificultades para ver qué es lo que ocurre en los momentos de más acción debido a los retos con la iluminación y a la inestabilidad con la cámara que conlleva el formato. Además a eso hay que agregarle que la amenaza principal se siente totalmente improvisada y por lo consiguiente no existe el impacto necesario para construir situaciones de riesgo entretenidas. 

Dejando así una parte final en la que lo más peligroso termina siendo la falta de oxigeno y donde la mayoría de las cosas que suceden se sienten con poca importancia.

De las actuaciones se puede decir poco debido a las limitantes que afrontan, pero tampoco hay nada que te haga suponer que pudieron ser mejores. Mientras que en el tema de producción hay cosas interesantes: el trabajo de fotografía tiene altibajos (provocados principalmente por la locación), la dirección de arte es bastante buena, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: The Deep House es decepcionante. Un concepto interesante que se pierde en lo genérico del found footage.

Ojometro:
**

martes, 9 de noviembre de 2021

Crítica: Last Night in Soho (2021)

Película dirigida por Edgar Wright (Shaun of the Dead), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Krysty Wilson-Cairns. Se estrenó en cines el pasado 28 de octubre en México e hizo lo propio un día después en los Estados Unidos; recaudando hasta la fecha $12.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Eloise (Thomasin McKenzie) es una aspirante a diseñadora de modas que misteriosamente puede transportarse mientras duerme a la década de los 60s, donde se encuentra a una deslumbrante aspirante a cantante. Sin embargo, el glamur no es lo que aparenta ser y los sueños del pasado empiezan a sacar a la luz algo mucho más siniestro.


Comentarios generales:

El que Edgar Wright regresara al género de terror después de tantos años fue algo que provocó mucha emoción debido a que su forma de hacer cine suele ser del agrado de fans de distintas edades y eso provoca que sus películas se vuelvan cuasi mainstream sin que realmente lo sean. Tiene un sello único que atrae miradas y ciertamente con Last Night in Soho desde que se supo de su existencia las tuvo, convirtiéndola así en un trabajo sumamente trascendente dentro de este 2021 y que sin duda generará de todo, menos indiferencia.

Y no es porque lo presentado tenga intenciones de ser divisivo o sumamente polémico, sino mas bien porque nos topamos con una historia que por grandes lapsos resulta vibrante y con un potencial para lograr cosas importantes, pero también cuenta con algunas decisiones creativas que pueden causar una gran frustración dependiendo de lo que cada quien espere.

Con una primera mitad que se maneja de una manera casi perfecta al ponernos ante el personaje de Eloise y los contrastes que tiene de manera natural con su nuevo entorno, así como con la glamorosa Sandie. Logrando así una dinámica extremadamente atractiva por medio de la conexión que existe entre ambas durante los sueños, lo cual aporta glamur y mucha energía por la forma en que dichas escenas se encuentran construidas; dándole su debida importancia a cada personaje mientras de a poco se van soltando detalles con respecto al misterio que existe detrás de tanta aparente felicidad y perfección.

Un misterio que conforme se va develando hace que el tono de la película se torne más oscuro e incluso algo deprimente gracias al tema retratado (la explotación), además de que detona la aparición de fantasmas para incrementar los elementos de terror cuya presencia había sido limitada. Lo malo es que con dicha aparición llegan los problemas debido a que una vez que se establece su presencia el personaje de Eloise inicia una espiral descendente hacia la locura con la que, si bien se generan algunos momentos de gran intensidad, también se empieza a provocar una dinámica repetitiva que afecta el ritmo y hace que la parte final no sea tan interesante.

No al grado como para convertirla en una película del montón o mala ya que si cuenta con situaciones que valen la pena y añaden bastante fuerza; sin embargo, si se recurre al mismo recurso de forma exagerada hasta el punto en que se vuelve fastidioso. Sobre todo porque le quita importancia al tema de la explotación para enfocarse en un cierre más genérico.

Sobre las actuaciones la verdad es que Thomasin McKenzie lleva el peso de la película de manera destacada, combinando ese toque de inocencia y locura de manera muy bien balanceada para involucrarte de lleno con el personaje incluso durante la repetitiva parte final. Mientras que Anya Taylor-Joy (Sandie) aporta una dosis de elegancia y sufrimiento que hace su presencia muy relevante a pesar de que su tiempo en pantalla no es tan constante.

En cuanto a producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es genial, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos no son tan complejos pero están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: Last Night in Soho me gustó. Buena película que, como casi todo lo que ha hecho su director, te deja con la sensación de que pudo ser algo incluso más importante.

Ojometro:
****

viernes, 5 de noviembre de 2021

Crítica: Paranormal Activity: Next of Kin (2021)

Séptima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por William Eubank (Underwater) y escrita por Christopher Landon. Se estrenó a nivel mundial directamente por Paramaount+ el pasado 29 de octubre.

Sinopsis:

Margot (Emily Bader), una joven que fue abandonada por su madre cuando era bebé, viaja a una apartada comunidad Amish junto a un equipo de filmación para conocer a sus parientes y encontrar respuestas sobre su pasado.


Comentarios generales:

A pesar de que durante 2015 se dijo que “The Next Dimension” sería la última entrega, la verdad es que muy pocos lo creyeron debido a que Paranormal Activity es demasiado rentable como para dejarla en la congeladora y por ello cuando se anunció su regreso de manera exclusiva para Paramaount+ a nadie le tomó por sorpresa. Aunque lo que si fue sorpresivo fue saber que Next of Kin iba a ser un reinicio para la franquicia, lo cual parecía una decisión extraña considerando que esta no es tan vieja; sin embargo, una vez terminado el visionado cobró mucho sentido.

Y no es porque lo presentado por Eubank y Landon sea una maravilla, sino porque si logran construir de manera relativamente simple una nueva mitología que dará bastante contenido para los próximos años.

Todo por medio de una historia con la que no se rompen la cabeza en términos de originalidad y que durante la primera media hora no se diferencia mucho de otras tantas películas que manejan una premisa similar. Siendo lo más atractivo el ver como en cuanto a producción esta es la entrega más cuidada de todas y también como el tema del found footage en primera persona en está ocasión no es tan estricto debido a que el director realmente utiliza otros ángulos de cámara sin una justificación lógica cuando la escena así lo necesita.

Aspectos técnicos que son interesantes pero que no evitan que el visionado resulte aburrido debido a que no existen demasiadas situaciones para recordar desde el lado del terror y la extravagancia de la propia comunidad Amish se desgasta de manera rápida, aunque una vez que empiezan a salir a la luz los misterios que ocultan hay una mejoría evidente. Sobre todo porque el tono se vuelve más oscuro, se incrementan los jump scares y los aspectos satánicos logran generar algunos momentos de tensión efectivos para ir preparando el camino de lo que será una parte final en la que se ponen absolutamente todas las esperanzas para dejar un impacto positivo.

Algo que sin duda logran gracias a que es por mucho lo mejor de la película y en general lo que la salva de ser totalmente intrascendente. Sustentándose en una persecución que abarca diferentes escenarios y en general es puro caos del bueno; donde la violencia se magnifica para establecer precisamente un nuevo peligro que, en teoría, será la base de lo que podría venir en futuras secuelas.

Sobre las actuaciones tenemos lo habitual con una Emily Bader que hace un trabajo correcto en lo que se refiere a los gritos e intensidad que esta clase de historias necesitan. Además de que Dan Liper (Dale) como aporte cómico secundario tiene algunos momentos bastante graciosos con la comunidad.

En cuanto a producción, tal como lo mencione anteriormente, esta es la entrega más cuidada en ese sentido: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva. 

Opinión final: Next of Kin está apenas pasable. Entrega genérica a la que la salva su parte final, pero que definitivamente le dará nueva vida a la franquicia.  

Ojometro:
***

martes, 2 de noviembre de 2021

Crítica: Antlers (2021)

Película dirigida por Scott Cooper, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Henry Chaisson y Nick Antosca. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 29 de octubre, recaudando $6.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En un aislado pueblo de Oregon, la maestra Julia Meadows (Keri Russell) y su hermano se involucran con la preocupante situación de uno de sus estudiantes, cuyos oscuros secretos los llevarán a cruzar caminos con una criatura que va más allá de su comprensión.


Comentarios generales:

Realmente parecía que el destino de Antlers era quedar olvidada en alguna plataforma de streaming para rellenar su catálogo debido a que fue una de las principales afectadas de la compra de Fox por parte de Disney y de la pandemia ocasionada por el COVID-19. Por ello es que su estreno en cines es un logro por sí mismo y la verdad es que no pudo llegar en mejor momento, ya que no solo es de una de las mejores películas que salieron durante esta época de Halloween, sino también una de las mejores propuestas de todo el año.

Y es que lo que nos presenta Cooper es una historia que desde los primeros minutos te deja claro que será muy depresiva y oscura tanto por su estética general como por todo lo que vive el personaje de Lucas. Quien tiene que lidiar con situaciones como el bullying, la desnutrición o el abandono familiar mientras le hace frente a una situación aterradora para alguien de su edad y que es el medio para ir develando un misterio en el que lo importante realmente no es tanto saber qué fue lo que pasó, sino más bien qué diablos puede ocurrir si por alguna razón no logra mantener su frágil fachada.

Algo que en verdad resulta desgarrador de ver y que lleva su tiempo para desarrollarse plenamente, por lo cual puede que el ritmo no sea precisamente el más atractivo durante varios lapsos de la primera mitad; sin embargo, una vez que se expone el secreto la película entra en una dinámica que fluye de manera prácticamente perfecta. Magnificando la violencia para ir dejando unas muertes que aportan bastante impacto e inmediatamente incrementan la sensación de angustia y de peligro entre los personajes principales, quienes se ven superados por una problemática de la cual no les es fácil conseguir respuestas lógicas.

Llevando así a una parte final en la que los elementos sobrenaturales toman más relevancia y en donde, ahora sí, se le brinda mayor exposición al increíble monstruo. Lo cual añade un nivel de fuerza brutal a las acciones para tener un desenlace en el que el tema de los lazos de sangre sigue siendo fundamental, pero tampoco representa un impedimento para proporcionar un cierre potente que encaje con el tono oscuro que predominó durante las casi dos horas de duración.

En lo que se refiere en las actuaciones tenemos un elenco muy sólido, aunque hay dos en particular que destacan. La primera es la siempre confiable Keri Russell con un personaje que poco a poco va obteniendo fuerza y el segundo es el pequeño Jeremy T. Thomas (Lucas), cuya desesperación por tratar de mantener su pequeño mundo familiar a flote es básicamente el sustento de esta historia.

Sobre la producción tenemos una factura por demás cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte efectiva, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Antlers me gustó mucho. Película oscura y depresiva que definitivamente es una de las mejores de 2021.

Ojometro:
*****