viernes, 29 de septiembre de 2023

Crítica: No One Will Save You (2023)

Película escrita y dirigida por Brian Duffield. Se estrenó el pasado 22 de septiembre a nivel mundial por medio de Hulu (Estados Unidos), Star+ (Latinoamérica) y Disney+ (Europa/Asía).

Sinopsis:

Brynn (Kaitlyn Dever) vive exiliada en su casa de la infancia mientras llora las muertes de su madre y su mejor amiga. Su vida es solitaria y pacífica, hasta que una noche se encuentra un alíen dentro de su casa que la obligará a iniciar una batalla por sobrevivir.


Comentarios generales:

Queda claro que 20th Century Studios serán los encargados de producir las películas que en Disney sienten que no siguen la línea familiar y eso es una gran noticia debido a que, de momento, se ha podido ver que los han dejado trabajar con libertad. Lo único malo es que pareciera que las producciones de terror pensadas para los servicios de streaming no son algo prioritario y por lo consiguiente no hacen mucho para promocionarlas, dejando que proyectos como No One Will Save You pasen bastante desapercibidos.

Lo cual es triste porque lo traído por Duffield vale mucho la pena debido a que convierte una premisa simple en algo que se siente fresco sin serlo en realidad. Esto por medio de una historia que arranca exponiendo puntos base con respecto a Brynn como su soledad o el evidente rencor que le tiene el resto de la comunidad, pero que en una decisión ciertamente arriesgada expone a los aliens justo pasados los 10 minutos de haber iniciado para generar una sorpresa importante desde muy temprano y establecer el ritmo frenético que será predominante.   

Combinando escenas suspenso con otras de acción para construir una dinámica muy entretenida en la que nuestra protagonista se ve obligada a mostrar un instinto de supervivencia extremo y pelear sin respiro con cualquier recurso que tenga a su alcance bajo un escenario en el que es claro que tiene una gran desventaja, no solo por la amenaza alienígena, sino porque en verdad se encuentra totalmente sola. Añadiéndole así una sensación de riesgo muy elevada que solo se va incrementando conforme tiene encuentros con distintas clases de aliens, quienes al volverse más raros en cuanto a su diseño también hacen que el incremento en el nivel de intensidad sea notorio. 

Dejando todo preparado para una parte final que sin duda será lo más problemático para muchas personas debido a que toma un rumbo extraño más cargado hacía el sci-fi, mientras al mismo tiempo reduce las dosis de acción con el propósito de aclarar la pregunta clave (¿Por qué el pueblo no quiere a Brynn?). Teniendo como resultado un desenlace con un giro que puede generar tanto sorpresa como desencanto dependiendo de cual sea la interpretación que se le dé al peculiar cierre.

En lo que se refiere a las actuaciones, este es el show de Kaitlyn Dever y honestamente su trabajo es bastante impresionante considerando que no hay diálogos y no interactúa con ningún otro actor el 98% del tiempo. Ofreciendo una dualidad interesante como esta persona tranquila a la que no le afecta vivir en soledad, pero a la vez tiene un instinto de supervivencia enorme cuando se trata de combatir por su vida.

Y en cuanto a producción nos encontramos con una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sencilla, el score es sólido, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos tienen ciertos altibajos al sustentarse mucho en el CGI y la labor de maquillaje es muy simple.

Opinión final: No One Will Save You me gustó. Buena película de aliens con bastante acción, aunque puede que no sea para todo el mundo (sobre todo por su final).

Ojometro:
****

martes, 26 de septiembre de 2023

Crítica: Natty Knocks (2023)

Película dirigida por Dwight H. Little (Halloween 4: The Return of Michael Myers) y escrita por Benjamin Olson. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que a México llegó a las salas de cines el pasado 21 de septiembre.

Sinopsis:

En la víspera de Halloween, Britt Henderson (Charlotte Fountain-Jardim) y los niños a los que tiene que cuidar deben de tratar de sobrevivir la amenaza de un peligroso asesino que azota al pequeño pueblo donde viven.


Comentarios generales:

Si algo tiene México es que suele ser un mercado rentable para el cine de terror y no es raro que, películas que en otros países se estrenan solo en VOD, acá si lleguen a las salas de cine. Situación que se podría pensar que es genial, pero en realidad la mayoría de las veces solo se trata de una medida desesperada por parte de los estudios para sacar algo de dinero como sea y con ello llenan la cartelera de proyectos mediocres como Natty Knocks.

Un slasher cuya única razón para verla es la presencia de iconos del género como Robert Englund (Mr. Meredeth), Danielle Harris (Diane) y Bill Moseley (Abner Honeywell), ya que realmente lo traído por Little no se sostiene por ningún lado y se siente como una película de hace 30 o 40 años. Lo cual en gran parte se debe a que la historia pretende manejar fundamentos típicos del slasher y combinarlos con un elemento sobrenatural que en ningún punto logran integrarlo de manera adecuada, siendo factor fundamental para esto el hecho de que el asesino queda relegado a un segundo plano durante la primera mitad del filme para brindarle más atención a un elenco infantil desesperante con problemas familiares que no te podrían importar menos.

Provocando con esto que no se pueda profundizar demasiado sobre Abner Honeywell y por lo consiguiente existan muy pocas muertes durante un periodo considerable de tiempo. Situación que tratan de disimular un poco por medio de una investigación que en todo momento se siente demasiado apresurada al estar construida con puros sucesos circunstanciales que no ayudan en lo absoluto a generar el impacto necesario para que nuestro asesino se pueda manifestar como esa amenaza tan terrible que se supone que es.

Un problema que evidentemente hace que el camino rumbo a la parte final carezca de emociones y se apueste todo a que sean precisamente los minutos finales los que aporten todas las necesarias para salvar las cosas. Algo que no logran hacer, aunque por lo menos el desenlace si tiene un poco más de intensidad y trata de darle cierto sentido al aspecto sobrenatural (sin mucho éxito).

Con respecto a las actuaciones, sin duda quien deja una mayor impresión es Bill Moseley y Charlotte Fountain-Jardim no hace un mal trabajo para ser debutante. Sin embargo, todo lo que respecta al casting infantil/adolescente es insufrible y eso hace que la experiencia resulte aún más difícil de digerir.

Y en cuanto a producción tampoco tiene mucho para presumir: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no destaca, el score es genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje poco arriesgada.

Opinión final: Natty Knocks es mala. Un slasher pobre del que difícilmente se acordarán una semana después de haberlo visto.

Ojometro:
**

viernes, 22 de septiembre de 2023

Crítica: The Last Voyage of the Demeter (2023)

Película dirigida por André Øvredal (The Autopsy of Jane Doe), cuyo guión fue co-escrito por Bragi F. Schut y Zak Olkewicz. Se estrenó en cines a nivel mundial durante el mes de agosto, recaudando solo $21.5 millones de dólares en taquilla; mientras que su salida en formato físico se dio el 29 de ese mismo mes.

Sinopsis:

En julio de 1897 el barco mercantil Demeter sale de Varna, Bulgaria a Londres con un cargamento de varias cajas grandes de madera. Aunque su tripulación no sabe que dentro de estas llevan a alguien muy peligroso, a quien los rumanos llaman Drácula.


Comentarios generales:

Tratar de refrescar una obra que lleva siendo expuesta al público desde hace más de cien años es probablemente una de las tareas más complicadas dentro del cine de terror, ya que parece que todo ha sido contado. Sin embargo, The Last Voyage of the Demeter ofrecía esa rara oportunidad de novedad al estar basada en un fragmento del que se sabe poco y eso la convertía en una de las películas más intrigantes del año, aunque al final no ha sabido aprovechar del todo está posición tan privilegiada.  

Esto porque lo traído por Øvredal claramente se ve limitado por el poco contenido que existe en el material base y en su afán por querer darle más sustancia a las cosas nos pone frente a una historia que tarda en volverse interesante. En gran parte porque la constante ausencia en pantalla de Drácula obliga que las acciones giren alrededor de un protagonista poco carismático cuyas interacciones con el resto de la tripulación no dejan nada memorable y básicamente depende de la integración de un nuevo personaje para que su existencia tenga sentido.

Siendo este nuevo personaje (Anna) lo que añade la frescura esperada al proporcionar una justificación lógica para que Drácula inicie su matanza y cambie lo que siempre se ha asumido sobre el viaje del Demeter, aunque durante el proceso todavía se toman varios minutos para exponerlo plenamente y mejor optan por construir escenas de suspenso que incrementen de manera importante la paranoia de la tripulación. Provocando así que el ritmo no sea el más dinámico durante la primera mitad de la película, pero afortunadamente conforme van llegando las muertes esto se corrige y la experiencia se vuelve entretenida.

No solo por el hecho de que se puede ver más sangre y violencia, sino porque genuinamente logran que las apariciones de Drácula resulten intensas gracias a la manera en la que asecha a sus víctimas, lo cual eleva el nivel de tensión y conforme va haciéndose cargo de todos la sensación de desesperación entre los personajes restantes se incrementa de gran manera.

Algo que beneficia a una parte final que por momentos puede llegar a ser desesperante ante la toma de decisiones para enfrentarlo, pero que en términos generales logra proporcionar un desenlace agradable que cuenta con cierta espectacularidad. Además de que, si bien no cambia lo que ya todos conocemos por la obra de Bram Stoker, al menos trata de dejar una base para una improbable secuela.

Las actuaciones están bien, no hay nadie que destaque de manera importante, pero ver a Liam Cunningham (Capitán Elliot) y a David Dastmalchian (Wojche) siempre es agradable. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje de primer nivel.

Opinión final: The Last Voyage of the Demeter no está mal. Definitivamente la idea daba para más, pero vale la pena checarla.

Ojometro:
***

martes, 19 de septiembre de 2023

Crítica: A Haunting in Venice (2023)

Película dirigida por Kenneth Branagh y escrita por Michael Green, la cual está basada en la novela “Hallowe'en Party” de Agatha Christie. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 15 de septiembre, recaudando hasta la fecha $37.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En 1947, el detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) se ha retirado y vive en Venecia sin aceptar docenas de casos que llegan cada día a su puerta. Sin embargo, cuando una vieja amiga lo convence de ir a una sesión espiritista donde se lleva a cabo un asesinato, este regresará a sus viejos hábitos para resolver el crimen.


Comentarios generales:

Es curioso cómo a veces funciona el cine de terror gracias a todos los subgéneros que le proporcionan una amplia variedad de opciones para tratar de llegar a distintos tipos de público, ya que realmente nunca me imaginé que estaría escribiendo sobre una secuela de “Death on the Nile” en este blog. Son cosas que pasan y como preámbulo de la siempre demandante época de Halloween la verdad es que A Haunting in Venice no es una mala opción para ir calentando motores.

Y es que si bien lo presentado por Branagh siempre deja muy en claro que se trata de una película de misterio y crimen, lo cierto es que tampoco rehúye a integrar cosas como leyendas o presuntas apariciones de fantasmas para poner en jaque el escepticismo del personaje principal. Siendo esto siempre el punto central de la historia, aunque durante el primer acto se contiene un poco para poder brindar el contexto detrás de la sesión espiritista bajo una atmósfera un tanto tétrica y presentar a un extenso grupo de personajes que a su modo guardan muchas peculiaridades, logrando con esto que desde muy temprano exista un gran número de sospechosos creíbles para cuando el asesinato se lleve cabo.

El cual no solo añade un shock significativo, sino que además también proporciona una sensación de peligro suficiente que incrementa las dudas con respecto a los involucrados y además ayuda a mantener el misterio intacto por una mayor cantidad de tiempo gracias a lo sorpresiva que resulta la víctima. Complementando todo esto con un ritmo ágil y, sobre todo, con una serie de momentos puntuales diseñados con la intención de llevar la investigación de Poirot por caminos en donde su razonamiento lógico se ve afectado por situaciones difíciles de explicar al contar estas con elementos más fantasiosos que mantienen el lado del terror presente de manera discreta.

Dejándonos así con una parte final que necesita responder varias preguntas que han quedado en el aire y afortunadamente lo hace de manera efectiva durante un desenlace que no es tan intenso, pero que si cuenta con la suficiente claridad para que las revelaciones más importantes tengan el impacto necesario. Dejando solo la interrogante sobre si había o no algo sobrenatural detrás para que sea el propio espectador quien saque sus conclusiones al respecto.  

En lo que se refiere a las actuaciones nos encontramos con un Kenneth Branagh que lo hace bastante bien con un personaje cuya personalidad y apariencia son extravagantes por naturaleza, pero que gracias al escepticismo que maneja logra evitar que caiga en lo caricaturesco. Además de que está apoyado por un grupo de secundarios sólido, siendo Michelle Yeoh (Joyce Reynolds) y Camille Cottin (Olga Seminoff) quienes más destacan.

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy simple.

Opinión final: A Haunting in Venice me gustó. Buena película de misterio/crimen para pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 15 de septiembre de 2023

Crítica: The Misstress (2023)

Película escrita y dirigida por Greg Pritikin. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una pareja de recién casados se muda a la casa de sus sueños, donde descubrirán una colección de cartas con cien años de antigüedad escritas por una mujer que se suicidó después de ser abandonada por el antiguo dueño. 


Comentarios generales:

Cuando una película hace ruido en festivales se tiene que ser cuidadoso con las expectativas debido a que, si bien hay casos en los que dicho ruido está justificado, la mayoría de las veces este se encuentra sustentado en una serie de intereses y amiguismos que forman parte de esta industria. Así que cuando empecé a escuchar tantas cosas buenas sobre The Misstress sin ser precisamente un trabajo con muchos reflectores mis dudas se dispararon y después de verla me quedó claro que estaban justificadas.

Esto porque lo traído por Pritikin pretende aparentar más de lo que realmente es por medio de una historia con ideas simples con las cuales se puede construir algo aceptable, pero que en su afán por querer darle muchas vueltas termina haciendo que el espectador se aburra. Lo cual durante los primeros 15/20 minutos pudiera no ser tan evidente porque la presentación de los personajes y la exposición de las cartas se da de una forma genérica; sin embargo, conforme se van exponiendo las anomalías que se viven dentro de la casa se empiezan a percibir dudas con respecto a cómo establecer una amenaza convincente.

Provocando así que la simpleza vaya desapareciendo poco a poco al combinar la cuestión sobrenatural ligada a las cartas con una problemática demasiado rebuscada ligada a un stalker, cuya meta claramente es generar dudas, aunque en el proceso dichas dudas jamás se dan porque es muy obvio que lo segundo no tiene demasiada lógica. Situación que solo hace que con el pasar de los minutos la dinámica resulte repetitiva y como consecuencia de eso el ritmo se vuelva pesado, incluso cuando durante el segundo acto se hacen ciertos esfuerzos por construir escenas que pongan a Parker en contratiempos y así generar una sensación de paranoia que pueda añadir un poco de intensidad a las cosas.

Algo que no logra porque la parte final carece de grandes emociones y ante esto se tiene que apostar por un giro poco efectivo. No tanto porque la idea en si me parezca mala, sino porque todo lo previo está tan mal construido que en realidad queda como un recurso forzado para conseguir un shock barato durante la conclusión.  

Las actuaciones no diría que son terribles, pero en realidad ninguna significa un valor extra para el filme. Mientras que la producción tampoco tiene mucho para destacar: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es simple, el score genérico, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: The Misstress es mediocre. Thriller psicológico del montón que se les olvidará en un par de días.

Ojometro:
**

martes, 12 de septiembre de 2023

Crítica: The Nun II (2023)

Secuela dirigida por Michael Chaves (The Conjuring: The Devil Made Me Do It), cuyo guión fue co-escrito por Ian Goldberg, Richard Naing y Akela Cooper. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos el 6 y 8 de septiembre respectivamente; recaudando hasta la fecha $88.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Francia: 1956. Un sacerdote es asesinado y el mal se vuelve expandir por Europa, haciendo que la Hermana Irene (Taissa Farmiga) salga de su exilio para enfrentar nuevamente a la monja demonio Valak.


Comentarios generales:

El consenso con la primera entrega fue que se trató de una decepción y que en definitiva era la película más floja del universo cinematográfico de “The Conjuring”, dejando un signo de interrogación sobre su futuro dentro de este. Sin embargo, al ser Valak un personaje tan interesante que cuenta con una gran popularidad resultaba difícil pensar que WB la dejaría en el olvido y hacer una secuela para tratar de recomponer el rumbo parece que fue la decisión correcta.

Y es que The Nun II si es una mejora con respecto a lo visto en 2018 debido a que lo traído por Chaves se siente como una historia mejor pensada para explotar al popular demonio y, de paso, darle un mayor peso a Irene dentro de este universo. Aunque no sin tener que pasar por ciertos obstáculos al momento de desarrollarla, ya que hay que decir que los primeros treinta minutos no son precisamente lo más emocionantes al sustentar mucho de lo que ocurre en la generación de una atmósfera oscura y algunos jump scares mientras se trata de encontrar el balance correcto para volver interesantes las acciones que se desarrollan desde dos frentes distintos.

Una situación compleja gracias a que lo que pasa en el colegio es más llamativo que la investigación de Irene y como consecuencia el ritmo se torna algo inconsistente, pero con el pasar de los minutos este se va estabilizando conforme se empiezan a revelar las motivaciones de Valak. Construyendo con esto momentos visualmente atractivos que explotan a la perfección toda la oscuridad que rodea a nuestra monja favorita y que ayudan a tener un segundo acto en el que se simplifican varias cosas para dar paso a algo más ágil con lo que se pueda elevar el nivel de riesgo bajo el objetivo de hacer que la parte final resulte emocionante.

La cual sin duda cumple con dicho propósito porque los últimos 25 minutos están llenos de acción sin respiro. Ofreciendo escenas que no solo se limitan al típico exorcismo, sino que aprovechan toda la locación con el fin de establecer la omnipotencia de la amenaza por medio de distintos peligros que proporcionan la violencia, intensidad e impacto necesarios para que el desenlace se sienta como algo trascendente.

Las actuaciones no están mal con una Taissa Farmiga que hace un trabajo correcto como el principal adversario de Valak en esta ocasión. Mientras que Katelyn Rose Downey (Sophie) y Jonas Bloquet (Maurice) logran plasmar en pantalla una amistad muy sólida que ayuda a sentir mayor empatía por el personaje de este último.

En cuanto a producción volvemos a tener una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido es brutal, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje está impecable.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Nun II está entretenida. Una mejora con respecto a la anterior que les va a hacer pasar un buen rato.

Ojometro:
*** 

viernes, 8 de septiembre de 2023

Crítica: Marry F*** Kill (2023)

Película dirigida por Caroline Labreche, cuyo guión fue co-escrito por Ian Carpenter y Aaron Martin. Se estrenó dentro de los Estados Unidos por medio de Tubi el pasado mes de abril, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después del suicidio de Beth (Devin Cecchetto), cinco de sus antiguos amigos atienden a su funeral y se quedan en su abandonado hogar. Aunque estando ahí aprenderán que un antiguo juego que ellos jugaban durante sus años en la universidad ha regresado para atormentarlos.


Comentarios generales:

En el último par de años Tubi ha apostado bastante por el cine de terror gracias a que se dieron cuenta de su rentabilidad a bajo costo y eso es algo que no se puede dejar de reconocer. Sin embargo, entre esta ola de apoyo también se han vuelto el blanco de muchas críticas debido a que sus producciones dejan mucho que desear y la verdad dudo que dicha tendencia negativa vaya a cambiar con Marry F*** Kill.

Y es que lo traído por Labreche pretende vendernos la idea de que será provocativa por medio del sexo, pero en realidad termina siendo una historia de demonios y fantasmas demasiado estándar en la que puedes descifrar con mucho tiempo de anticipación la mayoría de las cosas que ocurren. Algo que se vuelve perjudicial desde temprano ya que ante tanta predictibilidad la experiencia se torna demasiado aburrida de forma rápida, llevándonos por situaciones en las que este grupo de amigos transitan bajo todos los clichés posibles esperando que se pueda generar un poco de suspenso con respecto a lo que ocurre dentro de la casa y, de paso, integrar de la forma menos orgánica un tipo de habilidad especial con uno de los personajes.

Todo lo anterior con una efectividad muy baja y por lo consiguiente haciendo que durante el segundo acto se tenga que recurrir a cosas que se sienten constantemente fuera de lugar para hacer un poco más interesante el desarrollo. Sobre todo cuando llega el momento de empezar a construir escenas que añadan algo de tensión a las acciones considerando los riesgos que se vuelven evidentes para los involucrados, lo cual lleva a los que son los minutos más intensos del filme por medio de muertes poco imaginativas y una revelación que no añade ningún tipo de sorpresa, más si termina integrando por completo la cuestión demoniaca.

Ante eso la parte final resalta a su modo, no tanto porque sea buena, sino porque al menos presenta algo que se sale de lo genérico que se estuvo viendo previamente. Brindando mayor contexto con respecto a la situación de Beth y dejando un cierre que, aunque absurdo, concluye esto sin dejar nada al aire.

Sobre las actuaciones hay que decir que no son terribles, pero tampoco presentan nada que destaque de gran forma. Mientras que en producción es de un presupuesto discreto para TV: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es genérico, el trabajo de sonido limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta muy simple.

Opinión final: Marry F*** Kill es mediocre. Película poco interesante que por fortuna se perderá en la intrascendencia.  

Ojometro:
**

martes, 5 de septiembre de 2023

Crítica: ZOM 100: A Bucket List of the Dead (2023)

Adaptación del manga del mismo nombre, la cual está dirigida por Yusuke Ishida y escrita por Tatsuro Mishima. Se estrenó a nivel mundial el pasado 3 de agosto por medio de Netflix.

Sinopsis:

Akira Tendo (Eiji Akaso) es un joven empleado de oficina que es explotado por su jefe, trabaja horas extra y no tiene vida propia. Aunque un día descubre que para volverse a sentir vivo lo único que necesitaba era que iniciara un… ¿apocalipsis zombie?


Comentarios generales:

A pesar de que he escuchado sobre el manga, la verdad es que no lo he leído y por ello mi conocimiento sobre esta adaptación es muy limitado, así que evidentemente no puedo saber si es fiel o no al material base. Aunque lo que si podía saber con tan solo ver el trailer es que ZOM 100: A Bucket List of the Dead no iba a ser una experiencia común y en definitiva causaría opiniones divididas gracias a su manera de lidiar con la temática zombie, lo cual fue lo que pasó.

Y es que lo traído por Ishida es una historia de zombies muy ligera en la que estos tienen poca relevancia y en la que el nivel de tolerancia hacía la personalidad extravagante de nuestro protagonista resultará fundamental para poder disfrutarla o de plano detestarla, sobre todo durante un primer acto en donde él es el principal punto de diferenciación dentro de este mundo apocalíptico que no tiene nada distinto a otros tantos que ya hemos visto. Donde su actitud positiva e ingenua es el medio para ir construyendo momentos cómicos que en ocasiones funcionan y en otras no tanto, provocando así que exista cierto tedio desde muy temprano dado a que pasada la novedad de la lista no parece que las cosas vayan hacia ningún lado.

Algo que va cambiando poco a poco una vez que Akira empieza a interactuar con otros personajes de manera continua, no solo porque con ello se integra de manera más relevante a los zombies en ciertas escenas de acción, sino también porque Kencho y Shizuka hacen que su actitud se vuelva más digerible sin que se altere demasiado el tono ligero que vemos desde el inicio. Logrando con esto que sus metas vayan evolucionando y se vuelvan más significativas a pesar de su simplicidad, aunque esto conlleva a que una vez más entremos a terrenos demasiado pasivos en los que ocurren pocas emociones y, peor aún, se sienta que el tiempo de duración es más largo de lo que debería.

Ante esto los últimos 35 minutos quedan en una posición compleja y más cuando se muestra que se retomará la problemática inicial de Akira; sin embargo, a pesar de todo logran sacarlos adelante. En parte porque el ritmo se vuelve ágil, pero principalmente por la presentación de una de las criaturas zombie más ridículas que recuerde y que entre lo absurdo de su propia naturaleza termina añadiéndole un toque de acción importante al desenlace para que por lo menos no te deje totalmente indiferente.

Las actuaciones son algo complicado de analizar porque están pensadas para imitar lo que sería una adaptación en anime, exagerando el comportamiento de los personajes al extremo y subiendo el tono de voz de manera importante. Objetivo que logran, pero la verdad es que Eiji Akaso puede llegar a desesperarte muy rápido y, salvo por una excepción (Mai Shiraishi como Shizuka), el resto del elenco es similar en ese sentido.

Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no están nada mal y la labor de maquillaje es de muy buen nivel.

Opinión final: ZOM 100: A Bucket List of the Dead está ok. Comedia de zombies extravagante que causará división, pero no está de más checarla.

Ojometro:
***

viernes, 1 de septiembre de 2023

Crítica: Resident Evil: Death Island (2023)

Película dirigida por Eiichiro Hasumi (Re/Member) y escrita por Makoto Fukami. Se estrenó en cines dentro de algunos mercados como Japón y México a inicios de julio, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el 25 de julio.

Sinopsis:

Un brote del Virus-T en San Francisco lleva a investigar la Isla de Alcatraz, donde los mejores agentes de la BSAA y la DSO tendrán que lidiar con una nueva amenaza que ha tomado el lugar.


Comentarios generales:

Para este punto creo que todo mundo va a concordar en que, cuando se trata de proyectos en cine, la franquicia de Resident Evil no es precisamente la más confiable y después de tanto tiempo pareciera que simplemente nunca van a encontrar la fórmula correcta para trasladar lo que se ve en el videojuego a la pantalla grande. Sin embargo, cuando hablamos de su universo animado las cosas no parecen ir tan mal y Resident Evil: Death Island deja en claro que cada vez se encuentra más cerca de ofrecer esa experiencia definitiva que tanto esperan sus fans.  

Y es que de entrada lo presentado por Hasumi junta a Chris Redfield, Jill Valentine, Leon S. Kennedy, Claire Redfield y Rebecca Chambers en un intento por complacer a todo mundo con los que son los personajes más populares, lo cual le agrega un interés inmediato a una historia simple que limita la aparición de los zombies clásicos durante la primera media hora y que compensa muchas cosas la mayor parte del tiempo integrando alguna que otra de escena de acción para no caer en la monotonía.

Situación que no es perjudicial dado a que todo se va desarrollando a un ritmo agradable y de una manera bastante bien estructurada para llevar a los populares protagonistas a Alcatraz durante el primer acto y posteriormente ir revelando lo que hay verdaderamente detrás del nuevo brote. Esto último siendo lo que aporta cierto nivel de originalidad por medio de un villano cuyas motivaciones son diferentes a las que estamos acostumbrados, aunque estas en realidad carecen de lógica y por lo consiguiente hacen que el segundo acto se pierda en acciones un tanto confusas con las que no se logra construir nada particularmente memorable.

Dejando que sea la parte final la que se encargue de eso al estar totalmente cargada de acción por medio de una amenaza que cumple en el apartado de espectacularidad para que nuestros héroes puedan lucir plenamente. Ofreciendo así un desenlace lleno de disparos y colaboraciones geniales con las que se logra establecer el vinculo cercano que existe entre ellos, a pesar de que es la primera ocasión que los vemos a todos juntos en pantalla dentro de este universo.

En el aspecto técnico la película es bastante buena al tener una animación con un nivel de detalle alto en los personajes, los escenarios y sobre todo en escenas caóticas que exigen mucho trabajo por la cantidad de cosas que ocurren al mismo tiempo. Igualmente, el trabajo de sonido es de gran calidad al proporcionar buenas mezclas para distintos tipos de ambientes y claridad en los diálogos; sin embargo, también hay que decir que el score apenas es perceptible durante todo el metraje.

Opinión final: Resident Evil: Death Island está ok. Película muy básica, pero sin duda el mejor trabajo animado de la franquicia hasta el momento.

Ojometro:
***