jueves, 29 de diciembre de 2016

Ojo Awards: Lo mejor del 2016

Para varios el 2016 pasará a los libros de historia como uno de los peores años recientes que se recuerden debido a varios sucesos que lo marcaron; sin embargo, si se trata del cine de terror, puedo decir que sin lugar a dudas ha sido de los mejores en bastante tiempo. Ya que contamos con varias propuestas de alto calibre y otras tantas más que provocaron un buen sabor de boca para dejar la balanza mucho más equilibrada dentro de un género que se caracteriza por regalarnos muchos bodrios de manera constante.

A nivel taquilla también se puede decir que fue positivo. Hubo tres películas que se colocaron dentro del top 50 de recaudación a nivel mundial (The Conjuring 2 siendo la más exitosa con $320.3 millones de dólares) y trece dentro del top 100; con varias superando las proyecciones iniciales. Aunque también dentro de estas hubo alguno que otro fracaso que se quedó más corto de lo esperado (Blair Witch y The Boy). 

Y bueno… ya para no darle más vueltas al asunto, aquí dejo lo que en lo que en mi opinión personal fue de lo mejor en este año por medio de la quinta edición de los Ojo Awards. Los cuales por cuestiones de tiempo ahora ya no serán extensos como en años anteriores y que como siempre están basados exclusivamente en todas las películas de las que escribí en el blog a lo largo de los 365 días del año.

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Mejor Maquillaje: Bite


2.- Baskin
3.- The Mildew From Planet Xonader


Mejores Efectos Especiales: The Shallows 


2.- 10 Cloverfield Lane
3.- Train to Busan


Mejor Score: The Conjuring 2


2.- 10 Cloverfield Lane
3.- Darling


Mejor Dirección de Arte: The Witch


2.- The Neon Demon
3.- 10 Cloverfield Lane


Mejor Fotografía: The Neon Demon


2.- The Witch
3.- The Conjuring 2


Mejor Actriz: Kate Siegel (Hush)


2.- Zoe Kazan (The Monster)
3.- Lauren Ashley Carter (Darling)


Mejor Actor: John Goodman (10 Cloverfield Lane)


2.- Stephen Lang (Don’t Breathe)
3.- Ralph Ineson (The Witch)


Mejor Director: Robert Eggers (The Witch)


2.- Sang-ho Yeon (Train to Busan)
3.- James Wan (The Conjuring 2)



Mejor Guión: The Witch 


2.- The Eyes of My Mother
3.- Hush



Mejor Película: The Witch


Una decisión muy complicada de tomar debido a que por lo menos 5 o 6 películas reunían todo lo necesario para llevarse esta distinción, pero al final me he decidido por la que sin duda fue la propuesta más arriesgada entre estas.

The Witch es la película definitiva sobre brujas y lo logra sin darle mucha relevancia a los conceptos fantásticos conocidos en esta clase de historias, ya que Robert Eggers utiliza un enfoque mucho más realista para generar un potente conflicto que durante toda la película juega con el espectador para nunca revelar que es realidad y que es fantasía bajo un entorno extremadamente depresivo. Con actuaciones estupendas, una ambientación que raya en la perfección y un diseño de producción que no parece de una película que solo tuvo un presupuesto de tres millones de dólares. 


Top 10

1.- The Witch
2.- Train to Busan
3.- 10 Cloverfield Lane
4.- The Conjuring 2
5.-
The Autopsy of Jane Doe
6.- 
Don’t Breathe
7.- Green Room
8.- Hush
9.- The Monster
10.- Scare Campaign


Mención honorífica: The Eyes of My Mother, Patient Seven, Emelie, The Blackcoat's Daugther, Ava's Possesions 

lunes, 26 de diciembre de 2016

Las peores películas del 2016

Está a punto de terminar el 2016 y no podía faltar esta prestigiosa lista sobre aquellas películas que personalmente me parecieron lo peor que vi durante el año. Esos trabajos que por breves momentos me hicieron preguntarme si los veo por gusto o por el simple hecho de que me gusta sufrir intencionalmente.

La verdad debo de decir que, a comparación de años anteriores, este fue uno en donde no hubo tantas películas que me parecieran exageradamente terribles. Sin embargo, si fue otro año peleado para encontrar a la merecedora del Ojo Sangrante debido a que varias estaban en el mismo nivel; aunque al final la “ganadora” si realizo los méritos suficientes para casi hacerme dejar de verla a la mitad del metraje. 

* La lista está hecha en base a lo que vi y critiqué en el blog, además de que no tienen ningún tipo de orden especifico.

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Little Dead Rotting Hood


La película que volvería a matar a Charles Perrault y a los hermanos Grimm.

Zoombies


The Asylum en su máximo esplendor tratando de copiar a Jurassic Park.

Ratter


El vlog más aburrido de la historia: protagonizado por Ashley Benson.

Cabin Fever


Un copy-paste innecesario que nadie pidió.

Serial Kaller


Un slasher cuasi porno que ni en Pornhub verían. 

All Hell Breaks Loose


Cine serie b en su máxima decadencia. 

Martyrs


El claro ejemplo de cómo destruir un material original sublime. 

Satanic


Un sinsentido satánico del que pocos querrán acordarse. 

The Amytyville Terror


La historia genérica de Amytyville de cajón para cada año. 

On the Brain


La peor carne de res de la historia. 

The Girl in the Cornfield


Un trabajo independiente con estándares mínimos de calidad. 

Blair Witch


Una película del montón a la que solo le añadieron un título llamativo.

All Girls Weekend


Una de las expediciones más genéricas que se puedan ver. 

Cell


Otra adaptación que hará enojar a Stephen King.


EL OJO SANGRANTE 2016

The Final Project



Entre tantas opciones tentadoras este año, sin duda la película que peor me hizo sentir fue un found footage. Algo que no es tan sorprendente, pero realmente ya tenía tiempo que no veía una atrocidad tan grande en este siempre polémico subgénero.

The Final Project es, en verdad, algo que parece un proyecto escolar. No solo por el hecho de que es un dolor de cabeza poder ver o escuchar con claridad lo que pasa gracias al pésimo trabajo de producción, sino porque también se trata de una de las historias más huecas que me haya tocado ver; donde su principal highlight es nada más y nada menos que un ridículo juego de confesiones. 

jueves, 22 de diciembre de 2016

Crítica: The Autopsy of Jane Doe (2016)


Película dirigida por André Øvredal (The Troll Hunter), cuyo guión fue co-escrito por Ian B. Goldberg y Richard Naing. Se estrenó directamente en VOD apenas el pasado 20 de diciembre dentro de los Estados Unidos, aunque su salida en otros mercados y en formato físico está planeada para 2017.

Sinopsis:

Un padre y su hijo reciben el cadáver de una víctima de un misterioso homicidio en su morgue familiar, la cual no presenta ninguna aparente causa de muerte. A dicho cadáver se le nombra Jane Doe hasta que la identifiquen, pero mientras realizan su trabajo empezarán a encontrar bizarras pistas que irán revelando aterradores secretos.



Comentarios generales:

Hoy en día es complicado llegar en blanco al momento de ver una película debido a que, en su afán por querer atraer público, los estudios suelen sacar varios trailers e imágenes promocionales que revelan muchísimo de la trama. Ese fue el caso de The Autopsy of Jane Doe, un trabajo del que se dieron a conocer muchas cosas antes de su estreno y por lo cual tenía bastante temor sobre el resultado final debido a que parecía que lo habían contado todo; sin embargo, para mi total sorpresa, ese no fue el caso.

Lo cual podría sonar un poco extraño porque de entrada no parece que se pueda añadirle demasiado a una historia que se centra en una autopsia, pero es ahí cuando vemos la verdadera habilidad que tiene Øvredal tras la cámara, ya que después de una introducción diseñada principalmente para establecer el misterio y un posible conflicto familiar, las cosas fluyen de manera casi perfecta. Esto porque el proceso de la autopsia es muy interesante de seguir debido a que cada análisis va añadiendo más dudas sobre lo que le ocurrió a esta chica, uniendo cada pieza de este complejo rompecabezas para ir desarrollando poco a poco un nivel de tensión lo suficientemente alto para que cualquier cosa ajena a lo que ocurre dentro o fuera de la morgue (especial atención con la grabadora) pueda hacer explotar esto.

Y es que no miento, uno como espectador se la pasa esperando a que de la nada el cadáver se levante; tenerlo ahí todo el tiempo genera una inquietud particular que sirve como despiste para que todos los sustos fáciles resulten efectivos, incluso aquellos que a mi parecer usan en exceso. En especial durante un segundo acto que cambia la dinámica para poder empezar a explotar de mejor manera la cuestión supernatural y con ello agregar más elementos con los que se pueda aprovechar este particular escenario en el que los protagonistas están completamente indefensos, así como también para jugar un poco sobre si lo que les ocurre es real o ambos cayeron en la locura extrema.

La parte final puede que sea con la que muchos no queden del todo satisfechos y eso en gran parte se debe a que es donde el aspecto supernatural de la historia toma más relevancia, provocando así un contraste muy marcado con los dos actos previos. Algo que personalmente no encontré problemático gracias a que el director sigue manteniendo un balance adecuado y logra que el desenlace, además de sorpresivo, también resulte potente sin tener que recurrir a cosas tan extremas en el aspecto visual.

Las actuaciones son muy buenas, Emile Hirsch (Austin) y Brian Cox (Tommy Tilden) muestran una gran química en pantalla como padre e hijo; aunque es este último quien con pequeños detalles termina por volver momentos, en teoría intrascendentes o simples, en unos muy satisfactorios de ver. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía es el adecuado, la dirección de arte es bastante buena, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje está extremadamente bien cuidada.

Opinión final: The Autopsy of Jane Doe es una manera inteligente de presentar una combinación de misterio/supernatural. Altamente recomendable.

Ojometro:
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Di mi parte les deseo una feliz navidad a todos los lectores de El Ojo del Horror. 

martes, 20 de diciembre de 2016

Ash vs. Evil Dead: Segunda temporada



Hace unos cuantos días llegó a su fin la segunda temporada de Ash vs. Evil Dead, una que sin lugar a dudas se trataba de las más esperadas por los fans del género después de que la primera significara el regreso triunfal de Ash Williams al mainstream en más de 20 años. La cual, como toda segunda temporada, tenía como principal labor el mantener a la audiencia enganchada y así justificar su existencia; algo que logró con creces para convertirla así en uno de los productos más entretenidos que existen actualmente en televisión.

En cuanto a ratings, el show presento números menores. Aunque mucho tuvo que ver el cambio de horario por parte del canal Starz al ponerla a competir directamente con dos monstruos de los domingos por la noche (The Walking Dead y la NFL), logrando un promedio de 310,000 espectadores.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO

Evolución de Ash como héroe 


Todos disfrutamos ver el carácter bufonesco de Ash, pero si algo le hacía falta a la serie era mostrar su evolución como el héroe que nunca ha querido ser. Y vaya que en esta temporada lo vimos.

Obvio sigue tratándose de un personaje que hace todo de la manera más absurda posible, pero en esta ocasión se vio expuesto a situaciones que lo obligaron a pensar mucho más e incluso lo llegaron a quebrar emocionalmente. Todas en las cuales salió adelante gracias a planes ridículos que demostraron, a su propio modo, que ya no es el mismo de antes. 


Regreso a Elk Grove


Uno de los grandes aciertos fue trasladar la historia a Elk Grove, ya que finalmente pudimos ver una parte desconocida del pasado de Ash y entender mucho más de su personalidad al tener ciertos encuentros que le provocaron diferentes emociones. Además, fue el escenario ideal para poder encontrar incontables víctimas y locaciones que le añadieran un toque ligeramente más tétrico a las cosas.


Ruby


Uno de los puntos más flojos de la primera temporada fue que el personaje de Ruby se sintió totalmente hueco, pero en la segunda corrigieron el rumbo de manera notable. 

Probablemente fue el personaje con un mayor cambio a lo largo de los 10 episodios al tratarse de uno que reaccionaba conforme la situación lo ameritaba (o más le convenía); sin embargo, ya para el final se estableció como un miembro importante del grupo y, sobre todo, como una mentora para Kelly.


Kelly vs. Muppet Ash


Actualmente existe la opinión casi unánime de que será Kelly y no Pablo el verdadero sucesor de Ash en la franquicia, algo que en esta temporada se solidificó mucho más al ponerla en varias situaciones peculiares. Aunque ninguna resultó más hilarante y épica como su pelea contra el muppet de Ash. 

Sin duda uno de los momentos más memorables en la historia de Evil Dead.


El incremento del gore y demás locuras 


Si algo hay que reconocerle al canal Starz es que no tienen problema alguno en dejar que los creadores pongan en pantalla lo que les plazca. Este año el gore y la cantidad de fluidos corporales aumentaron de manera considerable, pero además pudimos ver cosas como automóviles poseídos, muppets asesinos y a un cadáver succionando a Ash por su trasero.


La muerte de Pablo


Si, su muerte fue temporal, pero al tratarse de un personaje cuya historia fue un eje importante durante la segunda mitad de la temporada sin duda significo un auténtico shock para cerrar el que tal vez ha sido el mejor episodio de la serie hasta la fecha.


Episodios imperdibles:

(1) Home
(2) The Morgue
(4) DUI
(6) Trapped Inside
(7) Delusion
(8) Ashy Slashy
(10) Second Coming 


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LO NEGATIVO

La muerte de Ruby


Si algo me ha quedado claro es que esta es una serie en la que cualquier personaje puede morir, pero ciertamente la muerte de Ruby me pareció poco acertada. Obvio por lo ocurrido al final sabemos que seguirá siendo un personaje recurrente con otra versión maligna; sin embargo, su muerte terminó por dejar cierto vacío en la historia de Kelly que se pudo haber aprovechado de mejor manera.

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Opinión final: La segunda temporada de Ash vs. Evil Dead es un deleite de principio a fin. No solo superó a la primera en cuanto al nivel de gore y locuras expuestas en pantalla, sino que además logró mostrar un progreso importante en la mayoría de los personajes secundarios y supo expandir de manera satisfactoria la historia de un personaje como el de Ash Williams del que suponíamos saber prácticamente todo. 

domingo, 18 de diciembre de 2016

Crítica: Morgan (2016)


Primer largometraje del director Luke Scott, cuyo guión fue escrito por Seth W. Owen. Se estrenó en varios países durante el mes de septiembre, recaudando $8.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial; mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 13 de diciembre.

Sinopsis:

Una consultora de riesgos de una importante corporación tendrá que decidir en unos cuantos días si se debe de acabar o no con un humanoide creado de manera artificial de nombre Morgan (Anya Taylor-Joy).



Comentarios generales:

Nunca es sencillo realizar una película cuando eres hijo de un director famoso debido a que las expectativas de las personas suelen ser ridículamente altas al asumir erróneamente que tendrás el mismo talento que tu padre. Es por eso que Morgan paso de ser un proyecto relativamente pequeño y de bajo perfil, a uno con muchísimos reflectores; uno del que se esperaban más cosas de lo que probablemente pretendía lograr y que no las cumple de manera más que evidente.

Lo cual es una pena porque lo que nos regala Scott en un inicio parecía prometedor al establecer rápidamente un escenario llamativo en el aspecto visual y construyendo poco a poco la introducción de Morgan mientras presenta a cada uno del resto de los personajes con el propósito de dejar claro que, a pesar de ser parte de un experimento, la mayoría tiene lazos muy fuertes con ella. Algo que sin duda tiene sentido debido a que es mediante esto que se empiezan a construir ciertos conflictos que en teoría deberían de ser importantes más adelante, pero que también se vuelve un tanto desesperante de ver debido al ritmo pasivo que se maneja al centrarse casi en su totalidad en intercalar los momentos felices que han vivido en el proceso de crecimiento con la tensa atmósfera actual ante la visita de alguien ajeno.

Es entrado el segundo acto cuando las acciones aumentan de nivel en muchos sentidos, primero por la aparición Paul Giamatti y, segundo, porque es aquí donde básicamente destrozan emocionalmente al personaje principal para reconstruirlo de manera más salvaje y así dar pie a un cambio abrupto en la manera de desarrollar las acciones. Un cambio que lamentablemente no funciona muy bien gracias a que básicamente lo poco construido en el primer acto resulta irrelevante debido a que los personajes a lo que les dedicaron tantos minutos terminan siendo puros costales de carne qué, más allá de aportar cierto nivel de impacto con sus muertes, nunca logran presentar momentos emocionalmente fuertes considerando sus vínculos con Morgan.

La parte final se cae de manera terrible. Visualmente es bella y el trabajo con la cámara por parte del director logra cosas muy interesantes, pero todo se siente improvisado y el cambio tan radical que se maneja no fluye de la mejor manera; además de que no profundizan demasiado como para generar interés en algo que tiene un trasfondo mucho más grande.

De las actuaciones definitivamente quien resalta es Anya Taylor-Joy como Morgan, ya que muestra una frialdad aterradora en todo momento; mientras que el resto del elenco, si bien no hace un mal trabajo (especialmente Giamatti), siempre se sienten como personajes sin nada para destacar. La producción es donde tiene sus puntos fuertes: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es agradable, el trabajo de sonido cumple, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es simple.

Opinión final: Morgan no es nada del otro mundo. Tiene ciertas cosas interesantes, pero termina cayéndose con el paso de los minutos. 

Ojometro:
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miércoles, 14 de diciembre de 2016

Crítica: SiREN (2016)


Película dirigida por Gregg Bishop (Dance of the Dead), cuyo guión fue co-escrito por la dupla Ben Collins/Luke Piotrowski y que está basada en el cortometraje “Amateur Night” que apareció en la primera V/H/S. Se estrenó de manera limitada en cines el pasado 2 de diciembre dentro de los Estados Unidos y solo unos días después hizo lo propio tanto en DVD como en VOD.

Sinopsis:

Una despedida de soltero se convierte en una salvaje pelea por sobrevivir cuando, sin saberlo, el novio libera a un legendario depredador que siente una tremenda atracción hacia él.



Comentarios generales:

Ciertamente cuando vi V/H/S nunca me pasó por la mente que uno de sus cortometrajes pudiera impulsar un largometraje, no tanto porque fuera imposible, sino porque realmente ninguno parecía tener el suficiente sustento para justificarlo. Sin embargo, alguien pensó que “Amateur Night” contaba con lo necesario y de cierta manera lo entiendo considerando que la criatura en la que se centra mostraba cierto potencial, pero al final todo se quedó en eso debido a que SiREN nunca logra explotarla al máximo.

Y es que esto se podría decir que es una precuela del corto, por lo cual uno esperaría que Bishop y los guionistas pusieran gran énfasis en los orígenes de Lily para a partir de ahí construir una historia que gire en torno a su compleja naturaleza, aunque eso no es lo que ocurre. Ya que más allá de una introducción sin grandes explicaciones que la muestra de niña, los primeros 30 minutos básicamente se centran en un grupo de individuos que pretenden ser graciosos bajo una dinámica poco interesante que se asemeja más a una comedia tipo “The Hangover” y no tanto a una de terror; donde realmente no ocurre nada relevante e incluso solo sirve para introducir de manera más formal a otro villano.

Un aspecto que termina siendo contraproducente porque cuando se decide darle más exposición a Lily esta se siente como un personaje secundario; obvio con sus escenas importantes para revelar su aterradora imagen y el peligro que representa, pero sin la relevancia que uno esperaría.

Realmente el gore no es la gran cosa, los sustos fáciles tienen poca efectividad y la persecución que realiza se desgasta muy rápido (eso sí, la escena en la cafetería les quedo muy bien), dejando todo el peso de la historia en el otro villano principal; uno que por determinados momentos es la vía más efectiva para brindarle la tensión e impacto necesarios a las acciones, pero que al ser también un personaje del cual conocemos muy poco nunca logra generar un interés sólido para el eventual conflicto entre ambos

La parte final resulta al menos divertida. El enfrentamiento que se fue construyendo se realiza sin complicaciones, pero se siguen dejando en el aire muchas cosas sobre los elementos fantásticos/satánicos que le hubieran dado mayor sustancia. Además, resulta muy obvio que esa conclusión feliz presentada solo es un distractor para añadir una última “sorpresa”.

De las actuaciones hay muy poco que destacar, realmente Hannah Fierman (Lily) no hace demasiado y su participación se limita solo a estar parada o decir alguna que otra palabra; mientras que Justin Welborn (Mr. Nyx) está totalmente desaprovechado. La producción tampoco es la gran cosa: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte tiene algunos buenos detalles, el score es intrascendente, el trabajo de sonido está bien, los efectos lucen muy pobres (sobre todo en las escenas que involucran a la criatura volando) y la labor de maquillaje es acertada.  

Opinión final: SiREN resulto decepcionante. Un pobre intento por querer expandir algo que definitivamente funciona mejor como cortometraje.  

Ojometro:
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lunes, 12 de diciembre de 2016

Crítica: Pet (2016)


Película dirigida por Carles Torrens (Apartment 143), cuyo guión fue escrito por Jeremy Slater. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro los Estados Unidos el pasado 2 de diciembre, mientras que su salida en DVD está anunciada para finales de mes.

Sinopsis:

Seth (Dominic Monaghan) es un hombre solitario que trabaja en un refugio de animales cuya monótona rutina se ve rota cuando se encuentra a una ex compañera de la escuela llamada Holly (Ksenia Solo). Sin embargo, cuando esta lo rechaza, Seth alcanzará unos niveles de obsesión aterradores que lo obligarán a realizar un acto de amor único.



Comentarios generales:

Existen películas que vas a ver bajo cierta idea y que después de terminada te quedas sorprendido por lo completamente distintas que resultaron. Normalmente esto suele ocurrirme con otros géneros y no tanto con el de terror al ser este último uno en donde las sorpresas son escasas, sobre todo con determinadas temáticas, pero en el caso de Pet sin duda me lleve una grata experiencia qué, aunque no es perfecta, si termina dejando una impresión de que se trató de algo diferente.

Y mucho tiene que ver evidentemente el guión de Slater y la manera en la que lleva las acciones Torrens, ya que esta es una historia que durante su primer acto no tiene mucha novedad y todo el tiempo maneja la idea de ser otra más de tortura cuyo protagonista es un hombre solitario urgido de contacto humano. Poniendo conceptos tan básicos sobre la mesa como el rechazo o el stalking para generar unos 30 minutos con una atmósfera diseñada específicamente para hacer de la captura de Holly algo inquietante gracias al cuidado de los detalles y a la manera de comportarse del propio Seth, quien durante este punto parece un psicópata en toda la regla.

Sin embargo, cuando uno espera que el rumbo de la película se vuelva predecible, el guión presenta un giro totalmente inesperado que no solo cambia la dinámica por completo, sino que además altera de manera fundamental el rol de los personajes. Poniéndolos así en una relación poco convencional en donde ambos pretenden tener control sobre el otro mientras se nos va revelando un misterio con el cual incrementan los niveles de tensión hasta llegar a un suceso determinante qué, además de proporcionar impacto visual, también sirve para desestabilizar lo que hasta ese momento había sido el plan perfecto (incluso con el giro mencionado) utilizando el “amor” como base.

La parte final no es precisamente difícil de descifrar y eso le quita cierto encanto. Evidentemente el aumento en el gore le brinda una intensidad agradable, pero al estar tan telegrafiado lo que va a ocurrir el impacto es muy bajo y de algún modo te deja con una sensación agridulce; además de que la conclusión se siente un tanto forzada.

Las actuaciones son buenas, tanto Monaghan como Solo están muy bien en sus roles de individuos totalmente inestables y presentan gran química en pantalla; aunque los secundarios son bastante pobres. La producción es austera: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte cumple, el score no es muy llamativo, el trabajo de sonido esta ok, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es relativamente simple.

Opinión final: Pet es una buena película. Ciertamente el giro influye muchísimo para que destaque, pero en general es una propuesta agradable.

Ojometro:
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jueves, 8 de diciembre de 2016

Crítica: Underworld: Blood Wars (2016)


Quinta entrega de la franquicia, la cual significa el debut tras la cámara de Anna Foerster y cuyo guión fue escrito por Cory Goodman. Se estrenó en cines dentro de México y otros países durante el fin de semana pasado, logrando una recaudación inicial de $19.2 millones de dólares en taquilla. En Estados Unidos saldrá hasta enero de 2017.

Sinopsis:

Selene (Kate Beckinsale) se mantiene huyendo de los constantes ataques de los Lycans y la facción de vampiros que la traicionó para proteger a su hija. Sin embargo, gracias a la interminable guerra entre ambos bandos, ella se verá forzada a tratar de terminarla; incluso si eso significa realizar el máximo sacrificio.



Comentarios generales:

Debo de confesar que cuando se trata de la franquicia de Underworld lo que busco ya no es tanto películas de altísimo calibre, sino más bien películas que me hagan pasar un rato divertido considerando cual ha sido su tirada desde la segunda entrega. Por lo tanto, en el caso de Blood Wars mis expectativas no eran muy altas; de hecho, su confusa producción (originalmente iba a ser un reboot) no me daba grandes esperanzas, pero al final me encontré con un trabajo aceptable que añade lo suficiente como para justificar una sexta entrega.

Algo que ciertamente en un inicio no parecía muy probable debido a que Foerster y Goodman arrancan de manera precavida, conectando los hechos actuales con los de la película anterior para no confundir al espectador y a partir de ello seguir la misma dinámica que hemos visto todos estos años que gira en torno a la traición. Un aspecto que ciertamente afecta debido a que el primer acto es casi una calca de la primera entrega en muchos sentidos, obvio con algunas variaciones, pero básicamente es un regreso al pasado que ya vimos muchas veces y que no añade nada llamativo; provocando así que la primera mitad sea un tanto tediosa.

Afortunadamente esto cambia ya entrados en el segundo acto, más concretamente por la presentación de unos nuevos vampiros que no solo se salen por completo de la estética gótica habitual, sino que también trasladan las acciones a otro escenario que visualmente brinda cierto aire fresco; además de que es por medio de estos que se empiezan a revelar secretos importantes. Lo cual genera una dinámica más agradable y un ritmo que para algunos puede resultar un tanto acelerado porque ciertos sucesos se realizan de manera muy rápida; aunque estos en general terminan brindando más profundidad a la historia.

La parte final la encontré entretenida. Es una batalla a gran escala que tal vez no sea tan épica como se esperaba, pero que cumple en cuanto a la acción, despliegue de efectos, la sangre y las peleas, así como en cerrar por fin un capítulo e iniciar otro que me imagino dará vida a lo que sea que tengan pensado para la siguiente entrega.

De las actuaciones realmente nada cambia con respecto a lo que hemos visto anteriormente: Beckinsale sigue en su línea y Charles Dance solo hace una aparición limitada. La producción como siempre es de buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte bien cuidada, el score está ok, el trabajo de sonido es impecable, el maquillaje no presenta grandes cambios y los efectos son bastante buenos considerando el uso importante de CGI.

Opinión final: Blood Wars es una película palomera. Realmente solo es para aquellos que son fans de la franquicia o quienes buscan entretenimiento sin complicaciones.

Ojometro:
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lunes, 5 de diciembre de 2016

Crítica: The Eyes of My Mother (2016)


Película escrita, dirigida y editada por Nicolas Pesce, la cual significa su ópera prima. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD e iTunes dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de diciembre, mientras que su llegada a otros mercados se dará hasta 2017.

Sinopsis:

Dentro de su aislada granja, una ex cirujana en Portugal le ensaña a su hija Francisca (Olivia Bond /Kika Magalhaes) a entender la anatomía humana y a no temerle a la muerte. Sin embargo, después de un acontecimiento perturbador que le pasa su familia, la pequeña niña quedará completamente traumatizada mientras curiosidades únicas despiertan en ella.



Comentarios generales:

Cuando se decide presentar una película en blanco y negro siempre va a existir una enorme curiosidad debido a que para muchos pudiera parecer un riesgo innecesario o una manera muy pretenciosa de contar algo, sobre todo dentro de un género que no se ha caracterizado por ser precisamente arriesgado en las últimas décadas. Ante esto The Eyes of My Mother tenía un panorama con diversos retos, mucho más después de todas las alabanzas que había recibido en festivales, pero al final logra establecerse de manera sólida como una de las propuestas arriesgadas más efectivas del 2016.

Ya que Pesce no se anda con muchos rodeos y desde el inicio establece que esta no es una historia convencional al utilizar detalles que podrán parecer menores, pero que terminan por darle un aire diferente a las cosas; yendo más allá de una simple relación retorcida/obsesiva entre madre e hija. Esto porque no solo se trata de la presentación en blanco y negro, sino también el combinar los diálogos en inglés con el portugués o dejar que algunos momentos te digan mucho con un dialogo casi nulo para que el primer acto resulte potente de la manera en la que menos te imaginas; donde el acontecimiento que sirve de detonante genera un gran impacto, pero no es ni por mucho lo más perturbador considerando lo que desencadena para la segunda mitad.

Una en donde ya entra en escena la Francisca adulta y que se centra por completo en su manera de lidiar con las adversidades que se le presentan, dándole mucha más importancia a los momentos de absoluto silencio para acrecentar sus dañados hábitos como algo sumamente natural. Un aspecto que funciona, pero que igualmente podría resultar fastidioso para algunos debido a que, al centrarse en este personaje, el director se olvida del resto de los secundarios; dejándolos simplemente como piezas de carne de las que no se profundiza y que gracias al ritmo pausado que se utiliza pudiera dejar la impresión de que realmente no ocurre demasiado.

La parte final es muy interesante porque, cuando parece que la historia toca pared, el personaje de Francisca lleva a cabo algo que se siente como el siguiente paso natural en su locura. Lo cual proporciona momentos visualmente potentes y, sobre todo, un cierre satisfactorio que demuestra que hasta la persona más dañada necesita de algo a que aferrarse para no caer en la siempre aterradora soledad.

En las actuaciones realmente todo recae en Kika Magalhaes, quien resulta realmente perturbadora de ver sin necesitar de expresiones exageradas o situaciones tan extremas; aunque varios de los secundarios también dejan una buena impresión en los pocos minutos que aparecen. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía funciona a la perfección, la dirección de arte es simple, tiene un score cumplidor y el trabajo de maquillaje es sencillo.

Opinión final: The Eyes of My Mother es una buena película. Un trabajo ideal para todos aquellos que busquen algo distinto al cine comercial.

Ojometro:
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jueves, 1 de diciembre de 2016

Crítica: Mercy (2016)


Película escrita y dirigida por Chris Sparling (The Atticus Institute). Se estrenó directamente en Netflix el pasado 28 de noviembre, aunque todavía no hay información sobre cuando se dará su salida en formato físico.

Sinopsis:

Cuando cuatro hermanos distanciados regresan a su antiguo hogar para darle el último adiós a su moribunda madre, estos tendrán que poner a prueba sus lazos familiares cuando varios secretos salen a la luz y el pasado de su madre resurge. Provocando que esa misma noche tengan que pelear por sus propias vidas.



Comentarios generales:

Probablemente Netflix quede a deber en cuanto a su oferta de cine de terror si la comparamos con la de otros servicios, pero sin duda se tiene que reconocer su labor de rescatar proyectos en el último par de años; incluso si la mayoría se centran en la invasión de hogares. Un subgénero que en estos momentos está siendo explotado como pocos y, por ende, uno en donde es difícil innovar. Por lo cual Mercy resultaba una película de la cual no sabía que esperar y que al final me ha sorprendido gratamente.

No tanto porque sea increíblemente innovadora, sino porque Sparling nos regala una historia que desde un inicio no te atrapa por el hecho de no saber cuál de todos estos personajes va a terminar con vida, sino más bien por saber cuáles son sus verdaderas motivaciones. Ya que, si bien esto se centra en una tragedia familiar, lo cierto es que las razones que hay detrás para que todos los hijos estén reunidos son detestables y en base a esto es como se construyen una serie de fricciones que poco a poco van generando esa duda sobre quien traicionará a quien y cuyo pago se da casi de manera inmediata cuando inicia el momento de riesgo; poniendo sobre la mesa un escenario que, en teoría, es muy predecible.

Algo que cambia por completo en el segundo acto. Esto porque cuando piensas que ya sabes cómo se van a desarrollar las acciones el director decide retroceder y volver a repetirlas, pero en esta ocasión desde otra perspectiva. Una jugada que pudiera parecer barata, pero que funciona a la perfección debido a que no solo le añade mucha más sustancia, sino porque además explica ciertos detalles que en un inicio no tenían sentido; generando así una dinámica mucho más fluida en donde la violencia se incrementa y se juega de manera clara con los valores de cada uno de los involucrados para tratar de definir si es que alguno de ellos se puede considerar como el “bueno” dentro de todo esto.

La parte final está bien manejada y se desarrolla de manera bastante clara a pesar de la repetición de eventos previamente mencionada. Además presenta un giro interesante que le brinda un contexto mucho más complejo y perverso a una historia que parecía definida en su totalidad.

Las actuaciones son sólidas; realmente no diría que alguien destaca en particular, pero la tensión entre todos los miembros de la familia se siente natural y eso ayuda mucho para que las dudas estén a tope la mayor parte del tiempo. La producción es de buena factura, sin ser nada espectacular: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es discreta, tiene un score agradable, el trabajo de sonido cumple y toda la cuestión de efectos/maquillaje es limitada.

Opinión final: Mercy es una buena película. Tal vez no ponga nada nuevo sobre la mesa, pero trata un tema interesante que les hará pasar un rato agradable.

Ojometro:
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