martes, 29 de junio de 2021

Crítica: Censor (2021)

Película dirigida por Prano Bailey-Bond, quien además comparte créditos como co-escritora del guión junto a Anthony Fletcher. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de junio, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de ver una desagradable película que le resulta extrañamente familiar, Enid (Niamh Algar), quien se desempeña como censora de películas, se propone a resolver el misterio sobre la desaparición de su hermana. Embarcándose en una búsqueda que disuelve la línea entre la ficción y la realidad.


Comentarios generales:

Creo que a todos los que somos fans del cine de terror en algún punto de nuestras vidas nos han llegado a juzgar por nuestra afición, como si el ver estas películas nos convirtiera en potenciales asesinos seriales de manera automática. Es un prejuicio que nunca dejará de existir y que durante mucho tiempo se vio impulsado por organismos reguladores llenos de falsos puritanos que, curiosamente, tenían muy poca capacidad para diferenciar la realidad de la ficción.

Por ello es que cuando vi el primer trailer de Censor inmediatamente entró en mi lista de películas más esperadas de 2021, ya que es raro ver una propuesta que toque estos temas en conjunto y afortunadamente no ha decepcionado.

Esto porque lo que nos presenta Prano Bailey-Bond es una historia que por grandes lapsos tiene mucho de slasher gracias a la estética y a los momentos tan gráficos con los que cuenta, pero está muy lejos de serlo debido a que su intención es elaborar algo más complejo partiendo desde la base de la censura. Por lo cual el inicio puede resultar un tanto lento debido a que se hace mucho énfasis en la labor de Enid como censora y en cómo sus propias creencias o disgustos juegan un papel fundamental en la manera en la que juzga a las películas de terror mientras no se da cuenta que tal vez ella tenga más problemas que aquello que desea erradicar.

Haciendo de este viaje uno en el que poco a poco se va construyendo una atmósfera bastante tenebrosa que claramente tiene inspiración en el giallo y en donde diversos sucesos empiezan a quebrar de manera sostenida a la protagonista, ya sea por lo que ve en las películas o por cuestiones que ocurren ajenas a su trabajo. Lo cual no solo pone sobre la mesa el tema de culpar al género por tragedias ante la menor provocación (y también cómo se ignora todo cuando se descubre que no tuvo influencia alguna), sino también la fragilidad mental de Enid como el medio para ir generando dudas razonables con respecto a si lo que está tratando de resolver es en verdad posible o solo es producto de su imaginación.  

Algo que sin duda es el sustento para ofrecer unos 25 minutos finales muy potentes, en los que el nivel de locura se incrementa de golpe y los visuales vuelven a tomar un aire de giallo muy marcado para dejar así un cierre que transita entre la realidad y la ficción de manera sutil. Aunque nunca sin dejar de esclarecer la situación perturbadora que se vive.

Sobre las actuaciones realmente este es el show de Niamh Algar, ella es el alma de la película y no decepciona al mostrar un descenso hacia la locura muy bien construido que te termina dejando una impresión bastante fuerte. Y en cuanto a la producción, tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos (en su mayoría prácticos) están muy bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Censor me gustó. Una propuesta fresca que puede tardase un poco en digerir, pero que te dejará pensando en ella incluso varios días después de verla.

Ojometro:
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miércoles, 23 de junio de 2021

Black Summer: Segunda temporada


El pasado 17 de junio se estrenó de manera muy discreta en Netflix la segunda temporada de Black Summer, la serie de zombies que tomó a todos por sorpresa en 2019. Una temporada que tuvo un largo camino que recorrer gracias a la pandemia y que incluso por grandes periodos de tiempo parecía que solo iba a quedarse como un simple deseo por parte de los fans, pero que afortunadamente si se hizo realidad y además dejó resultados satisfactorios.  

Obviamente al tratarse de Netflix no hay mucha información con respecto a los ratings, así que es difícil saber si se repitió el éxito de su primera temporada. Aunque el hecho de que el servicio de streaming haya hecho tan poco para promocionarla hace dudar sobre si tienen el suficiente interés como para renovarla.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Dinámica entre Rose y Anna 

Más allá de que la serie maneja varias subtramas que involucran a diversos personajes, lo cierto es que la historia gira en torno a Rose y Anna. Mostrándonos una dinámica de madre e hija que la verdad es mucho más compleja de lo que uno esperaría al mostrarlas como los dos personajes más oscuros de todos; en donde su relación poco a poco se va poniendo a prueba ante la transformación de Anna en un auténtico monstruo por crecer en un ambiente tan hostil y por la propia sobreprotección de su madre.


Alianzas frágiles

En el apocalipsis zombie de Black Summer se siguen muchas reglas que ya hemos visto en diferentes propuestas a lo largo de los años y la formación de alianzas no es la excepción. Sin embargo, si algo deja en claro esta segunda temporada es que ninguna dura para siempre y cada quien ve por su lado, logrando así que la tensión siempre esté a tope en todo momento.


Todos siguen siendo desechables 

Algo que se estableció claramente la primera temporada fue que CUALQUIER personaje era desechable y para esta segunda las cosas no cambiaron en lo absoluto. Tan solo se tienen como ejemplos la impactante muerte de Lance en el primer episodio o la de Julius más adelante, dejando un mensaje claro que en esta serie no es algo bueno apegarse demasiado a alguien en particular. 


Escenario invernal

Uno de los grandes aciertos de la serie fue trasladar las acciones de la ciudad a las montañas en pleno invierno, no solo por lo que eso aporta visualmente, sino porque además le añade un riesgo extra a las acciones. Ya que ahora, además de los zombies y los humanos, se tiene que lidiar con algo incontrolable que le brinda al sentido de urgencia, así como al comportamiento individualista, más solidez. 


Episodios imperdibles:

(1) The Cold
(3) Card Game
(4) Cold War
(6) Currency
(7) The Lodge 
(8) The Plane


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LO NEGATIVO


El poco protagonismo  de Sun


Uno de los principales puntos fuertes de la primera temporada fue el personaje de Sun, quien representaba en gran medida ese instinto de supervivencia en su máxima expresión a pesar de que no se podía comunicar con nadie y por ello era uno de los personajes que más me interesaba ver cómo evolucionaba. Pero la verdad es que no solo no lo hizo, sino que además sufrió un retroceso.

Ya que en realidad gran parte de su participación se vio limitada a estar capturada y esquivar balas, teniendo a lo mucho solo un momento destacable. Aunque afortunadamente parece que en la tercera temporada (si es que hay) podría tener más relevancia.

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Opinión final: La segunda temporada de Black Summer no decepcionó. Por ahí tiene algunas cosas en cuanto al formato de los episodios que puede que no sean del agrado de todos, pero en general sigue demostrando que es la mejor propuesta de zombies que hay en la actualidad con unas actuaciones estelares y, sobre todo, un manejo de la acción y la tensión como pocas series del género de terror.

viernes, 18 de junio de 2021

Crítica: A Quiet Place Part II (2021)

Secuela dirigida nuevamente por John Krasinski, quien además en esta ocasión es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 28 de mayo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 10 de junio; recaudando hasta la fecha $201 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de los eventos ocurridos en su casa, la familia Abott ahora enfrenta el terror del mundo exterior. Viéndose forzados a aventurarse hacia lo desconocido donde descubrirán que las criaturas que los cazan no son las únicas amenazas más allá del camino de arena.


Comentarios generales:

Hace tres años “A Quiet Place” sorprendió a propios y extraños por su enorme calidad, posicionándola como una de las mejores películas de terror de los 2010s. Simplemente fue un éxito rotundo con el que Paramount no iba a desaprovechar la oportunidad de crear una posible franquicia considerando el potencial existente de su tema apocalíptico, lo cual generaba ciertas dudas naturales ante lo voraces que suelen ser los estudios; sin embargo, A Quiet Place Part II no solo superó con éxito el retraso de un año por la pandemia, sino que además se posiciona como una de las mejores secuelas dentro del género en los últimos años.

Y es que lo que nos presenta Krasinski es una extensión natural de la historia original, pero también se toma la libertad de añadir un poco más de contexto con respecto a los comienzos de la catástrofe por medio de un inicio explosivo que contrasta con el tema general del silencio. Brindándole así los que son sin duda los minutos con más acción y que sirven para exponer de mayor manera lo verdaderamente peligrosas que son las criaturas en escenarios amplios y con más personas de por medio.

Siendo esto un preámbulo de lo que podría ocurrir en los siguientes actos, más no es necesariamente lo que predominará debido a que una vez que pasan esos primeros minutos la película regresa a sus bases al posicionar las acciones justo en donde se quedaron en la primera entrega y a partir de ahí sustentar nuevamente su efectividad en la construcción de secuencias que exploten la generación de tensión por medio del sigilo. Funcionando de manera impecable la mayoría del tiempo y con ello ir preparando el camino para lograr su principal meta que es hacer lucir al personaje de Regan.

Quien en esta ocasión es el centro de atención debido a que es por medio de ella como se empiezan a exponer los peligros exteriores sin dejar de lado todo lo demás. Con un enfoque que no dista demasiado de lo que hemos visto en otras películas o series con respecto al apocalipsis y sus consecuencias en el comportamiento humano, pero que realmente no se vuelve algo tan importante en el desarrollo para no caer en lo genérico. Aunque si es el medio para proporcionar uno de los momentos más satisfactorios del filme que, además, revela un aspecto fundamental con respecto a las criaturas.

Llevándonos así a una parte final que en cierto modo se podría decir que es lo más flojo de la película al establecer la presencia de unos personajes que la verdad resultan irrelevantes. Sin embargo, a pesar de esto logra tener un desenlace muy intenso, lleno de acción y que cumple perfectamente su objetivo de no solo establecer una ventaja para los humanos, sino también de posicionar a los dos niños Abott como el posible futuro de la franquicia.

En el tema de las actuaciones tenemos nuevamente a Emily Blunt (Evelyn), Noah Jupe (Marcus) Millicent Simmonds (Regan) haciendo una gran labor; en especial esta última mostrando una evolución natural para su personaje que explota a la perfección. Mientras que la presencia de Cillian Murphy (Emmett) añade un buen contraste con respecto a lo que representaba el personaje de Krasinski en la primera entrega. 

Sobre la producción, como era de esperar, es de una factura altísima: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, la labor de maquillaje es sólida y los efectos se siguen manteniendo de primer nivel, aunque aquí se les exige un poco más en términos de espectacularidad.  

Opinión final: A Quiet Place Part II es muy buena. No está al nivel de la primera entrega, pero es una gran continuación que vale mucho la pena.

Ojometro:
*****

martes, 15 de junio de 2021

Crítica: Seance (2021)

Película escrita y dirigida por Simon Barrett, la cual representa su debut tras la cámara. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 21 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La Academia Fairfield es una prestigiosa escuela para mujeres en la que ocurre una tragedia después de que un grupo de amigas hiciera una broma. Y todo empeora cuando una nueva estudiante de nombre Camille Meadows (Suki Waterhouse) llega para ponerse en conflicto con todas ellas.


Comentarios generales:

Cuando un guionista con cierta reputación debuta como director suelen existir muchas expectativas debido a que se piensa que su habilidad para escribir se trasladará por completo tras la cámara, así que por eso Seance se volvió rápidamente una película pequeña con muchos ojos a su alrededor. 

Algo que sin duda trajo ciertos beneficios que la ayudaron a que no pasara tan desapercibida, pero que también provocó que se esperaran más cosas de las que se deberían.

Ya que lo que nos presenta Barrett es una historia con la que uno como espectador no tarda demasiado en darse una idea general sobre el rumbo que tomará y en realidad la construcción de la problemática es bastante simple, más no particularmente aburrida. Aunque para aquellos que busquen frescura es probable que esto no sea lo más emocionante dado a que se recurren a ideas muy vistas para generar tensiones desde el punto de vista humano con este grupo de chicas e ir planteando si lo que ocurre es producto de algo paranormal o no.

Aportando así una duda razonable por algunos minutos que desafortunadamente se desvanece de golpe entrando a un segundo acto en donde se empiezan a enfocar en otro subgénero y con ello provocan un periodo rocoso en el que algunas cosas funcionan y otras no tanto; en especial cuando se encuentran relacionadas con las muertes. Las cuales en su mayoría se dan fuera de cámara y por lo consiguiente no solo no logran proporcionar el impacto necesario, sino que además se vuelven un problema para el propio desarrollo al llevar a una dinámica un tanto repetitiva con la que se siente poco avance en el misterio que las rodea.

Haciendo con esto que el ritmo se vuelva cansino y por ende el camino rumbo a la parte final no sea precisamente emocionante, aunque ya estando ahí las cosas mejoran. No tanto porque las revelaciones hechas sean tan impactantes, sino más bien porque aquí es donde el director muestra un poco más de atrevimiento al incrementar el nivel de violencia para construir un enfrentamiento intenso que se aleja del tono predominante, añade cierta emoción y responde todas las preguntas que se pudieran tener.

Las actuaciones son promedio, realmente no diría que están mal, aunque resulta complicado comprar a varias de estas pre-universitarias cuando claramente se ven ya como mujeres de mayor edad. En cuanto a la producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es básica, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido cumple, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es básica.

Opinión final: Seance está ok. Un debut correcto tras la cámara por parte de Barrett para ver un día que no tengan nada que hacer. 

Ojometro:
***

viernes, 11 de junio de 2021

Crítica: Initiation (2021)

Película dirigida por John Berardo, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Brian Frager y Lindsay LaVanchy. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de mayo y justo ese mismo día salió en formato físico dentro del Reino Unido.

Sinopsis:

Tras el asesinato de un atleta dentro de la Universidad Whiton, una oleada de sospechas empiezan a circular en las redes sociales sobre los oscuros secretos de la escuela que podrían quedar expuestos mientras un brutal asesino hace de las suyas.


Comentarios generales:

Los slashers no tienen demasiada ciencia y por eso mismo es que es un subgénero que sigue gustando a pesar de su antigüedad. Básicamente uno ya sabe que esperar, así que cuando sale uno nuevo se tiene cierta tendencia a pre-juzgarlo como “uno más” debido a que la variedad no es su fuerte (tampoco la necesitan), pero Initiation es una de esas películas con las que queda claro que no debes de juzgar algo solo por su portada.

Ya que lo presentado por Berardo es un slasher en esencia, pero gran parte de su historia parece más como un drama universitario que te hará cuestionar más de una vez sobre si lo que estás viendo es, en efecto, una película de terror. Sobre todo durante unos primeros 30 minutos en los que no queda demasiado claro cuál es el verdadero misterio que desencadenará lo inevitable, dejando así varios escenarios abiertos mientras se nos expone a uno de los grupos de universitarios más responsables que recuerde y con los que, más allá de ciertos clichés, se te plantea que no serán simples bultos para matar.

Todo esto añade una agradable profundidad que realmente no te esperas, sin embargo, también hace que el visionado no sea tan emocionante debido a que la primera muerte tarda mucho tiempo en llegar y una vez que eso se da la película no explota como debería. Más que nada porque la dinámica se sigue centrando en generar dudas y alargar el misterio lo más que se pueda, lo cual ayuda a que la identidad del asesino sea complicada de descifrar, pero al estar sustentada en situaciones poco interesantes hace que en verdad el segundo acto te resulte aburrido y, hasta cierto punto, intrascendente.

Dejando todas las esperanzas puestas a una parte final que afortunadamente logra salvar el barco debido a que es aquí donde por fin sientes que te encuentras ante un slasher. Donde se incrementa de golpe la violencia al exponer al asesino de manera más constante con algunas muertes bien logradas y poniéndolo en un enfrentamiento definitivo en el que impera la inteligencia de la mayoría de las victimas para que este se pueda extender por varios minutos y así lograr que el cierre tenga un poco más de impacto ante la inminente revelación de su identidad.

En el tema de las actuaciones no tenemos nada especial, es lo típico de esta clase de películas y en general no hay nadie quien destaque demasiado. Mientras que en la producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es genérico, el trabajo de sonido está bien hecho, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Initiation está aceptable. Un slasher con más sustancia de la normal que se queda corta en sus pretensiones, pero que no está de más darle una oportunidad. 

Ojometro:
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martes, 8 de junio de 2021

Crítica: The Conjuring: The Devil Made Me Do It (2021)

Película dirigida por Michael Chaves (The Curse of La Llorona) y escrita por David Leslie Johnson-McGoldrick. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 4 de junio, recaudando $57.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) se ven involucrados en el exorcismo de un niño que es totalmente diferente a todos los que han visto. Y las cosas solo empeoran cuando aparentemente el demonio responsable ha tomado el cuerpo de alguien más y tendrán que demostrarlo en la corte.


Comentarios generales:

“The Conjuring” y “The Conjuring 2” son dos películas del más alto calibre dentro del género de terror que dejó la década de los 2010s, así que cualquier cosa que se pretendiera hacer para seguir exponiendo a los Warren en pantalla iba a cargar con una presión enorme y más ante la ausencia de James Wan tras la cámara. La cual auguraba muchos cambios en la presentación general de la película dado su estilo tan marcado.

Por ello es que The Conjuring: The Devil Made Me Do It me resultaba sumamente intrigante, simplemente podía salir cualquier cosa y al final, aunque claramente es la más débil de la tres, logra ofrecer lo suficiente como para poder hacerse de un lugar por sí misma en este universo.

Y esto se debe a que Chaves nos trae la que es la entrega que se sustenta más en la acción y no tanto en la construcción paciente del terror, algo que se puede notar de inmediato con el explosivo inicio que tiene. Solidificando esta visión con un primer acto en donde lo primordial evidentemente es plantear la complejidad que representa este caso en particular al involucrar al sistema penal, pero también dejar en claro que el desarrollo como tal será muy diferente a lo acostumbrado no solo en cuanto a ritmo, sino también en la jerarquía que tendrá cada tema que se presenta.

Ya que aquí en realidad el principal enfoque no es la persona poseída o el juicio, sino la propia historia romántica de los Warren. Algo que no es nuevo porque esto siempre ha sido un punto importante, pero aquí realmente los protagonistas son ellos y en base a eso se empieza a construir una trama sustentada en elementos más detectivescos que involucran al satanismo (ojo con la sutil conexión a Anabelle que esto representa) y llevan las cosas por caminos nuevos que le podrían dar más longevidad a la franquicia. Aunque igualmente son los que generan los problemas más evidentes.

Sobre todo durante un segundo acto que se vuelve pesado ante tantas vueltas que le dan al caso que están tratando de resolver, al grado de que por momentos el tema del juicio queda relegado a un plano muy secundario. Además de que a esto se le une el hecho de que el director no logra construir suficientes momentos de tensión que ayuden a que los jump scares sean tan efectivos como deberían, incluso llegando a abusar de ciertos elementos de manera muy marcada.

Lo bueno es que incluso con estos contratiempos el avance de las acciones jamás cae de manera estrepitosa y el interés por el misterio que hay detrás se mantiene intacto, así  que la parte final puede recomponer el camino. Lográndolo en gran medida al entrelazar de manera efectiva los dos acontecimientos principales, lo cual brinda la espectacularidad e intensidad necesarias por un lado y una conclusión concreta por el otro. 

En cuanto a las actuaciones tanto Vera Farmiga como Patrick Wilson siguen estando muy bien en roles que ya manejan a la perfección, complementándose cada vez mejor y haciendo que su historia te interese incluso más. Mientras que del resto del elenco quien más destaca es Ruairi O'Connor (Arne), a pesar de que su tiempo en pantalla es mucho más limitado de lo que esperas.

Del lado de la producción contamos con la factura bien cuidada de siempre: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte sólida, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos sin ser tan complejos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: The Devil Made Me Do It me gustó. No está a la altura de sus predecesoras y la ausencia de Wan se nota, pero aún así vale la pena.

Ojometro:
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martes, 1 de junio de 2021

Crítica: The Unholy (2021)

Adaptación de la novela de “Shrine” de James Herbert, la cual está escrita y dirigida por Evan Spiliotopoulos. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de abril, mientras que en México hizo lo propio el día 22 del mismo mes; recaudando $29.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Su salida en formato físico está confirmada para el próximo 22 de junio.

Sinopsis:

Alice (Cricket Brown) es una chica sordomuda que recibe la visita de la Virgen María y de repente puede hablar y escuchar nuevamente. A partir de ahí ella atrae la atención de todo el país por los milagros que realiza, aunque pronto empezarán a ocurrir terribles eventos que harán dudar sobre si no hay algo mucho más siniestro detrás.


Comentarios generales:

El aspecto religioso dentro del género de terror no es ninguna novedad debido a que es por mucho el más explotado, tenemos películas de todos los colores y sabores que lo utilizan; sin embargo, algo que no suele ser tan recurrente es el éxtasis colectivo que pueden generar los milagros. Un tema con el que The Unholy apostaba todo para tratar de no pasar como “una más” y que para su fortuna le ha funcionado.

Y no es porque lo presentado por Spiliotopoulos se vaya a volver un clásico o algo similar, más bien porque él tiene bastante claro qué tipo de película quiere realizar y durante varios periodos logra ofrecer cosas agradables apegándose a su idea. Sobre todo durante un primer acto que se sustenta fuertemente en la atmósfera para ir desmenuzando con calma el tema milagroso que gira alrededor de Alice y a su vez establecer el lado escéptico por medio del resto de los personajes, cuyas motivaciones para seguirla en su misión son sumamente diferentes.

Algo que sin duda añade variedad debido a que pone en pantalla tanto las creencias religiosas como a la explotación sin escrúpulos por parte de la iglesia y los medios de comunicación, aderezándolas con un toque ficticio que poco a poco va tomando más relevancia. Lo cual era el siguiente paso natural en esta historia, pero conforme este va acaparando más tiempo se cae en un bache en el que no te hacen sentir que exista un progreso significativo en el desarrollo del misterio ante tanta explotación de sustos baratos.

Además, por si eso no fuera suficiente, el elemento visual que esto trae consigo tampoco ayuda demasiado a la experiencia debido a que es de muy pobre nivel. De pronto algo que debería de generar terror te genera principalmente risas ante lo caduco que se nota todo el trabajo de efectos visuales.

Realmente llega un momento en el que parece que la espiral descendente no se detendrá y para la parte final esperas lo peor, aunque de manera gratificante se logra revertir el curso. Ya que es aquí donde la tensión se vuelve más palpable y el tono todavía más oscuro, generando con esto un desenlace tan intenso como caótico; en donde el cierre tal vez peca de ser algo blando, pero al menos no deja nada al aire.

En el lado de las actuaciones quienes más destacan son Jeffrey Dean Morgan (Gerry Fenn) y la propia Cricket Brown. Siendo la segunda la que sorprende por la naturalidad que muestra para interpretar un papel que bien pudo caer en lo ridículo, logrando además una buena química con el propio Morgan que es la que sostiene la película durante sus partes más cuestionables.

Sobre la producción, es una de buena factura salvo por un detalle muy evidente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score resulta efectivo y el trabajo de sonido está bien cuidado; sin embargo, los efectos si dejan mucho que desear al mostrar un CGI que desentona por completo con la estética general del filme y que luce como de hace unos 15 años atrás.

Opinión final: The Unholy es aceptable. Película con cuestionamientos interesantes que vale la pena darle una checada un día que no tengan nada que hacer.

Ojometro:
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