viernes, 31 de marzo de 2023

Crítica: The Barn Part II (2022)

Secuela escrita y dirigida por Justin M. Seaman (The Barn). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos en octubre de 2022, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 23 de enero.

Sinopsis:

La prohibición del Halloween en Helen's Valley ha sido abolida tras la tragedia de 1989 y la fraternidad Gamma Tau Psi, donde se encuentra la sobreviviente Michelle (Lexi Dripps), aprovecha para organizar su casa del terror dejándola a cargo. Aunque para su mala fortuna los demonios de su pasado llegan una vez más a tocar a la puerta…


Comentarios generales:

La primera The Barn fue un homenaje al cine de terror de los 80s que disfruté mucho porque supo replicar ese lado serie B de la época prácticamente a la perfección, convirtiéndola en una experiencia bastante única que necesitaba de un entendimiento de muchas referencias y leyendas que falsamente daban la impresión de no tener mucho sentido. Sin duda un proyecto que parecía único e irrepetible, así que cuando se anunció The Barn Part II me sorprendí debido a que no sabía si se podía replicar lo de hace siete años atrás y tristemente eso fue lo que ocurrió.

Y no es tanto porque Seaman se salga de la línea establecida previamente debido a que esta secuela mantiene mucho del concepto serie b tanto a nivel narrativo como visual, pero es claro que en su afán por querer añadir mayor sustancia a la historia termina viéndose superado con respecto a lo que puede manejar por su cuenta. Ya que ahora la leyenda detrás de los demonios se simplifica para que resulte más sencilla de seguir sin tantas reglas de por medio y con ello se puedan integrar un mayor número de monstruos, lo cual en el papel se escucha atractivo; sin embargo, conforme pasa una primera media hora bastante olvidable te das cuenta que la idea nunca termina por funcionar del todo.

Algo que se trata de maquillar con una cantidad importante de muertes dentro de la casa del terror que se dan de manera aleatoria, sin demasiada construcción y que, si bien en varios casos resultan llamativas visualmente hablando, lo cierto es que terminan siendo meros actos anecdóticos que no aportan demasiado a una trama muy básica que gira alrededor de una protagonista poco interesante como Michelle. En especial cuando se empiezan a ligar las acciones directamente con lo ocurrido en la entrega anterior y gracias a eso se crean dos dinámicas que se sienten ajenas una de la otra, provocando con esto que el ritmo en ningún momento fluya de la mejor manera posible en un punto en el que ocurren los acontecimientos supuestamente más relevantes para el propio pueblo.

Siendo realmente hasta la parte final cuando por fin se puede encontrar cierto balance y ambas dinámicas se unen de manera natural para brindar un desenlace entretenido que pretende mostrar cierto caos a una escala muy pequeña. Con una amenaza definitiva que puede provocar más risas que otras cosa por su diseño, pero que logra el cometido de ofrecer un cierre agradable a pesar de que presenta una última sorpresa que se siente demasiado forzada.

Las actuaciones siguen siendo exageradas por diseño, pero en esta ocasión se nota un nivel más amateur salvo por algunos breves cameos como el de Doug Bradley o Joe Bob Briggs. Y en cuanto a producción hubo unas ligeras mejoras con respecto a la primera entrega: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score vuelve a destacar bastante, el trabajo de sonido presenta altibajos, los efectos no están mal (incluso hay algo de CGI) y la labor de maquillaje tiene buenas cosas salvo por el monstruo final.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Barn Part II es decepcionante. Secuela que trata de hacer muchas cosas a la vez sin demasiado éxito.

Ojometro:
**

martes, 28 de marzo de 2023

Crítica: Children of the Corn (2023)

Nueva adaptación del cuento de Stephen King, la cual está escrita y dirigida por Kurt Wimmer. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el 3 marzo y en VOD el pasado 21 de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para próximo 9 de mayo.

Sinopsis:

En un pequeño pueblo de Nebraska la pequeña psicópata Eden (Kate Moyer) recluta a todos los niños para iniciar una masacre y deshacerse de todos los adultos. Aunque para su mala suerte encontrará la resistencia de Bo (Elena Kampouris), quien se convierte en la única esperanza para sobrevivir.


Comentarios generales:

No está muy claro si Dimension Films sigue manteniendo o no los derechos de la franquicia de Children of the Corn debido a que esta nueva adaptación no cuenta con su participación, pero si algo nos enseñó el remake de 2009 (donde tampoco la tuvo) es que no nos podemos confiar de eso debido a que las marañas legales en la industria cinematográfica muchas veces son indescifrables y bien podrían sacar otra secuela al vapor en unos años para seguir exprimiéndola.

Teniendo eso en cuenta, tampoco se puede negar el hecho de que este nuevo inicio generó muchas expectativas como no ocurría probablemente desde la entrega original de 1984, tenía absolutamente todo a su favor para sorprender y seguir el camino de otras franquicias que adoptaron dicho camino en años recientes. Sin embargo, el resultado final deja mucho que desear.

Y no es porque lo traído por Wimmer me parezca una atrocidad ni nada por el estilo, pero su inexperiencia dentro del género de terror hace que una historia que todos conocemos se vuelva aburrida e incluso se sienta vacía por grandes lapsos. Sobre todo durante unos primeros 40 minutos en donde el ritmo es lento y por lo consiguiente lo que ocurre en pantalla te resulta pesado ante la incapacidad para construir suspenso por medio del conflicto entre los adultos y los niños, el cual tiene bases interesantes que justifican de cierta forma las acciones de estos últimos, más nunca se logra establecer de manera sólida ese lado perturbador que evite el pensamiento de que es un tanto absurdo lo que hacen.  

Un pensamiento que eventualmente se diluye un poco debido a que con la llegada del segundo acto las cosas mejoran por el inicio de la masacre dado a que no solo se genera una atmósfera de alto riesgo, sino que además existen algunas muertes que añaden un impacto adecuado tanto desde el lado visual como del emocional. Además a partir de aquí es cuando finalmente se empieza a explotar de mejor manera al personaje de Eden, quien con el pasar de los minutos se va volviendo más inestable y eso hace que cualquier escena con ella contenga un nivel de tensión elevado por el peligro que representa.  

Desafortunadamente dicha mejoría no se mantiene durante una parte final que toma un riesgo importante con respecto a “He Who Walks Behind the Rows” que hay que aplaudir por intentar algo nuevo, pero no funciona de la mejor manera. Haciendo que el desenlace parezca de otro tipo de película, planteando preguntas que no se responden y en general dejando un cierre que carece de la potencia suficiente como para causar una mejor impresión.

Sobre las actuaciones, la verdad es que lo mejor de la película es Kate Moyer porque logra darnos una versión alterna de Isaac muy efectiva y perturbadora. Lo malo es que no se le explota lo suficiente en pantalla por enfocarse más en Bo y todo su heroísmo, opacando los aspectos más oscuros que sin duda le hubieran ayudado al producto final.

En cuanto a producción se nota que no tuvo mucho presupuesto: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no presenta nada fuera de lo normal, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es sólido, los efectos tienen altibajos (sobre todo en el uso de CGI) y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Children of the Corn es mediocre. Está lejos de ser la peor de la franquicia, pero plantea nuevamente la pregunta sobre si no sería mejor dejarla morir.

Ojometro:
** 

viernes, 24 de marzo de 2023

Crítica: Missing (2023)

Película dirigida por Nicholas D. Johnson y Will Merrick, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Sev Ohanian. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de enero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 23 de febrero; recaudando hasta la fecha $45 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de que su mamá desaparece durante un viaje a Colombia, June (Storm Reid) trata de localizarla desde su casa en Los Ángeles utilizando todas las herramientas online a su disposición.


Comentarios generales:

“Searching” de 2018 por alguna razón fue una película que dejé pasar y no fue sino hasta saber que tendría una secuela que decidí verla hace unos meses atrás. Lo cual fue una buena idea debido a que si me gustó, aunque también me generó ciertas dudas con respecto a la posible longevidad del concepto y no estaba lo suficientemente seguro sobre si podía funcionar nuevamente, cosa que Missing esclareció por completo de manera positiva.

Ya que lo presentado por Johnson y Merrick demuestra que la fórmula todavía tiene potencial para al menos un par de entregas más; sin embargo, también deja en claro que para que resulte efectiva el espectador necesita ser flexible al momento de juzgar la viabilidad de la investigación.

Esto porque desde el primer acto el uso de la tecnología puede resultar un tanto exagerada e incluso por momentos en un distractor importante dentro de una historia que avanza de manera rápida y por lo consiguiente exige de muchísima atención a cada detalle. Algo que sin duda brinda dinamismo y hace que las acciones te tengan constantemente pensando sobre cómo resolver el misterio, pero también vuelve inevitable el no pensar que lo presentado en pantalla difícilmente se podría realizar con la libertad y facilidad que vemos aquí.  

Un problema que siempre está ahí, aunque el propio dinamismo del desarrollo hace que poco a poco se te vaya olvidando gracias a que el incremento en la desesperación de June durante el segundo acto va añadiendo tensión y también ayuda a generar una atmósfera de inseguridad importante. Siendo esto último algo vital porque es la única vía para incrementar las dudas con respecto al problema central y brindar un tono ligeramente más oscuro considerando que estamos ante un thriller en el que la violencia y la sangre son muy limitadas.

Llevándonos así a una parte final que apuesta todo en una sorpresa que nunca vi venir y que indudablemente eleva la valoración definitiva dado a que no solo lleva a las situaciones más intensas físicamente hablando, sino que también a nivel emocional plantea algo muy traumático para June y que hace del desenlace uno bastante intenso.

Sobre las actuaciones, solo Storm Reid tiene un rol relevante y no lo hace mal. Mientras que en producción es cumplidora: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta muy discreta.

Opinión final: Missing me gustó. Thriller entretenido y dinámico que se puede disfrutar en cualquier momento.

Ojometro:
****

martes, 21 de marzo de 2023

Crítica: Teen Wolf: The Movie (2023)

Película dirigida por Russell Mulcahy, cuyo guión fue escrito por Jeff Davis. Se estrenó a nivel mundial el pasado 26 de enero por medio de Paramout+.

Sinopsis:

Una nueva maldad ha emergido. Los lobos vuelven a aullar, pero solo alguien como Scott  McCall (Tyler Posey) puede juntar nuevos aliados y viejos amigos de confianza para enfrentar al que es posiblemente su más poderoso y mortal enemigo.  


Comentarios generales:

Honestamente nunca fui fan de la serie de Teen Wolf, obvio le di oportunidad en su momento, pero no la encontré atractiva y entendí que no era un producto para mí. Por ello mi conocimiento sobre su historia es prácticamente nulo (solo se limita a 5 episodios) y no sé si Teen Wolf: The Movie sea lo que sus fans esperaban o si le da buena continuidad a las cosas; sin embargo, como producto desechable para un público casual creo que funciona.

Y con esto no quiero decir que lo traído por Mulcahy sea maravilloso e inmediatamente te genere interés por la serie, más bien es una película que sabe darte una idea general de la historia para que así no te pierdas entre tantos personajes y situaciones con tinte sobrenatural de las que tendrás poca referencia si no eres fan. Aunque también es cierto que al querer abarcar tantas cosas el primer acto puede resultar abrumador al estar saltando de un lugar a otro para plantear una problemática a gran escala por medio de un villano visualmente imponente.

Todo bajo un ritmo que no está nada mala dado a que brinda una dinámica estable la mayor parte del tiempo y permite que los sucesos relevantes puedan desarrollarse de una manera relativamente clara, a pesar de que en su afán por querer incluir cierta cantidad de fanservice las cosas se van alargando de manera innecesaria. Provocando que la segunda mitad del filme se sienta repetitiva y tarde demasiado en revelar aspectos fundamentales que no necesitaban de tanto enredo; en especial cuando empieza a tomar más importancia el tema amoroso que rodea a los protagonistas, lo cual hace que el camino hacia la parte final no resulte tan emocionante como debería.

Aún así, también es cierto que esos minutos finales son disfrutables por la acción que se presenta en pantalla y porque dentro de este micro universo la amenaza es lo suficientemente interesante como para añadir algo de complejidad y fuerza a un desenlace que pretende ser emocional sin los mejores resultados.

Sobre las actuaciones hay que decir que todas se sienten de serie de TV y realmente ninguno de los personajes tiene momentos que destaquen demasiado. Mientras que en producción pasa algo más o menos similar al sentirse como un episodio con un ligero incremento en el presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy simple, el score no aporta demasiado, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no son los mejores y la labor de maquillaje es muy limitada para tratarse de una película de hombres lobo.

Opinión final: Teen Wolf: The Movie está pasable. Película hecha para fans que igual se puede ver cualquier día para perder el tiempo.

Ojometro:
*** 

viernes, 17 de marzo de 2023

Crítica: The Devil Beneath (2023)

Producción australiana escrita y dirigida por Luke Sparke. Se estrenó directo en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Dos hermanos distanciados se reencuentran después de varios años para descubrir secretos familiares después de heredar la propiedad de su abuelo. Donde empezarán a sospechar que una extraña criatura los asecha tras la desaparición de unos amigos.


Comentarios generales:

Honestamente no sabía mucho con respecto a The Devil Beneath, pero al tratarse de una película australiana asumí que por lo menos vería un espectáculo sangriento sabiendo de las características extremas que suelen tener las producciones de aquel país. Era algo lógico de pensar y al menos su trailer te vendía esa potencial idea; sin embargo, lo que me terminé encontrando es uno de los peores trabajos en lo que va del 2023.

Y no es tanto porque el concepto de lo presentado por Sparke me parezca atroz debido a que en realidad maneja una historia bastante estándar sobre una criatura desconocida, más bien el problema radica en la poca capacidad mostrada para tratar de hacer esto entretenido. Ya que no exagero al decir que los primeros 45 minutos del metraje bien pudieron omitirse y aún así no hubiera afectado en lo más mínimo lo que se pretendía contar dado a que la aburridísima rencilla familiar y las problemáticas amorosas presentadas no te llevan a ningún lado, evitando así que por lo menos la espera para ver a la criatura sea interesante.

Sobre todo porque aquí existen elementos sobrenaturales o místicos que por más absurdos que resulten pudieron haber dado un poco más de vida a las cosas, pero estos jamás se aprovechan en lo absoluto y cuando empiezan a tener mayor relevancia solo parecen estar de adorno, así como también la propia criatura. Ya que más allá de unos 6 o 7 minutos de acción, esta no tiene peso en lo que ocurre y además cuando es revelada te provoca más risa que otra cosa por el pésimo trabajo de CGI con el que está creada.

Dejando con todo lo anterior un desenlace en el que al menos se trata de añadir un poco de drama y por lo consiguiente hacerlo más emocional, aunque la carencia de una buena construcción previa evita que esto tenga éxito y realmente lo que pasa te termina siendo indiferente en el mejor de los casos.  

Sobre las actuaciones no digo que son terribles porque tampoco tenían mucho con que trabajar, pero cuando lo más memorable es un perro es que las cosas no son precisamente buenas. Mientras que en producción tampoco tiene mucho para presumir: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es genérica, el score no destaca, el trabajo de sonido está bien, los efectos no son los mejores (sobre todo el CGI con la criatura) y la labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: The Devil Beneath es muy mala. Película olvidable que no tiene nada para destacar.

Ojometro:
*

martes, 14 de marzo de 2023

Crítica: Scream VI (2023)

Sexta entrega de la franquicia dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, cuyo guión fue co-escrito por James Vanderbilt, Guy Busick y Kevin Williamson. Se estrenó en cines dentro de México y Estados Unidos el fin de semana pasado, recaudando hasta la fecha $67 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un año después de los brutales acontecimientos en Woodsboro, Sam (Melissa Barrera) y Tara (Jenna Ortega) tratan de rehacer su vida en Nueva York. Aunque pronto se darán cuenta que dejar atrás a Ghostface es más difícil de lo que parece.  


Comentarios generales:

La manera en la que los chicos de Radio Silence revivieron la franquicia de Scream en 2022 fue una de las grandes sorpresas de los últimos años debido a que nadie pensaba que esta tuviera futuro a pesar de pertenecer a uno de los subgéneros con mayor longevidad dentro del cine de terror. Simplemente fue un éxito rotundo y por cuestiones lógicas una secuela era de esperarse; sin embargo, también era imposible saber si volverían a replicar tal éxito ya sin el factor nostalgia de su lado y con la ausencia por primera ocasión de Neve Campbell, aunque afortunadamente esta sexta entrega logra salir avante y no decepciona para nada.

Ya que lo traído por Bettinelli-Olpin y Gillett está pensado para ser secuela y a la vez un homenaje a la franquicia en general, lo cual podemos notar desde una introducción que en cuanto al concepto es similar al de la original de 1996, pero por medio del famoso cambio de reglas con el que siempre se ha jugado logra sorprender y dejar en claro no solo que el nivel de violencia será mayor, sino que nuevamente cualquier cosa es posible.

Todo manteniendo lo establecido en la entrega pasada con respecto a la herencia familiar de Sam, quien durante el primer acto es la vía para ir construyendo la situación apremiante en la que ella y Tara siempre tendrán que vivir por más que quieran alejarse tanto mental como físicamente de su pasado en Woodsboro. Logrando con esto añadir complejidad a su relación sin que se pierda un solo minuto de emociones debido a que el desarrollo es uno muy dinámico gracias a que esta versión de Ghostface es más brutal y se le expone en situaciones en las que no tiene que pasar desapercibido, ocasionando así que la sensación de caos se logre dar desde muy temprano.

Un aspecto que resulta importante porque al tenerlo tan expuesto se logra insertar una duda razonable con respecto a su identidad y conforme se va entrando al segundo acto su figura se vuelve omnipotente dentro de una ciudad en la que tiene más ventajas para realizar los asesinatos. Además en base a esto se empieza a generar algo de desconfianza entre los personajes que ayuda a incrementar el sentimiento de que nadie está a salvo y por lo consiguiente el nivel de tensión aumenta bastante en cada ataque que este realiza.

Llevándonos así por un camino en donde hay bastante acción, sangre y varias referencias (atención especial con la escena en el metro)  que dejan todo preparado para una parte final que puede que se sienta algo forzada con la revelación, pero que no escatima en lo absoluto en lo que respecta a la violencia. Dejándonos con esto un desenlace potente que trata de jugar con los conflictos internos de Sam y claramente deja puestas las bases para una entrega más.

Con respecto a las actuaciones, tanto Melissa Barrera como Jenna Ortega siguen teniendo una gran química y claramente ambas se sienten mucho más cómodas con estos personajes; en especial la primera que ahora si la vez como la verdadera sucesora de Sidney. Mientras que el regreso de Courteney Cox (Gale) y Hayden Panettiere (Kirby) brinda la dosis de nostalgia suficiente para seguir recordando el legado de la franquicia.

En lo que se refiere a producción nuevamente nos encontramos con una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: Scream VI me gustó. Entrega divertida y sangrienta que sigue refrescando a la franquicia de manera interesante.

Ojometro:
****

viernes, 10 de marzo de 2023

Crítica: Unlocked (2023)

Película surcoreana dirigida por Tae-joon Kim y escrita por Akira Shiga, la cual es una adaptación de la novela del mismo nombre. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 17 de febrero.

Sinopsis:

La vida de Lee Na Mi (Woo-hee Chun) se pone de cabeza cuando un asesino serial encuentra tirado su teléfono celular y lo utiliza para checar todos sus movimientos. 


Comentarios generales:

Una de las cosas interesantes del cine de terror es que no a todas las personas les da miedo lo mismo y lo que para uno puede ser la película más aterradora que ha visto en su vida para otro simplemente puede ser un día más en la oficina. Por ello es que el género es tan variado y también medio complejo debido a que existen trabajos que se catalogan como de terror a pesar de que para muchos pueden no serlo y en el caso de Unlocked sin duda nos encontramos ante esa disyuntiva.

Ya que lo traído Tae-joon Kim maneja un concepto que puede ser perturbador considerando que el teléfono celular es parte fundamental de la vida de muchas personas y el hecho de que alguien pueda seguir tus movimientos por medio de este ciertamente es algo palpable y de ahí se agarran los creadores para generar vulnerabilidad tanto en la protagonista como en el espectador. Sobre todo porque realmente nos encontramos ante un thriller que no presenta nada particularmente extremo durante los primeros 50 minutos de metraje y mucho de su atractivo radica en los metódicos pasos del asesino en búsqueda de su perturbador objetivo para ir generando así el suspenso necesario.

Lo cual resulta efectivo debido a que en ningún momento sientes que lo que estas viendo sea aburrido o que el ritmo sea pesado; de hecho, una vez que la vida de Na Mi empieza a caerse a pedazos las cosas solo mejoran porque se ofrecen momentos que en verdad logran reflejar un caos sólido y por lo consiguiente ponen en una situación de peligro importante a la protagonista. Aunque para nuestra mala suerte también se desarrolla una subtrama con la policía que poco a poco empieza a obtener más relevancia y alarga esto de manera innecesaria, haciendo que dicha sensación de peligrosidad se esfume debido a que el accionar de los investigadores es demasiado absurdo e inconsistente.

Así todo lo que se estaba construyendo de manera adecuada se tambalea en repetidas ocasiones al eliminar mucha de la tensión rumbo a una parte final en la que se nota cierto conflicto sobre cómo cerrar la historia. Y es que no solo se extiende más de lo que debería, sino que el enfrentamiento decisivo tampoco resulta tan intenso como se esperaría precisamente porque el involucramiento de los policías le quita mucha fuerza.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Woo-hee Chun no lo hace mal, tiene sus buenos momentos, aunque en realidad es Si-wan Yim (Oh Jun Yeong) quien más destaca como el asesino meticuloso. Mientras que en producción tiene una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score cumple, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: Unlocked está aceptable. Thriller competente que dura más de lo que debería, pero que se puede ver durante cualquier fin de semana.

Ojometro:
*** 

lunes, 6 de marzo de 2023

Crítica: Candy Land (2023)

Película escrita y dirigida por John Swab (Body Brokers). Se estrenó el pasado 6 de enero en VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una aparente devota e ingenua joven se topa con el bajo mundo de las trabajadoras sexuales en las paradas de camión en una carretera.


Comentarios generales:

Hacer slashers es más complicado de lo que la gente cree debido a que es de esos subgéneros en los que ya se ha visto prácticamente todo y son pocos los que logran ofrecer algo ligeramente fresco debido a que existen reglas muy definidas que no se suelen romper. Por ello es que cuando una película trata de salirse un poco de ese camino definido llama la atención y ciertamente Candy Land trata de hacerlo, aunque sin que el resultado sea el más convincente de todos.

Esto porque Swab trata de contarnos una historia de corte serie B en la que los personajes le terminen importando al espectador a pesar de que estos se mueven en lugares que son considerados como lo peor de lo peor dentro de la sociedad. Un propósito que logra cumplir debido a que estos tienen una actitud hasta cierto punto positiva sobre su precaria situación y eso les brinda una personalidad "cool", lo cual hace que la primera media hora sea digerible tomando en cuenta que no hay demasiadas muertes en pantalla que proporcionen cierto aire de familiaridad con el subgénero.

Situación que cambia una vez que se pasa dicho punto gracias a que con el inicio de la matanza y la revelación del asesino las cosas adquieren una mayor intensidad sin que se deje de lado la complejidad de la vida de nuestros protagonistas. Algo que no está mal, pero también hace que por varios lapsos del segundo acto la película se tome demasiado en serio y por ello cuando ocurren determinadas situaciones que involucran asesinatos estas se terminan sintiendo extrañas, no tanto porque estén mal hechas en sí, sino porque todo resulta sumamente apresurado y por lo consiguiente estas no cuentan con el impacto deseado.

Una prisa que para la parte final se manifiesta de manera más marcada, sin embargo, la propia violencia que se ve en pantalla (que tampoco es tan extrema) y el nivel de locura del asesino hacen que eso no sea tan problemático. Aunque sin duda el rumbo que adquiere la historia hacia el cierre es uno que puede no ser el más convincente; en especial porque se siente como si estuviéramos viendo algo ajeno a lo que nos vendieron previamente.

Con respecto a las actuaciones sin duda el hecho de que los personajes no sean tan planos ayuda mucho y gracias a eso la mayoría del elenco está bien, siendo Olivia Luccardi (Remy), Sam Quartin (Sadie) y Owen Campbell (Levi) los que más resaltan. Mientras que en lo referente a producción se nota que no hubo mucho presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido no presenta fallos y lo referente a efectos/maquillaje es relativamente simple.

Opinión final: Candy Land está ok. Slasher con un poco más de sustancia que podría haber sido mejor.

Ojometro:
***