martes, 29 de noviembre de 2022

Crítica: Spirit Halloween: The Movie (2022)

Película dirigida por David Poag y escrita por Billie Bates. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de septiembre, mientras que once días después llegó a varios mercados por medio de HBO Max.

Sinopsis:

Cuando una tienda Spirit Halloween abre en un desértico centro comercial, tres amigos, quienes piensan que ya están grandes para el dulce o truco, deciden pasar la noche ahí. Aunque pronto su noche de rebeldía se convertirá en una carrera por sobrevivir.


Comentarios generales:

Sin duda alguna la noticia sobre que iba a haber una película inspirada en la tienda Spirit Halloween fue una de las más sorpresivas de 2022 porque absolutamente nadie se hubiera imaginado algo así y dicha sorpresa se incrementó cuando anunciaron que Christopher Lloyd iba a estar involucrado. Simplemente era de esas cosas que solo el género de terror es capaz de concebir y la verdad es que como táctica promocional funciona perfectamente, aunque como película es otro cantar.

Ya que lo presentado por Poag se siente como algo de hace un par de décadas atrás en prácticamente todos los sentidos al contarnos una historia en la que la tienda sirve más bien como complemento para el típico tema sobre el fin de la infancia y cómo esto conlleva dejar atrás todo lo que involucra el Halloween en esa etapa de la vida. Lo cual le brinda un tono demasiado ligero a las acciones y provoca que no se le dé la relevancia necesaria a la cuestión sobrenatural que generará los problemas venideros, causando con esto que el primer acto resulte bastante aburrido porque en realidad no hay mucho que destaque.

Algo que no es que cambie de manera sustancial una vez pasados los primeros 30 minutos del metraje, pero para este punto se trasladan las acciones al interior de la tienda y con ello se logra darle un poco más de vida a lo que ocurre; no solo por los elementos visuales halloweenescos que la locación trae consigo, sino también porque la dinámica en general adquiere mayor fluidez. Una que lamentablemente se vuelve demasiado repetitiva en muy poco tiempo y, además, por momentos se ve cortada por una subtrama que involucra a la mamá del protagonista que realmente no aporta nada más allá de poner frente a la cámara al otro rostro conocido del filme (Rachael Leigh Cook).

Ante esto lo que nos queda es una parte final que se desarrolla de la manera más genérica posible, aunque al menos se trata de brindar un poquito más de “espectacularidad” y “riesgo” para los personajes sin complicarse demasiado las cosas dado a que cada situación presentada es muy básica. Siguiendo a rajatabla el concepto juvenil para dejar un cierre con mucho positivismo típico de esta clase de proyectos. 

Las actuaciones son muy olvidables, aunque ver a Christopher Lloyd (Alex Windsor) en lo que sea siempre es entretenido. En cuanto a producción es casi como ver una película para TV de los 2000s: el trabajo de fotografía es regular, la dirección de arte no está mal, el score tiene destellos, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Spirit Halloween: The Movie es mediocre. Película con fines promocionales que no deja muchas cosas para el recuerdo.

Ojometro:
**

viernes, 25 de noviembre de 2022

Crítica: The Cursed: Dead Man’s Prey (2021)

Producción surcoreana dirigida por Yong-wan Kim y escrita por Sang-ho Yeon. Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur a mediados del 2021, mientras que en México hizo lo propio el pasado 17 de noviembre.

Sinopsis:

Un misterioso caso de asesinatos en serie a manos de cadáveres que vuelven a la vida ha azotado a Corea del Sur, aunque las investigaciones han revelado que dichos cuerpos no actúan por voluntad propia, sino que están siendo manipulados por alguien más.


Comentarios generales:

Honestamente no sabía que The Cursed: Dead Man’s Prey estaba basada en una mini serie coreana de 2020 (The Cursed), así que realmente mi mentalidad al ir a verla no era muy diferente en comparación a otras películas de zombies de aquel país. Sin embargo, ya durante el visionado quedó claro que probablemente hubiera sido buena idea empaparme primero con la serie debido a que estamos ante algo que es más que nada una continuación y la experiencia como tal por momentos se sentía un tanto incompleta.

Aunque con esto no quiero decir que lo que presenta Yong-wan Kim no se pueda disfrutar porque la premisa en si es original y desde el primer instante el misterio en el que se sustenta la historia te atrapa debido a que realmente no se oculta nada con respecto al elemento sobrenatural que lo rodea. Lo cual influye a que el primer acto sea ágil y por lo consiguiente todo avance de manera agradable mientras se van estableciendo determinados puntos base con respecto a los cadáveres asesinos, así como ir generando una atmósfera tensa que magnifique el peligro que estos representan sin que todavía se lleve a cabo nada particularmente brutal o llamativo.

Algo que llega justo entrando al segundo acto y lo hace de manera espectacular con una secuencia de persecución que cualquier blockbuster hollywoodense envidiaría, impregnando de dinamismo e intensidad las acciones para que se establezca de golpe el nivel de la amenaza y así acelerar los sucesos en torno a la investigación. Aspecto que es positivo porque a partir de aquí solo se va dando revelación tras revelación, pero también hay un punto en el que las cosas empiezan a tambalearse porque resulta evidente que no existe una manera tan convincente de unir todos los puntos sin llegar a caer un poco en lo ridículo; especialmente cuando hace acto de presencia un personaje que fue muy relevante en la serie y de la nada empieza a tener mucho peso en lo que ocurre.

Llevando así las cosas por un camino mucho más fantasioso que choca con lo visto previamente, aunque para nuestra suerte el elemento dramático y, sobre todo, la crítica que se le hace al a la industria farmacéutica (y por extensión a cierta parte de la sociedad surcoreana) salva las cosas. Brindándole así un cierre un poquito más emocional de lo esperado que además te deja con la curiosidad por saber un poco más de esta potencial franquicia.

Sobre las actuaciones por ahí existen un par que resultan un tanto exageradas, pero en general el elenco cumple con su propósito y nadie desentona. En cuanto a producción tenemos algo cuidado: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score resulta buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son bastante buenos y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Cursed Dead Man’s Prey está entretenida. Película con un concepto original para pasar el rato.

Ojometro:
***

martes, 22 de noviembre de 2022

Crítica: Jeepers Creepers: Reborn (2022)

Película dirigida por Timo Vuorensola y escrita por Sean-Michael Argo. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 17 de noviembre; recaudando hasta la fecha $4.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Forzada a viajar con su novio a un festival de terror, Laine (Sydney Craven) empieza a experimentar visiones inquietantes relacionadas con la leyenda urbana de The Creeper. Lo cual la hace pensar que algo ha sido invocado y que ella misma se encuentra en el centro de todo. 


Comentarios generales:

Jeepers Creepers es una franquicia rodeada en polémica debido al asqueroso pasado de su creador y honestamente fue hasta sorpresivo que pudiera tener una trilogía que por lo menos gozaba del recuerdo de los fans. Así que cuando de la nada se anunció un reboot muchos se sorprendieron, pero en realidad era un movimiento lógico para desmarcarse por completo de Victor Salva y toda su publicidad negativa; aunque Jeepers Creepers: Reborn por si sola hace difícil querer ver algo más de la franquicia.

Y es que lo traído por Vuorensola es un esfuerzo muy pobre que se siente hecho totalmente al vapor y sin una idea clara sobre lo que quieren hacer con The Creeper, ya que desde el inicio descartan casi todo lo que conocemos para dejarlo como un simple mito y así centrar la historia en las visiones de Laine. Lo cual ciertamente le brinda un enfoque distinto a las cosas, pero ya en la práctica lo que tenemos es una serie de situaciones genéricas que solo las integran porque no tienen otra opción, sin dar mucho contexto y esperando que de alguna manera el espectador no se aburra tan rápido al presentar algunas muertes efímeras que ni siquiera logran generar un poco de impacto.

Esto mientras se van dando volantazos narrativos para tratar de encontrar la mejor vía de explotar a The Creeper, quien indudablemente es lo más llamativo de la película y cuya esencia sigue siendo la misma a pesar de que ya no cuenta con una historia tan elaborada detrás. Obligando así que las cosas tengan que ir mutando a un camino mucho más centrado en el slasher y con ello entrar a una dinámica que al menos tiene mejor ritmo, aunque en realidad sigue sin llevar a nada con respecto a las visiones de la protagonista o, especialmente, las motivaciones de quienes están detrás del encuentro mortal.

Situación que nos deja ante una parte final que cuenta con un nivel de violencia y sangre mayor; sin embargo, todo el tiempo se siente hueca. Además el conflicto es demasiado genérico y falto de emoción como para esconder el hecho de que el desenlace no resulta satisfactorio ante su falta de profundización en aspectos muy básicos.

Las actuaciones son bastante pobres en general, sin chispa y tratando de que sea Sydney Craven la que rescate esto sin tener mucho éxito. Mientras que en producción se puede notar el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte no está mal, el score está ok, el trabajo de sonido no tiene fallos marcados, los efectos son inconsistentes y la labor de maquillaje cumple. 

Opinión final: Jeepers Creepers: Reborn es muy mala. Reboot desastroso que no hace pensar un buen futuro para la franquicia.

Ojometro:
*

viernes, 18 de noviembre de 2022

Crítica: Resurrection (2022)

Película escrita y dirigida por Andrew Semans. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 5 agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La vida de Margaret (Rebecca Hall) se encuentra en perfecto orden: es capaz, disciplinada y exitosa. Todo está bajo control… hasta que regresa David (Tim Roth), un hombre que le termina recordando todos los errores y horrores de su pasado.


Comentarios generales:

Hace tan solo unos días atrás escribía sobre cómo hay películas con las que se puede notar que están hechas para tratar de satisfacer a la crítica especializada que suele detestar el cine de terror y no tuvo que pasar mucho tiempo para que volviera a encontrarme con otro ejemplo de esto. Sin embargo, con Resurrection las cosas son ligeramente distintas debido a que se trata de un proyecto que incluso entre ese sector puede levantar más de una ceja dada su naturaleza tan rara con la que sin duda hará que muchos la amen o la odien por igual. 

Ya que lo traído por Semans en la superficie parece un thriller psicológico estándar, pero en el fondo es algo un poco más alocado de lo que te esperas y solo es cuestión de aguantar unos 25 minutos para poder digerirla. Tiempo no muy electrizante que se utiliza para establecer de manera sólida la compleja personalidad de Margaret, quien desde muy temprano empieza a mostrar tendencias características de alguien con problemas mentales y se comporta como tal, haciendo suponer un camino predecible en donde todo lo que ocurre tarde o temprano será revelado como falso.

Situación que cambia una vez que hace acto de presencia el personaje de David, quien rápidamente genera un nivel de tensión significativo por medio de una serie de interacciones con Margaret que resultan bizarras por lo que van revelando. Lo cual no solo hace que el tono sea vuelva más oscuro, sino que también añade una sensación de duda muy grande para que el espectador nuevamente empiece a cuestionarse si lo que ocurre es verdad o no ante la constante paranoia de nuestra protagonista; aunque igualmente se empieza a experimentar cierto tedio debido a que en este punto comienzan a darle vueltas a lo mismo sin que exista un avance claro y por lo consiguiente el ritmo se vuelve algo pesado.

No lo suficiente como arruinar toda la experiencia, más si hace que no se entre de la manera más conveniente a una parte final tanto explosiva como polémica. Esto porque es aquí donde finalmente las cosas que parecían difíciles de creer se exponen sin complejos, llevando a un desenlace sangriento con mucho impacto, pero totalmente ambiguo que no termina por convencer.

En cuanto a las actuaciones, Tim Roth (David) y los demás contados secundarios lo hacen bien con sus respectivos roles, pero este es el show de Rebecca Hall. Simplemente sin ella la película se hubiera perdido en la intrascendencia gracias a que es la que aporta el 95% del aspecto emocional en la historia y la que termina sosteniendo su rareza gracias a su deterioro físico/mental que te tiene cuestionándote todo el tiempo si lo que ocurre es producto de su locura.

Sobre la producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Resurrection está ok. Película rara que realmente solo vale la pena checarla por la gran actuación de Rebecca Hall.

Ojometro:
*** 

martes, 15 de noviembre de 2022

Crítica: Deadstream (2022)

Película dirigida por Joseph Winter y Vanessa Winter (V/H/S/99), quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 octubre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Shawn (Joseph Winter) es un youtuber en desgracia que trata de recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo dentro de una casa embrujada en la que pasará la noche. Aunque cuando hace enojar a un espíritu vengativo su triunfal regreso se convertirá en una batalla en tiempo real por sobrevivir.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde la relevancia de los youtubers/influencers es cada vez mayor y por lo consiguiente las opiniones sobre estos son diversas, al grado de que para muchas personas resultan totalmente insoportables. Por ello es que no es extraño que con el pasar del tiempo cada vez existan más propuestas con esta temática debido a que suelen atraer miradas por la animadversión natural que provoca y sin duda hasta este momento Deadstream es la que mejor ha sabido explotarla.

Y es que antes que nada hay que mencionar que lo que nos ofrecen los Winter es una comedia de terror cuyo humor puede ser complicado de digerir durante los primeros minutos porque el personaje de Shawn, por diseño, tiene como principal propósito resultarte insoportable gracias a su comportamiento muy a lo “Jackass” y su miedo exagerado a absolutamente todo. Lo cual ciertamente requiere de un gusto muy específico de comedia, aunque poco a poco las cosas dejan de sustentarse en su comportamiento para ir integrando un humor que recae en distintos gags que lo vuelven más humano, ya sea mediante el uso cinta adhesiva para absolutamente todo, sus respuestas a los comentarios hechos por sus fans en el chat o de un soundtrack que él mismo grabó para generar un ambiente tétrico.

Todo bajo una historia que en cuanto al aspecto paranormal es sencilla y solo requiere de la aparición de otro personaje para funcionar, algo que podría parecer aburrido pero en realidad no lo es debido a que el desarrollo como tal resulta muy dinámico ante el uso inteligente de diversas cámaras que ayudan a que el ritmo sea tremendamente ágil por el constante cambio de tomas que se pueden ver. Unas que además son utilizadas no solo como un recurso distractor, sino que en realidad son fundamentales para que nuestro protagonista pueda enfrentar al espíritu gracias a que le dan cierta ventaja para saber lo que ocurre en la casa en tiempo real.

Esto mientras recibe una ayuda externa por parte del chat que le añade contexto a las situaciones que vive, sobre todo porque el tema de maldición ciertamente es más oscuro de lo que esperas y eso ayuda a que conforme avancen los minutos el nivel de intensidad se vaya elevando. Dejando varios momentos muy bien logrados que hacen del sufrimiento de Shawn uno entretenido de ver, pero a la misma vez te genera la empatía suficiente como para querer saber si va a salir con vida del problema en el que se metió.

Llegando así a una parte final que tiene bastante fuerza por medio de algunas escenas que involucran sangre y ciertos elementos grotescos. Aunque realmente lo más importante es el hecho de que jamás se toma en serio y por ende el desenlace resulta tan satisfactorio como absurdo.

Sobre las actuaciones realmente es una película de un solo actor y Joseph Winter hace un trabajo bastante bueno debido a que logra darle vida a un personaje que puede llegar a ser increíblemente odioso, pero al mismo tiempo te puede sacar varias carcajadas. Además de que sabe plasmar de manera impecable la personalidad y vicios que solemos ver en muchos youtubers frente a la cámara.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de muy buena factura para tratarse de un found footage con tan poco presupuesto: el trabajo de fotografía es de gran calidad y parte fundamental para que esto funcione, la edición dinámica, la dirección de arte cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje tiene un toque serie b que puede no ser del agrado de todos.

Opinión final: Deadstream me gustó. Película divertida y ágil que sin duda es una de las grandes sorpresas del año.

Ojometro:
****

viernes, 11 de noviembre de 2022

Crítica: Speak No Evil (2022)

Producción danesa dirigida por Christian Tafdrup, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Mads Tafdrup. Se estrenó en cines dentro de Dinamarca durante el mes de marzo, mientras que hizo lo propio en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de septiembre.

Sinopsis:

Una familia danesa visita a una familia holandesa que conocieron durante las vacaciones. Aunque lo que se supone que sería un fin de semana idílico pronto se convertirá en una serie de eventos desagradables con los cuales es difícil mantener la buena educación.


Comentarios generales:

Cuando una película empieza a hacer ruido en festivales con críticos que normalmente desdeñan el cine de terror ya sabes más o menos qué esperar debido a que en los últimos años se ha generado cierta tendencia que no es difícil de descifrar. Una que no es que sea buena o mala, sino que simplemente funciona de manera distinta dependiendo de los gustos de cada persona y creo que Speak No Evil es uno de esos casos en los que difícilmente se podrá dejar satisfecho a todo mundo.

Esto porque lo presentado por Tafdrup se maneja más como un drama que como una película de terror la mayor parte del tiempo; de hecho, a lo mucho se podría calificar como un thriller ligero debido a que realmente es una historia que sustenta mucho de su propuesta en lo mundano y un ritmo lento. Lo cual hace que la experiencia como tal sea complicada de digerir ante el poco material intenso que existe para desarrollar este extraño encuentro entre desconocidos, sobre todo durante un primer acto que de emociones no tiene nada, pero al menos establece cierta sensación de rareza que permeará por el resto del metraje.

Aspecto que resulta importante porque lo que sostiene la segunda mitad es precisamente eso, el no saber exactamente bien cuál es el verdadero peligro detrás a pesar de que se puede palpar que hay algo extraño. Lo cual provoca una atmósfera tensa y hace que ciertas situaciones entre las familias sean lo suficientemente incomodas como para establecer el conflicto, aunque también es el inicio de una serie de decisiones absurdas que terminan chocando con la manera en la que la pareja danesa ha sido construida durante todo el desarrollo con respecto a su desconfianza y por lo consiguiente dichas decisiones te terminan fastidiando rumbo a un último acto que cambia por completo las cosas.

Y es que no miento al decir que los últimos 20/25 minutos son básicamente lo que decidirá si te gusta o no esta película debido a que no solo el nivel de tensión se eleva de manera exponencial, sino que además el peligro que había estado rondando por fin se esclarece de la manera más perturbadora posible. Dejando un desenlace que no te termina quitando el mal sabor de boca ante el comportamiento de la pareja central, pero definitivamente golpea fuerte considerando que su objetivo es dejar al espectador en shock y eso sin duda lo consigue.

En lo que se refiere a las actuaciones, en general el elenco está bien y solo Morten Burian (Bjorn) se puede decir que destaca un poco más a pesar de que su personaje queda parado como un total idiota en la parte final. Mientras que en producción es de una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no resalta, el score es sólido, el trabajo de sonido limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión Final: Speak No Evil es aceptable. Película con todos los ingredientes para satisfacer a la crítica, pero no tanto al espectador común.

Ojometro:
*** 

martes, 8 de noviembre de 2022

Crítica: Pearl (2022)

Precuela dirigida por Ti West (The Innkeepers, X), quien ahora comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Mia Goth. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre y en VOD lo hizo el pasado 25 octubre.

Sinopsis:

Atrapada en la aislada granja de su familia, Pearl (Mia Goth) tiene que lidiar con su padre enfermo y su estricta madre. Eso mientras su deseo de tener una vida glamorosa como la de las películas hará que sus ambiciones, tentaciones y represiones choquen para convertirla en el monstruo que asesinó a varios inocentes en 1979.


Comentarios generales:

No es muy común que un estudio le dé luz verde a un director para realizar tres películas, mucho menos si son de terror y de alguien cuyo estilo es tan poco amigable con el espectador como lo es el de Ti West. Así que el que A24 haya apostado por esta trilogía es de por si algo único que se debe de valorar más allá de los gustos personales y ciertamente Pearl es una película que, a pesar de no ser tan sólida como su predecesora, sin duda aporta lo que debe para este particular proyecto.

Y es que lo que nos trae Ti West en esta ocasión es un tanto arriesgado si tomamos en cuenta que se aleja de la naturaleza slasher de “X” (sin olvidarla por completo) y centra toda su atención en la construcción de un solo personaje sin importar que la historia como tal se pueda sentir un tanto vacía en cuestiones de profundización. Sobre todo durante un primer acto que es bastante pesado en su desarrollo y plantea ciertas cuestiones que evidentemente tienen un impacto directo en la personalidad de Pearl, pero que no van más allá de situaciones cuya principal meta es hacerte saber que la relación con sus padres se encuentra al límite o, de una manera muy superficial, que su esposo se encuentra combatiendo en la primera guerra mundial.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando se empieza a exponer su fragilidad mental, aunque nunca de una manera acelerada debido a que solo se van ofreciendo ciertas dosis de su locura cada determinado momento mientras se empieza a establecer un tono más oscuro que magnifique la maldad que esconde. La cual obviamente en determinado punto termina explotando y por medio de esta se ofrecen los que son los minutos con más fuerza al exponer un poco el elemento slasher que tenían guardado para darle así cierto nivel de impacto a las acciones rumbo a la parte final.

Una que ciertamente es un tanto distinta a lo que se podría esperar, ya que en lugar de irse por el camino extremo lleno de violencia mejor se opta por tomar uno más meticuloso que vaya mostrando el quiebre mental de Pearl para ir acumulando tensión hasta que finalmente ceda ante la locura. Algo que sin duda termina brindando un cierre que, si bien es potente, también deja cierta sensación de que le faltó darle más relevancia a determinados temas; especialmente al del esposo, quien en la primera película fue un personaje muy importante.

De las actuaciones realmente todo recae en Mia Goth al tratarse de un elenco muy reducido y probablemente sea la mejor actuación de su carrera. Ya que nos presenta a un personaje con el que maneja una falsa inocencia de forma impecable y poco a poco lo va transformando en un monstruo completamente trastornado cuya locura es tan sutil como explosiva cuando se necesitan tener los momentos de impacto necesarios.

En lo que respecta a la producción realmente no cambia mucho a lo que vimos en “X”: el trabajo  de fotografía es sólido, la dirección de arte por momentos no parece concordar con el periodo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Pearl es aceptable. Sin duda un ligero paso para atrás con respecto a lo visto anteriormente, pero funciona como precuela.

Ojometro:
***

viernes, 4 de noviembre de 2022

Crítica: The Munsters (2022)

Película escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects, Halloween). Se estrenó en Netflix dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de septiembre y ese mismo día también salió tanto en formato físico como digital.

Sinopsis:

Herman Munster (Jeff Daniel Phillips) y Lily (Sheri Moon Zombie) inician su relación para el desagrado de El Conde (Daniel Roebuck), lo cual desencadenará una serie de eventos que los llevarán a mudarse de la comodidad de Transilvania a los suburbios estadounidenses.


Comentarios generales:

Ya se sabe que todo lo que haga Rob Zombie va a generar un ruido enorme debido a que ningún director divide tanto a los fans con su estilo y visión como lo hace él, pero el hecho de que por primera vez se embarcara en un proyecto de corte familiar sin duda generaba gran curiosidad. Mucho más al estar relacionado con una franquicia tan querida como The Munsters, cuyas esperanzas de volver al mainstream se sustentaban en esta película y tristemente creo que después de esto puede caer en el olvido por varios años más.

Y es que resulta evidente que Rob Zombie no sabe hacer comedia y se siente fuera de su elemento natural al ofrecernos una historia que probablemente en cuanto al concepto no está tan mal si tomamos en cuenta que se trata de una precuela de la serie, pero ya al momento de plasmar sus ideas ante la cámara los resultados están lejos de ser los mejores.

Lo cual es una pena porque en realidad durante el primer acto lo que vemos es entretenido y mucho de esto se debe a que el humor como tal está bien dosificado por medio de una serie de personajes secundarios que le aportan mucha vida a este mundo sin que lleguen a resultar fastidiosos, siendo especialmente Dr. Wolfgang y Floop los que logran llamar más la atención. Además de que el diseño colorido de los impecables sets logra que desde el lado visual se tengan muchos detalles a los cuales ponerles atención.

Hasta ahí todo camina de manera relativamente correcta, sin embargo, es justo cuando aparece Herman Munster que la película empieza su espiral descendente y no tanto porque la actuación sea mala, sino porque las situaciones que se construyen alrededor de él no tienen gracia y su química con Lily es prácticamente inexistente. Algo que conforme nos adentramos en el segundo acto empeora debido a que la libertad creativa del propio Zombie empieza a ser un factor cada vez más negativo debido a que el desarrollo brinca de un lado a otro sin rumbo fijo y, cuando por fin parece que hay un evento especifico que dictará el rumbo las acciones, mejor se decide ir por otro lado y lo termina dejando tirado para pasar rápidamente a la parte final.

Una que está más conectada a lo que todos conocemos de la serie, pero que se siente acelerada y muy ajena a todo lo demás. Con solo dos o tres momentos graciosos que no son suficientes como para contrarrestar un desenlace que te deja con una sensación de vacío importante ante lo random que resulta.    

En cuanto a las actuaciones hay que decir que en el caso de Jeff Daniel Phillips como Herman Munster y Daniel Roebuck como El Conde tenemos trabajos que no están mal, ambos cumplen bien con sus roles pero se ven sumamente afectados por el guión tan pobre; sin embargo, el caso de Sheri Moon Zombie si es insalvable. Aunque también vale la pena destacar a Richard Brake (Dr. Wolfgang) y Jorge García (Floop), quienes tienen una gran química y su dupla es por mucho la que proporciona los momentos más divertidos.

Sobre la producción sin duda es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es lo mejor de la película, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es bastante buena.

Opinión final: The Munsters es mediocre. Una de las grandes decepciones del año que puede enterrar a la franquicia por un buen rato.

Ojometro:
**