martes, 28 de noviembre de 2023

Crítica: Slotherhouse (2023)

Película dirigida por Matthew Goodhue, cuyo guión fue co-escrito por Bradley Fowler y Cady Lanigan. Se estrenó directamente en formato físico durante el mes de septiembre dentro de los Estados Unidos, mientras que hizo lo propio en VOD el pasado 15 de octubre.

Sinopsis:

Emily (Lisa Ambalavanar) se encuentra en su último año en la universidad y quiere ser elegida como presidenta de su fraternidad. Para ello decide adoptar a un tierno perezoso que le ayudará a conseguir votos, aunque nunca se imaginará que este será el responsable de una verdadera masacre.


Comentarios generales:

Como ya sabrán, ver el logo de Gravitas Ventures se ha vuelto una señal de advertencia importante gracias a la calidad tan cuestionable de las películas que han distribuido desde hace varios años. Sin embargo, cuando salió el trailer de Slotherhouse sabía que tenía que verla si o si porque era muy probable que me pudiera pasar un rato riéndome gracias a que su premisa resultaba increíblemente absurda y justo eso fue lo que ocurrió.

Ya que lo traído por Goodhue es de esos trabajos con los que uno debe de apagar su cerebro y disfrutar la poca seriedad que maneja, lo cual ciertamente durante los primeros minutos puede ser complicado debido a que el tema de la fraternidad no es precisamente el más atractivo, pero tampoco tiene que pasar demasiado tiempo para que las cosas funcionen. Más que nada porque una vez que se le da exposición continua al perezoso esto empieza a moverse hacia la dirección correcta en lo que respecta a los contrastes que este trae consigo, pasando de la ternura a la violencia en un instante y con ello ir estableciendo las bases para lo que básicamente se vuelve un slasher muy peculiar.  

Donde evidentemente hay muertes y todo eso, aunque en realidad el punto fuerte viene con el comportamiento del propio perezoso. Quien básicamente se vuelve la criatura viva más inteligente dentro de la película por un amplio margen al realizar cosas que rayan en lo ridículo y aún así funcionan porque son demasiado entretenidas de ver, dejando en segundo plano al drama juvenil que por sí mismo no aporta gran cosa pero sirve como la excusa perfecta para que el conteo de cuerpos sea elevado sin dar demasiadas explicaciones conforme se va incrementando el ritmo de las acciones.

Provocando así que la parte final sea caótica a su modo. Llena de acción, situaciones exageradas e incluso de una sutil referencia a “Halloween” para construir un enfrentamiento decisivo funcional que ve un ligero incremento en el nivel de violencia y como consecuencia de eso el cierre tiene la intensidad necesaria como para que nuestro peludo asesino pueda brillar hasta el último instante. 

Las actuaciones son lo que deben de ser en esta clase de películas tan poco serias y Lisa Ambalavanar hace lo suficiente como para que te interese como la protagonista. Mientras que en producción es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no es la gran cosa, el score resulta genérico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje logra su propósito.

Opinión final: Slotherhouse está ok. Película extremadamente absurda y a la vez entretenida que no hay que tomar tan en serio para disfrutarla.  

Ojometro:
***

viernes, 24 de noviembre de 2023

Crítica: Dear David (2023)

Película dirigida por John McPhail (Anna and the Apocalypse) y escrita por Mike Van Waes, la cual está basada en el hilo de Twitter del escritor Adam Ellis de BuzzFeed. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Adam Ellis (Augustus Prew) es un escritor de BuzzFeed que de la noche a la mañana es acosado por un fantasma de un chico llamado David. Algo que pretende explotar para su beneficio laboral, pero pronto pondrá en riesgo su propia vida.  


Comentarios generales:

La verdad es que no tenía conocimiento del hilo de Twitter en el que está basada Dear David, pero lo cierto es que esta clase de cosas salidas de internet no son precisamente algo que llame mi atención y mucho menos me parecen una fuente confiable para realizar una película. Obvio habrá alguna que otra excepción con la cual los resultados sean positivos, pero en general no cuentan con la suficiente sustancia como para construir un buen producto y este es otro de esos ejemplos.

Y es que lo traído por McPhail es una historia a la que por medio del bullying en las redes sociales tratan de añadirle un elemento con el que el espectador pudiera sentirse ligado dado a lo común que es en la actualidad; sin embargo, esto realmente solo se utiliza como un anzuelo que con el pasar de los minutos va perdiendo relevancia. Lo cual sin duda es un problema porque ocasiona que la primera mitad de la película esté llena de inconsistencias y por lo consiguiente no se puede construir algo sólido con respecto al misterio detrás de David, dejando todo el peso en un personaje tan poco interesante como Adam y sus problemas que hacen bastante aburridas las cosas rápidamente.

En gran parte porque se utilizan los mismos recursos una y otra vez para tratar de generar dudas poco convincentes sobre la estabilidad mental de este, recurriendo además a elementos demasiado simples con los que no se logra proporcionar la tensión necesaria que logre establecer a la amenaza como una interesante. Situación que empeora durante un segundo acto en el que jamás se le brinda claridad a su origen, brincando de una idea a otra con la esperanza de que alguna de estas pueda tener cierta efectividad para ser la que conecte todo de la manera más coherente posible y, sobre todo, pueda llevar a algunos momentos de mayor peligro.

Una apuesta que evidentemente no funciona y gracias a ello la parte final carece de lógica. Aunque al menos se puede decir que con el desenlace tratan de imprimir un poco más de intensidad y lograr con ello que el enfrentamiento definitivo pueda contar con cierta “espectacularidad” en el afán de querer exponer ligeramente el lado sobrenatural de todo esto. 

Sobre las actuaciones no hay mucho para destacar, todo recae en Augustus Prew y honestamente cualquier otro actor pudo haber hecho lo mismo. Mientras que en producción tampoco vemos un presupuesto tan grande: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es discreta, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje no presenta gran complejidad.

Opinión final: Dear David es decepcionante. Película aburrida y sin mucho sentido con la que no se pierden de nada si no la ven.

Ojometro:
**

martes, 21 de noviembre de 2023

Crítica: She Came from the Woods (2023)

Película dirigida por Erik Bloomquist (Long Lost, Ten Minutes to Midnight), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Carson Bloomquist. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que su salida en formato físico se dio el 25 de agosto.

Sinopsis:

En 1987 un grupo de consejeros de un campamento de verano liberan sin saberlo a un ente maldito dormido por décadas durante su última noche de trabajo.


Comentarios generales:

Que una película se desarrolle en un campamento durante la década de los 80s básicamente la encasilla en un subgénero específico, es algo inevitable con lo que todas las producciones de este tipo tienen que lidiar. Por ello es que She Came from the Woods realmente no hizo mucho ruido porque parecía un slasher más y en cierto modo lo es, aunque por lo menos trata de cambiar un poco las cosas para diferenciarse sin los resultados más memorables.

Y mucho de eso se debe a que lo presentado por Bloomquist se aferra demasiado a los elementos característicos de esa clase de películas y gracias a eso la historia durante su primera media hora es aburrida al estar más preocupada por amoríos juveniles entre los consejeros o complicadas relaciones familiares. Ocasionando con esto que la revelación de la amenaza por un momento quede en segundo plano, tardándose más de lo normal en darse y resultando un tanto descafeinada a pesar de que si se pretende añadir una buena dosis de shock por medio de muertes que se podrían considerar sorpresivas.

Por suerte, una vez que inicia la matanza las cosas mejoran y poco a poco lo que parecía ser un slasher del montón empieza a mutar en algo más inclinado hacia un terror sobrenatural con el cual se puede implementar un mucho mejor ritmo no solo en cuanto a las escenas de caos se refiere, sino también en la manera de explicar lo que hay detrás. Logrando así algunas secuencias bastante efectivas que contrarrestan el humor negro fallido que por momentos se trata de desarrollar y, sobre todo, hacer que unos personajes tan poco interesantes por lo menos te puedan llegar a preocupar de alguna manera para que las escenas de riesgo contengan una mayor dosis de intensidad.

Llevando así a situaciones cada vez más sangrientas que hacen de la parte final entretenida al ocultar por medio de estas las evidentes carencias que se presentan al momento de añadir carga emocional. Un problema que podía haber afectado el desenlace de mayor forma si consideramos el trasfondo del demonio, pero la realidad es que no lo hace y gracias a eso se tiene un cierre al cual no le sobra absolutamente nada.

Las actuaciones son lo que son, mucho estereotipo exagerado que realmente no aporta demasiado pero tampoco daña el producto en general. Mientras que en producción tenemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es un tanto irregular.

Opinión final: She Came from the Woods está aceptable. Película para pasar el rato un día que no tengan otra cosa que ver.

Ojometro:
***

viernes, 17 de noviembre de 2023

Crítica: Cuando acecha la maldad (2023)

Producción argentina escrita y dirigida por Demián Rugna (Terrified). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de octubre y posteriormente el 27 del mismo mes hizo lo propio en VOD.

Sinopsis:

En una granja remota, Pedro (Ezequiel Rodríguez) y su hermano encuentran a un hombre infectado por un demonio que está a  punto de “dar a luz” al mal mismo. Asustados deciden deshacerse del cuerpo putrefacto, aunque esto solo esparcirá el caos hacia todos aquellos que les importan.


Comentarios generales:

Para este punto el encontrar propuestas sobre posesiones que resulten innovadoras es algo complicado debido a que es uno de los subgéneros más explotados que existen, así que siempre es complejo el poder generar interés por estas salvo que pertenezcan a alguna franquicia muy bien establecida. Sin embargo, de vez en cuando te vas a encontrar con una película que te sorprenda a pesar de los convencionalismos y justamente “Cuando acecha la maldad” es una de esas.

Ya que lo traído por Rugna se posiciona como una de las mayores sorpresas en este 2023 gracias a que logra darle frescura a una fórmula conocida sin tener que recurrir a cosas complejas y en base a eso construye una historia inquietante por la forma tan natural con la que los personajes lidian con el tema de la posesión, optando por no ocultar nada para no perder el tiempo en obviedades y así poder aprovecharlo para redondear la idea. Brindándole con esto un tono depresivo que desde el primer acto hace sentir que un suceso tan simple es en verdad riesgoso, lo cual se magnifica ante el pavor que manifiestan distintos personajes al saber que la maldad puede alcanzarlos.

Siendo esto último algo clave porque es la vía con la que el director puede exponer escenas de muertes brutales que no solo añaden el impacto inmediato por lo visual, sino también porque con estas establece sin ningún tipo de compasión que, en efecto, nadie está a salvo y así incrementar el nivel de intensidad de manera impresionante. Además de que gracias a estas muertes se clarifica cómo se manifiesta el demonio y con ello también empiezas a cuestionar si nuestro protagonista en verdad es alguien de confianza porque sus acciones son demasiado egoístas a sabiendas del riesgo que él mismo representa para sus seres queridos.

Llevándonos con ello a un segundo acto que se podría decir que es el más emocional porque precisamente es donde Pedro tiene que lidiar con las consecuencias de sus actos, pero eso no significa que el shock desaparezca. Aunque igualmente es aquí donde se profundiza un poco más con respecto a la problemática que enfrentan y las revelaciones sobre lo complejo que será frenarla para que en ningún momento desaparezca esa sensación de desesperanza rumbo a la parte final.

Una que probablemente no sea tan explosiva como se esperaría dado a que apuestan más por lo tétrico y gracias a eso el ritmo en esta parte es más tranquilo. Decisión que no afecta mucho que digamos al desenlace porque este sigue manteniendo las mismas bases y cumple a la perfección su propósito de ser desalentador sustentándose en las malas decisiones de Pedro.

En cuanto a las actuaciones tenemos un gran trabajo de Ezequiel Rodríguez por medio de un personaje bastante complejo con el que se pueden entender sus temores pero al mismo tiempo es difícil sentir empatía por él gracias a lo egoísta que resultan sus acciones. Mientras que Demián Salomón (Jimi) y el resto del elenco logran complementarlo de buena forma.

Y en lo que respecta a la producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte simple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es impecable.

Opinión final: Cuando acecha la maldad me gustó. Película oscura y cruda que se les quedará en la memoria durante varios días.

Ojometro:
****