viernes, 29 de octubre de 2021

Crítica: Slumber Party Massacre (2021)

Película dirigida por Danishka Esterhazy (The Banana Splits Movie) y escrita por Suzanne Keilly. Se estrenó el pasado 16 de octubre dentro de los Estados Unidos por el canal Syfy, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o digital.

Sinopsis:

En 1993 Trish Devereaux fue la única sobreviviente de una masacre durante una pijamada en Holly Springs. Ahora, tres décadas después, su hija Dana (Hannah Gonera) y un grupo de amigas se ven forzadas a quedarse en el mismo lugar para que la historia vuelva a repetirse.  


Comentarios generales:

La franquicia de Massacre conformada por tres distintas series (The Slumber Party Massacre, Sorority House Massacre y Cheerleader Massacre) históricamente siempre ha sido un hit or miss incluso con los propios fans debido a que representan un periodo muy especifico del género de terror que muchos consideran caduco o que ya no encaja con los estándares sociales actuales. Así que cuando fue anunciada una nueva Slumber Party Massacre realmente el panorama no resultaba nada alentador y se esperaba lo peor; sin embargo, al final me he topado con una verdadera sorpresa.

Algo que pudiera resultar difícil de creer si tomamos en cuenta que durante el primer acto lo que nos presenta Esterhazy no difiere mucho de las entregas anteriores al seguir la estructura habitual con unos eventos que, si bien no resultan nada aburridos, tampoco es que destaquen por su originalidad. Teniendo estos como principal propósito el familiarizar con la franquicia a aquellos que no la conocen y establecer de manera simple tanto el ritmo que predominará como las personalidades de este grupo de chicas.

Realmente nada particularmente especial, pero una vez que se cruzan los treinta minutos de metraje llega un giro que ni el fan más perspicaz verá venir y que cambia de manera radical la dinámica de esta historia. Brindándole así un toque de frescura muy agradable dentro de un subgénero en el que eso es difícil y a la vez exponiendo ciertos temas de relevancia actual por medio de situaciones cuyo desarrollo resulta lo opuesto a lo que tradicionalmente se ve, mientras se mantiene intacta la esencia slasher por medio de muertes que proporcionan las dosis de impacto suficientes y además ayudan a aplacar un humor que no siempre resulta tan efectivo dentro del caos expuesto.

Dejándonos con todo lo anterior una parte final que pareciera muy simple, sin embargo, aquí se presenta otro giro que le brinda una capa más de novedad. Aunque este si no es tan complicado de descifrar y se va más a la segura, recurriendo a un buen nivel de violencia, sangre y acción constante para ofrecer un desenlace satisfactorio que, en apariencia, no deja nada abierto para una secuela o algo por el estilo.

Las actuaciones son lo que uno espera de esta clase de películas, aunque en general la dinámica entre las chicas está muy bien y muestran buena química en pantalla. Y en cuanto a la producción no se puede desligar por completo de ser una película de Syfy, pero cumple: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es muy genérico, el trabajo de sonido tiene algunas inconsistencias, los efectos son simples y la labor de maquillaje aceptable.

Opinión final: Slumber Party Massacre me gustó. Entrega que le da un aire de frescura a la franquicia y que sin duda se establece como una de las mayores sorpresas del año.

Ojometro:
****

martes, 26 de octubre de 2021

Crítica: Black as Night (2021)

Película dirigida por Maritte Lee Go (Phobias) y escrita por Sherman Payne. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

Shawna (Asjha Cooper) es una adolescente con problemas de autoestima que encuentra confianza de la manera menos convencional al pasar su verano peleando contra vampiros que cazan a los desamparados en Nueva Orleans.


Comentarios generales:

Al final de cuentas si hubo tiempo para ver otra propuesta de Welcome to the Blumhouse y en esta ocasión me decanté por la de temática más convencional, ya con expectativas muy bajas considerando que las dos anteriores no fueron nada del otro mundo y por ende tenía una idea más clara sobre qué esperar. Además estaba el hecho de que como película de vampiros el margen de maniobra no era precisamente muy amplio considerando que se trata de un subgénero en donde ver algo fresco suele ser muy complicado, así que con Black as Night solo esperaba algo para pasar el rato y eso fue precisamente lo que me encontré.

Aunque hay que decir que lo ofrecido por Lee Go tiene similitudes muy marcadas con otra película de vampiros (Vampires vs. the Bronx) que lo hace muchísimo mejor en prácticamente todos los sentidos y por ello en muchas ocasiones sientes que se queda corta en lo que quiere proponer, sobre todo tratándose de una historia con una alta dosis de crítica social. La cual es lo que le brinda su principal rasgo de identidad y por lo consiguiente desde el primer minuto se explota de manera considerable para establecer las problemáticas que existen dentro de esta comunidad en Nueva Orleans y cómo impactan a Shawna durante un periodo complicado como es la adolescencia.

Un aspecto que podría pensarse que opacará a todo lo demás, pero en realidad la situación con los vampiros también se expone de manera temprana y se combina de buena manera con el tema social para darle sentido a sus acciones, logrando así que el desarrollo resulte ágil durante los primeros 25/30 minutos.  Sin embargo, también es evidente que conforme los vampiros van tomando más relevancia se empiezan a tener problemas para darle sentido a muchas cosas sin que se sientan aceleradas; simplemente hay situaciones que se dan porque la historia convenientemente así lo necesita y no porque estas lleguen de manera natural como consecuencia de lo que ha estado ocurriendo.

Además de que también se puede decir que las escenas que requieren de más acción nunca terminan por resultar del todo convincentes y eso genera que casi todo el segundo acto sea blando al momento de preparar el camino para la parte final.

Una que nuevamente se ve invadida por la presencia de factores integrados muy a la fuerza, pero que al menos logra darle exposición a un villano interesante por medio de un encuentro final que logra proporcionar el drama suficiente como para que lo que ocurre no te resulte tan indiferente.

Sobre las actuaciones tenemos a una Asjha Cooper que está bastante correcta en su papel y un grupo de secundarios que la verdad no te generan demasiado interés a pesar de su tiempo en pantalla. Mientras que en lo que se refiere a producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Black as Night está aceptable. Otra película poco memorable de la antología para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer. 

Ojometro:
*** 

viernes, 22 de octubre de 2021

Crítica: There’s Someone Inside Your House (2021)

Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Patrick Brice (Creep), cuyo guión fue escrito por Henry Gayden. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Makani Young (Sydney Park) se va de Hawái para vivir con su abuela en un tranquilo pueblo de Nebraska para terminar la preparatoria. Sin embargo, conforme se va acercando la época de graduación ella y sus compañeros de clase empiezan a ser el objetivo de un asesino cuya meta es exponer sus más oscuros secretos.


Comentarios generales:

Una de las principales quejas que se tienen sobre las producciones que se estrenan de manera exclusiva en los servicios de streaming es que la mayoría se sienten como proyectos que no dejan absolutamente ninguna huella a largo plazo y la verdad hay mucha razón detrás de esa aseveración. Ya que ante la demanda de contenido constante estas plataformas tienen que llenar su catálogo como puedan y no suelen tener un control de calidad tan estricto, dejando como resultado películas que no son precisamente malas pero que no pasa nada si no las ves, tal como es el caso de There’s Someone Inside Your House.

Un slasher con el que Brice no se rompe la cabeza y lo maneja de una manera bastante segura utilizando cada truco bajo la manga conocido. Con un inicio que te marca de forma clara el tono y nivel de violencia con el que contará para así tratar de generarte interés por una historia no muy compleja que se encuentra llena de los estereotipos adolescentes habituales y que toca de manera un tanto superficial ciertos temas de relevancia actual para utilizarlos como el detonante de las muertes que se presentan en pantalla.

Lo cual ciertamente hace que durante los primeros 40 minutos la experiencia resulte agradable al contar con un ritmo ágil y escenas de asesinatos bien logradas que terminan generando un golpe emocional fuerte entre los personajes que hace suponer una segunda mitad más oscura. Sin embargo, eso solo se queda en un supuesto debido a que con el pasar de los minutos esas virtudes positivas se van perdiendo para darle paso a un drama juvenil aburrido en el que los esfuerzos por tratar de ocultar tanto la identidad del asesino como el secreto de Makani resultan muy pobres, dejando situaciones que solo le van quitando fuerza a algo que en teoría tendría que generar más temor entre los involucrados y el propio pueblo en sí.

Por ello es que la parte final no es lo intensa que debería y cuando finalmente se dan las revelaciones más importantes estas carecen de impacto. Llevando así a un cierre que incluso se siente algo acelerado, aunque si logra mantener la violencia y la sangre en un nivel adecuado que por lo menos hace que este no te resulte tan indiferente.

De las actuaciones no hay mucho que destacar, Sydney Young no lo hace mal y por ahí te encuentras con alguna que otra interpretación sólida. Y en cuanto a producción nos topamos con algo cuidado: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte sólida, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: There’s Someone Inside Your House está aceptable. Slasher para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

lunes, 18 de octubre de 2021

Crítica: Halloween Kills (2021)

Secuela directa de la película de 2018 dirigida por David Gordon Green, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Scott Teems y Danny McBride. Se estrenó en cines tanto en México como los Estados Unidos el fin de semana pasado, recaudando $55.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de sobrevivir al incendio planeado por Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), Michel Myers sigue con su sed de sangre en la noche Halloween. Aterrando nuevamente a toda la comunidad de Haddonfield, quienes están dispuestos a pelear para acabar con el mal que los ha marcado durante los últimos 40 años.


Comentarios generales:

Después del más que exitoso regreso de la franquicia en 2018 era casi un hecho que Halloween Kills tendría que cargar con un peso enorme para hacerle seguimiento a lo logrado por David Gordon Green y compañía, convirtiéndola probablemente en la película con mayores expectativas dentro del género en 2021. Las cuales además eran sumamente variadas debido a que cuando se trata de Halloween cada quien tiene un gusto diferente debido a que así como hay quienes prefieren el enfoque más simple de hace tres años, también hay quienes solo quieren ver muertes al por mayor y eso vuelve complicado satisfacer a todo mundo.

Por eso resulta interesante ver que para esta secuela el enfoque utilizado por Gordon Green sea uno totalmente distinto a lo que hizo anteriormente, ya que ahora se enfoca precisamente en el caos alrededor de Michael Myers para apelar a la audiencia que quiere ver un slasher más estándar y utilizar dicha simpleza como la vía para darle mayor peso en la historia a la manera en la que comunidad de Haddonfield lidia con su trágico pasado y su aterrador presente.

Algo que se puede notar desde un primer acto que añade nuevo contenido con respecto a los sucesos que ocurrieron en 1978 y que unen de manera muy orgánica con los actuales para ir re-introduciendo a personajes que regresan, mientras que a su vez se le da rienda suelta a nuestro inexpresivo asesino. Quien realmente en esta ocasión se vuelve el centro de atención por medio de masacres que resultan espectaculares gracias al lujo de violencia con el que cuentan y que lo establecen como un ser omnipotente que puede desestabilizar a todo un pueblo solo por su nombre y lo que este representa.

Lo cual hace que poco a poco se vaya acumulando tensión hasta que en determinado punto explote y eso provoque inmediatamente que las acciones impulsadas por el miedo de los pobladores se vuelvan todavía más frenéticas, incrementando el ritmo de manera importante para que sea precisamente esa sensación de caos el principal sustento de una segunda mitad de la película que no brinda respiro alguno. Aunque al darle más prioridad a este aspecto también se termina sacrificando un poco el desarrollo de la historia de Laurie, Karen y Allyson, quienes por momentos incluso se sienten como personajes secundarios cuando, en teoría, ellas tendrían que ser las encargadas de acabar con todo esto.

Situación que resulta complicado dejar pasar de largo y que lleva a un lapso de instabilidad en las acciones, sobre todo por algunos comportamientos de la gente del pueblo que pueden llegar a ser un tanto ridículas o con poco sentido; sin embargo, durante la parte final se destaca un aspecto importante ligado a Michael Myers que justifica el hecho de que Laurie no esté cerca para hacerle frente (ligado con lo que vimos en la de 2018) y por lo consiguiente tenemos un desenlace distinto al que probablemente muchos esperaban. Donde nuevamente el nivel de violencia está a tope para proporcionar impacto visual y que deja un cierre interesante para lo que será la próxima entrega.

En el tema de las actuaciones no tenemos a alguien que destaque de manera individual, ya que ahora el elenco se expandió significativamente y todo se trata de darle relevancia a los actos de la comunidad como tal. Aunque Jamie Lee Curtis, Judy Greer y Anthony Michael Hall (Tommy Doyle) tienen buenos momentos.

Y con respecto a la producción, la factura es impecable: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es fabuloso nuevamente, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de primer nivel y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Halloween Kills se me hizo bastante divertida. Secuela más violenta y caótica que expande el mito de Michel Myers como nunca antes.

Ojometro: 
****

viernes, 15 de octubre de 2021

Crítica: The Manor (2021)

Película escrita y dirigida por Axelle Carolyn (Tales of Halloween). Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 8 de octubre.

Sinopsis:

Después de sufrir un derrame cerebral, Judith Albright (Barbara Hershey) se muda a un asilo de ancianos en donde empezará a sospechar que algo sobrenatural está cazando a los residentes. Y para tratar de escapar de ahí tendrá que convencer a todos los demás que ella, de hecho, no pertenece a dicho lugar después de todo.


Comentarios generales:

Para este año mi plan era escribir sobre las cuatro películas de Welcome to the Blumhouse, pero ante tanta oferta disponible en esta temporada de Halloween mejor opté por centrarme en las dos que más me llamaban la atención, sin descartar alguna de las otras si es que el tiempo lo permite. Y definitivamente la que más me interesaba era The Manor, no solo por la presencia de Barbara Hershey, sino porque en el papel lucía como la propuesta más oscura y con mayor potencial de todas; aunque como suele ser la norma con esta antología, al final el resultado ha sido muy mediano.

Algo que no es tan sorpresivo considerando que lo que nos presenta Axelle Carolyn claramente es una propuesta que está más enfocada hacía un público casual y no tanto a los fans más recalcitrantes del género, lo cual no me parece malo en realidad; sin embargo, claramente esto hace que la historia resulte predecible desde el lado sobrenatural. Teniendo que recurrir de manera más marcada a temas como lo son el miedo a envejecer o al olvido que sufren muchas personas de la tercera para añadir mayor sustancia mientras de manera pausada ir desenvolviendo un misterio que a pesar de su predictibilidad nunca te resulta tan aburrido.

Y eso se debe en gran medida al hecho de que dichos temas ayudan a que por lo menos el desarrollo tenga un poco más de cosas a las que aferrarse para tratar de generar ciertas dudas con respecto a lo que ocurre en el asilo, llevando así a ciertos momentos que tienen efectividad en ese sentido durante el segundo acto. Lo malo es que cuando las cosas empiezan a tomar buen camino llega una escena en particular que prácticamente te revela todo y a partir de ahí ya nada puede hacerte sentir interés con respecto a la estabilidad mental de Judith, lo cual, en conjunto con las pocas emociones que existen, empieza a provocar cierta pesadez.

Dejándonos ante una parte final que no es que destaque por su intensidad o grandes revelaciones, pero que si logró sorprenderme de alguna manera. En gran medida porque tiene un desenlace que no se va por la fácil y eso le brinda otra dimensión al tema de la vejez.

Sobre las actuaciones hay que decir que Barbara Hershey hace un buen trabajo, ella es quien mantiene la película a flote y su constante batalla por demostrar que no está demente es agradable de ver. En cuanto a producción nos topamos con una factura sencilla: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score no destaca demasiado, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión final: The Manor está ok. Película para perder el tiempo que se les olvidará en un par de semanas.

Ojometro:
***

martes, 12 de octubre de 2021

Crítica: V/H/S/94 (2021)

Cuarta entrega de la famosa antología, la cual cuenta con la participación de seis diferentes directores (incluidos dos que ya habían participado previamente). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Un equipo SWAT se encuentra investigando un misterioso video en VHS y descubren un culto siniestro que ha grabado material que deja al descubierto su tenebrosa conspiración.


Comentarios generales:

Pocos suelen darle el crédito que se merece a la primera entrega de V/H/S como la principal responsable de que las antologías tuvieran un renacer durante los 2010s debido a que, independientemente de que no es una gran película, esta demostró que los fans seguían muy interesados en este tipo de propuestas. Aunque lamentablemente, así como la franquicia vio un rápido ascenso, también tuvo una caída igual de estrepitosa gracias a su última entrega (Viral) y parecía que había quedado en el olvido.

Por eso es que el anuncio de V/H/S/94 generó tanto revuelo y rápidamente se convirtió en una de las películas más esperadas del año, lo cual le ponía una presión enorme encima. Algo que puede terminar siendo contraproducente debido a que esta cuarta entrega, si bien logra su cometido de poner nuevamente en el mapa a la franquicia, no creo que sea el home run que muchos esperaban al sentirse poco trabajada en cosas como la historia enlace o en la explotación del periodo en el que supuestamente se desarrolla.

En cuanto a la producción se regresa a las bases de las primeras dos entregas en lo que respecta a la estética general. Mientras que cada cortometraje ciertamente maneja un nivel de manufactura similar, salvo por uno en específico que destaca un poco más gracias al uso del CGI y un trabajo visual mucho más elaborado en términos generales.   

Pasando a los cortos:


“Storm Drain” (Chloe Okuna)

Un buen corto para iniciar el viaje y sin duda alguna el que más explota el tema de los noventas. Con una historia simple que se encuentra contenida en un puñado de actores, pero que logra crear una atmósfera tenebrosa para exponer una leyenda que termina ofreciendo la dosis de shock necesaria en sus minutos finales.


“The Empty Wake” (Simon Barrett)

La mayor decepción. De la cual además resulta difícil escribir algo extenso debido a que lo único que ves es a una mujer sentada o hablando por teléfono el 95% del tiempo, mientras existe un muy frágil intento por generar algo más potente faltando como dos minutos para el final.


“The Subject” (Timo Tjahjanto)

Tal vez el más esperado de todos considerando que Tjahjanto hizo el que muchos consideran el mejor cortometraje en la historia de la franquicia y ciertamente aquí tampoco falla.

Obteniendo tu interés desde la primera toma para a partir de eso construir una experiencia caótica llena de violencia y sangre que proporcionan un impacto visual por demás satisfactorio. Aunque hay que decir que el importante uso de CGI desentona un poco con la estética de la película, sin que esto resulte en algo grave.


“Terror” (Ryan Prows)

De todas las propuestas esta es la que tiene más potencial para ser un largometraje; sin embargo, tarda en poder generarte interés debido a que se toma su tiempo para exponer de manera clara su elemento sobrenatural (al que le dan un uso bastante original). Centrándose más en una situación que puede resultar ridícula pero que era real dentro de los Estados Unidos durante dicha década y presentando a personajes detestables que cuando inicia la masacre disfrutas viéndolos caer.


“Holy Hell” (Jennifer Reeder)

Esta es la historia enlace y la verdad no pasaba nada si no la tenía.

Inicia bien con el tema del culto para generar un tono oscuro y visuales interesantes que con el paso de los cortos se van perdiendo ante situaciones pobremente desarrolladas, dejando como resultado un final que se siente acelerado.

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Opinión final: V/H/S/94 está entretenida. Definitivamente es un paso adelante con respecto a lo que había dejado “Viral”, a pesar de que nunca termina por sentirse como algo memorable.

Ojometro:
***

viernes, 8 de octubre de 2021

Crítica: Bingo Hell (2021)

Película dirigida por Gigi Saul Guerrero, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Shane McKenzie y Perry Blackshear. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

En Oak Springs vive un grupo fuerte y obstinado de amigos ancianos, cuya líder es Lupita (Adriana Barraza). Ella es la encargada de mantener unida a la comunidad, pero cuando una fuerza maligna toma el control de su amada sala de bingo todo lo que ha construido se vendrá para abajo.


Comentarios generales:

El consenso prácticamente unánime sobre Welcome to the Blumhouse el año pasado fue que la idea era atractiva pero las películas que conformaban la antología se sentían como proyectos del montón con los que nadie se quiso arriesgar y terminaron perdiéndose en la intrascendencia. Así que para este año era importante que el estudio demostrara un poco más de cuidado en sus propuestas si es que quería generar interés entre los fans durante la época con más competencia como lo es Halloween y con Bingo Hell lo hacen a medias.

Ya que lo que nos pone sobre la mesa Gigi Saul Guerrero es una comedia cuya mayor fortaleza se encuentra en la propia dinámica de la comunidad que retrata, pero a la misma vez esta representa su principal flaqueza al momento de desarrollar una historia de terror como tal. La cual inicia de forma agradable al establecer de manera clara el tono que tendrá y en cómo Lupita se encarga de mantener en pie a Oak Springs a base de su personalidad extravagante, dejando varias interacciones muy entretenidas que definen de buena forma a los personajes y le da sentido a la dificultad que tienen para aceptar el cambio.

Lo malo es que esto consume más tiempo del que debería y hace que la primera mitad de la película no se sienta como algo especial para el género, tardando demasiado en presentar aspectos que hagan de Mr. Big y su salón de bingo una amenaza interesante. Aunque también hay que decir que una vez que se revelan sus verdaderas intenciones las cosas mejoran de inmediato y es a partir de ahí cuando se empiezan a notar un poco más de riesgos no solo en cuanto al uso de la violencia y la sangre, sino también en la forma en la que nuestra protagonista afronta el peligro sin recurrir tanto al aspecto cómico que vimos al inicio.

Un cambio que lleva a que la parte final tenga momentos bien logrados que proporcionan un nivel de intensidad adecuado; sin embargo, el hecho de que a la película le sobren al menos unos 20 minutos afecta el ritmo y poco a poco se va haciendo un tanto aburrida. Además de manera incomprensible se le da juego a un personaje que había sido bastante irrelevante y eso le roba reflectores al conflicto que uno quiere ver en realidad, quitándole así impacto al cierre.

Sobre las actuaciones hay que decir que Adriana Barraza hace un buen trabajo, tal vez por momentos puede resultar algo exagerada y caer en lo caricaturesco, pero en general su personaje es muy divertido. Además está rodeada de buenos secundarios, siendo el siempre inquietante Richard Brake (Mr. Big) y la genial L. Scott Caldwell (Dolores) los más destacados.

En lo que respecta a la producción tenemos un presupuesto mediano: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es bastante buena, el score tiene cosas agradables y otras no tanto, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son simples y la labor de maquillaje es efectiva.  

Opinión final: Bingo Hell está aceptable. Película con un humor que no es para todos, pero que puedes disfrutar un día que no tengas nada más que ver.

Ojometro:
***

martes, 5 de octubre de 2021

Crítica: No One Gets Out Alive (2021)

Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Santiago Menghini, cuyo guión fue escrito por Jon Croker y Fernanda Coppel. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 29 de septiembre.

Sinopsis:

Ambar (Cristina Rodlo) es una inmigrante mexicana en busca del sueño americano, pero cuando se ve obligada a alojarse en una vieja casa el sueño se convierte en una pesadilla de la que no podrá escapar tan fácilmente.


Comentarios generales:

Iniciamos el mes de octubre y con ello llega la época del año en la que los servicios de streaming y canales de TV se pelean por la atención de los fans del género de terror de manera cada vez más intensa y, como suele ser costumbre, Netflix es de los primeros en poner sobre la mesa sus propuestas. Aunque probablemente No One Gets Out Alive no sea el gran inicio que muchos esperaban.

Y no es porque lo que nos traiga Menghini y compañía sea malo, sino más bien porque su enfoque se carga demasiado hacía el drama dentro de una historia que contiene un elemento social (el estatus migratorio de Ambar) al que se aferran demasiado para tratar de establecer el hecho de que nuestra protagonista se encuentra atrapada tanto dentro como fuera de la casa y no solo utilizarlo para añadir cierto contexto. Lo cual resulta muy marcado en casi una hora del metraje, pero sobre todo durante unos primeros 30/35 minutos en los que cuesta trabajo encontrar alguna situación que destaque de sobremanera desde el lado del terror.

Ya que más allá de que si existe una atmósfera oscura bien lograda, lo cierto es que está no se complementa de gran forma con momentos que logren explotarla y se termina abusando de un par de recursos para tratar de generar cierto nivel tensión. Algo que hace que las cosas se tornen repetitivas y por lo consiguiente el ritmo se vuelve problemático, aunque afortunadamente conforme las acciones se van limitando a lo que ocurre dentro de la casa se empieza a ver una mejoría gracias al incremento en la violencia, así como una mayor profundización con respecto a los peligros dentro de esta.

Llevándonos así a una parte final intensa y sangrienta en la que pasa de todo. Donde tal vez no exista un factor sorpresa como tal debido a que más o menos uno puede imaginarse lo que ocurre, pero gracias a la aparición de un demonio que luce espectacular eso termina importando poco o nada debido a que logra aportar el factor shock necesario para que el desenlace resulte gratificante.  

Sobre las actuaciones la verdad es que Cristina Rodlo no lo hace mal, su papel dentro de todo resulta creíble y cuando requiere de más intensidad también la consigue; mientras que Marc Menchaca (Red) se encuentra limitado casi todo el tiempo. En cuanto a producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje cumple y los efectos están bien hechos (sobre todo en la parte final con el demonio).

Opinión final: No One Gets Out Alive es aceptable. Película con exceso de drama a la que la salva su parte final.

Ojometro:
***

viernes, 1 de octubre de 2021

Crítica: The Night House (2021)

Película dirigida por David Bruckner (V/H/S, The Ritual), cuyo guión fue co-escrito por Ben Collins y Luke Piotrowski. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 23 de septiembre; recaudando hasta la fecha $13.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Beth (Rebecca Hall) es una viuda en proceso de duelo que empieza a descubrir perturbadores secretos sobre su fallecido esposo que pondrán en jaque lo que ella pensaba que era un matrimonio feliz.


Comentarios generales:

Cuando empezó a salir a la luz información sobre The Night House a inicios del 2020 era evidente que se trataba de una película en la que se tenían puestas muchas esperanzas para aprovechar el auge del mal llamado “elevated horror”, pero para su mala suerte se le cruzó la compra de Fox por parte de Disney. Dejándola así en una posición poco favorecedora que empeoró con la pandemia y que poco a poco la llevó entrar en una zona de intrascendencia muy marcada de la que, para su mala suerte, difícilmente podrá salir.

Ya que lo ofrecido por Bruckner claramente está concebido para satisfacer a un tipo de público muy especifico y gracias a eso nos encontramos ante una historia de fantasmas que por grandes lapsos se siente limitada por tratar de seguir ciertos pasos que no le ayudan en su desarrollo. Sobre todo durante un primer acto que se centra fuertemente en el periodo de duelo de Beth y que presenta pocos momentos que te hagan sentir empatía hacia a ella y genuina curiosidad por saber si lo que experimenta es solo parte del proceso mental que atraviesa o si en verdad existe algo sobrenatural detrás.

Simplemente todo transcurre bajo un ritmo demasiado pesado y la forma en la que se va desenvolviendo el misterio, aunque no es compleja, si presenta ciertos enredos que evitan que las acciones fluyan de una manera atractiva. Siendo hasta casi la mitad del segundo acto cuando las cosas mejoran y en gran parte se debe porque por fin se le empieza a dar más juego al aspecto sobrenatural, dejando tanta seriedad a un lado para que así los cuestionamientos hacia el pasado del esposo de Beth resulten mucho más perturbadores. Además de que esto también provoca que la atmósfera y el tono se vuelvan más oscuros.

Algo que termina beneficiando a una parte final que definitivamente es lo mejor de la película debido a que aquí el nivel de intensidad que se maneja es mayor al que estuvimos viendo previamente y cada pieza del rompecabezas termina encajando de forma natural. Sin embargo, también hay que decir que el desenlace en general no es tan potente como se esperaría al apostar más por lo visual y no tanto por el impacto de la situación que se está llevando a cabo, lo cual deja una sensación de vacío importante.

En las actuaciones es Rebecca Hall quien acapara todo y la verdad hace un buen trabajo a pesar de que su personaje por varios lapsos llega a ser odioso. Mientras que en la producción nos topamos con una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte tiene cosas interesantes, el score es sólido, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son nada del otro mundo y la labor de maquillaje es discreta.  

Opinión final: The Night House está ok. Película lenta que cuenta con buenos momentos, pero que no logra explotar todo su potencial.

Ojometro:
***