martes, 30 de junio de 2020

Crítica: The Other Lamb (2020)


Película dirigida por Malgorzata Szumowska y escrita por C.S. McMullen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de abril, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 28 de julio.

Sinopsis:

Selah (Raffey Cassidy) es una chica que ha pasado toda su vida formando parte de un culto liderado por el enigmático Shepherd (Michiel Huisman). Ahí todas son sus esposas o sus hijas que lo siguen ciegamente, pero pronto ella empezará a cuestionar sus métodos.



Comentarios generales:

El cine sobre sectas o cultos sufrió una sacudida importante el año pasado gracias a “Midsommar” y claramente desde entonces las cosas cambiaron para este tipo de trabajos. De pronto un subgénero que ya tenía una manera bastante bien definida sobre como presentar sus propuestas sin demasiadas quejas se encontró con algo que, si bien no ponía nada nuevo sobre la mesa, si logró tener un impacto significativo y por lo consiguiente muchos lo consideran el nuevo estándar para esta clase de películas.

Un estándar que con The Other Lamb probablemente no vayan a encontrar debido a que Szumowska pretende ofrecernos una experiencia más contemplativa en donde el shock es prácticamente inexistente. Presentándonos así una historia en la que no hay nada particularmente nuevo en comparación a otras que ya hemos visto, aunque si contiene un mensaje bastante perturbador con respecto al inevitable destino de las mujeres que forman este culto y con el cual se van construyendo todos los cuestionamientos por parte de nuestra protagonista bajo un ritmo lento con el que sin duda más de uno pudiera llegarse a desesperar.

Ya que realmente todo está diseñado para que el espectador se imagine lo que ocurre mientras se explotan las escenas con hermosos paisajes, sueños o algunos flashbacks. Casi nada se muestra de manera explícita, pero en realidad eso no lo encontré como algo tan problemático gracias a que se siente como parte natural de la experiencia.

El verdadero problema llega cuando ya entrados en el segundo acto las cosas se empiezan a volver demasiado monótonas y nos vemos envueltos en una larga travesía que, a pesar de ofrecer algunos visuales muy agradables, se termina sintiendo demasiado pesada y no ayuda a que se conecte del todo con la dinámica del grupo. La cual debería de hacerte sentir más interesado en la evolución de Selah, incluso incomodo por saber qué es lo que le va a ocurrir; sin embargo, en lugar de eso solo se nos presentan situaciones que te resultan indiferentes la mayoría del tiempo.

Todo lo anterior nos deja con una parte final un tanto desabrida que a duras penas logra incrementar la sensación de desagrado ante lo que se sabe que es inevitable. Aunque sin mostrar nada tan gráfico lo que ocurre en el cierre si tiene el suficiente impacto y fuerza para que resulte efectivo.

De las actuaciones son Raffey Cassey y Michiel Huisman quienes sostienen la película y no lo hacen nada mal, sobre todo considerando que tienen un número bastante reducido de diálogos y tienen que depender mucho de sus expresiones. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: The Other Lamb está ok. Película contemplativa que probablemente no sea lo que muchos esperan cuando se trata de cultos.

Ojometro:
***

viernes, 26 de junio de 2020

Crítica: You Should Have Left (2020)


Película escrita y dirigida por David Koepp (Stir of Echoes, Secret Window), la cual es una adaptación de la novela del mismo nombre. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un banquero retirado, su joven esposa actriz y su pequeña hija van de vacaciones a una apartada y sumamente moderna casa en los campos de Gales en la que nada es lo que parece.



Comentarios generales:

Blumhouse se ha vuelto una fuerza tan dominante dentro del género de terror que incluso en medio de una pandemia ha podido capitalizar un proyecto que se vio afectado por las medidas de contención aplicadas dentro de los Estados Unidos. Ya que originalmente You Should Have Left se iba a estrenar en cines, pero ante las complicaciones se optó por estrenarla en otras plataformas que parecían un tanto extrañas para una película que aparentaba ser de un perfil mayor en los planes del estudio. Aunque al final esta decisión parece que fue la mejor que pudieron tomar.

Y es que lo que nos trae Koepp es un thriller psicológico bastante discreto cuyo atractivo depende en gran medida de las actuaciones de su reconocido elenco, ya que la historia como tal es mucho más predecible de lo que imaginas y uno bien puede descifrar durante los primeros 15 minutos detalles que serán muy importantes. Lo cual no luce como algo sumamente alentador, pero la verdad es que no es suficiente como para quitarte todo el interés en la película debido a que durante el primer acto se logra establecer una dinámica sólida de familia feliz que hace que sientas curiosidad por saber si al menos tenías razón con respecto a lo que descifraste.

Además a esto hay que agregarle que el estilo visual minimalista de la propia casa ayuda a la generación temprana de momentos desconcertantes con los que se empiezan a sembrar las dudas con respecto a lo que verdaderamente ocurre ahí. Esto porque igual puede ser una cuestión psicológica de Theo, la presencia de algún fantasma o simplemente el hecho de que la casa está embrujada.

Hasta ahí todo va bien, sin embargo, una vez que las cosas se empiezan a asentar la caída resulta evidente. Principalmente porque la construcción de los momentos diseñados para generar suspenso no es precisamente la mejor, aunque el mayor problema recae en el hecho de que, en el afán por querer elaborar en demasía situaciones no tan complejas, se empieza a caer en una repetitividad que poco a poco hace que el ritmo se vuelva cansino y con ello todo lo referente al misterio detrás de la casa vaya perdiendo fuerza.

Dejándonos así un último acto que es predecible, pero que al menos logra recomponer el rumbo por medio de un juego visual llamativo con los escenarios y, sobre todo, por darle rienda suelta a la fragilidad mental de Theo. Cuya problemática sin duda ayuda a que los minutos finales cuenten con un nivel de intensidad adecuado.

Como lo mencione anteriormente, las actuaciones son lo que sostiene a la película. Con un Kevin Bacon (Theo) que está realmente bien de principio a fin, mostrando un sutil pero constante descenso a la locura que te hace involucrarte de lleno con su personaje; mientras que Amanda Seyfried (Susanna) y en especial la pequeña Avery Tiiu Essex (Ella) realizan una buena labor de complemento.

La producción es de factura impecable: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score cumple, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es bastante simple.

Opinión final: You Should Have Left es aceptable. Un thriller con buenas actuaciones que jamás puede redondear su propuesta.

Ojometro:
***

viernes, 19 de junio de 2020

Crítica: Don’t Let Them In (2020)


Primer largometraje del director Mike Dunkin, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Daniel Aldron. Se estrenó en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de marzo.

Sinopsis:

Después del asesinato de una joven 15 años atrás, un hombre reformado es liberado del manicomio para que viva en la antigua casa de su familia: un gran hotel abandonado. Tras esto, unos trabajadores sociales planean hacerle una visita de rutina para comprobar su estado, pero pronto se verán amenazados por unos desalmados enmascarados.



Comentarios generales:

La verdad es que cuando uno ve todo lo referente a Don’t Let Them In su primera reacción probablemente no sea la mejor debido a que tiene una pinta muy genérica, además de que su material promocional que la comparaba con “The Purge” o “You’re Next” parecía demasiado pretenciosa. Por eso es que mis expectativas no eran precisamente altas; de hecho, por un momento me pasó por la cabeza no verla, pero me alegra en cierto modo no haber tomado esa decisión.

Y no tanto porque lo que nos trae Dunkin sea algo revolucionario o eleve el nivel de un subgénero que está empezando a estancarse, sino más bien porque trata de hacer algo diferente sin importar que pueda caer en terrenos un tanto absurdos.

Aunque para llegar a eso también se debe de decir que el camino no es precisamente el más agradable debido a que la primera media hora en verdad resulta todo un reto. En parte porque no ocurren muchas cosas interesantes, pero sobre todo porque tenemos a un personaje como el de Karl que te bombardea con una serie de actitudes que retarán tu paciencia rápidamente gracias a lo infantiles que resultan y que contrastan en demasía con la atmósfera sombría y desoladora que se presenta.

Un problema que afortunadamente con el pasar los minutos se va corrigiendo o, por lo menos, volviéndose más tolerable. Ya que una vez que hacen acto de presencia los enmascarados el misterio sobre el que gira la historia poco a poco empieza a tomar tintes mucho más satánicos y las acciones encuentran un ritmo ágil que se complementa con un nivel de intensidad relativamente más elevado que ayuda a que el interés por saber qué es lo que hay detrás de todo esto no decaiga tan rápido. 

Lo cual lleva a un parte final que en términos generales cumple, a pesar de que la revelación principal no es tan complicada de descifrar considerando varias situaciones que te lo dan a entender durante todo el metraje. Presentando con ello una justificación adecuada para la presencia de los enmascarados y, además, logrando que el personaje de Karl tenga cierta evolución con respecto a sus acciones.

En las actuaciones el que más resalta es Aidan O'Neill (Karl), quien va de menos a más con su personaje; mientras que Michelle Luther (Jenna) y Scott Suter (David) hacen lo necesario para no ser opacados por su presencia tan llamativa. La producción tiene altibajos: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido por momentos tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: Don’t Let Them In está ok. No es nada del otro mundo, pero por lo menos trata de agregar algo distinto al subgénero.

Ojometro:
***

martes, 16 de junio de 2020

Crítica: Savage Creatures (2020)


Película escrita y dirigida por Richard Lowry (President Evil). Se estrenó en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero.

Sinopsis:

En la víspera del día del juicio final, unos caníbales secuestran a dos jóvenes que guardan un oscuro secreto: ambas son vampiros ancestrales. Un complicado inicio para lo que resultará ser una confrontación apocalíptica que incluye extraterrestres y zombies, donde las fuerzas del mal pelearán en una batalla por el dominio del planeta.
 


Comentarios generales:

El talento detrás y frente a la cámara indudablemente es el principal motor para hacer una buena película, eso no se discute; sin embargo, en muchas ocasiones el tener un presupuesto adecuado ayuda a ocultar distintas carencias cuando las cosas no salen de la mejor manera. Sobre todo si se trata de proyectos que dependen en gran medida de elementos fantasiosos como lo es Savage Creatures, el cual sin duda se hubiera beneficiado de por lo menos haber tenido una presentación más cuidada.

Y es que la idea difícilmente se puede decir que no es atractiva dado a que una historia que incluye caníbales, vampiros, zombies y extraterrestres debería de ofrecer algo por lo menos entretenido gracias a la extravagancia que todos estos personajes traen a la mesa. Para muchos incluso podría llegar a ser una combinación soñada, aunque lamentablemente solo se queda en una idea que pudo ser mejor.

Esto porque lo que nos presenta Lowry no solo resulta de una calidad bastante cuestionable con respecto a su factura, sino que además en ningún momento logra amalgamar de manera adecuada este conjunto de amenazas para que las acciones resulten entretenidas. Sobre todo durante un primer acto en el que la presencia de los caníbales es meramente anecdótica y se establece a los vampiros como los verdaderos protagonistas mientras de manera superficial se da a entender el inicio del supuesto juicio final.

El cual toma forma por medio de una transmisión de radio hilarante por lo mala que es, pero que sirve como el mayor conjunto de información para entender lo que está por venir. Ya que a partir de aquí todo pretende ser caótico sin realmente lograrlo gracias al ritmo tan pasivo con el que se desarrollan las acciones, además de que resulta evidente que la presencia de los zombies solo se debe a las limitantes del presupuesto debido a que sirven como un medio para realizar lo que no pueden hacer con los extraterrestres, que son dignos de la década de los 50s.

La parte final se puede decir que es la más decente y en gran medida se debe a que se empiezan a insertar explicaciones cada vez más ridículas que involucran aspectos religiosos. Dejando así todo puesto para que el cierre tenga un poco más de sangre y efectos prácticos con los que se te deja una conclusión más o menos definitiva del conflicto entre las amenazas.

Las actuaciones son muy malas, en verdad la mayoría resultan difíciles de digerir gracias a que caen en terrenos casi amateurs. La producción también es de factura muy pobre: el trabajo de fotografía deja que desear, la dirección de arte es muy básica, el score es tal vez lo más decente, el trabajo de sonido es mediocre, la labor de maquillaje no tiene mucha complejidad y los efectos son arcaicos.

Opinión final: Savage Creatures es mala. Una película con una buena idea que simplemente no pudieron ejecutarla de manera correcta.

Ojometro:
**

viernes, 12 de junio de 2020

Crítica: Bit (2020)


Película escrita y dirigida por Brad Michael Elmore (Boogeyman Pop). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una adolescente transgénero que se encuentra de vacaciones en Los Angeles pelea por sobrevivir después de encontrarse con cuatro vampiras feministas, quienes tratan de limpiar las calles de depredadores masculinos.



Comentarios generales:

Después de que se diera a conocer el trailer de Bit las reacciones de todo tipo no se hicieron esperar, sobre todo por los tiempos en los que vivimos y la naturaleza misma de la premisa que pareciera querer imponer un tema de la agenda global a toda costa. Lo cual no debería de ser tan divisivo pero así es la realidad y también es innegable que eso generaba cierto morbo a su alrededor que le brindó más exposición en tiempos de pandemia, aunque al final realmente tanta “polémica” no tenía mucha razón de ser.

Ya que a pesar de que lo traído por Michael Elmore si cuenta con un discurso feminista evidente, lo cierto es que se trata de una historia de vampiros hasta cierto punto simple en la que en un inicio se opta por dejar que las cosas fluyan de manera natural y no forzarlas para que la audiencia las capte a toda costa (nunca se te menciona de manera directa que Laurel es transgénero, por ejemplo). Un aspecto que ayuda a establecer las dudas existenciales de la protagonista, pero que también hace que el inicio se sienta algo lento y sin tanto peso para lo que está por venir.

Realmente es hasta que se entra al segundo acto cuando las acciones se vuelven más interesantes y mucho tiene que ver con el hecho de que se le da rienda suelta al tema de las vampiras, quienes siguen algunas reglas habituales de esta clase de películas y también añaden otras convenientes para el desarrollo. Jugando un tipo de rol de anti heroínas mientras a la vez se exponen peligros alternos que justifican la existencia del grupo como tal y con los cuales se presentan algunos de los pocos momentos sangrientos con los que cuenta. Además de que sirven como base para construir gran parte de la relación maestra/discípula entre los dos personajes más relevantes.

Siendo esto último algo bastante importante debido a que si en algo flaquea el filme es que el desarrollo de los personajes no es precisamente el mejor, la mayoría se sienten planos o simplemente de relleno, así que con esto se balancean un poco las cosas. En especial porque es la manera para añadir trasfondo a las acciones de Duke y comprender de mejor manera su tirada contra los hombres.

La parte final no está mal. Es predecible y el tema fraternal se siente un tanto forzado, pero logra ofrecer un poco más de intensidad y brindar una conclusión con más elementos inherentes al cine vampiros.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, quienes más resaltan son Nicole Maines (Laurel) y Dianna Hopper (Duke) por el peso de sus personajes. Lo producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score está ok, el trabajo de sonido cumple, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Bit está entretenida. Película de vampiros un tanto diferente que por lo menos vale la pena checar una vez.

Ojometro:
***

martes, 9 de junio de 2020

Crítica: The Dawn (2020)


Película dirigida por Brandon Slagle (Dead Sea), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Elliot Diviney. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el 25 de febrero.

Sinopsis:

Después del asesinato de su familia a manos de su propio padre que había regresado de combatir en la Primera Guerra Mundial, Rose (Devanny Pinn) es enviada a un convento. Sin embargo, diez años después, los demonios que alguna vez perturbaron la voluntad de su padre parecen haber regresado para atormentarla.



Comentarios generales:

Seguimos con las películas de posesiones y en esta ocasión nos topamos con una propuesta mucho más clásica que en lo personal me generaba mayor interés gracias a que se trataba de una de época. Ya que en años recientes esta clase de trabajos han sido algunos de los mejores dentro del género y sentía curiosidad por ver si The Dawn podría unirse a dicha lista.

Algo que no logra, pero eso no significa que lo presentado por Slagle sea una pérdida de tiempo debido a que gracias a su enfoque clásico se consigue construir una historia simple que por momentos te hace recordar a algunas películas de los 70s (sobre todo el inicio). Estableciendo la existencia de algo maligno desde muy temprano para dejar en claro el tono oscuro bajo el que se desarrollarán las acciones, aunque sin cerrar las puertas a otro tipo de explicaciones con las cuales poco a poco se empiezan a plantar dudas con respecto a la estabilidad mental de la protagonista.

Llevando así a un segundo acto que se sustenta principalmente en ver el lento sufrimiento de Rose y su progresivo deterioro que en todo momento juega con la incertidumbre de saber si lo que le sucede en verdad es provocado por algo demoníaco o si simplemente se trata de alguien con severos problemas mentales. Lo cual funciona por grandes lapsos, pero también por otros tantos las acciones se vuelven medio aburridas debido a que el avance ciertamente es lento y eso se ve magnificado gracias a escenas que tienen exactamente el mismo diseño y a un score en extremo repetitivo. Además de que no cuenta con demasiados momentos de impacto.

Con respecto a la parte final no puedo decir mucho porque si no caería en el terreno de los spoilers. Solo diré que logran responder la mayoría de las preguntas que se presentan y se cuenta con un factor sorpresa sólido que hace que el cierre resulte mucho más interesante de lo que parecía originalmente.

De las actuaciones se puede decir que Devanny Pinn hace un trabajo bastante efectivo, sin ella probablemente la película se hubiera hundido; aunque por otra parte tenemos a una Stacey Dash (Ella) que está terrible. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score como mencioné antes es repetitivo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje correcta.

Opinión final: The Dawn está ok. Película para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

viernes, 5 de junio de 2020

Crítica: Awoken (2020)


Primer largometraje del director Daniel J. Phillips, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Alan Grace. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una joven estudiante de medicina trata de curar a su hermano de una enfermedad terminal llamada insomnio familiar fatal, la cual hace que no puedas dormir hasta que mueras. Sus intentos son desesperados y cuando parece haber encontrado algo para ayudarlo, una razón mucho más siniestra detrás de su condición sale a relucir.



Comentarios generales:

A diferencia de algunos otros subgéneros sobreexplotados como el de zombies o los slasher, el de exorcismos realmente no tiene demasiado margen de maniobra para poder presentar propuestas que se diferencien de gran manera una de la otra. Evidentemente esto no impide que se puedan ver buenas películas de este tipo; sin embargo, si existe un porcentaje elevado de probabilidad de encontrarnos con trabajos que simplemente no aportan nada más allá de un visionado cuyo recuerdo será efímero y ese me temo que es el caso con Awoken.

Y es que lo que nos trae Phillips es una película genérica por excelencia con la que podemos anticipar sin demasiados problemas todo lo que sucede, siendo la enfermedad el único elemento para añadir algo de complejidad y, sobre todo, cierta originalidad al desarrollo de las acciones. Brindando así la excusa perfecta para trasladar esta historia a un terreno médico que proporcione un escenario no tan común en el cual se puedan establecer ciertas limitantes e ir desenvolviendo el misterio de manera simple al ir integrando poco a poco toda la cuestión religiosa habitual.

Algo que se da sin demasiados contratiempos, pero que resulta muy aburrido de ver debido a que el ritmo no es el más atractivo y porque en realidad el tema de la enfermedad se queda totalmente en el olvido. Además a esto hay que agregarle que las escenas pensadas para ir incrementando el nivel de tensión conforme el demonio va adquiriendo relevancia no representan nada memorable que te haga sentir gran curiosidad por saber más sobre este, dejando mucho tiempo de relleno dentro de un segundo acto en el que la sensación de vacío se vuelve demasiado fuerte.

Todo para llevarnos a una parte final que sin duda es la más intensa gracias a la violencia un poco más elevada que maneja, aunque a pesar de dicha mejora nunca se logra cambiar demasiado la tendencia previa. Ya que la sorpresa que se guardan no tiene ningún tipo de efecto debido a la cuestión de la predictibilidad y el “exorcismo” definitivo no tiene nada que destaque.

Con respecto a las actuaciones se puede decir que ninguna es terrible, pero tampoco ninguna es lo suficientemente destacada como para elevar el nivel de las cosas. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score no resalta, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos cumplen y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: Awoken es bastante mediocre. De esas películas que no tienen nada terrible, pero que tampoco te pierdes de mucho si no las ves.

Ojometro:
**