viernes, 29 de mayo de 2015

Crítica: Nightlight (2015)


Película escrita y dirigida por la dupla Scott Beck / Bryan Woods. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico y digital se dio apenas este pasado 26 de mayo.

Sinopsis:

Utilizando como pretexto el reciente suicidio de uno de sus compañeros de clase, cinco amigos se adentran al misterioso bosque de Covington; un lugar conocido por ser el destino final para jóvenes con problemas. Al inicio todo son juegos con linternas e historias de fantasmas, pero sus planes pronto cambiaran cuando despiertan a una presencia demoníaca que los hará vivir una autentica pesadilla.



Comentarios generales:

Es poco común que un found footage me llame la atención con su tráiler, mi manía con este formato es tan grande que ya no confió mucho en estos y por ello la mayoría de los que me agradan suelen ser aquellos de los que no se mucho. Sin embargo, Nightlight fue uno de esos extraños casos en donde desde el primer teaser sentí curiosidad; convirtiéndose así en uno de los trabajos que más esperaba ver en este 2015… y que resulto ser una de las grandes decepciones.

Esto porque Beck y Woods nos traen una película que se siente totalmente vieja desde el primer instante, evocando a aquellos primeros found footage en donde el principal propósito era desorientar al espectador por medio de diferentes trucos para que la falta de contenido no fuera tan evidente. Ya que la verdad, más allá del pequeño conflicto central del cual no te dicen mucho, gran parte de lo que presencias durante el primer acto son juegos muy torpes e interacciones entre jóvenes demasiado huecas como para poder desarrollar un autentico interés por ellos una vez que algo los empieza a asechar; realmente no hay mucha preparación para este momento, la tensión nunca alcanza niveles óptimos para ese gran impacto inicial y cuando finalmente llega solo es efectivo por unos cuantos minutos al gastarse rápidamente por el uso excesivo de los mismos sustos fáciles una y otra vez.

Realmente a partir de los 35 minutos la intención es que sea la propia atmósfera la que cargue con todo el peso en lo que respecta a la generación del terror, ya que al estar filmada casi en su totalidad en exteriores este aspecto, combinado con una edición muy dinámica, provocan un aire de desconcierto fuerte. Lo malo es que esto no sirve de nada gracias a una iluminación deficiente que no te permite ver nada de manera decente, además de que la naturaleza misma del formato complica mucho más las cosas; de pronto te encuentras viendo puras persecuciones genéricas sin saber de qué diablos están huyendo. Y lo peor es que no existe la intensión de aclarártelo, te das una idea, pero entre que algunos personajes desaparecen por lapsos prolongados o se desmayan sin razón, nada parece tener un hilo conductor coherente.

La parte final diría que es lo mejor dado a que por fin logran darle un poco de sentido a las cosas. No cambia mucho con respecto a los que llevas viendo por casi 70 minutos; de hecho, se sigue ocultando lo más que se puede a la amenaza, pero al menos logran ofrecer una conclusión potente de venganza que combina mucho mejor la cuestión paranormal con la violencia. 

Las actuaciones son bastante genéricas, se basan prácticamente en muchos gritos que más que provocar terror, provocan fastidio. La producción tampoco es muy agraciada: la iluminación es exageradamente pobre, el trabajo de sonido es aceptable y el score es casi imperceptible; mientras que los efectos/maquillaje no solo son muy básicos, sino que además se pierden por completo en la oscuridad.

Opinión final: Nightlight es una decepción mayúscula. Tiene realmente muy poco como para recomendarla.

Ojometro:
**

miércoles, 27 de mayo de 2015

Crítica: Plague (2015)


Primer largometraje para la dupla conformada por Nick Kozakis y Kosta Ouzas, este último siendo además el responsable del guión. Se estrenó a inicios de mayo en VOD y formato digital.

Sinopsis:

Dentro de una Australia azotada por un virus que se esparce rápidamente entre la población, un grupo de sobrevivientes se instala dentro de un refugio en el campo para evitarlo. Entre ellos se encuentra Evie (Tegan Crowley), quien se separó de su esposo y pretende esperarlo en dicho lugar; aunque para su mala fortuna el resto del grupo no comparte esa idea.



Comentarios generales (contiene spoilers):

Desde hace ya algún tiempo ha quedado claro que el cine de zombies dejo de ser aquel con el que muchos de nosotros crecimos, donde abundaban la sangre y los órganos vitales siendo expuestos por medio de grandes efectos mientras estos comían todo a su paso. Ahora la tendencia es utilizarlos lo menos posible en pantalla, algo que puede gustar o no, pero que ha demostrado ser efectivo en las manos correctas.

Manos que en esta ocasión no son lo suficientemente expertas como para poder manejar dicho aspecto debido a que con Plague lo que nos regalan ambos directores pasa más como un frustrante drama en donde el aspecto del virus y todas sus consecuencias solo tienen relevancia como por 15 minutos. De hecho, esto se podría dividir en dos historias: la primera que involucra lo contado en la sinopsis y la segunda que abarca todo lo que ocurre después de que Evie es abandonada; siendo la primera la que más se acerca a lo que uno quisiera ver en un trabajo de zombies dado a que presenta un grado de tensión interesante entre los personajes con respecto a la amenaza que los azota; así como la escena más violenta y gráfica de todas.

Lo decepcionante es que pasados los primeros 20 minutos la película cambia de tono por completo, al inicio con la aparición del esposo de Evie que realmente nunca te esperas tan temprano y posteriormente con la integración del personaje de Bob, que por más que tratan de volverlo parte natural de la historia este simplemente se siente forzado todo el tiempo. Ya con estos tres las cosas se vuelven relativamente tranquilas, los peligros externos disminuyen para centrarse por completo en sus interacciones; generando así un ritmo muy cansino gracias a diálogos extensos y situaciones poco interesantes que en ningún momento parece que vayan a llevar a algo intenso, a pesar de que si logran construir otra amenaza coherente.

El final me gustó, es potente en muchos aspectos y logra cambiar por completo el juego entre los personajes por medio de un conflicto bastante peculiar que expone como la cobardía en estos casos puede ser incluso mucho peor que la valentía exagerada. Además es la parte que te hace recordar que estás viendo una película de zombies gracias al ligero incremento en la violencia y apariciones de estos.

Las actuaciones las catalogaría como regulares: Crowley me resulto totalmente desesperante porque no es capaz de ofrecer algo diferente a su eterna expresión de sufrimiento, Stribakos se siente robótico y Scott Marcus es un cero a la izquierda a lado de estos dos. La producción es buena en general: tiene un trabajo de fotografía sólido (sobre todo en exteriores), el score no está mal y todo lo ligado a efectos/maquillaje realmente se gasta en un par de escenas gráficas bien hechas.

Opinión final: Plague es una película que nunca logra despegar por completo, pero ofrece algunas cosas interesantes como para rentarla.

Ojometro:
***

domingo, 24 de mayo de 2015

Crítica: The Pyramid (2014)


Película escrita por la dupla Daniel Meersand/Nick Simon y dirigida por Grégory Levasseur, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó a finales del año pasado en cines dentro de los Estados Unidos, aunque fue apenas hasta este pasado 5 de mayo que salió en formato físico.

Sinopsis:

Un equipo de arqueólogos descubre una extraña pirámide en las profundidades del desierto egipcio, lo cual es motivo para que canal de TV mande a filmar todo lo que ocurre ahí. Desesperados por obtener más información antes de que los corran, un pequeño grupo se adentra a la estructura; sin embargo, pronto se darán cuenta que han entrado en un laberinto que guarda más secretos de los que imaginaban.



Comentarios generales:

Cuando me enteré de que alguien del séquito habitual de Alexandre Aja se iba a involucrar en un proyecto que no tenía nada que ver con remakes sentí algo de entusiasmo, no porque los anteriores fueran todos malos, sino porque finalmente se vería algo nuevo/original y eso siempre es motivo para aplaudir. Lamentablemente después supe que se trataba de un found footage sobre exploración, lo cual no era buena señal gracias a que existía el riesgo de que fuera solo uno más del montón… y así fue.

Con The Pyramid lo que nos ofrece Levasseur es en el papel algo poco común, pero cuando te pones a analizar más detalladamente las cosas puedes darte cuenta que lo único que cambia en realidad es la envoltura: en lugar de un manicomio abandonado tienes una pirámide, en lugar de expertos paranormales tienes arqueólogos y en lugar de cineastas amateurs tienes expertos documentalistas. La dinámica es la misma con 30/35 minutos iniciales totalmente omitibles al presentar poco contenido interesante, que pretenden maquillar con un conflicto entre la tecnología y la arqueología antigua bastante risible; donde lo peor de todo es que ni siquiera logran alcanzar unos niveles de tensión significativos entre los personajes para utilizarlo de alguna manera más adelante (provocando que tras determinado lapso de tiempo quede en el olvido).

Ya dentro de la pirámide las cosas mejoran ligeramente, establecen una amenaza, se desata la violencia y empiezan a jugar con todo el aspecto de lectura de jeroglíficos, búsqueda de pasadizos, etc.; sin embargo, JAMÁS logran generar la atmósfera claustrofóbica que esta clase de historias ameritan para darle algo más al espectador. Además hay que agregarle que por varios momentos no parecen saber cómo mostrar lo que ocurre: en esencia es un found footage, pero en varias escenas el director deja de lado la cámara en mano y ofrece tomas por medio de ángulos que claramente no son de dicho formato; es como si él mismo estuviera dando a entender que esto fue un impedimento para contar algo mucho mejor.

La parte final es lo que más me entretuvo y en gran medida se debió a lo totalmente exagerada que es. Ya para este punto tienes claro lo que pretenden, así que la combinación de lo sangriento con lo ancestral termina de algún modo provocando una dinámica completamente ajena a todo lo que viste durante los primeros dos actos.

Las actuaciones son bastante malas, ninguno de los actores logra reflejar el verdadero terror o pánico que amerita la situación de quedar atrapados en un lugar sin salida varios metros por debajo de la tierra; incluso te resultan muy desesperantes en varias situaciones. La producción no tiene mucho tampoco: la calidad de imagen es buena al menos, el score no es la gran cosa y tiene un trabajo de maquillaje decente; aunque el uso de CGI deja mucho que desear, sobre todo cuando por medio de este es como se le da vida a la amenaza (más digna de película del canal Syfy que de una producción seria).

Opinión final: The Pyramid es un found footage más. Apta solo para aquellos que son fans del formato o de todo lo que huela a Alexandre Aja.

Ojometro:
**

viernes, 22 de mayo de 2015

Crítica: Out of the Dark (2015)


Primer largometraje del español Lluís Quílez, cuyo guión fue escrito por la tripleta conformada por Javier Gullón, David Pastor y Alex Pastor. Se estrenó de manera limitada en cines y en formato digital dentro de los Estados Unidos en el mes de febrero, mientras que en México llego a cines durante el mes pasado.

Sinopsis:

Paul (Scott Speedman) y Sarah (Julia Stiles) son una joven pareja que se muda a Colombia para que ella trabaje en la fábrica de su padre. Su vida transcurre normal hasta que de pronto su hija empieza a ser acechada por los fantasmas de unos niños ligados con una trágica historia del pasado.



Comentarios generales:

Las películas sobre fantasmas deben de ser un dolor de cabeza para todo director y guionista porque son tantas las que salen año tras año que el espacio para la originalidad cada vez es más escaso. Por eso con esta clase de trabajos lo más común es ver el reciclaje de ideas, lo cual no me molesta ya que aún así se pueden llegar a ver buenas cosas; sin embargo, en el caso de Out of the Dark es claro que esa falta de ideas fue un gran problema.

Ciertamente Quílez no nos regala una mala película, de hecho, el primer acto es uno bastante interesante debido a que ofrece las pistas necesarias para ir estableciendo los peligros y, sobre todo, pone sobre la mesa una historia con detalles macabros que ayudan al espectador a comprender que los fantasmas no serán unas blancas palomas. Lo cual hace que inmediatamente el tono sea uno mucho más oscuro del esperado y que, complementado con una gran fotografía, la atmósfera presentada logre construir momentos aterradores por medio de sustos fáciles sin gran esfuerzo; simplemente todo transcurre de manera fluida para esperar lo inevitable, esa gran escena de impacto que cambie por completo las cosas.

Algo que sin duda se da, pero en lugar de generar un punto de quiebre intenso que te tenga expectante por lo que sigue, lo que provoca es un claro estancamiento en el desarrollo de las acciones. Poco a poco empieza a perder fuerza la trama y todos los elementos de suspenso presentados no son los suficientemente sólidos como para evitar que te aburras, obligando así a tener que recurrir a ideas que has visto en repetidas ocasiones que no ayudan en lo absoluto con el factor sorpresa e incluso evitan que uno pueda involucrarse mucho más con el sufrimiento de esta pareja durante el evento más traumático de sus vidas.

El final lo sentí carente de emociones, muy plano. Pasa sin mayor relevancia y aunque el giro que se da con respecto a los niños resulta bien pensado, la verdad es que no tiene nada de especial para regresarle la fuerza necesaria que fue perdiendo con el paso de los minutos; además de que se van por el camino fácil.

Stiles y Speedman hacen un trabajo apenas correcto, realmente no ofrecen nada fuera de lo que ya les hemos visto en otros trabajos, incluso por momentos no notas mucha química entre ellos; mientras que a Stephen Rea (Jordan) se queda muy cortó como el “malo” en todo esto. La producción es su punto fuerte sin duda: el trabajo de fotografía con los paisajes de Bogotá es espectacular y gran parte de los momentos aterradores se deben a la atmósfera creada por este; igualmente está bien ambientada, tiene un score sólido, cuenta con efectos discretos y el trabajo de maquillaje sufre un poco por el tono oscuro que manejan en las escenas donde tiene más presencia.

Opinión final: Out of the Dark está ok. Más que nada es una película para rentar una vez que ya se te hayan agotado todas tus opciones.

Ojometro:
***

miércoles, 20 de mayo de 2015

Crítica: Ébola Zombies (2015)


Producción hongkonesa que significa el debut como director, actor y guionista de Samuel Leong. Se estrenó directamente en DVD y plataformas digitales el pasado 23 de marzo dentro de los Estados Unidos; aunque su llegada a otros mercados es incierta.

Sinopsis:

Un grupo de ladrones irrumpe en un complejo industrial para robar joyas, pero ya estando ahí se topan con un laboratorio clandestino donde se realizan experimentos poco ortodoxos en cadáveres robados con los virus del SARS y Ébola, los cuales provocan que estos se conviertan en hambrientos zombies que ahora invaden el lugar.



Comentarios generales:

No es extraño encontrar películas de bajo presupuesto que se agarren de algún acontecimiento para sobresalir, así que cuando se dio a conocer la existencia Ébola Zombies no me sorprendió en lo absoluto. Era algo que iba a suceder inevitablemente, aunque en este caso es muy claro que el tema del mortal virus lo agregaron en plena post producción para conseguirle distribución, ya que en realidad no tiene relevancia.

Lo que nos trae Leong es una historia no diría confusa, sino mas bien extraña; en donde de entrada pareciera que su idea original no tenía nada que ver con los zombies y poco a poco se fue integrando este aspecto gracias a que los primeros 25/30 minutos son más que nada de una típica película de acción oriental, con algunas peleas llamativas, cierto humor y demás aspectos clásicos. Realmente no tienes idea de cuál será el papel de la criaturas en todo esto, hasta que de la nada sacan un laboratorio clandestino con un científico obsesionado por los virus, lo cual es por demás desconcertante debido a que lo primero que te preguntas es: ¿Por qué diablos hay un laboratorio en un complejo industrial donde se producen joyas?. Simplemente no tiene sentido alguno y el director no tiene la más mínima intención de brindar una explicación coherente; en cambio, si tiene muchas ganas de robar cámara en todo momento.

A partir de aquí solo nos lleva por un conjunto de escenas en donde los zombies acorralan a los humanos que quedan y se los comen sin nada de impacto, simplemente las cosas pasan así como así; además de que todo esto se da bajo un ritmo, si bien no lento, si poco adecuado para generar una dinámica que mantenga entretenido al espectador. No hay construcción de una atmósfera aterradora o claustrofóbica considerando el lugar donde se realiza, tampoco hay grandes cantidades de sangre y todo empeora cuando de pronto nos empiezan a llenar de flashbacks y más peleas que no siguen en lo absoluto una línea concreta sobre el tema del virus; de hecho, el único aspecto más o menos ligado a esto es una niña que a lo mucho vemos en pantalla cinco minutos sin ningún tipo de peso en las acciones.

El final no cambia gran cosa. Básicamente es una larga escena con el personaje central peleando con muchos zombies para alargar el tiempo de metraje; con algunas ejecuciones aceptables, pero que carecen de originalidad. Y para colmo el desenlace lo único que te deja es una sensación de que todo lo ocurrido no te llevó a ningún lado.  

Las actuaciones rayan en lo caricaturesco, aunque realmente la única que importa es la de Leong; quien en su afán de robar protagonismo hace que el resto de los personajes sean irrelevantes. La producción es pobre: el trabajo de fotografía por momentos es incomodo, no hay mucho esfuerzo con la dirección de arte, la caracterización de los zombies es muy simple y los efectos son mínimos.

Opinión final: Ébola Zombies es una de esas películas que no entiendes su razón de existir. Evítenla.

Ojometro:
*

domingo, 17 de mayo de 2015

Crítica: Evangeline (2015)


Película escrita y dirigida por Karen Lam (Stained), la cual significa apenas su segundo largometraje. Aparentemente se estrenó en cines aquí en México durante el mes de abril, mientras que el pasado 8 de mayo salió en diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Evangeline (Kat de Lieva) es una chica ingenua que ha dejado su educación en casa para reinventarse en la universidad, donde conoce a un sociópata líder de fraternidad que junto con dos compañeros la secuestran.  Golpeada y a punto de morir, Eva se encontrará atrapada dentro de una pesadilla sobrenatural; donde para salvarse tendrá que tomar la peor decisión de todas.



Comentarios generales:

La venganza suele ser un tema idóneo para generar emociones fuertes, mucho más cuando esta proviene de un personaje femenino que ha sufrido de algún episodio traumático; es una fórmula que está probada y aunque no todos los trabajos son destacables por lo general te dejan algo para el recuerdo. Es por ello que me resulta bastante sorprendente que Evangeline sea tan irrelevante.

Básicamente el mensaje que quiere brindar Lam es que todos los hombres son un asco, aunque en realidad ese no es el problema, sino la manera tan simple en que cuenta su historia al no comprometerse con nada y tratar más de fondo este aspecto… o cualquier otro que presenta. Ya que esta es una película en donde por lo menos 40/45 minutos son un desperdicio total al estar destinados a un personaje principal que simplemente no es interesante, del que no te importa mucho su vida y que se ve envuelto en situaciones que nunca logran crear algo especial; de hecho, la directora integra con calzador a un asesino en su afán de generar al menos algo de intriga para así darle sentido a esta parte en lo que se refiere al terror.

No te ofrece mucho, solo son unos cuantos detalles, pero al menos es suficiente para venderte la idea de un inevitable encuentro entre ambos personajes.

Lo malo es que esto termina siendo desechado cuando, nuevamente, de la nada nos colocan a otros antagonistas y la historia toma un camino diferente; de pronto todo lo que estuviste viendo hasta este punto ya no tiene relevancia, la dinámica cambia de manera abrupta. Una situación que hubiera importado poco si todo el tema del secuestro fuera desgarrador, algo verdaderamente difícil de ver, pero la realidad es que nunca se logra llegar a un nivel de tensión decente para eso. Simplemente pasa y el seguimiento a esto es igual de hueco, incluso el encuentro previamente vendido resulta equis.

Los últimos 20 minutos son lo mejor. En gran medida porque es un contraste muy marcado con lo que venía ocurriendo y porque es, finalmente, donde el aspecto sobrenatural tiene relevancia al mostrarnos una lucha interna por parte de Eva que si te hace dudar por varios momentos con respecto al desenlace. Además de que es por mucho la parte más violenta.

De las actuaciones no hay mucho que decir, Lieva hace lo que puede con lo poco que le dan y el resto tiene una exposición muy corta en pantalla como para hacer grandes juicios. La producción es claramente limitada: el trabajo de fotografía tiene sus altibajos (aunque las escenas en el bosque valen mucho la pena), está pobremente ambientada, su score es un tanto genérico y el trabajo de maquillaje no miento al decir que es algo que cualquiera de nosotros pudiera hacer para una fiesta de disfraces.

Opinión final: Evangeline está meh. Salvo por los últimos 20 minutos no tiene mucho que destacar.

Ojometro:
**

jueves, 14 de mayo de 2015

Crítica: The Amityville Playhouse (2015)


Debut tras la cámara de John R. Walker, quien además actúa y comparte créditos junto con Steve Hardy como el creador de la historia. Se estrenó dentro del Reino Unido el pasado 13 de abril en DVD y su llegada a los Estados Unidos bajo el mismo formato se espera para el mes de junio.

Sinopsis:

Después de la trágica muerte de sus padres, Fawn Harriman (Monele LeStrat) descubre que ha heredado un viejo teatro en el pueblo de Amityville. Esto provoca que junto con cuatro amigos decida pasar un fin de semana en el lugar para conocerlo; sin embargo, ninguno de ellos se imagina las aterradoras experiencias que les esperan ahí dentro.



Comentarios generales:

No creo que en la actualidad exista algo que provoque más indiferencia dentro de los fans del género que un trabajo relacionado con Amityville. Lo que en algún momento representaba una insignia en cuanto a las historias de sucesos paranormales ahora es un simple chiste y eso se debe a que cada proyecto que sale parece ser peor que el anterior; una tendencia que Playhouse no se encargará de romper.

Ya que la verdad esta es una película que no cuenta con mucho que destacar, es de esas en las que pasan los minutos y lo único que ves son situaciones genéricas, sin chiste, las cuales seguramente ya presenciaste infinidad de veces pero sin el menor grado de importancia porque en serio no están construidas para generarte algo como espectador. Se trata solo de chicos recorriendo un teatro mal ambientado con alguno que otro intento de susto por aquí y por allá; en donde tienes que estar soportando ver como uno de ellos se la pasa insultando al resto, otra le tiene miedo a todo y la extraña aparición de una chica dark que, salvo por su experiencia en utilizar tablas ouija, nunca logra encajar en la dinámica general del grupo.

Ni que decir de la historia alterna con el profesor, que sin duda podía dar un poco más considerando que el cambio de escenario de una casa a un teatro es la mayor novedad en todo esto, pero esta tan mal llevada que en realidad nunca sientes intriga por saber más del pasado del pueblo o cierta angustia porque se logre resolver el misterio antes de que pase algo peor. En realidad pudieron haber quitado estas escenas y la película hubiera quedado casi igual.

El final es el típico caso de querer poner dentro de los últimos 10/15 minutos todo lo que no pudieron contar de manera efectiva en 80. Y aunque si debo de decir que explican de forma decente las cosas, evidentemente se siente acelerado lo que ocurre; sin detalles y con una conclusión sacada totalmente de la nada.

De las actuaciones no hay que rescatar mucho, por ahí LeStrat tiene ciertos chispazos pero esto raya en lo amateur. La producción es muy limitada, lo cual no es raro considerando que el presupuesto solo fue de apenas £350.000: la fotografía deja mucho que desear, sobre todo en escenas con poca luz; la ambientación es muy pobre, el score es decente y aunque solo lo utilizan por momentos breves, el trabajo de maquillaje cumple.

Opinión final: The Amityville Playhouse es un desperdicio de tiempo. Nada recomendable.

Ojometro:

lunes, 11 de mayo de 2015

Crítica: Maggie (2015)


Película que significa el debut tras la cámara del director Henry Hobson y también el debut como guionista de John Scott III. Se estrenó apenas el pasado 8 de mayo de manera limitada en cines e iTunes dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico se dará el próximo 7 de julio.

Sinopsis:

Maggie (Abigail Breslin) es una adolescente que resulta infectada de una enfermedad que lentamente transforma a las personas en zombies. Consciente de su fatal e inevitable destino, su padre Wade (Arnold Schwarzenegger) la lleva a casa para vivir sus últimos días con ella; donde tendrá que lidiar con la difícil decisión de mandarla a cuarentena o terminar con su sufrimiento de manera personal.



Comentarios generales:

Es claro que desde hace dos o tres años ha empezado a generarse una corriente en donde se pretende humanizar a los zombies para así darle un poco más de variedad a un subgénero que históricamente siempre se ha manejado de manera exitosa con las mismas fórmulas. Trabajos como The Returned, Warm Bodies, Life After Beth y la serie iZombie evidencian esto; es algo que con el paso del tiempo va tomar mayor fuerza por lo peculiar del concepto y puede que Maggie sea la mayor confirmación de eso.

Aquí Hobson nunca pretende profundizar en lo absoluto sobre el apocalipsis zombie, simplemente te da los detalles básicos con respecto a este para centrarse por completo en la compleja situación de Maggie y todos los riesgos que eso significa no solo para su familia, sino también para una paranoica comunidad que en realidad representa el principal peligro para ella. Todo esto evidentemente aleja la historia del shock y gore habitual, aunque de manera dosificada el director incluye algunas escenas con cierto grado de impacto para que el espectador no olvide que está viendo una película de zombies; además de otras cuyo principal propósito es generar tensión por medio de la evolución del virus en su etapa temprana.

Cuenta con un ritmo lento, sobre todo durante el segundo acto que maneja un toque mucho más intimo en los lazos familiares y en las amistades; donde pretenden mostrarte cómo reaccionan aquellos que rodean a Maggie conforme su situación se agrava en lugar de exponerlos a peligros que hubieran brindado la oportunidad perfecta para explotar la sangre. Lo cual puede sonar muy aburrido (que lo será para varios), pero es este enfoque lo que brinda algunos de los momentos más desgarradores de la película, sobre todo cuando empieza a ser claro que no habrá una cura milagrosa y que esas interacciones serán las ultimas de esa clase para un personaje que con el paso de los minutos se ha ido ganando tu empatía.

El acto final resulta un tanto perjudicado por el hecho de que ya sabes lo que va a ocurrir, eso la vuelve algo tediosa, pero por otra parte fue bueno ver que no trataron de cambiar las cosas por medio de una solución ridícula. Tiene momentos potentes y juega perfectamente con la parte emocional en la relación padre/hija, así como en la toma de decisiones.

En las actuaciones a pesar de que Schwarzenegger fue el centro de la promoción, su papel se limita a unas cuantas líneas; mientras que es Breslin la que se roba la pantalla con una desgarradora transformación, demostrando muchísima capacidad para sacar diversas emociones y comportamientos conforme las situaciones se lo exigen. La producción es discreta, pero tiene muchos aciertos: el trabajo de fotografía y el score forman una mezcla perfecta para la atmósfera deprimente presentada, tiene pocos efectos y toda la cuestión de maquillaje es de destacar, sobre todo porque no se elije un camino visualmente espectacular o grotesco, sino una progresión lenta con mayor detalle.

Opinión final: Maggie me gustó. Es una buena película, aunque no a todos les va a convencer; especialmente a los zombie-fans más hardcore.

Ojometro:
****

sábado, 9 de mayo de 2015

Crítica: The Vatican Exorcisms (2015)


Película dirigida y protagonizada por Joe Marino (su debut en ambos renglones), cuyo guión fue escrito por la dupla Mauro Paolucci / Salvatore Scarico. Se estrenó hace un tiempo en DVD dentro de Europa y su salida en los Estados Unidos está planeada para el próximo 19 de mayo bajo el mismo formato.

Sinopsis:

Joe Marino es un director estadounidense que viaja a Italia para filmar un documental que saque a la luz los fenómenos de los exorcismos. Acompañado por su equipo y el Padre Luigi recorrerá todo el sur del país, una parte en donde lo sagrado y lo profano siempre han vivido juntos; donde los rituales cristianos están ligados de manera inextricable a los paganos.



Comentarios generales:

¿Protagonista carismático filmando todo? Listo; ¿Viaje a Europa? Listo; ¿Exorcismos? Listo; ¿Anuncio de que esto fue real? Listo. Realmente todos los elementos para que The Vatican Exorcisms fuera un found footage genérico te los ponen frente a ti en cuestión de minutos y lo malo de todo esto es que no existe el más mínimo esfuerzo para que eso cambie.

Ya que Marino inicia con una idea que de entrada pretende contar algo brutal, algo revelador que desenmascare los oscuros secretos que guarda el Vaticano y durante al menos los primeros 10/15 minutos lo logra de manera decente presentando entrevistas, imágenes de reportes e incluso una ceremonia clandestina. Sin embargo, una vez pasado esto la historia pierde el rumbo por completo; de pronto lo que se supone que es una investigación sobre los rituales cristianos termina siendo una filmación continua de tres largos exorcismos que deja de lado lo establecido de manera previa para darle paso a una serie de sucesos poco interesantes que pretenden mostrar un deterioro por parte del protagonista para así añadir misterio y duda por lo que vendrá, pero que no te causan el más mínimo interés.

Simplemente esto se vuelve aburrido. No solo por el ritmo lento que maneja, sino también porque no te lleva a ningún lado; le dan muchas vueltas a ciertas cosas y cuando parece que finalmente la intensidad subirá de nivel el director pone freno a todo para no salirse del estilo poco llamativo con el que quiere mostrar los eventos.

Lo que si debo de aplaudir es la manera como se tratan a las escenas de exorcismos, ya que lejos de irse del lado de lo espectacular con gran uso de CGI y situaciones paranormales extremas, mejor se opta por tomar un camino mucho más crudo; mucho más “realista” si se puede decir eso. Ya que más allá de que resulten tediosas, estas siempre logran generar un toque tétrico con muy poco dentro de una historia que carece completamente de emociones fuertes o de una atmósfera atrapante. En gran medida la película se sostiene en estas para apenas pasar de manera decente los 70 minutos de metraje y, considerando todas las limitaciones presentadas, cumplen con su objetivo.

El final es… bueno… digamos inexistente. Queda claro que no sabían realmente como terminarla debido a que todo se siente en exceso apresurado, no te contestan nada y lo que ocurre con Joe te lo dejan a la imaginación para ahorrarse tiempo; lo cual lo vuelve anti climático.

De las actuaciones poco se puede decir debido a que Marino no hace mucho y quien interpreta al padre repite las mismas líneas todo el tiempo; lo más destacado viene por parte de los poseídos con su locura, estados vegetativos y contorsiones. La producción es austera como buen found footage, aunque el trabajo de edición en los exorcismos me pareció muy bueno considerando los múltiples ángulos que se manejan; además el score tiene varios puntos positivos.

Opinión final: The Vatican Exorcisms es totalmente irrelevante. Hay muchas otras opciones que tocan el mismo tema mucho más entretenidas.

Ojometro:
**

jueves, 7 de mayo de 2015

Crítica: Sorrow (2015)


Película escrita y dirigida por Millie Loredo, quien además ostenta créditos como productor y director de fotografía. Se estrenó directamente en formato físico y digital el pasado 21 de abril dentro de los Estados Unidos, pero no hay información sobre si tendrá distribución en otros países.

Sinopsis:

Un par de detectives son llamados a la escena de un doble asesinato que parece ocultar algo mucho más que dichas muertes. Todo es confuso y la única persona capaz de esclarecer lo ocurrido es una joven prófuga que semanas antes había sido secuestrada y encerrada en ese lugar.



Comentarios generales:

En ocasiones te topas con películas cuyo potencial parece mucho mayor del que les permite su producción, esas con las que todo el tiempo sientes que con un poco más de dinero y experiencia detrás el producto final pudo ser mejor de lo que es. No son demasiadas, menos en esta época en donde abundan trabajos independientes, pero en Sorrow me encontré con una de esas.

La verdad es que la idea de Loredo es una buena al abrir su historia mostrándonos parte de su conclusión, ya que así genera inmediatamente curiosidad por saber que fue lo que ocurrió dentro de la casa y los sucesos que llevaron a esto; es algo muy simple pero efectivo que además da libertad para contar básicamente lo que sea para llegar a ese momento. El problema en este caso radica en que todo el tema del secuestro no resulta tan impactante como debería e incluso por momentos raya en lo ridículo por las decisiones que toma la protagonista en su primer intento de escape. Simplemente pasa y, salvo por la breve (e igualmente ridícula) aparición de su madre, nunca se generan momentos relevantes que proporcionen esas dosis de drama usuales con este tipo de situaciones.

Lo bueno llega en la parte de la retención, ahí es donde si se siente un aspecto mucho más agobiante con lo que le ocurre al personaje de Mila y aunque las interacciones con sus captores no gozan de elementos aterradores, si brindan una sensación de peligro constante; lo cual se incrementa cuando poco a poco empiezan a mostrar lo dañados que están por medio de diversos asesinatos. Sin embargo, también hay que mencionar que nos enseñan migajas con respecto a sus motivaciones para matar; te haces una idea más o menos del por qué, pero sin un rumbo claro toda la cuestión del secuestro pierde mucho sentido.

También está el hecho de que el escape y la posterior venganza resultan poco satisfactorios, realmente no se les da mucha importancia a estos dos sucesos que, en teoría, deben de marcar un punto de quiebre para la historia.

La parte final es muy anti climática. Es lenta, carece de emociones fuertes y todo se pretende sustentar en diálogos que nunca alcanzan la suficiente fuerza para hacerte sentir interés por lo que vaya a ocurrir; además cuando se quiere agregar shock por medio de un giro las limitaciones en el presupuesto salen a relucir.

De la actuación de Vannessa Vasquez no me quejo, realmente es la única que no luce acartonada cada vez que aparece en pantalla y la frialdad que necesita la evolución de su personaje la consigue de buena forma. La producción es pobre: la fotografía es decente, el trabajo de sonido deja mucho que desear (hay partes donde no es limpio y no se entienden bien los diálogos), hay poco esfuerzo con la ambientación y carece de efectos/maquillaje para incrementar el impacto de las muertes. Lo único que encontré sólido fue el score.

Opinión final: Sorrow está meh. Su historia tenía potencial, pero solo se queda en eso.

Ojometro:
**

lunes, 4 de mayo de 2015

Crítica: Playing with Dolls (2015)


Película dirigida por Rene Perez (Cowboys & Zombies), quien además co-escribió el guión junto con Barry Massoni. De momento solo ha salido en DVD para Europa, donde se estrenó el pasado 6 de marzo; aunque es muy probable que termine saliendo en muchos más mercados con el paso de los meses, incluso por TV.

Sinopsis:

Un asesino serial es liberado a propósito de la prisión para que pueda continuar con su enferma sed de sangre. ¿Sus víctimas? Inocentes mujeres jóvenes a las que desea torturar de maneras inimaginables para cumplir sus perversos deseos.



Comentarios generales:

Hay películas con las cuales simplemente no entiendes su propósito para existir; esas que evidentemente no aportan nada, pero tampoco aplican como un entretenimiento pasajero o mínimo como aberraciones que terminen siendo placeres culpables. Son sin duda de las peores experiencias que uno puede vivir y Playing with Dolls es una de ellas.

Y es que la verdad esto me dejo bastante pasmado por el poco contenido que presenta, ya que salvo por los primeros cinco o diez minutos en donde nos muestran algo de acción, la presentación del asesino y un poco de la vida de la protagonista, todo lo demás es completamente hueco; por lo cual decir que esto es una historia sería una vil mentira. Prácticamente se trata de una serie de eventos random, en donde lo único destacable durante 70 minutos es ver a un chica con pantalones muy ajustados caminar por la calle, manejar un poco y volverla a ver caminar mucho dentro de una casa mientras el asesino la observa sin que esta se dé cuenta.

Eso es todo lo que deben de esperar. Nunca se toman el tiempo para explicar cualquier cantidad de dudas que te surgen o mínimo profundizar en el pasado del asesino y los motivos por los cuales tiene esos problemas; así como su relación con el otro villano. Es, en términos generales, como ver secar pintura.

La parte final es en donde el director suelta toda la carne al asador sin importar que lo que ocurra en pantalla se sienta muy acelerado. A cada situación importante a lo mucho se le dedica un par de minutos para darle sentido, ocasionando que pocas cosas tengan relevancia y lo peor… dejando abierta la puerta a una posible secuela.

De las actuaciones poco se puede decir, Natasha Blasick (Cindy) solo esta de adorno y el resto del elenco aparece de manera muy limitada en pantalla como para poder juzgarlos con más detalle. La producción no está mal: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte es decente, el score es probablemente lo mejor de toda la película y la caracterización del asesino me agrado (por lo cual resulta frustrante lo poco que te cuentan sobre él).

Opinión final: Playing with Dolls es una tomada de pelo de esas grandes. No pierdan su tiempo con esto.

Ojometro:
*