viernes, 26 de febrero de 2016

Crítica: Ratter (2016)


Película escrita y dirigida por el debutante Branden Kramer. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de febrero, mientras su salida en formato físico y digital se dará el próximo 1 de marzo.

Sinopsis:

Emma (Ashley Benson) se va a vivir sola a la ciudad de Nueva York y ahí empieza a ser observada día y noche por un stalker que hackea todo dispositivo electrónico que contenga alguna cámara en su hogar. Al inicio ella no se percata, pero cuando este empieza a involucrarse de una manera más directa las cosas alanzarán un nivel de terror inimaginable.



Comentarios generales:

En los últimos años han salido varios trabajos que tocan el tema del peligro que representan los dispositivos electrónicos para la privacidad de las personas y en general los resultados han sido positivos dado a que esta temática le brinda un estilo mucho más dinámico a los found footage. Así que, basándonos en esto, Ratter lucia como una opción por lo menos atractiva; aunque al final terminó siendo una total pérdida de tiempo y otro intento fallido por querer desarrollar algo más extenso teniendo como origen un cortometraje.

Y es que la verdad se nota que Kramer no tenía mucha idea sobre cómo expandir una historia original que solo dura 8 minutos a una de que dura aproximadamente 75, lo cual lo obliga a realizar una larguísima introducción del personaje de Emma que lo único que logra es fastidiarte rápidamente.

Digo… ver a Ashley Benson en ropa interior es algo agradable a la vista pero cuando por casi 40 minutos te la muestran realizando actividades cotidianas sin ningún tipo de repercusión o sin elementos que ayuden a elevar el nivel de tensión realmente ni su atractivo es capaz de generarte interés por tanto tiempo. Sobretodo si tomamos en cuenta que lo que realiza es muy repetitivo.

Para nuestra mala fortuna las cosas no cambian en lo más mínimo durante el segundo acto. La dinámica sigue siendo la misma, el ritmo sigue siendo el mismo, la repetitividad sigue ahí, el terror sigue ausente y, aunque por momentos se pretende subir ligeramente el tono presentando una masturbación o sexo, lo cierto es que uno como espectador no siente que las cosas avancen y se la pasa haciéndose preguntas que no serán contestadas por la falta de tiempo.

Incluso el misterio sobre la identidad del stalker está muy mal manejado porque en realidad no sabes nada de él, más allá de que es un genio de la informática. No te explican cómo diablos fue que eligió a esta chica en específico o por qué lo hizo; de hecho, hay una escena en donde el tipo entra al departamento por la noche y aún así las cámaras siguen siendo controladas por alguien. ¿Acaso se trataban de varios individuos? Bueno… eso nunca lo sabremos.

Los últimos 10 minutos son lo más rescatable debido a que es aquí donde por fin se logra sentir una sensación de terror genuina y el nivel de paranoia de Emma resulta interesante de ver. Además el desenlace si tiene bastante fuerza.

La actuación de Benson diría que está bien considerando lo que la ponen a hacer y cuando la obligan a mostrar un poco más de emociones saca adelante cada escena de manera correcta. La producción es promedio, nada del otro mundo: la edición dentro de lo que cabe cumple, la dirección de arte está cuidada y tiene un buen trabajo de sonido.

Opinión final: Ratter es una mala película, pero sobre todo es tremendamente hueca y aburrida. Evítenla.

Ojometro:
**

martes, 23 de febrero de 2016

Top 5: Videojuegos de terror favoritos

Alguien me hizo la petición de que escribiera más tops y sin duda es algo que traeré de vuelta después de tenerlos en el olvido durante varios años. Y que mejor manera de hacerlo que con uno breve sobre mis videojuegos de terror favoritos.

Poco lo he manifestado mediante el blog, pero otra de mis grandes aficiones son los videojuegos y casi cualquiera ligado al género suele recibir mi atención de manera inmediata. Sin embargo, uno de los principales problemas con los que siempre me encuentro es que realmente ninguno me provoca grandes sobresaltos debido a que las fórmulas utilizadas suelen ser incluso más predecibles que las del cine y por ello me suelo fijar en otros aspectos que a mi juicio definen lo que es un buen juego de este tipo (historia, ambientación, atmósfera generada, monstruos, elementos del género presentes), haciendo que sean contados aquellos que en verdad se quedan grabados en mi cabeza.

Así que, sin más retrasos, estos son mis favoritos.

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5.- Red Dead Redemption: Undead Nightmare (PS3, 360)


Un poco de trampa aquí debido a que se trata de un DLC (por lo cual no lo pude incluir en el top 3), pero lo cierto es que desde el re-diseño de los escenarios hasta la aparición de criaturas basadas en leyendas (Chupacabras, Sasquatch, caballos apocalípticos), cambios en algunas mecánicas y claro… muchos zombies, hacen de Undead Nightmare algo totalmente ajeno que difícilmente aburre.


4.- Zombies Ate My Neighbors (SNES, Sega Genesis)


El juego más antiguo del top y por mucho el que cuenta con el tono más ligero de todos, pero sin duda uno de los más divertidos. La cantidad de monstruos inspirados en los 50s/80s (incluidos bebés gigantes), sus más de 50 niveles, su increíble soundtrack y armas al por mayor lo convierten, literalmente, en una película de serie b que tú puedes controlar.


3.- Resident Evil Remake (Gamecube, Wii, PS3, PS4, 360, Xbox One, PC)


Evidentemente el primer Resident Evil en PS1 marcó a toda una generación, pero el remake de 2002 a mi gusto es muy superior. No solo es una de las experiencias visualmente hablando más increíbles que recuerde, sino también uno de los pocos juegos capaces de generar una atmósfera que provoque la más profunda sensación de peligro a cada instante.


2.- Eternal Darkness: Sanity's Requiem (Gamecube)


El juego catalogado como el homenaje a H. P. Lovecraft por excelencia. Una auténtica joya cuyo desarrollo cuenta con tintes milagrosos, pero que terminó por regalarnos una de las historias más complejas que recuerde; la cual abarca diferentes épocas, diversos personajes, culturas llenas de misterios, mucha sangre y los inolvidables “Sanity Effects” que le brindan un toque de originalidad impresionante.


 1.- Silent Hill 2 (PS2, PS3, Xbox, 360, PC)


Aún recuerdo a la perfección la primera vez que jugué Silent Hill 2 y cómo básicamente quería llorar porque finalmente había encontrado algo que me ofreciera todo lo que había deseado en un videojuego de terror.

Es la perfecta combinación entre atmósfera y horror psicológico que no solo te mantiene tenso durante su duración, sino que además es un juego abierto a una serie de interpretaciones como pocos. Todo es desconocido e intrigante dentro de un universo único que se encuentra lleno de personajes memorables y detalles dignos de una verdadera pesadilla.  


Mención honorifica: Resident Evil 2, Luigi’s Mansion: Dark Moon, Outlast, Siren.

domingo, 21 de febrero de 2016

Crítica: The Forest (2016)


Primer largometraje del director Jason Zada, cuyo guión fue escrito por la tripleta conformada por Nick Antosca, Sarah Cornwell y Ben Ketai. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado de 8 de febrero, mientras que a México llegó durante este fin de semana; recaudando hasta el momento $30.6 millones de dólares a nivel mundial.

Sinopsis:

Sarah (Natalie Dormer) viaja a Japón para buscar a su hermana gemela, quien fue vista por última vez entrando a un lugar conocido por ser el punto preferido de muchas personas para suicidarse: el bosque de Aokigahara. Ahí hará hasta lo imposible para encontrarla, aunque para ello tendrá que combatir fuerzas sobrenaturales que explotarán su trágico pasado.



Comentarios generales:

Cuando se trata de Aokigahara mi nivel de interés suele ser elevado por dos cosas: la primera porque todo lo que lo rodea siempre me ha resultado llamativo y, la segunda, porque el gobierno japonés no deja filmar en ese lugar, lo cual suele hacer mucho más desafiante la realización. Y en el caso de The Forest además estaba el plus de que es una de las pocas películas no japonesas que giran en torno al bosque, algo que me esperanzaba con ver un enfoque diferente al acostumbrado; sin embargo, al final me he llevado una grandísima decepción.

Y es que realmente lo que nos presenta Zada es una historia que se pudo haber realizado en cualquier otro escenario y la diferencia hubiera sido mínima, esto porque los sucesos se realizan de una manera tan rápida que nunca permite generar un poco más de profundidad en cuanto a la fama del bosque. Realmente lo que pretenden es que el espectador únicamente tenga empatía por el personaje de Sarah por el hecho de que su hermana está perdida o muerta, lo cual provoca que todo lo ocurre durante el primer acto se sienta como vil relleno gracias a que no aporta nada de gran valor, salvo por un flashback de la infancia de las gemelas que uno intuye tendrá algún tipo de importancia más adelante.

Ya para la segunda mitad el ritmo disminuye de manera considerable y es cuando el director decide finalmente empezar a jugar un poco más con la cuestión de los fantasmas, logrando ciertos momentos visualmente llamativos, aunque con muy poco impacto debido a lo increíblemente anunciados que resultan varios de los sustos fáciles que utiliza. Incluso el conflicto presentado se siente hueco, en parte por la nula información que existe sobre prácticamente cualquier otro personaje que no sea Sarah, pero también porque es claro que no sabían cómo darle un toque de originalidad a las acciones; obligándolos a incluir al espíritu de una niña que solo está ahí para agregar un poco de suspenso mientras pasan los suficientes minutos hasta que lleguemos al último acto.

La parte final diría que cumple a secas. El flashback previamente mencionado tiene consecuencias directas aquí y en base a este logran presentar un giro que por lo menos le agrega un poco de sorpresa a una historia tan lineal.

La actuación de Dormer representando dos roles distintos no es un desastre porque el tiempo en pantalla de ambos personajes es muy dispar, pero el problema es que el que domina la pantalla nunca logra ofrecer grandes cosas más allá de algunos gritos. La producción es tal vez su único punto fuerte, sobre todo en el aspecto visual: el trabajo de fotografía es muy bueno tanto en las escenas de día como de noche, la dirección de arte es sólida, los efectos resultan un tanto genéricos y el trabajo de maquillaje cumple cuando debe.

Opinión final: The Forest es muy pobre en todos los sentidos. Mejor esperen hasta que inevitablemente la pasen en TV dentro de un par de años.

Ojometro:
**

jueves, 18 de febrero de 2016

Crítica: The House on Pine Street (2016)


Película dirigida por los hermanos Aaron y Austin Keeling (I.Q.), quienes además comparten créditos junto a Natalie Jones como co-escritores del guión. Se estrenó el pasado 1 de febrero tanto en VOD como en DVD dentro del Reino Unido y se sabe que llegará a los Estados Unidos en algún punto de este 2016, pero aún no hay fecha exacta.

Sinopsis:

Con siete meses de un embarazo no planeado, Jennifer (Emily Gross) regresa en contra de su voluntad al pueblo donde creció en Kansas llena de miedos sobre la maternidad, una complicada relación con su esposo y la abrumadora presencia de su propia madre. Esto hace que tenga problemas para volver a tener control de su vida y las cosas empeoran cuando eventos extraños empiezan a ocurrir en su nuevo hogar



Comentarios generales:

Cuando una película hace mucho ruido en festivales es casi imposible no prestarle atención, sobre todo cuando se trata de un trabajo independiente que, además, toca uno de los temas más explotados de los últimos años como lo es el de las casas poseídas. Por ello The House on Pine Street me llamaba poderosamente la atención, ya que esperaba ver algo que jugara un poco con las reglas; lo cual ciertamente hace de manera tímida, pero simplemente nunca terminé por conectar con su propuesta.

Lo que los hermanos Keeling nos traen es una historia que en un inicio no luce para nada diferente a lo que hemos visto con anterioridad; de hecho, salvo por la situación del embarazo no deseado, todo es un manual sobre como reciclar ideas que ciertamente no te provocan gran interés. Sin embargo, una vez que se empiezan a revelar los sucesos extraños dentro de la casa por medio de cosas tan básicas como pisadas o golpes a las puertas, el nivel de ansiedad se eleva de manera gradual y además el comportamiento de todos los personajes secundarios te genera muchas dudas sobre si esto es una simple historia de espíritus o si existe algo mucho más siniestro detrás considerando que hay un nacimiento de por medio.

Una situación que a partir de los 30/35 minutos se esclarece debido a que las cosas poco a poco se centran mucho más en el deterioro mental de la protagonista y sobre cómo cada situación que le ocurre también puede ser vista meramente como producto de su locura, a pesar de que claramente hay elementos paranormales provocándolas. Siendo así como los directores logran construir una sensación de inseguridad permanente, ya que el espectador sabe que en cualquier momento puede ocurrir algo; provocando una tensión continua que se va incrementando pero que nunca explota por medio de sustos fáciles y mejor deciden guardarla para una escena increíblemente potente que despliega los únicos efectos especiales a la perfección.

El final es medio desangelado. Principalmente porque al reventar la burbuja con la escena previamente mencionada la película vuelve a caer en la dinámica de locura y ya nunca pueden construir algo potente por cuestiones de tiempo; aunque si logran ofrecer una conclusión que resultará satisfactoria para varios al no irse por el camino convencional.

De las actuaciones debo de decir que este el show de Emily Gross y la verdad hace un trabajo brutal; ella es quien carga con absolutamente todo el peso de la película, haciendo que su deterioro progresivo te resulte fascinante de ver. La producción es bastante buena considerando su presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte impecable, el score cumple, el trabajo de sonido esta increíblemente bien cuidado y los pocos efectos utilizados no son nada espectacular, pero están bien hechos.

Opinión final: The House on Pine Street tiene cosas interesantes, pero no funcionó del todo conmigo. Aunque sin duda le tienen que dar una oportunidad.

Ojometro:
***

lunes, 15 de febrero de 2016

Crítica: Nina Forever (2016)


Primer largometraje de los hermanos Ben y Chris Blaine, quienes además fueron los que escribieron el guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 12 de febrero, aunque aún no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que su novia Nina (Fiona O'Shaughnessy) falleciera en un choque, Rob (Cian Barry) trata de suicidarse sin éxito. Esto llama la atención de Holly (Abigail Hardingham), una compañera de trabajo con la que rápidamente inicia una relación para olvidar su pasado; sin embargo, las cosas se complican cuando Nina regresa a la vida para atormentarlos cada vez que estos tienen sexo y no descansará en paz hasta terminar con dicho romance.



Comentarios generales:

Catalogar adecuadamente una película es algo que siempre he considerado importante debido a que es una de las pocas maneras con las que el espectador puede saber cómo lidiar con esta y así ajustar sus expectativas dependiendo de los subgéneros bajo los que se esté promocionando. En el caso de Nina Forever la promoción giraba en torno a una comedia de terror y eso inmediatamente te predisponía para esperar algo similar a trabajos como “Life After Beth” o “Burying the Ex”, pero al final realmente con lo que te encuentras es una película que contiene las dosis de comedia más raquíticas que recuerde (lo cual no es precisamente malo).

Y es que los hermanos Blaine tienen una visión muy distinta con respecto a las propuestas mencionadas previamente, dándole prioridad al aspecto humano y enfocándose mucho más en temas como la soledad o el dolor que causan la pérdida de alguien querido. Lo cual genera un primer acto muy pasivo, sustentado principalmente en la impecable construcción de una atmósfera depresiva y en la relación entre dos personas solitarias que se complementan de buena forma dentro de un entorno en el que ninguno parece encajar. Hasta aquí no hay realmente nada extraordinario; sin embargo, las cosas cambian rápidamente una vez que Nina hace acto de presencia mediante una de las formas más originales que podrán ver.

A partir de ese punto se puede decir que llega el lado “cómico”, aunque no se trata de algo convencional o facilón, ni tampoco de comedia física, sino que este se da por medio de la manera en que lidian ambos protagonistas con las apariciones de la novia muerta cada vez que tienen sexo y como tratan de buscar soluciones ingeniosas para cubrir el desastre sangriento que deja a su paso. Lo cual básicamente es como funciona todo el segundo acto, uno que nunca modifica el ritmo lento y que está altamente cargado de escenas de sexo sin ningún tipo de complejos; las cuales son mostradas de la manera más realista posible para que, cuando se integre la tercera en cuestión, siempre te provoque una sensación de rareza muy particular.

La parte final la encontré un tanto floja. Aquí es donde se pueden ver por primera ocasión las oscuras intenciones de Nina con Holly, pero lamentablemente nunca le dan más seguimiento a esto y en su lugar se enfocan en el tema de dejar atrás el pasado (lo cual lleva a la escena más emocional del filme); además de que revelan una sorpresa que ciertamente no esperas.

Las actuaciones son buenas, tanto O'Shaughnessy como Hardingham tienen una química peculiar y eso ayuda muchísimo en la dinámica tan rara del filme; especialmente porque es por medio de ellas que se construyen las pocas dosis de humor. La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía ayuda a producir una atmósfera estupenda, la dirección de arte tiene buenas cosas, cuenta con un score sólido y la labor de maquillaje con Nina es muy básica.

Opinión final: Nina Forever es una película extraña que retará su paciencia. Puede que la disfruten mucho o la detesten como pocas cosas según sus gustos.

Ojometro:
****

sábado, 13 de febrero de 2016

Crítica: Southbound (2016)


Antología que cuenta con la participación de los directores Roxanne Benjamin, David Bruckner, Patrick Horvath y el cuarteto conocido como Radio Silence. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el pasado 5 de febrero y en VOD solo cuatro días después.

Sinopsis:

Cinco historias de terror interconectadas que siguen el destino de un grupo de viajeros que deberán confrontar sus peores pesadillas (y oscuros secretos) durante una larga noche dentro de una desolada y larga carretera en el desierto.



Comentarios generales:

Southbound es una antología que salió de la nada y de la cual realmente sabía muy poco hasta antes de que se dieran a conocer las primeras imágenes, pero una vez que me puse a investigar más a fondo se convirtió en un proyecto sumamente interesante. Esto porque casi todos los involucrados tuvieron algún tipo de conexión con la trilogía de V/H/S y eso daba a entender que no se trataba de algo improvisado para darle espacio a caras nuevas como suele ocurrir con otras antologías, lo cual en esta ocasión agradecí enormemente.

Ya que si bien son cinco historias que tratan temas distintos, estas son manejadas como situaciones totalmente conectadas una de la otra para evitar problemas con la continuidad y al contar con directores más familiarizados con el formato las cosas fluyen con un gran ritmo gracias a que no se obsesionan con brindarles estilos completamente distintos para resaltar. Proporcionando así una experiencia agradable, con algunos fallos sí, pero que se encuentra repleta de elementos para diversos tipos de fans y que siempre maneja un tono oscuro en cada situación presentada.

En cuanto a la producción debo de decir que es una película de muy buena nota: el trabajo de fotografía (hasta donde sé, con directores de fotografía distintos) en cada corto se mantiene impecable para generar una atmósfera equilibrada, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es estupendo, tiene una agradable mezcla de efectos prácticos con CGI y el trabajo de maquillaje cumple a la perfección en los momentos que se necesita de manera contundente.

Pasando a las historias:


“The Way Out” (Radio Silence)

Un inicio breve, pero potente por parte de los chicos de Radio Silence que tiene como parcial fuente de inspiración a “The Twilight Zone” y, por ende, en algunos momentos no parece tener sentido. Aunque esto tiene un propósito específico que está directamente ligado con el desarrollo y además terminas ignorándolo una vez que se te revelan los peligros que enfrentan los dos personajes debido a su originalidad.

“Siren” (Roxanne Benjamin)

Una combinación de fantasmas y cultos bastante siniestra. Cuenta con una estructura muy básica, pero gracias a las actuaciones es por lo que resalta; simplemente el comportamiento tan bizarro de la mayoría de los actores provoca una sensación de incomodidad muy marcada. Además su final es de alto impacto.

“The Accident” (David Bruckner)

Mi favorita. Una historia de manipulación increíblemente bien contada, en donde nuestro protagonista hace absolutamente todo bien y aun así queda parado como el villano; además de que es por mucho la más gráfica y violenta gracias a los estupendos efectos prácticos y prostéticos utilizados.

“Jailbreak” (Patrick Horvath)

La más floja de todas. Es más envoltura que contenido, utilizada principalmente para exponer un tema que no podía fallar en este escenario (un bar dentro de un pueblo alejado de la sociedad); aunque si tiene algunos momentos interesantes visualmente hablando.

“The Way In” (Radio Silence)

En esencia una historia de invasión con buenas dosis de violencia, pero resulta ser algo mucho más elaborado gracias a diversos tintes sobrenaturales de los cuales no quiero dar demasiados detalles para no arruinarles la experiencia. Sin embargo, es probable que algunos terminen confundidos gracias a que no profundizan demasiado en cierto detalle vital.

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Opinión final: Southbound es una buena antología. Toca diversos temas y trata de realizar una dinámica diferente a la acostumbrada que, a pesar de ciertas fallas, termina brindándole un estilo que sin duda la hará resaltar con el tiempo.

Ojometro:
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miércoles, 10 de febrero de 2016

Crítica: Uncaged (2016)


Película dirigida por Daniel Robbins, quien además comparte créditos junto a Mark Rapaport como co-escritor del guión. Se estrenó el pasado 2 de febrero en VOD, iTunes y DVD dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Después de haber quedado huérfano durante su niñez, Jack (Ben Getz) es criado junto a su primo Brandon (Zack Weiner) para llevar una vida tranquila. Sin embargo, justo después de cumplir 18 años, este empieza a sufrir de extraños episodios de sonambulismo que al inicio parecen inofensivos; aunque cuando los empieza a investigar más a fondo se dará cuenta que algo totalmente brutal los provoca.



Comentarios generales:

Cuando lees en la descripción “Superbad conoce a The Wolf Man” es bastante evidente para qué tipo de público está dirigido este trabajo, lo cual no es ninguna novedad considerando que es una referencia que ha sido recurrente en años recientes. Es por ello que no esperaba algo precisamente oscuro o en extremo violento, sino más bien algo ligero para matar el tiempo; lo cual Uncaged proporciona en dosis mínimas a pesar de que se nota el esfuerzo por lograr un poco más de lo que su presupuesto les permitía. 

Ciertamente la historia que nos traen Robbins y Rapaport no ganará puntos por su originalidad gracias a que es prácticamente un estándar definido con las de hombres lobo desde hace muchísimo tiempo, convirtiendo así al primer acto en uno en el que el espectador sabrá casi en su totalidad lo que va ocurrir y por ello se recurre a un humor increíblemente bobo para tratar de sacar risas como modo de contención ante tal predictibilidad. Humor que dicho sea de paso no funcionó del todo conmigo, pero que si termina ayudando a establecer una química muy real entre los personajes para hacer mucho más ameno el momento en el que Jack revela que es un hombre lobo; sobre todo porque esto no resulta nada espectacular.

Un problema que afecta al resto de la película debido que las escenas de Jack transformado se dan bajo una perspectiva de primera persona o simplemente se dan fuera de cámara, provocando así que el ritmo sea muy lento y que uno se frustre ante la poca acción presentada cuando la idea central del filme es precisamente ver como el personaje principal lidia con su oscuro secreto y cómo este afecta la relación con sus amigos. Además, tampoco ayuda la integración de una subtrama con un mafioso de medio pelo que todo el tiempo se siente fuera de lugar y que está hecha bajo el único propósito de gastar un poco de tiempo en la presentación de un antagonista genérico que, en algún punto, servirá como justificación para añadir algo de sangre a las acciones.

Los últimos 15 minutos son probablemente lo mejor. Aquí por fin se nos muestra una escena de transformación en su máximo esplendor (innecesariamente guardada para este punto) y se logra construir un conflicto mucho más natural que, si bien no es tan potente como hubiera deseado, sirve para ofrecer una conclusión no tan convencional.

Las actuaciones son aceptables; por ahí los tres actores principales se notan medio forzados con sus reacciones (sobre todo en momentos cómicos), pero no es algo que dañe en demasía el desarrollo. La producción no está mal: el trabajo de fotografía cumple, tiene unos cambios de escena tipo cómic muy bien hechos, el score está ok, los efectos son muy simples y el trabajo de maquillaje brinda una caracterización elaborada; aunque el tiempo en pantalla que se le otorga deja muy poco para analizar.

Opinión final: Uncaged tiene sus chispazos, pero no me termino por convencer. Probablemente sea apta para un público un poco más joven.

Ojometro:
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domingo, 7 de febrero de 2016

Crítica: Pride and Prejudice and Zombies (2016)


Adaptación de la novela de Seth Grahame-Smith del mismo nombre, la cual está escrita y dirigida por Burr Steers. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México apenas este 5 de febrero pasado.

Sinopsis:

Por iniciativa de su padre, las hermanas Bennett han sido entrenadas en artes marciales y en el uso de armas para poder combatir la plaga de zombies que azota a Inglaterra. Sin embargo, su madre solo tiene en mente encontrarles un esposo que las pueda mantener y cuando el acaudalado Mr. Darcy (Sam Riley) llega de visita ve la oportunidad perfecta para una de ellas; aunque las cosas serán muchísimo más complicadas para que esto se logre concretar.



Comentarios generales:

Nunca he leído la novela y ciertamente jamás me ha generado suficiente interés como para hacerlo, a pesar de que el tema de los zombies es uno de mis favoritos. Por eso cuando supe de esta película en 2009 no tuve ningún tipo de reacción y mis expectativas siempre se mantuvieron muy bajas considerando la enorme cantidad de problemas que tuvo para su producción (tres directores abandonaron el proyecto, Natalie Portman se hizo a un lado como la protagonista  y además el guión fue re-escrito en un par de ocasiones); algo que al final de cuentas me parece que ayudó debido a que Pride and Prejudice and Zombies la encontré mucho más digerible de lo que esperaba.

Y es que Steers logra ofrecer una historia ligera en donde es muy claro que pretende llegar a un público que no es el habitual dentro del género al no ofrecer un enfoque tan sangriento como suele ser característico en los trabajos con zombies, aunque sin caer en la cursilería barata de otras propuestas que han hecho lo mismo. Lo cual logra al encontrar un balance adecuado durante el primer acto en la presentación de los personajes, donde si bien le da importancia a todo el tema del matrimonio y la búsqueda del príncipe azul, también se encarga de mostrar a las hermanas como unas guerreras perfectamente capaces para defenderse; proporcionando así algunos momentos de acción bastante agradables que te hacen querer saber cómo terminarán sus asuntos personales en este ambiente tan peculiar.

En general durante 45/50 minutos todo avanza de manera correcta por medio de un ritmo agradable, peleas y unos toques de humor bien dosificados, pero para nuestra mala fortuna poco a poco se empieza a perder el interés gracias a que los zombies en realidad no son una verdadera amenaza durante grandes lapsos. Algo que termina siendo frustrante considerando una característica única que poseen y que da pie a un tema mucho más complejo que nunca se explota de manera efectiva, simplemente están ahí, sin utilizarlos para provocar alguna clase de susto, violencia más gráfica o momentos tensos. Incluso esto mismo termina perjudicando a las hermanas Bennett, quienes en su mayoría pasan de ser el alma de la película a simples complementos para un forzado romance.

La parte final me dejó decepcionado. Si presentan a una gran horda de zombies y logran proporcionar ese aire de evento catastrófico a gran escala que esperas; sin embargo, todo esto se da de forma muy acelerada, sin ponerle mucho énfasis a la violencia o sangre para simplemente llegar al desenlace feliz sin grandes complicaciones.

En el tema de las actuaciones encontramos una de las fortalezas del filme ya que, con excepción del robótico Sam Riley, el resto del elenco hace un trabajo sólido; especialmente Lily James con su papel de Elizabeth Bennet (mención especial para Matt Smith, quien ofrece momentos muy cómicos). La producción es otro de sus puntos fuertes: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es impecable, tiene un score agradable y los efectos en su mayoría están bien logrados; aunque el trabajo de maquillaje con los zombies no me convenció del todo.

Opinión final: Pride and Prejudice and Zombies me pareció aceptable. Es más que nada una película para pasar el rato viendo una mezcla de temas poco común.

Ojometro:
***

jueves, 4 de febrero de 2016

Crítica: The Encounter (2015)


Película escrita y dirigida por Robert Conway (Exit to Hell). Se estrenó directamente en formato físico y digital a mediados del año pasado dentro de los Estados Unidos, mientras que su llegada a otros mercados apenas se estará dando en estos meses.

Sinopsis:

Cuando Collin Bastrow (Clint James) es encontrado asustado dentro del bosque y tiene una impactante historia que contar. Evidentemente por el shock no puede recordar mucho de los aterradores eventos, pero una serie de vídeos filmados por diferentes individuos que se encontraban en ese lugar al mismo tiempo ayudarán a encontrar una explicación de algo que parece totalmente inexplicable.



Comentarios generales:

No voy a mentir, cuando se trata de found footage uno de los temas que menos me suele llamar la atención es el de ovnis o alienígenas. Y no es porque me disguste el tema en sí, sino que simplemente es uno del que ya se sabe de antemano casi todo lo que van a presentar y aunque The Encounter trata de salirse un poco de las fórmulas añejas, al final es otra película más cuyo desarrollo no se diferencia demasiado de cientos de trabajos ya existentes.

La verdad Conway desde un inicio se pone en una posición muy difícil al revelar a las criaturas que ocasionarán todos los problemas justo durante la primera escena, obvio no lo hace de manera tan detallada, pero eso es suficiente como para eliminar el elemento sorpresa que se espera tener en una clase de historia sustentada en lo desconocido. Ante esto la mayor fortaleza del filme recae en cómo están contados los sucesos, dividiéndolos en tres distintas grabaciones de personas que se encuentran en el mismo bosque sin tener conexión alguna y por medio de estas ir uniendo ciertos puntos durante la primera media hora; algo que le brinda un ritmo fluido a pesar de que en un par no ocurre demasiado y que además ayuda a mostrar lo que son los momentos más gráficos por medio de la de menor duración. 

Lo malo es que después de estos 30 minutos y conforme las acciones se empiezan a desarrollar de noche todo se vuelve bastante aburrido (para este punto ya solo se utilizan dos grabaciones). Obvio con este escenario el suspenso se incrementa y el director tiene mayor margen de maniobra para utilizar algunos sustos fáciles, además de que la tensión es mucho más palpable; sin embargo, lo que ocurre no te genera mucho considerando la falta de sorpresa previamente mencionada, dejándole así el peso a unas cuantas persecuciones en la oscuridad y a un tipo que se vuelve loco de la nada.

La parte final no me agradó. Las acciones se vuelven a desarrollar de día y de inmediato se pierde la poca sensación de suspenso generada previamente, la cual quieren compensar por medio de un momento de shock poco efectivo. Todo para que el desenlace te deje con más dudas que respuestas.

Las actuaciones en general son malas, todos lucen increíblemente forzados desde los primeros minutos y resulta muy complicado el poder creerles en sus reacciones cuando se topan con los alienígenas o cuando se empiezan a volver mentalmente inestables. La producción es tal vez lo más salvable: está bien editada, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son decentes considerando su presupuesto y el trabajo de maquillaje con los aliens logra unas caracterizaciones ciertamente llamativas.  

Opinión final: The Encounter es mala. Realmente no aporta nada y termina pasando como un found footage genérico del cual se olvidarán en un par de días.

Ojometro:
**

lunes, 1 de febrero de 2016

Crítica: The Boy (2016)


Película dirigida por William Brent Bell (Wer) y escrita por Stacey Menear. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de enero y en México hizo lo propio durante este fin de semana; recaudando hasta la fecha $21.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Greta (Lauren Cohan) es una joven estadounidense que acepta un trabajo de niñera en una remota villa en Inglaterra, solo para darse cuenta que a quien tiene que cuidar no es un niño, sino un muñeco de nombre Brahms. Para hacerlo tiene que seguir de manera estricta ciertas reglas, pero cuando ella las ignora una serie de perturbadores e inexplicables eventos harán que empiece a creer que el muñeco en verdad tiene vida propia.



Comentarios generales:

Al igual que ocurrió con Annabelle hace un par de años atrás, The Boy tenía que lidiar con la carga extra que siempre significa Child's Play para aquellos trabajos que cuentan con alguna clase de muñeco. Es algo inevitable y en muchas ocasiones esto suele perjudicar de manera excesiva a la película en cuestión porque se ve obligada a satisfacer las expectativas de un público que espera ver determinadas cosas que se encuentran totalmente alejadas de la idea central del filme; sin embargo, en esta ocasión los responsables de la película no se dejan llevar por eso, a pesar de que al final su producto se siente un tanto incompleto.

Brent Bell nos trae en esta ocasión una historia de la cual ciertamente sabemos bastante gracias al tráiler, pero eso no evita que logre ofrecer un primer acto agradable; donde su principal meta es generar desde el primer instante una atmósfera amenazadora para Greta por medio de extraños sonidos y una ambientación de corte gótico muy bien cuidada. Aunque definitivamente lo que más resalta es la presentación de Brahms y la perturbadora naturalidad con la que lo tratan sus padres, lo cual resulta muy raro de ver, pero sin duda sirve como el principal conducto para sentir empatía con el personaje principal dado a que con esto entiendes a la perfección su decisión de incumplir las reglas porque, en teoría, no está haciendo nada que cualquier persona normal no haría en la misma situación.

Ya entrando al segundo acto las cosas toman un ritmo mucho más pausado al centrarse en la cuestión del suspenso y en la construcción de situaciones que solidifiquen las dudas sobre si Brahms tiene vida o no, algo que en un inicio funciona de manera adecuada, pero que se vuelve cansino rápidamente dado a la poca variedad de los sustos implementados. También llega un punto en donde todo se siente sumamente acelerado cuando se empieza a tocar el tema del posible deterioro mental de Greta, ya que sus interacciones con el muñeco nunca resultan tan convincentes como para comprar la idea; incluso si existe una cuestión personal que justifica completamente su comportamiento y añade muchas más dudas sobre si esto se trata de una cuestión médica, algo que involucra espíritus u otra clase de temas sobrenaturales.

La parte final no está mal, pero tiene un problema. Brindan un giro que solo los más atentos a ciertos detalles podrán ver venir, el cual le cambia la dinámica a la película para convertirla en algo mucho más convencional; sin embargo, al hacer esto se pierde por completo la sensación de pago que el desenlace tendría que tener debido a que no encaja para nada con la construcción previa.

La actuación de Cohan la considero correcta, sobre todo porque ella básicamente carga con el peso de la película por medio de una interacción con un muñeco y eso no le da mucho margen de maniobra. La producción es bastante buena: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte es sólida, el score está ok, tiene un trabajo de sonido bien cuidado y todo lo que tiene que ver con efectos/maquillaje es apenas perceptible.

Opinión final: The Boy es aceptable. Tiene varias cosas agradables pero nunca logra explotar y termina dejándote con la sensación de que le faltó algo.  

Ojometro:
***