martes, 30 de junio de 2015

Crítica: Insidious: Chapter 3 (2015)


Tercera entrega de la franquicia que recae totalmente en las manos de Leigh Whannell, quien además de escribir el guión ahora también se desempeña como director. Se estrenó a inicios de junio dentro de los Estados Unidos y en México durante el fin de semana pasado; recaudando hasta la fecha $86.8 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

Quinn Brenner (Stefanie Scott) busca los servicios de Elise (Lin Shaye) para contactar a su fallecida madre, pero la sesión termina siendo un fracaso. Después de esto la joven empieza a notar eventos paranormales en su casa y sufre un terrible accidente, volviéndola un blanco fácil para un terrible demonio cuyas intenciones no son nada buenas.



Comentarios generales:

La verdad no supe cómo reaccionar cuando me enteré que realizarían una nueva entrega de Insidious, las dos primeras me gustaron pero la historia central fue debidamente concluida y gracias a eso mi temor de que sacaran cualquier cosa por compromiso era muy fuerte. Afortunadamente con el tiempo se dio a conocer que Chapter 3 sería una precuela, noticia que cambiaba el panorama por completo gracias a que esto abría la puerta para explorar ciertas cosas y sin duda termino siendo la mejor decisión que pudieron tomar.

Esto porque Whannell no pretende contarnos una historia sobre los orígenes de los personajes que se lleve gran parte del metraje, sino más bien expandir un poco más lo que ya sabíamos de estos por medio de pequeños detalles mientras introduce una amenaza distinta que todo el tiempo se siente en extremo peligrosa. Nuevamente es el lado humano lo que tiene más importancia y a partir de este se construye todo lo relacionado con el terror, lo cual evidentemente hace que el ritmo durante el primer acto no sea precisamente el más dinámico pero el director se las ingenia para ir generando poco a poco sustos muy efectivos por medio de trucos conocidos (así como por el uso de sonidos) que establecen una dinámica agradable; además demuestra bastante capacidad para tomar por sorpresa al espectador en situaciones que pareciera no llevan a nada.

Otro punto notorio es que los elementos de poltergeist vuelven a estar muy presentes como ocurrió con la primera película, aunque en esta ocasión cuentan con un mayor grado de impacto gracias a lo indefenso que se va convirtiendo el personaje de Quinn con el paso de lo minutos; realmente te preocupas por ella, no ves cómo diablos pueda salir intacta de esta situación y eso ayuda a que el nuevo demonio resulte muy efectivo. Igualmente, este punto es lo que termina por unir todas las piezas en lo que respecta a la relación de Elise con Specs/Tucker, la cual se integra de manera natural, sin sentirse forzada y que aporta las pequeñas dosis de humor necesarias para darle un buen balance a la trama.

El final tal vez sea el mejor y más emocional de las tres entregas. La lenta construcción termina beneficiándole en demasía gracias a que se siente con mucha fuerza; donde el enfrentamiento final con el demonio resulta muy gratificante debido a que se le imprime un ritmo más ágil para darle un toque de espectacularidad, pero siempre manteniendo el aspecto tétrico intacto.

Tiene buenas actuaciones en general: Scott sabe aprovechar su tiempo en pantalla para ganarse el afecto del espectador, mientras que Lin Shaye finalmente puede hacer del personaje de Elise uno mucho más interesante y con ciertos aires de heroína que se te quedaran grabados en la memoria. La producción no cambia mucho con respecto a las anteriores entregas: un sólido trabajo de fotografía para mantener la atmósfera ya característica, buena dirección de arte, un score estupendo y un maquillaje discreto; aunque toda la cuestión de efectos si se nota un poco más elaborada, con más uso de CGI sin caer en el exceso.

Opinión final: Insidious: Chapter 3 me gustó. Es mejor que la 2 y definitivamente un pasó en la dirección correcta dentro de la franquicia... si es que pretenden mantenerla con vida más tiempo.

Ojometro:
****

sábado, 27 de junio de 2015

Crítica: Poltergeist (2015)


Remake del clásico de 1982 dirigido por Gil Kenan (Monster House) y cuyo guión fue escrito por David Lindsay-Abaire. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y otros mercados durante el mes de mayo, aunque aquí en México apenas llegó este fin de semana. Hasta la fecha ha recaudado $73.1 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

La familia Bowen se muda a una nueva casa cuyo precio ha sido casi regalado. Estando ahí planean empezar un capitulo nuevo en su vidas mientras todo se estabiliza, pero pronto extraños sucesos tendrán lugar en su nuevo hogar; todos provocados por fuerzas malignas que ahí habitan y cuyo objetivo es la pequeña Madison (Kennedi Clements).



Comentarios generales:

Puedes amarlos u odiarlos, pero es un hecho innegable que los remakes siguen siendo una parte importante dentro del género de terror a pesar de que cada vez quedan menos clásicos que explotar. Son necesarios para mantener la atención a nivel mainstream y con Poltergeist parecía que se tenía una verdadera mina de oro debido a que no eran pocos quienes pensaban que este era uno justificable gracias a los beneficios que tendría por los avances tecnológicos; sin embargo, después de verla queda claro que algunas películas simplemente funcionan mejor en cierta época y hay que dejarlas así.

Realmente lo que nos presentan Kenan y Lindsay-Abaire es una historia con la misma línea de la original, pero con algunos cambios que dejan en claro que no pretenden copiar cada situación para satisfacer con nostalgia al público; algo que la verdad me agradó bastante y que es el principal motivo por lo que encontré muy disfrutables los primeros 30/35 minutos. Ya que la temprana revelación de un elemento que es vital en el tercer acto de la del 82 cambia la dinámica por completo, provocando así un ritmo muchísimo más ágil del esperado para llegar ahí; con el cual no se pretende darle mucha relevancia al suspenso por medio de los fantasmas pero si generar varios de los momentos más memorables de la película con elementos de impacto visual, teniendo como gran pago la secuencia de la casa con los tres hijos y la desaparición de Madison.

Esta es la parte donde se siente fresco lo que ves a pesar de que lo mostrado es lo que más se asemeja a lo clásico, pero justo pasados dichos sucesos se empiezan a tomar ciertas libertades para realizar una mezcla entre lo viejo y lo nuevo que simplemente no se siente natural. De pronto toma un rumbo que se asemeja mucho más a la infinidad de trabajos sobre casas con actividad paranormal que abundan hoy en día con el uso de tecnología (metida con calzador en algunos casos), así como la presentación de la celebridad de TV para combatir a los espíritus; se vuelve en gran medida una película completamente distinta en donde se empieza a sentir todo muy vació e increíblemente acelerado. Realmente no existe un conflicto Bowen/espíritus potente que te haga sentir un poco más de preocupación por los personajes que se han visto afectados y tampoco se genera una atmósfera atrapante que te tenga al filo del asiento.

El final no está mal. También sufre por esa aceleración mencionada previamente, todo pasa exageradamente rápido pero al menos logran ofrecer otra vez ciertas dosis de espectacularidad que te hacen recordar ese toque “fantasioso” del concepto original.

Las actuaciones están ok, ambos niños me parecieron acertados en sus roles y el resto de la familia es un buen complemento para ellos; el único punto bajo que encontré en este rubro fue Jared Harris en su papel de Carrigan Burke porque se siente muy similar a algunos que ya ha realizado antes. En la parte de producción todo es de alto nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte con la casa es sólida, el score me agradó y el sonido es impecable; aunque sin duda el highlight de todo esto son los efectos. La mayoría producto del CGI, pero muy bien cuidados para producir grandes momentos cuando es necesario.

Opinión final: No diría que Poltergeist es mala, pero la verdad esperaba mucho más. Un remake con más envoltura bonita que contenido interesante.

Ojometro:
***  

miércoles, 24 de junio de 2015

Crítica: Creep (2015)


Película dirigida por Patrick Brice, quien además es co-escritor del guión y uno de los protagonistas junto con Mark Duplass. Se estrenó dentro de los Estados Unidos apenas este 23 de junio en iTunes, mientras que el próximo 14 de julio estará disponible como una exclusiva de Netflix.

Sinopsis:

Aaron (Brice) es un camarógrafo que acepta la oferta de trabajo publicada por Josef (Duplass) en Craigslist. Lo que tiene que hacer es filmarlo durante ocho horas y permanecer discreto, algo que parece muy sencillo; sin embargo, conforme pasan las horas Josef se empezará comportar de una manera por demás extraña, haciéndolo dudar sobre si las cosas que dice son solo bromas pesadas o si en verdad es alguien peligroso.



Comentarios generales:

El que Creep fuera una película prácticamente salvada por Netflix de último minuto no era precisamente una buena señal, ya que por lo general esto suele significar que tiene algún detalle que no convenció del todo a muchas personas. Aunque por otra parte, el que un servicio que últimamente ha proporcionado contenido de alta calidad se haya fijado en esta no se podía dejar pasar de largo; algo le vieron y la verdad es que hicieron una buena elección.

Este es un trabajo de dos personas en donde se puede notar desde el primer instante que solo ellos podían hacerlo funcionar, ya que Brice se encarga de poner sobre la mesa un found footage mucho más inteligente de lo que parece con muy pocos elementos, dejando prácticamente todo en manos de su compañero. Y es que no miento, salvo por los primeros cinco minutos en los que establece un escenario muy familiar de amenaza con una cabaña alejada de la civilización o un hacha potencialmente peligrosa, el resto de la sensación de peligro se percibe exclusivamente por medio del personaje de Josef; quien desde que aparece en pantalla logra reflejar una rareza perturbadora a pesar de que sus acciones, si bien extrañas, tienen una razón aparentemente entendible.

Básicamente todo el primer acto se centra en eso, lo cual para muchos puede ser muy aburrido pero yo nunca lo sentí así y en gran parte se debe a que el director es lo suficientemente inteligente para ir añadiéndole pequeñas cosas que no solo justifican el uso del formato, sino que además te hacen dudar en diversas ocasiones sobre si en verdad existe algún tipo de peligro. Algo que a partir del segundo acto empieza a disiparse con el paso de los minutos dado a que por medio de momentos incómodos se va construyendo una tensión evidente que sabes explotará en cualquier instante, pero que no estás totalmente seguro sobre cómo se dará (¿Secuestrarán a Aaron? ¿Lo torturarán?) y eso provoca una angustia muy fuerte.

El final es realmente bueno, esto a pesar de que es en el único lapso en donde el formato se siente un tanto forzado. Se sigue manejando de manera muy peculiar la locura de Josef para volverlo más aterrador sin tener que recurrir a la violencia extrema y además tienen la suficiente habilidad para ofrecerte una conclusión muy bien hecha que, por increíble que parezca, impacta a pesar de que básicamente te la contaron sutilmente en los actos anteriores.

De las actuaciones quien se lleva todo el crédito es Mark Duplass, en el recae todo el peso de película y la verdad hace un trabajo estupendo; simplemente desde el primer momento en que aparece en pantalla logra reflejar una rareza única vital para que la historia sea efectiva. La producción es muy discreta: el trabajo de sonido es limpio, el score cumple, está muy bien editada y los efectos son contados.

Opinión final: Creep es una película muy disfrutable, sin duda una de las mayores sorpresas de este 2015. Chéquenla.

Ojometro:
****

lunes, 22 de junio de 2015

Crítica: Let Me Out (2015)


Película escrita y dirigida por Luis F. Montalvo. Se estrenó exclusivamente de manera digital el pasado mes de marzo por medio de su sitio web, aunque no parece que vaya a tener ningún tipo de distribución en otra clase de formatos.

Sinopsis:

Mark (Michael Placencia), su esposa Maria y sus dos hijas son asesinados una noche dentro de su casa de una manera trágica y muy extraña. Tras dicho acontecimiento la casa queda poseída por espíritus que, conforme transcurran los años, se encargarán de que nadie más pueda vivir tranquilo ahí mientras se descubra el aterrador secreto detrás de los asesinatos.



Comentarios generales:

Siempre que veo una película lo hago con la mente abierta, no importa si desde el tráiler tiene una pinta horrible, si no soy fan del formato, si el presupuesto fue ínfimo o si el subgénero no es de mis favoritos. La verdad es muy difícil que algo me genere malestar inmediato mientras lo estoy viendo, pero en el caso de Let Me Out simplemente me fue imposible no enojarme ante la tremenda tomada de pelo que te hacen.

Ya que lo que Montalvo nos regala es un trabajo en el que no parece importarle demasiado que tenga más tintes de proyecto escolar de 1995 que de una película por la cual estas pagando debido a que los estándares mínimos de calidad nunca hacen acto de presencia. Su historia es nula y en general lo único que propone es una serie de asesinatos separados por cierto número de años que se dan porque sí; cuyas conexiones son vagas, su ejecución pobre y con cero impacto al no provocarle absolutamente nada al espectador.

Todo ocurre a un ritmo lento, el cual se acentúa mucho más por lo poco que sucede en pantalla al centrarse principalmente en mostrar a los personajes caminando de un lado a otro por la casa mientras escuchan ruidos extraños, hablan por teléfono, ven algún fantasma o abren la puerta; realmente no existe ningún tipo de desarrollo con estos para que te importen o no se sientan como viles bultos de carne que van a morir en cualquier instante. Y para colmo la experiencia se vuelve mucho más desagradable por la pésima calidad de la imagen; en serio, realmente no se me haría raro que esto haya sido filmado con la cámara de un celular.

El final es ligeramente lo más mirable. Añaden un giro y es la única ocasión en donde se nota que quieren explicar lo que ocurre, aunque ya no les alcanza el tiempo para mejorar el desastre mostrado.

Las actuaciones son horribles, claramente todos aquí son actores prácticamente amateurs cuya capacidad para reflejar algún tipo de emoción es nula y que brindan algunos de los gritos más falsos que haya visto. La producción igualmente es de pena: el trabajo de iluminación es básicamente inexistente, se nota que no le pusieron ningún tipo de atención a la decoración de la casa, el sonido en muchos lapsos es sucio y el score se repite hasta el cansancio. Sin embargo, lo peor son los efectos dignos de atracción de parque de diversiones.

Opinión final: Let Me Out es atroz, así de simple.

Ojometro:
* 

jueves, 18 de junio de 2015

Crítica: Curse of the Witching Tree (2015)


Primer largometraje del director James Crow, del cual además es el escritor del guión. Se estrenó el pasado 18 de mayo en los Estados Unidos y Reino Unido directamente en DVD, así como en algunas plataformas digitales.

Sinopsis:

Una mujer inocente, acusada de asesinar a su hijo y colgada como bruja, deja una maldición en un árbol que afecta a los niños que juegan a su alrededor. Los efectos de este acto de revancha hacen eco durante siglos y los espíritus de las almas sin descanso rondan por la casa en donde sus cuerpos fueron enterrados; un lugar que ahora recibe una nueva familia que poco a poco empezará a descubrir la aterradora verdad de su hogar.



Comentarios generales:

He repetido en varias ocasiones que el tema de las brujas es uno desaprovechado dentro del género, está olvidado al menos en el cine y cada trabajo que sale me causa interés a pesar de que sepa muy poco de lo que trata. Algo que en esta ocasión fue contraproducente debido a que Curse of the Witching Tree, aunque en esencia es de brujas, termina siendo una experiencia mucho más genérica ligada a fórmulas que abundan en la actualidad.

Realmente Crow parece tener una idea clara sobre la historia que quiere contar, pero de igual manera uno puede notar cómo le cuesta trabajo desde muy temprano el poder establecer una amenaza interesante con este concepto (el árbol pasa casi inadvertido) y poco a poco empieza a conducir lo que ocurre por caminos más seguros que le permitan explotar mucho mejor los conflictos de la familia azotada por la tragedia. Ya que para ser sinceros los primeros 45 minutos de esto son bastante aburridos, llenos de discusiones, bullying y prácticamente cualquier susto fácil existente en el catálogo para tratar de generar suspenso mientras las piezas pretenden conformar algo que tenga sentido, incluso si eso llega a sacrificar elementos que uno supondría iban a tener más relevancia.

Hay fantasmas, un asechador y alguien en estado de coma con aparentes vínculos que todo el tiempo se sienten completamente desconectados, en parte porque las transiciones de unas escenas a otras no tienen la fluidez necesaria para explicar de manera sólida esto; además de que las conexiones importantes tardan bastante en revelarse. En general todo transcurre lento, no diría que a un ritmo soporífero pero si a uno complicado de aguantar y que se amplifica mucho más cuando la cuestión de los espíritus empieza a dar vueltas sin rumbo al no establecer una sensación de peligro considerable que le dé sentido a sus acciones.

La parte final es lo más destacable a pesar de que el director sigue sufriendo para lograr que la transición de amenaza no física a una física resulte convincente. Por fin nos ofrece escenas interesantes en cuanto al aspecto del terror y aumenta un poco la violencia, además le añade una sorpresa que no vi venir.

Las actuaciones no son la gran cosa, casi todos los actores reciben un tiempo en pantalla similar pero realmente ninguno sobresale del resto; les falta fuerza en muchos momentos. La producción es discreta: el trabajo de fotografía en exteriores tanto de día como de noche es sólido, la ambientación de la granja no es de presumir, el sonido por momentos tiene algunos fallos y todo lo que tiene que ver con efectos/maquillaje es realmente muy básico.

Opinión final: Curse of the Witching Tree es irrelevante. Una película del montón que da lo mismo si la ves o no.

Ojometro:
**

lunes, 15 de junio de 2015

Crítica: The Nightmare (2015)


Documental dirigido por Rodney Ascher (Room 237). Se estrenó el pasado 5 de junio de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está planeada para el próximo 4 de agosto.

Sinopsis:

Documental que relata por medio de las experiencias de 8 distintas personas la aterradora condición que asecha a miles alrededor del mundo: la parálisis del sueño.



Comentarios generales:

Ciertamente Room 237 no me desagradó pero era un documental con fallas muy marcadas que uno se las podía atribuir claramente a la inexperiencia del director con esta clase de trabajos, además de que la idea central no daba para mucho. En cambio, ahora con The Nightmare parecía que el tema le brindaba la oportunidad a Ascher para realizar algo más completo porque se adaptaba mucho mejor a los estándares del género, pero al final termina siendo solo un aburridísimo paso atrás en su filmografía.

Esto a pesar de que el inicio es prometedor gracias al buen manejo del ritmo y, sobre todo, a lo interesantes que resultan las historias de las personas entrevistadas sobre sus primeras experiencias con la parálisis. Algunos son más detallados que otros, pero en conjunto logran brindar un panorama general sobre lo aterrador que puede llegar a ser esto no solo por como lo cuentan, sino también por como son recreados sus relatos con un aire Argentesco en todo momento; algo que sin duda ayuda mucho a que el espectador se sienta en terrenos conocidos al mostrar extrañas figuras en la oscuridad, iluminación con mucho color rojo o voces macabras que no lo hagan cuestionarse sobre si esto en verdad podría formar parte del género.

Lo malo es que llegados los 30 minutos este documental básicamente se queda vacío y el director en lugar de tratar de expandir las cosas lo único que hace es repetir lo mismo una y otra vez, provocando así que se torne en exceso aburrido. La dinámica entrevista/recreación no cambia en lo absoluto, de hecho, poco a poco es muy evidente que se empieza a centrar en dos o tres individuos cuyos casos parecen mucho más extremos para no hacer tan evidente la falta de variedad; lo cual está bien, pero por varios lapsos lucen demasiado actuados como para que creas todo lo que dicen. Lo único que se siente diferente es cuando empiezan a comparar los sueños con películas como A Nightmare on Elm Street, Insidious o Communion; ese ciertamente hubiera sido un camino interesante a seguir pero a lo mucho lo tratan durante cinco minutos para ser olvidado rápidamente.

También tiene la terrible falla de no presentar nada médico o científico que le pueda dar mayor sustento al tema de la parálisis del sueño. Entiendo que esto no es un documental del Discovery Channel, pero considerando de lo que trataba creo que era importante que se incluyera un poco más de información para que tuvieras suficientes elementos sobre la mesa y comprender de mejor manera lo que estabas viendo.

De la producción no me quejo, es sólida en general: la fotografía en las entrevistas y en los segmentos ficticios cumple el propósito de generar una atmósfera tétrica; se pueden escuchar los relatos claramente gracias al limpio trabajo de sonido y el score, una vez más, termina siendo de calle lo mejor.

Opinión final: The Nightmare es un documental mediocre. El tema en si no es malo, pero tiene muy poco contenido como para hacerlo algo digno de ver.

Ojometro:
**

viernes, 12 de junio de 2015

Crítica: We Are Still Here (2015)


Película escrita y dirigida por Ted Geoghegan, la cual además significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD e iTunes dentro de los Estados Unidos apenas el pasado 5 de junio, aunque no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Después de que su hijo muriera en un accidente automovilístico, Paul (Andrew Sensenig) y Anne (Barbara Crampton) se mudan al campo en Nueva Inglaterra para trata de iniciar una nueva vida. Sin embargo, pronto la pareja se convertirá en el blanco de una vengativa familia de espíritus que reside en su nuevo hogar y descubrirán que el pacifico pueblo a donde se mudaron esconde un oscuro secreto.



Comentarios generales:

El tema de las casas poseídas es uno complicado de manejar en la actualidad, no porque sea imposible crear algo de calidad con fórmulas viejas, sino porque cada vez es más complicado hacer algo nuevo que en verdad te sorprenda. Y aunque en el caso de We Are Still Here no me atrevería a decir que la originalidad es de otro nivel, si estamos ante una mezcla muy interesante de ideas inspiradas en diversos trabajos previos que simplemente la hacen diferente al resto.

Algo que de inicio ni parece debido a que Geoghegan no tiene ninguna prisa por revelar todas sus cartas de manera temprana, construyendo así un primer acto muy tranquilo que establece con elementos básicos el tono característico de esta clase de historias: sustos fáciles por medio de ruidos extraños o cosas que se caen, sombras corriendo al fondo, uso delicado del score, etc. Realmente te va soltando poco a poco cualquier dato relevante para hacerte creer que estás viendo una simple película de fantasmas, lo cual solidifica contando el pasado turbio de la casa; sin embargo, de algún modo siempre tienes la sensación de que hay algo más sin saber exactamente qué.

Es a partir del segundo acto cuando las cosas toman un rumbo mucho más oscuro al darte una probada de lo peligrosos que son los espíritus con un par de escenas de impacto, cuyo principal propósito es sacarte de la zona de confort. No se trata de algo extremo pero logra su cometido para hacer la transición de una simple historia de fantasmas a una de venganza lo más natural posible; de pronto la amenaza no solo se encuentra dentro de la casa, sino también fuera de esta y eso abre un panorama amplio de opciones que son aprovechadas por el director, sobre todo cuando añade una leyenda que involucra al pueblo con la cual genera ciertos momentos de misterio necesarios cuando parece que la cuestión de los espíritus empieza a ser muy descifrable.  

La parte final es brutal, un goce total debido a que no te esperas esta clase de desenlace. Es un cambio totalmente brusco con respecto al ritmo manejado previamente, así como a todo el aspecto visual; es casi como si se tratara de una película nueva llena sucesos violentos con clara referencia al cine de terror de los 80s.

Está bien actuada, pero curiosamente lo mejor no llega por parte de Sensenig o Crampton (que resulta fastidiosa por momentos), sino de los secundarios; tanto Larry Fessenden como Lisa Marie y Monte Markham hacen un gran trabajo al darles vida a personajes un poco más exagerados que contrastan con la pareja protagonista. La producción también es bastante buena: el trabajo de fotografía es sólido, se hace un buen uso del sonido, el score es absorbente y el trabajo de efectos termina siendo espectacular cuando se hace uso de la sangre en extremo al combinar de manera perfecta prácticos con un poco de CGI.

Opinión final: We Are Still Here es de lo mejor que ha salido en este año, totalmente recomendable.

Ojometro:
****

miércoles, 10 de junio de 2015

Crítica: World War Dead: Rise of the Fallen (2015)


Película escrita y dirigida por la dupla Freddie Hutton-Mills / Bart Ruspoli (Cryptic). Salió directamente en DVD y Blu-ray el pasado 4 de mayo dentro del Reino Unido, aunque no hay información sobre si tendrá distribución en otros mercados.

Sinopsis:

Para celebrar el centenario de la Primera Guerra Mundial, un equipo de documentalistas de TV viaja al rió Somme para acabar con algunos de los mitos ligados a la famosa batalla que tuvo lugar ahí. Sin embargo, conforme avancen en su investigación, estos descubrirán algo que va mucho más allá de pruebas históricas sobre aquellos que perecieron: un ejército de zombies.



Comentarios generales:

No hay subgéneros más explotados en la actualidad que el found footage y los zombies, así que cuando me enteré sobre esta particular mezcla mis expectativas no eran muy altas; en especial porque esta se centraba sobre un ejército alemán. Aún así había una ligera esperanza por poder encontrarme una sorpresa tomando en cuenta que la primera guerra mundial no suele ser utilizada de manera frecuente, pero World War Dead: Rise of the Fallen termina siendo solo un experimento fallido.

Realmente lo que Hutton-Mills y Ruspoli nos regalan es un trabajo en donde la única novedad es precisamente el tema de la guerra, ya que todo lo demás es un found footage estándar que inicia con un primer acto bastante olvidable, cuyo principal propósito es no solo establecer las personalidades de los personajes lo mejor que se pueda, sino además generar algunos conflictos entre ellos que hagan interesante esta parte. El problema es que estos conflictos se gastan muy rápido y algunos son demasiado estúpidos como para tomarlos en serio; de hecho, lo que provocan es que uno se fastidie, quitándole así interés a la historia gracias a que el tema de la batalla pasa a un segundo término.

Lo mejor llega justo al inicio del segundo acto cuando finalmente los directores logran crear una atmósfera interesante dentro del bosque y ponen sobre la mesa una leyenda que involucra a los soldados alemanes; es aquí donde el aire de misterio es muy palpable, donde finalmente te genera curiosidad lo que vaya a ocurrir de ahora en adelante, pero… el resultado no es el esperado. Esto porque la aparición de los zombies se ve afectada por un pésimo manejo de la cámara, la cual es un auténtico dolor de cabeza por lo inestable que resulta incluso para los típicos estándares del formato, realmente no puedes presenciar nada de manera clara por lo que resta del metraje. Además el trabajo de iluminación es deficiente, dificultando mucho más el poder visualizar los pocos momentos de violencia y sangre con los que cuenta.

El final es muy flojo. Tal vez sea porque no se pudo ver nada de forma estable durante todo el segundo acto pero realmente nunca sientes ese sentido de urgencia por parte de los personajes por salir de ahí; falta más emoción y, sobre todo, un encuentro más impactante con los muertos vivientes que justifique su presencia.

Las actuaciones no están tan mal, algunas te pueden llegar a hartar como es el caso de Ray Panthaki (Marcus), pero Philip Barantini (Liam) y Wendy Glenn (Emma) logran desarrollar de manera decente a sus personajes como para que te importe lo que les ocurra a ellos. La producción está por encima del promedio cuando se trata de un found footage: el trabajo de fotografía es bastante bueno en exteriores, pero en interiores deja mucho que desear; todo lo referente al sonido es sólido y el score es tal vez lo mejor de la película. Aunque los efectos/maquillaje son muy pobres para un trabajo de zombies.

Opinión final: World War Dead: Rise of the Fallen tiene sus contados momentos, pero en general solo es recomendable para todos aquellos amantes de los zombies.

Ojometro:
**

domingo, 7 de junio de 2015

Crítica: The Human Centipede III (2015)


Tercera entrega de la franquicia que está nuevamente escrita y dirigida por Tom Six, la cual además aparentemente será la última. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de mayo.

Sinopsis:

Bill Boss (Dieter Laser) es el encargado de dirigir una prisión que cuenta con muchos problemas: estadísticamente es la que cuenta con más disturbios, costos médicos y cambios de personal del país. Con su puesto en riesgo, su fiel asistente Dwight (Laurence R Harvey) le propone una idea para mejorar la situación, basada en las polémicas películas de The Human Centipede.



Comentarios generales:

Con esta franquicia siempre he tenido claro que el factor shock es mucho más importante que todo lo demás; no importa si la amas o la odias, para su creador basta con que se hable de esta para tener éxito. Es por ello que no esperaba gran cosa con la tercera entrega, era claro que el principal objetivo sería aumentar lo más que se pudiera la controversia y aunque en ese aspecto The Human Centipede III hace su trabajo, al final simplemente es otra exhibición grotesca con falta de contenido.

Six recurre una vez más a no seguir de manera directa los sucesos de la segunda entrega y utilizarla más como mera inspiración para justificar lo que ocurre aquí, llevando a niveles ridículos como nunca antes se había visto al metacine. Una situación que evidencia la falta de ideas para poder expandir algo que se gasto muy rápido y obliga desde temprano a tratar de establecer un enfoque digamos mucho más “cómico” que permita exponer una serie de eventos ofensivos o racistas de una manera graciosa ante los ojos del espectador, pero que termina siendo ineficiente; no solo porque nada de esto te genera gracia, sino porque deja de lado casi completamente el punto central de la historia.

De pronto, más que centrarse en el ciempiés humano, lo que se nos muestran son torturas que no llevan a ningún lugar y que son poco creativas; de las cuales solo una logra crear un momento incomodo mientras te ves envuelto en una ola de aburrimiento bastante importante. Nunca existe el compromiso por tratar de construir algo digno, las cosas pasan porque sí y la inclusión del personaje del gobernador es una justificación muy débil para darle paso a lo que la mayoría quiere ver. Sin embargo, lo peor llega cuando el propio Tom Six hace acto de presencia para glorificarse a sí mismo, ahí simplemente perdí todo tipo de interés en la película.

El final curiosamente es lo menos impactante y en esto tiene mucho que ver el hecho de que durante toda la promoción nos mostraron el resultado de la cirugía. En las anteriores el momento de la revelación del ciempiés significaba algo, pero aquí no tiene importancia porque ya todo el shock ha sido gastado; además de que no se centran demasiado en este, quedando como un simple evento pasajero que resulta opacado por las acciones del personaje principal.

En las actuaciones diría que Laser al menos trata de sacar esto adelante, lo ponen a hacer cualquier cantidad de cosas deplorables como un desquiciado sin aprecio por la vida humana y le crees, aunque se siente en extremo exagerado. La producción es decente: logran crear una atmósfera incomoda aceptable, la ambientación está ok y el trabajo de efectos/maquillaje es lo suficientemente gráfico como para mantener la atención del espectador ante la falta de sustancia.

Opinión final: The Human Centipede III sigue la línea de las anteriores, ósea… es pésima.

Ojometro:

jueves, 4 de junio de 2015

Crítica: Area 51 (2015)


Película dirigida por Oren Peli (Paranormal Activity), donde además comparte créditos junto a Christopher Denham como escritor del guión. Se estrenó el pasado 15 de mayo de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no existe información sobre si llegará a otros mercados o sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Tres jóvenes planean infiltrarse en el Área 51, la famosa base secreta del gobierno estadounidense donde se rumora que tienen artefactos alienígenas. Su plan es exponer lo que sucede ahí adentro y conforme vayan avanzando se encontrarán con secretos inimaginables, aunque su recorrido no será tan sencillo como esperaban.



Comentarios generales:

Siempre he dicho que no por nada hay películas que se la pasan años en la congeladora, existen varias razones por las cuales las casas productoras no se animan a sacarlas a la luz y en el caso de Area 51 era evidente que su turbulenta producción jugó un factor importante. Entre cambios en el guión y la re-filmación de escenas la cosa no pintaba nada bien, esas casi siempre son señales inequívocas de que el producto final puede ser muy malo; lo cual en esta ocasión se cumplió.

Y es que sinceramente Peli nos trae un trabajo en donde no solo se nota que está muy atado a los conceptos básicos que tanto le funcionaron con PA, sino que además se siente viejo, totalmente ad hoc a 2009 pero ya obsoleto en una época donde dicho formato ha sido sobre explotado hasta el cansancio y cuya efectividad depende muchísimo en la dinámica que se pudiera llegar a implementar para darle solo unos ligeros toques de frescura. Una situación que aquí no se da, ya que no exagero al decir que por lo menos 50 minutos son completamente inservibles; tal vez muy efectivos con historias que necesitan de cierta cotidianidad para funcionar, pero que aquí lo único que te provocan es estar viendo constantemente el reloj en señal de aburrimiento.

Realmente no se profundiza mucho con respecto a los motivos por los cuales los jóvenes quieren tan ansiosamente entrar al lugar, solo te lo manejan de forma superficial y pretenden añadirle cierto aire de misterio por medio de eventos poco claros que solo están ahí porque si, pero que no significan nada importante para el desarrollo. Toda la parte del suspenso se limita a escenas de estos escondiéndose o evadiendo a la seguridad ya dentro de la instalación, las cuales si bien son hilarantes por lo contradictorias que resultan (quieren pasar inadvertidos, pero hacen un ruido impresionante bajando escaleras, cerrando puertas o simplemente hablando), también son muy desesperantes porque cuando parece que por fin aumentarán la intensidad siempre terminan en algo hueco que no ayuda en lo absoluto para lograr ese cometido.

Además el principal atractivo de la película, que es la revelación de lo que se encuentra dentro del área 51, se ve opacado por el pobre enfoque e iluminación. Nuevamente el formato juega en su contra y aunque si tiene alguno que otro momento interesante que involucra tecnología alienígena, esto no es suficiente para justificar la gran premisa presentada (de hecho, en su mayoría solo se pueden ver oficinas o largos pasillos subterráneos).

Los últimos 20 minutos son lo mejor y en gran parte porque es donde se dan a la tarea de utilizar a los aliens como amenaza. Tampoco es que sea una maravilla lo que ocurre, especialmente porque se puede apreciar muy poco en pantalla, pero gracias al ritmo frenético implementado todo el somnífero previo se te olvida por unos instantes.

De las actuaciones solo puedo decir que son totalmente irrelevantes, en realidad no hubiera importado si se trataban de amateurs o profesionales por lo genéricas que son. La producción es la típica de un found footage: pobre iluminación, sonido aceptable y efectos mínimos decentes que complementan situaciones específicas.

Opinión final: Area 51 es horrible, pero sobre todo aburrida. Un found footage al que hubiera sido mejor dejarlo en la bóveda para toda la eternidad.

Ojometro:
*

lunes, 1 de junio de 2015

Crítica: Silverhide (2015)


Película escrita y dirigida por Keith R. Robinson (The Unwelcome). Se estrenó directamente en DVD el pasado 6 de abril dentro del Reino Unido, pero aun no hay información sobre si estará disponible en otros formatos o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de de investigadores de teorías conspiratorias se adentran a una base militar secreta de alto nivel en las desoladas montañas de Gales. Su objetivo es encontrar pruebas sobre un avión experimental y altamente clasificado para reportarlo a una revista, pero pronto descubrirán que allí hay algo más que simples documentos.



Comentarios generales:

Siempre es difícil analizar trabajos donde sabes que el presupuesto fue ínfimo debido a que se puede caer en la justificación fácil para todos sus errores; en querer tapar todo bajo el pretexto de la falta del dinero y no de la falta de talento. Algo que sin duda han aprovechado en los últimos años varias películas para salvarse del fracaso comercial sin realmente merecerlo, lo cual probablemente sea a lo que le tira Silverhide sin mucho éxito.

Esto porque Robinson nos trae una historia sumamente limitada en todos los aspectos, donde pareciera que nunca tuvo una idea clara sobre lo que quería contar al mezclar varios conceptos que se mueven muy cerca de la línea entre lo interesante y lo absurdo. Lo cual ciertamente no es el problema en sí, ya que aun con todo esto se podría haber logrado algo entretenido, pero el director mejor opta por llevarse las cosas con demasiada calma e insertarnos todo un primer acto que transcurre de manera lenta, lleno de diálogos por momentos inentendibles y que se realizan en su mayoría vía walkie talkies. Sin embargo, lo peor es que en ningún momento parece tener conexión lo que ves con lo que los personajes hablan, haciéndote cuestionar en repetidas ocasiones sobre si esto en verdad te llevara a algún lado.

Es hasta que hace acto de aparición la criatura cuando se empieza a notar un camino mucho más claro gracias a que las muertes te confirman que la historia se centrará en esta y porque es a partir de este punto que se pretende generar algo de terror después de tanta palabrería si sentido aparente. Lo malo es que casi no se puede ver nada, la película en un 99% esta filmaba de noche en exteriores y gracias a la pobre iluminación las escenas de impacto terminan teniendo nulo efecto a pesar de que se hace el esfuerzo para que estas resulten lo más gráficas posibles. Todo se siente falto de tensión, sabes que hay una amenaza latente pero aún así nunca se logra transmitir angustia o miedo en ninguna situación y eso, para algo que pretende jugar con la oscuridad, es terrible.

El final es lo mejorcito de todo esto. No porque sea brutal, sino porque por fin sientes que lo que está ocurriendo tiene sentido a pesar de las ideas tan locas que se manejan; además de que se agrega un poco más de acción y la conclusión me resultó sorpresiva.

Las actuaciones son pasables hasta eso, aunque es muy difícil poder ignorar como los actores son incapaces de expresar miedo en situaciones que lo ameritan; parecen simples estatuas sin emociones. La producción es austera como uno esperaría de una película con un presupuesto tan limitado: el trabajo de fotografía es pobre gracias a la iluminación, todo lo que tiene que ver con la edición/mezcla de sonido deja mucho que desear, el score me agradó y el aspecto de los efectos tiene un plus a su favor al tratarse de prácticos, pero el diseño de la criatura no me gustó.

Opinión final: Silverhide es aburrida como pocas cosas en lo que va del año. No es un bodrio, pero difícilmente la recomendaría.

Ojometro:
**