lunes, 27 de febrero de 2017

Crítica: VooDoo (2017)


Primer largometraje del director Tom Costabile, quien además también es el escritor del guión. Se estrenó el pasado 24 de febrero de manera limitada en cines, VOD e iTunes dentro de los Estados Unidos; aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Daní (Samantha Stewart) es una inocente chica sureña que decide pasar unas largas vacaciones en Los Ángeles con su prima para olvidarse de su complicada vida personal, pero estando ahí descubrirá que escapar de su pasado no será tan sencillo como se lo imaginaba.



Comentarios generales:

No voy les voy a mentir, al momento en que terminó VooDoo se me vinieron dos preguntas a la mente de manera inmediata:

1.- ¿Qué diablos fue lo que acabo de ver?
2.- ¿Cómo voy a escribir sobre esto?

Lo cual no se debe a que lo presentado por Costabile sea algo precisamente muy complejo, sino a que la manera en la que este trabajo está planificado no resulta benéfica para la historia que quiere contar. Ya que se trata de un found footage en donde desde la primera escena queda evidenciado que el formato en si resultará un impedimento para explicar de manera decente un tema que necesita de algo distinto.

Esto a pesar de que durante todo el primer acto se hace un esfuerzo por querer que el espectador tenga cierto apego por Dani, una aparente chica inocente que se ríe y habla muy fuerte todo el tiempo, pero cuyas experiencias resultan por demás aburridas de ver durante casi 40 minutos porque no ocurre nada relevante más allá de una breve explicación sobre el peligro que corre y un cameo de Ron Jeremy.

Es hasta pasado este lapso cuando las cosas cambian radicalmente de tono y uno se puede empezar a dar cuenta que la historia es, bueno… nula. Ya que a partir de aquí el enfoque es escuchar a Dani gritar de manera exagerada mientras esta se ve envuelta en una aterradora experiencia al ser arrastrada al infierno y empezar así un tedioso recorrido donde el director recurre a absolutamente todas las ideas visualmente impactantes que pudieran ocasionar cierta sensación de incomodidad, pero que con el paso de unos cuantos minutos se tornan repetitivas e incluso te ponen a pensar varias cosas con respecto a estas.

No solo porque no encajan para nada con el tema central que, al menos por el título, tiene que ver con el vudú, sino también porque por la manera en la que esta presentada toda esta larguísima secuencia parece más como un recorrido filmado dentro de una atracción de Halloween y te queda la sensación de que esto probablemente no es tan original como se pudiera creer.

La parte final no tiene gran sentido, aunque por lo menos llegan a aclarar de manera vaga el motivo por el cual nuestra protagonista pasa por toda esa tortura y el desenlace añade cierta dosis de sorpresa por si lo ocurrido previamente logró llamar tu atención.

En las actuaciones es la propia Stewart quien carga con todo el peso de la película y después de unos quince minuto te termina fastidiando; en especial una vez que empieza su recorrido por el infierno que la limita a gritar sin parar durante treinta minutos. La producción es la que uno espera de un proyecto tan pequeño: la dirección de arte parece de atracción, el score es intrascendente, el trabajo de sonido está aceptable, los efectos son arcaicos y la labor de maquillaje probablemente sea lo mejor de todo esto.

Opinión final: VooDoo es una locura de principio a fin… y no de buena manera. Película extremadamente olvidable.

Ojometro:
**

jueves, 23 de febrero de 2017

Crítica: The Covenant (2017)


Película dirigida por Robert Conway (Exit to Hell, Krampus: The Reckoning), quien además comparte créditos junto a Owen Conway y Christopher R. Smith como co-escritor del guión. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de febrero, pero todavía no información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de las trágicas muertes de su esposo e hija, Sarah Doyle (Monica Engesser) se muda a la casa donde creció junto a su hermano Richard (Owen Conway). Ya estando ahí ella empezará a experimentar fenómenos extraños muy violentos, los cuales llevarán a su hermano a recurrir a un investigador paranormal para que lo ayude a salvarla de lo que sea que la esté afectando.



Comentarios generales:

En algunas ocasiones no es muy complicado el imaginarse que una película puede ser un auténtico dolor de cabeza, tan solo basta con ver el tráiler y checar de manera rápida en que otros trabajos habían estado involucrados los responsables previamente. Algo que para el caso de The Covenant no generaba ningún tipo de confianza y que después de 90 minutos solo logró confirmar mis peores temores gracias a que esto fue en verdad una experiencia bastante lamentable.

Y es que después de una introducción que contiene cierto impacto, lo que nos regala Conway es una historia sobre posesiones sumamente aburrida que se sustenta principalmente en el sufrimiento de una madre que ha perdido todo, pero que nunca logra envolverte de lleno con su terrible situación. Esto porque el comportamiento de Sarah resulta poco convincente al estar siempre enojada o histérica, lo cual la convierte en alguien con la que difícilmente se puede sentir empatía. Además de que todo lo ocurrido durante el primer acto resulta bastante aburrido y no ayuda en lo absoluto para poder construir algo interesante en lo que respecta al tema demoníaco.

Un aspecto que piensas que podría avanzar de mejor manera durante el segundo acto, pero que solo es tocado con pinzas mientras las cosas se siguen desarrollando bajo el ritmo más lento posible. Por ahí existe alguno que otro suceso que pretende añadir tensión o impacto visual; sin embargo, la historia para este punto ya se centra mucho más en Richard y gracias a ello nunca se te brindan grandes explicaciones sobre lo que le ocurre a su hermana, obligándolos a recurrir a una situación bastante incómoda que a todas luces fue integrada para provocar polémica y así desviar la atención del espectador ante la falta de claridad que predomina.

Los últimos 15 minutos son probablemente lo más destacado. No es nada como para volverse locos, pero al menos se muestra un poco más intensidad en las acciones y se le da más relevancia al tema de la posesión para así tratar de generar momentos emocionales que pongan cierta duda por lo que puede llegar a ocurrir.

Las actuaciones son mediocres, ambos protagonistas lucen sumamente acartonados la mayoría del tiempo y el sacerdote responsable del exorcismo es uno de los menos creíbles de la historia; aunque la breve aparición de Maria Olsen (Molly Hanning) deja alguno que otro momento aceptable. De la producción tampoco hay muchas cosas que rescatar: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte es raquítica, el score pasa desapercibido, el trabajo de sonido tiene muchos fallos y los efectos no son de gran calidad. Lo único que se salva es la labor de maquillaje gracias a lo que se hace con la posesión de Sarah.

Opinión final: The Covenant es muy mala. Una de las historias más pobres sobre posesiones de los últimos años.

Ojometro:
* 

lunes, 20 de febrero de 2017

Crítica: Circus of the Dead (2017)


Primer largometraje del director Billy 'Bloody Bill' Pon, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Lee Ankrum. La película se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de febrero y su salida en formato físico está programada para el mes de marzo.

Sinopsis:

Un hombre se ve enredado en un juego mortal cuando un circo llega a la ciudad y un grupo de sádicos payasos lo fuerzan de la manera más escalofriante posible a examinar todas las cosas en la vida que él da por sentado.



Comentarios generales:

Si hay algo que caracteriza al género de terror es como ciertas películas desaparecen del mapa de la noche a la mañana y se quedan por bastante tiempo en la congeladora hasta que alguien se digna a salvarlas. Eso fue justo lo que ocurrió con Circus of the Dead, un trabajo del cual se hablo bastante durante el 2014 pero que de pronto desapareció hasta que este año sorpresivamente volvió a tener ciertos reflectores para el beneplácito de los amantes del cine serie b y, sobre todo, de aquellos que somos fans de Bill Oberst Jr.

Esto porque lo que nos trae “Bloody Bill” es una historia que pretende ser más de lo que verdaderamente es y cuyo principal sustento es Oberst con su personaje de Papa Corn, uno que desde el primer instante establece perfectamente el nivel de crueldad que nos espera. Regalándonos así un primer acto que presenta mucho más de lo que uno se espera y cuyo principal propósito es dejar claro que estos payasos son capaces de hacer absolutamente cualquier cosa con tal de completar el juego de lotería de su líder, generando así algunas escenas con alto contenido de violencia con las cuales además se va construyendo el camino para lo que verdaderamente será el punto central de todo esto: el secuestro de Donald.

El cual le brinda un enfoque totalmente distinto a las acciones, ya que ahora las muertes no solo son por simple diversión, sino que también contienen cierto nivel emocional ante la situación que está viviendo este padre de familia. Un aspecto que no me desagradó, pero que con el pasar de los minutos pierde fuerza más que nada porque las acciones se vuelven tediosas; de pronto, el ver a este grupo de payasos realizar tantas atrocidades te resulta aburrido y en gran medida se debe a que, salvo por Papa Corn, todos los demás cuentan con un desarrollo ínfimo como para que el espectador se involucre de lleno con estos y no solo se deje llevar por su comportamiento asesino.

Un problema que no solo encontramos con los payasos, sino con varias cosas en general. Como por ejemplo el caso de la lotería, uno al cual el director le pone mucho énfasis pero en realidad termina siendo algo bastante irrelevante.

La parte final resulta efectiva. El tema emocional vuelve a ser interesante, pero sobre todo el nivel de gore se incrementa y gracias a ello se ofrece un cierre muy potente que no solo cuenta con un homenaje claro a The Texas Chainsaw Massacre, sino que además presenta un desenlace crudo que opta por no irse por el camino fácil.

En las actuaciones quien carga con todo el peso es Oberst Jr. y el tipo hace un trabajo excepcional, realmente es él quien le da vida a la película con este personaje tan imponente. La producción es muy discreta: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho, el score es bastante bueno y el trabajo de sonido cumple. Sin embargo, el verdadero punto fuerte son los efectos y la labor de maquillaje; ambos se encuentran muy bien cuidados.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Circus of the Dead es cine serie b pasable. Si la toman de esa manera la encontraran disfrutable, pero si no, mejor ni la vean.

Ojometro:
***

viernes, 17 de febrero de 2017

Crítica: Split (2017)


Película escrita y dirigida por M. Night Shyamalan (The Sixth Sense, The Visit). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y en algunos otros países a finales de enero, mientras que aquí en México hizo lo propio este 17 de febrero. Recaudando hasta la fecha $172.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tres jóvenes son secuestradas por Kevin (James McAvoy), un hombre a al que se le han diagnosticado 23 personalidades distintas y del que tratarán de escapar antes de que su aterradora personalidad 24 emerja.



Comentarios generales:

Para nadie es un secreto que M. Night Shyamalan es, sin lugar a dudas, uno de los directores más polémicos de la actualidad y cada película suya recibe el mayor nivel de escrutinio posible tanto de sus fans como de sus detractores: los primeros bajo la esperanza de que pueda regresar a lo que alguna vez fue, mientras que los segundos simplemente quieren verlo fracasar como ha sido una constante en los últimos 15 años. Con él no existe un punto medio y Split no será la excepción, ya que desde el trailer se notaba que iba a ser otro trabajo polémico; uno que al final debo de decir que superó mis expectativas e incluso me vendió la idea de que, tal vez, sea el regreso al buen camino del nacido en la India.

Esto porque Shyamalan nos trae una historia que no es precisamente un monumento a la originalidad en su idea base, pero que al sustentarse en un personaje tan complejo y fascinante como al que le da vida McAvoy termina sintiéndose como algo fresco que con el paso de los minutos va mutando poco a poco de un thriller a una auténtica película de terror.

Con un primer acto que muestra más cosas de lo que uno esperaría en este lapso, no solo por la revelación de las múltiples personalidades, sino también por la manera en la que las chicas actúan para tratar de salir rápido de su problema y no seguir la típica fórmula de una larga tortura psicológica ante la cual están indefensas. Aquí, al menos de inicio, todas muestran iniciativa y eso ayuda muchísimo para establecer lo peligroso que es su captor.

Para el segundo acto el ritmo disminuye un poco, principalmente porque es a partir de aquí cuando se empiezan a tocar de manera mucho más clara los motivos por los cuales estas chicas fueron secuestradas. Realmente hasta este punto uno no sabe cuáles son las verdaderas intenciones de Kevin y todo se basa en mera especulación sobre cuál de sus personalidades podría ser la verdadera responsable, lo cual ciertamente brinda un misterio interesante, pero también provoca que la película caiga en un periodo de repetitividad que no beneficia demasiado al desarrollo y vuelve un tanto aburrida la explicación sobre la personalidad 24.

Sobre la parte final es complicado hablar sin spoilers. Lo único que puedo decir es que es un cierre con bastante fuerza, completamente alejado de lo que uno hubiera esperado al inicio y que además presenta algo que jamás me pasó por la cabeza.

En cuanto a las actuaciones se trata del show absoluto de James McAvoy (aunque Anya Taylor-Joy también hace una buena labor). No llega a presentar las 23 personalidades, pero con las cuatro predominantes y al menos otro par logra ofrecer una actuación soberbia; dándole un sello único a cada una que permite perfectamente diferenciarlas con cosas tan básicas como una simple expresión facial y generar así momentos únicos bajo diferentes circunstancias.

La producción en general no es muy ostentosa, pero es de buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido sin fallos, los efectos son muy discretos y la labor de maquillaje solo se utiliza para cosas puntuales no muy llamativas.

Opinión final: Split es una buena película. No creo que quede exenta de polémica, pero definitivamente es lo mejor que ha hecho Shyamalan en años.

Ojometro:
****  

martes, 14 de febrero de 2017

Crítica: Bornless Ones (2017)


Película escrita y dirigida por Alexander Babaev, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de febrero, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Con la ayuda de sus amigos, Emily (Margaret Judson) se muda a una casa remota para poder cuidar mejor de su hermano con parálisis cerebral. Lo que ellos no saben es que esa casa guarda un aterrador secreto que los empezará a acosar uno por uno hasta poder quebrarlos física y mentalmente.



Comentarios generales:

El que una película utilice fórmulas antiguas últimamente es algo satanizado por muchos, pero lo cierto es que eso no significa que esta sea automáticamente mala o no sea capaz de ofrecer algo entretenido con pequeños toques que le brinden una identidad propia. Lo cual ciertamente parece complicado de lograr si la historia en cuestión es sobre posesiones, pero en el caso de Bornless Ones puedo decir que si ofrecen algo con ese sello particular que la vuelve disfrutable sin ser precisamente muy original.

Siendo esto posible gracias a que lo que nos regala Babaev es una historia que, si bien se centra en un concepto básico conocido, también se construye en base a una situación familiar que presenta cierta complejidad para los personajes y que además juega un papel fundamental en la manera en la que se desarrolla todo esto. Ya que es por medio de la condición física de Zach que se justifica la presencia de los demonios, generando así un primer acto que no resulta tan simple como las típicas fiestas de fin de semana habituales y cuyo lento avance logra establecer de manera sólida todos los misterios que rodean a la casa para que estos vayan siendo revelados poco a poco conforme pasen los minutos.

Lo cual ocurre sin muchos contratiempos pasada la media hora de metraje y que además se da mediante una serie de sucesos desencadenados por posesiones que resultan mucho más violentos de lo que uno se imaginaria. Presentando un nivel considerable de crudeza y sangre sin llegar a algo excesivo como para querer sustentar todo lo que ocurre solo en el shock barato que podría proporcionar un gorefest; donde además se van soltando más detalles con respecto al pasado de los personajes que los dejan vulnerables ante la amenaza y los quiebran mentalmente para empezar a generar así conflictos entre estos.

La parte final es bastante intensa. El director se sigue valiendo del impacto visual para lograr muchos objetivos, pero también se toma su tiempo para explicar claramente la manera de salir del problema y en base a esto construir momentos efectivos que no solo justifiquen la violencia, sino que además puedan solidificar la postura del personaje de Emily ante una situación que bien podría dejar que la consuma fácilmente.

Las actuaciones no están nada mal, curiosamente Judson es la más floja pero el resto del elenco hace una labor bastante buena, especialmente en sus roles de poseídos. La producción es de buena nota: tiene un trabajo de fotografía acertado, la dirección de arte es simple, el score es sólido, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son en su mayoría prácticos bien hechos (aunque si hay algo de CGI) y la labor de maquillaje es destacada.

Opinión final: Bornless Ones me gustó. Es una buena película de posesiones cuya única intención es entretener y lo logra de manera adecuada.

Ojometro:
****

viernes, 10 de febrero de 2017

Crítica: Stake Land 2: The Stakelander (2017)


Secuela dirigida por Dan Berk y Robert Olsen, cuyo guión fue escrito por Nick Damici. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de febrero y su salida en formato físico está programada para el 14 de este mismo mes.

Sinopsis:

Cuando su casa en el Nuevo Eden es destruida por la revitalizada Hermandad que ahora es dirigida por un nuevo líder vampiro, Martin (Connor Paolo) se embarca en un viaje por lo que queda de los Estados Unidos para encontrar al que alguna vez fue su mentor: el legendario cazador de vampiros conocido únicamente como “Mister” (Nick Damici).



Comentarios generales:

La primera Stake Land tomó a todos por sorpresa hace siete años debido a que realmente nadie se imaginaba que un proyecto tan pequeño resultaría ser en una de las mejores películas sobre vampiros de los últimos 20 años. Así que cuando se anuncio una secuela con el elenco original y con Damici nuevamente involucrado en la elaboración del guión me emocione ante la idea de ver una continuación que hasta hace no mucho parecía poco probable; realmente la mesa estaba servida para ver una buena segunda entrega y aunque Stake Land 2 no le llega a los talones a la primera, si resultó ser bastante agradable.

Esto se debe a que Bery y Olsen se dedican a regalarnos una historia que, además de seguir varios de los conceptos que se establecieron en la anterior, se centra mucho más en la evolución de los dos personajes principales después de tantos años; especialmente en el caso de Martin. Ya que básicamente todo el primer acto se realiza bajo la premisa de mostrarnos su adaptación dentro de este mundo hostil y sobre cómo puede valerse por sí solo en situaciones extremas, pero todavía sin la maduración suficiente como para enfrentar amenazas mayores y por eso mismo necesita reencontrarse con su mentor.

Proposito que le da vida a todo el segundo acto. El cual se beneficia mucho del reencuentro y de la química natural entre ambos personajes, pero que sigue una dinámica un tanto distinta debido a que ahora es el joven quien debe de proteger al Mister de las amenazas que los persiguen y tratar de comprender ciertos comportamientos que no parecen propios de él. Algo que ciertamente no me desagradó; sin embargo, al seguir esta dinámica el nivel de violencia de las acciones no es tan intensa como uno esperaría y por varios lapsos hace que la película caiga en situaciones predecibles que la vuelven un tanto lenta.

Lo que si no me gustó fue el hecho de que los villanos son poco interesantes. La hermandad queda reducida a puros sirvientes desechables y el nuevo líder de los vampiros solo aparece unos cuantos minutos sin hacer nada que lo haga especial. 

La parte final es entretenida a pesar de que la explicación que hay detrás para justificar el conflicto la encontré un tanto pobre. No porque sea descabellada, sino porque realmente solo son migajas lo que se te muestra como para involucrarte de manera tan profunda en este; aunque toda la batalla final quedo bien y el desenlace les hará recordar un poco al de la primera.

En las actuaciones ahora es Paolo quien recibe más tiempo en pantalla y ciertamente no lo hace nada mal, mientras que Damici sigue en la línea conocida. La producción no varía mucho con respecto a la anterior: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está ok, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es un poco más austera.

Opinión final: Stake Land 2 es una película entretenida. Está muy lejos de su predecesora, pero logra darle un buen seguimiento a esta pequeña historia.

Ojometro:
****

martes, 7 de febrero de 2017

Crítica: Don't Knock Twice (2017)


Película dirigida por Caradog W. James, cuyo guión fue co-escrito por Mark Huckerby y Nick Ostler. Se estrenó en Rusia a inicios del mes de enero y luego hizo lo propio dentro de los Estados Unidos por medio de VOD el pasado 3 de febrero. Su salida en formato físico está programada para el próximo 12 de mayo.

Sinopsis:

Una madre desesperada (Katee Sackhoff) por reconciliarse con su problemática hija se ve envuelta en una antigua leyenda urbana sobre una aterradora bruja.  



Comentarios generales:

Las películas centradas en leyendas urbanas son de lo más común dentro del género, ya sean parte del folklore de una determinada cultura o creadas exclusivamente para los propósitos de la historia que se piensa contar. Por lo general son una vía fácil y efectiva de lograr dinero, pero eso provoca que también sea complicado el poder generar algo original debido al exceso de esta clase de propuestas, algo con lo cual Don't Knock Twice tenía que lidiar y que, en términos generales, creo que logra superar.

Realmente lo que nos trae Caradog no es una historia compleja, incluso me atrevería a decir que la leyenda urbana que presenta es de las más básicas que uno puede imaginar, pero es la manera en la que este logra ir construyendo todo en torno a la ríspida relación entre madre e hija que la vuelve interesante. Ya que el primer acto es una combinación de los problemas que aquejan a Chloe por amabas direcciones; donde tiene que lidiar con el hecho de que no confía en su madre, pero a la vez tener que aceptar que estar con ella es la única opción que le queda para tratar te protegerse de lo que la persigue. Generando así varios momentos bastante interesantes que ponen en evidencia la tensión que se siente entre ellas y que, al menos de entrada, proponen un escenario de vulnerabilidad muy importante.

Para el segundo acto el director aprovecha dicha vulnerabilidad para construir poco a poco una atmósfera tétrica y, sobre todo, una serie de sustos efectivos para brindarle mucho más fuerza a la amenaza. La cual obliga a las dos protagonistas a realizar acciones bastante coherentes para tratar de combatirla, pero que no son suficientes y eso hace que el espectador se vaya involucrando mucho más en todo lo que ocurre en pantalla para saber cómo diablos le harán para librarse de algo que las puede seguir a todas partes y que logra quebrar emocionalmente a ambas; poniendo así en jaque una relación que va mejorando en base a la confianza.

La parte final es en la que flaquea, no porque sea mala, sino porque la manera en la que está estructurada provoca que ciertas cosas no tengan demasiado sentido en un inicio. Aquí es donde se combina el mundo real con el fantástico de manera más importante y eso provoca las posibles confusiones, aunque con el desenlace la mayoría de las dudas que se pueden llegar a tener son contestadas.

Las actuaciones están bastante bien; Katee Sackhoff en su rol de madre en recuperación es quien se lleva los reflectores, pero Lucy Boynton (Chloe) también hace un gran trabajo para ser el mejor complemento posible. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido bien cuidado, los efectos son decentes y la labor de maquillaje es muy básica.

Opinión final: Don't Knock Twice es una película aceptable. Realmente no aporta nada nuevo, pero les hará pasar un buen rato. 

Ojometro:
***

sábado, 4 de febrero de 2017

Crítica: Rings (2017)


Tercera entrega de la franquicia que está dirigida por el español Francisco Javier Gutiérrez, cuyo guión fue co-escrito por David Loucka, Jacob Estes y Akiva Goldsman. Se estrenó de manera simultánea en varios países, entre ellos México, el 3 de febrero.

Sinopsis:

Julia (Matilda Lutz) se empieza a preocupar cuando su novio explora la leyenda urbana de un misterioso video que te mata después de siete días de haberlo visto y para salvarlo ella lo sustituye. Sin embargo, al hacer esto descubre algo aterrador: hay una “película dentro de la película” que nadie había visto antes.



Comentarios generales:

Creo que para todos resulto una total sorpresa el que hace tres de años se anunciara la tercera entrega de una franquicia que parecía ya totalmente muerta y que no necesitaba ser revivida. Realmente nadie la pidió, pero a pesar de eso me sentía optimista debido a que pensaba que después de 13 años podría salir algo interesante; sin embargo, una vez que se dio a conocer que nadie de las entregas previas estaría involucrado y empezaron los retrasos (originalmente iba a estrenarse en 2015) mis temores se dispararon. Unos que al final fueron totalmente justificados debido a que Rings resultó ser una gran decepción.

Se nota de manera inmediata que hubo muchas ideas involucradas en la concepción de la historia porque la película inicia con la escena del avión con la cual basaron toda la promoción, pero esta se termina siendo algo totalmente ajeno y una simple excusa para justificar la presencia del video en VHS en pleno 2017. Dejando así a Gutiérrez con la labor de construir algo nuevo en base a una idea vieja por medio de un romance juvenil que vuelve la primera media hora una bastante aburrida; donde se invierten algunos minutos en un plan complejo tramado por el personaje de Johnny Galecki que queda en el olvido rápidamente y que solo sirve de simple anécdota cuando bien podría haber sido el sustento perfecto para añadir cierta frescura gracias a su perverso trasfondo.

Esto provoca una película lenta, tediosa y sumamente predecible que poco a poco se va olvidando de los elementos que tanto le gustan a los fans para enfocar toda la atención en el personaje de Julia. Uno que se ve involucrado durante su investigación en diversas situaciones diseñadas exclusivamente para añadir misterio y generar algunos sustos, pero que nunca terminan por convencerte debido a que no se puede percibir esa sensación de peligro que tendría que estar experimentando al ser la próxima víctima de Samara.

La tensión se encuentra totalmente ausente e incluso por varios momentos ni siquiera parece importar lo que se construyo en las entregas anteriores gracias a que todo transcurre de manera demasiado tranquila cuando, en teoría, se tendría que explotar mucho más ese sentimiento de urgencia entre estos personajes para salir del problema.

La parte final es probablemente lo más convincente. La manera de unir todas las piezas de este gran rompecabezas es fluida y sin muchas complicaciones; además de que el conflicto presentado finalmente logra añadir algo de inquietud sobre el futuro de la protagonista.

Las actuaciones son bastante flojas, tanto Lutz como Alex Roe (Holt) resultan aburridos en básicamente todo lo que hacen; mientras que Vincent D'Onofrio y Johnny Galecki terminan dándole vida a personajes que pudieron haber sido utilizados de mejor manera. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía sólido como siempre, la dirección de arte cumple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable y la labor de efectos/maquillaje no presenta nada realmente nuevo (aunque siempre es bueno ver a Bonnie Morgan caracterizada haciendo contorsiones llamativas).

Opinión final: Rings es extremadamente aburrida. Un intento fallido por revivir una franquicia que probablemente solo vaya a ser del agrado de sus más fervientes fans.

Ojometro:
**

miércoles, 1 de febrero de 2017

Crítica: Mountain Devil (2017)


Película escrita y dirigida por Ryan Cavalline (Stockholm Syndrome). Salió directamente en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero, aunque no parece que vaya a llegar a otros mercados.

Sinopsis:

Basado en eventos reales que ocurrieron en los montes Apalaches, Mountain Devil recrea la noche en la que Frank Peterson y su amigo fueron amenazados por algo que nunca pudieron explicar. Ahora, varios años después, se trataran de unir todas las piezas como el último intento de poder esclarecer uno de los más grandes misterios de nuestros tiempos.



Comentarios generales:

Oh, Pie Grande. Ya nos habíamos librado de algo sobre este por un tiempo después que hace aproximadamente tres/cuatro años se dio una oleada de películas que trataban dicho tema. Sin embargo, nuestra suerte terminó y Mountain Devil nos viene a recordar que lamentablemente casi todo lo que involucre a esta misteriosa criatura está destinado a fracasar de la manera más cruel que uno se pueda imaginar.

La verdad no hay mucho que decir porque lo que nos trae Cavelline difícilmente se podría considerar como una película de terror debido a que su estructura es básicamente la de un documental de esos producidos por el Discovery Channel y nunca muestra intención alguna por generar algo más allá de eso.

Gran parte de lo mostrado se sustenta en entrevistas y expediciones en donde lo más relevante que muestran son huesos de animales, arboles doblados o posibles huellas de algún espécimen desconocido bajo un ritmo increíblemente lento. Recurriendo únicamente a breves segmentos en donde recrean los sucesos que vivió Frank Peterson para darle cierta variedad a las cosas; aunque estos resultan igual de intrascendentes gracias a que solo se sustentan (salvo por lo que ocurre al final) en situaciones muy básicas sin nada que pueda elevar ligeramente los niveles de suspenso.

La parte final se podría decir que es lo más disfrutable o interesante. Primero porque la recreación de los sucesos es demasiado cómica y, segundo, porque finalmente deciden mostrar el video original para añadirle cierta duda a lo que acabas de ver.

La producción es bastante pobre en general: la calidad de imagen deja mucho que desear, el trabajo de sonido es muy deficiente y la caracterización de Pie Grande durante la recreación parece digna de de la película del Planeta de los Simios… hace 49 años.

Opinión final: Mountain Devil es muy mala. Falla en absolutamente todo para considerarla como una película/documental de terror y solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
*