martes, 27 de octubre de 2020

Crítica: The Empty Man (2020)

Adaptación de la novela gráfica del mismo nombre, la cual está escrita y dirigida por David Prior. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 22 de octubre y un día después hizo lo propio en los Estados Unidos, recaudando $1.2 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

Después de la desaparición de un grupo de adolescentes en una pequeña ciudad de los Estados Unidos, un ex policía empieza a investigar el caso. Esto lo lleva a toparse con la leyenda urbana de The Empty Man y conforme va a encontrando más pistas su camino se cruzará con un misterioso culto que parece tener más conocimiento sobre esta.


Comentarios generales:

Conocía la existencia de la novela grafica de BOOM! Studios, pero la verdad nunca la he leído y tampoco tenía mucho conocimiento sobre que estaban desarrollando una adaptación en cine. Por ello mismo el intempestivo anuncio por parte de Fox sobre su estreno con tan solo una semana de anticipación me tomó por sorpresa y la verdad es que por lo mostrado en el trailer The Empty Man parecía una gran adición de último minuto para la semana de Halloween, aunque después de verla te quedas con la sensación de que es algo totalmente distinto a lo que te vendieron.

Ya que lo que nos presenta Prior es una película que va mutando de manera muy marcada conforme pasan lo minutos, al grado de que se podría decir que uno termina viendo tres películas distintas en cada acto a pesar de que todo está ligado a la misma historia. Siendo sin duda el primer acto el más ajeno de todos gracias a que gran parte de este se desarrolla en un escenario completamente distinto y te vende la idea de que la experiencia en general se sostendrá en aspectos sobrenaturales debido a que el tema de la leyenda urbana todavía no representa ningún tipo de factor en las acciones.

Lo cual entrando al segundo acto te das cuenta que tal vez no sea el caso debido a que aquí empiezan a tomar más relevancia los elementos que constituyen a un thriller policiaco y, por ende, todo se carga mucho más hacia el suspenso. Situación que de entrada no representa gran problema porque esta es la parte que maneja el tono más oscuro e incluso la que presenta los momentos más violentos del filme (que además son los mejores); sin embargo, conforme se va avanzando y se dan a conocer más detalles sobre el culto las cosas no solo se empiezan a tornar aburridas, sino que también poco a poco lo que ves deja de tener sentido.

Y es que es tanta la obsesión por añadir sustancia que llega un punto en el que simplemente todo se enreda y las inconsistencias se vuelven demasiado marcadas. Dejándote ante un escenario poco favorecedor rumbo a una parte final que ahora se inclina más hacia el thriller psicológico.

Algo que conlleva a un cierre bastante confuso, no al grado de ser incomprensible pero si con demasiadas situaciones que lucen muy forzadas en su afán de ajustar determinados detalles. Aunque dentro de todo esto al menos se logra generar algunas escenas lo suficientemente potentes desde el lado visual para que el desenlace no te deje indiferente y, por lo menos, tenga algún tipo de conexión con lo visto durante los primeros minutos.

En el tema de las actuaciones todo es muy normal, evidentemente James Badge Dale (James Lasombra) es quien más destaca al ser el protagonista pero en realidad no hay ninguna que se robe los reflectores. La producción claramente contó con buen presupuesto y se nota: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sencilla, tiene un score sólido, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: The Empty Man es una película difícil de valorar. Tiene algunas cosas buenas, pero su larga duración y enredada historia le restan demasiado.

Ojometro:
**