viernes, 10 de septiembre de 2021

Crítica: Superhost (2021)

Película escrita y dirigida por Brandon Christensen (Still/Born, Z). Se estrenó en VOD el pasado 2 de septiembre dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Con su número de seguidores cayendo estrepitosamente, una pareja de vloggers se esmeran por crear contenido viral sobre su más reciente anfitriona de nombre Rebecca (Gracie Gillam). Quien al parecer hará todo lo posible por obtener más que una buena reseña.


Comentarios generales:

Para lo relevantes que se han convertido los famosos influencers (o Youtubers) en los últimos años realmente su presencia como personajes explotables dentro del género de terror ha sido demasiado discreta, sobre todo si tomamos en cuenta que encajan perfectamente con ciertos subgéneros. Todavía no son algo tan común y por eso Superhost logró contar con cierta novedad a su alrededor que la ayudó a resaltar más de lo que lo hubiera hecho bajo otro contexto, sobre todo porque es una película en verdad muy simple.

Y es esa misma simpleza la que termina por afectar lo que nos presenta Christensen debido a que, más allá de una representación fiel sobre los influencers al momento de estar frente a la cámara, su historia está diseñada para explotar prácticamente hasta el último acto y con ello gran parte de lo que ocurre antes de eso resulta bastante olvidable. Ya que las situaciones con la pareja protagonista no son lo suficientemente interesantes como para sostener un ritmo atractivo, no solo por el hecho de que son banales, sino porque en si estos dos personajes tienen cero química en pantalla y nada de lo que ocurre realmente te genera algún tipo de sentimiento hacia ellos como para sentir curiosidad por lo que vendrá más adelante.

Siendo la presencia de Rebecca lo único que hace de este periodo uno digerible al ser alguien que desde el primer instante capta tu atención; sin embargo, esta se encuentra sumamente limitada en cuanto al tiempo que recibe en pantalla y gracias a eso no se explota lo suficiente su rareza. Lo cual es frustrante debido a que realmente es muy evidente lo que sucede y, en lugar de aprovecharla lo más que se pueda, mejor se opta por tratar de construir un misterio por medio de detalles que son demasiado sencillos de descifrar y por lo consiguiente dicho misterio como tal nunca existe.

Afortunadamente lo que si existen son los últimos 25 minutos que sin duda son lo mejor de la película. Donde el nivel de intensidad es completamente otro y POR FIN le brindan todos los reflectores a Rebecca, quien resulta inquietante con su simple mirada para realizar una persecución que cuenta con las dosis de sangre y violencia necesarias como para dejar una buena impresión final a pesar de los problemas previamente mencionados.

En lo que se refiere a las actuaciones la pareja protagonista conformada Sara Canning (Claire) y Osric Chau (Teddy) tiene cero química y eso es un punto bastante negativo para el desarrollo. Aunque por otro lado tenemos a Gracie Gillam que está genial en su papel, siendo ella la que saca adelante varios de los momentos más intensos con un nivel de locura muy llamativo.

Sobre la producción, realmente es de presupuesto discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no tiene nada del otro mundo, el score es medio genérico, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: Superhost está ok. Película sencilla a la que la salva su parte final y su excéntrica protagonista. 

Ojometro:
***