viernes, 15 de marzo de 2024

Crítica: Alice in Terrorland (2024)

Película escrita y dirigida por Richard John Taylor (Muse). Se estrenó en DVD dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero y en México llegó a las salas de cine este pasado 7 de marzo.

Sinopsis:

Una adolescente que recientemente perdió a su familia se va a vivir con su abuela a una casa aislada en el bosque, sin saber que fuerzas siniestras acechan en su interior.


Comentarios generales:

Ante el sorpresivo éxito que fue “Winnie-the-Pooh: Blood and Honey” no es de extrañar que se venga una oleada de producciones basadas en cuentos clásicos que ya forman parte del dominio público debido a que esto genera una curiosidad natural en las personas ante la posibilidad de ver cosas raras. Una tendencia que a mí también me llama la atención y estoy dispuesto a seguir de cerca; sin embargo, películas como Alice in Terrorland vuelven eso un poco complicado.

Y no tanto porque espere ver obras maestras que cambien el rumbo del género, pero si por lo menos ver un esfuerzo con el que traten de justificar la adaptación de la obra con algo que pretenda ser entretenido y no un simple intento por obtener atención fácil solo por hacer la “travesura”. Algo que lamentablemente Richard John Taylor no entiende y gracias a eso nos pone ante una experiencia que resulta todo un suplicio ante lo tremendamente aburrida que es de principio a fin.

Esto por medio de una historia que siempre pretende manejar un tono depresivo y oscuro que al inicio puede resultar interesante, aunque no tiene que pasar mucho tiempo para caer en cuenta que esto no es más que una fachada con la cual se pretende ocultar varios problemas al momento de desarrollarla. No solo porque la integración de los elementos de la obra de Lewis Carroll es por demás forzada, sino porque en realidad el director de manera intencional alarga varias escenas por medio de diálogos interminables para rellenarlas ante lo huecas que son y eso provoca que el ritmo sea demasiado lento; en especial durante los sueños en los que se sustenta toda la fantasía y cuyo propósito es ir soltando pistas sobre la situación de nuestra protagonista.

Un recurso que probablemente hubiera funcionado un poco mejor de no ser porque uno puede descifrar en cuestión de minutos lo que está ocurriendo y los intentos por tratar de ocultarlo son demasiado mediocres como para ignorarlo. Además de que las cosas jamás logran subir de intensidad durante el segundo acto dado a que pareciera que el pensamiento siempre fue que con lo extravagante de los icónicos personajes era más que suficiente y no había necesidad de recurrir a momentos más extremos.

Con todo lo mencionado anteriormente uno llega a la parte final desesperado e implorando que esto acabe para poder irse a hacer otras cosas y aunque por ahí intentan agregar un poco más de dinamismo con la revelación que no va a sorprender nadie, lo cierto es que el desenlace es tan blando y carente de emociones que solo te quedas con una sensación de vacío muy grande.

Las actuaciones son pobres en general, algunas resaltan un poco más por la extravagancia misma de los personajes pero realmente no hay nada para destacar. Mientras que en producción se nota el muy bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no está mal, la dirección de arte es decepcionante tomando en cuenta la obra que es, el score resulta genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son de baja calidad y la labor de maquillaje está bien.

Opinión final: Alice in Terrorland es terrible. Evítenla a toda costa.

Ojometro: