miércoles, 26 de febrero de 2025

Crítica: The Monkey (2025)

Película escrita y dirigida por Osgood Perkins (Longlegs), la cual está basada en la historia corta del mismo nombre escrita por Stephen King en 1980. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México los pasados 20 y 21 de febrero, recaudando hasta la fecha $21.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando los gemelos Bill y Hal (Theo James) encuentran un viejo mono de juguete que le pertenecía a su padre, una serie de terribles muertes da inicio. Ante esto deciden deshacerse de este y seguir con sus vidas, pero 25 años después la maldición los vuelve a alcanzar.  


Comentarios generales:

Llevamos por lo menos ocho años con un flujo constante de adaptaciones a las obras de Stephen King y no parece que eso vaya a cambiar en el futuro cercano, lo cual honestamente es algo que a mí no me molesta en lo absoluto dado a que soy gran fan de lo que escribe el oriundo de Maine. Sin embargo, tampoco se puede ocultar el hecho de que los resultados de dichas adaptaciones han sido variados y por lo mismo siempre existen dudas cada vez que se anuncia una nueva debido a que no se sabe si los involucrados podrán hacerle justicia al material original, pero afortunadamente The Monkey ha sido uno de esos casos en los que se hicieron bien las cosas.

Ya que Osgood Perkins incluso cambia un poco su característico estilo para adaptarse a una historia que se sustenta totalmente en un humor negro al que por momentos puede costar trabajo encontrarle el gusto, aunque el hecho de que desde muy temprano también se logre establecer el alto nivel de violencia con el que será combinado ayuda a que no tengan que pasar muchos minutos para poder digerirlo. Sobre todo porque la primera media hora de la película en términos generales es muy ágil en su ejecución y no se complica en lo absoluto al momento de explicar la maldición detrás del juguete, brindándole así el tiempo suficiente a la relación entre los hermanos para que se pueda palpar lo fragmentada que se encuentra y los traumas con los que tienen que lidiar.

Algo que se magnifica para el segundo acto al centrarse principalmente en la patética vida parental de Hal, quien a base de su paranoia logra mantener la tensión a flote mientras se va construyendo todo el caos que existe a su alrededor por el regreso de la maldición. Llevándonos así a una serie de sucesos sangrientos que proporcionan impacto y algo de humor involuntario, pero también la constante sensación de peligro en la que él y su hijo tienen que navegar para descubrir algo que ciertamente es predecible e incluso lleva a algunos momentos que no se sienten tan orgánicos dentro de todo esto (principalmente los que involucran al personaje de Ricky).

Un aspecto que afortunadamente no afecta demasiado y que para la parte final lo solucionan de manera competente para que el conflicto decisivo sea interesante a pesar de que no es tan extremo como se esperaría. Dejándonos así un desenlace que juega mucho con el aspecto familiar y la repartición de culpas, pero sobre todo que pone en perspectiva el nivel de amenaza que representa el mono.

En el tema de las actuaciones tenemos a un Theo James que hace un buen trabajo al darle vida a la versión adulta de los gemelos combinando de manera acertada un humor muy peculiar con la paranoia generada por su constante miedo. Mientras que Christian Convery también hace un buen trabajo dándole vida a la versión infantil de estos, logrando que sus distintas personalidades sean muy marcadas para que así su relación en pantalla presente mayor complejidad.

Y en cuanto a producción, nos encontramos con una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es estupendo, los efectos son de gran nivel y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Monkey me gustó. Película con humor negro y mucha sangre que te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 21 de febrero de 2025

Crítica: The Dead Thing (2025)

Película dirigida por Elric Kane, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Webb Wilcoxen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Alex (Blu Hunt) es una joven perdida en una serie de irrelevantes encuentros sexuales hasta que un día se enamora de un carismático y sensible hombre, quien oculta un oscuro secreto que convertirá su relación en una peligrosa obsesión.


Comentarios generales:

El terror erótico no suele ser un subgénero atractivo para muchas personas, especialmente porque se considera demasiado pretencioso y dichas propuestas difícilmente logran llegar a ser algo más que una simple curiosidad pasajera. Por eso tampoco se estrenan muchas películas de este tipo de manera tan seguida y cuando una lo hace suele llamar la atención, lo cual sin duda fue el caso con The Dead Thing, aunque al final no creo que ayude demasiado a cambiar dicha percepción.

Ya que lo traído por Kane es una historia con una idea interesante a la que hay que tenerle cierta paciencia dado a que su primera media hora es bastante lenta al enfocarse principalmente en la soledad de Alex y su desinterés por las relaciones humanas, siendo esto un periodo con pocas emociones hasta que entra en escena el personaje de Kyle. Quien no representa un cambio radical a la dinámica previa, pero que indudablemente añade una dosis de misterio suficiente como para que el espectador pueda sentir curiosidad por lo que vendrá más adelante.

Y es que una vez que se revela su secreto se entra en una etapa interesante en la que todo lo que ocurre entre ellos es particularmente extraño y al no existir tanta claridad sobre la naturaleza de Kyle cada situación que involucra a Alex representa un potencial riesgo. Logrando con esto que el ritmo sea mucho más amigable durante el segundo acto y además se pueda integrar un poco más de violencia que ayude a mantener la sensación de peligro latente incluso durante lapsos en los que el drama romántico es lo que predomina no solo con los protagonistas, sino también con algunos personajes secundarios.

Ante esto la llegada a la parte final cuenta con la fuerza necesaria para que sea intensa, sin embargo, eso lastimosamente no se da. Más que nada porque las escenas construidas para conseguirlo resultan muy blandas y el conflicto decisivo queda parado como algo pasajero que solo lleva a un desenlace que no considero precisamente malo, pero que si carece de impacto.  

Sobre las actuaciones hay que decir que el elenco en general hace un buen trabajo, siendo Blu Hunt la que más destaca sin que sea algo memorable lo que ofrece. Mientras que en producción tenemos una factura cumplidora: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Dead Thing está ok. Película con una propuesta interesante que simplemente no logra alcanzar su máximo potencial.

Ojometro:
***

domingo, 16 de febrero de 2025

Crítica: Into the Deep (2025)

Película dirigida por Christian Sesma, cuyo guión fue co-escrito por Chad Law y Josh Ridgway. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de piratas se encuentra a la caza de un cargamento de drogas en el fondo del mar y secuestra un barco con turistas para forzarlos a bucear en aguas infestadas de agresivos tiburones con tal de lograr su objetivo.  


Comentarios generales:

Las películas de tiburones pueden ir hacía cualquier dirección, así que cuando veo una de estas sé de antemano que las probabilidades de encontrarme con algo que no está tan ligado al cine de terror son altas. Sin embargo, también suelen ser el tipo de propuestas ideales para perder el tiempo cuando no hay muchas otras cosas que ver y justo por eso mismo decidí darle una oportunidad a Into the Deep, aunque al final no fue la mejor decisión que pude haber tomado.

Ya que lo traído por Sesma no solo es un thriller extremadamente mediocre, sino que además los tiburones como tal tienen muy poco peso en una historia que en un inicio te vende una cosa y con el paso de los minutos muta a algo totalmente distinto sin siquiera poder explotar lo que, en teoría, es su principal atractivo. Aburriéndonos desde temprano con flashbacks de nuestra protagonista (Cassidy) que están planeados para tratar de generar una mayor conexión con ella mientras supera sus traumas, pero que solo quedan como momentos insertados de manera random con los que podamos recordar que, de vez en cuando, existirá un peligro en el agua.

Por si esto no fuera suficiente frustración, las cosas solo empeoran cuando los piratas entran a escena debido a que esto vuelve a la película monótona y bastante aburrida dado a que en ningún momento se logra generar una tensión lo suficientemente sólida como para sentir que el riesgo que estos representan es mayor al de los propios tiburones. Entrando así en una dinámica predecible que lleva a situaciones en las que las muertes son esporádicas y sin ninguna clase de impacto; especialmente aquellas que se dan en escenas debajo del agua que solo exponen un pésimo CGI.

Simplemente todo es pobre tanto desde el lado narrativo como del visual y nada de eso cambia demasiado durante la parte final. La cual se carga un poco más hacía el lado de la acción con el propósito de tener un poco más de dinamismo, aunque en realidad eso no representa ningún cambio relevante para que el desenlace tenga por lo menos algo que valga la pena recordar.

Las actuaciones son pasables a lo mucho, siendo Scout Taylor-Compton (Cassidy) la única que puede resaltar un poco más. Mientras que en producción tampoco hay muchas cosas para destacar: el trabajo de fotografía es pobre, el score genérico, el trabajo de sonido es decente y los efectos son terribles cuando se trata del CGI con los tiburones.

Opinión final: Into the Deep es muy mala. Thriller con tiburones en los que estos son lo menos importante.

Ojometro:
*

martes, 11 de febrero de 2025

Crítica: Piglet (2025)

Película dirigida por Andrea M. Catinella (Island of the Dolls 2) y escrita por Harry Boxley. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En el viaje por el cumpleaños número 21 de Kate (Alina Desmond), ella y sus amigas se topan con un monstruoso hibrido humano/cerdo conocido como Piglet. El cual está sediento de sangre y al que Kate tendrá que enfrentar mientras confronta su pasado.


Comentarios generales:

Todos sabemos que las películas de terror basadas en personajes que están entrando al dominio público son una moda que seguirá por unos cuantos años más y en la mayoría de los casos se tratan de proyectos cuya única apuesta para generar interés es el morbo. Simplemente es demasiado tentador ver qué locuras harán con estos personajes, pero también suele ser muy fácil darse cuenta cuando no hay nada más allá de dicho morbo y Piglet es otro ejemplo perfecto de eso.

Y es que lo traído por Catinella es realmente malo y no tienen que pasar más de cinco minutos para entenderlo gracias a que su manera de presentar a Piglet es completamente desangelada y con pocos elementos para volverlo un asesino interesante con el que al menos se puedan dejar pasar las evidentes carencias en pantalla en pro de la violencia. Una que realmente se da a cuenta gotas durante el primer acto y que cuando la tratan utilizar para llevar a momentos más gráficos termina siendo inefectiva porque las muertes resultan irrelevantes y un tanto metidas con calzador para que nuestro asesino no se sienta tan ajeno a las acciones centrales del grupo de amigas.

Las cuales nos llevan por una serie de situaciones aburridas que solo están ahí para poder consumir tiempo y tratar de añadir cierta tensión mientras inicia la matanza principal, siendo estos los únicos minutos en los que el ritmo es más o menos decente. Aunque esto no dura demasiado debido a que nuevamente todo lo referente a Piglet jamás logra tener el impacto suficiente como para que el caos y la sangre hagan de la masacre entretenida, además de que se empiezan a soltar otras piezas de información que solo provocan que algo simple se termine enredando con cosas que claramente están de más.

Dejándonos así ante una parte final de la que no esperas mucho y que se termina volviendo una copia de The Texas Chainsaw Massacre al integrar algo de canibalismo sin demasiado sentido, haciendo con esto que el desenlace tenga un poco más de intensidad. Sin embargo, ante todo lo visto en los minutos previos realmente no existe nada que pueda salvar este desastre.  

De las actuaciones tenemos puras interpretaciones acartonadas y carentes de algún tipo de emoción. Mientras que en producción también vemos cosas lamentables: el trabajo de fotografía es malo, la dirección de arte mediocre, el score no aporta nada, el trabajo de sonido es atroz, los efectos son tal vez lo mejorcito de la película y la labor de maquillaje es ínfima.  

Opinión final: Piglet es terrible. De esas películas sin absolutamente nada destacable que se deben de evitar a toda costa.

Ojometro:
*

viernes, 7 de febrero de 2025

Crítica: Companion (2025)

Película escrita y dirigida por Drew Hancock. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos los pasados 30 y 31 de enero; recaudando hasta la fecha $17.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Iris (Sophie Tatcher) y Josh (Jack Quaid) son la pareja ideal, aunque un fin de semana en una remota casa en el lago cambiará por completo lo que parecía ser una historia de amor perfecta.


Comentarios generales:

Últimamente la línea para definir si una película pertenece a un determinado género se ha vuelto muy delgada y el cine de terror es tal vez uno de los que más suele experimentar este fenómeno, convirtiendo en todo un reto el saber si lo que estás viendo pertenece o no al terror. Un dilema que indudablemente se da con Companion debido a sus tendencias más cargadas hacía el sci fi, pero que al final logra volverse un thriller que no solo logra disolver las dudas sobre eso, sino que además es entretenido. 

Y mucho se debe a que Hancock tiene la capacidad para mantener esta historia lo más simple posible a pesar de que involucra un elemento de ciencia ficción con el cual fácilmente podría haber tomado un camino que involucrara mucha más espectacularidad, pero la realidad es que desde un inicio se puede notar que su principal meta es tratar de hacer a Iris lo más humana posible en un entorno en el que no abunda la empatía. Algo que indudablemente hace que los primeros 25 minutos no resulten tan emocionantes e incluso me atrevería a decir que la manera en la que se expone su artificial dulzura puede fastidiar a más de uno; sin embargo, una vez que se da el suceso que detona todos los problemas las cosas se vuelven más interesantes.

Sobre todo porque se nos empieza a brindar información de la relación central y cómo funciona el tema de los robots de compañía, trayendo consigo un ligero toque de humor que se combina de manera sólida con el caos provocado por las “fallas” de Iris. Aunque también es a partir del segundo acto cuando se nos revela que existe algo mucho más profundo que un simple problema amoroso y con ello se empieza a mostrar mayor violencia en pantalla, obvio no tan extrema, pero si con el nivel de fuerza necesaria para que se manifiesten los peligros que podrían representar los robots bajo ciertas circunstancias y también plantear la disyuntiva sobre si son ellos o los humanos la mayor amenaza.

Lo cual es básicamente en lo que se sustenta una parte final bastante entretenida en la que se pueden ver los mayores guiños hacia el cine de terror por medio de muertes con mayor impacto o una atmósfera más oscura. Todo para dejarnos un cierre que es bastante predecible en general, más eso no significa que no sea efectivo.

Las actuaciones están bastante bien con una Sophie Tatcher que logra darle vida a una robot con la que en todo momento sientes empatía dadas las circunstancias en las que descubre su verdadera naturaleza y cómo enfrenta los problemas. Mientras que Jack Quaid termina siendo un personaje bastante detestable sin que sea el típico villano que odias desde el inicio.

Y en cuanto a producción se nota que el presupuesto no fue tan alto, aunque no por ello la factura desmerece: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sencilla, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Companion me gustó. Una película divertida sin muchas pretensiones que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 4 de febrero de 2025

Crítica: The Damned (2025)

Película dirigida por Thordur Palsson, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jamie Hannigan. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una viuda del siglo XIX tiene que tomar una decisión imposible cuando, durante un invierno especialmente cruel, un barco pesquero se hunde frente a su villa pesquera en Islandia.


Comentarios generales:

Estrenarse durante los primeros días del año suele ser complejo para cualquier película que no sea de renombre, mucho más si se trata de una producción que se estrena en servicios de streaming. Ante eso existe siempre el riesgo de caer rápidamente en el olvido sin siquiera haber podido hacer algo de ruido y eso fue precisamente lo que le ocurrió a The Damned.

Un trabajo con el que Palsson apuesta fuertemente por el dialogo, así como por un tono oscuro y depresivo que desde muy temprano pueden llegar a ahuyentar a muchos espectadores porque con esto se establece rápidamente que se tratará de una experiencia densa en la que la paciencia será fundamental. Donde la historia en general es simple y depende mucho del folclore para que en el primer acto se puedan plantar las semillas con las que se sustentará el terror psicológico más adelante, volviéndolo bastante pesado en cuanto al ritmo debido a que realmente no ocurren muchas cosas interesantes más allá del hundimiento.

El cual evidentemente es el detonante de todos los problemas y de a poco esto hace que se empiecen a presentar situaciones ligeramente más atractivas que juegan con las mentes de los personajes sin que se llegue a nada extremo, pero si con la cantidad necesaria de misterio como para que todo lo referente a las supuestas maldiciones logren tener cierta fuerza que beneficie al desarrollo semi-lento de las acciones. Sobre todo porque una vez que se empiezan a dar las muertes nos topamos ante el problema de que lo ocurrido en pantalla puede llegar a volverse un tanto repetitivo de manera rápida y al no tener tanta claridad con respecto a la amenaza por lo menos pueden utilizar la paranoia de los involucrados de una manera que, si bien es predecible, da los recursos suficientes como para que cada problema tenga su dosis de impacto.

Logrando con esto que la parte final sea entretenida a pesar de que nunca logra alcanzar el nivel fuerza que se necesita en esta clase de historias. Dejándonos así un desenlace poco arriesgado y un tanto frio, pero que seguramente podrá sorprender a más de uno.

De las actuaciones hay que decir que nadie resalta por encima del resto, todas son correctas y sin grandes riesgos. Mientras que en producción también tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es buen complemento, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: The Damned está ok. Película oscura y de ritmo lento que seguramente no será del gusto de todos.

Ojometro:
***