viernes, 29 de abril de 2016

Crítica: The Dead Room (2016)


Película dirigida por Jason Stutter (Diagnosis: Death), quien además comparte créditos junto a Kevin Stevens como co-escritor del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado 8 de abril dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Cuando una familia abandona una granja en el sur de Nueva Zelanda, dos científicos cínicos y una joven psíquica son enviados para investigar supuestas presencias paranormales. Ya estando ahí, pronto se encontrarán con un poderoso espíritu cuya intención es proteger los secretos de la casa a toda costa.



Comentarios generales:

Los proyectos pequeños son parte importante del género, no tanto por su impacto o relevancia, sino porque son la vía perfecta para que nuevos talentos puedan demostrar de lo que son capaces sin tener una presión agobiante a sus espaldas. Por ello que muchos suelen recurrir a los temas más explotados, a aquellos subgéneros que no necesitan descubrir el hilo negro y con The Dead Room tenemos un perfecto ejemplo de eso; aunque al final termina quedándose como una propuesta del montón.

Esto porque se trata de una película que se siente vieja, en la cual Stutter no invierte mucho tiempo durante la introducción y va directo al grano sin profundizar más allá de lo elemental en cuanto a la historia de la casa. Todo para ofrecer un primer acto sumamente aburrido en el que las cosas avanzan de manera lenta y sin mucha claridad, donde se enfoca mucho más en el aspecto técnico de la investigación por medio de pequeños aparatos o cámaras para justificar un conjunto de escenas con los personajes durmiendo mientras “algo” ronda por la casa durante la noche y cuyo propósito general es ir añadiendo cierto suspenso sin mucho éxito.

Ya entrando a la segunda mitad el aspecto técnico termina compartiendo mucho más tiempo con los elementos espirituales proporcionados por Holly (la psíquica del equipo), brindándole así un poco más de forma al iniciar las interacciones con el espíritu. Algo que por unos cuantos minutos resulta interesante de ver gracias a la tensión que se logra generar por medio del riesgo físico al que está expuesto el equipo; sin embargo, con el paso de los minutos esta dinámica se vuelve cansina y en gran parte se debe a que se repite la misma situación una y otra vez. Simplemente no hay demasiada novedad, todo se sustenta en pequeños sustos fáciles que no ayudan demasiado a desarrollar un misterio sólido detrás del violento espíritu.

La parte final es lo que más resalta y en gran parte se debe a que cambia de manera muy ligera la fórmula al presentar un pequeño giro. Además, es de aplaudir que el desenlace no se va por el camino fácil cuando estaba totalmente justificado que lo hicieran.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, los tres actores hacen lo que les piden sin el mayor riesgo y eso termina provocando que ninguno de los personajes realmente te importe. La producción es lo que uno esperaría para una película cuyo presupuesto fue apenas de 1 millón de dólares: el trabajo de fotografía esta decente, la dirección de arte no destaca, el score es simple, el trabajo de sonido está bien cuidado y los efectos consisten en cosas muy básicas como azotes de puerta u objetos volando sin razón.

Opinión final: The Dead Room es decepcionante. Una película más sobre casas poseídss que pasara desapercibida en unos cuantos meses.  

Ojometro:
**

miércoles, 27 de abril de 2016

Crítica: Darling (2016)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (POD). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de abril, pero todavía no hay información sobre su salida en formato físico o posible llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Una chica solitaria (Lauren Ashley Carter) es contratada para cuidar una mansión en Manhattan con perturbador pasado. Un trabajo sencillo, pero mientras se encuentra en esa vieja casa pronto se verá profundamente afectada por las leyendas que la rodean y, de paso, iniciará su violento descenso a la locura.



Comentarios generales:

La verdad cuando uno lee la sinopsis de Darling no puede evitar el pensar que esta ante otra simple película de casas poseídas y por ello tus expectativas sobre lo que vas a ver se centran en situaciones habituales de este tipo de trabajos. Lo cual es un error asumir en esta ocasión, ya que el enfoque es totalmente distinto por parte del director y guionista; a pesar de que por varios lapsos no parece tener una idea lo suficientemente clara sobre lo que quiere contar.

Y es que inspirándose en la famosa “Trilogía del Apartamento” de Roman Polanski, lo que nos trae Keatin es una historia que se centra mucho más en temas satánicos/mentales y no en cuestiones paranormales pensadas para lograr el susto fácil, haciendo de esta experiencia una mucho menos llamativa para aquellos que busquen algo simple. Donde se hace un uso muy superficial de la casa con el único objetivo de establecer un pasado oscuro que sirva como detonante de los problemas de nuestra protagonista sin nombre y a la misma vez genere dudas razonables sobre lo que verdaderamente ocurre ahí adentro al no dejar claro si esto es producto de algún problema mental o si en verdad existe algo mucho más siniestro escondido detrás de una de las habitaciones del lugar. 

Sin duda un enfoque interesante que, contrario a lo que se pudiera pensar, si logra construir un terror genuino basado principalmente en la soledad e histeria de este personaje; el cual se magnifica con un estupendo uso del sonido, así como de un poderoso score. Lo malo es que una vez digerida esta situación las cosas se vuelven increíblemente huecas y la historia como tal se empieza a desvanecer gracias al poco avance que presenta, magnificándose mucho más por el ritmo lento manejado y la casi nula presencia de personajes secundarios que le brinden un poco más de contexto al tema de la casa para que así el misterio pueda seguir a flote.

La parte final tiene sus pros y sus contras. Del lado positivo está el hecho de que se presentan los minutos más tensos y sangrientos del filme, pero del lado negativo tenemos la existencia de muchísimo relleno (por ejemplo, Darling limpiando una tina) y las respuestas brillan por su ausencia; dejando así al espectador con una sensación no solo de vacío, sino también de que lo que acaba de ver no tuvo sentido.

En cuestión de actuaciones se trata de una película que depende exclusivamente de Ashley Carter y la verdad esta chica nos regala una actuación estupenda que ayuda a tapar muchas de las carencias existentes gracias a su progresivo deterioro mental. La producción es bastante buena para tratarse de un proyecto tan pequeño: el trabajo de fotografía en blanco y negro es estupendo, la dirección de arte es muy simple, el score es realmente bueno, el trabajo de sonido es impecable y la cuestión de efectos/maquillaje es ínfima.

Opinión final: Darling es aceptable. Se trata de una película con cosas interesantes en muchos aspectos, aunque nunca logra explotar.

Ojometro:
***

miércoles, 20 de abril de 2016

Crítica: Hush (2016)


Película dirigida por Mike Flanagan (Oculus), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Kate Siegel. La película se estrenó a nivel mundial directamente en Netflix el pasado 8 de abril y no se sabe si tendrá lanzamiento en formato físico en el futuro.

Sinopsis:

Maddie Young (Siegel) es una escritora sordomuda que vive aislada de la sociedad en su casa en medio del bosque. Sin duda el ambiente ideal para su trabajo, pero cuando un asesino enmascarado aparece en su puerta ella tendrá que exigirse mental y físicamente en su búsqueda por sobrevivir toda la noche.



Comentarios generales:

El que Netflix se esté involucrando cada vez más con proyectos del género de terror es una buena noticia si consideramos que es una plataforma cuya relevancia en la distribución de contenido sigue en ascenso, a pesar de que esto limita en cierto modo la exhibición. Además, lo que han demostrado es que tampoco eligen películas porque si y se han enfocado en aquellas que ofrezcan algo no tan convencional; siendo Hush probablemente su mejor elección hasta la fecha.

Esto porque, fiel a su estilo, Flanagan nos trae una historia cuyo principal propósito desde un inicio es retar la paciencia del espectador por medio de un desarrollo hasta cierto punto lento, el cual en esta ocasión resalta mucho más al contar con una protagonista que no habla y que desde el primer instante luce indefensa. Un aspecto que ayuda a que el primer acto sea uno sumamente interesante, ya que la dinámica implementada para poner frente a frente a la víctima con el asesino es muy directa y sin demasiado suspenso de por medio para incrementar la sensación de que este encuentro es increíblemente disparejo; donde todas las ventajas están de un solo lado y es cuestión de tiempo para que las cosas se pongan violentas considerando que el personaje de Maddie únicamente depende de su vista.

Un escenario que no luce tan emocionante, pero que poco a poco se va tornando en un juego del gato y el ratón muy entretenido de ver; incluso con el ritmo semi-lento que se implementa. Esto porque se aprovecha al máximo y de manera muy original la locación tan pequeña con la que se cuenta, sacándole provecho a cada situación mostrada no solo para ir construyendo una gran empatía por Maddie, sino también para ir mostrando que el asesino está lejos de ser invencible a pesar de las grandes ventajas con las que cuenta. Todo bajo una combinación muy bien balanceada entre terror psicológico y violencia física que le añade un toque de brutalidad necesario, el cual aparte resulta muy original ante el sufrimiento silencioso.

La parte final me gustó, aunque podría no ser del agrado de todo el mundo. Esto porque hay detalles un tanto exagerados con la manera en la que la protagonista decide afrontar su mortal problema que están ligados a su creatividad como escritora, pero si eso no les ocasiona ningún malestar entonces encontraran satisfactorio el sangriento desenlace.

De las actuaciones puedo decir que John Gallagher cumple a la perfección con su rol de asesino, pero realmente este es el show de Kate Siegel. Quien ante la ausencia de diálogos se ve obligada a sustentar toda su actuación en expresiones y lenguaje corporal de manera impecable, sin nunca caer en exageraciones para que el espectador compre por completo su vulnerabilidad.

La producción es pequeña, pero bastante bien lograda: el trabajo de fotografía es estupendo (en gran parte es lo que hace de la película tan fácil de digerir), la dirección de arte es simple, el score está ok y los efectos son mínimos, pero bien hechos.

Opinión final: Hush es una buena película. Tiene alguno que otro detalle debatible, pero en general es de lo mejor que ha salido este año.

Ojometro:
****

domingo, 17 de abril de 2016

Crítica: 10 Cloverfield Lane (2016)


Secuela de la película de 2008 que significa el primer largometraje del director Dan Trachtenberg y cuyo guión fue co-escrito por Josh Campbell, Matthew Stuecken y Damien Chazelle. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado mes de marzo, pero aquí en México apenas hizo lo propio durante este fin de semana.

Sinopsis:

Después de abandonar a su prometido, Michelle (Mary Elizabeth Winstead) se ve envuelta en un violento accidente automovilístico y cuando despierta se encuentra encerrada dentro de un bunker con Howard (John Goodman) y Emmet. La explicación para esto es que fue salvada de un aparente evento apocalíptico, pero con el paso de los días el comportamiento del primero la hará sospechar otra cosa.



Comentarios generales:

La primera entrega es una película que a un gran porcentaje de personas les gustó, pero a mí me pareció un tremendo bodrio y la urgencia por ver una secuela realmente no era mucha de mi parte. Sin embargo, cuando se anunció por sorpresa 10 Cloverfield Lane bajo un formato totalmente diferente a la original mi interés creció, ya que esto significaba un nuevo comienzo y para mi fortuna lo que encontré fue algo que sin duda le dará mucha vida a una franquicia que estaba totalmente destinada a morir.

Jugando entre ser una secuela y un spin-off, lo que nos trae Trachtenberg es una historia que se sustenta en la paranoia de dos personajes sobre temores totalmente distintos; haciéndolos chocar una y otra vez para que el espectador nunca tenga una idea lo suficientemente clara sobre si el peligro se encuentra afuera e incluso si es real, o si lo verdaderamente peligroso está dentro del que supuestamente es el lugar más seguro. Convirtiendo así el primer acto en uno intenso, donde la sensación de que algo no está bien es muy palpable y el ritmo es bastante ágil para ir construyendo un momento destinado a clarificar una de estas dudas de manera tajante y así cambiar un poco la dinámica del filme.

Obvio ante esto el segundo acto se vuelve uno mucho más pasivo, especialmente porque es aquí donde se conoce un poco más a fondo a los personajes y se le da mucho énfasis a la relación de confianza/desconfianza entre Michelle y Howard. Igualmente, es en esta parte donde cada detalle empieza a importar para ir revelando sorpresas que no se sienten forzadas; especialmente cuando la historia retoma la idea de que el verdadero peligro no es lo que se encuentra en el exterior.

Todo manejado con un timing prácticamente perfecto por parte del director, quien es capaz de emplear sustos fáciles muy efectivos en una película que apuesta más por el aspecto psicológico y también momentos de impacto que le añaden mucha fuerza al conflicto central.

La parte final es algo completamente distinto, es casi como de otra película. Esto porque aquí es donde se hace la conexión con la primera entrega de manera más directa y los elementos de sci-fi son los que dominan para brindar unos 15 minutos finales muy entretenidos que le añaden un poco más de sustancia al concepto de la invasión alienígena.

Las actuaciones son muy destacadas, Winstead y John Gallagher muestran buena química como victimas mucho más pensantes que el promedio; aunque quien se lleva las palmas es Goodman con su increíble demostración de un tipo con dos caras al cual le crees todo el tiempo. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía logra reflejar una sensación de claustrofobia suficiente, la dirección de arte dentro del bunker es impecable, cuenta con un buen score, un buen trabajo de sonido y los efectos están muy bien hechos.

Opinión final: 10 Cloverfield Lane es bastante buena. Un paso correcto en lo que pinta para ser el renacer de una franquicia.

Ojometro:
***** 

viernes, 15 de abril de 2016

Crítica: The Mildew from Planet Xonader (2016)


Película dirigida por la dupla Giulio De Santi / Neil Meschino, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Dave Fogerson y Tiziana Machella. Se estrenó de manera exclusiva en DVD dentro de los Estados Unidos el 30 de enero pasado y la pueden conseguir mediante su sitio web.

Sinopsis:

En 1984 los científicos de los laboratorios Bentan se encuentran celebrando la finalización de su nueva arma: un tipo de moho desconocido que es capaz de consumir cualquier tipo de vegetación. Sin embargo, cuando uno de sus inversionistas es infectado por accidente, las esporas del moho provocaran un caos en todo el lugar e iniciara así una carrera por sobrevivir.



Comentarios generales:

Con el cine serie B uno tiene que terminar siendo algo condescendiente debido a que el propósito de esta clase de películas es precisamente ser, en cierto modo, malas. Obvio esto no quiere decir que se les trate diferente, ya que para hacer este tipo de cine también se necesita talento y si algo nos han enseñado los últimos cinco o seis años en los que han abundado esta clase de proyectos es que no todos son capaces de recrear este estilo tan peculiar; aunque en el caso de The Mildew from Planet Xonader sus creadores demuestran que tienen una idea más o menos sólida sobre cómo hacerlo.

Ya que lo que nos traen De Santi y Meschino es una película que nunca oculta sus intenciones y que básicamente en los primeros dos minutos te enseña que su fuerte no será precisamente su historia, sino más bien el show visual proporcionado por una serie de efectos prácticos pensados para provocar cierto asco al espectador. Aquí no hay que esperar nada complejo y el primer acto es la muestra de ello; de hecho, es la parte más floja al ofrecer una explicación muy vaga sobre los peligros del moho y sustentarse en una serie de escenas que muestran mutaciones, líquidos de diferentes colores o descomposición de cuerpos con los que los personajes reaccionan de manera absurda a pesar de que la mayoría son científicos y supuestamente tendrían que ser los mejor capacitados para esta clase de situaciones.

Ya llegada la media hora las cosas toman forma y la película obtiene una dinámica mucho más ágil por medio de situaciones exageradas que van desde un tipo al que le quitan su espina dorsal, militares cuasi zombies o manos mutantes con ojos. Todo bajo la simple premisa de la supervivencia, pero mostrando incoherencias impresionantes para lograr esta meta al desarrollar un 90% de la historia dentro de un solo cuarto en donde claramente los personajes se encuentran en mayor peligro y a ninguno parece preocuparle.

La parte final es caótica. Simplemente debo de decirles que se deben de preparar para ver volar muchos órganos y cualquier cantidad de líquido en pantalla.

Las actuaciones son exageradas y la mayoría bastante malas, pero eso era de esperarse. En cuanto a la producción es complicado saber qué cosas fueron hechas mal a propósito: la fotografía es regular, la dirección de arte es exageradamente básica, el score esta decente y el trabajo de sonido resulta muy malo con los diálogos; sin embargo, los reflectores se los van a llevar el trabajo de maquillaje y, sobre todo, los efectos. Esto últimos casi en su totalidad prácticos que le dan el sello ochentero por excelencia a la película.

Opinión final: The Mildew from Planet Xonader es cine serie B en su máxima expresión. Si la toman así desde un inicio la van a disfrutar, pero si lo que buscan es algo más serio mejor ni la vean.

Ojometro:
***

martes, 12 de abril de 2016

Crítica: The Girl in the Photographs (2016)


Película dirigida por Nick Simon (Removal), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Robert Morast y Osgood Perkins. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de abril, aunque aún no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Colleen (Claudia Lee) es una joven de la apacible comunidad de Spearfish que un día empieza a recibir fotografías de chicas brutalmente asesinadas. El problema es que nadie sabe si son reales o si son producto de un artista con un sentido del humor muy enfermo y por ello la policía no hace mucho al respecto, pero pronto las cosas se saldrán de control.



Comentarios generales:

Hay que decir que, bajo circunstancias normales, The Girl in the Photographs muy probablemente hubiera estado algún tiempo en la congeladora hasta que alguien la rescatara del olvido, pero debido a la muerte del gran Wes Craven rápidamente obtuvo notoriedad. Esto gracias a que se trata del último filme en donde el maestro del terror estuvo involucrado (fue productor ejecutivo) y como suele ocurrir en este tipo de casos, ese morbo por saber qué fue lo último de su legado influyó para que hiciera mucho ruido; a pesar de que los resultados no sean tan espectaculares.

Y es que lo que nos trae Simon sin duda es una película con mucho potencial, cuyo inicio resulta sumamente prometedor al establecer las bases para un thriller potente y oscuro por medio de una muerte temprana que sirve como un mensaje claro de aquí todo puede ocurrir; brindándole así una sensación de suspenso inmediata. Sin embargo, estos geniales primeros 10/15 minutos se desvanecen rápido gracias a que en una movida bastante cuestionable se integra una segunda historia que le roba reflectores y en cierta forma se vuelve el centro de atención pese a no tener motivos lo suficientemente sólidos que lo justifiquen.

A partir de aquí todo se vuelve un caos y realmente el segundo acto se trata de ver cómo estas dos historias chocan una y otra vez bajo un ritmo cansino, donde la original ve como cada intento por generar tensión, impacto o suspenso se ve desplazado por el humor completamente idiota proporcionado por Kal Penn en la historia alterna. Es un sube y baja constante de situaciones que nunca logran desarrollarse de manera plena, provocando que la sensación de misterio vaya desapareciendo y la película poco a poco se transforme más en un slasher lleno de situaciones genéricas que no llevan a ningún lado y que solo están pensadas para matar el tiempo hasta que inicie la masacre.

Los últimos 15 minutos son entretenidos. Al pasarse por completo al modo slasher el director no se pone limitaciones y por lo menos ofrece un cierre sangriento que dejará satisfechos a varios fans al contar con muertes gráficas e incluso con un desenlace que le hace un poco de justicia al concepto original.

En cuanto a las actuaciones debo de decir que terminaran odiando a Kal Penn, mientras que Claudia Lee hace lo que puede y Katharine Isabelle cuenta con una aparición muy limitada. La producción es de muy buena factura: el trabajo de fotografía es probablemente lo mejor de la película (especialmente durante las escenas nocturnas), la dirección de arte no es nada del otro mundo, cuenta con un muy buen score y la cuestión de efectos/maquillaje es en su mayoría muy discreta (salvo por los minutos finales).

Opinión final: The Girl in the Photographs está aceptable. Nunca explota como uno quisiera, pero tiene ciertas cosas que seguramente agradarán a unos cuantos.  

Ojometro:
***

domingo, 10 de abril de 2016

The Walking Dead: Sexta temporada


Hace una semana la sexta temporada de The Walking Dead llegó a su fin de manera por demás polémica y es momento de analizarla debido a que se trata de una que indudablemente marcará un punto de quiebre en muchos sentidos, sobre todo con los fans. Ya que al venir de una de sus mejores temporadas como lo fue la 5ta, las expectativas estaban por las nubes (en especial cuando se anunció la aparición de Negan) y con ello la presión por ofrecer algo sublime era mucha; la cual a mi juicio supieron manejar de buena manera para ofrecer una temporada en general sólida, pero con ciertos detalles que no a todo el mundo agradaron.

En cuanto a ratings la serie sigue generando números muy fuertes para seguirla manteniendo como el show más visto de la TV dentro de los Estados Unidos; sin embargo, para esta temporada si se notó una ligera baja en el promedio de televidentes en comparación a la anterior, al pasar de 14.18 a 13.18. Siendo el primer episodio el de mayor audiencia con 14.63 millones de televidentes, una cifra que la serie no volvió a alcanzar sino hasta el final de temporada.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO

Historia multi-episódica con la horda


Para una serie que tiene un estilo bastante definido siempre es bueno cambiar un poco la fórmula de vez en cuando y si algo hizo verdaderamente memorable el inicio de esta temporada sin duda fue todo lo nuevo que implementaron para contar la historia con la horda. Desde filmar en blanco y negro, hasta contar sucesos simultáneos por episodio le brindaron una dinámica refrescante al show que agradecí enormemente.


Carol 


La quinta temporada significó el resurgir de Carol, pero aún faltaba por ver si esto no solo se trataba de un golpe de suerte; algo que quedó muy claro que no fue así. Ya que Melissa McBride siguió comiéndose la pantalla cada vez que era el centro de atención, ya fuera como una asesina de sangre fría o una mujer con graves conflictos por ya no poder matar para proteger a sus seres queridos.


No Way Out


Me resultaba imposible no incluirlo, ya que “No Way Out” no solo fue el mejor episodio de la temporada, sino que además es uno de los grandes candidatos a considerar cuando se hable del mejor de toda la serie.

Muertes, escenas gráficas, sangre, zombies al por mayor, drama y hasta una bazuca hicieron de estos 42 minutos algo que recordaremos por mucho tiempo.


Jesús + Rick & Daryl = Humor 


El humor en The Walking Dead es muy escaso, pero en esta temporada se dieron la libertad de realizar un episodio con un tono mucho más ligero que tuvo como resultado una de las mejores introducciones de un personaje nuevo. Ya que ver como Jesús les hacía la vida imposible a dos de los personajes más badass de la serie le dio un toque diferente y lo estableció rápidamente como alguien a seguir muy de cerca en el futuro.


Los buenos se vuelven los villanos


Este es un tema interesante, ya que durante seis años Rick y su grupo han sido mostrados como las eternas víctimas que tienen que matar para defenderse; sin embargo, eso cambio en la segunda mitad de la temporada. Puede resultar un detalle mínimo, pero el que este grupo fuera el que técnicamente inicio la guerra con Negan le brindó un enfoque completamente distinto a los últimos episodios y seguramente será un punto que tendrá eco la siguiente temporada.


Alicia Witt como Paula


Personajes secundarios dentro de esta serie van y vienen, pero pocos dejan un recuerdo tan marcado como lo hizo Paula. Un personaje que te dejaba muy claro lo peligrosos que eran “Los Salvadores”, sin importar sexo o edad.


Negan


Solo fueron diez minutos en los que apareció Negan, pero eso fue más que suficiente para dejar una gran huella en esta temporada.

Jeffrey Dean Morgan no decepcionó y a base de puro diálogo nos regaló uno de los momentos más intensos de toda la serie; aunque es una lástima que por una mala decisión de los creadores poco se hable de lo tremenda que fue su aparición. 


Episodios imperdibles:

(1) First Time Again
(2) JSS
(3) Thank You
(4) Here's Not Here
(9) No Way Out
(10) The Next World
(11) Knots Unite
(12) Not Tomorrow Yet
(13) The Same Boat



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LO NEGATIVO

Cliffhanger final


No podía empezar con otra cosa, ya que este detalle sin duda será lo que muchos recordarán de la 6ta temporada.

El no revelar a quien mata Negan para mí ha sido una de las peores decisiones que han tomado los creadores de la serie, no solo porque le quitó absolutamente todo el impacto que en el cómic tiene esta brutal aparición, sino también porque se sintió como una movida totalmente pensada para generar rating. La cual además resultó mucho más frustrante por tratarse de una fórmula utilizada por TERCERA ocasión en la misma temporada. 


La falsa muerte de Daryl


Yo fui de los que no tuvo problemas con la falsa muerte de Glenn debido a que le añadía algo nuevo a la historia y generó discusiones interesantes, pero cuando lo hicieron con Daryl simplemente me fastidio. Especialmente porque no aportó nada trascendente para el final de temporada y, al igual que el cliffhanger con Negan, se sintió más como algo pensado para los ratings.


Morgan


La integración de Morgan al grupo era una de las cosas que más me interesaban previo al estreno, pero nunca me imaginé que terminaría siendo un personaje al cual simplemente no soporto.

Obvio su background es interesante y el episodio centrado en él, aunque divisivo, fue de lo mejor; sin embargo, todo lo que lo involucró se sentía fuera de lugar y hacia que el avance de la serie fuera más lento.


Wolves irrelevantes


Era claro que los Wolves serían villanos pasajeros, pero si esperaba que tuvieran un poco más de relevancia considerando su presentación en la temporada anterior. Claro que su aparición en el segundo episodio tuvo impacto, pero solo basto con Carol y Rick para eliminarlos casi por completo; dejándolos parados como unos simples matones de poca monta.


Relleno muy marcado 


Un problema que siempre ha tenido The Walking Dead es la dificultad para mantener regularidad a lo largo de una temporada completa y aunque parecía que lo habían resuelto con la quinta, nuevamente regresó. Ya que en esta ocasión hubo segmentos muy marcados de gran calidad (4 episodios iniciales y los 5 después del receso invernal) junto con otros donde realmente no pasó mucho o pasaban cosas a cuenta gotas; aunque afortunadamente sin consecuencias tan graves. 

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Opinión final: A pesar del trago amargo que represento el final, la sexta temporada de The Walking Dead marcó varios de los puntos más altos que le recuerde a la serie en muchos aspectos y regaló algunos episodios magistrales, aunque también volvió a caer en viejos vicios que parecían superados y obtuvo unos nuevos que esperemos solo sean pasajeros.

Tal vez no esté a la altura de la 3era o la 5ta, pero definitivamente la pondría como una de las mejores temporadas que han tenido.

jueves, 7 de abril de 2016

Crítica: Bleed (2016)

Primer largometraje del director Tripp Rhame, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ben Jacoby. Se estrenó dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de marzo de manera limitada en cines, iTunes y VOD; aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Todo parecía perfecto: un nuevo matrimonio, una nueva casa y un bebé en camino. Pero cuando Sarah (Chelsey Crisp) y Matt (Michael Steger) invitan a sus amigos a celebrar, estos deciden realizar una inocente cacería de fantasmas en los restos de una prisión destruida por un incendio que pondrá sus vidas en peligro gracias a los aterradores secretos que ahí se guardan.



Comentarios generales:

Cuando se trata de mujeres embarazadas dentro del género de terror solo hay dos opciones: su hijo es el anticristo o algún tipo de secta quiere robárselo. Así que a pesar de que no sabía mucho sobre Bleed mi idea estaba bastante clara sobre que esperar con ver solamente el póster, pero nunca me imaginé que un concepto tan simple pudiera ser explicado de manera tan pobre y poco imaginativa como ocurre aquí.

Lo que nos trae Rhame es una historia muy básica que desde los primeros cinco minutos deja bastante claro que camino va a tomar, lo cual es un tanto contraproducente debido a que el director no tiene ninguna prisa por profundizar al respecto y mejor se dedica a realizar una reunión que consumirá toda la primera media hora. Decisión que sin duda resulta fastidiosa considerando que, salvo por unos flashbacks y una aparición esporádica para añadir un susto fácil, todo este periodo de tiempo se centra en conflictos familiares que supuestamente tendrían que sacar a relucir muchos secretos ligados al pueblo o a la vida de Sarah, pero lo único que provocan es poca certeza sobre el rumbo de las acciones.

Algo que empeora al trasladarlas a la prisión en una movida que se siente completamente fuera de lugar y que básicamente obliga a dividir la historia en dos, dejándote con la sensación de que lo que ocurre con Sarah es lo importante y lo que ocurre en la prisión es puro relleno debido a que las conexiones entre ambas son muy superficiales. Además, a esto hay que añadirle que para ser una película parcialmente de fantasmas carece de suspenso; nunca se logra generar una atmósfera adecuada y en general todo lo referente a los sustos pasa totalmente de largo ante el poco impacto que tienen.

Los últimos quince minutos son realmente lo que valen la pena. Más o menos se hace un esfuerzo por darle sentido a la historia al explicar un par de puntos relevantes y se logra construir una persecución caótica que añade la tensión, violencia y muertes que durante todo el previo esperaste; haciendo de la conclusión algo por lo menos para recordar durante un par de días gracias a que no se va por el camino fácil.

Las actuaciones ciertamente no están mal, Crisp y Riley Smith (Eric) demuestran buena química como hermanos; de hecho, casi todas las escenas más potentes de la película recaen en ellos. La producción también deja ver el presupuesto limitado con el que contaron: el trabajo de fotografía esta ok, la dirección de arte dentro de la prisión no es nada del otro mundo, el score pasa desapercibido, los efectos cumplen y el trabajo de maquillaje prácticamente se limita a un espíritu con aspecto llamativo.

Opinión final: Bleed es bastante decepcionante. Salvo por sus últimos 15 minutos realmente no tiene mucho que ofrecer.

Ojometro:
**

martes, 5 de abril de 2016

Crítica: Cherry Tree (2016)


Producción irlandesa dirigida David Keating (Wake Wood) y escrita por Brendan McCarthy. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado mes de enero dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en DVD se dio justo este 5 de abril.

Sinopsis:

El mundo de Faith (Naomi Battrick) se pone de cabeza cuando se entera que su querido padre está muriendo por el cáncer que padece. Devastada, pronto encuentra consuelo en su entrenadora de hockey sobre pasto; quien revela ser la líder de un aquelarre de brujas y le ofrece la oportunidad de poder salvar a su padre a cambio de un bebé.



Comentarios generales:

El género de terror tiene una regla no escrita sobre la duración de sus películas, las cuales parecen estar obligadas a durar estrictamente 90 minutos. Obvio no es el caso con todas, pero un gran porcentaje suele apegarse a este tiempo por diversos motivos, lo cual no está mal; sin embargo, muchas veces el no querer alargarse demasiado termina siendo un arma de doble filo y con Cherry Tree tenemos uno de los ejemplos más claros de la actualidad.

Esto porque Keating y McCarthy nos presentan una historia que en todo momento se siente contada con el acelerador a fondo, donde el primer acto quiere establecer relaciones y dilemas de manera tan rápida que al final de cuentas ninguno de estos termina por interesarte demasiado gracias al pobre desarrollo con el que cuentan. Realmente nunca tienes el tiempo suficiente para sentir pena por la situación de Faith y el director es incapaz de generar una sensación de misterio sólida por medio del aquelarre al establecer la conexión entre ambas partes de manera seca, dejando todo el peso del primer acto en un breve conflicto interno de la protagonista que no dura ni cinco minutos y a una escena de muerte/resurrección visualmente atractiva.

Ya para el segundo acto las cosas toman un poco más de forma y el aspecto satánico queda más claro, pero aun así el mismo problema persiste con tal de darle más dinamismo a la película. Se dan saltos de tiempo exagerados que vuelven un poco complicado el descifrar cuantos días o semanas han pasado entre los sucesos y tampoco existe ningún aspecto dramático con el personaje de Faith que te haga creer su arrepentimiento por la decisión que tomó; aunque lo peor es que su conflicto con el aquelarre tampoco lleva a ningún lado. Su repentino cariño por el bebé se siente forzado y todo lo que desata su huida para salvarlo nunca logra generar un nivel de tensión lo suficientemente alto.

La parte final es lo más rescatable y en gran medida se debe a lo visual. No solo presenta una dosis de sangre mayor y se logra crear un entorno satánico interesante, sino que además el trabajo de maquillaje hace una labor muy buena para crear unas criaturas que le añaden un poco más de fantasía a una historia sobre brujas que había carecido de eso.

Las actuaciones son muy planas, a Battrick no le compras ningún tipo de reacción y Anna Walton no hace muchas cosas distintas a lo acostumbrado en otros trabajos. La producción es aceptable: el trabajo de fotografía deja algo que desear, la dirección de arte es decente, el score tiene buenas cosas, los efectos prácticos están bien hechos y el trabajo de maquillaje, como lo mencione anteriormente, es fundamental para que el último acto genere algo de interés.

Opinión final: Cherry Tree resultó muy decepcionante. Tiene algunas cosas interesantes, pero en general es un trabajo que no vale mucho la pena.

Ojometro:
**

viernes, 1 de abril de 2016

Top 10: Películas de terror mexicanas

Cada vez que me preguntan por qué no suelo escribir mucho sobre el cine de terror que se produce en mi país siempre termino ofreciendo esta respuesta: el cine de terror mexicano en la actualidad es casi inexistente. Obvio por ahí encuentras algunas propuestas interesantes que se la pasan de festival en festival pero muchas de estas nunca llegan a ver la luz de manera comercial y se terminan olvidando, lo cual provoca que sean contadas aquellas películas con la suficiente fuerza como para poder solidificar nuevamente el género.

Aunque esto no siempre fue así, ya que el cine de terror en México tuvo una presencia muy notoria durante muchísimos años y siempre significó el género que más atrevimiento mostraba durante épocas oscuras (70s s y 80s), al grado de convertirse en un capitulo importantísimo para la historia de la industria nacional. Sin embargo, con la llegada de la década de los 90s y diversos factores como la desaparición de organismos gubernamentales, el retiro de Carlos Enrique Taboada (el “maestro del terror” mexicano) y un nuevo enfoque dirigido a contar historias con crítica social, este prácticamente desapareció durante mucho tiempo.

Aún así, la historia es lo suficiente rica como para olvidarla y que mejor forma para recordarla que con el siguiente top sobre las que, a mi juicio, son las mejores películas que México ha aportado al cine de terror. 

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10.- KM 31 (2006)


Esta película de Rigoberto Castañeda se encargó de recordarles a las generaciones más jóvenes que en este país puede producir cine de género comercial. Además de que contó con una de las campañas de publicidad más interesantes en materia nacional. 


9.- Alucarda, la hija de las tinieblas (1978)


Tal vez no sea la mejor historia, pero es por un gran margen una de las películas más impactantes visualmente hablando que se produjeron. Todo gracias a su alto grado de violencia y una cantidad de sangre inusual para la época.


8.- Veneno para las hadas (1984)


La película que le significó el mayor reconocimiento a Taboada como director, aunque es la menos conocida de su filmografía. Una historia en verdad macabra que demuestra como por medio de la inocencia infantil también se pueden presentar cosas totalmente aterradoras. 


7.- El escapulario (1968)


Una joya de terror no tan convencional. Con la cual Servando González es capaz de sustentar absolutamente todo en un objeto para ir generando suspenso y que el espectador vaya sacando sus propias conclusiones.


6.- La Llorona (1933)


La más antigua del top, pero no por ello la menos impresionante. Sin duda alguna la mejor película sobre esta leyenda, a la cual el paso de los años no la ha beneficiado mucho que digamos pero que sigue generando un gran impacto por medio de sus imágenes.


5.- El Vampiro (1957)


Cuando se trata de identidad, creo que ninguna otra película la refleja tanto como la obra de Fernando Méndez. La cual no solo cuenta con una gran actuación de Germán Robles, sino que además muestra una adaptación sublime de muchos elementos de Drácula al entorno nacional.


4.- El libro de pierda (1968)


Inspirándose en “The Turn of the Screw”, Taboada nos trae una historia que combina terror con fantasía como pocas dentro del cine mexicano por medio de escenas inquietantes que invitan al espectador a descifrar qué es realidad y qué no.


3.- Cronos (1993)


No solo resalta por ser la ópera prima de Guillermo Del Toro, sino que además fue por muchos años la última película de terror destacada antes de la debacle. 

Sin duda una de las historias de vampiros más originales que existen y un gran homenaje al género gracias a sus múltiples referencias.


2.- Hasta el viento tiene miedo (1968)


Carlos Enrique Taboada se hace presente en la lista por tercera ocasión y ahora con la que para muchos es su mejor película. 

Sustentada en grandes actuaciones y una ambientación escalofriante de principio a fin, esta historia que gira en torno al tema de las leyendas es simplemente una delicia para una gran mayoría de los fans mexicanos.


1.- Santa Sangre (1989)


Hablar de “Santa Sangre” es complicado si consideramos que viene de la mente de un director que de por si es difícil de entender como Alejandro Jodorowsky. Además se trata de un trabajo que combina muchas cosas y que tiene influencias muy marcadas que van desde el "giallo" de Dario Argento hasta el horror de la desfiguración física de Tod Browning.

Un reto total para el espectador al no solo verse sumergido en los horrores de la mente humana en su búsqueda de amor a cualquier costa, sino también porque es golpeado una y otra vez por escenas visualmente impactantes que recordará durante varios años. 


Menciones honoríficas: Más negro que la noche (1975), Somos lo que hay (2010), El espejo de la bruja (1962)