martes, 28 de febrero de 2023

Crítica: Huesera (2023)

Producción mexicana dirigida por Michelle Garza Cervera, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Abia Castillo. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 23 de febrero, mientras que en Estados Unidos salió directamente en VOD una semana antes.

Sinopsis:

Valeria (Natalia Solián) siempre ha soñado con convertirse en mamá. Así que cuando se entera que está embarazada espera estar sumamente feliz, pero algo no se siente bien…


Comentarios generales:

Varias películas de terror mexicanas suelen tener buena recepción en festivales, pero cuando se trata de hacer la transición al lado comercial la gran mayoría termina quedándose en la bóveda esperando a que alguien las rescate para tratar de obtener difusión. Simplemente no es algo sencillo por el contexto de la industria nacional y por ello el que una propuesta como Huesera haya logrado obtenerla sin duda se debe de celebrar, incluso si como película no es precisamente la más atractiva para el mainstream que uno se pueda encontrar.

Ya que lo traído por Garza Cervera es en gran medida un drama sobre la maternidad y cómo lo que uno sueña no es precisamente lo que necesita o quiere en realidad, dejando que el terror se manifieste en dosis pequeñas y por medio de vías muy especificas para que la atención se centre totalmente en el carrusel emocional de Valeria. Lo cual evidentemente hace que la primera media hora no sea la más excitante, pero si tiene la capacidad de establecer un ritmo fluido que realmente nunca decae y además ayuda a proporcionar los primeros indicios de la inestabilidad mental de nuestra protagonista por medio de situaciones un tanto predecibles que conducen hacía el terror psicológico y, sin duda, al body horror.

Este último sin llegar a extremos (al menos no en este punto), aunque si se vuelve fundamental para el desarrollo porque es el medio por el cual se le da mucha importancia al trabajo de sonido en el filme y conforme van pasando los minutos este se utiliza para diseñar situaciones que incomoden al espectador, incluso si estas no contienen nada particularmente perturbador desde el lado visual. Algo que desafortunadamente jamás logra ser explotado por completo gracias a que la crisis de identidad de la protagonista hace que las cosas para el segundo acto se empiecen a estancar un poco y los recursos utilizados para explotar el terror psicológico no resultan tan efectivos como deberían en su búsqueda por ir generando tensión.

Una que en realidad se obtiene hasta que se da el nacimiento del bebé durante la última media hora y con este se empieza a jugar con la posibilidad de que su integridad física este en riesgo, así como con el conflicto que le genera a Valeria su nuevo rol en el que ella ya no es el centro de atención. Llevándonos así a un desenlace tanto potente como excéntrico; en donde el body horror se manifiesta de forma más contundente y lo ocurrido está pensado para dejar todo abierto a la interpretación.

En cuanto a las actuaciones no hay queja, Natalia Solián lo hace bastante bien con su trauma pre y post embarazo; además de que encuentra un buen apoyó por parte del resto del elenco. Mientras que en producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos sencillos y la labor de maquillaje logra su cometido.

Opinión final: Huesera está interesante. Película con temática de peso que jamás logra dar el salto para alcanzar su máximo potencial.  

Ojometro:
***

viernes, 24 de febrero de 2023

Crítica: Re/Member (2022)

Película japonesa dirigida por Eiichiro Hasumi y escrita por Harumi Doki, la cual es una adaptación del manga del mismo nombre escrito por Welzard. Se estrenó en cines durante el mes de octubre de 2022 en Japón, mientras que en el resto del mundo salió directamente en Netflix este pasado 14 de febrero.

Sinopsis:

Un grupo de estudiantes se encuentran atrapados en un bucle de tiempo con un violento fantasma y la única forma de escapar de su despiadado destino es encontrar todas las partes del cuerpo de su anterior víctima en las instalaciones de su escuela.


Comentarios generales:

El manga de Re/Member (Karada Sagashi) me llamó la atención hace algunos años cuando empezó a ser publicado, sin embargo, con el pasar del tiempo le perdí la pista y por lo consiguiente nunca supe cómo terminó. Por ello es que cuando se anunció esta adaptación me alegré aún sabiendo el historial poco confiable de los live-action japoneses debido a que era una manera más rápida de conocer el resultado y la verdad es que, con excepción de algo muy especifico, me he llevado una grata impresión.

Y aunque obviamente no puedo saber si es 100% fiel o no al material original, lo cierto es que lo traído por Hasumi logra su cometido principal que es entretener. Esto por medio de una historia que sigue una estructura básica con respecto a los bucles de tiempo y que, tras una breve introducción de los personajes, va directo al grano sin ningún tipo de reservas para establecer unas reglas simples y sobre todo un nivel de violencia elevado que haga sentir al fantasma en cuestión como uno muy intimidante y sumamente peligroso a pesar de que la estructura del filme le va quitando algo de eso con el pasar de los minutos gracias a la naturaleza repetitiva del problema.

Una repetitividad que afortunadamente no provoca que los acontecimientos dentro la escuela resulten aburridos y por ende el ritmo sea muy agradable durante los primeros 40/45 minutos de metraje, aunque una vez pasado este punto se presenta algo que sin duda puede cambiar por completo las sensaciones de lo que estás viendo.

Y es que de pronto el tono súper oscuro que estaba predominando empieza a ser intercalado con uno extremadamente ligero para resaltar la relación entre los estudiantes y esto hace que el segundo acto sea muy extraño debido a que esta combinación de tonos nunca se siente orgánica. Lo cual hace que el desarrollo pierda fluidez ante unas situaciones adolescentes exageradas que le quitan reflectores al problema central, pero que tampoco son algo que afecte de sobremanera como para decir que arruina por completo el visionado.

Sobre todo porque la última media hora es muy buena y no solo por el regreso del tono oscuro inicial, sino también porque se toca un tema con los estudiantes que particularmente a esa edad es relevante y le añade una capa extra de complejidad a su objetivo. Dejándonos ante un desenlace con mucha acción, sangre y muertes que además logra tener un cierre digamos un tanto gris que encaja bien con lo sucedido.

Las actuaciones son el estándar de lo que solemos ver en esta clase de películas con estudiantes y no hay mucho que resaltar. Mientras que en lo referente a producción nos encontramos algo discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos en general están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Re/Member me gustó. Sólida adaptación con unos cambios de tono peculiares, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

martes, 21 de febrero de 2023

Crítica: The Offering (2023)

Película dirigida por Oliver Park (A Night of Horror: Nightmare Radio) y escrita por Hank Hoffman. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 18 de abril.  

Sinopsis:

Una familia que se encuentra luchando con la pérdida de un ser querido se encuentra de repente a merced de un antiguo demonio que trata de destruirlos desde adentro.


Comentarios generales:

Las películas que involucran al judaísmo no es que se estén volviendo más populares, pero de vez en cuando sale alguna que otra que te recuerda que están ahí y por lo regular cuentan con cierta frescura debido a que todavía no han sido tan explotadas como aquellas que involucran otras religiones. Por ello es que siempre me generan cierta curiosidad y las veo con un poco más de interés, incluso si su propuesta es una tan genérica como la de The Offering.

Ya que lo traído por Park es una historia de demonios con la que el espectador seguramente va poder adelantarse a la mayoría de los sucesos sin demasiados contratiempos, pero a pesar de dicha predictibilidad en ningún momento se siente un gran desinterés por lo que estás viendo debido a que, entre las buenas actuaciones y ciertos apartados técnicos, se logran solventar muchas cosas. Sobre todo durante un primer acto en el que el tema familiar es importante para ir construyendo los conflictos y por ende lo sobrenatural queda un tanto de lado, obligando así que se trate de explotar de mayor manera la atmósfera generada por el trabajo de fotografía y la dirección de arte.

Lo cual evidentemente no evita que el ritmo se sienta algo lento, aunque en realidad las cosas avanzan de manera estable y con el pasar de los minutos los recursos habituales como los jump scares o los sueños empiezan a darle forma al “misterio” detrás del demonio. Uno que tiene un trasfondo bastante tétrico, sin embargo, este nunca se logra explotar de la mejor manera posible al optar por situaciones que recurren a lo mismo una y otra vez, fallando así en tratar de generar la tensión necesaria que ayude a magnificar tanto su peligrosidad como la tragedia que este provoca para conseguir su objetivo.

Afortunadamente la parte final logra sacudirse dichos problemas y sin duda es lo mejor de la película al ofrecer un nivel de intensidad elevado que, ahora sí, hace que el demonio se sienta como un peligro importante. Proporcionando los momentos con más violencia y dinamismo para dejarnos un desenlace totalmente acorde al tono oscuro que se manejó durante los minutos previos.

Sobre las actuaciones creo que es donde encontramos su mayor fortaleza porque el casting es muy sólido en líneas generales. Nick Blood (Arthur), Emily Wiseman (Claire) y Allan Corduner (Saul) tienen muy buena química como familia que quiere reconectarse, mientras que Paul Kaye (Heimish) aporta el toque extravagante sin caer en lo caricaturesco.

En producción también tenemos una factura interesante: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es de primer nivel, el score sólido, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos cumplen y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Offering está ok. Película estándar sobre demonios para ver cuando no tengan otra cosas más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 17 de febrero de 2023

Crítica: Sick (2023)

Película dirigida por John Hyams (Alone), cuyo guión fue co-escrito por Kevin Williamson y Katelyn Crabb. Se estrenó el pasado 13 de enero por medio de Peacock, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Durante la pandemia por COVID-19, Parker (Gideon Adlon) y su mejor amiga Miri (Bethlehem Million) deciden hacer cuarentena en la casa del lago que pertenece a su familia donde estarán completamente solas… o eso es lo que creen.


Comentarios generales:

La pandemia provocada por el COVID-19 fue un suceso que nos marcó a absolutamente todos y, a pesar de que poco a poco se ha ido dejando atrás, varias de sus consecuencias todavía siguen estando presentes de alguna u otra forma en la vida diaria. Por ello no resulta extraño que empecemos a ver películas que se ubiquen durante este tumultuoso periodo y si alguien como Kevin Williamson (guionista de “Scream”) lo utiliza para un slasher por supuesto que me va a generar interés, al final de cuentas esa es su especialidad y con Sick lo deja en claro.

Ya que lo traído por Hyams es un slasher con toda la esencia de aquellos que proliferaron a finales de los 90s, al grado de que su introducción hará recordar a la de Scream por varias similitudes que tiene para establecer rápidamente la peligrosidad del asesino. Una decisión inteligente si tomamos en cuenta que esos dinámicos diez minutos iniciales son seguidos de una media hora en la que realmente no pasa mucho y lo más llamativo es la exposición de situaciones con las que el espectador pueda sentir cierta familiaridad en lo que se refiere a la seriedad con la que cada persona vivió esos primeros meses caóticos de la pandemia.

Lo cual no suena nada atractivo y ciertamente no lo es; sin embargo, dichos treinta minutos tampoco son tan aburridos como para arruinar el visionado e incluso cuentan con algunas secuencias que ayudan a ir generando la sensación de peligro necesaria para cuando inicie el caos.

Uno que llega de la mejor manera posible y prácticamente en automático cambia por completo las cosas al entrar a una serie de peleas o persecuciones muy bien realizadas que imprimen un ritmo agil y muchísima intensidad sin que el conteo de muertos sea para nada alto. Y lo mejor de esto es que dicho frenetismo lo mantienen durante todo el segundo acto, logrando así que la tensión alcance niveles importantes y por lo consiguiente el riesgo para las protagonistas sea muy palpable a pesar de que se utilizan muchos de los clichés habituales en los slasher que ya nos sabemos de memoria.

Así llegamos a la parte final en donde las cosas se tranquilizan un poco con la revelación del motivo que hay detrás de la matanza. El cual tiene mucho sentido, pero la manera en la que lo presentan es un tanto absurdo y sobre elaborado; aunque igualmente cuenta con algunos momentos potentes que valen la pena.

De las actuaciones hay que decir Gideon Adlon hace bien su trabajo como una cuasi “final girl” y el resto del elenco es el complemento idóneo para ella. En cuanto a producción también vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje no presenta nada particularmente llamativo.

Opinión final: Sick me entretuvo. Slasher efectivo con el que pasarán un buen rato.

Ojometro:
***

martes, 14 de febrero de 2023

Crítica: Knock at the Cabin (2023)

Película dirigida por M. Night Shyamalan (The Sixth Sense, The Visit), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steve Desmond y Michael Sherman. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos el pasado 3 de febrero, recaudando hasta la fecha $36.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de vacaciones, una niña y sus padres son tomados como rehenes por un grupo de extraños armados que les advierten que tendrán que tomar una difícil decisión para evitar el apocalipsis.


Comentarios generales:

Gracias a la serie de Servant hemos visto disminuir un poco la polémica que siempre rodea a M. Night Shyamalan y por lo mismo sus últimos trabajos no han estado bajo el escrutinio extremo que se acostumbra. Algo que sin duda hizo que Knock at the Cabin pasara un tanto desapercibida en el radar de muchas personas y por lo cual las expectativas sobre esta no eran tan grandes; de hecho, me atrevería a decir que eran las más bajas que recuerde para una película del polémico director y eso probablemente le termina beneficiando de cierta manera porque es su trabajo más “simple”.

Y es que en esta ocasión Shyamalan no se anda con rodeos y nos lleva a la problemática central en cuestión de minutos para que así el grupo de extraños resulte una amenaza peculiar con la que el espectador sienta que en todo momento puede ocurrir cualquier cosa y no solo en el final como es la costumbre con el director. Logrando con esto que una historia que se sustenta más en los diálogos que en la acción pueda ser extremadamente tensa desde el primer acto y con ello ir construyendo una dinámica en la que ambos bandos proporcionan razones de peso como para que nunca se esté totalmente seguro sobre si lo que ocurre en verdad está ligado con un evento apocalíptico o si solo se trata de un crimen de odio por parte de un grupo de locos religiosos.

Algo que por cuestiones obvias se va esclareciendo con el paso de los minutos, pero mientras la duda permanece lo que vemos en pantalla es interesante; en especial una vez que se eleva el nivel  de intensidad por medio de una primera muerte que inmediatamente cambia la atmósfera a una mucho más perturbadora. Sin embargo, conforme se obtiene más claridad rumbo a la mitad del filme las acciones se vuelven redundantes y por lo consiguiente el ritmo empieza a caer de manera importante, no tanto como para impedir que las escenas de impacto dejen de funcionar, pero si para que la experiencia ya no tenga esa tensión a tope que predominaba al inicio.

Provocando con esto que para la parte final nos quedemos frente una serie de sucesos un tanto aburridos cuyo principal propósito es ofrecer un mayor peso emocional ante las consecuencias de las decisiones de todos los involucrados, lo cual logran hasta cierto punto. Aunque en realidad siempre se te vende la idea de que algo más espectacular está por venir y por más que lo esperas esto nunca llega, dejando así un desenlace tanto coherente como frío.

Sobre las actuaciones diría que están bien, hay buena química en pantalla, aunque es Dave Bautista (Leonard) quien más destaca por medio de un personaje físicamente intimidante pero que transmite un temor enorme con todo lo que hace. Mientras que en producción vemos cosas pulidas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta efectivo.

Opinión final: Knock at the Cabin es aceptable. Película con cosas interesantes que simplemente no sabe cómo redondear su concepto. 

Ojometro:
***

viernes, 10 de febrero de 2023

Crítica: Viking Wolf (2023)

Producción noruega dirigida por Stig Svedsen, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Espen Aukan. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 3 de febrero.

Sinopsis:

Thale (Elli Rhiannon Müller Osborne) se acaba de mudar a un pequeño pueblo por el nuevo trabajo de su madre en la policía local y después de presenciar un brutal asesinato se vuelve un testigo clave. Ahora toca investigar quien lo hizo y todo indica que fue un… ¿lobo?


Comentarios generales:

Noruega no suele producir mucho cine de terror, pero cuando alguna película de aquel país logra hacerse de cierta presencia internacional por lo regular deja buenas sensaciones. Por ello Viking Wolf llamó rápidamente la atención debido a que se pensaba que podría ofrecer algo peculiar en un subgénero que siempre es complicado; sin embargo, al final solo se quedó en algo con buenas intenciones.

Esto porque lo presentado por Svedsen es una película de hombres lobo promedio, donde nada es terrible pero tampoco memorable y eso hace que la historia tarde bastante en generar interés debido a que no existe ningún tipo de intención de salirse del librito. Lo cual resulta en un primer acto un tanto desabrido debido a que después del primer ataque la atención se centra en el trauma de Thale para tratar de generar una atmósfera depresiva, pero al ser un personaje tan vacío esto termina aburriéndote y como efecto colateral también afecta el propio desarrollo de la investigación paralela que simplemente se vuelve monótona y profundiza muy poco con respecto al pasado de la criatura.

Siendo hasta el segundo acto cuando las cosas empiezan a tomar un mejor rumbo, principalmente porque por fin se expone al hombre lobo y con ello mejora el ritmo, así como el nivel de intensidad. Un cambio que se agradece ya que, aunque no se logran resolver del todo las problemáticas previas, si ayuda a que los sucesos resulten un poco más dinámicos a pesar de que el misterio es demasiado predecible. Además de que con el pasar de los minutos la propia situación de Thale por lo menos logra proporcionar cierto grado de tensión para que el camino rumbo a la parte final no se sienta tan pesado.

Una parte final que en general se puede decir que es lo más entretenido debido a que es aquí cuando ya no se tienen problemas con mostrar al licántropo en pantalla de manera prolongada y por lo consiguiente esto hace que exista mayor violencia sin que se exponga nada realmente crudo. Dejando todo puesto para un desenlace que trata de tener cierto peso emocional y ofrece un cierre abierto a la interpretación.

En lo que respecta a las actuaciones la verdad es que Elli Rhiannon Müller Osborne no te transmite nada, mientras que Liv Mjönes (Liv) hace un trabajo correcto. Y en cuanto a producción, tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos a base de CGI no son tan convincentes y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Viking Wolf está ok. Película genérica de hombres lobo para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

martes, 7 de febrero de 2023

Crítica: There's Something Wrong with the Children (2023)

Película dirigida por Roxanne Benjamin (Southbound, XX), cuyo guión fue co-escrito por T. J. Cimfel y David White. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero y está programada para estrenarse en MGM+ el próximo 17 de marzo.

Sinopsis:

Una pareja realiza un viaje de fin de semana junto con unos viejos amigos y sus hijos, aunque tras desaparecer durante la noche en el bosque el comportamiento de los niños cambia de manera radical y cosas inquietantes empiezan a suceder.


Comentarios generales:

Blumhouse se ha vuelto un titán dentro del cine de terror y por ende tiene múltiples acuerdos para producir películas en distintos medios; sin embargo, el estigma de que no pone demasiado esfuerzo en las producciones que realiza para TV es uno que cada vez crece más y más. Así que There's Something Wrong with the Children significaba una nueva oportunidad para tratar de terminar con dichos cuestionamientos gracias a que el proyecto en si lucía muy prometedor, pero honestamente con este resultado final será muy difícil que los eviten.

Y es que lo traído por Roxanne Benjamin deja mucho que desear al traernos una historia que se vende como una de terror cuando en realidad lo que menos interesa durante un 90% del metraje es presentar cosas que… bueno… sean de terror. Esto porque lo que vemos se sustenta en un periodo de construcción demasiado largo sobre problemas ligados al matrimonio y cómo la paternidad invariablemente puede llegar a presentar complejidades dentro de este, además de que de manera muy pertinente también se inserta un tema de salud mental con uno de los personajes (Ben) que jugará un papel relevante más adelante.

Temas que sin duda no suelen ser tan comunes en películas como estas y que le añaden mayor sustancia, pero lo cierto es que conforme pasan los minutos se empieza a perder interés considerando que los van estirando de manera innecesaria bajo un ritmo cansino y opacan por completo lo que rodea al extraño comportamiento de los niños. Lo cual para el segundo acto se empieza a desarrollar de manera tímida bajo ideas diseñadas con el único propósito de explotar la salud mental de Ben y con ello buscar generar dudas sobre si lo que vemos es verdad o mentira, tratando así de ocultar la carencia de escenas complementarias que den cierta idea de lo que verdaderamente les ocurrió.

Un recurso que lamentablemente no funciona y obliga que en los últimos 20 minutos se trate de solucionar todo de manera inefectiva. Incrementando el nivel de violencia con muertes que no se ven en pantalla y acelerando las acciones de forma tan abrupta que el desenlace no te ofrece ningún tipo de respuesta concreta con respecto al misterio de los niños.

Las actuaciones diría que son lo más destacado de la película, sobre todo las de Alisha Wainwright (Margaret) y la pequeña Briella Guiza (Lucy) que por momentos puede ser muy aterradora con una simple expresión. Y en cuanto a producción tiene algunas cosas buenas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada llamativo, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son muy complejos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: There's Something Wrong with the Children es decepcionante. Película con poco para destacar que olvidarán en un par de semanas. 

Ojometro:
**

viernes, 3 de febrero de 2023

Crítica: Kids vs. Aliens (2023)

Película dirigida por Jason Eisener (V/H/S/2), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a John Davies. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una de las mejores fiestas de adolescentes de todos los tiempos se ve interrumpida cuando los aliens atacan, obligando a dos hermanos en guerra a unirse para poder sobrevivir la noche.


Comentarios generales:

Cuando vi por primera ocasión el trailer de Kids vs. Aliens no me llevé precisamente la mejor impresión debido a que no parecía un proyecto tan pulido, aunque una vez que supe que era un spin-off del corto “Slumber Party Alien Abduction” que se vio en "V/H/S/2" las sensaciones cambiaron de manera importante. En gran medida porque siempre me resulta curioso el poder ver cómo alguien expande su idea original tomando en cuenta que no es algo precisamente sencillo y aquí podemos notar eso.

Y es que lo presentado por Jason Eisener no me atrevería a decir que es malo, pero el tono adolescente que en un cortometraje se puede digerir sin demasiados contratiempos aquí resulta fastidioso y eso hace que la historia como tal pierda mucho. En especial durante un primer acto con situaciones genéricas que, entre el comportamiento over the top de los personajes y un humor un tanto bobo, jamás terminan por generarte gran interés y además estas resultan tan dominantes en el desarrollo que el tema de los aliens queda relegado en un segundo plano con cosas que daba igual si estaban presentes o no en pantalla.

Afortunadamente una vez llegados los 35 minutos de metraje se da un cambio para bien debido a que finalmente se explota a los aliens sin temor alguno y, contrario a lo que se pudiera llegar a pensar, el nivel de violencia incrementa de manera considerable. No tanto como para decir que se trata de un gorefest, pero si para poder hacer olvidar un poco el tono previo por medio de una problemática que no se encuentra exenta de cosas absurdas y claramente por momentos no tiene mucho sentido; sin embargo, es lo suficientemente caótica como para ayudar a imprimir un ritmo ágil que haga entretenido lo que estás viendo.

Dejándote así ante una parte final que no quita el pie del acelerador e incluso muestra un poco más de desarrollo con los personajes para tratar que el desenlace cuente con un mayor peso emocional, aunque dentro todo lo que ocurre jamás se te brinda algún tipo de explicación con respecto a la presencia de los aliens y en general el cierre (pensado para una evidente secuela) te deja con una marcada sensación de vacío.

En cuanto a las actuaciones tenemos unas bastante caricaturescas que necesitan de un gusto muy especifico para agradarte por completo. Mientras que en producción nos encontramos una que ronda con el cine serie B: el trabajo de fotografía tiene sus detalles, la dirección de arte no está mal, el score no resalta, el trabajo de sonido es bueno, los efectos prácticos cumplen su objetivo y la labor de maquillaje no es precisamente la mejor. 

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Kids vs. Aliens está pasable. Película con un tono muy adolescente que no será del agrado de todos, pero sirve para pasar el rato.

Ojometro:
***