domingo, 29 de mayo de 2016

Crítica: The Ones Below (2016)


Primer largometraje del director David Farr, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido el pasado mes de marzo e hizo lo propio este 27 de mayo en los Estados Unidos, donde también está disponible en VOD.

Sinopsis:

Una pareja que se encuentra esperando a su primer hijo descubre una increíble diferencia entre ellos y la nueva pareja de vecinos que recién se acaban de mudar al departamento de abajo, quienes también esperan a su primer hijo.



Comentarios generales:

Sinceramente no sabía que esperar de The Ones Below debido a que su premisa era muy vaga y podía ir hacia diferentes direcciones, algunas interesantes, pero otras no tanto. Por lo cual no llamaba mi atención a pesar de contar con un nombre que en años recientes se convirtió en un rostro conocido para muchos de nosotros y aunque al final no me pareció un desperdicio, ciertamente no es una película que vaya a quedar grabada en la memoria colectiva con el paso de los años.

Esto porque lo que nos regala Farr es un thriller poco arriesgado en el que uno como espectador nunca se ve expuesto a situaciones que lo tomen con la guardia baja gracias a lo increíblemente anunciado que resulta todo; aunque para ser sincero, el primer acto no está nada mal. En gran medida porque la historia en esta parte resulta interesante, con dos parejas que viven la misma situación de manera muy distinta y cuyas interacciones logran ofrecer unos momentos de tensión elevadísima sin tener que recurrir a elementos de impacto; algo que sin duda es de aplaudir, ya que cuando llega el acontecimiento que cambiará por completo la dinámica de las cosas uno tiene muchas preguntas con respecto a los nuevos vecinos únicamente por estos breves minutos y quieres ver como se resuelven.

Lo cual nunca se da, ya que lamentablemente lo que se logra construir en la primera media hora termina quedando en el olvido durante el segundo acto debido a que el director decide no profundizar con respecto a su pasado para dar paso a las dificultades de la pareja protagonista en su etapa como padres y el sucesivo deterioro mental del Kate. Todo bajo un ritmo bastante cansino que no solo vuelve complicado el involucrarte de lleno con lo que ocurre, sino que además provoca que los siniestros planes de los vecinos sean en extremo obvios y con ello la sensación de misterio desaparezca por completo.

Ante esto la parte final considero que se vuelve muy predecible. Por un momento si logran provocar cierta duda, sin embargo, es tan evidente lo que va a ocurrir por lo sucedido previamente que termina costando mucho trabajo el poder generar suspenso y, sobre todo, angustia por lo que le pudiera ocurrir al bebé.
 
Las actuaciones son el punto fuerte de la película, tanto Clémence Poésy (Kate) como David Morrissey (Jon) hacen una gran labor; la primera por la locura que refleja y el segundo porque mantiene una presencia impresionante cada que sale, logrando con muy poco una sensación de peligro constante. La producción es ciertamente discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, cuenta con un trabajo de sonido limpio y toda la cuestión de efectos/maquillaje es ínfima.

Opinión final: The Ones Below es un thriller decente. Tiene sus buenos momentos, pero nunca da ese paso para convertirse en un must-see.

Ojometro:
***

miércoles, 25 de mayo de 2016

Crítica: The Horde (2016)


Película dirigida por Jared Cohn (Little Dead Rotting Hood) y escrita por Paul Logan, quien además es el protagonista del filme. Se estrenó en VOD el pasado 6 de mayo dentro de los Estados Unidos y Canadá, pero aún no hay información sobre su salida en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

John Crenshaw (Logan) es un ex SEAL que acompaña a su novia y a los alumnos de ella durante un fin de semana en el bosque para tomar fotos de la naturaleza. Todo era un simple viaje educativo, pero pronto se convertirá en una auténtica pesadilla cuando una horda de desfigurados mutantes humanos con un insaciable gusto por la sangre los empiecen a cazar.



Comentarios generales:

Nunca pensé que fuera a escribir “Rambo conoce Wrong Turn” para describir una película, pero simplemente no existe ninguna otra mejor manera para hacerlo. Así que, si por alguna extraña razón su sueño era ver una combinación de este tipo, ¡felicidades! The Horde es lo que buscan: un show escrito por Paul Logan, actuado por Paul Logan y cuyo publico principal es… Paul Logan.

Y es que la verdad no tienen que pasar ni 15 minutos para darnos cuenta que la única encomienda de Cohn es hacer lucir a su protagonista como sea, lo cual lo obliga a regalarnos un primer acto de bostezo. Donde básicamente todo se limita en presentar a unos personajes completamente estereotipados durante 35 minutos a base de diálogos muy huecos y a una pelea cuyo único objetivo es hacer lucir a John Crenshaw como el Rambo moderno; de ahí en fuera no hay más, uno tiene que esperar con mucha paciencia hasta que ocurra algo distinto mientras uno de los estudiantes se encarga por todos los medios, y de manera bastante desesperante, que en verdad lo odies para que así su muerte sea algo de lo gratificante durante la segunda mitad.

Una que transcurre sin muchas complicaciones al despachar rápidamente a la mayoría de los estudiantes y así dar paso a la cacería infinita de mutantes, que es en realidad la razón por la que existe la película. Aquí no esperen una explicación muy elaborada sobre el pasado de estos seres que habitan en el bosque (la que hay es mínima), ni tampoco una generación de tensión o suspenso muy grande; simplemente se trata de disfrutar la acción a un ritmo fluido mientras el héroe mata a los malos de manera más o menos creativa. Además de que la muerte del estudiante desesperante que mencione anteriormente vale la pena, ya que es el único momento de impacto con el que se cuenta.

La parte final no cambia mucho de lo visto previamente. Obvio al estar todo tan cargado de un solo lado se vuelve complicado el poder construir un conflicto lo suficientemente sólido que atrape al espectador y, aunque le añaden un (muy predecible) giro, la verdad su conclusión resulta poco emocionante.  

Las actuaciones son malas en general, Logan parece un robot sin expresiones y el resto del elenco opera en la exageración total. La producción resulta aceptable para lo que es: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es en exceso repetitivo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son sólidos y la cuestión de maquillaje es algo decepcionante al tratarse de una historia sobre mutantes (realmente solo un par muestran gran elaboración).

Opinión final: The Horde es una película del montón que contiene muchas muertes. Mejor espérenla hasta que inevitablemente se empiece a transmitir en TV.

Ojometro:
** 

domingo, 22 de mayo de 2016

Crítica: The Witch (2016)


Película escrita y dirigida por Robert Eggers, quien hace su debut en el género. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, pero a México recién llego el pasado 19 de mayo; recaudando hasta la fecha $33.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Nueva Inglaterra, 1630: Un matrimonio de cristianos devotos son expulsados de su comunidad junto con sus cinco hijos. Ya establecidos justo a las afueras de un tenebroso bosque, el miembro más pequeño de la familia desaparece de manera misteriosa y con ello inicia la debacle familiar, siendo la hija mayor, Thomasin (Anya Taylor-Joy), el centro de todas las culpas.



Comentarios generales:

Generalmente me propongo el no tener expectativas tan altas para cualquier película debido a que en muchas ocasiones eso suele perjudicar la experiencia, pero en el caso de The Witch me resultó complicado cumplir con esta regla simplemente porque el tráiler me emocionó en exceso. Obvio esto me generaba dudas, pero para mí buena suerte lo que me encontré es una de las experiencias más gratificantes de los últimos años; la cual nunca toma los caminos convencionales para llevar al espectador a un viaje que le causará de todo, menos indiferencia.

Esto porque Eggers lo que busca en todo momento es mantener un realismo apabullante para una historia que, por estar basada en documentos históricos, lo exigía a gritos; obligándolo a realizar un primer acto extremadamente metódico y con un ritmo pesado que a más de uno le ocasionará dolor de cabeza. Donde su principal objetivo es ir sembrando pequeños conflictos entre unos personajes obsesionados con la religión por medio de una desaparición que, al mismo tiempo, también se utiliza como el pretexto perfecto para jugar un poco con la realidad y la perturbadora fantasía; provocando así la duda sobre si lo que ocurre es en verdad producto de las malas intenciones de una bruja o si no solo se trata de una familia que ya se vio rebasada mentalmente por su precaria situación.

Ya llegados los 35/40 minutos la tensión empieza a crecer y el director, en lugar de irse por el camino fácil de incluir puros elementos fantásticos basados en el folklore de la época, opta por hacer una impresionante disección de un conflicto familiar lleno de mentiras, traiciones, paranoia, miedos y desconfianza que resulta doloroso de ver. Obteniendo así escenas muy potentes en las que no se necesita de sangre o violencia gráfica para que provoquen gran impacto, las cuales además siguen contribuyendo para ir inflando una burbuja que explotará en cualquier momento para darle un sentido definitivo a un terror que incluso en este punto no sabes a ciencia cierta si tiene un sustento fantástico detrás (a pesar de que existen sutiles pistas por aquí y por allá para sacar una conclusión sólida).

También hay que agregar la tremenda atmósfera que se logra construir. La película es visualmente impecable, hermosa a su modo; lo cual convierte al trabajo de fotografía en una parte fundamental para que el espectador se sienta atrapado en un escenario depresivo, donde todo el tiempo existe esa sensación de que “algo” se encuentra vigilando las acciones y como consecuencia generando una fuerte dosis de suspenso.

Sin embargo, todo lo anterior no tendría mucho sentido si no fuera por lo que ocurre en el acto final. Aquí es donde The Witch cambia de ritmo para explotar la burbuja de manera brutal, presentando un nivel de locura impresionante y una adecuada cantidad de sangre que terminan por abrir el camino hacia una conclusión muy oscura que implica algo mucho más grande de lo que esperas.

Sobre las actuaciones puedo decir que todos están geniales, realmente era muy fácil caer en lo cómico dada la naturaleza fanática de los personajes y aún así cada uno de los actores logra mantener un balance adecuado para no hacerte reír. La producción es de muy buena factura para el presupuesto con el que contó (3.5 millones de dólares): la fotografía es espectacular, la dirección de arte perfecta, el score es potente, el trabajo de sonido bien cuidado, los efectos son prácticos en su mayoría y el trabajo de maquillaje discreto.

Opinión final: The Witch es estupenda. Ciertamente no es para todos (varios la van a odiar), pero sin temor alguno puedo decir que se trata de la película definitiva sobre brujas.

Ojometro:
*****

viernes, 20 de mayo de 2016

Crítica: KILD TV (2016)


Película dirigida por William Collins y escrita por Channing Whitaker. Se estrenó directamente en DVD y Blu-ray dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de marzo y semanas después en VOD, pero aún no existe información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

El equipo encargado de transmitir un show de terror sobre asesinos seriales dentro de una televisora local vivirá su peor pesadilla cuando una noche se queden atrapados con uno de verdad dentro de sus instalaciones.



Comentarios generales:

“Nunca juzgues algo por su envoltura”. Una regla básica que te enseñan desde pequeño y aún así resulta complicado cumplirla por diferentes motivos, sobre todo dentro de un género en donde las probabilidades de sentirte estafado son increíblemente altas. Es por eso que cuando llegó el momento de ver KILD TV estaba un poco temeroso, su “envoltura” no era precisamente la más atractiva y para incrementar las dudas se trataba de un slasher, pero al final me he encontrado con una grata sorpresa.

Esto porque Collins y Whitaker no pretenden reinventar el género u ofrecer una película que destaque por su originalidad, simplemente lo que quieren es que el espectador se pase un rato agradable utilizando de manera correcta elementos conocidos para contar una historia cuyo principal acierto es alejarse por completo de los adolescentes y centrarse en adultos. Ofreciendo una primera mitad en donde el propósito no solo es establecer el peligro (lo cual hacen de manera inmediata), sino brindar una visión realista sobre la producción de un show y por medio de este ir desarrollando la personalidad de personajes que, en el papel, son más inteligentes que los chicos calenturientos; además de elaborar excusas lo suficientemente creíbles que justifiquen ciertos contratiempos que se presentarán más adelante.

Todo bajo un ritmo muy fluido que nunca cambia y que el director maneja de gran manera debido a que, si bien hay muertes, estas no son el punto central (al menos no durante los dos primeros actos); evitando así que la película caiga en lo repetitivo y se puedan incluir otros temas como la dificultad para poder diferenciar la realidad de la ficción. Igualmente, con esto se le da mucha más prioridad al misterio en torno a la identidad del asesino, algo que para muchos puede que no sea relevante, pero que en esta ocasión es determinante para que el espectador no se aburra y se involucre mucho más con los personajes gracias a que la construcción de situaciones para generar dudas está muy bien cuidada.

En la parte final es donde se vuelve un slasher más en forma con la revelación de la identidad asesino, la cual sacan a relucir justo en el momento indicado antes desde que sea vuelva obvia. Presentando varias muertes y un desenlace con la dosis de sangre suficiente para satisfacer a todo el mundo.

Las actuaciones no están nada mal, todas son más o menos del mismo nivel y cumplen con su objetivo; aunque probablemente D.C. Douglas (Milton) sea el que más destaque por ser el que toma en mando durante la segunda mitad. La producción es discreta, incluso luce más como de un show de TV de los 90s: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es sólida, el score cumple, los efectos prácticos están bien hechos y el trabajo de maquillaje no presenta mayores complicaciones.

Opinión final: KILD TV es sumamente entretenida. Una película que no aporta nada nuevo, pero que hace prácticamente todo bien para justificar su visionado.

Ojometro:
****

miércoles, 18 de mayo de 2016

Crítica: The Offering (2016)


Co-producción singapurense/estadounidense escrita y dirigida por Kevin Tong (The Maid). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de mayo, mientras que su salida en DVD se encuentra programada para el próximo 7 de junio.

Sinopsis:

Cuando la exitosa reportera Jamie Waters (Elizabeth Rice) se entera que su hermana ha muerto de manera misteriosa, rápidamente viaja a Singapur para obtener respuestas. Ya estando ahí, ella descubrirá una serie de misteriosas muertes que parecen estar ligadas con la de su hermana y se verá forzada a unir fuerzas con su ex cuñado para combatir algo que va más allá de su comprensión.



Comentarios generales:

Es muy común que producciones de países que se aventuran por primera ocasión dentro del género de terror se inspiren en trabajos conocidos del cine estadounidense o, más recientemente, del japonés. Se trata de una práctica a la cual uno se acostumbra y entiende; sin embargo, también hay una delgada línea entre la inspiración y la copia descarada, una que con The Offering su creador cruza de manera constante con la esperanza de que algo funcione para darle sentido a su exceso de ideas.

Y es que lo que nos regala Tong durante 90 minutos es un copy-paste de escenas de diversas películas maquilladas con una historia que te vende la idea de que trata sobre exorcismos, pero en realidad durante toda la primera media hora se maneja más como una de casas poseídas en donde realiza un proceso de investigación que retará su paciencia. En serio, durante todo este lapso el espectador se ve bombardeado por múltiples preguntas que únicamente son tratadas de manera superficial mostrando a los personajes leyendo cualquier cosa (emails, libros, cartas, sitios web, historiales médicos, documentos, etc.) mientras que por su parte una niña que solo sabe decir una palabra tiene que lidiar con espíritus para así poder sacar algunos sustos fáciles que te recuerden que se trata de un filme de terror. Todo esto mientras no entiendes cómo diablos tiene que ver una cosa con la otra.

Ya para la segunda mitad la película toma un poco más de forma y se le integra el que es, tal vez, el elemento más original al revelar un demonio que pretende regresar a la vida por medio del internet. Un tanto absurdo sí, sobre todo porque los combinan con temas religiosos, pero al menos sirve como la vía para que toda la tediosa investigación previa tome rumbo y los personajes secundarios tengan algo de relevancia; además de que es a partir de aquí cuando el ritmo aumenta de manera ligera e incluso se logra generar una atmósfera sólida. La cual se ve aderezada con algunas muertes de un impacto considerable.  

La parte final es la más descarada debido a que es prácticamente una calca de The Conjuring y probablemente por eso es lo mejor de la película, ya que toda la tensión ausente en los primeros dos actos sale a relucir aquí. En general es un despliegue de efectos bien logrado que termina dándole una conclusión decente, a pesar de que el tema cibernético queda en el olvido.

Las actuaciones son muy huecas, realmente Rice y el resto de los secundarios tienen muy poco para trabajar (un 50% de lo que hacen es leer); aunque si debo de decir que la niña es por mucho una de las más odiosas que recuerde en los últimos años. La producción es simple: el trabajo de fotografía no es nada del otro mundo, la dirección de arte no resalta, el score está ok, tiene un trabajo de sonido ciertamente cuidado, los efectos son muy simples (con excepción de los últimos 5 minutos) y el trabajo de maquillaje es bastante básico.

Opinión final: The Offering es una propuesta muy floja. Había cierto potencial, pero se quedó en una simple serie de copias.

Ojometro:
**

domingo, 15 de mayo de 2016

Crítica: Most Likely to Die (2016)


Película escrita por Laura Brennan y dirigida por Anthony DiBlasi (Last Shift). Se estrenó en VOD y de manera limitada en cines este 13 de mayo dentro de los Estados Unidos, pero aún no hay ninguna información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de antiguos compañeros de clase realizan una fiesta la noche previa a la reunión por los 10 años de su graduación de la preparatoria. Entre risas y algunos conflictos todo avanza con normalidad, hasta que uno por uno empieza a ser brutalmente asesinados acorde a sus predicciones en el anuario.



Comentarios generales:

Cuando uno de los puntos de venta de un filme es el “espectacular debut de Perez Hilton” difícilmente puedes tomarlo en serio debido a que, si eso es uno de sus highlights, entonces el resto debe de ser simple y sencillamente atroz. Por lo general eso sería motivo suficiente para alejarme; sin embargo, el nombre de Anthony DiBlasi hacía imposible que no le diera una checada debido a que su último trabajo (Last Shift) fue magnífico y gracias a eso existía una ligera esperanza de poder ver algo que me sorprendiera, pero ni siquiera él pudo hacer de Most Likely to Die algo que valiera la pena.

Esto porque se trata de una película con una falta de identidad enorme, cuya historia tiene una idea central más o menos interesante con la cual el director puede trabajar, pero que con el paso de los minutos se va diluyendo en algo completamente irrelevante ante el desarrollo tan extraño con el que cuenta. Ya que a pesar de que la introducción te la pinta como un slasher potencialmente sangriento, lo cierto es que todo el primer acto es un somnífero de esos pesados, donde por un poco más de 30 minutos lo único que te encuentras son conflictos amorosos y anécdotas del pasado que tienen como propósito darte una idea sobre quienes podrían morir e incluso una pista muy concreta sobre la posible identidad del asesino.

Ya llegado el segundo acto las cosas empiezan a tomar un ritmo un poco más ágil, pero en una decisión por demás extraña, justo cuando el caos esta por estallar, se decide relajar nuevamente el ambiente. De pronto te encuentras con personajes que se ponen a platicar sobre romances adolescentes o que van al baño en lugar estar en total pánico, lo cual vuelve muy complicado el involucrarte en la dinámica forzada de slasher; esto a pesar de que existen dos que tres muertes muy bien realizadas (una utilizando un birrete de manera muy original). Es como si todo se sintiera ajeno donde ocurre una masacre, pero por grandes lapsos eso no es precisamente lo más importante.

La parte final es muy flojita. Realmente no es complicado descifrar quien es el asesino y, aunque hacen el intento por ocasionarte dudas, dichos esfuerzos se quedan cortos ante el pobre desempeño de los actores y el poco suspenso generado.

Las actuaciones son bastante malas y, sobre todo, exageradas; aunque Heather Morris (Gaby) por momentos ofrece cosas interesantes como la potencial “final girl”. La producción es muy discreta: el trabajo de fotografía no es de lo mejor, el score es muy repetitivo, está bien editada y el trabajo de sonido es aceptable; lo único realmente destacado son los efectos (prácticos en su mayoría), los cuales proporcionan un par de muertes muy llamativas.

Opinión final: Most Likely to Die es bastante mala. Salvo por algunas muertes, realmente no ofrece nada para que inviertan su valioso tiempo en ella.

Ojometro:
**

jueves, 12 de mayo de 2016

Crítica: The Other Side of the Door (2016)


Película dirigida por Johannes Roberts (Hellbreeder), quien además es co-escritor del guión junto a Ernest Riera. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos en el mes de marzo, mientras que en México hizo lo propio durante el 6 de mayo; recaudando hasta la fecha $10.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de que su hijo muriera en un trágico accidente, María (Sarah Wayne Callies) se entera de un antiguo ritual para traerlo de vuelta y así brindarle su despedida final. Para ello tiene que viajar a un templo donde una puerta sirve como un misterioso portal entre los dos mundos; sin embargo, cuando ella viola la regla de no abrirla, el balance entre la vida y la muerte se verá perturbado.



Comentarios generales:

Sinceramente cuando salió la primera información sobre The Other Side of the Door mi reacción fue muy tibia debido a que la película lucia increíblemente familiar a otros tantos trabajos anteriores y encontrar algo diferente parecía complicado de lograr. Todo esto cambio cuando me puse a investigar un poco más y supe que estaba ligada con temas de la cultura hindú, a partir ese momento fue cuando llamó mi interés de manera importante; aunque al final terminó siendo un trabajo sin demasiadas sorpresas.

Y es que lo que nos trae Roberts es una historia que para muchos será complicada de digerir, no tanto por su complejidad o rareza, sino porque más bien se trata de una cuyo principal atractivo radica en la mezcla de dos culturas (occidental e hindú) que en algún punto provocarán un suceso aterrador gracias a las diferentes formas en las que lidian con la muerte. Una mezcla que por momentos funciona y por otros no, teniendo como resultado un primer acto ciertamente pesado, el cual se sustenta principalmente en un lado más espiritual que hace que las cosas avancen de manera lenta mientras el espectador tiene que adquirir empatía hacia esta pobre mujer a la que el mundo se le vino encima tras la muerte de su hijo en muchos sentidos y que comete un error hasta cierto punto entendible.

Ya para el segundo acto la película entra en un territorio más familiar y debo de decir que el director logra construir una atmósfera oscura bastante interesante, donde utiliza trucos y sustos fáciles de rutina, pero también se encarga de implementar una dinámica adecuada para seguir entrelazando el tema cultural y de los mundos con el propósito de no caer en lo repetitivo; brindándole así un buen ritmo a las cosas. Además de que le añade una dosis considerable de suspenso por medio del espíritu del hijo, el cual ciertamente es mucho más amenazante de lo que esperas.

Lamentable todo esto no se ve redondeado por momentos de impacto memorables, ya que a pesar de que el filme tiene elementos de sobra para ofrecerlos (sobre todo en el aspecto visual), realmente nunca estalla en este tema; manteniendo todo de manera mucho más íntima y solo recurriendo a algunas pocas escenas con alguno que otro efecto producto del CGI.

La parte final es por mucho la más intensa al involucrar una posesión con la cual pueden jugar con el estado mental de María y añadir un poco de violencia para construir un desenlace potente que ciertamente no te esperas e, incluso, proporciona una última escena que te brinda una respuesta ligada a un punto vital de la película.

Las actuaciones son bastante sólidas, obviamente Sarah Wayne Callies es quien se lleva todos los reflectores en su papel de madre angustiada y potencialmente loca, pero la que termina destacando realmente de manera sorpresiva es la pequeña Sofía Rosinsky (Lucy); quien, a diferencia de otros niños actores, muestra bastante naturalidad. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es excelente, el trabajo de sonido limpio, los efectos cumplen y el trabajo de maquillaje no presenta mayores complicaciones.

Opinión final: The Other Side of the Door está ok. Es bastante genérica, pero tiene algunas cosas que pueden agradarle a varios.

Ojometro:
***

lunes, 9 de mayo de 2016

Crítica: Bite (2016)


Película dirigida por Chad Archibald (Kill), quien comparte créditos junto con Jayme Laforest como co-escritor del guión. Se estrenó el pasado 6 de mayo de manera limitada en cines, VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Mientras se encuentra en su despedida de soltera en Costa Rica, Casey (Elma Begovic) es mordida por un insecto desconocido. Sin mayor novedad regresa a su hogar, pero una vez estando ahí empezará a sufrir de extraños malestares que poco a poco provocarán un perturbador cambio en su cuerpo.



Comentarios generales:

Los trabajos sobre transformaciones forman parte del género de terror desde prácticamente sus inicios y por ello es complicado ofrecer mucha variedad. Además, también es un subgénero que tiene que lidiar con el hecho de que al público por lo general solo le interesa un detalle (la transformación en sí), algo que provoca que muchos solo centren su atención en este punto y todo lo demás quede olvidado para regalar películas bastante vacías, pero visualmente llamativas; lo cual es el caso con Bite.

Iniciando como un tipo de found footage, Archibald invierte una cantidad de minutos adecuada para establecer no solo el origen de la mutación, sino también para añadir ciertos aspectos de drama que tendrán peso más adelante bajo el propósito de brindarle sustancia a la historia. Eso no está nada mal, pero tampoco evita que el primer acto sea uno bastante pesado y poco interesante; donde el personaje central empieza a experimentar de manera clara los efectos de la mordida por medio de algunos síntomas peculiares que terminan quedando de lado ante toda la increíblemente fastidiosa situación amorosa y el poco avance que presenta.

Son hasta pasados los 40 minutos cuando la película sube de intensidad con la primera muerte y aunque el ritmo semi-lento no cambia demasiado, esto ya no importa gracias a que es a partir de aquí cuando cada fase de la transformación de Casey resulta llamativa de ver. Todo esto gracias a que, si bien le dan mucha importancia a lo grotesco para conseguir así algunas escenas visualmente impactantes, también el director se enfoca mucho en su deterioro mental y posterior aceptación de su condición para así construir una situación compleja en la que uno no está totalmente convencido (al menos durante unos cuantos minutos) sobre si lo que hace es por convicción propia o si es su lado animal lo que la obliga a realizar dichas acciones.  

La parte final no está mal. Aquí es donde se utilizan los aspectos de drama sembrados al inicio para así justificar todo lo que ocurre y revelar en su totalidad la mutación; sin embargo, también dejan muchas cosas sin responder con respecto a esta. Ya que ciertamente no tiene mucho sentido que una mordida que se da en el agua termine evolucionando en este tipo de “cosa”.

En las actuaciones realmente la única que tiene un peso enorme es Begovic, quien conforme va a avanzando la película te va atrapando con su transformación y ya para los minutos finales le compras por completo su lado salvaje. La producción es bastante buena, sobre todo en el aspecto visual: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es estupenda, el score no es nada del otro mundo, los efectos son en su mayoría prácticos muy bien hechos y el trabajo de maquillaje, si bien no es tan espectacular como en otros trabajos similares, cumple de gran forma con el deterioro físico/mutación de la protagonista.

Opinión final: Bite esta aceptable. El aspecto de la transformación es lo que la salva, aunque es una lástima que todo lo demás sea tan olvidable.

Ojometro:
***

viernes, 6 de mayo de 2016

Crítica: Primal Shift (2016)


Película escrita y dirigida por Scott A. Matthews, quien hace su debut dentro del género. Salió directamente en formato físico durante el 24 de marzo en Alemania, pero aún no hay información sobre cuándo hará lo propio dentro de los Estados Unidos u otros mercados.

Sinopsis:

June (Stephanie Van Dyck) es una chica ingenua y socialmente reprimida que sale a la carretera con su novio Max (Jason Beaudoin). Todo está planeado para que sea un viaje romántico, pero cuando recogen a una desconocida y la matan accidentalmente dentro de su RV, June no podrá ocultar sus deseos por ver más sangre.



Comentarios generales:

Existen películas cuya premisa suele ser interesante, pero ya sea por cuestiones de presupuesto o por decisiones de su director nunca logran explotar ese potencial. Sin embargo, son pocos los casos en donde ambos factores terminan compartiendo responsabilidad de manera tan evidente como ocurre con Primal Shift: un trabajo en el que todo el tiempo sientes que hay una piedra en el camino cada vez que las cosas parecen tomar el rumbo adecuado.

Un problema que empiezas a notar prácticamente desde los primeros cinco minutos debido a que Matthews no realiza una presentación adecuada de los personajes, dejando todo al aire y provocando con esto que el primer asesinato presentado se sienta un tanto absurdo en lugar de representar un shock por las acciones de June, quien claramente es una chica inestable, pero nunca sabes por qué. Ante esto el primer acto avanza de manera acelerada, donde las interacciones entre la pareja son muy raras y su deseo por matar nunca te termina por convencer (las muertes son totalmente olvidables); además de que es a partir de este punto cuando el trabajo de edición empieza a hacer de las suyas con cortes de escena muy abruptos que en ocasiones les quitan sentido a algunas acciones.

Es pasando los treinta minutos cuando la película por fin logra tener estabilidad y un poco más de sustancia al integrar una historia alterna cuya principal meta es generar diversas emociones no solo por medio del drama familiar que involucra, sino también por la manera en la que va construyendo un inevitable encuentro entre todos los personajes. Brindándole así una tensión sólida y cambiando la manera en la que los asesinos se comportan; volviéndolos más precavidos, pero a la vez quitándole al filme la poca violencia y sangre presentada debido a que en este lapso realmente los asesinatos pasan a segundo término.

En la parte final es cuando las dos historias convergen y en cierto modo lo hacen de manera bastante natural. Incluso presentan un giro que no es nuevo, pero que cambia la dinámica de manera agradable; aunque lamentablemente no resulta del todo efectivo gracias a que las acciones de la hermana se sienten muy forzadas y porque realmente el espectador nunca logra sentir mucho apego por la pareja protagonista para como para que te afecte su situación.

Las actuaciones son aceptables, especialmente la de Van Dyck; quien por varios momentos logra ofrecer un grado de locura interesante pero que nunca logra explotar del todo. La producción es pobre: la edición deja mucho que desear, el trabajo de fotografía es apenas aceptable, el score está ok, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es prácticamente nulo.

Opinión final: Primal Shift termina siendo decepcionante. Uno de esos casos en donde un poco más de dinero o experiencia hubieran marcado diferencia.

Ojometro:
**


martes, 3 de mayo de 2016

Crítica: Serial Kaller (2016)


Película dirigida por Dan Brownlie, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Dani Thompson (la protagonista del filme). La película salió en DVD y VOD durante el pasado 26 de enero dentro de los Estados Unidos y el Reino Unido.

Sinopsis:

Las chicas de Babealicious TV son las mujeres que todo hombre tiene en sus sueños, pero cuando la obsesión de uno de sus televidentes se torna en furia y odio, todas ellas empezaran a desear haberse dedicado a otra profesión.



Comentarios generales:

Existen subgéneros que presentan más complicaciones que otros, pero si hay uno que es considerado como el más básico y hasta cierto punto “sencillo” es el slasher. Ahí podrás hacer buenas o malas películas, pero su estructura está pensada para que sea casi imposible poder realizar un trabajo aburrido porque siempre encontrarás algo que te termine entreteniendo; sin embargo, de vez en cuando salen atrocidades que no tienen nada que valga la pena y Serial Kaller es incuestionablemente una de ellas.

Y no se debe precisamente porque no siga los pasos establecidos, de hecho, al menos durante la introducción siguen al pie de la letra la fórmula conocida. Lo malo es que eso es lo único interesante que verán durante aproximadamente 70 minutos, ya que todo el primer acto y una gran parte del segundo son un auténtico sufrimiento ante el ritmo lento utilizado y porque en realidad son de puro relleno; donde lo único que verán son a voluptuosas mujeres peleándose por estupideces dentro de un deprimente estudio mientras muy de vez en cuando una de ellas muere.

Simplemente no existe ningún nivel de tensión aceptable, tampoco de misterio y las muertes están tan mal hechas que ni siquiera te generan algo de gracia verlas. Lo único más o menos rescatable es el final; en gran parte porque la identidad del asesino es bien guardada y el momento de la revelación, si bien no es nada del otro mundo, demuestra un toque de locura correcto.

Las actuaciones son terribles, la falsedad con la que los actores interpretan cada escena hace muy difícil poder involucrarte de lleno con las acciones mostradas. La producción es muy pobre (normal para un presupuesto de apenas £100,000): el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte no destaca nada, el score pasa desapercibido, los efectos son de risa y el trabajo de maquillaje en los últimos minutos es lo único que se salva.

Opinión final: Serial Kaller es uno de los peores slasher que he visto y una de las peores películas del 2016. Evítenla por completo.

Ojometro:
*