martes, 31 de octubre de 2023

Crítica: Hermana Muerte (2023)

Precuela dirigida por Paco Plaza (REC, Verónica) y escrita por Jorge Guerricaechevarría. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 27 de octubre.

Sinopsis:

En la España de la post-guerra, Narcisa (Aria Bedmar) es una joven novicia con habilidades milagrosas que llega a una escuela para niñas para convertirse en maestra. Aunque conforme transcurren los días y extraños eventos la perturban, los oscuros secretos que aterran a todas las habitantes del antiguo ex convento empezarán a salir a la luz.


Comentarios generales:

En 2017 “Verónica” se estableció muy por debajo del radar como una de las mejores películas de terror españolas de la década pasada, así que cuando se anunció una precuela de esta no me sorprendió del todo, pero tampoco fue una noticia que me emocionará demasiado. Más que nada porque se trataba de un proyecto para Netflix y honestamente eso en años recientes suele ser un volado que puede ir hacía cualquier parte; sin embargo, con Hermana Muerte han logrado acertar.

Ya que en lugar de solo copiar lo que funcionó en 2017, Paco Plaza opta por contarnos una nueva historia alrededor de un personaje que ya conocimos y trata de hacerla lo más distinta posible para que pueda sostenerse por sí misma. Algo que notamos desde una introducción en blanco y negro que te atrapa por su extraño formato de imagen, estableciendo rápidamente un elemento religioso que no es el más original pero sirve para darle forma a esta ola de sucesos extraños en los que se verá envuelta Narcisa desde muy temprano para ir dejando pistas con las cuales el espectador se pueda ir cuestionando si lo que ocurre es verdad o si simplemente se trata de una mala broma por parte de las niñas del convento.

Todo esto bajo un enfoque muy minimalista en el que el uso de los jumps scares es limitado y los elementos de impacto solo se utilizan en situaciones puntuales, dejando así una experiencia que pudiera llegar a sentirse pesada por algunos lapsos dado a que no existe demasiada prisa por resolver los misterios por medio de las vías más convencionales. Siendo esto un factor que provoca que durante el segundo acto se sienta un poco de repetitividad en las acciones e incluso cierta sensación de predictibilidad que, afortunadamente, desaparece una vez que se produce un momento de shock especifico cuyas repercusiones cambian por completo lo que uno espera.

Dejándonos así con una parte final realmente buena y que en cierta forma es la que incrementa los bonos de la película al ofrecer un desenlace que no solo nos trae respuestas perturbadoras, sino también una forma muy original de integrar todo el aspecto sobrenatural para poder darle un cierre sumamente intenso a las cosas.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Aria Bedmar lo hace muy bien, no es la interpretación más estrambótica que uno se pueda encontrar, pero no es algo que necesite considerando que el propósito general no es ser tan apantallante. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte discreta, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es estupendo, los efectos son sencillos y labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: Hermana Muerte me gustó. Precuela minimalista y muy diferente a “Verónica” que sirve como el complemento ideal para esta.

Ojometro:
****

viernes, 27 de octubre de 2023

Crítica: The Puppetman (2023)

Película dirigida por Brandon Christensen (Still/Born, Superhost), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ryan Christensen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un convicto sentenciado a muerte conocido como The Puppetman siempre ha mantenido su inocencia diciendo que una fuerza maligna era la que controlaba su cuerpo. Ahora, varios años después, su hija Michal (Alyson Gorske) empezará a sospechar que tal vez hay algo de verdad en lo que siempre ha dicho su padre.


Comentarios generales:

Hay películas cuya premisa es tan peculiar que realmente no sabes que esperar de ellas y eso, en lugar de parecerme negativo, es más bien un aliciente extra para verlas. Sobre todo cuando se trata de proyectos que por alguna u otra razón llegan directamente a los servicios de streaming, los cuales en muchas ocasiones terminan siendo catalogados como meros rellenos que no aportan nada y que con The Puppetman solo tenemos una reafirmación de dicho pensamiento.

Y no es tanto porque lo traído por Christensen me parezca malo (no lo es), sino porque la historia que nos presenta tenía potencial para poner sobre la mesa algo más memorable y a medio camino pierde gas conforme se van tomando menos riesgos. Algo que termina siendo sumamente frustrante debido a que los primeros 30 minutos de la película son muy efectivos en lo que proponen por medio de un misterio con tintes sobrenaturales que genera mucha curiosidad por saber que hay detrás, además de que se logra crear una atmósfera sombría que magnifica la oscuridad que rodea a nuestra protagonista y gracias a eso todos los eventos en los que se encuentra involucrada resultan interesantes porque aparentemente se están guardando algo grande.

El problema llega cuando una vez pasada esa primera media hora las cosas se empiezan a envolver en un drama con el que se trata de solidificar la idea de que Michal es víctima y victimaria a la vez, siendo este un paso lógico pero desarrollado de una manera muy pobre gracias a que en ningún punto sientes que exista un rumbo bien definido y más cuando se sacan de la manga un vinculo con un culto del que no se profundiza demasiado, quedándose estancado como una mera curiosidad. Y lo peor es que con dicha revelación se da el punto de partida para empezar a construir las escenas más intensas que establezcan a la amenaza como una omnipotente, aunque realmente ninguna de las muertes presentadas es lo suficientemente espectacular para que la sensación de peligro sea tan agobiante como debería.

Algo que se trata de corregir rumbo a la parte final y en cierta medida lo logran, lo malo es que se da ya demasiado tarde y eso evita que este efecto positivo se refleje de gran forma. Dejándonos así un desenlace que en cuanto a la idea que maneja para resolver el problema me parece refrescante, nada más que en la ejecución no añade nada que ayude a que tenga un mayor impacto.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir salvo que Alyson Gorske hace lo mínimo necesario para que su personaje no resulte tan olvidable. Mientras que en producción nos encontramos con una factura más que nada discreta: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no resalta, el score está bien, el trabajo de sonido es de gran calidad, los efectos son bastante sencillos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Puppetman está aceptable. Película correcta para ver un día cualquiera y después olvidarla.

Ojometro:
***

martes, 24 de octubre de 2023

Crítica: Totally Killer (2023)

Película dirigida por Nahnatchka Khan, cuyo guión fue escrito por David Matalon, Sasha Perl-Raver y Jen D'Angelo. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video el pasado 6 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando el infame asesino conocido como "Sweet Sixteen Killer" regresa 35 años después de su primera ola de asesinatos en el pueblo de Vernon, la joven Jamie Hughes (Kiernan Shipka) viaja de manera accidental en el tiempo al año 1987 y estando ahí tratará de evitar que inicie su masacre.


Comentarios generales:

Ante el fracaso que representaron la antología Welcome to the Blumhouse y las películas que lanzaron en 2022, era claro que la estrategia de Blumhouse con Prime Video tenía que cambiar de algún modo debido a que sus proyectos no lograron captar para nada el interés de los fans. Simplemente el enfoque era muy poco atractivo y la mayoría de las veces parecía que ni siquiera querían mostrarnos una película de terror, siendo este un problema que con Totally Killer se nota cierta iniciativa para corregirlo.

Y es que lo traído por Khan es básicamente la combinación de “Halloween” con “Back to the Future”, lo cual puede sonar muy raro, pero lo cierto es que la propuesta funciona de manera agradable la mayoría del tiempo. En gran parte porque la esencia slasher nunca se pierde a pesar de ser una comedia y es en base a esto que se construye una historia que durante el primer acto pudiera parecer algo genérica gracias a que no toma ningún riesgo al momento establecer cada detalle importante sobre el asesino; sin embargo, una vez que se da el detonante para el viaje en el tiempo las cosas toman un rumbo extravagante que le brinda un tono muy distinto al que se pensaba iba a ser el predominante.

Obviamente con esto el lado cómico obtiene más relevancia ante el choque de pensamientos entre Jamie y el resto de los personajes sobre cómo eran las cosas en los 80s, llevando a escenas con un humor un tanto bobo que puede que no funcionen tan bien en determinados casos, aunque sin duda sirven para construir las muertes y empezar a jugar un poco con la fidelidad de los hechos que supuestamente ayudarían a nuestra protagonista a frenarlas. Incrementando así las dudas con respecto a la identidad del asesino.  

Todo lo anterior bajo un ritmo ágil y un nivel de violencia que se intensifica en los momentos necesarios para lograr que la sensación de peligro siempre esté presente, sobre todo durante una parte final que todavía se guarda algunas sorpresas. Siendo estos los minutos en los que el espectador tiene que hacer un poco más de concesiones dado a que la cuestión del viaje en el tiempo genera algunas situaciones medio forzadas, sin que esto signifique un detrimento importante para un desenlace que resuelve el caso de manera adecuada.

De las actuaciones hay que decir que Kiernan Shipka lo hace bastante bien como esta chica que sufre el choque cultural de la época actual con la de 80s, utilizando su pensamiento más progresista para tratar de resolver la situación y a la vez integrar algo de humor con eso ante su poca efectividad. Además de que se encuentra respaldada por un elenco secundario bien elegido.

Y en cuanto a producción también vemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos y todo lo referente a efectos/maquillaje es efectivo en lo que busca.

Opinión final: Totally Killer me gustó. Película con una mezcla de ideas muy peculiar que, a pesar de todo, termina funcionando para que te pases un buen rato.

Ojometro:
**** 

viernes, 20 de octubre de 2023

Crítica: Dark Harvest (2023)

Película dirigida por David Slade (30 Days of Night) y escrita por Michael Gilio, la cual está basada en la novela del mismo nombre. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video el pasado 13 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En un pequeño pueblo del Medio Oeste se lleva a cabo un ritual anual en el que una criatura mítica conocida como Sawtooth Jack nace de los maizales y reta a todos los jóvenes varones del pueblo a una batalla sangrienta por la supervivencia.


Comentarios generales:

Cuando una película sufre múltiples retrasos casi siempre emergen una gran cantidad de preocupaciones debido a que es una clara señal de que algo no está bien; sin embargo, en el caso de Dark Harvest dichos retrasos se debieron a situaciones ajenas a la calidad de esta (COVID y la compra de MGM por parte de Amazon), así que el nivel de preocupación no era tan alto. Y más cuando el encargado del proyecto era un director que en sus inicios demostró tener gran capacidad para ofrecer productos disfrutables, lo cual se reafirmó en esta ocasión.

Ya que lo traído por Slade es una propuesta entretenida en la que reúne todos los elementos para contarnos una historia que ciertamente es simple, pero encaja perfectamente con la época de Halloween y logra captar tu atención de manera inmediata gracias al hecho de que no teme exponer a Sawtooth Jack desde el primer instante para solidificar el concepto del ritual. Dándote así no solo una probada de cómo luce, sino también de la relevancia que tiene para el pueblo dicha tradición y por lo consiguiente ir planteando dudas con respecto a lo que pudiera haber detrás de esta por medio del comportamiento de algunos de sus habitantes.

Obviamente añadiendo drama juvenil durante el transcurso para darle profundidad a ciertos personajes y contextualizar la época en la que se desarrollan las acciones (los 60s), aunque sin extenderse demasiado bajo el objetivo de mantener a tope la paranoia de los jóvenes y así tener una explosión de emociones extrema durante el segundo acto. Algo que se da sin mayores problemas dado a que cuando inicia el nuevo ritual se incrementa de golpe el ritmo y rápidamente se expone un nivel de violencia alto por medio de muertes que añaden una cantidad aceptable de shock bajo el propósito de generar un caos intenso con el que se pueda establecer de manera sólida que el peligro no solo viene por parte de Sawtooth Jack y en base a ello ir develando el perturbador secreto que rodea al pueblo.

Uno del que hay que decir que no se profundiza de la manera más efectiva, dejando ciertas lagunas que hubiera sido positivo que las atendieran, pero que tampoco afecta enormemente a una parte final que logra esclarecer la duda principal. Logrando con esto que el desenlace sea un poco más emocional y se dejé un cierre oscuro con el que, tal vez, se pueda pensar en una futura secuela.

Las actuaciones en general están bien, no diría que son lo mejor de la película pero cumplen con el objetivo primordial; siendo Jeremy Davies (Dan Shepard) el que más destaca. Mientras que en producción también tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos (la mayoría prácticos) son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Dark Harvest me gustó. Película entretenida y con buenas dosis de sangre para verla en Halloween.

Ojometro:
**** 

martes, 17 de octubre de 2023

Crítica: Pet Sematary: Bloodlines (2023)

Precuela dirigida por Lindsey Anderson Beer, quien además comparte créditos como co-escritora del guión junto a Jeff Buhler. Se estrenó a nivel mundial el pasado 6 de octubre por medio de Paramount+, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En 1969 un joven Jud Crandall (Jackson White) y sus amigos de la infancia tienen que unirse para confrontar a una maldad que ha azotado por varias generaciones al pueblo de Ludlow.


Comentarios generales:

Con la irrupción de los servicios de streaming muchos consideran que nos encontramos en una época dorada gracias a la gran oferta de contenido disponible y la inmediatez con la que uno puede consumirlo. Sin embargo, con dichos beneficios también han llegado ciertos problemas y uno de ellos es que un gran porcentaje de las películas que se estrenan en dichos servicios pareciera que son más que nada productos desechables concebidos solo para rellenar catálogos y no tanto propuestas que verdaderamente busquen aportar algo, siendo esto el sentimiento que provoca Pet Sematary: Bloodlines.

La cual muy probablemente se vaya a beneficiar un poco por la animadversión que muchos fans tienen hacia el remake de 2019, a pesar de que esta precuela traída por Lindsey Anderson Beer es muy débil en lo que propone y se siente igual de innecesaria. No tanto porque conocer el pasado de Ludlow no sea interesante, sino porque en realidad se nota la falta de sustancia en una historia que por su propia naturaleza debería de profundizar mucho más en los personajes y el pueblo en sí, pero mejor opta por replicar lo que ya hemos visto en ocasiones anteriores mientras va soltando alguna una que otra pieza de información en el camino de manera aleatoria.

Ante esto realmente poco a poco la película va mutando a un cuasi slasher en el que todo avanza de manera acelerada y sin efectividad al momento de generar una atmósfera lo suficientemente oscura, dejando todo en manos del perturbador comportamiento del asesino. Algo que ciertamente sirve por unos minutos, más no es suficiente para solventar la pobre construcción de sucesos que deberían de proporcionar impacto y, sobre todo, lo planas que se sienten las revelaciones sobre los orígenes de Ludlow; en especial cuando es momento de elaborar sobre el tema de la maldad que lo rodea.

Simplemente todo se siente forzado y sin gran importancia, lo cual se acentúa mucho más durante una parte final que realmente no necesita nada de eso para ser ligeramente entretenida. En gran parte porque esta es básicamente una cacería con buenas dosis de intensidad y además visualmente aporta ciertas cosas interesantes para que el desenlace no sea tan blando.

De las actuaciones sorprendentemente no hay mucho que decir, a pesar de que cuenta con un elenco bastante potente. Jackson White como Jud está correcto, mientras que la presencia de Henry Thomas (Dan Crandall), David Duchovny (Bill Baterman), Samantha Mathis (Kathy Crandall) y Pam Grier (Majorie Washburn) es más que nada anecdótica.

Y en cuanto a producción, tenemos una factura competente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sólida, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Pet Sematary: Bloodlines es decepcionante. Precuela innecesaria que no logra aportar demasiado a la franquicia.

Ojometro:
**

viernes, 13 de octubre de 2023

Crítica: V/H/S/85 (2023)

Sexta entrega de la franquicia, la cual cuenta con la participación de 5 distintos directores. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Revelados durante un documental hecho para la TV, cinco videos emergen para llevar a los espectadores a un aterrador viaje dentro de la siniestra mitad de la década de los 80s. 


Comentarios generales:

El que la franquicia de V/H/S se haya vuelto anual tiene sus pros y sus contras, ya que por un lado siempre se agradecerá el poder contar con una antología lista para las épocas de Halloween, pero por el otro se obliga a que el proceso creativo sea mucho más acelerado, provocando un patrón en el que veamos una entrega buena y una mala. Algo que se pudo notar en los dos años anteriores y que sigue siendo evidente con V/H/S/85, aunque en esta ocasión del lado positivo.

Siendo esta la mejor entrega desde que se trajo de vuelta a la antología y mucho se debe a que el año elegido en esta ocasión se siente mejor aprovechado, tanto en estética como en las historias. Tal vez todavía no con la consistencia idónea para ofrecer un producto más trascendente, pero si se puede notar un poco más de innovación en lo que quiere contar cada director y eso hace que se sienta mayor frescura en comparación a lo visto anteriormente.

En cuanto a producción es evidente que ninguno de los cortos tuvo un presupuesto muy elevado y eso ayuda a que todos mantengan una presentación similar. Algunos con un poco más de cuidado en los detalles (“God of the Dead”) y otros explotando de mejor forma los elementos de impacto (“No Wake”, “Dream Kill”).

Pasando los cortos:


“Total Copy” (David Bruckner)

Esta es la historia enlace y honestamente no es muy atractiva, lo cual es lo habitual en la franquicia. Sirviendo primordialmente para poder darte tiempo de digerir las propuestas de los demás directores, aunque todo lo que presenta es demasiado predecible y eso le quita interés.  


“No Wake” (Mike P. Nelson)

Un muy buen inicio que no parece ser nada extraordinario, pero en cuestión de instantes cambia por completo el rumbo. Proporcionando un nivel de impacto elevado por medio de una situación agobiante en la que hay sangre y momentos gráficos; donde el no saber exactamente bien qué fue lo que ocurrió le añade mucho misterio con un propósito claro que comprenderemos (en parte) más adelante.


“God of the Dead” (Gigi Saul Guerrero)

Corto que utiliza como base el sismo del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México y en el que se plasma de gran manera la estética ochentera de la televisión mexicana de aquella época. Lo malo es que después de unos primeros minutos intensos se va cayendo poco a poco hasta llegar a un punto en el que la idea inicial se difumina y termina mostrando algo que siente un tanto fuera de lugar.


“TKNOGD” (Natasha Kermani)

Probablemente el más flojo de todos.

Gira en torno a cómo se le satanizaba a la tecnología en aquella época; sin embargo, al estar fuertemente sustentado en el dialogo se vuelve aburrido y jamás puede redondear el concepto. Afectando sus intentos por añadir cierto shock en su conclusión.


“Ambrosia” (Mike P. Nelson)

Es la continuación de “No Wake” y aunque no es tan sólido como este, si logra ofrecer un rato agradable. Más que nada porque nuevamente apela a la sorpresa y es gracias a esta que se da la conexión, además de que proporciona una buena dosis de acción que magnifica la peligrosidad de los individuos que la protagonizan.


“Dream Kill” (Scott Derrickson)

Sin duda el corto que más llama la atención gracias a su director.

Es el más original y el que cuenta con mayor tiempo para desarrollarse, algo que es de gran ayuda debido a que la historia es demasiado fantasiosa. Igualmente, es el que cuenta con una atmósfera más absorbente y la mayor exposición de violencia para generar un tono oscuro con el propósito de provocar una sensación de riesgo importante que termina explotando de manera genial en los minutos finales.

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Opinión final: V/H/S/85 está entretenida. Probablemente la mejor entrega de la antología desde V/H/S/2 y una buena opción para pasar el rato durante este Halloween.   

Ojometro:
***

martes, 10 de octubre de 2023

Crítica: The Exorcist: Believer (2023)

Película dirigida por David Gordon Green (Halloween), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Peter Sattler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $45 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Angela (Lidya Jewett) y Katherine (Olivia Marcum) desaparecen en el bosque y son encontradas tres días después sin que ninguna de ellas recuerde lo que ocurrió. Sin embargo, con el pasar de los días su comportamiento perturbador hace que sus padres recurran a todo lo posible para curarlas, incluyendo buscar la ayuda de Chris MacNeil (Ellen Burstyn).


Comentarios generales:

No existen muchas películas de terror que cuenten con el estatus de “The Exorcist” a nivel industria y cultural, así que cada vez que sale un nuevo proyecto con su nombre las expectativas suelen ser muy altas por todo lo que significa históricamente para el género. Ante esto la responsabilidad es demasiado grande, pero gracias a la presencia de Blumhouse y David Gordon Green parecía que la franquicia había quedado en las mejores manos posibles y el anuncio de una nueva trilogía emocionó a muchos; sin embargo, The Exorcist: Believer está lejos de ser ese gran inicio que se esperaba. 

Y es que lo traído por David Gordon Green es una historia que raya en lo genérico y su única carta fuerte para tratar de diferenciarse es tener dos posesiones simultáneas, lo cual nunca se aprovecha dado a que se muestra una gran falta de imaginación para integrar dicho recurso de manera interesante. Obligándonos a tener que tragarnos una primera media hora demasiado aburrida en la que la desaparición de las chicas es el punto central, pero todo lo que ocurre carece de interés dado a que no se profundiza en sus personalidades o en su amistad, dejándonos ante una situación en la que resulta difícil poder sentir preocupación por ellas.

Un problema que se queda anclado por el resto del filme y que ni siquiera con las posesiones se puede solventar, sobre todo porque una vez que empiezan a manifestarse el enfoque se traslada más a las creencias de los padres y no tanto al sufrimiento de las niñas. Poniendo sobre la mesa el tema de que cada cultura/religión tiene sus propios rituales para expulsar al mal dentro de una persona y no es algo exclusivo del catolicismo, siendo este un punto interesante que lamentablemente tampoco se desarrolla de la mejor manera y solo sirve para meter con calzador al personaje de Chris MacNeil, cuyo aporte a la trama es nulo.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, otro grave problema es que jamás se logra generar una atmósfera oscura que ayude a construir escenas visualmente memorables durante la segunda mitad de película. Y tampoco existe la suficiente habilidad para lograr que los pocos jump scares utilizados sean efectivos en su tarea de vender la idea de que la amenaza va más allá de lo ordinario.

Llevando así a una parte final que por lo menos cuenta con una pequeña dosis de originalidad por medio de los rituales de otras culturas al momento de realizar el exorcismo y gracias a eso se logra que esto sea de lo poco que valga la pena. Especialmente porque durante el desenlace se hace una revelación que añade bastante impacto y con ello la carga emocional que había sido casi inexistente ahora si se pueda sentir.

En el tema de las actuaciones las únicas que sobresalen son Lidya Jewett y Olivia Marcum como las niñas poseídas, ellas hacen un buen trabajo. Aunque del elenco adulto no se puede decir lo mismo ante lo complicado que resulta poder comprar su pena y las actitudes demasiado exageradas que presentan; ni que decir del cameo glorificado de una totalmente desperdiciada Ellen Burstyn.

Y en cuanto a producción, se tiene una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score sólido (Tubular Bells nunca decepciona), el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Exorcist: Believer es decepcionante. Película con ideas poco claras de la que se puede rescatar poco. 

Ojometro:
**

viernes, 6 de octubre de 2023

Crítica: Island Escape (2023)

Película escrita y dirigida por Bruce Wemple (Monstrous). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 12 de septiembre.

Sinopsis:

Después de un misterioso accidente en un campo de investigación en la isla de Gran Manan, el CEO de una empresa contrata a un equipo de mercenarios para rescatar a su hija. Aunque una vez estando ahí se darán cuenta que no están solos y algo muy extraño ocurre en el lugar.


Comentarios generales:

Hay ocasiones en las que veo una película simplemente por el hecho de verla y no tanto porque verdaderamente me interese, siendo este el caso de Island Escape. Una propuesta que desde el trailer lucia poco confiable y dichas sospechas solo se confirmaron una vez concluido el visionado.

Y es que lo traído por Wemple es de esas historias que, en su afán por querer ser complejas, terminan sin tener sentido incluso si su base es muy simple. Poniéndonos frente a un grupo de mercenarios de los que no se nos explica gran cosa más allá de alguna motivación familiar bajo el propósito de agilizar las acciones y llevarlos rápidamente a la isla, donde se pretende generar misterio alrededor de situaciones genéricas que lo único que logran es establecer que lo que estamos viendo en cierta forma es más que nada una película de zombies. 

Aunque obviamente con un factor de bucle temporal extraño que con el pasar de los minutos se vuelve más confuso, lo cual no sería tan problemático si por lo menos las escenas de acción fueran interesantes, pero la realidad es que hay muy pocas y estas no añaden ningún tipo de emoción a lo que ocurre. Sobre todo porque al dividir en dos frentes los acontecimientos es claro que uno tiene prioridad sobre el otro, no solo por la cantidad de escenas “frenéticas” con los zombies con las que cuentan cada uno, sino porque el poco desarrollo referente a lo que hay detrás de la isla claramente tiene mayor profundización de un lado, a pesar de que la principal revelación se da en el otro.

Ante esto realmente nunca existe claridad y el ritmo se vuelve cansino, apostando todo a que la parte final sea la que salve este desastre. Un milagro que evidentemente nunca se da y no por la falta de intensidad (que ve un ligero incremento), más bien porque para este punto todo se siente hueco y ante eso absolutamente nada de lo presentado logra generar interés o proporcionar emoción a un cierre que te deja indiferente.

Las actuaciones en general son muy pobres y hay poco que mencionar en ese aspecto. Mientras que en producción tampoco tiene demasiado para presumir: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido está bien, los efectos no son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Island Escape es muy mala. Película que nunca sabe exactamente bien qué quiere lograr y termina cayéndose a pedazos.

Ojometro:
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martes, 3 de octubre de 2023

Crítica: Saw X (2023)

Décima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Kevin Greutert (Saw VI, Saw 3D) y cuyo guión fue co-escrito por Josh Stolberg y Pete Goldfinger. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 29 de septiembre, recaudando hasta la fecha $29.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un enfermo y desesperado John Kramer (Tobin Bell) viaja a México para someterse a un procedimiento medico experimental buscando curar su cáncer, aunque durante su recuperación se da cuenta que todo ha sido una estafa por la que hará pagar a los responsables.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años atrás salió “Spiral: From the Book of Saw” el sentimiento general fue que no era una buena película, pero que por lo menos iba a servir para darle nueva vida a una franquicia que se encontraba en terapia intensiva. Algo que hasta hace no mucho parecía impensado gracias a la sobreexplotación que tuvo y por lo cual resulta agradable ver un regreso tan satisfactorio como el que ha representado Saw X.

Y mucho de eso se debe a que Greutert y compañía toman una decisión inteligente al no enfocarse únicamente en el shock continuo como ha sido habitual en muchas de las secuelas y mejor tratan de construir una historia sólida en la que sea John Kramer el centro de atención (esta se lleva a cabo entre Saw I y II). Lo cual podría sonar no tan emocionante, pero la realidad es que como consecuencia tenemos un primer acto bastante interesante en el que podemos ver un lado más humano e incluso vulnerable de nuestro protagonista, quien en su desesperación por curarse del cáncer baja la guardia como nunca antes y gracias a ello podemos conocer a un conjunto de personajes con los que está más que justificada la brutalidad que se viene por delante.

Ya que cuando se revela la estafa las cosas se vuelven más oscuras y la vibra conocida de Saw se empieza a manifestar, aunque durante este periodo también se recurre a un terror un poco más convencional para traer de vuelta a Amanda. Generando así una expectativa importante con respecto a la venganza de Jigsaw, cuyos juegos en esta ocasión puede que no resulten tan rimbombantes en lo que respecta a la elaboración, más si cumplen por completo el objetivo de proporcionar un nivel de tensión brutal y las dosis de impacto visual elevadas que uno espera; especialmente porque no se ponen ningún tipo de limite en los fatales resultados.

Junto con esto también nos encontramos con ciertos dilemas por parte de Amanda que ayudan a profundizar su relación con Kramer y, sobre todo, le dan cierta pausa a las cosas. Logrando así que después de que cada muerte exista un periodo donde se pueda desarrollar de manera clara la situación y también se vaya posicionando al personaje de Cecilia como alguien de cuidado rumbo a la parte final.

Una que pone a nuestra pareja de asesinos en una situación un tanto atípica que no es tan sorpresiva, pero que ayuda a que el desenlace sea intenso y se pueda construir el típico giro de estas películas. El cual tal vez no sea el más impactante en cuanto a su ejecución, aunque si deja las semillas plantadas para una posible secuela directa.

De las actuaciones sin duda es la entrega en donde se puede ver al mejor Tobin Bell, ya que no solo mantiene todo lo que hizo a John Kramer/Jigsaw tan popular, sino que también se puede ver un lado más humano que le añade profundidad al personaje. Y lo mismo aplica para Shawnee Smith (Amanda) en un nivel más bajo; además de que Synnove Macody Lund (Cecilia Pederson) también realiza un buen trabajo como la antagonista.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de muy buen nivel y la labor de maquillaje impecable.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Saw X me gustó bastante. Sin duda la mejor entrega desde la original de 2004 y una que vuelve a poner a la franquicia en el mapa.

Ojometro:
*****