jueves, 29 de julio de 2021

Crítica: The Forever Purge (2021)

Quinta entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Everardo Gout y escrita por James DeMonaco. Se estrenó en México y los Estados Unidos a inicios del mes de julio, recaudando hasta la fecha $57.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Es el 2048 y la purga ha sido reinstaurada, aunque en esta ocasión todas las reglas se rompen cuando un grupo de alborotadores decide que no se detendrá al amanecer y, por el contrario, esta nunca debe de terminar.


Comentarios generales:

Dentro de la simpleza que existe en la premisa de esta franquicia también se encuentran un sinfín de ideas por explotar debido a que realmente es inagotable la cantidad de cosas que se pueden contar, resultando evidente que el principal enfoque hasta ahora ha sido precisamente uno muy político/social. Algo que sin duda puede ser tanto negativo como positivo dependiendo de la perspectiva de cada quien, aunque creo que The Forever Purge es de las entregas que mejor han explotado dicho aspecto.

Y lo hace por medio de un tema que siempre estará presente como lo es la inmigración que involucra a Estados Unidos y México, con el cual Gout y DeMonaco no solo establecen su mensaje de manera inmediata, sino que además les brinda la oportunidad de cambiar un poco la estructura característica de estas películas. Ya que realmente la noche de la purga como tal es un evento casi secundario que se utiliza más como escenario de fondo para enfatizar el miedo que provoca entre las distintas clases sociales, generando así cierta tensión y algunos momentos que, aunque breves, logran presentar ciertos visuales que dejan en claro lo atroz de dicha "festividad".

Una decisión que sin duda le brinda frescura a las cosas, sin embargo, también se tiene que decir que gracias a esto el inicio puede resultar lento y poco emocionante ante la carencia de muertes más impactantes.

Situación que para el segundo acto se soluciona debido a que partir de que la purga se descontrola las cosas entran en el terreno de la acción y con ello llega el frenetismo, además de que el nivel de violencia se incrementa bastante sin nunca alcanzar a ser un gorefest. Siendo bien complementado con el tema político/social que claramente tiene una inspiración muy marcada en los problemas más actuales que no solo añaden cierto aire de realidad (exagerada claro), sino también tensión e incluso incomodidad por medio de algunos diálogos. Sin dejar de lado el desarrollo de las historias individuales de los personajes más relevantes.

Las cuales ante un conflicto especifico llevan a que la parte final sea más que nada un juego del gato y el ratón bastante divertido. En donde entra la frontera mexicana como el escenario principal y las acciones frenéticas toman el mando para dejar así un desenlace con varias muertes, un mensaje contundente y, sobre todo, un panorama muy claro del rumbo que podría tomar la franquicia.

En cuanto a las actuaciones tenemos a Ana de la Reguera (Adela), Tenoch Huerta (Juan) y Josh Lucas (Dylan) haciendo una buena labor con personajes que tampoco exigen demasiado. Y en producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: The Forever Purge me gustó. Una entrega bastante divertida que probablemente solo esté por detrás de Anarchy como lo mejor de la franquicia.

Ojometro:
****

martes, 20 de julio de 2021

Crítica: Fear Street (Part Three): 1666

Tercera y última parte de la trilogía basada en los libros del mismo nombre del R.L. Stine, la cual está dirigida por Leigh Janiak (Honeymoon); quien además es co-escritora del guión junto a Phil Graziadei y Kate Trefry. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial este pasado 16 de julio.

Sinopsis:

Los orígenes de la maldición de Sarah Fier son finalmente revelados cuando la historia se completa en una noche que cambiará las vidas de los habitantes de Shadyside para siempre.


Comentarios generales:

Después de dos slashers uno se tenía que preguntar si la tercera entrega seguiría el mismo camino a sabiendas de que probablemente la misma fórmula no iba a funcionar por tercera vez consecutiva, sobre todo tomando en cuenta que en esta ocasión el periodo elegido no encajaba del todo con ese concepto. Por eso mismo es que Fear Street 1666 era la parte de la trilogía que más dudas me generaba, pero la verdad terminó pareciéndome bastante buena.

Y es que ahora Janiak se va a algo totalmente opuesto a lo visto previamente, dejando el slasher de lado (al menos durante los primeros dos actos) para dar paso al tema satánico que hasta este punto había sido tratado de manera un tanto superficial. Algo que sin duda es una decisión coherente considerando la época en el que se desarrolla la historia, aunque también representa cierto obstáculo debido a que, al estar obligado a ofrecer trasfondo, el inicio puede sentirse un tanto pesado al no contar con demasiados momentos de grandes emociones y estar principalmente enfocado en la relación amorosa de Sarah con Hannah, así como en todos los problemas que eso atrae.

Afortunadamente cuando este tema se asienta las cosas mejoran al no solo ir estableciendo un tono mucho más oscuro y siniestro por medio de la maldición, sino también al ir colocando cada pieza del rompecabezas presentada en 1994 y 1978 de forma muy natural. Lo cual ayuda a que todo fluya de manera ágil para que el espectador pueda ir identificando situaciones o escenarios relevantes que poco a poco van esclareciendo el misterio que rodea Shadyside y de paso incrementan el nivel de intensidad para un acto final que resulta muy bueno.

En gran parte porque representa un cambio radical a lo que habíamos estado viendo, regresando a la naturaleza slasher para ofrecer un caos total dentro de un enfrentamiento definitivo en donde la originalidad es un factor determinante. Ya que aunque en esencia si se termina centrando en el tema de la “final girl”, lo cierto es que cuenta con situaciones que le dan juego al resto de los personajes para que así exista cierta variedad y, sobre todo, le dé un cierre definitivo a todos los involucrados.

En el tema de las actuaciones ahora si tenemos a alguien para destacar de manera individual, ya que Kiana Madeira (Deena/Sarah) hace una gran labor con un doble papel que representa mayor exigencia y es vital para revelar los secretos ligados a Sarah Fier. Aunque la decisión de utilizar a los mismos actores de las dos entregas anteriores para representar a otros personajes en el pasado puede que no sea del todo atractiva para algunos.

En cuanto a producción la película, otra vez, es de factura impecable: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte resulta efectiva, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Fear Street 1666 me gustó. Una película diferente a las dos anteriores que le brinda un cierre sólido a la trilogía.

Ojometro:
****

viernes, 16 de julio de 2021

Crítica: Queen of Spades (2021)

Remake de “Queen of Spades: The Dark Rite” dirigido por Patrick White y escrito por John Ainslie. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Según la leyenda, una entidad siniestra conocida como la reina de espadas puede ser invocada al realizar un viejo ritual. Uno que cuatro adolescentes deciden hacer como una simple broma para pasar el rato, pero pronto se darán cuenta del terror que los acechará a ellos y a sus seres queridos.


Comentarios generales:

Guste o no, los remakes ya son algo totalmente aceptado dentro de la industria y conforman una parte importante dentro del género de terror desde hace varios años, así que realmente no tengo ningún tipo de problema con que existan e incluso hay algunos que verdaderamente me emocionan. Sin embargo, también es un hecho que estos muchas veces solo son un medio para generar dinero sin demasiado esfuerzo y Queen of Spades es tal vez uno de los ejemplos más descarados de esto.

Y es que White realmente nos trae una calca del material original con la que demuestra poco interés por darle algún tipo de toque distintivo y solo se limita a rehacer las mismas cosas sin los mejores resultados (incluso creo que utilizan las mismas tomas de exteriores en determinados momentos). Logrando con esto que una historia cuya mayor virtud no es la originalidad se sienta genérica desde muy temprano; en donde la única meta es sacar las escenas sin importar si estas logran o no construir de manera efectiva una situación en la que se solidifique una amenaza que, en teoría, significa un riesgo enorme para los involucrados.

Simplemente todo avanza de manera lenta y sin demasiados sobresaltos bajo una atmósfera depresiva bien lograda que nunca logra ser explotada de la mejor forma, esperando a que sean los sustos fáciles los que logren levantar las cosas. Algo que consiguen por unos breves periodos sin que esto represente una gran diferencia en el desarrollo, el cual sigue siendo muy soso en la forma en la que va revelando lo referente al demonio y especialmente con las muertes que este provoca.

Dejándonos así ante una experiencia en la que no hay mucho para destacar y que no es sino hasta que llega a su parte final cuando se puede decir que se logra generar algo mínimamente interesante. Más que nada porque en este punto por fin la sensación de peligro es más marcada y los elementos ligados a las películas de exorcismos que se añaden le dan cierta frescura a un desenlace que resulta por demás predecible.

En lo que se refiere a las actuaciones es donde tenemos tal vez lo más destacado de la película, ya que Ava Preston (Anna), Kaelen Ohm (Mary) y Daniel Kash (Smirnov) logran que por lo menos sus personajes te importen un poco hacia la parte final. Mientras que en el tema de producción no hay mucho que recriminar: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score está ok, el trabajo de sonido está bien hecho, los efectos no presentan demasiada complejidad y la labor de maquillaje es aceptable. 

Opinión final: Queen of Spades es mediocre. Remake demasiado aburrido que quedará en el olvido en unos cuantos meses.

Ojometro:
**

martes, 13 de julio de 2021

Crítica: Fear Street (Part Two): 1978

Segunda parte de la trilogía basada en los libros del mismo nombre del R.L. Stine, la cual está dirigida por Leigh Janiak (Honeymoon); quien además es co-escritora del guión junto a Zak Olkewicz. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial este pasado 9 de julio.

Sinopsis:

Shadyside, 1978. Es el verano y las actividades en el campamento Nightwing están por comenzar, pero cuando otro miembro de dicho pueblo es poseído para matar, la diversión pronto se convierte en una batalla por la supervivencia.


Comentarios generales:

El caso de Fear Street es muy particular porque al ser una trilogía cuyas partes se estrenan semanalmente su análisis se vuelve más como el de una miniserie, donde la experiencia se sustenta mucho en la pintura general y no tanto en lo que pueden ofrecer cada una de sus partes por si mismas. Por ello es que 1978 tenía una prueba interesante debido a que bajo esa diferenciación también tenía que servir como una buena continuación de la historia y al final, bajo un enfoque más simple, creo que sale bien librada.

Y es que si 1994 era un homenaje a los slashers de los 90s en general, ahora con esta segunda parte Leigh Janiak hace otro, pero centrándose en un filme en especifico: “Friday the 13th”.

Obviamente manteniendo el elemento sobrenatural ya establecido con lo referente al folclore que rodea a Shadyside, aunque apegándose de manera mucho más estricta al desarrollo de los slashers convencionales de aquella época. Algo que hace que el inicio de la historia sea lenta debido a que, más allá de seguir solidificando la rivalidad histórica entre los dos pueblos o mostrar alguna escena relacionada con los peligros que representa la bruja, realmente no existe nada fuera de lo común en la manera en la que se nos presentan a los personajes, sus personalidades o conflictos juveniles.

Siendo hasta pasados los 40 minutos cuando las acciones toman un rumbo más atractivo al iniciar la matanza, la cual de inmediato aporta las dosis de impacto necesarias e incrementa el ritmo de manera considerable; sin embargo, también hay que señalar que en ciertas situaciones no se atreven a cruzar la línea y realizan algunas muertes fuera de cámara que desentonan un poco. Detalle que compensan con una mayor profundización en lo que respecta a Ruby Lane, especialmente al darle más sentido a cuestiones específicas sobre cómo funciona su maldición o la manera en la que puede haber múltiples asesinos.

Esto último resultando vital para que la parte final logre tener mucha fuerza por medio del incremento en el nivel de violencia y con ello hacer que la tragedia se sienta como inevitable para los involucrados. Un aspecto que sin duda era importante lograr si consideramos que desde mucho antes ya se sabe cómo van a terminar las cosas.

En cuanto a las actuaciones nuevamente tenemos un elenco que destaca más por su labor en conjunto sobre lo individual, aunque hay que decir que Sadie Sink (Ziggy) y Emily Rudd (Cindy) logran una mancuerna de hermanas bastante efectiva. Sobre todo durante la parte final del filme.

Y en lo que respecta a la producción seguimos con una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es bastante buena, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Fear Street 1978 me gustó. Un slasher mucho más convencional que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 9 de julio de 2021

Crítica: In the Earth (2021)

Película escrita y dirigida por Ben Wheatley (Kill List). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado mes de abril y en VOD durante el 7 de mayo, mientras que su salida en formato físico está confirmada el próximo 6 de agosto.

Sinopsis:

Mientras el mundo busca la cura para un virus desastroso, un científico y una exploradora se aventuran en lo profundo del bosque para realizar una prueba de rutina que termina saliendo bastante mal.


Comentarios generales:

Por lo que ha ocurrido en el último año y medio con la pandemia cualquier película que trate sobre un virus mortal sin duda alguna llamará la atención debido a que es un tema que se encuentra en boca de todos y hasta cierto punto resulta morboso, independientemente de si la película en cuestión haya tenido o no la intención de usarlo de dicha manera. Por ese motivo es que que In the Earth resultaba llamativa, ya que de lo contrario hubiera pasado de noche y más cuando te das cuenta que dicha temática no es tan relevante.

Esto porque lo que nos presenta Wheatley no se desarrolla en un escenario a gran escala y se centra más que nada en presentar una historia que se sostiene en los sonidos, la psicodelia y algunas ideas poco efectivas que terminan convirtiendo esto en una experiencia totalmente distinta a la esperada. Donde el tema del virus se deja de lado en cuestión de minutos para darle lugar a un viaje aburrido en el que no pasa nada relevante y solo se trata de ver a un par de individuos caminando por el bonito paisaje mientras tienen conversaciones entrecortadas hasta que se topan con otro personaje mucho más interesante.

Uno que con su simple presencia levanta un poco las cosas, más que nada porque es por medio de este que la temática del filme da un giro total para pasar de un virus mortal a algo más centrado en el folclore local involucrando un tipo de brujería poco convencional. Lo cual es sin duda el medio para brindar los que son los minutos más intensos y oscuros, pero también la manera en la que las acciones cada vez se vuelven más complicadas de entender debido a que conforme transcurren las acciones se van insertando ciertas cosas que nunca terminan por desarrollarse del todo bien y solo dejan la sensación de que eran ideas que se le ocurrieron al vuelo al director para ver si algunas de estas encajaban.

Algo que se magnifica incluso mucho más en la parte final cuando el aspecto psicodélico entra en juego y por lo consiguiente la explotación del estado mental de los protagonistas se vuelve más relevante. Dándole así a la sensación de desorientación y a los sonidos un rol más relevante para proporcionar algunos visuales interesantes, más no un desenlace suficientemente convincente.  

Sobre las actuaciones quien más destaca es Reece Shearsmith (Zach) con un papel de loco muy bien logrado que en gran medida es lo que termina rescatando la película de ser un potente somnífero. En cuanto a producción, tenemos una bien cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es la gran cosa, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son muy discretos y la labor de maquillaje saca adelante lo que debe.

Opinión final: In the Earth es decepcionante. Una película destinada a la polémica que gustará en mayor o menor medida dependiendo de que tan bien digieran la falta de claridad.

Ojometro:
**

martes, 6 de julio de 2021

Crítica: Fear Street (Part One): 1994

Primera parte de la trilogía basada la serie de libros del mismo nombre escritos por R.L. Stine, la cual está dirigida por Leigh Janiak (Honeymoon); quien además es co-escritora del guión junto a Phil Graziadei. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial este pasado 2 de julio.

Sinopsis:

Un grupo de adolescentes accidentalmente despierta a un ser maligno responsable de una serie de brutales asesinatos que han plagado su pueblo durante más de 300 años. Bienvenidos a Shadyside.


Comentarios generales:

Si crecieron en la década de los 90s como su servidor muy probablemente leyeron alguno de los libros de R.L. Stine al ser básicamente una lectura obligada para todos aquellos niños y adolescentes que fueran fans del terror. Así que cuando Netflix reveló su ambicioso proyecto de una trilogía basada en algunos de esos libros mi interés se fue por las nubes y rápidamente se convirtió en algo de lo más esperado por mi parte en 2021; con altas expectativas incluidas que podían ser contraproducentes, pero que al menos con Fear Street: 1994 se cumplieron de manera satisfactoria.  

Y es que con esta primera parte Janiak deja el listón muy alto para las dos siguientes al presentarnos lo que básicamente es un homenaje a los slasher noventeros realizado de manera impecable. Donde claramente la mayor inspiración es “Scream” (la introducción de la película es el ejemplo más evidente de esto), pero esta logra forjarse una identidad propia por medio de una historia que no solo se limita a explotar el factor nostalgia, sino que también busca tener un poco más de sustancia al combinar el slasher con un elemento sobrenatural para que así el importante contexto histórico del pueblo cuente con mayor relevancia.

Contexto que durante la primera media hora se explota más que nada por medio de un drama juvenil que sirve como introducción a un grupo de personajes con características conocidas y que pasando ese periodo de tiempo toma incluso mucho más relevancia al iniciar la masacre. La cual hace que el ritmo se vuelva dinámico y en general se incremente de golpe el nivel de intensidad de las acciones cuando empiezan a caer los cuerpos y, por lo consiguiente, empieza a brotar la sangre.

Convirtiendo esto en una persecución que con los minutos se va volviendo más y más grande al ir involucrando múltiples asesinos cuyo accionar parece el típico de esta clase de películas en el que todo es matar por matar, pero en realidad cuentan con una diferencia fundamental que cambia por completo la manera en la que las víctimas tienen que enfrentarlos. Estableciendo así un mayor nivel de peligrosidad por medio del aspecto sobrenatural previamente mencionado y a la vez brindando la oportunidad de presentar situaciones de riesgo en las que el caos o la acción siempre estén presentes para que la experiencia no se vuelva monótona.

Algo que se mantiene de manera estable hasta llegar a una parte final que logra generar muchísima tensión y además se da el lujo de contar con momentos sorpresivos que le brindan mayor impacto visual e, incluso, cierto toque depresivo. Aunque dejando todo abierto para que las secuelas complementen lo que hace falta.

En el tema de las actuaciones tenemos un elenco que hace una buena labor, no podría decir que alguien destaca en especifico pero todos generan una buena química y cumplen con sus roles de manera sólida. Mientras que en el tema de producción tenemos una gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el soundtrack es fantástico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de gran nivel y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Fear Street 1994 es genial. Un homenaje a los slasher de los 90s que sin duda se posiciona como una de las mejores películas en lo que va del año. 

Ojometro:
*****

viernes, 2 de julio de 2021

Crítica: The Djinn (2021)

Película dirigida por David Charbonier y Justin Powell, quienes además son los escritores del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un chico mudo de nombre Dylan (Ezra Dewey) se queda atrapado en su departamento con un siniestro monstruo cuando pide un deseo para obtener lo que más quiere desde lo más profundo de su corazón.


Comentarios generales:

Películas sobre genios malvados no son nada nuevo, hay varias por ahí regadas a lo largo de las décadas, pero jamás ha sido un tópico que se haya explotado de manera regular como algunos otros. En gran medida porque se le considera como algo demasiado simple y por ello no se pueden hacer cosas tan complejas o elaboradas, lo cual es entendible; sin embargo, The Djinn demuestra que incluso las cosas simples todavía pueden ser muy interesantes.

Y es que lo que nos presentan Charbonier y Powell no es una historia apta para el público que solo busque grandes cantidades de sangre, apostando más por un enfoque minimalista que le dé mucha importancia a la generación de suspenso y a la propia construcción del protagonista. Lo cual hace que el primer acto no resulte el más emocionante de todos, pero que sirve perfectamente para conocer bien a Dylan; quien resulta tener unos traumas complejos y a la misma vez ser bastante autosuficiente a pesar de su discapacidad, sin dejar de ser un niño con la inocencia que eso conlleva.

Esto último siendo precisamente el medio por el que hace acto de presencia el genio, cuya aparición rápidamente establece el tono y la atmósfera para lo que resta de la película. Todo bajo un ritmo fluido que se da en gran parte por la manera tan creativa en la que los directores utilizan la cámara para presentar las situaciones de riesgo en un espacio muy pequeño, las cuales por momentos caen en lo repetitivo ante la limitante de recursos, pero en realidad, al llevarse a cabo bajo una dinámica vertiginosa la mayor parte del tiempo, eso casi ni se nota y la sensación de peligro que se logra generar es fuerte.

Dejando así una parte final intensa en la que el incremento de la violencia se da en cantidades suficientes como para alcanzar un nivel de tensión adecuado y con ello hacer que el conflicto se siga sintiendo desventajoso para Dylan. Además de que el desenlace resulta muy satisfactorio, no solo porque está bien justificado gracias a algo mencionado casi al inicio, sino porque no tiene problemas en ser más oscuro de lo que uno esperaría.

Sobre las actuaciones hay que decir que lo de Ezra Dewey es muy destacado, el chico no habla en el 99% de la película y aún así logra que uno se preocupe por él de manera importante una vez que inicia su encuentro con el genio. En cuanto a producción es de una factura muy discreta: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, cuenta con un score efectivo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Djinn me gustó. Película con un concepto simple que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****