miércoles, 30 de diciembre de 2020

Ojo Awards: Lo mejor de 2020

POR FIN concluye el 2020, uno de los años más caóticos y complicados que a muchos de nosotros nos ha tocado experimentar gracias a la pandemia ocasionada por el COVID-19, la cual vino a cambiar de manera abrupta nuestra vida cotidiana.

Y dentro de todos estos cambios sin duda alguna la manera de consumir cine fue uno de los más importantes, ya que la industria se vio obligada a parar de golpe y por lo consiguiente se volvió todo un desafío el poder estar al pendiente de lo que ocurría dentro del género de terror, sobre todo durante los primeros meses de la pandemia cuando los retrasos de varias de las películas más importantes se empezaron a dar. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, al final creo que hubo el material de calidad suficiente como para que no todo estuviera perdido y el año no pasara de largo.

Con respecto a la taquilla creo que no tiene mucho caso profundizar al respecto debido a que realmente fueron contadas las películas que pudieron estrenarse en cines de manera normal a lo largo del año. Aunque el tremendo éxito de The Invisible Man ($140.6 millones) y los casos de Fantasy Island (48.8), Underwater ($40.8) y Gretel & Hansel ($22) son dignos de destacar en ese breve periodo de normalidad.

Y bueno… ya para no darle más vueltas al asunto, aquí dejo lo que en lo que en mi opinión fue de lo mejor en este año por medio de la octava edición de los Ojo Awards. Los cuales, como siempre, están basados exclusivamente en todas las películas de las que escribí en el blog a lo largo de los 365 días del año.

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Mejor Maquillaje: The Wretched


2.- Train to Busan Presents: Peninsula
3.- Books of Blood


Mejores Efectos Especiales: Underwater 

2.- The Invisible Man
3.- Blood Quantum


Mejor Score: Gretel & Hansel


2.- The Invisible Man
3.- The Dark and the Wicked


Mejor Dirección de Arte: Gretel & Hansel


2.- Train to Busan Presents: Peninsula
3.- The Invisible Man


Mejor Fotografía: The Invisible Man


2.- Gretel & Hansel
3.- The Lodge


Mejor Actriz: Elisabeth Moss (The Invisible Man)


2.- Riley Keough (The Lodge)
3.- Kathryn Newton (Freaky)


Mejor Actor: David Littleton (Uncle Peckerhead)


2.- Vince Vaughn (Freaky)
3.- Kevin Bacon (You Should Have Left)


Mejor Director: Leigh Whannell (The Invisible Man)


2.- Severin Fiala & Veronika Franz (The Lodge)
3.- Christopher Landon (Freaky)


Mejor Guión: Relic


2.- The Invisible Man
3.- Uncle Peckerhead



Mejor Película: The Invisible Man


Después de tener tres intentos fallidos en su búsqueda por crear un universo cinematográfico con sus icónicos monstruos la presión para Universal era demasiada y parecía que le estaban apostando absolutamente todo a una película como The Invisible Man que, si bien resultaba atractiva, no contaba con el renombre de otras franquicias. Sin embargo, dicha apuesta no les pudo salir mejor.

Ya que lo ofrecido por Leigh Whannell no solo es un trabajo de calidad impecable en todos sus rubros, sino que además es una de las experiencias de mayor tensión que recuerde en años recientes, la cual se ve potenciada por una impresionante actuación de Elisabeth Moss que lleva el tema de la paranoia a otro nivel.


Top 10

1.- The Invisible Man
2.- The Lodge
3.- Freaky
4.- Relic
5.- The Dark and the Wicked
6.- Uncle Peckerhead
7.- Gretel & Hansel
8.- Blood Quantum
9.- Host
10.- Underwater

Mención honorífica: The Wretched, Triggered, The Cleansing Hour, Books of Blood, #Alive

lunes, 28 de diciembre de 2020

Las peores películas del 2020

Está a punto de terminar este 2020 de pesadilla y no podía faltar esta prestigiosa lista sobre aquellas películas que personalmente me parecieron lo peor que vi durante el año. Esos trabajos que por breves momentos me hicieron preguntarme si los veo por gusto o por el simple hecho de que me gusta sufrir intencionalmente.

* La lista está hecha en base a lo que vi y critiqué en el blog, además de que no tiene ningún tipo de orden específico

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Alone


Bone Breaker


The Turning


Boneyard


The Grudge


Cupid


Tooth Fairy 2


Antebellum


The Assent


Dreamkatcher


Fantasy Island


Savage Creatures




EL OJO SANGRANTE 2020

La marca del demonio


Sabes que estás ante algo terrible cuando una película de 82 minutos de duración se te hace eterna, lo cual fue precisamente lo que me ocurrió con esta producción mexicana.

Sin duda alguna una de las peores historias sobre posesiones que haya visto en mi vida y en la que por más que intenté rascarle no le encontré nada mínimamente destacable en ningún apartado dado a que el nivel de calidad roza niveles bastante cuestionables. Haciéndola totalmente merecedora de la etiqueta de la peor película del 2020. 

viernes, 25 de diciembre de 2020

Crítica: Spiral (2020)

Película dirigida por Kurtis David Harder, cuyo guión fue co-escrito por Colin Minihan y John Poliquin. Se estrenó directamente en VOD el pasado 17 de septiembre, aunque todavía no hay confirmación sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una pareja homosexual se muda a un pequeño pueblo para disfrutar de una mejor calidad de vida y criar a su hija con fuertes valores sociales. Pero cuando sus vecinos organizan una extraña fiesta pronto se darán cuenta que no todo es lo que parece en este vecindario aparentemente perfecto.


Comentarios generales:

Más allá de que el nombre probablemente no haya sido la mejor opción considerando que existen varias películas nombradas así e incluso en 2020 se iba a estrenar una de alto perfil que lo utilizaba, lo cierto es que Spiral era un proyecto que me llamaba la atención debido a las buenas referencias que se fue generando de boca en boca. Eso por lo regular suele ser una señal de que por lo menos el visionado será interesante y así fue, aunque la verdad el resultado final no me terminó por maravillar como a otras personas.  

Esto porque lo que nos presenta David Harder es un trabajo que por grandes lapsos parece tener muy claro lo que nos quiere contar y por otros tantos se la pasa brincando de un lado a otro tratando de buscar excusas para extender innecesariamente el misterio que propone. Ya que esta es una historia que se construye de manera lenta mientras se juega con el verdadero motivo detrás de la desconfianza, siendo evidentemente la intolerancia de la sociedad a mediados de los 90s el eje central, pero también añadiendo otra clase de detalles cuyo principal propósito es provocar un ligero suspenso.

Realmente así transcurre todo durante al menos 30 minutos y hasta ese punto no hay muchas cosas para destacar, siendo la llegada del segundo acto la que empieza a mejorar la experiencia. 

Sustentándose principalmente en alucinaciones que al menos logran brindarle una dinámica más fluida a las acciones y que poco a poco, en conjunto con situaciones que aportan mayor impacto, empiezan a plantear la idea sobre si lo que está pasando es producto de algún tipo de paranoia provocada por traumas del pasado o si verdaderamente cada aspecto lleva a algo más siniestro. Lo cual ayuda a que el camino rumbo a la parte final resulte entretenido; sin embargo, una vez que se llega a esta los baches vuelven a aparecer. 

En gran medida porque el comportamiento del protagonista resulta un tanto exasperante al momento de afrontar un peligro que para este punto resulta evidente, aunque también porque que se presenta un giro que no termina por sentirse completamente orgánico y por lo consiguiente provoca que las conexiones de los hechos previos no encajen del todo bien. Haciendo con esto que el cierre resulte demasiado intempestivo. 

Las actuaciones no están mal, nada como para destacar de gran manera, pero en general son lo suficientemente competentes para que el visionado no resulte tan pesado y la dinámica familiar resulte convincente. La producción cumple: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es relativamente simple (salvo por el final).  

Opinión final: Spiral está ok. Película con cosas interesantes que nunca terminan por funcionar del todo, aunque no está de más checarla.

Ojometro:
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De mi parte les deseo una feliz navidad.  

martes, 22 de diciembre de 2020

Crítica: Sputnik (2020)

Producción rusa dirigida por Egor Abramenko, cuyo guión fue escrito por Oleg Malovichko y Andrey Zolotarev. Se estrenó de manera digital en Rusia durante el mes de abril, mientras que hizo lo propio en cines y VOD dentro de distintos territorios (entre ellos México) durante los meses posteriores.

Sinopsis:

En plena Guerra Fría una nave soviética cae desde el espacio después de que una misión saliera mal, dejando al comandante como el único sobreviviente y obligando al gobierno a contratar a la psicóloga Tatyana Klimova (Oksana Akinshina) para evaluarlo. Aunque pronto quedará claro que algo muy peligroso pudo haber llegado a la tierra junto con él. 


Comentarios generales:

“Alien versión rusa”

Así fue como muchos medios etiquetaron a Sputnik cuando empezó a obtener visibilidad fuera de Rusia, lo cual podría parecer un halago considerando el clásico con el que se la compara, pero también puede ser contraproducente. Más que nada porque hace que las personas ya estén predispuestas a ver algo similar cuando en realidad el producto en cuestión es algo distinto y al no cumplir con dicha expectativa rápidamente se suele demeritarlo, lo cual definitivamente puede ocurrir en esta ocasión.

Ya que si bien lo que presenta Abramenko trata sobre un alíen que habita un cuerpo humano, lo cierto es que la historia no podría ser más distinta y no solo me refiero al escenario en el que se desarrolla. Dado a que aquí se pretende explotar el conflicto que supuso la guerra fría con la carrera que libraban dos naciones para ser el número uno en absolutamente todo y en el proceso ofrecer una delicada crítica con tintes de ciencia ficción sobre cómo la Unión Soviética era capaz de pisotear los derechos de cualquier persona con tal de lograr el objetivo por “el bien de la nación”.

Algo que sin duda le añade sustancia a un concepto en teoría simple, pero que también trae consigo ciertos obstáculos en el visionado debido a que el desarrollo es uno bastante lento y quienes esperen ver un baño de sangre no lo van encontrar tan rápido gracias a que el primer acto se concentra más en el misterio que hay detrás de la compleja conexión del comandante con su huésped. 

Aunque esto no es precisamente malo, de hecho, dicho enfoque más metódico ayuda a que el segundo acto sea por demás disfrutable al generar una atmósfera tensa entre los involucrados y, además, hace que los momentos de impacto que incluyen muertes o mucha sangre resulten efectivos. Simplemente todo en este punto tiene muy buen timing y el conflicto moral que se maneja es lo suficientemente convincente para querer saber qué pasará con los involucrados; sin embargo, el acto final provoca un bajón en el producto general.

No tanto porque sea malo, sino porque se extiende más de lo debido y con ello lo que pintaba para ser un desenlace con muchísima fuerza termina perdiéndose en eventos poco interesantes. En donde sin duda existen algunas escenas de acción bien hechas, pero en general la manera en que se cierra la problemática te deja con la sensación de que se tardó demasiado para llegar a algo tan simple.  

En el tema de las actuaciones realmente quien carga con el peso de la película es Oksana Akinshina y lo hace bastante bien, mostrando ese lado humano dentro de un entorno inhumano militar que solo busca el beneficio bélico a toda costa. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple. 

Opinión final: Sputnik me gustó. Buena película de sci-fi/terror que sufre en su parte final, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
**** 

viernes, 18 de diciembre de 2020

Crítica: Run (2020)

Película dirigida por Aneesh Chaganty (Searching), quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Sev Ohanian. Se estrenó directamente en Hulu el pasado 20 de noviembre.

Sinopsis:

Chloe (Kiera Allen) es una adolescente en silla de ruedas educada en casa por su madre Diane (Sarah Paulson). Su relación parece inmejorable, pero conforme se acerca su posible partida a la universidad ella se dará cuenta que algo no anda bien y empezará a sospechar de la persona que más la ha cuidado en el mundo.


Comentarios generales:

Una de las tantas películas que se vieron afectadas por la pandemia fue Run, la cual originalmente tenía programado estrenarse en cines justo el día de las madres y que estaba posicionada para ser uno de los éxitos de la primera mitad del año. Sin embargo, ya sabemos qué fue lo que pasó y eso la condenó a un futuro muy incierto del que parecía que no se iba a librar y eso la condenaría a que se quedara en el limbo… hasta que llegó Hulu a su rescate en una decisión que sin duda se les tiene que agradecer.

Esto porque lo que nos presenta Chaganty es un thriller que tendrá que lidiar con ciertas comparaciones a una famosa obra de Stephen King (de quien hay algunas referencias, por cierto), pero que, a pesar de la familiaridad con respecto a su historia, logra sentirse fresco. Algo que no es un detalle menor debido a que probablemente la mayoría pueda descifrar el misterio principal antes de la media hora de metraje y aún así la experiencia no deja de resultar entretenida gracias a que existen los elementos suficientes como para plantar varias dudas extras y la sensación de riesgo siempre se encuentra presente.

Ya que el hecho de que el deterioro de la aparente relación perfecta entre madre e hija se dé relativamente rápido obliga a construir situaciones interesantes con el personaje de Chloe, en las que su condición le genera limitantes obvias y por ello mismo la mayoría resultan efectivas precisamente porque en todas luce con desventaja. Logrando con esto no solo que la película tenga un nivel de tensión razonable la mayoría del tiempo, sino además un ritmo muy agradable y, sobre todo, una revelación del lado oscuro de Diane que resulta perturbadora de ver sin que esta llegue a los extremos.

Un lado oscuro que en gran medida sostiene una parte final en la que se incrementa de manera discreta la violencia y se realiza otro tipo revelaciones que redondean de buena forma todo lo que se ha presentado. Llevando a un desenlace contundente y sin rodeos en el que la última escena la verdad te deja con una sensación bastante gratificante.

En el tema de las actuaciones tenemos su punto más fuerte. Tanto Sarah Paulson como Kiera Allen realizan una tremenda labor en pantalla no solo a nivel individual (en donde cada una logra ofrecer lo mejor que tienen), sino también la química que muestran es estupenda debido a que ambas son capaces de adaptarse sin demasiados problemas al cambio de dinámica tan radical que esta relación madre/hija sufre con el pasar de los minutos.

Sobre la producción, claramente el presupuesto no fue el más elevado: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta bastante discreto.

Opinión final: Run me gustó. Thriller con trama simple y buenas actuaciones ideal para ver en estos últimos días del año.  

Ojometro:
****

martes, 15 de diciembre de 2020

Crítica: The Wretched (2020)

Película dirigida por los hermanos Brett y Drew T. Pierce, quienes además son los escritores del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 11 de agosto.

Sinopsis:

Ben (John-Paul Howard) tiene que pasar el verano lidiando con el divorcio de sus padres, aunque pronto ese será el menor de sus problemas cuando tenga que enfrentarse a una bruja milenaria que tiene la capacidad de hacer que las personas olviden a sus seres queridos. 


Comentarios generales:

La razón por la cual no había escrito sobre The Wretched no era por falta de interés ni nada por el estilo, simplemente por alguna razón pensaba que ya lo había hecho meses atrás. Una confusión de mi parte que afortunadamente se pudo corregir y que me alegro de haberlo hecho a tiempo, ya que se trata de un trabajo que sin duda tiene los elementos para posicionarse dentro de lo destacado de 2020.

Esto porque lo que nos regalan los hermanos Pierce es una película con la que dejan en manifiesto que no importa si todas sus ideas funcionan o no, ellos simplemente lo que quieren es contarnos la historia más oscura posible.

Algo que se puede notar de manera inmediata en el prólogo y que se solidifica poco a poco con el pasar de los minutos, aunque para lograr esto también hay que decir que se obliga al espectador a tener bastante paciencia durante un primer acto en el que se establece una atmósfera siniestra, pero que se desarrolla a fuego lento. En donde se centra demasiado la atención en las problemáticas de Ben con algunos personajes cuya presencia no aporta (ni aportará) demasiado a la trama y que hace que por momentos la bruja se sienta un tanto ajena a la dinámica general porque se mantiene principalmente en las sombras.

Una situación que afortunadamente se va superando al llegar al segundo acto, no tanto porque el ritmo incremente demasiado, sino porque las acciones en si empiezan a adquirir un tono mucho más siniestro al exponer el verdadero propósito de la bruja y con ello las interacciones de esta con el protagonista se vuelven más complejas. Ya que simplemente tiene todo a su favor y eso provoca que la sensación de riesgo se vuelva más palpable ante la amenaza que representa no solo para Ben, sino para todos los que lo rodean debido a que cualquiera puede caer bajo su control directa o indirectamente.

Haciendo con esto que en el camino rumbo a la parte final se vayan incrementando los niveles de intensidad de manera gradual para que esta contenga la fuerza necesaria; en especial con cierta sorpresa que se presenta. Lo cual ayuda a que el desenlace cuente con la potencia suficiente para que el enfrentamiento decisivo resulte efectivo, incluso teniendo ciertos detalles que se dejan a medias o no se responden.

En el tema de las actuaciones la película está bastante bien. John-Paul Howard como protagonista cumple de manera efectiva con un papel que no se sale de lo común pero refleja la curiosidad suficiente como para seguir atentamente el misterio, además de que logra una muy buena química con la también efectiva Piper Curda (Mallory) y el resto de los personajes más relevantes con menor tiempo en pantalla.

La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está ok, el score es genial, el trabajo de sonido es excelente, los efectos son buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Wretched me gustó. Película de corte bastante oscuro que se queda un paso de la excelencia, pero que vale mucho la pena.

Ojometro:
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viernes, 11 de diciembre de 2020

Crítica: Monstrous (2020)

Película dirigida por Bruce Wemple (Lake Artifact) y escrita por Anna Shields. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de agosto.

Sinopsis:

Sylvia (Anna Shields) se encuentra en busca de respuestas después de que una amiga suya desapareciera misteriosamente en Whitehall, NY. Un pueblo donde han ocurrido muchos supuestos avistamientos de Pie Grande y en el que pronto descubrirá que, en efecto, algo maligno vive en el bosque.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios sabrán que todo lo que involucre a Pie Grande no es precisamente algo que me entusiasme demasiado debido a que históricamente suele ser un personaje utilizado de las peores maneras posibles. Sin embargo, en el caso de Monstrous mi interés era un poco mayor de lo habitual gracias a ciertos comentarios que la alababan bastante precisamente por la forma en la que manejaban a esta criatura, algo que al inicio me costaba trabajo creer, pero que al final si era cierto.

Aunque si bien esto puede ser una bendición, también puede resultar en una maldición que la dejará parada como un fraude ante los ojos de muchas personas debido a que lo que nos presenta Wemple es una experiencia que utiliza a Pie Grande más como un medio para atraer atención y no tanto como un elemento relevante dentro de una historia que, salvo por la introducción, realmente maneja otro tema distinto para cargarse más hacia el thriller y sustentarse principalmente en las dudas de diferente índole que se le van generando al personaje de Sylvia durante su viaje.

Uno que definitivamente obligará al espectador a tener mucha paciencia debido a que se desarrolla de manera muy lenta y en general recae en las mismas situaciones una y otra vez, ya sean flashbacks o escenas de sexo cada cinco minutos. 

Provocando así que durante gran parte del visionado tengas una sensación de vacío muy marcada; en especial por la forma tan limitada en la que se integra a la criatura en todo esto. Pero también hay que mencionar que una vez que se empieza a develar el misterio principal las cosas mejoran de manera importante.

Lo cual brinda unos 30 minutos finales de muy buena calidad en los que los niveles de tensión se incrementan, así como la violencia en pantalla. Recayendo en un giro bien pensado que entrelaza de buena forma los dos temas fundamentales que se te han presentado y con ello se llega a un cierre sumamente intenso que reivindica un poco la limitada presencia de Pie Grande.

Las actuaciones están bien, nada como para lanzar fuegos artificiales pero si resultan lo suficientemente sólidas como para hacer que las cosas avancen de manera adecuada. En lo referente a producción nos encontramos ante algo discreto: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score está ok, el trabajo de sonido cumple, los efectos (prácticos en su mayoría) están bien hechos y la labor de maquillaje es de muy buen nivel. 

Opinión final: Monstrous está ok. Su última media hora la salva bastante, aunque definitivamente para muchos será como una estafa.

Ojometro:
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martes, 8 de diciembre de 2020

Crítica: Freaky (2020)

Película dirigida por Christopher Landon (Happy Death Day), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a  Michael Kennedy. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México durante el mes de noviembre, recaudando $12.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Mientras que su estreno en VOD se dio el pasado 5 de diciembre.

Sinopsis:

Después de intercambiar cuerpos con un asesino serial, Millie (Kathryn Newton) descubre que solo tiene 24 horas antes de que el cambio se vuelva permanente.


Comentarios generales:

La carrera de Christopher Landon ha tomado un curso bastante interesante en los últimos años al encontrar su lugar dentro del género de terror con películas de corte más comercial que explotan fórmulas que hemos visto en otra clase de cine. Logrando con todas resultados aceptables que, aún así, te dejaban con la sensación de que podían ofrecer algo más y que solo era cuestión de tiempo para que consiguiera su primer gran éxito. El cual finalmente ha llegado con Freaky.

Y es que Landon toma una premisa sumamente utilizada en el cine para traer una historia que bajo ninguna circunstancia añade algo nuevo a este concepto; sin embargo, en todo momento se siente fresca. En gran parte porque se mantiene intacta la esencia del slasher y en base a eso se construye todo lo demás, ya que desde el inicio se te establece que si, habrá humor adolescente, pero también existirá mucha sangre de por medio con muertes creativas y gracias a dicha claridad todo el primer acto fluye sin mayores contratiempos.

Dejando el camino puesto para que el segundo acto resulte sumamente divertido al mostrar los contrastes entre los dos protagonistas, así como los beneficios que les ofrecen sus nuevos cuerpos por medio de situaciones que añaden mucho dinamismo y además proporcionan el elemento sangriento que exige la trama. Aunque también por algunos momentos se cae en ciertos clichés y, sobre todo, se presentan algunas escenas que se sienten un tanto ajenas a la dinámica general que incluso terminan alentando un poco el ritmo.

Detalles que afortunadamente no resultan demasiado dañinos para preparar una parte final en la que el conflicto decisivo sigue proporcionando la violencia y las dosis de acción suficientes para que contenga la fuerza necesaria durante un desenlace que ciertamente es muy estándar con respecto a los slasher, pero que logra añadir cierta sorpresa. No tanto por su contenido, sino más bien con la manera en el que se encuentra estructurado para que Millie termine posicionada como un personaje muy completo cuyas experiencias si le dejaron aprendizaje.

En el tema de las actuaciones evidentemente es donde tenemos una de las mayores fortalezas del filme. Tanto Kathryn Newton como Vince Vaughn hacen un trabajo impecable al mostrar una gran capacidad de adaptación ante la dualidad de sus personajes, la cual ayuda a que ninguno de los dos se sienta forzado y por lo consiguiente la mayoría de las situaciones en las que son puestos funcionan sin importar la personalidad bajo la que se encuentren.

La producción también es de buen nivel: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Freaky me gustó. Sin duda una de las películas más divertidas del 2020.

Ojometro:
****

viernes, 4 de diciembre de 2020

Crítica: Let it Snow (2020)

Co-producción ucraniana/georgiana dirigida por Stanislav Kapralov, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Omri Rose. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de septiembre.

Sinopsis:

Separada de su prometido después de haberse adentrado a una montaña para esquiar restringida, Mia (Ivanna Sakhno) tendrá que pelear por sobrevivir no solo contra la naturaleza, sino también contra un asesino en motonieve deseoso por su sangre.


Comentarios generales:

Tal vez sea el hecho de que no es muy común ver producciones provenientes de las ex repúblicas soviéticas o simplemente el que ya estamos entrando en la época navideña, pero lo cierto es que Let it Snow me provocaba un interés peculiar para estas fechas. Parecía el modo perfecto de iniciar el último mes de este tumultuoso 2020 y, en apariencia, tenía todo a su favor como para ofrecer una experiencia agradable; sin embargo, el resultado final ha sido por demás decepcionante.

En gran medida gracias a que lo presentado por Kapralov en ningún momento logra establecer de manera contundente su verdadero propósito. Ya que desde el primer acto resulta evidente que este no será un slasher común como se aparentaba, sino más bien una experiencia sobre supervivencia con un ritmo cansino en la que el asesino en cuestión es básicamente un adorno y la verdadera sustancia, en teoría, llegará por medio de subtramas o ciertos flashbacks que se te van insertando de manera puntual para ir develando de mejor manera la historia..

Y digo que en teoría porque en realidad nada de esto se explota y mejor se deja que la dinámica cansina se sostenga mientras ves al personaje de Mia desplazarse entre la nieve y batallar contra la naturaleza, la cual resulta una amenaza mucho mayor que el propio asesino.

Algo que de entrada no parece tan grave porque asumes que tarde o temprano va a cambiar, pero conforme avanzan los minutos y te das cuenta que nada más las cosas no toman un rumbo distinto la experiencia se vuelve en exceso aburrida al llenarse de bonitas tomas para presumir el congelado paisaje y situaciones que no tienen demasiada lógica o relevancia para el desarrollo.

Simplemente todo es hueco y la tensión que debería de existir por la persecución brilla por su ausencia gracias a que esta solo se da por breves lapsos. Ocasionando así que la parte final te resulte poco interesante, a pesar de que es lo mejor de la película al manejar un tono un tanto depresivo que al menos provoca que el cierre no sea tan convencional y te deje con un elemento visual bastante potente.  

En el tema de las actuaciones no hay mucho que destacar, solo se puede decir que Ivanna Sakhno cumple con lo básico para un personaje que no daba para mucho más. En la producción es donde encontramos sus pocas fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, el score cumple, el trabajo de sonido es inconsistente, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es simple.

* Cuenta con un par de escenas durante los créditos

Opinión final: Let it Snow es sumamente mediocre. Película con muy poco para destacar que se les olvidará en cuestión de minutos.

Ojometro:
** 

martes, 1 de diciembre de 2020

Crítica: Come Play (2020)

Película escrita y dirigida por Jacob Chase, la cual está basada en el cortometraje “Larry” de 2017 que él mismo dirigió. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de octubre y en VOD el pasado 20 de noviembre, mientras que su salida en formato físico todavía no tiene fecha definida.

Sinopsis:

Oliver (Azhy Robertson) es un niño con autismo que utiliza su celular para comunicarse. Esa parece la solución más simple para su problema de habla; sin embargo, cuando una extraña criatura de nombre Larry utiliza ese dispositivo como vía para llevárselo de este mundo, sus padres harán todo lo posible para salvarlo.


Comentarios generales:

2020 ha representado un reto mayúsculo para la industria del cine a todos los niveles y no parece que el panorama vaya a cambiar mucho por lo menos durante los siguientes ocho meses, así que cuando una película se estrena en cines sabes que literalmente está siendo dejada a la deriva para ver si logra recuperar algo del dinero invertido. Es parte de la “nueva normalidad” en la que nos encontramos y Come Play fue una de las primeras películas de terror a las que les tocó experimentar este escenario, lo cual tal vez haya sido lo mejor.

Esto porque lo que nos trae Chase no es precisamente un trabajo que vaya a emocionar a las masas y mucho menos al fan más hardcore debido a que recae en un concepto bastante visto durante los últimos años sin que presente algo que la haga sobresalir de gran forma. 

Esperando a que sean los detalles tecnológicos y el tema del autismo los que puedan hacer de esta historia lo más intrigante posible, aunque para que eso se dé primero tienen que transcurrir varios minutos en los que pasa mucho pero a la vez no pasa nada con un monstruo que desde la primera escena sabes de su existencia y aún así no se logra generar demasiado suspenso con este. Dejando gran parte de esa responsabilidad al personaje de Oliver, quien ante su condición poco a poco va logrando que la sensación de riesgo se vaya incrementando por medio de situaciones puntuales que exponen el peligro no solo para él, sino también para todos aquellos que lo rodean.

Un detalle que no parece tan significativo gracias a las limitantes que representa como personaje, pero que ayuda en demasía a que una experiencia que había resultado un tanto aburrida aumente de ritmo e intensidad casi de golpe para que así el segundo acto sea dinámico y presente algunos momentos muy bien logrados con los que se explote de mejor manera el vinculo de Larry con la tecnología y con ello se justifique su omnipresencia de forma convincente.

Situación que lleva a que la parte final tenga mucho dinamismo debido a que el hecho de que esté por todos lados genera algunas escenas con cierta carga de acción y, sobre todo, que la sensación de peligro para toda la familia sea muy marcada. Logrando así que finalmente se establezca una conexión bastante sólida entre Oliver y su madre para que el desenlace resulte mucho más potente.

Las actuaciones son adecuadas, siendo Azhy Robertson y Gillian Jacobs (Sarah) como su madre los que más resaltan por la química que logran; especialmente durante los minutos finales. En cuanto a la producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable y los efectos en general están bien hechos, aunque Larry puede parecer muy genérico.

Opinión final: Come Play está ok. Película muy básica para ver un día que no tengan muchas cosas que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 27 de noviembre de 2020

Crítica: The Call (2020)

Película dirigida por Timothy Woodward Jr. (The Final Wish) y escrita por Patrick Stibbs. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de diciembre.

Sinopsis:

En el otoño de 1987, un grupo de amigos de un pequeño pueblo deben tratar de sobrevivir la noche en la casa de una siniestra pareja. ¿El reto? Lograr mantenerse durante un minuto en el teléfono después de realizar una misteriosa llamada.


Comentarios generales:

Si no contara con la participación de Lin Shaye y Tobin Bell muy probablemente The Call hubiera pasado desapercibida, pero su simple presencia cambió por completo la situación. Ya que ver juntos a dos de los actores más representativos del género en los últimos veinte años no es cosa de todos los días, es algo especial y por ende resulta comprensible que las expectativas al alrededor de la película se incrementaran de manera considerable, aunque difícilmente creo que las vaya cumplir.

Y es que es evidente que lo presentado por Woodward Jr. estaba concebido para ser un proyecto discreto cuyo principal sustento era el tratar de evocar un poco el cine de los 80s, no solo en cuanto a la temporalidad de su historia, sino en la estética general. 

Siguiendo un esquema clásico que cuando ya está avanzado funciona de manera adecuada, pero que tiene que pasar por una construcción inicial bastante rocosa al centrarse en las experiencias de un grupo de adolescentes que se sienten aceleradas y en exceso básicas. Donde se te ofrece cierto contexto para entender lo que pudiera llegar a venir, mas en ningún punto se logra generar el suficiente interés por lo que les espera a estos personajes.

Siendo hasta que hacen acto de presencia los veteranos cuando las cosas empiezan a caminar, en gran medida porque el tono de la película se vuelve más oscuro y, por ende, la sensación de riesgo se incrementa. Poniéndonos así frente a una situación que en su concepto es bastante simple y ligero; sin embargo, cuando empieza a jugar con las culpas o los temores de los adolescentes adquiere mayor fuerza al explotar un poco más la parte visual, ya sea exponiendo elementos que representan un riesgo o elaborando una atmósfera que evoca completamente esa esencia ochentera que tanto se buscó desde los primeros minutos.

Avanzando así bajo un ritmo agradable hasta llegar a una parte final con la que hay ciertas sensaciones agridulces debido a que existen determinados acontecimientos que se hubieran beneficiado de un poco más de desarrollo considerando la relevancia que tienen. Aunque, por otra parte, la intensidad que brinda Shaye es suficiente para hacer del cierre uno efectivo.  

En las actuaciones lo ofrecido por Tobin Bell no varía demasiado a lo que le hemos visto en otros trabajos, mientras que Lin Shaye hace una buena labor con un tipo de personaje que últimamente parece que es con el que se siente más cómoda. Sobre la producción no tengo queja: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es agradable, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: The Call está ok. Típica película para pasar el rato que seguro terminará rellenando la programación de algunos canales de TV.

Ojometro:
***

martes, 24 de noviembre de 2020

Crítica: Triggered (2020)

Producción sudafricana dirigida por Alastair Orr (From a House on Willow Street), cuyo guión fue escrito por David D. Jones. Se estrenó directamente en VOD dentro de Canadá y los Estados Unidos el pasado 6 de noviembre, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 29 de diciembre.

Sinopsis:

Después de una noche de fiesta dentro del bosque, nueve amigos se despiertan con unas bombas atadas a sus cuerpos. Desconcertados y sin saber qué hacer, todos deciden trabajar en equipo para encontrar una solución… hasta que descubren que la única forma de sobrevivir es matándose entre ellos.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde pareciera que está mal realizar películas que utilicen fórmulas simples para entretener a la audiencia. Un fenómeno que no es algo exclusivo del género de terror, sino de la industria en general, pero aquí se suele magnificar por diversas razones y como consecuencia muchos trabajos son ignorados sin importar si el producto final es uno mucho más agradable de lo que se esperaría. Tal como es el caso con Triggered.

Una propuesta a la que desde un inicio se le etiquetó como un simple clon de Saw por su temática, aunque la verdad cuenta con los suficientes elementos para tener una identidad propia sin negar su fuente de inspiración. 

En gran medida porque Alastair Orr se toma todas las libertades necesarias para ofrecer la experiencia más caótica y sangrienta posible, donde salvo por los primeros 15 minutos todo lo demás es un recorrido lleno de violencia y desesperación por medio de un juego que utiliza el tiempo como la excusa perfecta para reflejar el sentido de urgencia desde muy temprano. Lo cual sin duda es un concepto simple, pero que garantiza que las acciones cuenten con un ritmo frenético en todo momento y las muertes con una justificación sólida que además explote el tema de las mentiras o las relaciones frágiles existentes dentro de este grupo de amigos. 

Quienes conforme van pasando los minutos revelan su verdadera cara y con ello se logran construir situaciones intensas que para el segundo acto ofrecen buenos momentos de impacto, aunque también algunos otros un tanto fastidiosos que caen en la repetitividad e incluso en ciertos sentimentalismos que resultan medio bobos ante la apremiante situación que están viviendo.

Detalles que afortunadamente no afectan a una parte final que resulta por demás disfrutable. Ya que aquí no solo se contesta la principal duda de todas, sino que además se eleva el nivel de violencia para llevar así a un conflicto definitivo que entre su predictibilidad logra ofrecer cierta sorpresa y en términos generales un cierre gratificante.

En cuanto a las actuaciones todo el elenco cumple con el nivel de intensidad necesario para este tipo de historia y es difícil decir que alguien resalta por encima del resto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es bastante bueno y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Triggered me gustó. Película simple y sangrienta que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 20 de noviembre de 2020

Crítica: The Dark and the Wicked (2020)

Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers, The Monster). Se estrenó directamente en VOD el pasado 8 de noviembre dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de diciembre.

Sinopsis:

En una aislada granja dentro de un área rural, un hombre está muriendo lentamente. Ante tal situación toda su familia se reúne para llorarle, aunque poco a poco una aterradora oscuridad rodeará la casa y algo maligno se empezará a manifestar frente a cada uno de ellos.


Comentarios generales:

Durante los últimos cuatro años ha sido muy evidente la explosión de cierto tipo de películas cuyas temáticas oscuras y depresivas han dado mucho de que hablar, posicionándose como algunas de las más alabadas dentro del género. Así que no resulta extraño que cada vez más directores se aventuren a experimentar con esta clase de propuestas debido a que les ofrecen una oportunidad de oro para que sus carreras se revitalicen u obtengan impulso, lo cual sin duda The Dark and the Wicked puede representar para el suyo.

Y es que Bertino nos trae un filme que bajo estos conceptos se adapta perfectamente a lo que a él le gusta, ósea… un ritmo lento y brindar pocas respuestas. 

Algo que puede ser un repelente para muchos, pero que en realidad funciona de manera idal en una historia que desde el primer minuto se sustenta en la desolación y en base a eso construye un distanciamiento familiar que, en lugar de irse sanando, solo empeora gracias a que los miembros básicamente son desconocidos el uno para el otro; especialmente los hijos, que lo único que comparten es el remordimiento por haber abandonado a sus padres.

Todo bajo una atmósfera en verdad oscura que poco a poco se va adueñando de las acciones bajo un ritmo lento, incluso cansino; con el que el director construye sucesos que pueden pasar de la total calma al shock inmediato en cuestión de segundos y con ello ir estableciendo la peligrosidad de lo que los está asechando, mientras se te brindan algunas muy sutiles pistas de lo que podría ser. Ya sea por medio de sueños, alucinaciones o interacciones raras con determinados personajes que en su conjunto van generando una tensión enorme y que dejan en claro que no importa lo que hagan, o si son creyentes, simplemente nada salvará a esta familia de la maldad que ha decidido afectarlos.

Lo cual lleva a una parte final que se encuentra completamente invadida por la sensación de desesperanza y al mismo tiempo contiene muchísima fuerza visual. Ya que es aquí donde el nivel de intensidad se eleva de manera importante, con escenas de impacto muy bien realizadas que magnifican el alcance de la amenaza y llevan a un cierre que deja cosas abiertas a la interpretación, pero que encaja a la perfección con el tono que se vio durante noventa minutos.

En cuanto a las actuaciones nos encontramos buenos trabajos, con Marin Ireland (Louise) siendo la que más resalta y con el siempre efectivo Xander Berkeley (Sacerdote) dejando su marca con una breve, pero inquietante participación. La producción tiene varias cosas para destacar: el trabajo de fotografía es excelente, la dirección de arte muy simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Dark and the Wicked es una buena película. De lo mejor de 2020, aunque su ritmo y falta de respuestas concretas puede no ser del agrado de muchos.

Ojometro:
****

martes, 17 de noviembre de 2020

Crítica: Vampires vs. The Bronx (2020)

Película dirigida por Osmany Rodriguez, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Blaise Hemingway. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 2 de octubre.

Sinopsis:

Miguel (Jaden Michael) y sus amigos del Bronx pelean por salvar su vecindario de la gentrificación y… los recién llegados vampiros.


Comentarios generales:

Se puede decir que este año Netflix fue la plataforma que tuvo la oferta más robusta para Halloween, tal vez no con la calidad de ocasiones anteriores, pero definitivamente si era la que contaba con más variedad. Y entre toda esa variedad se encontraba una película de la que se sabía poco como Vampires vs. The Bronx, la cual rápidamente se convirtió en una interesante novedad que sin duda alguna terminó sorprendiendo a más de uno.

Esto porque lo que nos trae Rodriguez es una película de vampiros muy disfrutable que, a pesar de tener un tono ligero, nunca traiciona los elementos característicos de esta clase de historias y los adapta de manera bastante orgánica al contexto urbano que representa el Bronx. 

Logrando establecer lo más fiel posible la dinámica multicultural dentro del vecindario y las problemáticas que han originado la llegada de los chupasangre, aunque al hacer esto también se provoca que el inicio sea uno más lento de lo esperado (más no aburrido) debido a que en este punto lo que predomina es el toque cómico sustentado por el comportamiento de los niños y su manera inocente de lidiar con el problema que tienen en frente.

Un toque que con el pasar de los minutos no es que desaparezca, más bien se empieza mezclar con otras acciones de corte más “serio” que generan la sensación de peligro necesaria y algunas muertes. Agilizando así el ritmo para tener un segundo acto en el que se construye un conflicto evidentemente disparejo con el que podemos presenciar varias cosas predecibles, pero que aún así resultan efectivas gracias a lo bien diseñadas que se encuentran para tratar de brindarle cierto equilibrio a las interacciones de los niños con los vampiros; en especial cuando se revela quien está detrás de todo.

Dejando así el camino preparado para un enfrentamiento final que cumple con ofrecer un desenlace que contenga mayores dosis de acción, aunque la verdad también te deja con la sensación de que le faltó espectacularidad. Ya que, cuando esperas que el cierre sea uno de mayor escala que involucre al vecindario y los vampiros, lo que te encuentras es algo mucho más reducido que se siente un tanto anticlimático e incluso improvisado.

Las actuaciones son buenas, la química entre todo el elenco es sólida y la comedia que manejan da suficiente margen de maniobra para añadir cierto drama que evita que todo lo que hagan se vea caricaturesco. En la producción se trata de un filme discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, cuenta con score agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son los más avanzados y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Vampires vs. The Bronx está entretenida. Película de vampiros de corte muy ligero para pasar el rato.

Ojometro:
***

viernes, 13 de noviembre de 2020

Crítica: Death of Me (2020)

Película dirigida por Darren Lynn Bousman (Saw II, Abattoir), cuyo guión fue co-escrito por Ari Margolis, James Morley III y David Tish. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 17 de noviembre.

Sinopsis:

Christine (Maggie Q) y Neil (Luke Hemsworth) son una pareja de viaje en Tailandia que tendrá que descubrir el misterio detrás de un perturbador video en el que se muestra como uno de ellos asesina al otro.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios seguramente sabrán que soy bastante fan de Darren Lynn Bousman y todo en lo que esté involucrado suele llamarme la atención debido a que es un director al que no le da miedo tomar proyectos raros y gracias a ello su filmografía se podría catalogar como extravagante, al grado de que uno espera alguna locura cada que saca algo nuevo. Ese es su sello, aunque con Death of Me brilla por su ausencia.

Esto porque sin lugar a dudas se trata del filme más “normal” que le recuerde a Bousman, algo que no considero malo en sí, pero en este caso solo hace que el producto que ofrece te resulte indiferente. 

Ya que estamos ante una historia que, si bien cuenta con una idea base interesante, lo cierto es que el tiempo de efectividad del misterio que esta plantea caduca durante los primeros treinta minutos y a partir de ese punto todo se limita a tratar de encontrar una manera para disimular la falta de contenido relevante. Dando lo mismo si es por medio de recuerdos borrosos, habitantes comportándose de manera extraña o increíbles tomas del paisaje tailandés.

Orillando así a que el desarrollo se centre en darle vueltas a lo mismo varias veces, yendo del punto A al punto B (con alguna que otra escena de impacto) sin que se añada demasiada sustancia en medio y por lo consiguiente no existan los suficientes elementos que generen la tensión que deberían tener las acciones. Simplemente lo que ves es aburrido y para empeorar las cosas está el hecho de que el personaje de Christine en ningún punto te resulta agradable, es demasiado antipática y eso genera que el desarrollo en general se sienta muy pesado en todo momento.

Siendo la parte final la única en donde las cosas presentan una mejoría, sin que esto signifique un salto sustancial en la calidad con respecto a lo que ya hemos visto. Más que nada porque por fin se logra manifestar cierta sensación de peligro para la protagonista dentro de este territorio hostil y porque el cierre es mucho más oscuro de lo que te esperas.

En las actuaciones Maggie Q se queda muy corta con el protagónico, carece del carisma necesario para cargar con el peso de la historia y para la mitad del filme ya no te importa lo que le pase. Mientras que en lo relacionado con la producción es donde tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son bastante sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Death of Me es bastante aburrida. Más allá de unos bellos paisajes la verdad no tiene mucho que ofrecer.

Ojometro:
**

 

martes, 10 de noviembre de 2020

Critica: Train to Busan Presents: Peninsula (2020)

Secuela dirigida nuevamente por Sang-ho Yeon (Train to Busan), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ryu Yong-jae. Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el mes de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 5 de noviembre. Recaudando hasta la fecha $37.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Han pasado cuatro años desde que Corea del Sur se vio infectada por un misterioso virus y se encuentra completamente infestada de zombies. Nadie se atrevería a volver a entrar ahí, pero al ex soldado Jun-seok (Dong-Won Gang) le llega una oportunidad que lo hará regresar y encontrarse con una tierra que no está tan inhabitada como pensaba.


Comentarios generales:

No exagero al decir que la primera Train to Busan no solo es una candidata a ser la mejor película de zombies en lo que va del siglo XXI, sino que además es probablemente una de las diez películas de terror más relevantes de los 2010s. Sin duda un nivel de reconocimiento que cualquier trabajo quisiera tener, pero que también se volvió casi de inmediato una carga enorme para su secuela debido a que parecía imposible poder realizar algo de ese calibre una vez más y Peninsula solo vino a confirmarlo.

Aunque el hecho de que de no haya podido alcanzar a la primera entrega no significa que lo traído por Sang-ho Yeon sea malo, en realidad es bastante entretenido y en gran medida se debe a que opta seguir un camino muy a la Romero en el que su meta no es profundizar en lo ocurrido durante el primer filme (solo menciona ciertos detalles), sino centrarse en una historia ajena a los hechos anteriores para expandir el grado de devastación ocasionado por el virus y en base a esto construir una experiencia totalmente diferente en la que evidentemente los zombies siguen siendo la mayor amenaza, pero la decadencia humana es igual de peligrosa.

Un enfoque que no es nada nuevo con este tipo de trabajos y para no caer en lo repetitivo con una trama tan simple mejor se opta por ofrecer algo mucho más cargado hacía la acción que ayude a proporcionar un ritmo frenético por naturaleza y por medio de esto disimular las flaquezas en lo que se refiere al desarrollo. Lo cual funciona bastante bien durante el primer acto; sin embargo, para el segundo no tanto. 

Ya que en este punto las cosas empiezan a tambalearse debido a que cuando se tienen que hacer pausas para establecer determinadas situaciones la película se torna un tanto aburrida precisamente porque los conflictos entre los humanos son muy vagos y por lo consiguiente lo que les pueda pasar a estos no te resulta tan interesante. Además la sensación de peligro que tendría que existir en todo momento desaparece porque los zombies son dejados en un segundo plano por algunos minutos. 

Algo que afortunadamente se soluciona durante la parte final debido a que todo el frenetismo regresa y con ello también se añade más espectacularidad. Dejando así un cierre lleno de disparos, persecuciones y zombies que resulta agradable en términos generales, a pesar de que se va por el camino más fácil para diferenciarse de lo que vimos hace cuatro años.

Las actuaciones están bien, por ahí tiene alguno que otro personaje medio caricaturesco pero en general el elenco cumple para sacar adelante una trama que no presenta demasiada complejidad. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está impecable, el score es agradable, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Train to Busan 2 está entretenida. Definitivamente no se encuentra a la altura de su predecesora, pero como una película de acción con zombies es divertida.

Ojometro:
***