martes, 30 de abril de 2024

Crítica: Exhuma (2024)

Producción surcoreana escrita y dirigida por Jae-hyun Jang (Svaha: The Sixth Finger). Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur a mediados de febrero, mientras su salida en VOD se dio en varios mercados durante el mes de abril.

Sinopsis:

Un grupo de chamanes son contratados por una adinerada familia coreana-americana para identificar la extraña enfermedad de su hijo recién nacido. Y cuando descubren que podría estar ligada a una maldición de uno de sus ancestros deciden exhumar el cuerpo de este sin imaginar las terribles consecuencias.


Comentarios generales:

La explosión de las producciones surcoreanas en el mundo del entretenimiento a nivel mundial es una de las tendencias más fuertes de la actualidad y desde hace un tiempo su presencia en el género de terror ha sido notoria. Sin embargo, la mayoría solo suele identificar las películas de zombies gracias al sello tan distintivo que poseen y se deja un poco de lado al resto a pesar de que demuestran que también pueden tocar otros temas de manera efectiva, tal como es el caso de Exhuma.

Y es que Jae-hyun Jang nos presenta algo que se podría considerar más exótico debido a los rituales que vemos por parte de los chamanes, pero en realidad se puede catalogar más que nada como una historia de posesiones cuya estructura trata de no seguir ciertos patrones determinados con la finalidad de proporcionar un poco de frescura. Algo que durante el primer acto ciertamente funciona debido a que el tema de la enfermedad y la exhumación del cuerpo hace que exista un interés genuino por saber cómo se desarrollará esto, además de que establecen rápidamente un tono oscuro que encaja a la perfección con la situación un tanto tétrica y gracias a ello se magnifica la sensación de que la amenaza no es tan simple como la pintan.

Una que al ser revelada cambia un poco las cosas para la segunda mitad debido a que se opta por un camino llamativo en el que el shock tiene un rol relevante y se trata de ir elaborando una problemática en la que entrelazan aspectos históricos que añaden profundidad. Lo malo es que durante este lapso lo que vemos también puede resultar un poco pesado debido a que la manera en la que se va desarrollando dicha problemática no es la más emocionante incluso con el incremento de escenas de impacto, provocando con esto que exista cierto estancamiento que afortunadamente no dura demasiado y por lo mismo el ritmo puede regresar a ser más ágil.

Lo cual juega en beneficio de la parte final debido a que esta maneja un nivel de intensidad que necesitaba de mayor dinamismo y al tener eso el desenlace termina funcionando de buena manera debido a que se logra presentar a la amenaza como una imponente hasta sus últimos momentos. Dejando el sentimiento de que lo ocurrido en verdad fue importante para la vida de los personajes.

Las actuaciones están bien, es más una labor en conjunto y eso evita que alguien destaque por encima del resto. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada complejo, el score es agradable, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: Exhuma me gustó. Película competente con buenos momentos para dejar de lado a los zombies coreanos por un rato.

Ojometro:
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viernes, 26 de abril de 2024

Crítica: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 (2024)

Secuela dirigida nuevamente por Rhys Frake-Waterfield, quien comparte créditos como co-escritor del guion junto a Matt Leslie. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de marzo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 18 de abril; recaudando hasta la fecha $670,778 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Hartos de vivir en las sombras, Pooh, Piglet, Owl y Tiger llevan su batalla al siguiente nivel con el propósito de aterrorizar al pueblo de Ashdown. Donde dejarán un rastro de violencia y sangre como nunca antes se había visto.


Comentarios generales:

Para bien o para mal la primera Blood and Honey fue un éxito comercial y abrió la puerta para que proyectos basados en personajes del dominio público se popularizaran dentro del género de terror. Sin embargo, la simple travesura parecía no ser suficiente con esta franquicia y su creador presentó un peculiar universo cinematográfico (Poohniverse) que promete algo por lo menos más elaborado y con Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 podemos notar los primeros pasos.

Y es que Rhys Frake-Waterfield nos trae una historia que en esencia no es tan diferente a la anterior, pero ahora si se esfuerza por tratar de añadirle trasfondo a esta idea hilarante utilizando de manera más predominante a Christopher Robin al mostrarnos las consecuencias de la masacre que vivió y todos los traumas que esto le dejó. Obvio sin sacrificar la presencia de Pooh y compañía, quienes siguen apareciendo de forma constante en pantalla realizando acciones brutales pensadas para tratar de justificar su animadversión hacía los humanos, mientras al mismo tiempo son la vía ideal para presumir el evidente incremento en el presupuesto.

Aunque una vez pasados los primeros 30 minutos resulta evidente que el director tiene problemas al momento de encontrar un balance adecuado para ambas cosas y poco a poco se va entrando en una dinámica en la que todo lo que involucra el pasado de Christopher Robin se siente demasiado rebuscado, quitándole gracia a las cosas y haciendo por momentos que el ritmo sea pesado. Algo que pretenden solucionar mostrando muertes aleatorias cada vez más gráficas y sacándose de la manga una historia de origen demasiado absurda incluso para estos estándares, lo cual podría parecer un error, pero la realidad es que conforme todo se vuelve más ridículo tenemos mejores resultados y eso queda evidenciado en la parte final.

Una que básicamente se sustenta en una gran masacre que cumple a la perfección su propósito de proporcionar impacto visual y darle mayor protagonismo al desquiciado de Tiger. Dejándonos así ante un desenlace con la fuerza suficiente para que el enfrentamiento decisivo tenga un poco más de emoción y su resolución no se sienta tan vacía como ocurrió el año pasado.  

En cuanto a las actuaciones hay un ligero pasó adelante en comparación a la entrega anterior, pero siguen sin ser las mejores. Mientras que en producción es donde si se nota una gran diferencia en cuanto al presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no está mal, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos (en su mayoría prácticos) están bien hechos y la labor de maquillaje es bastante buena.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 está ok. Una mejora con respecto a la primera entrega para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer.

Ojometro:
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martes, 23 de abril de 2024

Crítica: Abigail (2024)

Película dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Ready or Not, Scream), cuyo guión fue escrito por Stephen Shields y Guy Busick. Se estrenó en cines el pasado 19 de abril dentro de los Estados Unidos y México, recaudando hasta la fecha $15.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de secuestrar a la hija bailarina de una importante figura de los bajos mundos, un grupo de criminales se oculta en una alejada mansión. Aunque lo que no saben es que están encerrados junto a una niña que no es normal.


Comentarios generales:

Los integrantes de Radio Silence se han convertido en unos de los exponentes más relevantes del cine de terror en los últimos años y cuando se supo que habían firmado con Universal se generó un interés bastante grande. En gran parte por el misterio alrededor de este proyecto porque no se sabía si iba a estar vinculado con los Universal Monsters dado a la película en la que está vagamente basada (“Dracula's Daughter”), pero después de verla queda claro que todo eso era irrelevante porque Abigail se puede sostener sin la necesidad de dicho vinculo. 

Ya que lo traído por Bettinelli-Olpin y Gillett es de esas historias que no se toman tan en serio el tema de los vampiros y tratan de manifestarlo sin tener como principal propósito el ridiculizarlos, lo cual ayuda a que desde el primer acto las cosas funcionen de manera efectiva incluso sabiendo desde el inicio que Abigail es un vampiro. Algo que evidentemente le quita cierto misterio a la introducción, más eso no la vuelve aburrida debido a que se tiene la capacidad para hacer de la presentación de los personajes una entretenida no solo por su contraste de personalidades, sino también porque la mayoría logra establecer de manera clara su propósito en todo esto y no queden parados como simples sacos de carne desechables.

Aunque también es indudable que lo mejor llega justo cuando Abigail empieza la masacre debido a que de inmediato hace que el ritmo se acelere bastante por medio de persecuciones intensas en las que se pone en manifiesto lo peligrosa que es y además ayudan a que el nivel de intensidad se vaya incrementando de manera progresiva gracias a que tampoco se escatima al momento de presentar buenas dosis de violencia en pantalla.

Siempre combinándolas con momentos un poco extravagantes y con cierto humor que brindan la oportunidad de establecer una dinámica muy entretenida en la que el grupo de delincuentes siempre va un paso atrás sin importar lo que hagan, siendo esto aprovechado también para ir mostrando de a poco cuales serán los convencionalismos del cine de vampiros que si aplican en esta ocasión. Logrando así un balance sólido que permite construir situaciones de riesgo que van teniendo mayor impacto tanto en lo visual como en lo narrativo.

Con todo lo anterior se deja puesta la mesa para una parte final potente en la que el conflicto entre Joey y Frank escala de una manera sorpresiva que definitivamente le da frescura a un desenlace que cuenta con varios litros de sangre y además deja abierta la posibilidad para algo más grande a futuro.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco sólido con Melissa Barrera (Joey), Dan Stevens (Frank), Kathryn Newton (Sammy) y Kevin Durand (Pete) mostrando una gran química como el grupo de delincuentes. Mientras que Alisha Weir como Abigail está genial con la dualidad de su personaje que pasa de ser una niña inocente a un verdadero monstruo sin piedad.

También en lo que se refiere a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje resulta muy efectiva.

Opinión final: Abigail me gustó. Película de vampiros divertida que no se toma tan en serio y te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
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viernes, 19 de abril de 2024

Crítica: Camp Pleasant Lake (2024)

Película escrita y dirigida por Thomas Walton. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un matrimonio le inyecta vida a un viejo campamento como atracción para los amantes del terror, aprovechando una tragedia del pasado que lleva 20 años sin resolverse. Pero todo sale mal cuando extraños sucesos tienen lugar y las victimas empiezan a acumularse.


Comentarios generales:

Honestamente cuando vi el trailer de Camp Pleasant Lake supe de inmediato que iba a ser uno de esos slashers que le han generado tan mala fama a dicho subgénero; sin embargo, como suelo hacerlo con todas las películas que veo, decidí darle el beneficio de la duda. Aunque no me esperaba que el resultado fuera tan desastroso como lo terminó siendo.

Y es que lo traído por Walton básicamente cava su propia tumba desde los primeros minutos al acabar con el único requisito fundamental para que este tipo de trabajos logren mantener el interés del espectador, ósea… ocultar la identidad del asesino el mayor tiempo que sea posible. Evidentemente no mostrándola de manera tan explicita pero cualquiera con la más mínima capacidad de atención sabrá quién será asesino sin esfuerzo alguno y por lo consiguiente puede descifrar hacía donde irán las cosas desde muy temprano, convirtiendo así en una pesadilla el poder elaborar una historia que por sí misma da muchos tumbos al momento de querer encontrar cierta identidad.

Ya que a pesar de que con el paso de los minutos pretenden establecer algo más o menos serio sustentándose en la tragedia del pasado, lo cierto es que esto lo mezclan con una clase de humor involuntario que jamás permite desarrollar la masacre de una manera entretenida. Simplemente todo lo que ocurre se siente muy aleatorio y lo que debería de ser algo lleno violencia se termina convirtiendo en un ciclo repetitivo de apuñalamiento demasiado aburrido que, para empeorar las cosas, tiene que lidiar con el hecho de que las mayoría de las víctimas no son actores profesionales y gracias a ello ninguna de las muertes logra tener algún tipo de impacto significativo que añada fuerza a la trama.

Dejando con esto una parte final en la que se trata de presentar un poco más de caos para incrementar la sensación de locura y disimular la desabrida revelación del asesino con resultados bastante pobres que solo vuelven incoherente el desenlace. Además de que la mayoría de las respuestas a cosas fundamentales se dan fuera de cámara o de plano nunca llegan.

Sobre las actuaciones hay que mencionar que la gran mayoría de quienes mueren en pantalla son fans que cooperaron en la financiación de la película y es muy obvio que no tienen ningún tipo de background en actuación. Mientras que los actores profesionales tampoco tienen muchas cosas para destacar.

En cuanto a producción, se nota el limitadísimo presupuesto: el trabajo de fotografía es cumplidor, la dirección de arte deja mucho que desear, el score es genérico, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos no están tan mal y la labor de maquillaje no presenta nada memorable.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Camp Pleasant Lake es muy mala. Uno de esos claros ejemplos de todo lo que puede estar mal en un slasher.

Ojometro:
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sábado, 13 de abril de 2024

Crítica: Stopmotion (2024)

Producción británica dirigida por Robert Morgan (ABCs of Death 2), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Robin King. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Ella Blake (Aisling Franciosi) es una animadora de stop-motion que sufre para tratar de controlar sus demonios tras la pérdida de su exigente madre y la presión para poder terminar su nueva película.


Comentarios generales:

Después de diez años mis recuerdos de “ABCs of Death 2” son vagos, sin embargo, todavía tengo más o menos presente en mi memoria el cortometraje de stop motion que incluía debido a lo peculiar que era visualmente hablando. Por ello es que Stopmotion me resultaba interesante porque quería ver que tanto podía desarrollar su visión el propio director combinando la animación con actores reales, aunque el resultado final no ha sido tan convincente.

Y es que lo traído por Morgan es una historia en la que trata de integrar su experiencia con el stop motion de una manera que de inicio parece natural, pero con el pasar de los minutos se va quedando como una simple ocurrencia cuyo principal aporte tiene que ver más con lo visual. Ya que realmente la problemática de Ella no es algo que te genere gran empatía hacia ella y la forma en la que trata de sobrellevar la pérdida de su madre carece de cosas de interés para el espectador, quien probablemente encontrará más llamativo cualquier momento con la animación que con el derrumbe mental que empieza a ser evidente desde temprano.

Un derrumbe que pretende convertir el tono en uno más oscuro conforme nuestra protagonista va avanzando en la creación de su película, utilizando situaciones que se pueden catalogar como extrañas pero jamás sin llegar a ser tan extremas como para sustentar la experiencia solo en el shock. Optando mejor por jugar con el lado psicológico al tener la presencia de un personaje en especifico que indudablemente está ahí para generar ciertas dudas, aunque la verdad es que conforme se entra al segundo acto uno puede descifrar sin demasiados contratiempos su naturaleza y eso provoca que las acciones se empiecen a volver un tanto aburridas dado a que el comportamiento errático de Ella lleva a situaciones que no logran aportar gran impacto y son, casi en su totalidad, demasiado genéricas.

Ante esto la parte final queda con la obligación de presentar algo que resulte trascendente y, a pesar de los problemas previos, lo consigue de cierto modo. Más que nada porque el director por fin se atreve a elevar un poco más el nivel de intensidad para construir un suceso con la fuerza suficiente como para que la locura que se pretende reflejar en pantalla sea convincente, además de que también es en el desenlace donde se pueden notar algunos de los momentos más llamativos desde el lado técnico.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, Aisling Franciosi cumple pero nunca logra ofrecer algo tan potente considerando la situación que vive su personaje. Mientras que en producción se nota un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score no está nada mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son de buen nivel y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Stopmotion está pasable. Película un tanto vacía cuyos visuales terminan rescatándola de ser algo peor.  

Ojometro:
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martes, 9 de abril de 2024

Crítica: The First Omen (2024)

Precuela dirigida por Arkasha Stevenson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Tim Smith y Keith Thomas. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 5 de abril, recaudando hasta la fecha $17.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Margaret (Nell Tiger Free) es una joven estadounidense enviada a Roma para que inicie su vida como monja, pero estando ahí encontrará una oscuridad que la hace cuestionar su fe y revela una aterradora conspiración para lograr el nacimiento del anticristo.


Comentarios generales:

Siempre he pensado que “The Omen” es un producto muy de su época y tratar de replicar su estética setentera, así como lograr un impacto significativo con un tema tan explotado no es nada sencillo. Por eso es que cuando se anunció The First Omen me tome con mucha cautela lo que podría llegar a ser este proyecto, sobre todo porque vivimos en tiempos en los que los estudios están tratando de exprimir las franquicias de terror lo más que se pueda debido a su rentabilidad, pero al final lo que me encontré es una precuela más que digna.

Y es que lo traído por Stevenson no pretende integrar mil cosas de golpe al universo de The Omen y mejor se opta por seguir un camino no tan apantallante, pero si lo suficientemente competente para lograr que esta historia vaya adoptando poco a poco la esencia de la franquicia. Presentándonos a una protagonista tan pura como Margaret que tiene que lidiar con el entorno más hostil, alocado y misterioso de Roma para generar así durante el primer acto un contraste idóneo con el que se van construyendo distintos tipos de sucesos en los que se implanta claramente la idea de que existe algo retorcido a su alrededor, no solo por su acercamiento con Carlita, sino también por otro tipo de cosas.

Logrando así que en todo momento existan dudas y mucho misterio, lo cual ayuda a generar una atmósfera pesada que se va magnificando conforme el lazo Margaret/Carlita se vuelve más fuerte. Llevando a momentos que aportan las dosis de impacto necesarias para que el ritmo jamás decaiga y se pueda ir desarrollando una problemática mucho más profunda con la que se explote el tema satánico teniendo a la iglesia muy involucrada; además de que poco a poco los peligros se vuelven más complejos de afrontar para nuestra protagonista debido a que se encuentra completamente rebasada tanto por los individuos que quieren frenarla como por ciertas revelaciones que cambian por completo el rumbo de la parte final.

Una que resulta visualmente potente, oscura y con un grado de intensidad agradable. Aunque lo más importante es que esclarece las dudas principales en lo que respecta a la conexión con la película de 1976 y además integra cosas nuevas que establecen las bases para poder seguir con esta línea de sucesos si es que hay interés por expandir la franquicia.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Nell Tiger Free está muy bien, logra desde temprano que su personaje te importe y el progresivo cuestionamiento a sus creencias funciona a la perfección. Además de que el grupo de secundarios le ayuda a desarrollar de manera sólida situaciones de mayor shock.

Mientras que en producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es tremendo, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The First Omen me gustó. Una precuela sólida que sin duda es lo mejor que la ha pasado a la franquicia desde la película original.

Ojometro:
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viernes, 5 de abril de 2024

The Walking Dead: The Ones Who Live

El pasado 31 de marzo llegó a su fin The Walking Dead: The Ones Who Live, probablemente el spin-off que mayor expectativa generó de los tres anunciados tras el final de la serie principal. El cual tenía la importante tarea de contarnos una historia que había quedado inconclusa y que originalmente estaba pensada para mostrarse en cines, pero que tras diversos contratiempos terminó llegando a TV y afortunadamente ha podido ofrecer un producto que puedo decir sin problemas que es de lo mejor de la franquicia.

En cuanto a ratings la mini serie contó con un promedio de 871,000 espectadores, siendo el tercer episodio (“Bye”) el de mayor audiencia con 905,000. Números extremadamente buenos para AMC que superaron tanto a los de Dead City como a los de Daryl Dixon, aunque al parecer no hay planes para realizar más temporadas.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Química entre Rick y Michonne


Indudablemente la razón principal por la que The Ones Who Live funciona tan bien es por la química que tienen Andrew Lincoln y Danai Gurira en pantalla, lo cual convierte a la dupla Rick/Michonne en algo sumamente especial en cada situación que tienen que afrontar.

Y es que como se menciona en la propia serie, estando ellos dos juntos se siente que son capaces de poder superar cualquier cosa y con el pasar de los episodios es precisamente eso lo que demuestran. No solo desde el lado violento ante los zombies o con otros humanos, sino también ante desafíos más personales que ponen en riesgo su relación.


Conflictos internos de Rick


Uno de los mayores temores que existían sobre The Ones Who Live era que la trama solo se centrará en Rick tratando de escapar de una nueva comunidad y aunque ese es el punto central, lo cierto es que se dio bajo un enfoque diferente al esperado.

Ya que en esta ocasión nos pusieron ante un Rick Grimes vulnerable que ya no era el líder implacable que todos conocíamos, sino que mentalmente era un hombre quebrado que había aceptado su reclusión y en base a ello se fue construyendo cierto conflicto con la propia Michonne que le dio un buen sustento a varios episodios.


Nuevos y efímeros personajes secundarios 


En general lo que vimos fue una historia que se centró más que nada en sus protagonistas, pero eso no evitó que se pudieran tener algunos personajes secundarios interesantes que brindaran el apoyo suficiente a la historia sin extender demasiado su presencia. Siendo Pearl Thorne, el Coronel Johnathan Beale y Pat los más relevantes.


Muerte de Jadis


Si había otro personaje de TWD cuya historia había quedado inconclusa era Jadis, así que verla de vuelta fue agradable. Sobre todo porque siguió manteniendo ese enigma a su alrededor que siempre la caracterizó y la manera en la que se construyó su muerte, donde se pusieron en juego sus propias convicciones, fue uno de los puntos más altos de la serie.


Reunión de Rick con Judith


La verdad no hay mucho que decir, este era EL momento que tenía darse y afortunadamente pudieron mostrarlo para contar con un final emotivo que significa mucho para quienes vieron TWD desde sus inicios.


Valores de producción 


No se sabe realmente cuánto fue el presupuesto para cada episodio, pero si se pudo notar un nivel de producción bastante superior incluso comparándola con los otros spin-offs. Brindándole así una dosis de espectacularidad visual necesaria a momentos clave que magnificaban los peligros que representaban tanto los humanos como los zombies. 


Episodios imperdibles:

(1) Years
(2) Gone 
(3) Bye
(4) What We
(5) Become
(6) The Last Time 


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LO NEGATIVO


Corta duración 


Honestamente lo único negativo que puedo decir es que la serie fue demasiado corta y probablemente un par de episodios extra hubieran ayudado a profundizar un poco más sobre la CRM o algún otro aspecto, pero tampoco me parece algo que afecte de gran manera el resultado final.

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Opinión final: The Walking Dead: The Ones Who Live ha sido genial de principio a fin. Una mini serie que sabe perfectamente lo que quiere contar, sustentándose en la gran química entre sus dos protagonistas, un gran desempeño visual/técnico y retomando un poco las bases de lo que hizo a la serie original tan popular en sus primeros años.

martes, 2 de abril de 2024

Crítica: Lisa Frankenstein (2024)

Película dirigida por Zelda Williams, cuyo guión fue escrito por Diablo Cody. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero y posteriormente hizo lo propio en VOD el pasado 27 febrero, mientras que su salida en formato físico está programada para el 10 de abril.

Sinopsis:

Es el año 1989 y Lisa (Kathryn Newton) es una chica adolescente que tiene problemas para adaptarse a su nueva vida tras la muerte de su madre. Pasando mucho tiempo en el cementerio hablando con la tumba de un joven Victoriano que murió en 1837 y que, para su sorpresa, tras una noche de truenos revive como zombie.


Comentarios generales:

Mentiría si dijera que soy fan de Diablo Cody, realmente nunca he podido conectar con sus guiones y su único acercamiento al género (Jennifer’s Body) me pareció terrible. Sin embargo, siempre estoy abierto a ver cosas que tengan que ver con el terror independientemente de las personas involucradas y la verdad es que Lisa Frankenstein parecía tener potencial para dejar una buena marca, aunque al final se quedó lejos de lograrlo.

Ya que lo traído por Zelda Williams es una comedia de terror que se queda corta en ambos frentes al contarnos una historia que en general sigue una línea básica de comedia adolescente que al inicio resalta gracias a la propia rareza de Lisa y la relación que mantiene con su hermanastra Taffy, la cual ayuda a crear un contraste de personalidades interesante y sirve como una vía rápida para entender el contexto familiar que se vive. Logrando así que los primeros 20/25minutos fluyan sin demasiados contratiempos e incluso el humor un tanto bobo funcione de manera conveniente para los propósitos más básicos de la trama.

Lo malo es que una vez que se integra al zombie las cosas no presentan un cambio radical en cuanto a la dinámica general y su presencia por momentos es más de mero adorno que otra cosa, eso mientras nuestra protagonista va sufriendo un cambio de personalidad que se siente demasiado forzado por la manera en que este es provocado. Algo que claramente está pensado para ir incrementando de a poco el nivel de violencia e ir añadiendo algunas muertes que justifiquen el lado del terror, pero que resultan tan poco impactantes que la verdad no aportan nada particularmente relevante mientras también se va desarrollando un tema amoroso que, como varios aspectos de esta película, solo está ahí porque si.

Dejándonos así con una parte final que debe de tratar de solucionar varios problemas y en su intento por lograrlo solo ocasiona que todo se sienta acelerado. Simplemente no se le da tiempo a nada para que se desarrolle de buena forma, aunque por lo menos se puede obtener cierto cierre “emotivo” con las propias hermanas para que el desenlace no se sienta tan vacío.

En cuanto a las actuaciones Kathryn Newton lo hace bien, no es un papel tan extremo como uno pensaría pero en general cumple con su dosis de locura obligatoria. Mientras que Liza Soberano (Taffy) resulta ser un buen contrapeso para ella con un personaje totalmente opuesto que incluso por momentos es más agradable que la propia Lisa.

Sobre la producción hay que decir que nos topamos con una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos no son nada espectaculares y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Lisa Frankenstein está pasable. Honestamente no me terminó de convencer, pero a lo mejor con un público más joven sea distinto.

Ojometro:
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