domingo, 28 de febrero de 2021

Crítica: Wrong Turn (2021)

Película dirigida por Mike P. Nelson (The Domestics) y escrita por Alan B. McElroy. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de enero, mientras que su salida en VOD se dio apenas este pasado 26 de febrero.

Sinopsis:

Un grupo de amigos que se encuentran de excursión en el Sendero de los Apalaches es confrontado por “La Fundación”, una comunidad que ha vivido en las montañas por cientos de años y no es nada amigable con quienes pisan su territorio.


Comentarios generales:

Re-imaginar franquicias es algo que ya hemos visto en años anteriores y muy probablemente será una tendencia que tome más fuerza con el pasar del tiempo, sobre todo en un género como este en el que las más prolíficas llevan décadas siendo exprimidas sin grandes cambios. Simplemente es un enfoque mucho más interesante en comparación al de hacer secuelas al vapor para mantener los derechos y por eso el que Wrong Turn optara por hacer esto resultaba llamativo, más porque el creador de la franquicia (McElroy) regresaba y, según sus palabras, pretendía sacudir un poco las cosas.

Y vaya que lo hizo. Ya que esta nueva entrega está ligada a la franquicia solo en el nombre porque en realidad es algo que cambia por completo las bases de todo lo que hemos conocido hasta ahora, dándole sin duda nueva vida potencial, pero también dejándola en una posición compleja porque lo que presenta Mike P. Nelson definitivamente será polémico por donde se le quiera ver.

Trayéndonos una historia que mantiene la esencia del concepto original (salirse del camino) y lo transforma de una manera en la que el distanciamiento con las entregas anteriores hace que uno no pueda creer que está viendo una Wrong Turn. Aunque al menos durante el primer acto dicha sorpresa no es tan grande debido a que el director logra ofrecer los que son los mejores minutos del filme a base de construir escenas que generan no solo una duda adecuada con respecto a quienes habitan en las montañas, sino también una dosis de impacto que le añade muchísima fuerza y dinamismo a las acciones.

Hasta ahí el ritmo es ágil y en realidad todo se siente “normal”, sin embargo, una vez que se empieza a profundizar con respecto a la fundación las cosas decaen de manera importante. 

No tanto por la falta de violencia, sino porque todo lo que rodea a la comunidad no tiene demasiado sentido y en el afán por querer profundizar sobre algo tan hueco se va perdiendo poco a poco toda la agilidad previa e incluso el tono cambia de manera radical. Convirtiendo el visionado en uno bastante aburrido y carente de sustancia; en especial cuando se entra en la parte final.

La cual van alargando de manera innecesaria hasta el punto de que lo que pasa dentro del bosque te termina emocionando poco a pesar de que cuenta con momentos de intensidad interesantes que hacen de la protagonista un personaje mucho más completo. Siendo realmente lo único rescatable la muy breve referencia al concepto de las entregas anteriores y el cierre que se extiende hasta los créditos finales con el que se deja más que abierta la posibilidad para una secuela.

Las actuaciones no están mal. Charlotte Vega (Jen) muestra buenas cosas, sobre todo a partir de la segunda mitad del filme; aunque definitivamente quien se lleva los reflectores es Bill Sage (Venable) como el líder de la comunidad gracias a que logra tener una presencia bastante imponente a pesar de ser una persona “común” y "corriente".

En lo que respecta a la producción tenemos una factura bien cuidada para los estándares de la franquicia: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte es sólida, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

* Vean los créditos porque ahí ocurre el verdadero final

Opinión final: Wrong Turn me aburrió. Seguramente habrá gente que disfrute este nuevo rumbo de la franquicia, pero en general no la encontré interesante.

Ojometro:
**