Película dirigida por Andy Collier y Tor Mian, quienes además fueron los responsables de escribir el guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Después de la muerte de su madre, Isaac (Ludovic Hughes) y su esposa embarazada regresan a su lugar de nacimiento a una remota isla noruega para reclamar una inesperada herencia. Aunque estando ahí descubrirán oscuros secretos sobre el pasado de este y la comunidad de dicho lugar.
Comentarios generales:
El terror cósmico es algo que siempre me va interesar por la extravagancia que representa, pero es innegable que son pocas las personas que tienen la capacidad suficiente para trasladar al cine lo que lo hace atractivo en los libros. Por ello es que siempre tengo muchas reservas cuando se trata de trabajos que se identifican bajo dicha etiqueta, más que nada porque la mayoría suele dejarme un mal sabor de boca y lamentablemente Sacrifice no fue la excepción.
Ya que lo que nos presentan Collier y Mian, si bien se maneja bajo los estándares del terror cósmico, ciertamente no lo explotan como uno esperaría al centrarse más en un drama que gira en torno a los problemas maritales. Sustentando gran parte de las acciones en largos diálogos que desde el primer acto te empiezan a resultar cansados ante lo poco que añaden al misterio que rodea a los habitantes de la isla y que ocasionan que el ritmo sea muy lento desde temprano, obligando así a tener que recurrir a momentos de “terror” que por sí mismos son problemáticos.
Esto porque se valen de uno de los recursos más baratos que existen (los sueños) para realizarlos, algo que en si no me molesta, pero aquí lo sobreexplotan de una manera que resulta ridícula. Haciendo que realmente no tengan ningún tipo de peso en la historia y tampoco contengan nada destacable en lo que muestran, dejando así una falta de sustancia muy marcada con la que se tienen que sobrellevar varios minutos en donde no pasa gran cosa hasta que se llega a la parte final.
La cual es por mucho lo mejor de la película al tener un nivel de intensidad mayor y porque construyen un cierre sorpresivo que al menos te deja con cierta sensación de que algo valió la pena dentro de todo este aburrimiento.
Sobre las actuaciones puedo decir que Hughes y Sophie Stevens (Emma) como su esposa no están mal debido a que se complementan de buena forma a pesar de lo hueco del guión. Aunque la presencia de Barbara Crampton (Renate Nygard) resulta poco convincente gracias al acento tan malo que utiliza.
En lo referente a la producción nos encontramos con algo de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es agradable, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje está bien hecho.
Opinión final: Sacrifice es decepcionante. Película aburrida a la que una buena parte final no la salva.
Ojometro:
**