Spin-off dirigido por Álex y David Pastor, quienes además son los responsables del guión. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 14 de julio.
Sinopsis:
Después de que el mundo se vio plagado por una misteriosa fuerza que manipula las emociones de las personas para que estas se suiciden, Sebastián (Mario Casas) y su hija empiezan una travesía para sobrevivir dentro de la ciudad de Barcelona.
Comentarios generales:
No cabe duda que, cuando salió en 2018, Bird Box fue todo un fenómeno de marketing que se vio beneficiado por el hecho de que en aquella época Netflix todavía gozaba de una buena reputación entre el público a nivel general; sin embargo, cuando uno la veía se topaba con un producto mediocre en el que lo más llamativo era su enorme similitud con “The Happening”. Por ello es que este spin-off no parecía ser tan buena idea porque se veía complicado que pudiera corregir todo lo que no pudo hacer bien la historia base y esos es, en efecto, lo que ocurre con Bird Box: Barcelona.
Ya que lo traído por los hermanos Pastor es más de lo mismo al presentarnos una historia que jamás trata de esclarecer las cosas con respecto a la amenaza e inmediatamente propone algo que cambia por completo la perspectiva sobre el personaje de Sebastián, convirtiéndolo prácticamente en un villano cuyas motivaciones no son difíciles de entender, más si resultan un tanto huecas dado al poco contexto que existe sobre lo que está acabando con la humanidad. Provocando así que desde temprano uno no sienta demasiado interés por él y su drama personal, el cual está pensado para ser la fuerza dominante detrás de sus encuentros con otros sobrevivientes, pero que ante la falta de sorpresa vuelve aburrido el visionado rápidamente.
Ante esto la entrada al segundo acto no tiene muchas cosas llamativas, aunque probablemente lo mejor de la película lo vemos aquí debido a que se atreven a construir algunas escenas que logran proporcionar tensión por medio de muertes y la desconfianza que el comportamiento de nuestro protagonista empieza a provocar entre los demás personajes. Algo que lamentablemente no se logra mantener por mucho tiempo gracias al problema fundamental de no saber cómo explicar lo que es la amenaza y tratarlo de maquillar con un culto que sabes que está ahí, más no representa nada fundamental en el desarrollo dada su raquítica presencia en pantalla salvo por un par de flashbacks.
Situación que hace que la parte final difícilmente tenga un gran impacto, a pesar de que se deja de lado el sigilo para dar paso a la acción. Teniendo así un desenlace que por lo menos trata de cambiar un poco la dinámica previa y hacer que Sebastián tenga su momento de redención, sin que esto signifique que logren buenos resultados; en especial porque con el cierre dejan más dudas que certezas.
Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, Mario Casas está correcto como todo el elenco y nada más. Mientras que en producción se nota que hubo un presupuesto de consideración: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: Bird Box: Barcelona es decepcionante. Película con básicamente los mismos problemas que la original.
Ojometro:
**