martes, 12 de diciembre de 2023

Crítica: It Lives Inside (2023)

Película escrita y dirigida por Bishal Dutta. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, mientras que hizo lo propio en México el pasado 7 de diciembre; aunque también ya salió en formato físico y VOD durante el mes de noviembre.

Sinopsis:

Sam (Megan Suri) es una adolescente hindú/estadounidense con conflictos por su identidad cultural y las cosas empeoran cuando su antigua amiga de la infancia la busca para pedir su ayuda, sin saber que liberará a una identidad demoniaca que se alimenta de su soledad.


Comentarios generales:

Por más que la premisa luzca familiar, lo cierto es que siempre me va a llamar la atención cuando una película trata de exponer otra cultura debido a que eso le brinda una frescura que es complicada de encontrar en determinadas propuestas y en el caso de It Lives Inside es indudable que ese factor era lo que la hacía destacar por encima de otras. Aunque probablemente también representó su mayor obstáculo para poder ser algo más importante.

Ya que lo presentado por Dutta pretende utilizar el folclore hindú de una manera recurrente sin comprometerse al 100% con eso y como resultado deja una historia adolescente con destellos de oscuridad interesantes que jamás logra salirse de lo convencional. Y mucho se debe a que los primeros 35/40 minutos de la película son un tanto desabridos, donde todo el tema del demonio está presente de manera superficial y se deja que sean los problemas juveniles los que predominen para tratar de profundizar sobre las dificultades que viven los hijos de migrantes con los choques de identidad, así como la siempre complicada transición a la adolescencia.

Generando con esto cierta pesadez que para nuestra buena suerte poco a poco se va dejando atrás conforme el demonio va tomando más protagonismo y empieza a representar una amenaza concreta tanto para nuestra protagonista como para quienes la rodean, lo cual incrementa la intensidad de manera contundente sin tener que recurrir a cosas extremas. Y además abre la puerta para implementar un tono mucho más oscuro y depresivo que vaya en sintonía con la inestabilidad emocional de Sam mientras se ve expuesta a situaciones estándar que no aportan nada extraordinario en la generación de suspenso, pero por lo menos están bien construidas como para proporcionar cierta espectacularidad rumbo a la parte final.

Una que ciertamente funciona porque se involucra de mayor forma a los demás personajes y sabe incrementar la sensación de riesgo sin sacrificar la violencia necesaria para ello. Dándole sentido a determinados detalles que se habían expuesto en los minutos previos y también dejando un desenlace que, si bien aparenta ser feliz, lo cierto es que no lo es tanto por la toma de decisiones de Sam para solucionar un problema que parece no tener fin.

Las actuaciones están bien, Megan Suri hace un trabajo sólido como esta chica con muchos conflictos y en general el resto del elenco la sabe arropar. Mientras que en producción tenemos cosas para destacar: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score es agradable, cuenta con un trabajo de sonido limpio, los efectos son cumplidores y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: It Lives Inside es aceptable. Película con destellos interesantes que puede ser una buena opción cuando no tengan otra cosa que ver.

Ojometro:
***