Película dirigida por Derek
Hockenbrough y escrita por Diana Busuioc; la cual está producida por Full Moon
Films, estudio que por lo que pude investigar no tiene nada que ver con el fundado
por Charles Band. Se estrenó en Halloween del año pasado en los Estados Unidos
y en estos primeros meses del 2014 ha salido en VOD.
Sinopsis:
Siete amigos preparatorianos
realizan un viaje a Europa para celebrar sus últimos días juntos antes de irse
a la universidad. Su destino es el antiguo castillo en donde supuestamente Vlad
el Empalador vendió su alma al diablo hace 500 años.
Comentarios generales:
En algún punto se decidió
cambiarle el nombre a esta película porque originalmente solo se llamaba The
Impaler, una situación que se entiende considerando que dicho título es
obsoleto para lo que ocurre en pantalla. Aún así, bien pudieron nombrarla
“Estudiantes” o “La Doña Loca del Castillo” y hubiera tenido el mismo efecto
gracias a lo verdaderamente mala que es.
Lo que Hockenbrough nos trae aquí
es un trabajo que refleja inexperiencia total desde el inicio al mostrarnos a
un grupo de jóvenes que lucen más viejos que yo, los cuales durante casi 45 minutos
básicamente solo están en pantalla teniendo conversaciones genéricas más adecuadas
para series de adolescentes. En serio, simplemente no pasa nada; de hecho, me
dio la sensación de que tal vez parte de la historia la fueron sacando conforme
filmaban la película porque la construcción es tan débil y tan poco convincente
que al final, dentro de todo lo ocurrido, solo utilizan unos breves minutos
para tratar de explicarte más o menos que es lo que liga a los jóvenes con la
historia del castillo (Vlad a lo mucho es mencionado un par de veces) y el resto es utilizado para mostrar típicas situaciones de
relleno pre-masacre de los slasher.
Ya faltando 15 minutos para la
hora inicia la acción, pero tampoco existe una gran diferencia. Cuando uno
espera que las cosas se vuelvan más dinámicas se encuentra con muertes muy
aisladas unas de otras, generando así un ritmo cansino que está muy lejos de ese
escenario sangriento y lleno de brutalidad que te pretenden vender; donde además
se siguen presentando algunas situaciones absurdas difíciles de digerir por lo
fuera de lugar que se sienten.
El final es probablemente lo
mejor. Nada memorable, pero es la única parte en donde elevan un poco más el
nivel de violencia y le integran un giro que podría funcionar con varias
personas.
Las actuaciones son espantosas, aunque lo más hilarante es la selección de "jóvenes" que utilizaron. En producción tampoco se salva: la dirección de
arte es lamentable tratándose de un trabajo cuya ambientación tiene que ser
algo por lo menos decente, pero no mentiría al decir que algunas de las tomas
se nota que fueron grabadas en algún tipo de museo o atracción porque los sets
lucen poco acondicionados. Hay un pésimo uso de la pantalla verde y el trabajo
de maquillaje no ofrece nada realmente destacado.
Opinión final: The Impaler es
horrible. No desperdicien su tiempo y mejor hagan otra cosa.
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