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viernes, 25 de abril de 2025

Critica: Sinners (2025)

Película escrita y dirigida por Ryan Coogler. Se estrenó en cines tanto en México como los Estados Unidos los pasados 17 y 18 de abril, recaudando hasta la fecha $87 millones de dólares en maquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tratando de dejar sus conflictivas vidas detrás, los gemelos "Smoke" y "Stack" (Michael B. Jordan) deciden regresar a su pueblo para iniciar de nuevo. Aunque estando ahí descubrirán que un mal mayor se encuentra esperándolos para darles la bienvenida.


Comentarios generales:

Una creencia que suele ser universalmente aceptada es que hacer películas de vampiros en la actualidad es complicado porque se trata de uno de esos subgéneros que, dada su longevidad, difícilmente dan mucho margen de maniobra para contar cosas nuevas. Sin embargo, muy de vez en cuando llegan proyectos que logran retar dicha creencia ofreciendo algo que toma a todo el mundo por sorpresa y definitivamente Sinners es uno de esos casos.

Ya que lo traído por Coogler es una muy buena película de vampiros que aprovecha este gancho para tocar otros temas como la segregación, las libertades básicas, el racismo y la relevancia histórica del Blues sin que se sientan fuera de lugar en ningún momento. Logrando con esto que la historia tenga mucho más sustancia de la esperada, aunque evidentemente esto hace que la primera mitad no sea precisamente la más llamativa si lo único que quieres ver es a los vampiros matando a lo loco debido a que se toma su tiempo para tratar cada tema mencionado y así establecer de manera firme el contexto en el que se desarrollan las acciones.

Todo bajo un ritmo agradable que solo mejora conforme la música y los propios vampiros empiezan a tener un rol predominante para construir algunas de las mejores escenas, no solo por lo peculiares que resultan, sino porque poco a poco estas van haciendo que el tono de la película se vaya volviendo más oscuro y la sensación de riesgo se incremente de manera considerable. 

Logrando así que la transición de la parte “seria” a la parte supernatural resulte efectiva dado a que se logra posicionar a los vampiros como una amenaza de consideración sin tener que recurrir a situaciones visualmente complejas, generando en todo momento una atmósfera tensa que ayuda a que las interacciones entre ambos bandos sean bastante interesantes. Además de que gracias a esto el nivel de violencia se va incrementando de manera progresiva bajo la premisa de que realmente nadie está exento a la brutalidad de los chupa sangre, cuyas motivaciones son impulsadas por un concepto medio retorcido de la búsqueda de la libertad y el escape al racismo de la época.

Brindándole con esto mayor profundidad a las cosas rumbo a una parte final que ahora si apuesta más hacia la espectacularidad y gracias a ello logra tener muchísima fuerza al contar con sus buenas dosis de acción y sangre. Aunque también es cierto que el desenlace puede llegar a sentirse un tanto fuera de lugar o innecesario.

Sobre las actuaciones tenemos a un Michael B. Jordan genial dándole vida a dos gemelos de personalidades sumamente contrastantes con los que logra crear momentos emocionalmente diversos y además vender de manera creíble que no los está interpretando la misma persona. Mientras que el resto del elenco hace una gran labor complementándolo; en especial Delroy Lindo (Delta Slim), Hailee Steinfeld (Mary) y Wunmi Mosaku (Annie).

Y en cuanto a la producción nos encontramos con una factura de primerísimo nivel: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está bien cuidada, el score es fantástico, el trabajo de sonido impecable, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje sólida.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Sinners me gustó bastante. Muy buena película de vampiros que se posiciona como una de las mejores de 2025.

Ojometro:
*****

miércoles, 8 de enero de 2025

Crítica: Nosferatu (2024)

Película escrita y dirigida por Robert Eggers (The Witch, The Lighthouse). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 25 de diciembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 1 de enero; recaudando hasta la fecha $101.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un historia gótica de obsesiones entre una joven atormentada en la Alemania del siglo XIX y un antiguo vampiro obsesionado con ella, causando un terror inimaginable a todos los que se cruzan en su camino.


Comentarios generales:

Independientemente de si te gusta o no el estilo de Robert Eggers, lo cierto es que cuando se supo que trabajaría en una nueva versión de “Nosferatu” casi todo el mundo estaba de acuerdo en que era una combinación perfecta. Convirtiéndola así en una de las películas de terror más esperadas de 2024 a pesar de su peculiar fecha de estreno y que ha logrado satisfacer a una audiencia mucho más amplia de la que normalmente consigue atraer el director.

Y es que Eggers apuesta por la familiaridad de una historia conocida, pero que todavía no está tan sobreexplotada como la de “Drácula” y eso ayuda a que pueda imprimirle su sello sin que el tono depresivo o frio se sienta fuera de lugar. Logrando así que desde el primer acto se pueda magnificar el aspecto visual de la película que haga la espera por la primera aparición del Conde Orlok más digerible ante el ritmo pausado empleado, obteniendo con ello una atmósfera oscura muy potente que poco a poco va acaparando las acciones para que, cuando por fin veamos dicha aparición, se logre que el impacto sea muy fuerte sin que se tenga que recurrir a situaciones extremas para establecer el nivel de peligrosidad que este representa.

Llevando así a un segundo acto que se construye en base a la tragedia, ya que una vez que el Conde Orlok empieza a tener más peso dentro de todo esto la sensación de riesgo por cuestiones lógicas se incrementa y las desgracias para quienes se cruzan en su camino son las que se encargan de proporcionar algunas dosis de shock que logran mantener la dinámica estable. Sin embargo, también hay que mencionar que conforme se va profundizando la problemática alrededor del personaje de Ellen Hutter se puede llegar a sentir que las cosas se alargan de manera un tanto innecesaria y con ello ciertas situaciones que deberían de tener más peso se terminan quedando como algo sin tanta relevancia; además de que la obsesión por parte del director de nunca exponer de más al vampiro también juega un poco en contra.

Dejándonos ante una parte final en la que el tono depresivo se incrementa por la propia omnipotencia del Conde y las tragedias que este trae consigo al pueblo, lo cual en general es entretenido de ver. Aunque definitivamente el desenlace puede resultar un tanto decepcionante debido a que, si bien se apega al de la película de 1922, este te termina dejando con una sensación de que le faltó un poco más de fuerza.

En cuanto a las actuaciones tenemos trabajos que resaltan mucho más gracias a la propia excentricidad de los personajes como es el caso de Willem Dafoe (Prof. Albin Eberhart von Franz) y Bill Skarsgård (Conde Orlok), pero en general todo el elenco lo hace bastante bien. Incluso Lily-Rose Depp (Ellen Hutter), quien por algunos lapsos puede llegar a resultar un poco frustrante dado a que mantiene la misma expresión durante todo el filme.

Mientras que en producción tenemos una factura de un nivel altísimo: el trabajo de fotografía es espectacular, la dirección de arte increíble, el score es estupendo, el trabajo de sonido es de gran calidad, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está muy bien cuidada.

Opinión final: Nosferatu me gustó. Es una buena película que, como todo lo que hace Eggers, generará diversas reacciones.

Ojometro:
****

martes, 8 de octubre de 2024

Crítica: Salem’s Lot (2024)

Adaptación de la novela de Stephen King escrita y dirigida por Gary Dauberman (Anabelle Comes Home). Se estrenó a nivel mundial el pasado 3 octubre directamente en Max.

Sinopsis:

Ben Mears (Lewis Pullman) es un escritor que regresa a su pueblo natal Jerusalem’s Lot en búsqueda de inspiración para su nuevo libro, aunque estando ahí descubrirá que los habitantes del pueblo están siendo atacados por un vampiro sediento de sangre.


Comentarios generales:

Considerando la gran cantidad de adaptaciones que existen de los libros de Stephen King, la verdad resulta sorpresivo que siendo una historia de vampiros Salem’s Lot se haya quedado anclado durante tantos años con solo un par de mini-series (1979 y 2004) a pesar de ser fácilmente explotable. Así que cuando se anunció está nueva adaptación para cine me alegré bastante, pero también me encontraba dudoso gracias al caos que es Warner Bros en la actualidad y la verdad todas las decisiones que tomaron para terminar orillándola a un estreno por su plataforma de streaming solo empeoraban las cosas; sin embargo, al final me he pasado un buen rato.

Y es que aunque Dauberman se toma sus libertades y tiene que dejar fuera algunas cosas para poder contar esta historia en menos de dos horas, lo cierto es que se las ingenia para ofrecer una experiencia con la sustancia suficiente como para involucrarte de lleno con el pueblo y su numeroso grupo de habitantes. Algo que durante el primer acto lleva a que el ritmo sea un tanto acelerado y donde se puede argumentar que unos 15 o 20 minutos extra hubieran sido de gran ayuda, ya que ante la prisa por establecer determinadas situaciones importantes no se deja que los personajes tengan una presentación más sólida (especialmente Mark) y por momentos se siente que brinca de una escena a otra sin dejar el tiempo necesario para que estas tengan un mayor peso.

Algo que afortunadamente va quedando atrás con el pasar de los minutos y gracias a las tragedias se empieza a generar un tono más oscuro que permite trabajar con la presencia de los vampiros, apostando por el suspenso sin tener que ocultarlos por completo o recurrir a un gorefest para hacerlos amenazantes. Además, las cosas fluyen de manera agradable no solo por contar con momentos de tensión efectivos, sino que también porque la dinámica entre los personajes más importantes se empieza a sentir sólida y gracias a eso las escenas pensadas para reflejar el nivel de amenaza que está consumiendo al pueblo tienen un buen grado de efectividad más allá de la impecable labor visual lograda por medio del trabajo de fotografía y los efectos visuales.

Construyendo así un camino entretenido hacía una parte final que indudablemente es la que más se aleja del libro, pero que cumple con su objetivo a la perfección. Ya que aquí la intensión era exponer algo más espectacular sustentándose en la acción y al trasladar las acciones a un espacio abierto, en donde la cantidad de vampiros puede ser desplegada a mayor escala, le brinda mucha fuerza a un cierre que incluso con los cambios resuelve los puntos más importantes.

En el tema de las actuaciones tenemos a un Lewis Pullman que hace lo necesario para sacar adelante el personaje sin que este sea uno precisamente memorable; en gran parte por la rapidez con la que se desarrolla todo. Mientras que el resto del elenco cumple con sus objetivos para complementarlo de la manera más competente posible.

Y en cuanto a la producción, nos encontramos ante una factura de buen nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple con su propósito de manera efectiva.

Opinión final: Salem’s Lot me entretuvo. Película divertida de vampiros que puede servir para que nuevas generaciones sientan curiosidad por la novela de Stephen King.

Ojometro:
***

martes, 7 de mayo de 2024

Crítica: The Deadly Swarm (2024)

Película escrita y dirigida por David Gregory (Curse of Bloody Mary). Se estrenó directamente en formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de amigos asisten a un tratamiento médico de prueba que está dirigido por el misterioso Dr. Feldman (Richard Kovacs). Aunque con el pasar de las horas descubrirán el aterrador secreto por el cual verdaderamente se encuentran ahí. 


Comentarios generales:

Ver trabajos con premisas extravagantes no me es raro, dentro del blog se pueden encontrar varios ejemplos de ello; sin embargo, creo que pocas cosas se la acercan a The Deadly Swarm. La primera película en traernos nada más y nada menos que a moscas vampiro y por lo cual resultaba demasiado tentadora como para dejarla pasar, incluso si eso significaba tener que soportar un poco menos de 90 minutos de verdadera tortura.

Y es que lo traído por Gregory es de esos ejemplos con los que uno se pregunta cómo diablos lograron para que alguien se atreviera a financiar y distribuir un producto de tan pobre manofactura tomando en cuenta que bajo cualquier tipo de control de calidad difícilmente saldría bien parado. Ya que más allá de lo ridículo que puede llegar a ser el tema de las moscas vampiro, lo cierto es que la manera de contar esta historia es terrible de principio a fin, sustentándose en clichés que ni siquiera están bien aplicados y tratando de construir una problemática cuyo único atractivo (las moscas) por grandes lapsos se encuentran ausentes porque por alguna razón se quiere presentar algo relativamente serio cuando es obvio que no existen los elementos para ello.

Gracias a esto todo resulta aburrido y con un ritmo que no ayuda para nada; en especial cuando finalmente se muestran ligeras intenciones de explotarlas. Y es que lo que debería de ser el principal motor para agilizar las acciones se queda más que nada en una serie de muertes desangeladas que fallan en su intento por generar algo de impacto y visualmente te dejan un mal sabor de boca por lo atroz del CGI.

Aunque lo peor es que llegada la parte final tratan de presentar un "giro" totalmente forzado por medio de uno de los peores personajes, llevando nuevamente al drama que no tiene nada de interesante. Además también pretenden reivindicar al Dr. Felman por medio de una pelea final que al menos por unos instantes abraza por completo lo absurdo del concepto y trata de aprovecharlo a su modo, pero sin demasiado éxito. 

Las actuaciones son terribles, muy planas y caricaturescas como la de Richard Kovacs en su papel de Dr. Felman. Mientras que en producción se nota el ínfimo presupuesto: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte no presenta ningún esfuerzo, el score es genérico, el trabajo de sonido no aporta gran cosa, los efectos son muy malos (el CGI parece de videojuego de hace 25 años) y la labor de maquillaje es tal vez en donde se nota un poquito más de esfuerzo.

Opinión final: The Deadly Swarm es terrible. De lo peor que podrán ver en sus vidas, así que evítenla.

Ojometro:
*

martes, 23 de abril de 2024

Crítica: Abigail (2024)

Película dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Ready or Not, Scream), cuyo guión fue escrito por Stephen Shields y Guy Busick. Se estrenó en cines el pasado 19 de abril dentro de los Estados Unidos y México, recaudando hasta la fecha $15.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de secuestrar a la hija bailarina de una importante figura de los bajos mundos, un grupo de criminales se oculta en una alejada mansión. Aunque lo que no saben es que están encerrados junto a una niña que no es normal.


Comentarios generales:

Los integrantes de Radio Silence se han convertido en unos de los exponentes más relevantes del cine de terror en los últimos años y cuando se supo que habían firmado con Universal se generó un interés bastante grande. En gran parte por el misterio alrededor de este proyecto porque no se sabía si iba a estar vinculado con los Universal Monsters dado a la película en la que está vagamente basada (“Dracula's Daughter”), pero después de verla queda claro que todo eso era irrelevante porque Abigail se puede sostener sin la necesidad de dicho vinculo. 

Ya que lo traído por Bettinelli-Olpin y Gillett es de esas historias que no se toman tan en serio el tema de los vampiros y tratan de manifestarlo sin tener como principal propósito el ridiculizarlos, lo cual ayuda a que desde el primer acto las cosas funcionen de manera efectiva incluso sabiendo desde el inicio que Abigail es un vampiro. Algo que evidentemente le quita cierto misterio a la introducción, más eso no la vuelve aburrida debido a que se tiene la capacidad para hacer de la presentación de los personajes una entretenida no solo por su contraste de personalidades, sino también porque la mayoría logra establecer de manera clara su propósito en todo esto y no queden parados como simples sacos de carne desechables.

Aunque también es indudable que lo mejor llega justo cuando Abigail empieza la masacre debido a que de inmediato hace que el ritmo se acelere bastante por medio de persecuciones intensas en las que se pone en manifiesto lo peligrosa que es y además ayudan a que el nivel de intensidad se vaya incrementando de manera progresiva gracias a que tampoco se escatima al momento de presentar buenas dosis de violencia en pantalla.

Siempre combinándolas con momentos un poco extravagantes y con cierto humor que brindan la oportunidad de establecer una dinámica muy entretenida en la que el grupo de delincuentes siempre va un paso atrás sin importar lo que hagan, siendo esto aprovechado también para ir mostrando de a poco cuales serán los convencionalismos del cine de vampiros que si aplican en esta ocasión. Logrando así un balance sólido que permite construir situaciones de riesgo que van teniendo mayor impacto tanto en lo visual como en lo narrativo.

Con todo lo anterior se deja puesta la mesa para una parte final potente en la que el conflicto entre Joey y Frank escala de una manera sorpresiva que definitivamente le da frescura a un desenlace que cuenta con varios litros de sangre y además deja abierta la posibilidad para algo más grande a futuro.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco sólido con Melissa Barrera (Joey), Dan Stevens (Frank), Kathryn Newton (Sammy) y Kevin Durand (Pete) mostrando una gran química como el grupo de delincuentes. Mientras que Alisha Weir como Abigail está genial con la dualidad de su personaje que pasa de ser una niña inocente a un verdadero monstruo sin piedad.

También en lo que se refiere a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje resulta muy efectiva.

Opinión final: Abigail me gustó. Película de vampiros divertida que no se toma tan en serio y te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 22 de septiembre de 2023

Crítica: The Last Voyage of the Demeter (2023)

Película dirigida por André Øvredal (The Autopsy of Jane Doe), cuyo guión fue co-escrito por Bragi F. Schut y Zak Olkewicz. Se estrenó en cines a nivel mundial durante el mes de agosto, recaudando solo $21.5 millones de dólares en taquilla; mientras que su salida en formato físico se dio el 29 de ese mismo mes.

Sinopsis:

En julio de 1897 el barco mercantil Demeter sale de Varna, Bulgaria a Londres con un cargamento de varias cajas grandes de madera. Aunque su tripulación no sabe que dentro de estas llevan a alguien muy peligroso, a quien los rumanos llaman Drácula.


Comentarios generales:

Tratar de refrescar una obra que lleva siendo expuesta al público desde hace más de cien años es probablemente una de las tareas más complicadas dentro del cine de terror, ya que parece que todo ha sido contado. Sin embargo, The Last Voyage of the Demeter ofrecía esa rara oportunidad de novedad al estar basada en un fragmento del que se sabe poco y eso la convertía en una de las películas más intrigantes del año, aunque al final no ha sabido aprovechar del todo está posición tan privilegiada.  

Esto porque lo traído por Øvredal claramente se ve limitado por el poco contenido que existe en el material base y en su afán por querer darle más sustancia a las cosas nos pone frente a una historia que tarda en volverse interesante. En gran parte porque la constante ausencia en pantalla de Drácula obliga que las acciones giren alrededor de un protagonista poco carismático cuyas interacciones con el resto de la tripulación no dejan nada memorable y básicamente depende de la integración de un nuevo personaje para que su existencia tenga sentido.

Siendo este nuevo personaje (Anna) lo que añade la frescura esperada al proporcionar una justificación lógica para que Drácula inicie su matanza y cambie lo que siempre se ha asumido sobre el viaje del Demeter, aunque durante el proceso todavía se toman varios minutos para exponerlo plenamente y mejor optan por construir escenas de suspenso que incrementen de manera importante la paranoia de la tripulación. Provocando así que el ritmo no sea el más dinámico durante la primera mitad de la película, pero afortunadamente conforme van llegando las muertes esto se corrige y la experiencia se vuelve entretenida.

No solo por el hecho de que se puede ver más sangre y violencia, sino porque genuinamente logran que las apariciones de Drácula resulten intensas gracias a la manera en la que asecha a sus víctimas, lo cual eleva el nivel de tensión y conforme va haciéndose cargo de todos la sensación de desesperación entre los personajes restantes se incrementa de gran manera.

Algo que beneficia a una parte final que por momentos puede llegar a ser desesperante ante la toma de decisiones para enfrentarlo, pero que en términos generales logra proporcionar un desenlace agradable que cuenta con cierta espectacularidad. Además de que, si bien no cambia lo que ya todos conocemos por la obra de Bram Stoker, al menos trata de dejar una base para una improbable secuela.

Las actuaciones están bien, no hay nadie que destaque de manera importante, pero ver a Liam Cunningham (Capitán Elliot) y a David Dastmalchian (Wojche) siempre es agradable. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje de primer nivel.

Opinión final: The Last Voyage of the Demeter no está mal. Definitivamente la idea daba para más, pero vale la pena checarla.

Ojometro:
***

martes, 15 de agosto de 2023

Crítica: Subspecies V: Blood Rise (2023)

Quinta entrega de la franquicia, la cual nuevamente ha sido escrita y dirigida por Ted Nicolaou (Subspecies). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 18 de julio.

Sinopsis:

Robado por los cruzados cuando era un bebé, él no tiene conocimiento de que su padre era un vampiro y su madre un demonio. Sin embargo, cuando varios años después regresa al castillo en donde nació para matar al vampiro Vladislas se entera de su verdadero linaje que lo convertirá de un noble hombre al temible vampiro Radu Vladislas (Anders Hove).


Comentarios generales:

No es de extrañar que el regreso de Subspecies haya pasado desapercibido debido a que estamos frente a una franquicia de nicho que llevaba 25 años en el olvido y cuyo público principal somos aquellos fans que crecimos en los 90s sabiendo de su existencia. Incluso diría que su regreso se puede catalogar como una auténtica excentricidad considerando su propia naturaleza que no encaja en lo absoluto con las tendencias actuales dentro del cine de terror, poniendo a Subspecies V: Blood Rise en un lugar complejo del que no sale bien librada.

Y es que a pesar de que Nicolaou tomó una buena decisión al hacer de esto una precuela para no tener que ver las cuatro películas anteriores, lo cierto es que por la limitante del tiempo no le alcanza para exponer de manera coherente todas las ideas que tiene en mente en su búsqueda por expandir la historia de Radu. Siendo esto por demás evidente desde unos primeros 25/30 minutos en donde todo se desarrolla de manera acelerada con saltos de tiempo que no ayudan a establecer de la mejor forma la corrupción que sufre nuestro vampiro protagonista, presentando situaciones que en el fondo sabes que son importantes pero que a los cinco minutos pasan a segundo término ante una nueva subtrama salida de la nada.

Lo cual sin duda puede generar confusión debido a que básicamente con esto se hace que la premisa inicial vaya difuminándose para centrarse en una relación maestro/discípulos que trata de añadir cierta complejidad por medio del conflicto natural que existe en las aspiraciones de cada una de las partes; sin embargo, esto nunca logra generar el nivel de tensión adecuado para que resulte interesante. Sobre todo porque es en esta parte cuando se empieza a divagar bastante en el verdadero propósito de Radu y con ello realmente el espectador se tiene que fijar en otras cosas como la atmósfera o el propio score para encontrar detalles que lo hagan aguantar el aburrimiento al que se ve expuesto.

Llevándonos así a una parte final en donde, una vez más, se da otro volantazo con la intención de regresar a la idea inicial. Lo malo es que aquí otra vez se añaden situaciones que no se sienten como algo natural de la trama e incluso se terminan contradiciendo elementos clave que se establecieron en la entrega original de 1991, dejando así un desenlace que lo único que provoca es que cuestiones sobre si en verdad era necesario revivir la franquicia.

Las actuaciones no están mal. Anders Hove sigue manejando el papel de Radu como lo hizo en los 90s con ese toque de excentricidad absoluto, mientras que Denice Duff (Helena) bajo un nuevo personaje hace el esfuerzo mínimo necesario dentro de los pocos minutos que le dan en pantalla.

Sobre la producción lo que tenemos aquí es algo que se siente muy similar a lo que vimos hace tres décadas atrás: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte muy simple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos en general son discretos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Subspecies V: Blood Rise es decepcionante. Precuela con muchas ideas a las que difícilmente saben cómo exponerlas de manera coherente. 

Ojometro:
**

martes, 2 de mayo de 2023

Crítica: Renfield (2023)

Película dirigida por Chris McKay, cuyo guión fue co-escrito por Ryan Ridley y Robert Kirkman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 14 de abril y en México el 27 del mismo mes; recaudando hasta la fecha $22.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Renfield (Nicholas Hoult) lleva sirviéndole a Drácula (Nicolas Cage) por siglos sin importar lo degradantes que sean sus órdenes. Sin embargo, ya en el mundo actual empieza a cuestionarse si está listo para tener una nueva vida lejos de su exigente jefe y cortar dicha relación extremadamente tóxica… sin pensar en las brutales consecuencias.


Comentarios generales:

Sin duda alguna la mejor decisión que pudo tomar Universal Studios fue desistir en su búsqueda por crear un universo cinematográfico con los Universal Monsters, simplemente no funcionaron sus múltiples intentos y la verdad era un desperdicio mantener a franquicias que todavía gozan de reconocimiento por parte de los fans atadas a un proyecto sin pies ni cabeza. Por eso el nuevo enfoque personalizado que han adoptado para cada proyecto me parece muy interesante porque no todo tiene que estar siempre conectado y si bien Reinfield no alcanza los niveles magistrales de la película anterior (The Invisible Man), si logra dejar sensaciones positivas.

Y sorprendentemente lo hace siendo una cuasi secuela de “Drácula” de 1931 que toma el riesgo de ser una comedia de terror, lo cual podría haber sido una receta para el fracaso pero en realidad lo que nos presenta McKay logra encontrar un balance ideal para que las cosas funcionen la mayoría del tiempo y eso se nota prácticamente desde el inicio. Donde se establece la compleja relación entre Renfield y Drácula respetando el legado de su historia original mientras se le adapta a los tiempos modernos bajo un tono cómico que encaja perfectamente con la personalidad de nuestro protagonista y lo vuelve alguien más cercano para el espectador debido a que sus cuestionamientos sobre su forma de vida resultan bastante válidos, aunque al mismo tiempo también se nos recuerda que aquí hay cosas más fantasiosas de por medio al presentar escenas de acción que garantizan no solo mucha sangre, sino también un nivel de violencia más elevado del que esperarías.

Brindándole así un ritmo dinámico que ayuda a que la comedia pueda ser digerible incluso en los momentos de mayor simplicidad gracias a que con esto pocas situaciones se extienden más de lo que deberían y por lo mismo el conflicto se desarrolla de manera ágil. Sobre todo durante un segundo acto en el que se empieza a involucrar a la policía y a la mafia de forma más activa con el propósito de añadir sustancia a los problemas morales que se manejan, además de que su presencia sirve como la excusa perfecta para construir secuencias que proporcionen las principales dosis de espectacularidad y así llegar a la parte final con muchísima fuerza.

La cual afortunadamente logran mantener durante un enfrentamiento decisivo que por momentos se puede sentir algo forzado en determinadas cuestiones; sin embargo, estas no evitan que se genere un caos bastante entretenido con el que la sangre siga fluyendo y se exponga una manera de derrotar a Drácula que ciertamente resulta original.

En lo que se refiere a las actuaciones, sin duda nos encontremos con una de las fortalezas del filme debido a que Nicholas Hoult y Nicolas Cage lo hacen muy bien. No solo porque tienen buena química en pantalla, sino que además ambos logran imprimirles un aire extravagante a estos dos icónicos personajes sin caer en lo ridículo y así lograr que se adapten perfectamente al tono predominante manteniendo su esencia.

Mientras que en producción tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de primer nivel y la labor de maquillaje está muy bien lograda.

Opinión final: Renfield me gustó. Película bastante divertida para pasar un buen rato viendo mucha acción y sangre.

Ojometro:
****

martes, 4 de abril de 2023

Crítica: Blood (2023)

Película dirigida por Brad Anderson y escrita por Will Honley. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Jess (Michelle Monaghan) es una enfermera divorciada que se muda con su hija y su hijo pequeño Owen a una vieja granja. Su situación no es sencilla y esta empeora cuando Owen es mordido por su propio perro y adquiere una misteriosa infección.


Comentarios generales:

Cuando uno veía el trailer de Blood era prácticamente imposible no catalogarla como una película de vampiros considerando que los elementos para hacerlo se encontraban totalmente a la vista; sin embargo, también era claro que no se trataba de un trabajo con temática popular que involucraba estacas o crucifijos y por esa razón se sentía como algo con mucho potencial para sorprender. Sobre todo dentro de un subgénero en el que eso es complicado de encontrar hoy en día, pero lamentablemente en ningún momento logra conseguirlo.

Ya que lo traído por Anderson se la pasa dudando sobre si abrazar su naturaleza vampiresca o apostar por un enfoque más dramático que gire alrededor del concepto de la madre que está dispuesta a hacer lo que sea para proteger a su hijo. Lo cual hace que la historia jamás resulte tan atractiva debido a que el terror se ve limitado para darle lugar a un drama familiar al plantar un conflicto entre los padres con el propósito de que el espectador tome el lado de alguno de estos, mientras que todo lo que ocurre se vuelve extremadamente predecible y, al menos durante los primeros 40 minutos, carente de momentos que destaquen.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando las cosas se vuelven atractivas y no tanto por el terror (ese sigue siendo muy contado), sino porque las acciones de Jess añaden un dilema moral siempre interesante que va proporcionando situaciones con las que la atmósfera se va tornando más oscura y depresiva. Logrando con esto que la progresiva transformación de Owen a algo más peligroso vaya generando grandes dosis se tensión porque siempre existe la duda sobre si se descontrolará o no en el momento menos oportuno; aunque en realidad la principal fortaleza de esta parte sin duda es el hecho de que se empieza a cuestionar si el verdadero monstruo es el niño o su madre por todo lo que hace para mantenerlo a salvo sin importar las posibles consecuencias de sus actos tanto a nivel familiar como legal.

Algo que es fundamental para que se llegue a la parte final con bastante fuerza y un poco más de dinamismo, lo malo es que justo cuando parece que por fin se explotarán los elementos característicos del cine de vampiros se recula de manera incomprensible y la evolución de problema se atasca. Dejando un desenlace que no catalogaría como malo en sí porque tiene cierta intensidad, pero termina resultando demasiado insípido.

De las actuaciones realmente la única que destaca es Monaghan con un personaje que logra generarte empatía, pero a la vez cierta animadversión por la forma en la que tiene que sacrificar lo poco bueno que tiene como persona para poder mantener con vida a su hijo. Mientras que en producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no destaca demasiado, el score es un muy buen complemento, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son simples y la labor de maquillaje efectiva.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Blood es aceptable. Película con ideas poco compatibles que se queda corta en su búsqueda por trascender.

Ojometro:
***

viernes, 9 de diciembre de 2022

Crítica: House of Darkness (2022)

Película escrita y dirigida por Neil LaBute (The Wicker Man). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de septiembre, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Hap (Justin Long) le ofrece a Mina (Kate Bosworth) llevarla a casa con intenciones para algo más, pero pronto su noche se volverá un caos cuando descubre que ella vive en un aterrador castillo y extrañas figuras en los pasillos dejan en claro que no es bienvenido.


Comentarios generales:

Actualmente me encuentro en un punto en el que todo aquello inspirado o basado en las novias de Drácula me da mala espina debido a que, ante las limitaciones del material base, resulta complicado sustentar un guión sin que se tomen demasiadas libertades creativas y por lo consiguiente muchos proyectos terminan siendo algo totalmente distinto a lo que se esperaría. Dejando películas que fallan estrepitosamente en explotar personajes que uno supondría deberían ser icónicos, pero en realidad están muy desaprovechados y House of Darkness solo es una muestra más de esto.

Ya que lo traído por LaBute es probablemente la película con menos sustancia que ha salido últimamente dentro del género de terror al ser básicamente una larga (larguísima) conversación entre dos personaje a los que lo más emocionante que les ocurre en pantalla es ser interrumpidos por un tercero para, una vez más, iniciar otra conversación. Provocando con esto una experiencia que probablemente durante los primeros diez minutos resulta intrigante, pero una vez que se rebasa dicho límite de tiempo todo es un aburrimiento constante ante la falta de situaciones que generen algunos cambios de ritmo.

Teniendo como único objetivo el hacer lucir como un tremendo idiota al personaje de Hap para que se tenga cierto humor involuntario al ver sus intentos por ser lo más políticamente correcto posible a pesar de que sus intenciones son claras. Sin embargo, nuevamente nos encontramos ante algo que tiene una efectividad muy cortita y cuando pasa dicha novedad te empieza a fastidiar el hecho de que el personaje jamás comprenda no que corra peligro, sino que en realidad lo que le ocurre es por lo menos extraño.

Así es básicamente todo el metraje, tedioso y con nula generación de tensión considerando hacia donde se encaminan las cosas. Siendo los últimos 10 minutos los únicos que se salen por completo de lo establecido para tratar de brindar un desenlace impactante, pero en realidad lo que ocurre aquí se siente muy forzado y acelerado; aunque al menos si aporta algo de gore.

De las actuaciones hay que decir que son lo único rescatable de la película y en gran parte lo que evita que esto sea mucho peor. Ya que Kate Bosworth y Justin Long tienen buena química en pantalla y ambos hacen todo lo posible para construir personajes cuyas personalidades contrastantes puedan hacer que en una dinámica en la que ocurre poco o nada se puedan encontrar ciertos destellos cómicos o de rareza.

En cuanto a producción nos encontramos una buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte solida, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: House of Darkness es decepcionante. Película aburridísima que solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
**

martes, 27 de septiembre de 2022

Crítica: The Invitation (2022)

Película dirigida por Jessica M. Thompson y escrita por Blair Butler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 8 de septiembre; recaudando hasta la fecha $31.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

De la noche a la mañana Evie (Nathalie Emmanuel) se entera que tiene familia en Inglaterra y viaja hasta allí para conocerla. Aunque con el pasar de los días se dará cuenta que detrás de tanta amabilidad hay algo más oscuro.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años se anunció que Sony estaba trabajando en una película que se centraba en las novias de Drácula hubo una emoción general entre los fans debido a que no suelen ser de los personajes más utilizados cuando se trata de proyectos inspirados en la obra de Bram Stoker. Sin embargo, conforme pasaban los meses dicha emoción se fue perdiendo poco a poco con la salida de Sam Raimi como productor, cambios de actores, de titulo e incluso revisiones de guión que no auguraban nada bueno y que finalmente dejaron algo tan poco interesante como The Invitation.

Y es que lo traído por Thompson (responsable de las revisiones) es una historia que carece de emociones la mayor parte del tiempo y en su afán por querer abordar ciertos temas como el privilegio masculino, el racismo o el clasismo se olvida de lo más importante de todo: los vampiros.

Esto porque su presencia en pantalla es en extremo limitada, sobre todo durante una primera hora en la que nos encontramos con una cantidad absurda de conversaciones huecas y un misterio que no cuesta ni diez minutos poder descifrarlo. Lo cual provoca que realmente esto se vuelva monótono de manera muy rápida ante la poca imaginación que existe para generar momentos que cuenten con cierto grado de intensidad para exponer los peligros existentes en la mansión y con ello agilizar un ritmo que en todo momento se ve frenado por lo poco relevante que ocurre.

Siendo hasta pasados los 70 minutos de metraje cuando por fin empezamos a ver situaciones de mayor peso y con ello se eleva un poco la tensión, especialmente porque se logran construir unas escenas que por lo menos desde el lado visual dejan cosas interesantes por la manera en la que están compuestas. Además de que sirven como trampolín para, ahora sí, darle importancia al tema de las novias y por lo consiguiente a esta versión desabrida de Drácula que manejan sin querer exponerlo como tal.

Llevándonos así a una parte final que contiene más acción que todo lo previo, aunque esto no se traduce en algo particularmente memorable. Ya que la fuerza con la que se maneja el conflicto decisivo es muy baja, hasta parece que hay temor por explotar el toque fantasioso/violento que llevan adherido los vampiros por naturaleza y eso por lo consiguiente hace que el desenlace sea demasiado desangelado.

En cuanto a las actuaciones en realidad Nathalie Emmanuel tiene alguno que otro momento en donde brilla, pero la predictibilidad de la historia y su cero química con Thomas Doherty (Walter De Ville) hacen que su personaje se sienta muy blando. Mientras que en producción tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Invitation es aburrida. Película sobre vampiros en donde estos son los que menos importan.

Ojometro:
**

martes, 23 de agosto de 2022

Crítica: Day Shift (2022)

Película dirigida por J.J. Perry, cuyo guión fue co-escrito por Tyler Tice y Shay Hatten. Se estrenó a nivel mundial el pasado 12 de agosto por medio de Netflix.

Sinopsis:

Bud Jablonski (Jamie Foxx) es un padre trabajador que solo quiere brindarle la mejor vida posible a su hija de diez años. Para ello tiene un trabajo como limpiador de albercas en San Fernando Valley, aunque este solo es una fachada para su verdadera fuente de recursos: cazar y matar vampiros.


Comentarios generales:

Si algo ha tenido Netflix durante los últimos años es que cuando se trata de propuestas sobre vampiros por lo regular suelen sacar cosas interesantes como la mini serie de Drácula, “Vampires vs. The Bronx” o “Blood Red Sky”.  Así que cuando revelaron Day Shift se abrió la posibilidad de que dicha tendencia pudiera continuar y en cierta forma lo cumple, aunque sin que llegue a estar al nivel de las propuestas previamente mencionadas.

Ya que lo traído por Perry es una película de vampiros que tiene como objetivo divertir antes que nada y sustentándose en eso ir contando una historia que en definitiva no es perfecta, pero contiene los elementos suficientes como para no caerse de manera tan abrupta durante sus casi dos horas de duración al aprovechar la novedad sobre la recompensa por los colmillos y todo lo que eso termina desencadenando. Lo cual les brinda el suficiente espacio para construir un arranque ágil y a su vez generar la suficiente intriga con respecto a la doble vida de nuestro protagonista que nos haga querer saber un poco más sobre a la organización para la que trabaja. 

Un aspecto atractivo que lamentablemente nunca se termina por explotar del todo al optar  centrarse un poco más en la cuestión paternal, provocando así que durante parte del primer acto tengamos algunos momentos que no aportan gran cosa y con ello se den los minutos más flojos del filme. Siendo hasta el segundo acto cuando se logra recomponer el camino por medio de enfrentamientos con los vampiros que proporcionan secuencias de acción bien hechas y, sobre todo, una dosis de humor decente que hace que las interacciones entre la dupla central sean mucho más entretenidas de lo que esperas; en especial porque no se sacrifica en lo absoluto tiempo con escenas forzadas y mejor se deja que la química se vaya dando de manera natural conforme se van desarrollando los eventos más extremos y/o vergonzosos.

Gracias a esto nos queda como resultado una parte final caótica que funciona de buena forma. En gran parte porque nuevamente tenemos secuencias over the top que proporcionan un buen nivel de intensidad y hacen del enfrentamiento decisivo uno agradable a pesar de que jamás se profundiza demasiado sobre los planes de la villana principal.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Jamie Foxx cumple, aunque Dave Franco (Seth) termina siendo el que tiene varios de los mejores momentos de la película. Mientras que Karla Souza (Audrey San Fernando) hace un buen papel de villana y Snoop Dogg (Big J) proporciona su característica excentricidad.

Sobre la producción, es de buena factura. El trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score no está mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.  

Opinión final: Day Shift está entretenida. Película para pasar un buen rato cuando no tengan nada más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 8 de abril de 2022

Crítica: Morbius (2022)

Película dirigida por Daniel Espinosa (Life), cuyo guión fue co-escrito por Matt Sazama y Burk Sharpless. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 1 de abril, recaudando hasta la fecha $90.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

El bioquímico Michael Morbius (Jared Leto) se encuentra buscando la cura para una enfermedad en su sangre, aunque durante el proceso se termina infectando con una forma de vampirismo que lo vuelve extremadamente peligroso.


Comentarios generales:

Honestamente no sabía si darle un espacio a Morbius dentro del blog debido a que, aunque se trata de un vampiro, claramente su género se inclina mucho más al cine de superhéroes y pues no parecía que fuera encajar. Sin embargo, conforme fueron saliendo múltiples trailers gracias a sus retrasos se veía que iba a tener un poco más de elementos del género de terror de los que imaginaba y por ello es que le terminé dando una oportunidad, pero al final me he encontrado con algo no tan interesante.

Y es que lo presentado por Espinosa es una historia de origen que no creo que deje satisfechos ni a los fans del terror, ni tampoco a los fans del cine de superhéroes debido a su falta de identidad. Ya que estamos ante algo que en un inicio parece adoptar el terror como su guía y de manera intempestiva lo deja de lado para satisfacer otros gustos. 

Desarrollando un primer acto en el que se puede notar un acercamiento familiar con respecto al cine de vampiros y se construye una atmósfera predominantemente oscura, donde además se pueden encontrar algunas referencias a “Drácula” durante los eventos de la propia transformación de Morbius e incluso hay un muy sutil homenaje al director de “Nosferatu” (F.W. Murnau). Ofreciéndonos así un periodo en el que las cosas marchan relativamente bien y la aparición del vampiro como tal añade fuerza desde temprano; sin embargo, una vez que se da esto los problemas empiezan a llegar uno tras otro. 

En gran parte porque pasada la media hora es evidente que el propósito es contar algo mucho más convencional en cuanto a las historias de origen de superhéroes y gracias a eso se opta por centrarse casi en su totalidad en el descubrimiento de los poderes de Morbius. Dejando detrás toda la oscuridad previa construida para lograr escenas visualmente llamativas que desafortunadamente le quitan tiempo a todo lo demás y provocan una dinámica que limita muchísimo las interacciones entre los personajes principales bajo un ritmo que se vuelve caótico con tal de abarcar lo más que se pueda antes del enfrentamiento final, lo cual ocasiona que todo resulte acelerado, con poca sustancia y sin la importancia necesaria.

Llevándonos así a un último acto que de manera esperada se centra en la espectacularidad para definir el conflicto y en ese sentido se puede notar un despliegue de efectos agradable. Aunque en realidad esto no es suficiente como para evitar que el desenlace se sienta falto de fuerza y sin el peso emocional que debería tener considerando el lazo entre los involucrados.

De las actuaciones tenemos a un Jared Leto cuya carencia de emociones hace complejo que uno se interese demasiado por Morbius, mientras que Matt Smith (Milo) como el villano jamás te termina de convencer gracias a que lleva su personaje a un lado mucho más caricaturesco que hace corto no solo con Leto, sino con el tono general de la película.

En cuanto a producción es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple a pesar de que el CGI es lo que predomina.

* Cuenta con dos escenas a la mitad de los créditos

Opinión final: Morbius es decepcionante. Película sin identidad que te hace recordar a las malas adaptaciones de Marvel en los 2000s.

Ojometro:
**

martes, 14 de diciembre de 2021

Crítica: Night Teeth (2021)

Película dirigida por Adam Randall (I See You), cuyo guión fue escrito por Brent Dillon. Se estrenó a nivel mundial el pasado 20 de octubre por medio de Netflix.

Sinopsis:

Un joven chófer recoge a dos misteriosas mujeres que pretenden pasar una noche de fiesta recorriendo varios lugares exclusivos de Los Ángeles. Sin embargo, cuando este descubre su verdadera identidad, no le quedará de otra más que luchar para seguir con vida.


Comentarios generales:

Una de las desventajas de tener tantos estrenos durante la época de Halloween es que inevitablemente algunas de las películas (o series) se van a terminar perdiendo ante tantas opciones porque no hay tiempo que alcance para verlas todas. Y en esta ocasión una de las desafortunadas que pasó desapercibida fue Night Teeth, la propuesta de vampiros de Netflix que parecía tenerlo todo para destacar gracias a su elenco, pero que se queda corta en lo que pretende.

Y es que lo traído por Randall es una historia que en cuanto a concepto es bastante ambiciosa al ponernos ante un conflicto que abarca facciones y una estructura similar a la de las mafias, pero al mismo tiempo construye un romance muy a lo “Romeo y Julieta” por medio del núcleo protagonista que termina opacándolo. Aunque durante el primer acto esto no resulta tan problemático por el hecho de que las personalidades contrastantes hacen que la dinámica se sienta fresca y también porque la estética visual del filme es lo suficientemente atractiva como para sostener una serie de sucesos que, a pesar de ser poco novedosos, establecen de manera sólida lo que hay detrás de esta noche llena de secretos y tensiones.

Lo cual funciona hasta que llega el momento de profundizar en el tema de las facciones y el conflicto entre los vampiros que las está desestabilizando, ya que esto realmente nunca se logra exponer de una manera interesante, ni mucho menos convincente. Sobre todo porque los todopoderosos líderes quedan reducidos a meros espectadores sin gran peso en una trama que se desarrolla bajo un ritmo bastante acelerado que no permite mostrar más allá de lo superficial y se va a lo seguro con el romance, así como con unas muy contadas escenas de acción que proporcionan un poco de sangre.

Una aceleración que termina siendo contraproducente debido a que para la parte final en cierto punto parece que ya todo se desarrolló de manera plena y todavía faltan como unos 25 minutos de metraje. Algo que hace que la resolución del conflicto no cuente con la potencia que debería gracias a que se siente como mero relleno; sin embargo, tampoco me atrevería a decir que la conclusión que ofrece sea del todo mala.

Sobre las actuaciones la verdad tenemos buenos trabajos de los protagonistas, con Jorge Lendeborg Jr. (Benny) y Debby Ryan (Blaire) logrando una gran química en pantalla; además de que Lucy Fry (Zoe) como vampira psicótica proporciona las dosis de locura necesarias. Aunque, por otra parte, las apariciones de varios de los nombres más reconocidos son decepcionantes por el poco tiempo con el que cuentan.

En cuanto a producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos en su mayoría están bien hechos y la labor de maquillaje no es tan llamativa.

Opinión final: Night Teeth está ok. Más show visual que otra cosa, pero puede ser una opción para ver un día que no tengan mucho que hacer.

Ojometro:
***

martes, 26 de octubre de 2021

Crítica: Black as Night (2021)

Película dirigida por Maritte Lee Go (Phobias) y escrita por Sherman Payne. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

Shawna (Asjha Cooper) es una adolescente con problemas de autoestima que encuentra confianza de la manera menos convencional al pasar su verano peleando contra vampiros que cazan a los desamparados en Nueva Orleans.


Comentarios generales:

Al final de cuentas si hubo tiempo para ver otra propuesta de Welcome to the Blumhouse y en esta ocasión me decanté por la de temática más convencional, ya con expectativas muy bajas considerando que las dos anteriores no fueron nada del otro mundo y por ende tenía una idea más clara sobre qué esperar. Además estaba el hecho de que como película de vampiros el margen de maniobra no era precisamente muy amplio considerando que se trata de un subgénero en donde ver algo fresco suele ser muy complicado, así que con Black as Night solo esperaba algo para pasar el rato y eso fue precisamente lo que me encontré.

Aunque hay que decir que lo ofrecido por Lee Go tiene similitudes muy marcadas con otra película de vampiros (Vampires vs. the Bronx) que lo hace muchísimo mejor en prácticamente todos los sentidos y por ello en muchas ocasiones sientes que se queda corta en lo que quiere proponer, sobre todo tratándose de una historia con una alta dosis de crítica social. La cual es lo que le brinda su principal rasgo de identidad y por lo consiguiente desde el primer minuto se explota de manera considerable para establecer las problemáticas que existen dentro de esta comunidad en Nueva Orleans y cómo impactan a Shawna durante un periodo complicado como es la adolescencia.

Un aspecto que podría pensarse que opacará a todo lo demás, pero en realidad la situación con los vampiros también se expone de manera temprana y se combina de buena manera con el tema social para darle sentido a sus acciones, logrando así que el desarrollo resulte ágil durante los primeros 25/30 minutos.  Sin embargo, también es evidente que conforme los vampiros van tomando más relevancia se empiezan a tener problemas para darle sentido a muchas cosas sin que se sientan aceleradas; simplemente hay situaciones que se dan porque la historia convenientemente así lo necesita y no porque estas lleguen de manera natural como consecuencia de lo que ha estado ocurriendo.

Además de que también se puede decir que las escenas que requieren de más acción nunca terminan por resultar del todo convincentes y eso genera que casi todo el segundo acto sea blando al momento de preparar el camino para la parte final.

Una que nuevamente se ve invadida por la presencia de factores integrados muy a la fuerza, pero que al menos logra darle exposición a un villano interesante por medio de un encuentro final que logra proporcionar el drama suficiente como para que lo que ocurre no te resulte tan indiferente.

Sobre las actuaciones tenemos a una Asjha Cooper que está bastante correcta en su papel y un grupo de secundarios que la verdad no te generan demasiado interés a pesar de su tiempo en pantalla. Mientras que en lo que se refiere a producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Black as Night está aceptable. Otra película poco memorable de la antología para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer. 

Ojometro:
*** 

martes, 10 de agosto de 2021

Crítica: Blood Red Sky (2021)

Co-producción alemana/estadounidense dirigida por Peter Thorwarth, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Stefan Holtz. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 23 de julio.

Sinopsis:

Una mujer con una misteriosa enfermedad se ve obligada a entrar en acción cuando un grupo de terroristas secuestra el avión en la que viajaba con su hijo. Y ahora para protegerlo tendrá que revelar su más oscuro secreto.


Comentarios generales:

Por alguna extraña razón este año Netflix decidió que el verano era la mejor época para estrenar varios proyectos ligados al género de terror y no se esperó para la época de Halloween como generalmente suele ocurrir. Una decisión extraña que se verá si fue acertada o no más adelante, aunque de momento nos ha dejado películas y/o series que te provocan de todo menos indiferencia, siendo Blood Red Sky tal vez el ejemplo más claro de esto.

Y es que una película sobre vampiros alemana no era precisamente algo que generara demasiada expectativa, pero lo que nos trae Thorwarth cuenta con suficientes cosas que la hacen sentir como algo fresco dentro de este subgénero. Ya que estamos ante una de las historias de vampiros más “humanas” que recuerde al centrarse totalmente en la lucha interna de una madre para proteger a su hijo de distintas clases de monstruos (incluida ella misma), lo cual le añade muchas capas emocionales durante una problemática que se encuentra contenida en un espacio limitado y que bien podría haber fallado desde distintos frentes.

Sobre todo porque durante los primeros 25/30 minutos nos topamos con un avance pausado que no dudo que logre desesperar a más de uno debido a que la construcción de los personajes es mucho más elaborada de lo que esperarías sin realmente representar un problema grave. De hecho, ayuda a que los terroristas no sean tan planos y no queden encasillados bajo los mismos clichés de siempre al exponerlos como tipos más inteligentes.

Logrando así que cada etapa de la transformación de Nadja provocada por sus acciones se sienta bastante orgánica y poco a poco logre que el ritmo se incremente para hacer la transición a una película más ligada a la acción; en donde la sangre brota de manera constante, la atmósfera obtiene tintes más oscuros y además se va integrando un mayor número de vampiros para conseguir que la sensación de peligro sea intensa. Aunque también con esto llegan algunos minutos que se sienten más de relleno que otra cosa, lo cual alarga el metraje de manera innecesaria.

Algo que afortunadamente no afecta una parte final que encontré bastante buena debido a que todo lo ocurrido previamente termina teniendo sentido, incluso los detalles que en apariencia son insignificantes. Dejándonos así un desenlace con mucha tensión y espectacularidad que solidifica la idea de que la maldad tiene que ser eliminada a toda costa, sin importar los lazos de sangre.

En el tema de las actuaciones tenemos a una genial Peri Baumeister (Nadja) con un personaje complejo con el cual tiene que manejar un nivel de humanidad y salvajismo de manera balanceada para mantener a flote la historia. Mientras que Carl Anton Koch (Elias) no lo hace mal, es un niño tolerable, aunque por momentos si te llega a desesperar que se la pase gritando “¡mamá!” cada dos minutos.

Con respecto a la producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bueno, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Blood Red Sky me gustó. Buena película de vampiros que tal vez dura un poco más de lo necesario, pero que deja buenas sensaciones. 

Ojometro:
****

viernes, 7 de mayo de 2021

Crítica: Boys from County Hell (2021)

Producción irlandesa escrita y dirigida por Chris Baugh. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de trabajadores liderados por un padre y su hijo constantemente en disputa deben de sobrevivir la noche cuando accidentalmente reviven a un antiguo vampiro irlandés.


Comentarios generales:

Como ya he comentado en repetidas ocasiones, el cine de vampiros no es precisamente el más fácil de abordar a pesar de ser uno de los subgéneros más antiguos que existen. Parece que ya todo está escrito y cada vez es más complicado poder atraer la atención del espectador a esta clase de películas; sin embargo, eso no quiere decir que cada cierto tiempo te encuentres con buenas propuestas que te recuerden el por qué este subgénero no ha muerto y sin duda Boys from County Hell es una de estas.

Ya que lo que nos trae Baugh es una historia con la que no pretende desbordar originalidad a cada instante, pero si trata de darle un sello único por medio de un humor muy representativo del lugar en el que se desarrolla para que así se pueda sentir que estás viendo algo fresco. Aunque con ello también te exige algo de paciencia debido a que los primeros 30 minutos no son lo más emocionantes que uno se pudiera encontrar al estar enfocados en cierta forma a ridiculizar lo que conocemos de los vampiros y también en exponer la complicada relación de Eugene con su padre.

Afortunadamente en ningún punto esto se vuelve aburrido y cuando finalmente se empieza a darle más exposición a la problemática principal la dinámica se vuelve mucho más ágil en todos los sentidos, sin perder la esencia del humor negro para ofrecer momentos que poco a poco vayan incrementando el nivel de intensidad. Algo que además se da desde dos frentes: uno con los personajes principales y otro con una amenaza ajena a estos que añade cierta dosis de misterio.

Garantizando así escenas con sangre y algo de acción mientras se va construyendo el inevitable choque entre ambas partes durante un último acto que sin duda establece algunas nuevas reglas, aunque falla un poco en hacer del vampiro principal algo más amenazante. No al grado como para que sea un mal cierre (porque no lo es), sino que simplemente lo que ocurre no se siente tan espectacular y puede parecer un tanto anticlimático.  

Las actuaciones están bien, no hay ninguna que destaque en particular pero todas mantienen un buen balance entre la seriedad y la comedia para que las cosas funcionen sin mayores contratiempos. En cuanto a la producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Boys from County Hell me gustó. Película simple, pero bastante entretenida para pasar un buen rato.

Ojometro:
**** 

martes, 9 de febrero de 2021

Crítica: Ten Minutes to Midnight (2021)

Película dirigida por Erik Bloomquist, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Carson Bloomquist. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de enero, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de ser mordida por un murciélago con rabia, una conductora de radio aterroriza a sus compañeros de trabajo mientras se transforma lentamente en un vampiro durante su última noche de transmisión.


Comentarios generales:

La verdad es que ver el nombre de Caroline Williams como el protagónico de una película en pleno 2021 se puede considerar una extravagancia, ya que su carrera después de TCM2 ha sido una auténtica montaña rusa y realmente durante la última década nada más se le ha visto en roles muy secundarios. Por eso mismo es que Ten Minutes to Midnight captó mi atención, simplemente era algo que no podía dejar pasar por mera curiosidad, aunque al final el resultado ha sido decepcionante ante lo poco que explota aquello que pudo diferenciarla.

Esto porque lo que nos presenta Bloomquist es una película de vampiros que no solo se limita a contar lo habitual y presenta algunos otros temas como el trato a las mujeres en la industria del entretenimiento o el miedo al retiro para añadir varias capas con las cuales se podía desarrollar una historia no tan convencional. Sin embargo, lamentablemente este valor extra solo se queda en recursos simples para alargar el tiempo de metraje mientras salen a relucir diversas carencias en la manera de presentar las acciones.

Ya que estas se la pasan brincando de un lado para otro mientras se juega con la realidad y la ficción (por medio de sueños) sin que se permita generar un ritmo fluido o, al menos, una dinámica consistente en lo que respecta a la transformación de nuestra protagonista. Dejando todo a la suerte en breves situaciones de impacto que en ocasiones funcionan desde el lado visual, pero que en general se terminan sintiendo como acciones sin un propósito claro y que en cuestión de minutos pierden relevancia.

En especial cuando llegamos a una parte final en la que se lleva a cabo un intercambio de roles que no tiene demasiado sentido y luce sumamente forzado. Ocasionando así un cierre que es extraño e incluso algo tétrico con el que se dejan demasiadas cosas al aire y por lo consiguiente te quedas con una sensación de que todo lo que viste no tuvo demasiada importancia.  

En el tema de las actuaciones hay que decir que Williams en general hace una labor decente, lo malo es que se encuentra rodeada por un grupo de secundarios terrible que arruina por completo los pocos momentos efectivos que ella puede construir. En cuanto a la producción se nota el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no funciona del todo bien, la dirección de arte es simple, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no presentan gran complejidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Ten Minutes to Midnight está aburrida. Película de vampiros que tiene algunas ideas interesantes, pero que olvidarán en un par de horas.

Ojometro:
**

martes, 17 de noviembre de 2020

Crítica: Vampires vs. The Bronx (2020)

Película dirigida por Osmany Rodriguez, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Blaise Hemingway. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 2 de octubre.

Sinopsis:

Miguel (Jaden Michael) y sus amigos del Bronx pelean por salvar su vecindario de la gentrificación y… los recién llegados vampiros.


Comentarios generales:

Se puede decir que este año Netflix fue la plataforma que tuvo la oferta más robusta para Halloween, tal vez no con la calidad de ocasiones anteriores, pero definitivamente si era la que contaba con más variedad. Y entre toda esa variedad se encontraba una película de la que se sabía poco como Vampires vs. The Bronx, la cual rápidamente se convirtió en una interesante novedad que sin duda alguna terminó sorprendiendo a más de uno.

Esto porque lo que nos trae Rodriguez es una película de vampiros muy disfrutable que, a pesar de tener un tono ligero, nunca traiciona los elementos característicos de esta clase de historias y los adapta de manera bastante orgánica al contexto urbano que representa el Bronx. 

Logrando establecer lo más fiel posible la dinámica multicultural dentro del vecindario y las problemáticas que han originado la llegada de los chupasangre, aunque al hacer esto también se provoca que el inicio sea uno más lento de lo esperado (más no aburrido) debido a que en este punto lo que predomina es el toque cómico sustentado por el comportamiento de los niños y su manera inocente de lidiar con el problema que tienen en frente.

Un toque que con el pasar de los minutos no es que desaparezca, más bien se empieza mezclar con otras acciones de corte más “serio” que generan la sensación de peligro necesaria y algunas muertes. Agilizando así el ritmo para tener un segundo acto en el que se construye un conflicto evidentemente disparejo con el que podemos presenciar varias cosas predecibles, pero que aún así resultan efectivas gracias a lo bien diseñadas que se encuentran para tratar de brindarle cierto equilibrio a las interacciones de los niños con los vampiros; en especial cuando se revela quien está detrás de todo.

Dejando así el camino preparado para un enfrentamiento final que cumple con ofrecer un desenlace que contenga mayores dosis de acción, aunque la verdad también te deja con la sensación de que le faltó espectacularidad. Ya que, cuando esperas que el cierre sea uno de mayor escala que involucre al vecindario y los vampiros, lo que te encuentras es algo mucho más reducido que se siente un tanto anticlimático e incluso improvisado.

Las actuaciones son buenas, la química entre todo el elenco es sólida y la comedia que manejan da suficiente margen de maniobra para añadir cierto drama que evita que todo lo que hagan se vea caricaturesco. En la producción se trata de un filme discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, cuenta con score agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son los más avanzados y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Vampires vs. The Bronx está entretenida. Película de vampiros de corte muy ligero para pasar el rato.

Ojometro:
***

viernes, 16 de octubre de 2020

Crítica: Broil (2020)

Película dirigida por Edward Drake, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Piper Mars. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de junio, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 13 de octubre.

Sinopsis:

Después de un violento altercado con su némesis escolar, Chance Sinclair (Avery Konrad) es enviada a vivir con su draconiano abuelo en su mansión. Un lugar donde pronto descubrirá un antiguo secreto familiar que la pondrá en medio de una guerra de facciones dentro de la propia familia. 


Comentarios generales:

El caso de Broil es uno particular debido a que ninguna otra película del 2020 ha generado más confusión sobre lo que trataba, ya que con su trailer parecía que veríamos una de vampiros pero los creadores siempre mencionaban que en realidad no era así. Generando con esto un tipo de promoción por demás extraña que no pareciera ser la más idónea en una época de mucha incertidumbre y que solo provocaba una cantidad importante de dudas cuyas respuestas tal vez no se encuentren en el producto final.

Y es que lo que nos trae Drake es una historia que en gran medida depende de dicha incertidumbre para poder desarrollarse de la mejor manera posible, a pesar de que desde muy temprano se te expone que nuestra protagonista puede o no ser un vampiro. Fungiendo como el foco de atención para determinadas cuestiones mientras que de manera simultánea el conflicto familiar también se va desenvolviendo sin proporcionar demasiada claridad sobre el asunto, aunque la verdad esto ayuda a que en todo momento exista una tensión muy marcada para que así cada situación resulte al menos interesante ante la expectativa por saber cómo van a encajar todas las piezas.

El problema llega cuando entrando al segundo acto las cosas empiezan a brincar de un lado para otro sin demasiada claridad al acelerar ciertas cuestiones que se hubieran beneficiado de un poco más de tiempo, pero que claramente se sacrificaron con el fin de darle más exposición a la reunión familiar. La cual ciertamente resulta decepcionante debido a que te la venden como algo que será muy sangriento; sin embargo, a pesar de que si se presenta un suceso inquietante y hay algo de violencia, esta se torna en un simple drama familiar poco emocionante que ni siquiera te puede dar una respuesta contundente con respecto a la identidad de esta familia disfuncional (en teoría hay una escena que lo hace, pero es demasiado ambigua).

Dejando así una parte final que no diría que es aburrida porque contiene algunos de los momentos más intensos que sirven para redondear la situación de uno de los personajes. Aunque, por otra parte, se sigue queriendo condensar demasiado ciertos aspectos fundamentales que no solo hacen que la protagonista te termine por importar poco o nada, sino que además revuelven todo al grado de que la conclusión puede llegar a resultar bastante frustrante.

Las actuaciones son una combinación de algunas sólidas con otras bastante caricaturescas, siendo probablemente la más floja de todas la de Avery Konrad. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es bueno la mayor parte del tiempo, la dirección de arte está bien cuidada, el score es medio genérico, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Broil está aceptable. Película con un concepto interesante que probablemente hubiera funcionado mejor con alguien más experimentado tras la cámara.

Ojometro:
***