miércoles, 27 de agosto de 2014

Crítica: Leprechaun: Origins (2014)


Película dirigida por Zach Lipovsky y escrita por Harris Wilkinson, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de agosto y vía VOD apenas ayer. Su salida en formato físico está programada para el próximo 30 de septiembre.

Sinopsis:

Dos jóvenes parejas se encuentran recorriendo Irlanda y en su camino llegan a un pequeño pueblo en donde los lugareños les cuentan sobre un sitio histórico que no pueden dejar de visitar. Lo que no saben es que esto es una trampa para dejarlos a expensas de una feroz criatura.



Comentarios generales:

Nunca he sido fan de la franquicia de Leprechaun y por ello esta nueva entrega no me generaba gran entusiasmo, en especial cuando me entere que WWE Studios contrató a personas bastante inexpertas para revivirla después de varios años de ausencia. Aún así el tráiler lucia bastante bien y además el concepto de mostrar los orígenes era prometedor; aunque nunca imagine el gran desastre que harían.

El principal problema con Origins es que en su intento por rehacer la historia eliminan casi todos los elementos característicos de la obra de Mark Jones y básicamente la convierten en una genérica en donde hubiera dado lo mismo poner a un leprechaun o a una rata gigante como la amenaza. Y no es porque crea que este mal el darle un enfoque mucho más violento a una fórmula que gastó todos sus cartuchos dentro de la comedia de terror, pero el trabajo tanto de Lipovsky como de Wilkinson es tan básico, con tantas cosas viejas, que al final de cuentas hubiera sido mucho más conveniente dejarla en su tono original dado a que nunca logran establecer algo nuevo.

De precuela no tiene mucho como para poder revivirla de manera sólida: los origines de leprechaun solo se limitan a un pequeño libro al que le dedican un par de minutos y al pasado del pueblo que ni siquiera es mostrado con algunos simples flashbacks; es más, el localizarla en Irlanda fue más que nada un capricho debido que ni por asomo utilizan el folklore del país como un aspecto fundamental. De ahí en fuera todo lo demás se trata de unos jóvenes que son perseguidos del punto A al punto B por algo, sin la mas mínima construcción de tensión, con muy poca sustancia en cada acto (no por nada dura un poco mas de 70 minutos) y que con el paso de los minutos crea un una dinámica totalmente repetitiva a la que ni siquiera logra salvarla las escenas de violencia, principalmente porque estas son muy pocas.

Aunque el mayor problema de todos es lo que hacen con el propio leprechaun. Es un cero a la izquierda, sin personalidad y con un look completamente genérico; con el cual además el director tiene una terrible obsesión de ocultarlo cada vez que aparece en cámara desenfocando la toma. Incluso por varios momentos ni siquiera es la principal amenaza para las víctimas, quitándole así todo el sentido a su presencia.

El final es anti climático y nuevamente se trata de algo que no encaja para nada con el título. Para el colmo te hacen suponer que habrá una escena post-créditos importante, así que te hacen esperar 12 largos minutos en vano.

Las actuaciones diría que están ok para lo poco que les dan, los personajes son mucho más inteligentes que el promedio y son un buen contrapeso para la mortal criatura. La producción es probablemente lo más destacado: el trabajo de fotografía es bastante sólido (especialmente el trabajo en exteriores por la noche), los sets están bien ambientados, el score cumple a pesar de no ser la gran cosa y en lo que respecta a los efectos/maquillaje tiene sus buenos detalles; aunque la criatura en si es muy pobre, casi un plagio sacado de The Descent.

Opinión final: Origins es decepcionante y un perfecto ejemplo sobre cómo no se debe de revivir una franquicia.

Ojometro:
**