miércoles, 21 de enero de 2015

Crítica: Feed the Gods (2014)


Película escrita y dirigida por Branden Croft (Hemorrhage). Se estrenó en Canadá y los Estados Unidos a finales del año pasado en VOD y de manera digital, mientras que su salida en DVD se dará el próximo 27 de enero. Por el momento no se sabe cuándo llegará a otros mercados, pero ya está confirmada su distribución internacional.

Sinopsis:

Dos hermanos y la novia de uno de ellos se embarcan en un viaje para buscar a sus padres que tienen varios años desaparecidos. Todo esto los lleva a Tendale; un casi pueblo fantasma cuyos habitantes no son muy amables y al parecer tienen un gusto diferente por los turistas.



Comentarios generales:

¿Esto es un found footage? No. ¿Es una historia sobre Pie Grande? En parte sí, pero en general no es el punto central. Aún así, por diversos lapsos pareciera que estos elementos no son nada ajenos a Feed the Gods y que un gran porcentaje de sus ideas fueron sacadas de trabajos anteriores que los utilizaban, generando así una sensación de familiaridad dentro de algo que no tiene un camino muy bien definido.

Esto porque Croft nos trae una película con la que pretende construir un grado de misterio bastante elevado en donde todo el tiempo sientes como si él mismo no estuviera totalmente convencido sobre cual línea seguir, ya que en la primera escena propone un escenario oscuro que uno supone dictará gran parte del tono de la historia, pero una vez que esto pasa lo único que vemos es un viaje con tres personajes poco interesantes que, salvo por el comportamiento extraño de los habitantes, no genera absolutamente nada de intriga. De hecho, poco a poco las cosas se empiezan a tornar muy repetitivas; cayendo así en una dinámica de búsqueda aburrida en la cual sabes que de fondo hay algo más, pero realmente te deja de importar si se revela o no.

Se tardan demasiado tiempo en subir el grado de intensidad y cuando por fin lo hacen cometen el error de mezclarlo con comedia, quitándole así fuerza a las cosas. Además eligen hacer esto en el bosque por la noche, lo cual termina siendo una pésima decisión porque por varios momentos la iluminación deja mucho que desear y se vuelve fastidioso el no poder ver claramente qué es lo que ocurre. Digo… entiendo que con esto se pretende generar una atmósfera mucho más aterradora y provocar cierta sensación de peligro, pero después de que llevas más de 50 minutos esperando a que pase algo no es precisamente de gran ayuda para convertir la experiencia en una muy agradable.

La parte final se siente como una película totalmente diferente gracias a que es donde la violencia se incrementa y el tono cómico adquiere muchísima más relevancia; algo que puede ser benéfico o perjudicial dependiendo de los gustos de cada quien porque este adquiere tintes muy estúpidos que llevan a situaciones poco convincentes. Igualmente, todo se siente acelerado y si lo que esperan son muchas respuestas sólidas se van a quedar decepcionados.

En cuanto a las actuaciones quien recibe más atención es Shawn Roberts (Will), cuyo personaje por varios momentos resulta muy fastidioso; del resto hay poco que decir. La producción en general está bien dentro de su austeridad: el trabajo de fotografía tiene algunos altibajos con las escenas nocturnas pero cumple, el sonido no tiene fallos, los efectos son meh y el score cuenta con momentos destacados; aunque por otra parte, la caracterización de sea lo que sea que ronda en el bosque no me convenció.

Opinión final: Feed the Gods es una película más. Su poca claridad le afecta demasiado y la deja plantada como otro trabajo fallido inspirado (aunque vagamente) en Pie Grande. 

Ojometro:
**