Primer largometraje del director Ben
Milliken, cuyo guión fue escrito por Stevie Jane Miller. Salió directamente en
DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de julio, aunque no hay
información sobre si llegará a otros mercados.
Sinopsis:
Los Thomas van a su cabaña en el
bosque dentro de su antiguo pueblo para poder pasar la navidad junto a su hija
y su novio, pero su primera festividad juntos puede que también sea la última.
Comentarios generales:
Cuando me llegó el arte y el trailer
de Lake Alice (Lake Tomahawk en Europa) hace algunos meses ciertamente capto mi
interés, ya que lucía como un slasher prometedor. No tanto porque esperara que
fuera a cambiar dicho subgénero ni mucho menos, simplemente se veía entretenido,
sangriento, algo para pasar el rato sin grandes pretensiones; sin embargo, esas
fueron falsas suposiciones de mi parte debido a que esta película casi no es
nada de eso.
La verdad es que incluso
pareciera como si Milliken y Miller no hubieran tenido la intención de hacer un
slasher debido a que, salvo por la breve escena inicial, un altísimo porcentaje
del tiempo de metraje es un aburridísimo intento por querer establecer
conflictos y sospechas que no llevan a ningún lado. En serio, durante todo el
primer acto se nos muestra que esta familia por alguna razón no es muy querida por
la autoridad, pero en ningún momento se nos brinda algún tipo de historia para
añadir un poco de contexto a esto, dejando claro que aquí todo lo que ocurre se
da simplemente porque si y que tal vez tenga algún tipo de relevancia (o tal
vez no) en la resolución más adelante.
Provocando así un enorme problema
no solo de ritmo, sino también generación de contenido, ya que una vez que
queda establecido ese resentimiento y se nos muestran otras situaciones para
generar ciertas dudas la película topa con pared. Esto porque, más allá de una
decente elaboración en cuanto a la atmósfera se refiere, realmente no ocurre
nada relevante y con ello las cosas se vuelven sumamente pesadas de ver ante el
nulo compromiso por añadir elementos que por lo menos te hagan sentir que estás
ante un slasher. Básicamente se trata de un ejercicio que cada vez que esperas
que explote no lo hace, lo cual ocurre en repetidas ocasiones y cuando por fin
lo hace… simplemente ya no te importa lo que vaya a ocurrir.
La parte final es sin duda la más
violenta porque hay muertes y por fin los asesinos hacen acto de presencia,
pero realmente me pareció aburrida. Adivinar la identidad de estos se da
básicamente por cuestión de descarte, la dinámica es sumamente repetitiva y el
desenlace, si bien cuenta con algo de intensidad, nunca logra generar nada que
te vaya a quedar en la mente por un lapso importante de tiempo.
Las actuaciones no son espantosas
realmente, aunque el que la historia sea tan pasiva no ayuda para poder ver
algo mucho más desafiante para todo el elenco. La producción está ok tratándose
de un trabajo independiente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de
arte no es nada del otro mundo, el score tiene cosas interesantes, el trabajo
de sonido deja algo que desear, los efectos son simples y la labor de
maquillaje no cuenta con nada que resalte.
Opinión final: Lake Alice es un
slasher del montón. Una película bastante aburrida que solo les hará perder 75
minutos de su tiempo.
Ojometro:
**
**