Película dirigida por Panos
Cosmatos (Beyond the Black Rainbow), quien además comparte créditos como
co-escritor del guión junto a Aaron Stewart-Ahn. Se estrenó de manera limitada
en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, mientras
que su salida en formato físico se dio este pasado 30 de octubre.
Sinopsis:
Las vidas de una pareja que vive recluida
en el bosque se ven brutalmente destrozadas por un culto hippie y sus cómplices
motociclistas, impulsando a que un hombre entre en una espiral de venganza
enloquecida.
Comentarios generales:
Recuerdo que a inicios de esta
década pude ver de milagro “Beyond the Black Rainbow” y, aunque no fue
precisamente una película que haya disfrutado, esta se quedó marcada en mi memoria
por lo peculiar que era. Se notaba que detrás había un director con ideas locas
que podía desarrollarlas de mejor manera con el paso del tiempo; sin embargo,
este desapareció por completo del mapa hasta que se reveló al publico Mandy. Una
película que sin duda es de las experiencias menos convencionales del 2018.
No tanto por su complejidad, ya
que la historia que nos cuenta Cosmatos es en realidad bastante simple, sino
por la manera en que la presenta para que el espectador sienta en todo momento
que está viendo algo perteneciente a otra realidad. Con un primer acto que
ciertamente es algo difícil de digerir por su lento desarrollo, los diálogos limitados y porque en general está diseñado para ser un espectáculo visual más
que otra cosa al jugar con la paleta de colores para así crear escenas muy
llamativas que logren establecer la atmósfera cuasi infernal en la que se lleva
a cabo todo esto. Complementándolo además con la presentación de un grupo de
personajes que para la vista resultan extravagantes e incluso algo grotescos.
Sin duda la espera es dolorosa,
pero una vez que llega la segunda mitad de la película las cosas cambian de
manera radical debido a que el director decide pisar el acelerador a fondo para
que así el viaje sea intenso por lo que resta del metraje. Y es que cuando se
le da rienda suelta al personaje de Red Miller esto se convierte en un espectáculo
lleno de gore que, por momentos, presenta claros homenajes a los cenobitas de “Hellraiser”
con los cuales se construye una primera parte de la venganza muy entretenida que
solo te da una pizca de la violencia que está por venir.
Dejando todo puesto para una
parte final en la que la locura se desata, no solo porque es aquí donde el
impacto con las muertes es mucho mayor, sino porque la ambientación adquiere
unos tintes dantescos muy marcados. Obvio la historia sigue siendo
relativamente simple y lleva a un desenlace predecible, pero al complementarla
con tantos detalles visuales hace que se sienta como algo único dentro del
género.
En las actuaciones este es el
show de Nicolas Cage, quien básicamente desde que toma el mando hace de esto SU
película con lo que popularmente se le conoce como “el momento Cage” de manera
extendida. La producción es de alto nivel: el trabajo de fotografía es
impresionante, la dirección de arte está ok, el score es bastante bueno, el
trabajo de sonido es impecable, los efectos (prácticos en su mayoría) están muy
bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.
Opinión final: Mandy me gustó. Una
película bastante rara que no es para todo el mundo y que definitivamente generará
muchísimas opiniones divididas.
Ojometro:
****
****