Producción mexicana dirigida por
Emilio Portes, quien además es co-escritor del guión junto a Luis Carlos Fuentes. Se estrenó dentro de
cines en México a inicios de año, mientras que su salida en formato físico y
VOD se dio el pasado 15 de abril.
Sinopsis:
Después de haber perdido a su
familia de una manera extremadamente trágica, el detective Emmanuel Ritter (Joaquín
Cosio) debe de investigar una masacre dentro de una escuela provocada por un
estudiante. Al inicio todo parece tener un camino muy claro, pero con el pasar
de los días el caso se vuelve mucho más complejo cuando un sacerdote del
Vaticano aparece con otro punto de vista.
Comentarios generales:
Un problema del cine mexicano de
terror actual es que se suelen copiar ideas provenientes de otros países en
lugar de tratar de generar contenido que se adapte a la idiosincrasia mexicana,
obviamente en algunas ocasiones resulta, pero casi siempre los resultados no
son los mejores. Aunque en el caso de Belzebuth desde un inicio se podía notar
que la intención era ofrecer algo con cierta identidad nacional que no la dejara
parada como otro intento de copia, sobre todo conociendo la trayectoria de su
director; sin embargo, al final el resultado ha sido un tanto mixto.
Y es que lo que nos regala Portes
es una película con puntos muy altos y puntos bastante bajos, en donde nos
cuenta algo que por momentos tiene clara su identidad pero también problemas
para mantenerla ante la tentación de añadir elementos hollywoodescos. Tentación
que al menos durante los primeros 50 minutos logra contener de manera adecuada
al presentar una historia que no se guarda nada, mostrando situaciones complejas
que involucran niños para añadir impacto inmediato y a partir de eso ir
construyendo un misterio que evidentemente tiene un trasfondo satánico detrás, pero
que deja espacio para jugar un poco con el tema de la violencia existente en el
país tanto para añadir cierta crítica social como para tratar de despistar al
espectador.
Es llegando a la mitad cuando las
cosas empiezan a descomponerse, en parte por los elementos hollywoodescos que se
incluyen, aunque en gran medida porque la trama entra en terrenos religiosos a
los que cuesta trabajo tomarlos en serio.
De pronto algo que se sustentaba en
cultos se vuelve una batalla milenaria del bien contra el mal que simplemente
nunca fluye como debería y con tanta explicación provoca que el ritmo vaya
disminuyendo de manera progresiva. Haciendo así que el segundo acto no solo sea
aburrido, sino que por momentos parezca que estás viendo una película
totalmente distinta a la de la primera hora. En la cual se trata de generar más
terror por medio de elementos convencionales y no tanto por las situaciones
perturbadoras que proporcionaban fuerza de manera orgánica.
Para nuestra suerte la parte final logra
recomponer un poco las cosas al ofrecer un exorcismo que utiliza ciertos
elementos únicos improvisados para poder llevarse a cabo. Brindándole así la espectacularidad,
sangre y potencia necesaria a un cierre que deja buenas sensaciones a pesar de
los problemas previos.
Las actuaciones están bien, Joaquín
Cosio no lo hace mal con un papel bastante atípico para él y Tobin Bell (Vasilio
Canetti) sobrelleva un personaje que no le exige demasiado. La producción es de
buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien
cuidada, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son
precisamente los mejores cuando se recae en el CGI y la labor de maquillaje es
sólida.
Opinión final: Belzebuth está aceptable.
Película con altibajos muy marcados que pueden ver un día que no tengan muchas
cosas que hacer.
Ojometro:
***
***