jueves, 8 de abril de 2021

Crítica: The Toll (2021)

Película escrita y dirigida por Michael Nader (Head Count). Se estrenó en VOD y formato físico el pasado 30 de marzo dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Un extraño conductor y su preocupada pasajera tratan de ganarse la confianza del otro cuando son atrapados en un desolado camino por una amenaza sobrenatural conocida como The Toll Man.


Comentarios generales:

La cantidad de creepypastas existentes es tan elevada que la verdad ya no sé cuando una película está inspirada en alguna de estas o no, aunque en el caso de The Toll parece que no es así. Lo cual después de verla se me hace un tanto sorprendente debido a que tiene absolutamente todas las características de un trabajo de este tipo y, en cierta forma, las explota de mejor manera para tratar de ofrecer algo que tenga un poco más de ambición.

Ya que lo que presenta Nader es una historia que sustenta su mensaje en miedos que cualquier persona pudiera tener durante una actividad tan común como lo es pedir un medio de transporte (sobre todo en el caso de las mujeres) y combinarlos con una experiencia sobrenatural para magnificarlos. Aunque realmente durante los primeros 30 minutos todo se centra principalmente en la desconfianza que los dos protagonistas tienen uno del otro para generar tensión desde muy temprano y con ello ir construyendo situaciones que sirvan para plantar las dudas suficiente con las cuales se vaya detonando la amenaza principal.

Siempre bajo un ritmo agradable que nunca decae y que hace que algo desarrollado en un espacio relativamente reducido no se sienta tan pesado. Sin embargo, una vez que entra en juego el aspecto sobrenatural las cosas se empiezan a tambalear un poco.

En gran parte porque la presencia de The Toll Man en pantalla es limitada, pero también gracias a que el director utiliza algunos recursos muy pobres (señora apareciendo de la nada por ejemplo) para expandir lo que hay detrás de este. Provocando así que la dinámica de la película se vuelva un tanto extraña, aunque no resulta fatal ya que con el paso de los minutos se logran establecer de buena forma las pretensiones del ente y con ello se empiezan a revelar secretos que añaden más profundidad a los personajes.

Llevando así a una parte final que en general la encontré agradable a pesar de que no es la más emocionante o sorpresiva. Simplemente todo se lleva de manera adecuada para que el desenlace solidifique el mensaje inicial y se deje la puerta abierta para una potencial secuela.

En cuanto a las actuaciones puedo decir que el trabajo de Jordan Hayes (Cami) y Max Topplin (Spencer) es realmente bueno. Ellos son los que sostienen la película al lograr una dinámica muy interesante sustentada en la desconfianza que en todo momento te pone a dudar con respecto a cómo se resolverá el problema que enfrentan.

La producción es discreta: el trabajo de fotografía cumple (ayuda a que todo se desarrolle durante la noche), la dirección de arte está bien cuidada, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son simples y la labor de maquillaje se puede apreciar muy poco.

Opinión final: The Toll está ok. Película con buen mensaje que pudo ser algo más relevante, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
***