martes, 15 de junio de 2021

Crítica: Seance (2021)

Película escrita y dirigida por Simon Barrett, la cual representa su debut tras la cámara. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 21 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La Academia Fairfield es una prestigiosa escuela para mujeres en la que ocurre una tragedia después de que un grupo de amigas hiciera una broma. Y todo empeora cuando una nueva estudiante de nombre Camille Meadows (Suki Waterhouse) llega para ponerse en conflicto con todas ellas.


Comentarios generales:

Cuando un guionista con cierta reputación debuta como director suelen existir muchas expectativas debido a que se piensa que su habilidad para escribir se trasladará por completo tras la cámara, así que por eso Seance se volvió rápidamente una película pequeña con muchos ojos a su alrededor. 

Algo que sin duda trajo ciertos beneficios que la ayudaron a que no pasara tan desapercibida, pero que también provocó que se esperaran más cosas de las que se deberían.

Ya que lo que nos presenta Barrett es una historia con la que uno como espectador no tarda demasiado en darse una idea general sobre el rumbo que tomará y en realidad la construcción de la problemática es bastante simple, más no particularmente aburrida. Aunque para aquellos que busquen frescura es probable que esto no sea lo más emocionante dado a que se recurren a ideas muy vistas para generar tensiones desde el punto de vista humano con este grupo de chicas e ir planteando si lo que ocurre es producto de algo paranormal o no.

Aportando así una duda razonable por algunos minutos que desafortunadamente se desvanece de golpe entrando a un segundo acto en donde se empiezan a enfocar en otro subgénero y con ello provocan un periodo rocoso en el que algunas cosas funcionan y otras no tanto; en especial cuando se encuentran relacionadas con las muertes. Las cuales en su mayoría se dan fuera de cámara y por lo consiguiente no solo no logran proporcionar el impacto necesario, sino que además se vuelven un problema para el propio desarrollo al llevar a una dinámica un tanto repetitiva con la que se siente poco avance en el misterio que las rodea.

Haciendo con esto que el ritmo se vuelva cansino y por ende el camino rumbo a la parte final no sea precisamente emocionante, aunque ya estando ahí las cosas mejoran. No tanto porque las revelaciones hechas sean tan impactantes, sino más bien porque aquí es donde el director muestra un poco más de atrevimiento al incrementar el nivel de violencia para construir un enfrentamiento intenso que se aleja del tono predominante, añade cierta emoción y responde todas las preguntas que se pudieran tener.

Las actuaciones son promedio, realmente no diría que están mal, aunque resulta complicado comprar a varias de estas pre-universitarias cuando claramente se ven ya como mujeres de mayor edad. En cuanto a la producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es básica, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido cumple, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es básica.

Opinión final: Seance está ok. Un debut correcto tras la cámara por parte de Barrett para ver un día que no tengan nada que hacer. 

Ojometro:
***