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viernes, 24 de febrero de 2023

Crítica: Re/Member (2022)

Película japonesa dirigida por Eiichiro Hasumi y escrita por Harumi Doki, la cual es una adaptación del manga del mismo nombre escrito por Welzard. Se estrenó en cines durante el mes de octubre de 2022 en Japón, mientras que en el resto del mundo salió directamente en Netflix este pasado 14 de febrero.

Sinopsis:

Un grupo de estudiantes se encuentran atrapados en un bucle de tiempo con un violento fantasma y la única forma de escapar de su despiadado destino es encontrar todas las partes del cuerpo de su anterior víctima en las instalaciones de su escuela.


Comentarios generales:

El manga de Re/Member (Karada Sagashi) me llamó la atención hace algunos años cuando empezó a ser publicado, sin embargo, con el pasar del tiempo le perdí la pista y por lo consiguiente nunca supe cómo terminó. Por ello es que cuando se anunció esta adaptación me alegré aún sabiendo el historial poco confiable de los live-action japoneses debido a que era una manera más rápida de conocer el resultado y la verdad es que, con excepción de algo muy especifico, me he llevado una grata impresión.

Y aunque obviamente no puedo saber si es 100% fiel o no al material original, lo cierto es que lo traído por Hasumi logra su cometido principal que es entretener. Esto por medio de una historia que sigue una estructura básica con respecto a los bucles de tiempo y que, tras una breve introducción de los personajes, va directo al grano sin ningún tipo de reservas para establecer unas reglas simples y sobre todo un nivel de violencia elevado que haga sentir al fantasma en cuestión como uno muy intimidante y sumamente peligroso a pesar de que la estructura del filme le va quitando algo de eso con el pasar de los minutos gracias a la naturaleza repetitiva del problema.

Una repetitividad que afortunadamente no provoca que los acontecimientos dentro la escuela resulten aburridos y por ende el ritmo sea muy agradable durante los primeros 40/45 minutos de metraje, aunque una vez pasado este punto se presenta algo que sin duda puede cambiar por completo las sensaciones de lo que estás viendo.

Y es que de pronto el tono súper oscuro que estaba predominando empieza a ser intercalado con uno extremadamente ligero para resaltar la relación entre los estudiantes y esto hace que el segundo acto sea muy extraño debido a que esta combinación de tonos nunca se siente orgánica. Lo cual hace que el desarrollo pierda fluidez ante unas situaciones adolescentes exageradas que le quitan reflectores al problema central, pero que tampoco son algo que afecte de sobremanera como para decir que arruina por completo el visionado.

Sobre todo porque la última media hora es muy buena y no solo por el regreso del tono oscuro inicial, sino también porque se toca un tema con los estudiantes que particularmente a esa edad es relevante y le añade una capa extra de complejidad a su objetivo. Dejándonos ante un desenlace con mucha acción, sangre y muertes que además logra tener un cierre digamos un tanto gris que encaja bien con lo sucedido.

Las actuaciones son el estándar de lo que solemos ver en esta clase de películas con estudiantes y no hay mucho que resaltar. Mientras que en lo referente a producción nos encontramos algo discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos en general están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Re/Member me gustó. Sólida adaptación con unos cambios de tono peculiares, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

viernes, 16 de diciembre de 2022

Crítica: Bring It On: Cheer or Die (2022)

Película dirigida por Karen Lam (Stalled, Evangeline). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de septiembre, mientras que también salió para TV por medio del canal Syfy el pasado 8 de octubre.

Sinopsis:

Cuando un equipo de porristas va a practicar su rutina durante la noche de Halloween en una escuela abandonada, un misterioso asesino empieza a encargarse de ellos uno por uno.


Comentarios generales:

De las franquicias que siguen con vida de aquella época no hay muchas que exhalen la esencia de la comedia juvenil de inicio de los 2000s como Bring It On, así que el que tomara un rumbo hacia el género de terror fue sin duda algo sorpresivo para todo mundo. Aunque al tratarse de una producción del canal Syfy, con todo su historial de locuras detrás, dicha excentricidad no hizo más que generarme mucha curiosidad porque tal vez podríamos estar ante una sorpresa como lo fue “Slumber Party Massacre” durante el año pasado, pero lamentablemente Cheer or Die está lejos de replicar dicho éxito. 

Esto porque es evidente que lo presentado por Lam solo trata de aprovecharse de la rentabilidad actual del género al traernos una historia que mantiene los elementos base de la franquicia pero le añade de manera forzada el tema slasher. Todo bajo un tono juvenil que por cuestiones obvias debe de estar presente y que en cierta forma es el primer gran fallo en esto, no tanto porque exista, sino porque es claro que se tenía mucho miedo de cruzar determinada línea en lo que al nivel de violencia se refiere para poder seguir buscando un público joven y ante la restricción natural existente todo lo que involucra al asesino es demasiado blando.

Lo cual hace que el primer acto resulte totalmente olvidable y sea hasta pasada la primera media hora de metraje cuando se puede considerar que la película de terror como tal da inicio, sobre todo porque a partir de la primera muerte se entra a una dinámica estándar propia del slasher bajo un ritmo bastante ágil. Brindando con eso los que son los minutos más entretenidos sin que se llegue a ofrecer nada espectacular y el uso de un humor que tiene algunos destellos positivos, pero también puede llegar a ser fastidioso porque desentona con ciertas situaciones que simplemente no lo ameritaban considerando la tensión que estas deberían de proporcionar.

Provocando así que para la parte final no se llegue de la mejor manera posible, aunque por lo menos el misterio sobre la identidad del asesino no es tan predecible y eso le brinda algunos puntos a su favor. Lo malo es que una vez que esta se revela las cosas empiezan a caer en lo ridículo con el conflicto final, donde se tiene que añadir a fuerza el tema de las rutinas y con ello cualquier tipo de impacto que pudiera llegar a tener el cierre se pierde por completo.

Las actuaciones son los que uno espera de una película juvenil con estereotipos como esta e incluso con esas características tan exageradas la mayoría del elenco no deja nada para recordar. Mientras que en producción se nota el presupuesto limitado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto para tratarse de un slasher.

Opinión final: Bring It On: Cheer or Die es decepcionante. Slasher del montón que se te olvidará en un par de horas.

Ojometro:
**

martes, 12 de abril de 2022

Crítica: Master (2022)

Película escrita y dirigida por Mariama Diallo, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera exclusiva por Amazon Prime Video el pasado 18 de marzo.

Sinopsis:

Tres mujeres luchan por encontrar su lugar en la Universidad Northeastern, que es tan antigua como el mismo país. Sin embargo, cuando una estudiante negra de primer año es víctima de ataques racistas anónimos que piensa son producto de fantasmas del pasado, cada una de ellas tendrá que determinar dónde se encuentra la verdadera amenaza.


Comentarios generales:

Para mi sorpresa no son pocas las personas que me han llegado a comentar que ya sienten fastidio ante tanta propuesta “woke” dentro del género de terror y particularmente las de los servicios de streaming suelen ser las que cargan con las mayores críticas al respecto. Así que cuando alguna de estas anuncia una nueva película sé que habrá altas probabilidades de que genere cierta polémica y en definitiva Master no se va a salvar de eso.

Esto porque lo traído por Diallo trata un problema que sigue estando muy presente como lo es el racismo y lo expone de manera directa por medio de tres personajes que lo viven de distintas maneras conforme a su respectiva posición dentro de la universidad. Aunque también desde muy temprano manifiesta que existirán otro tipo de situaciones que a su vez atacan diferentes problemáticas que van más allá de un grupo específico de personas y con las cuales el espectador se puede sentir relacionado por vivencias propias.

Un aspecto que sin duda le añade más sustancia a la historia, pero también hace que esta no sea precisamente una de brujas convencionales; de hecho, la clasificaría más como de terror psicológico que supernatural. Lo cual con el pasar de los minutos se vuelve un tanto problemático debido a que conforme se va revelando el sufrimiento de una de nuestras protagonistas (Jasmine) se empieza a caer en cierta repetitividad para explotar recursos que dejen en claro dicho aspecto psicológico y por lo consiguiente no solo existe una carencia de escenas que generen tensión, sino que también se vuelve un tanto cansino el visionado a pesar de que el ritmo como tal no es precisamente lento.

Además las interacciones entre los personajes principales no resultan tan profundas como se esperaría, la mayoría de las veces solo son encuentros muy efímeros y eso no ayuda a que se forme un vinculo más entrañable durante la segunda mitad. Haciendo con esto que el suceso de mayor impacto durante la parte final no tenga un peso emocional tan fuerte y con ello el desenlace se sienta un tanto anticlimático, aunque le ayuda el dejar abierto a la interpretación ciertas cosas.

Sobre las actuaciones resultó ser una agradable sorpresa lo de Regina Hall (Gail), a quien casi siempre se le ve bajo personajes cómicos y aquí ofrece algo totalmente distinto para ser el principal sustento de una historia tambaleante. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es discreto, el trabajo de sonido no tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Master está ok. Película con un mensaje muy directo que seguramente generará opiniones un tanto divididas.

Ojometro:
***

miércoles, 9 de marzo de 2022

Crítica: Student Body (2022)

Película escrita y dirigida por Lee Ann Kurr, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en VOD y formato físico el pasado 8 de febrero dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Un angustioso incidente obliga a que las amigas de la infancia, Jane (Montse Hernandez) y Merritt (Cheyenne Haynes), tengan que tomar medidas contra su profesor de matemáticas en la escuela secundaria. Ocasionando que su relación se vea fragmentada y haya mortales consecuencias para sus amigos.


Comentarios generales:

Siempre he manifestado que prefiero ver una película mala que una aburrida y probablemente no hay otro tipo de trabajos con los que dicho pensamiento aplique de manera más profunda que con los slasher. Y es que al tratarse de un subgénero relativamente “simple” con una estructura y reglas bien definidas no suele ser uno con el que me aburra tan fácilmente, casi siempre les encuentro algo que me entretenga por más malo que sea; sin embargo, Student Body es de esos extraños casos en los que eso simplemente nunca ocurrió.

Y es que lo traído por Lee Ann Kurr es un slasher a medias debido a que se trata de una historia en la que se nota que la integración del asesino se dio de manera forzada y no tanto porque fuera un elemento fundamental para el desarrollo de esta. Ya que realmente lo que vemos durante casi una hora trata más sobre amistades tóxicas, amores no correspondidos y maestros abusivos para exponernos ante demasiado drama y comportamientos absurdos adolescentes mientras que de forma vaga e inefectiva se tratan de establecer sospechosos potenciales para añadir cierto nivel de duda a algo que simplemente no lo tiene.

Y es que desde que ocurre un determinado suceso es más que evidente quién será el asesino, lo cual elimina el único elemento que pudiera generar algo de expectativa dentro de esta experiencia que además no cuenta con el ritmo más atractivo. Aunque en este aspecto en específico por lo menos si se puede decir que mejoran conforme pasan los minutos, ya que una vez iniciada la matanza se agilizan las acciones para tratar de lograr que la sensación de riesgo este muy presente rumbo a la parte final.

Lo malo es que esto no se puede explotar en su totalidad gracias a que las muertes no son precisamente memorables (algunas incluso se dan fuera de cámara), eliminando así cualquier intento por generar impacto y ocasionando que se caiga en una dinámica repetitiva. Siendo lo único rescatable la manera en la que manejan el enfrentamiento final; en donde se puede notar una evolución de la protagonista para dejar un cierre con cierto nivel de potencia.

Las actuaciones en su mayoría son muy forzadas y nunca notas una química en el grupo, aunque la presencia de Christian Camargo (Mr. Aunspach) proporciona algo de solidez en ciertas situaciones. En cuanto a producción tenemos algo muy discreto: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte simple, el score no resalta, el trabajo de sonido cumple, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje no es la gran cosa.

Opinión final: Student Body es decepcionante. Slasher aburrido y sin chispa que resulta perfectamente olvidable.

Ojometro:
**

martes, 15 de junio de 2021

Crítica: Seance (2021)

Película escrita y dirigida por Simon Barrett, la cual representa su debut tras la cámara. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 21 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La Academia Fairfield es una prestigiosa escuela para mujeres en la que ocurre una tragedia después de que un grupo de amigas hiciera una broma. Y todo empeora cuando una nueva estudiante de nombre Camille Meadows (Suki Waterhouse) llega para ponerse en conflicto con todas ellas.


Comentarios generales:

Cuando un guionista con cierta reputación debuta como director suelen existir muchas expectativas debido a que se piensa que su habilidad para escribir se trasladará por completo tras la cámara, así que por eso Seance se volvió rápidamente una película pequeña con muchos ojos a su alrededor. 

Algo que sin duda trajo ciertos beneficios que la ayudaron a que no pasara tan desapercibida, pero que también provocó que se esperaran más cosas de las que se deberían.

Ya que lo que nos presenta Barrett es una historia con la que uno como espectador no tarda demasiado en darse una idea general sobre el rumbo que tomará y en realidad la construcción de la problemática es bastante simple, más no particularmente aburrida. Aunque para aquellos que busquen frescura es probable que esto no sea lo más emocionante dado a que se recurren a ideas muy vistas para generar tensiones desde el punto de vista humano con este grupo de chicas e ir planteando si lo que ocurre es producto de algo paranormal o no.

Aportando así una duda razonable por algunos minutos que desafortunadamente se desvanece de golpe entrando a un segundo acto en donde se empiezan a enfocar en otro subgénero y con ello provocan un periodo rocoso en el que algunas cosas funcionan y otras no tanto; en especial cuando se encuentran relacionadas con las muertes. Las cuales en su mayoría se dan fuera de cámara y por lo consiguiente no solo no logran proporcionar el impacto necesario, sino que además se vuelven un problema para el propio desarrollo al llevar a una dinámica un tanto repetitiva con la que se siente poco avance en el misterio que las rodea.

Haciendo con esto que el ritmo se vuelva cansino y por ende el camino rumbo a la parte final no sea precisamente emocionante, aunque ya estando ahí las cosas mejoran. No tanto porque las revelaciones hechas sean tan impactantes, sino más bien porque aquí es donde el director muestra un poco más de atrevimiento al incrementar el nivel de violencia para construir un enfrentamiento intenso que se aleja del tono predominante, añade cierta emoción y responde todas las preguntas que se pudieran tener.

Las actuaciones son promedio, realmente no diría que están mal, aunque resulta complicado comprar a varias de estas pre-universitarias cuando claramente se ven ya como mujeres de mayor edad. En cuanto a la producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es básica, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido cumple, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es básica.

Opinión final: Seance está ok. Un debut correcto tras la cámara por parte de Barrett para ver un día que no tengan nada que hacer. 

Ojometro:
***

viernes, 11 de junio de 2021

Crítica: Initiation (2021)

Película dirigida por John Berardo, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Brian Frager y Lindsay LaVanchy. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de mayo y justo ese mismo día salió en formato físico dentro del Reino Unido.

Sinopsis:

Tras el asesinato de un atleta dentro de la Universidad Whiton, una oleada de sospechas empiezan a circular en las redes sociales sobre los oscuros secretos de la escuela que podrían quedar expuestos mientras un brutal asesino hace de las suyas.


Comentarios generales:

Los slashers no tienen demasiada ciencia y por eso mismo es que es un subgénero que sigue gustando a pesar de su antigüedad. Básicamente uno ya sabe que esperar, así que cuando sale uno nuevo se tiene cierta tendencia a pre-juzgarlo como “uno más” debido a que la variedad no es su fuerte (tampoco la necesitan), pero Initiation es una de esas películas con las que queda claro que no debes de juzgar algo solo por su portada.

Ya que lo presentado por Berardo es un slasher en esencia, pero gran parte de su historia parece más como un drama universitario que te hará cuestionar más de una vez sobre si lo que estás viendo es, en efecto, una película de terror. Sobre todo durante unos primeros 30 minutos en los que no queda demasiado claro cuál es el verdadero misterio que desencadenará lo inevitable, dejando así varios escenarios abiertos mientras se nos expone a uno de los grupos de universitarios más responsables que recuerde y con los que, más allá de ciertos clichés, se te plantea que no serán simples bultos para matar.

Todo esto añade una agradable profundidad que realmente no te esperas, sin embargo, también hace que el visionado no sea tan emocionante debido a que la primera muerte tarda mucho tiempo en llegar y una vez que eso se da la película no explota como debería. Más que nada porque la dinámica se sigue centrando en generar dudas y alargar el misterio lo más que se pueda, lo cual ayuda a que la identidad del asesino sea complicada de descifrar, pero al estar sustentada en situaciones poco interesantes hace que en verdad el segundo acto te resulte aburrido y, hasta cierto punto, intrascendente.

Dejando todas las esperanzas puestas a una parte final que afortunadamente logra salvar el barco debido a que es aquí donde por fin sientes que te encuentras ante un slasher. Donde se incrementa de golpe la violencia al exponer al asesino de manera más constante con algunas muertes bien logradas y poniéndolo en un enfrentamiento definitivo en el que impera la inteligencia de la mayoría de las victimas para que este se pueda extender por varios minutos y así lograr que el cierre tenga un poco más de impacto ante la inminente revelación de su identidad.

En el tema de las actuaciones no tenemos nada especial, es lo típico de esta clase de películas y en general no hay nadie quien destaque demasiado. Mientras que en la producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es genérico, el trabajo de sonido está bien hecho, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Initiation está aceptable. Un slasher con más sustancia de la normal que se queda corta en sus pretensiones, pero que no está de más darle una oportunidad. 

Ojometro:
***

viernes, 1 de mayo de 2020

Crítica: Cupid (2020)


Película escrita y dirigida por Scott Jeffrey (The Bad Nun). Se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos durante el pasado mes de febrero.

Sinopsis:

Después de haber sido humillada por sus compañeras de escuela, Faye (Georgina Jane) invoca al diabólico Cupido para vengarse de todos aquellos que le han hecho algún mal durante San Valentín.



Comentarios generales:

A lo largo de los años hemos visto varias películas que se desarrollan durante San Valentín, tal vez no sea una festividad tan popular como algunas otras pero si tiene su representación bien establecida dentro del género. Lo que yo no recuerdo es haber visto una que utilizara a Cupido como una criatura malvada, eso es algo novedoso y por ello es que Cupid resaltaba más de lo que normalmente lo haría un trabajo de este tipo, sobre todo por lo malo que es.

Y es que quitando los once minutos iniciales que involucran un par de prólogos que cuentan la trágica historia de Cupido y muestran sus primeros asesinatos, todo lo demás es realmente olvidable. Incluso me atrevería a decir que gran parte del presupuesto se tuvo que ir en esas escenas porque lo ofrecido por Jeffrey es de muy baja calidad y durante unos 45 minutos se trata más que nada de un drama adolescente que gira en torno a una protagonista sin nada de carisma y un conjunto de personajes molestos que deseas ver morir lo más rápido que se pueda, pero el encargado de llevar eso a cabo brilla por su ausencia.

Lo cual resulta en exceso frustrante debido a que el tema del bullying que se presenta para hacerle cierto contrapeso y añadir algo de sustancia ni siquiera se utiliza de una manera inteligente que justifique tanto tiempo de atención, simplemente está ahí para consumir minutos hasta que se da la primera muerte y ni así mejoran las cosas.

Obviamente el ritmo se incrementa y todo se vuelve un poco más caótico; sin embargo, la masacre que debería de ser esto jamás logra sentirse como tal gracias a que las muertes se encuentran muy separadas una de la otra. Además de que estas no resultan para nada memorables u originales, a pesar de que los métodos de Cupido si cuentan con elementos característicos de dicha celebración.

Dejando así una parte final aburrida en la que realmente solo quieres que ocurra una cosa en específico con el que es sin duda el personaje más fastidioso de todos para poder tener un pequeño momento de satisfacción. En realidad pareciera ser una decisión simple, pero por alguna razón se muestran demasiadas dudas para llegar a ese punto y cuando por fin lo hacen no se siente como algo importante; de hecho, todo el cierre en general carece de cualquier tipo de emoción.

Las actuaciones son bastante malas, acartonadas en su mayoría y sin nada que te haga interesarte por alguno de los personajes tan siquiera un poco. La producción tampoco es de gran factura: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte sumamente básica, el score es genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos por medio de CGI son de pobre calidad y la labor de maquillaje deja bastante que desear.

Opinión final: Cupid es realmente mala. Con excepción de los primeros 11 minutos, todo lo demás es un desastre.

Ojometro:
*

miércoles, 31 de octubre de 2018

Crítica: The School (2018)


Primer largometraje del director Storm Ashwood, quien comparte créditos junto con Tessa Alana como co-escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de julio, mientras que su salida en otros países, ya sea en VOD o formato físico, se dio el pasado 23 de octubre.

Sinopsis:

Cuando una doctora despierta en una escuela abandonada, ella tendrá que sobrevivir a un terror sobrenatural y enfrentar sus propios demonios si desea encontrar la verdad sobre el paradero de su hijo perdido.



Comentarios generales:

Cuando se trata del cine de terror australiano lo primero que se te viene a la mente es el gore o experiencias sumamente violentas, ese es su sello particular y resulta difícil poder quitártelo de la cabeza. Características que parecía que íbamos a ver con The School gracias a que en la labor promocional siempre se manejó así, pero la realidad fue otra y lo que terminamos viendo es tal vez una de las películas australianas más ligeras que se han hecho en los últimos años.

Y no es que este mal eso, aunque Ashwood bien pudo haber hecho uso de dichas características considerando que nos cuenta una historia bastante confusa y que tarda demasiado tiempo en establecer la lógica que hay detrás. Poniéndonos de entrada bajo una dinámica en la que se intercambian los escenarios de manera constante para jugar con el tiempo y generar dudas inmediatas con respecto al paradero de Amy, lo cual en teoría se escucha interesante, pero en la práctica no funciona tan bien debido a que esto vuelve complicado involucrarse de lleno en su situación y sentir empatía hacia ella.

Además en este punto todos los eventos dentro de la escuela no siguen un patrón claro, solo quedan en simples ocurrencias sin demasiado peso hasta que inicia la búsqueda del hijo durante el segundo acto. Una búsqueda que mejora ligeramente las cosas, más que nada porque es aquí donde dejan de intercambiar los escenarios para que se tenga una dinámica ágil y se brinda claridad sobre lo qué es este lugar; sin embargo, la persecución que se lleva a cabo en ningún momento añade intensidad o por lo menos situaciones de verdadero apremio. Todo es sumamente ligero y por determinados periodos el comportamiento de ciertos personajes resulta caricaturesco.

La parte final tampoco ayuda a incrementar el nivel. La revelación importante no es tan impactante como debería pero si puede tomar a más de uno por sorpresa, nada más que la utilizan de manera muy superficial y con esto algo que, en teoría debería ser desgarrador, solo alcanza para ofrecer un desenlace desabrido.  

En el tema de las actuaciones puedo decir que la mayoría de los niños/jóvenes están apenas decentes, mientras que Megan Drury (Amy) nunca te logra convencerte de que es una madre totalmente desesperada por encontrar a su hijo ante las dificultades que muestra para reflejar grandes emociones. De la producción no tengo grandes quejas: el trabajo de fotografía es cumplidor la mayor parte del tiempo, la dirección de arte correcta, el score es genérico, el trabajo de sonido tiene ciertos altibajos, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje resulta efectiva.  

Opinión final: The School es bastante mala. Una película sin mucho sentido que provoca más bostezos que otra cosa.

Ojometro:
**

miércoles, 24 de octubre de 2018

Crítica: Down a Dark Hall (2018)


Adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Lois Duncan, la cual está dirigida por Rodrigo Cortés (Buried) y cuyo guión fue co-escrito por Michael Goldbach y Chris Sparling. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 16 de octubre.

Sinopsis:

Una problemática adolescente llamada Kit (AnnaSophia Robb) es forzada a unirse a Blackwood, un exclusivo internado totalmente alejado de la sociedad. Ahí descubrirá un nuevo talento, pero también se verá  atrapada por fuerzas oscuras que rodean a la directora del lugar Madame Duret (Uma Thurman).



Comentarios generales:

Antes que nada debo de decir que, a pesar de que siempre he tenido conocimiento de su existencia, nunca he leído la novela. Es por eso que Down a Dark Hall no me generaba gran interés y la verdad parecía más un intento por captar un público juvenil que otra cosa, tenía todo el sello característico de esas producciones; sin embargo, un par de nombres llamaron mi atención como para que decidiera a verla y al final me encontré un producto más digerible de lo que esperaba.

Y no es tanto porque lo que nos presente Cortés no se enfoque en dicho público, ya que si lo hace, pero siempre mantiene esa fina línea que permite captar el interés de otro tipo de espectadores en esta historia. Una que dicho sea de paso es bastante básica de inicio, presentándonos una serie de personajes que, salvo por Kit y Madame Duret, no son precisamente muy interesantes que digamos; en especial cuando supuestamente la mayoría de las estudiantes que se encuentran ahí tienen vidas caóticas de las cuales apenas logramos conocer lo mínimo mientras presentan el típico comportamiento adolescente que no lleva a grandes cosas, salvo por el misterioso surgimiento de sus talentos.

Hasta aquí realmente la película es bastante aburrida, aunque la atmósfera gótica que se logra construir y toda la cuestión de los talentos son suficientes para capturar la curiosidad del espectador hasta que llegue el segundo acto. Uno que se desarrolla con mejor ritmo y empieza a jugar mucho más con los elementos sobrenaturales para poder generar una sensación de peligro mayor conforme se va exhibiendo el deterioro de las chicas, además de que se profundiza de manera decente lo que hay detrás. Esto último a pesar que por momentos resulta complicado hacerlo ante los pocos detalles proporcionados.

La parte final es entretenida. Si se siente un poco acelerada y eso hace que las muertes presentadas no tengan el impacto que deberían, pero si logra brindar ese cierre a gran escala que debía tener considerando el escenario imponente en el que se realiza la historia.

En las actuaciones es donde tiene uno de sus puntos más fuertes debido a que AnnaSophia Robb y Uma Thurman están bastante bien en sus respectivos roles, ambas son quienes muestran más personalidad dentro de un elenco que por grandes lapsos no la tiene y son en gran parte quienes le inyectan vida a esto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score me agradó, el trabajo de sonido es efectivo y los efectos cumplen la mayoría del tiempo.

* Cuenta con una breve escena post-créditos

Opinión final: Down a Dark Hall está ok. Una película para pasar el rato que dentro de un par de años estará en TV para especiales de Halloween.  

Ojometro:
***

jueves, 17 de mayo de 2018

Crítica: Tragedy Girls (2017)


Película dirigida por Tyler MacIntyre (Patchwork), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Chris Lee Hill y Justin Olson. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales del año pasado, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio durante el mes de febrero.

Sinopsis:

Sadie (Brianna Hildebrand) y McKayla (Alexandra Shipp) son dos adolescentes obsesionadas por la muerte que utilizan sus redes sociales para mostrar terribles asesinatos que ellas mismas cometen dentro de su pequeño pueblo para poder convertirse en leyendas.



Comentarios generales:

Una de las películas que hicieron más ruido durante la segunda mitad del año pasado fue sin duda Tragedy Girls, su exitoso paso por festivales y los buenos comentarios de boca en boca hicieron que se formara un pequeño fenómeno a su alrededor que nadie se esperaba. Lo malo es que tuvo una distribución muy pobre que evitó que se pudiera ver fuera de los Estados Unidos y por eso mismo quedó un poco en olvido hasta que fue lanzada en otros formatos, lo cual es una pena porque definitivamente se trata de un trabajo distinto a lo acostumbrado que merece mayor exposición.

Esto porque lo que nos regala MacIntyre es una idea bastante original con la que critica de manera directa el efecto que tienen actualmente las redes sociales en los adolescentes (y seres humanos en general); donde cada vez se pierde más el respeto hacia las demás personas o el sentido común para poder obtener reconocimiento fácil. Todo por medio de un par de chicas con las cuales utiliza un humor negro enorme y que en base a diálogos hilarantes, así como escenas sangrientas muy divertidas, logra que desde el inicio uno se tope con una historia loca que fluye sin problemas.

Algo que es muy importante en una película como esta porque al contar con un ritmo tan ágil difícilmente se le da tiempo al espectador para que se ponga a analizar en exceso cada situación y ante las ocurrencias de nuestras protagonistas por conseguir fama eso nunca se puede dar durante al menos 45/50 minutos. Aunque después de este punto el tono se vuelve un poco más serio, no tanto como para arruinar las cosas, pero si para que se entre en un agujero en donde no sientes que ocurre demasiado al empezar a profundizar un poco más sobre la relación entre nuestras protagonistas en base a situaciones genéricas que carecen de los elementos previos que funcionaron tan bien.

Lo bueno es que para la parte final se retoma el rumbo sin mucha dificultad y, aunque el humor no vuelve a ser el mismo, el nivel de violencia si. Haciendo que el desenlace tenga la fuerza necesaria para resultar convincente, nada cursi y para dejar abierta la puerta para una posible secuela.

Con respecto a las actuaciones, este es el show total de Hildebrand y Shipp. Ambas están estupendas en sus roles, muestran una química increíble en pantalla que hace que estas situaciones tan peculiares se sientan naturales en todo momento e incluso llegues a tener cierta empatía hacia ellas a pesar de sus actos.

La producción no es precisamente la más grande, pero es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es excelente, el trabajo de sonido no tiene fallos y tanto los efectos (varios prácticos) como la labor de maquillaje están bien cuidados.

Opinión final: Tragedy Girls es muy divertida. Una comedia “teen” bastante atrevida que les hará pasar un rato muy agradable.

Ojometro:
****

sábado, 22 de abril de 2017

Crítica: RAW (2017)


Película escrita y dirigida por Julia Ducournau, la cual significa su ópera prima. Se estrenó en cines dentro de Francia durante el mes de marzo, mientras que aquí en México llegó de manera limitada el pasado 14 de abril. Hasta la fecha ha recaudado $2.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de que una joven vegetariana experimenta una novatada carnívora dentro de la escuela veterinaria, un gusto inesperado por la carne empieza a crecer peligrosamente dentro de ella.



Comentarios generales:

El shock vende, eso es algo innegable y la gente encargada de diseñar la promoción de RAW lo sabía a la perfección debido a que casi todas las noticias ligadas a sus exhibiciones en festivales involucraban a personas desmayándose, vomitando o saliéndose de las salas ante lo impactante del contenido presentado. Una estrategia que rindió frutos y le dio notoriedad a esta coproducción francesa/belga que probablemente no hubiera logrado con una promoción convencional; sin embargo, esto también le generó un problema de identidad, ya que el tener al canibalismo como idea base te invita irremediablemente a pensar que se tratará de un gorefest diseñado para desafiar tu nivel de tolerancia al máximo, cuando en realidad es algo más elaborado.

Con esto no quiero decir que Julia Ducournau nunca pretende utilizar el impacto visual como parte fundamental de la historia, pero lo cierto es que durante el primer acto lo que nos regala es más que nada la exposición de Justin como simple carne de cañón ante esta cruel novatada que reta todo lo que le han enseñado y expone el conflicto interno de hacer lo que sea para ser aceptado en un nuevo circulo, a pesar de que esto cambie tu vida para siempre. Siendo así la manera perfecta para impulsar no solo su interés por la carne, sino también su despertar sexual y empezar con ello un viaje de descubrimiento que rápidamente proporciona algunos momentos extraños que poco a poco van mostrando el camino que nuestra protagonista tomará; uno que tratará de evitar, pero que resulta imposible de ignorar.

Lo cual lleva a que la primera escena de canibalismo presentada sea en extremo efectiva, no tanto desde el punto de vista gráfico (en realidad es muy “light”) sino más bien por la manera contundente en la que se establece que Justine básicamente no podrá encontrar una solución a su nueva adicción.

A partir de este punto es cuando las acciones se tornan mucho más intensas en todo sentido, el aspecto sexual se vuelve más relevante y la relación con su hermana se convierte en el hilo conductor para tratar de entender lo que le está pasando y como vivir con ello; aunque por momentos integrando cierto humor negro que se siente un tanto fuera de lugar para una historia como la que estamos viendo.

Todo esto genera unos 25 minutos finales muy disfrutables en donde los excesos visuales por parte de la directora llegan a su punto más alto, sin ser nunca precisamente grotescos o extremos. Diseñados para que el conflicto entre las hermanas sea algo desgarrador de ver y lleve a un desenlace potente, cuyo mensaje básicamente es que amar duele y que cada quien lidia con eso de manera distinta.

Las actuaciones son geniales, Garance Marillier como Justine se come la pantalla y Ella Rumpf (Alex) es el complemento ideal como su hermana; tienen una gran química e indudablemente esto provoca que varias de las escenas más memorables sean aquellas que las involucran a ambas. La producción no es nada ostentosa, pero está bien cuidada: cuenta con un trabajo de fotografía sólido, la dirección de arte está ok, el score es bastante bueno, al trabajo de sonido cumple y la labor de maquillaje logra su cometido en los momentos más gráficos.

Opinión final: RAW se trata de algo más que una simple historia de caníbales convencional que no solo se va por el camino del shock fácil. Muy recomendable.

Ojometro:
*****

viernes, 28 de octubre de 2016

Crítica: Friend Request (2016)


Película dirigida por Simon Verhoeven, quien además es co-escritor del guión junto a Matthew Ballen y Philip Koch. Se estrenó en formato físico y digital en varios países de Europa a inicios de año, mientras que a los Estados Unidos llegó en VOD durante este mes de octubre.

Sinopsis:

Cuando Laura (Alycia Debnam-Carey) deja de seguir en Facebook a una misteriosa chica, ella pronto se encontrará luchando ante una presencia demoníaca que lo único que quiere es dejarla sola al ir matando uno por uno a sus amigos más cercanos.



Comentarios generales:

Claramente el explotar las redes sociales se está volviendo una tendencia dentro del género de terror que va al alza y que parece será difícil de contener dentro de los próximos años, por lo cual estos primeros trabajos serán vitales para lo que vendrá más adelante. Esto gracias a que son los que van a establecer en su mayoría lo que funciona y lo que no, los que marcarán la línea en muchos sentidos; aunque en verdad espero que Friend Request no sea precisamente la referencia predominante.

Ya que lo que nos presenta Verhoeven es una historia que no tiene pies ni cabeza, la cual ciertamente inicia como una aparente película de stalkers con cierto nivel de drama justificado, pero que poco a poco va mutando en algo que involucra cualquier cantidad de cuestiones paranormales/fantásticas/tecnológicas que son difíciles de amalgamar. Mostrando un marcado contraste entre la luz que significa nuestra protagonista (Laura) y la oscuridad que rodea a la que terminará siendo la antagonista en todo esto (Marina), de la cual no se sabe nada y que al menos durante el primer acto funge como la principal vía para generar algo de misterio por medio de la famosa red social.

El problema llega con el segundo acto y en gran parte se debe a que nunca saben explicar qué diablos es Marina o cual es la fuerza que hay detrás de ella, ya que en determinado punto uno no sabe si es una bruja, un hacker fenomenal o un fantasma. Todo se centra en hacer la vida de Laura miserable, ver como inexplicablemente ella se convierte en la mala de la historia, olvidándose así de brindarle mayor sustancia a lo que hay detrás (solo presentan una pequeña investigación) y esperando a que, con sustos fáciles, así como con algunas muertes visualmente llamativas, el espectador no se dé cuenta del avance tan lento que presentan las acciones; unas que además siguen el mismo patrón.

La parte final tampoco resulta muy efectiva. Principalmente porque para este punto ya no te importa saber mucho sobre los motivos de Marina gracias a que resulta muy obvio qué fue lo que paso; quitándole así todo el suspenso que pudiera haber quedado suelto. Lo cual, aunado a una falta de intensidad muy fuerte en una persecución supuestamente clave, termina haciendo del desenlace uno muy flojo que, para colmo, deja abiertas más preguntas.

Sobre las actuaciones diría que son aceptables, Alycia Debnam-Carey no lo hace mal pero nunca te involucras de lleno con su sufrimiento, mientras que Connor Paolo (Kobe) luce sumamente forzado en su rol de hacker paranoico. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es discreta, el score no sobresale demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son principalmente hechos con CGI aceptable y el trabajo de maquillaje presenta buenas cosas.

Opinión final: Friend Request es bastante decepcionante. No es taaaan mala, pero nunca deja de sentirse como un revoltijo de ideas sin ningún tipo de dirección.

Ojometro:
**

martes, 12 de enero de 2016

Crítica: The Howling: Reborn (2011)


Nueva entrega de la franquicia que está dirigida por Joe Nimziki, quien además fue co-escritor del guión junto a James Robert Johnston. Salió directamente en VOD durante el 2011 y en el 2012 hizo su debut en formato físico.

Sinopsis:

Will (Landon Liboiron) es el típico adolescente que se encuentra en su último año de preparatoria y justo antes de graduarse finalmente decide declarársele a su hermosa compañera Eliana (Lindsey Shaw). Aunque, por otra parte, también descubre que sus ancestros eran hombres lobo y poco a poco empezará a descubrir sus increíbles poderes; poniéndolo en una situación en donde tendrá que elegir entre su sangre o a la chica que ama.



Comentarios generales:

En su momento no me pudo importar menos esta nueva entrega, la cual se manejaba como un remake pero que en realidad solo está ligada por el nombre. Salió justo en el pleno apogeo de Twilight y con solo ver el tráiler uno podía darse cuenta sobre lo que pretendían explotar, siendo esto el principal motivo por el cual no le di oportunidad hasta ahora que me la encontré de mera casualidad por TV. Algo que sin duda fue la mejor elección.

Esto porque lo que nos regala Nimziki es una historia de amor que pretende ser muy sexual, pero que se termina estancando en el típico romance adolescente que se ha visto millones de veces, nada más que ahora involucrando hombres lobo. Sustentándose en el blando personaje de Will y su evolución no solo en la cuestión del lado animal, sino también en su aspecto humano que lo lleva a realizar acciones que normalmente no haría para construir así un primer acto que presenta poco o nada llamativo; al grado que, salvo por un par de tomas con perspectiva de primera persona, uno no pensaría que está viendo una película de terror.

Es hasta pasados los 40 minutos cuando las cosas empiezan a tener un tono mucho más oscuro con la aparición del villano principal, algo que se da de manera muy agitada y sin explicarte gran cosa sobre este (salvo por detalles básicos) pero que sin duda beneficia al ritmo utilizado en el resto de la película. Ya que a partir de ese punto todo se vuelve una larga cacería dentro de la escuela que genera las dosis mínimas de tensión necesarias para poder soportar la dinámica melosa entre los dos personajes principales; una que definitivamente terminará hartándolos no solo por su ridiculez, sino porque además gracias a esto los sucesos nunca logran tener un desarrollo fluido y lo que supuestamente tendría que ser la construcción de un conflicto violento solo se queda en una pelea entre perritos.

La parte final no está tan mal. Cuenta con acción, algo de sangre y peleas muy dinámicas que están filmadas de manera inteligente para no notar el pobre trabajo de caracterización; sin embargo, dejan totalmente en blanco varios aspectos respecto al villano y sus verdaderas motivaciones que te dejan con la sensación de que termina de manera muy abrupta.

Las actuaciones no son muy buenas, salvo por la de Lindsey Shaw, quien logra darle vida a una chica bastante atractiva que se roba todos los reflectores cada que aparece en pantalla gracias a su relajada personalidad. La producción no es la gran cosa, pero cumple: el trabajo de fotografía es decente, el score es bastante bueno, cuenta con un buen sonido y efectos que pasan el control de calidad; aunque, por otra parte, el trabajo de maquillaje deja mucho que desear debido a que los hombres lobo lucen terribles.

Opinión final: The Howling: Reborn es de lo peor de la franquicia y después de verla entenderán por qué esta se encuentra en la congeladora.

Ojometro:
*

lunes, 4 de enero de 2016

Crítica: Unhallowed Ground (2015)


Película cuyo guión fue escrito por Paul Raschid y que significa el primer largometraje para el director Russell England. Se estrenó de manera limitada en cines dentro del Reino Unido en junio de 2015 y posteriormente, en julio, salio en DVD; aunque su llegada a este lado del planeta aun es incierta.

Sinopsis:

Seis estudiantes de una escuela privada pasan la noche patrullando las instalaciones de la histórica escuela de Dhoultham como parte de una iniciativa del ejercito británico para proveerles entrenamiento militar básico. Sin embargo, con cada hora que pasa también se incrementan los sucesos extraños y las cosas empeoran cuando un par de ladrones deciden entrar a las instalaciones para robar unos documentos invaluables de la biblioteca del lugar.



Comentarios generales:

Generalmente no me dejo llevar por los pósters de las películas debido a que suelen ser los únicos elementos cuyo diseño puede resultar de gran calidad sin importar que se trate de una gran producción o de un trabajo independiente, pero tal vez por la época mi espíritu compasivo salió a relucir y en esta ocasión opté por basarme exclusivamente en esto. Algo que sin duda fue un grave error debido a que Unhallowed Ground no solo me puso una aburrida terrible, sino que además resultó ser el ejemplo perfecto sobre cómo una idea interesante puede terminar siendo destrozada si cae en las manos equivocadas. 

Y es que England realmente desde el primer instante nos demuestra que su tirada va más por aligerar las cosas antes que seguir por el camino perturbador que expone la introducción de la película, esto por medio de un grupo de alumnos ricachones que pretenden jugar a los soldaditos y que desde muy temprano se ven involucrados en algunas situaciones bastante absurdas que supuestamente están diseñadas para generar suspenso, pero que al final de cuentas no llevan a nada. Lo cual sin duda termina afectando el desarrollo gracias a que los sustos fáciles se gastan de manera rápida, dejando toda la sensación de peligro u agobio en un par de ladrones que durante el primer acto juegan un rol totalmente secundario y en una serie de caminatas por las instalaciones de la escuela que simplemente están ahí para quemar algo de tiempo.

Esto vuelve al segundo acto en uno carente de emociones, ya que por más que tratan nunca logran elevar el grado de intensidad en las acciones y eso hace que el ritmo sea bastante cansino por lo que resta del metraje. De pronto todo lo que tiene que ver con la meta de los ladrones te importa poco o nada; ni que decir del aspecto sobrenatural que esencialmente se limita a apariciones esporádicas de los espíritus sin que sepas cuales son sus verdaderas intenciones. Simplemente existen demasiados huecos en todo esto como para poder engancharte por completo.

Lo mejor (y por lo cual no resulta ser un bodrio mucho mayor) es el giro que presenta en la parte final. Es totalmente inesperado y sirve perfectamente para incrementar el grado de violencia que hasta este punto había sido decepcionante; además de brindarle un poco más de fuerza a una historia que la pedía a gritos y, sobre todo, a un villano que había brillado por su ausencia.

De las actuaciones hay poco que decir; no es que los quiera justificar, pero realmente los actores tienen tan poco para trabajar como para poder juzgarlos de una manera rigorista. La producción es muy limitada: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte y el score son irrelevantes, el trabajo de sonido es aceptable y los efectos especiales lucen más como de una película de inicios de los 2000s, los cuales provocan que algunas de las escenas más importantes no logren los resultados deseados ante el pobre impacto visual que generan. 

Opinión final: Unhallowed Ground es un desperdicio total de tiempo. No se dejen llevar por su atractivo póster y mejor vean cualquier otra cosa. 

Ojometro:
**

jueves, 23 de julio de 2015

Crítica: The Gallows (2015)


Película escrita y dirigida por la dupla Travis Cluff / Chris Lofing, quienes hacen su debut dentro del género. Se estrenó en cines el pasado 10 de julio en los Estados Unidos, mientras que en México llegó apenas el fin de semana pasado. De momento ha recaudado $23.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

20 años después de que un accidente ocasionara la trágica muerte del protagonista de una obra de teatro escolar, algunos estudiantes de esa misma escuela deciden recrear la puesta en escena para honrar el aniversario de dicha tragedia. Sin embargo, no todos ellos están comprometidos con el proyecto y cuando pretenden sabotearlo se darán cuenta que simplemente hay cosas que deben dejarlas en paz.



Comentarios generales:

Siempre he pensado que la promoción del cine de terror en la actualidad es deficiente, salvo casos aislados son pocas las propuestas que logran generar expectativa a nivel mainstream y por ello la utilizada para este caso en particular me llamó mucho la atención. Ya que el hecho de que se volviera viral de la noche a la mañana sin el más mínimo esfuerzo indicaba que detrás podía haber gente con ideas frescas, sobre todo tratándose de un sub-género tan gastado como lo es el found footage, pero lamentablemente The Gallows se queda muy corta en comparación con su mercadotecnia.

Cluff y Lofing lo que pretenden es darle un sello muy juvenil a todo este asunto, primero con la tragedia inicial que involucra a un menor y posteriormente añadiendo absolutamente todos los estereotipos conocidos a sus personajes para que encajen en una historia claramente pensada para un público adolescente. Algo que en realidad no me molestó, pero que termina afectando demasiado el desarrollo cuando durante los primeros 25 minutos lo único que ves es una serie de situaciones amorosas o cómicas muy frágiles que no construyen nada interesante; de hecho, lo único que logran es fastidiarte por medio de un personaje cuyo comportamiento parece más adecuado para una entrega de Scary Movie.

Es hasta pasada la media hora cuando esto toma un poco más de forma, dejando de lado los problemas juveniles y centrándose en un terror muy básico que se sustenta principalmente en ruidos extraños, lo cual de manera pausada empieza a delinear el camino para una serie de sucesos que te harán dudar sobre si esto tiene que ver con espíritus o si hay algo más detrás. Lo cual funciona de manera efectiva gracias a que el aspecto visual de la película es en verdad atrapante y hay algunas secuencias con un grado de intensidad decente, pero pronto esto se gasta al mostrar las mismas fórmulas ya vistas en muchas ocasiones dentro del formato.

Aunque el principal problema que le encontré fue el hecho de que no generan grandes sustos. Pareciera que los directores tenían temor por elevar el nivel de impacto para no poner en riesgo la clasificación deseada, ya que son varios los momentos en donde logran construir las situaciones idóneas para hacerlo y siempre se nota que se quedan a medias (las muertes en su mayoría son fuera de cámara).

La parte final es lo mejor. Por mucho es la más dinámica y donde por fin se logra sentir una verdadera sensación de terror que ayuda muchísimo para que el desenlace sea potente; además de que añaden una sorpresa efectiva.

Las actuaciones, salvo por la de Ryan Shoos (Ryan) que resulta muy molesta, están decentes. La producción tiene cosas agradables: el aspecto visual de la película, como lo mencione antes, es su punto fuerte; a pesar de ser found footage el trabajo de fotografía es impecable. El sonido es limpio y los efectos son cosas simples, pero están bien logrados.

Opinión final: The Gallows está ok. Tiene ciertas cosas interesantes pero no deja de ser un found footage más con buena promoción.

Ojometro:
***

miércoles, 7 de mayo de 2014

Crítica: Vampire Academy (2014)


Adaptación de la novela del mismo nombre que está dirigida por Mark Waters. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México durante el pasado mes de febrero, aunque apenas está llegando a otros países; recaudando hasta el momento $15.3 millones de dólares a nivel mundial en taquilla.

Sinopsis:

Rose (Zoey Deutch) es una chica mitad humano y mitad vampiro cuyo deber es proteger a los pacíficos vampiros conocidos como Moroi, especialmente a su amiga Lissa (Lucy Fry). Para ello deciden escapar de la Academia donde estudian, pero dos años después son encontradas y regresan a ese lugar; el cual para su mala suerte es mucho más peligroso de lo que imaginan.



Comentarios generales:

El hecho de que Hollywood este tan desesperado por tratar de encontrar a su próximo Twilight está provocando que cualquier cantidad de novelas para adolescentes sean adaptadas a un ritmo acelerado, pero con ninguna se han alineado los planetas como ocurrió con los vampiritos que brillan. Sin embargo, cuando me enteré del concepto de Vampire Academy pensé que tal vez estaríamos frente a un nuevo gran fenómeno que nos haría agitar la cabeza de decepción a todos los fanáticos del terror; aunque afortunadamente parece que estaba equivocado. 

Si tuviera que describirla sin duda lo que diría es que es una mezcla entre Twilight, Harry Potter y Mean Girls (si, leyeron bien) debido a que todo el tiempo se nota la tremenda necesidad por tratar de captar la atención del público a la que va dirigida mostrándoles conceptos o diferentes tipos de personajes con los que ya están más que familiarizados, pero agregándoles una cierta dosis de humor y, por medio de su protagonista, brindar una idea de que no se toma tan en serio. Una fórmula que al inicio funciona, pero que después de 10/15 minutos se torna exasperante; mucho más cuando Waters básicamente se limita a mostrarnos la misma situación una y otra vez mientras rellena el resto del metraje con escenas random.

Esa repetitividad hace que carezca de terror, sangre, tensión o algún tipo de acción a gran escala, pero el mayor problema que genera es que el punto central de la historia, que supuestamente es la pelea entre dos bandos, básicamente nunca tenga importancia salvo por unos breves lapsos en donde se acordaron que la tenían que integrar. Como consecuencia lo que nos terminan ofreciendo es un trabajo que se sustenta en las peleas, una guerra y problemas amorosos adolescentes, pero solo estos últimos son los que abundan en pantalla.

El final es meh. Quieren añadirle un giro que se puede descifrar sin problemas desde varios minutos antes.

El casting es bastante extenso, pero la única que logra diferenciarse de todos es la propia Deutch; quien en términos generales me parece hace un trabajo aceptable con su personaje al darle un toque cómico y hasta cierto punto sexy. La producción tampoco está mal, pero está alejada de muchas otras películas de corte similar: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no es nada del otro mundo, los efectos son mínimos y las caracterizaciones poco imaginativas.

Opinión final: Una película más totalmente enfocada para el público adolescente que terminará siendo odiada y olvidada rápidamente.

Ojometro:
**

viernes, 17 de enero de 2014

Crítica: Wishmaster III: Beyond the Gates of Hell (2001)

Tercera entrega de la franquicia y la primera dirigida por el director Chris Angel. Salió directamente en DVD en el año 2001 (en el Reino Unido bajo el nombre de Wishmaster 3: Devil Stone) y en la actualidad se puede encontrarla en dicho formato fácilmente, además de que esta disponible en servicios como Amazon Instant Video.

Sinopsis:

Diana Collins (A.J. Cook) es una estudiante universitaria que libera por error al Djinn. Quien se apodera del cuerpo del profesor Joel Barash (Jason Connery) y no descansará hasta que esta le pida sus tres deseos, aterrando a su paso a varios estudiantes dentro de la propia universidad.

Comentarios generales:

Debo de admitir que en mis planes no estaba escribir una crítica sobre esta película, pero dado a que la pasaron por TV y a que, como he mencionado en ocasiones anteriores, tengo un gusto bastante fuerte por A.J. Cook, decidí hacerla.

La verdad es que uno no tarda mucho en darse cuenta que Wishmaster III es una entrega cuyo principal propósito era alejarse de las dos anteriores para poder aprovechar el ultimo lapso de popularidad que provocó Scream a finales de los 90s e inicios de los 00s, ya que al adaptar la historia con universitarios simplemente cambio el escenario, pero no la fórmula en sí. Ante esto Angel realmente lo único que hace es seguir un camino muy básico para llevar las cosas sin el mayor contratiempo; de hecho, este es un trabajo con una estructura muy de slasher, donde uno realmente no tarda demasiado tiempo en descifrar quienes vivirán o morirán.

Todo se centra en ver a chicos tratando de correr por sus vidas a lo largo del campus, no hay mucha ciencia al respecto y en cierto modo eso es lo que evita que sea aburrida, aunque dentro de todo esto se les ocurrió (y tal vez sea el mayor riesgo de la película) incluir al Arcángel San Miguel. Si, leyeron bien, un arcángel entra a escena con una ineptitud sorprendente que seguramente ha provocado muchísimos lamentos con el paso de los años.

La otra diferencia más significativa es el nuevo Djinn: es mucho menos aterrador que el anterior, pero añade cierto tono cómico que marca una pequeña diferencia en la dinámica de las muertes.

El final es lamentable, prácticamente sacado de una película de Disney o comedia romántica. Lo cual es una pena porque por un breve instante parecía que las cosas seguirían otra línea mucho más depresiva.

En actuaciones es lo que toda película de adolescentes perseguidos de esa época era; Cook (por más que me encante) se vuelve bastante fastidiosa con el pasar de los minutos y Tobias Mehler tiene el mismo carisma que una cubeta de plástico con ojos pintados. En cuanto a la producción también se nota una reducción importante conforme a las anteriores, pero los puntos claves como la caracterización del Djinn o las muertes salen bien librados.

Opinión final: Wishmaster III es bastante olvidable, aunque está lejos de ser lo peor de la franquicia. Solo la recomendaría para aquellos curiosos que nunca han visto estas películas.

Ojometro:
**

sábado, 23 de noviembre de 2013

Crítica: The Dead Inside (2013)


Producción inglesa que significa el debut tras la cámara para Andrew Gilbert, quien además también da sus primeros pasos como guionista junto a Julian Hundy. La película salió directamente en DVD dentro del Reino Unido durante el pasado 14 de octubre, mientras que todavía no hay información sobre si llegará de este lado del planeta.

Sinopsis:

El Reino Unido es amenazado por algo que revive a los muertos y el caos es total. Ante esto, un grupo de soldados, civiles y adolescentes hacen todo lo posible para mantenerse a salvo dentro de una escuela esperando a que alguien los rescate, mientras que a las afueras una horda de zombies se acumula con el paso de los días.



Comentarios generales:

Debo de aceptar que cuando supe que era una película de zombies con bajo presupuesto ya estaba listo para destrozarla, la combinación ideal para un desastre se volvía a presentar ante mí y esperaba lo peor; sin embargo, puedo decir que The Dead Inside está lejos de ser mala.

Se nota a todas luces que Gilbert y Hundy son fans porque la película está llena de referencias a los clásicos de Romero, al grado de que es muy evidente de dónde sacaron la idea central para esta historia, pero eso no evita que logren ofrecer un trabajo que en su mayoría te mantiene atento con persecuciones dinámicas, varias muertes y decisiones estúpidas.

En general es una película de zombies en toda la regla, donde las cuestiones personales son dejadas de lado y no se le pone mucha énfasis a la situación general de la humanidad bajo este escenario apocalíptico. Decisión que agradará a varios o molestará a otros cuantos considerando las tendencias actuales.

Su principal problema es que dura más de lo debido, lo cual provoca que a la mitad caiga en un tipo de agujero en donde pasa muy poco y tengan que recurrir a situaciones de relleno que no aportan absolutamente nada. Inclusive esto da pie para que integren un tipo de “antagonista” muy flojo, cuya presencia resulta totalmente gris y nunca logra los efectos que uno supone tendría que provocar.

El final me gustó, está original dentro de lo que cabe y te saca del letargo provocado por lo previamente mencionado.

En cuanto a las actuaciones realmente es puro desconocido, probablemente la mayoría de los actores hizo su debut aquí y, aunque en ocasiones se les nota lo verde, no perjudican mucho las cosas. En producción exprimieron totalmente los cerca de $25,000 dólares que tuvieron de presupuesto, en especial porque utilizan varias locaciones y una importante cantidad de extras para los zombies con un trabajo de maquillaje muy básico; aunque cometen la tremenda falla de generar efectos de sangre por medio de CGI en varias ocasiones.

Opinión final: The Dead Inside es disfrutable, a pesar de que no aporta nada nuevo.

Ojometro:
***

viernes, 8 de noviembre de 2013

Crítica: Cabin Fever 2: Spring Fever (2010)

Secuela directa de la película del 2002 que fue dirigida por Ti West (The Innkeepers), pero que sufrió una tormentosa fase de post producción que la retrasó prácticamente tres años debido a que los productores re-editaron la versión de West y filmaron nuevamente varias escenas. Por esta razón fue lanzada directamente en DVD y BR en el 2010.

Sinopsis:

Justo después de lo ocurrido al final de la primera película, un desfigurado Paul (Rider Strong) corre entre el bosque para sufrir una terrible muerte. Sin embargo, su sangre infectada se queda en el lago que abastece a una embotelladora de agua, cuyo producto es entregado a una escuela preparatoria horas previas al baile de graduación.

Comentarios generales:

Personalmente nunca he sido gran fan de la primera Cabin Fever, por ello nunca me había animado a ver esta segunda entrega, Mucho menos después de todos los problemas que tuvo y que terminaron afectándola de manera importante.

Se trata de una película dirigida por West con la cual te darás inmediatamente cuenta que no fue editada por él, ya que tiene un ritmo sumamente rápido, una inexistente trama y lo peor de todo, una clara obsesión por dejar fuera detalles importantes para darle paso a momentos llenos de sangre que en ocasiones son un tanto grotescos. Algo que no está mal considerando la naturaleza misma de Spring Fever, pero al final de cuentas siempre se siente sumamente forzado para ocultar todas las demás carencias.

Y es que al ser una secuela uno supone que tratarían de dar más de explicaciones sobre lo ocurrido en la primera parte, pero salvo por unos pequeños flashbacks con el único personaje que regresa para ser totalmente intrascendente, realmente no hay nada. Se vuelve más una mezcla Prom Night/REC con un giro que involucra al gobierno sin mucho sentido.

Del final por lo que sé fueron los mismos productores quienes mandaron filmar esos últimos seis o siete minutos y lo único que puedo decir es que se sienten totalmente fuera de lugar; una simple excusa para alargar las cosas con el fin de tener material suficiente para justificar futuras secuelas (lo cual no sirvió de mucho porque las siguientes dos entregas serán precuelas).

En actuaciones no hay mucho que valga la pena, mientras que en términos de producción la película cumple bastante en tres aspectos: la música, efectos básicos y el maquillaje. Esto último sin duda es lo que más resalta debido a que la carnicería es bastante detallada. Aunque en la parte de efectos hay que decir que la sangre es MUY abundante y se logra una de las secuencias de titulo más entretenidas que recuerde.

Opinión final: Cabin Fever 2 es un revoltijo de ideas que termina bastante mal. No vale mucho la pena, salvo que tengan muchísima curiosidad o sean fans a muerte de la primera.

Ojometro:
**