miércoles, 16 de febrero de 2022

Crítica: Slapface (2022)

Película escrita y dirigida por Jeremiah Kipp, la cual está basada en su cortometraje de 2018. Se estrenó por medio de VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Mientras se encuentra lidiando con la muerte de su madre, Lucas (August Maturo) termina estableciendo una amistad peligrosa con un monstruo que vive en el bosque.


Comentarios generales:

Algo que suele ser muy común es que cuando una película hace ruido en un festival casi siempre origina un efecto de bola de nieve que se extiende a prácticamente todos los demás y poco a poco va obteniendo un estatus elevado que la convierte en un must-see una vez que se anuncia su estreno ante el público general. Escenario en el que le tocó estar a Slapface durante este inicio de 2022 y que siento que la termina perjudicando más de lo que le ayuda.

Ya que lo que nos presenta Kipp es algo pequeño en todo el sentido, donde no solo el elenco es uno muy reducido, sino que además la historia realmente se sustenta específicamente en el bullying y no hace demasiado por ir más allá de eso. Lo cual no es algo malo en sí considerando la seriedad del tema, sin embargo, es claro que tiene un tiempo de efectividad limitado y este se aprovecha primordialmente durante un primer acto en el que se hace lo posible para que el espectador vea cómo la vida de Lucas en verdad es complicada en todos los sentidos y en base a eso se vaya generando empatía y una atmósfera depresiva que magnifique su necesidad por tener un verdadero amigo.

Realmente hasta ahí va todo bien, pero una vez que hace acto de presencia el monstruo las cosas poco a poco se empiezan a volver cansinas y mucho se debe a una dinámica repetitiva con la que no se profundiza absolutamente nada. Limitándose a poner a nuestro protagonista en situaciones en las que te termina desesperando por su comportamiento y dejando en un plano un tanto secundario al monstruo, cuyas apariciones no se puede decir que sean limitadas pero realmente se manejan de una manera discreta para que este no realice demasiado en pantalla y sea su imponente presencia la que saque a flote determinadas escenas bajo el concepto de que en cualquier momento puede explotar para defender a Lucas.

Lo cual lleva a una parte final más intensa y violenta, aunque la sensación de vacío nunca se va. Dejando así un desenlace lleno de acciones un tanto absurdas desde el lado de la lógica, pero que a pesar de eso logran al menos brindar un cierre oscuro abierto a la interpretación.

En lo que se refiere a las actuaciones tenemos a un August Maturo que hace un buen esfuerzo, pero por grandes lapsos te termina fastidiando ante tanto grito; mientras que el resto del elenco no destaca demasiado. En cuanto a producción vemos una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sencilla, cuenta con un score agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Slapface está pasable. Su mensaje es más llamativo que su ejecución, pero seguramente habrá quienes la encuentren interesante.

Ojometro:
***