jueves, 28 de abril de 2022

Crítica: Choose or Die (2022)

Película dirigida por Toby Meakins, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Simon Allen y Matthew James Wilkinson. Se estrenó a nivel mundial directamente en Netflix el pasado 15 de abril.

Sinopsis:

Un jugoso premio en efectivo lleva a que Kayla (Ilola Evans) reviva un antiguo videojuego de los 80s y se adentre en un mundo que la obligará a tomar aterradoras decisiones para enfrentar terribles consecuencias.


Comentarios generales:

En estos momentos Netflix se encuentra viviendo la época más complicada desde que hizo la transición para volverse servicio de streaming y mucho se debe a la creciente opinión de que su contenido original deja mucho que desear. Algo que tal vez con las series todavía no sea tan marcado, pero definitivamente con sus películas es una queja recurrente salvo por casos contados y dudo que Choose or Die sea la que vaya a cambiar dicha percepción.

Lo cual es una pena debido a que lo traído por Meakins tenía bastante potencial para poder sobresalir gracias a una premisa que no es precisamente nueva, pero que al estar aderezada con un elemento retro lograba tener un toque distintivo que le brindaba personalidad. Una que al inicio logran explotar de buena forma mientras se combina con todo el drama personal que rodea a Kayla, estableciendo con fuerza lo relacionado al juego y generando una sensación de peligro importante que además te vende la idea de algo verdaderamente frenético.

Desafortunadamente eso es lo único bueno que se hace, ya que una vez que se entra a la segunda etapa del juego las cosas empiezan a tener poca coherencia debido a que se nos presentan situaciones que no tienen ningún tipo de relevancia para la narrativa. Haciendo con esto que se note una desconexión evidente en gran parte de lo que ocurre en pantalla.

Algo que va empeorando durante la segunda mitad de la película conforme se introduce más a profundidad la maldición que hay detrás, no solo por el hecho de que las pruebas a las que se ven expuestos nuestros protagonistas empiezan a tener menos impacto, sino que además estas se van por otro camino que no se siente como parte orgánica de la experiencia. Convirtiendo esto más que nada en un viaje hueco en el que las cosas pasan porque sí, mientras se le trata de añadir explicaciones forzadas que solo arruinan lo que debería de ser el punto central de la experiencia (los desafíos del juego).

Un problema que pretenden resolver durante la parte final sin demasiado éxito, aunque al menos se logra que esta sea peculiar por medio de un conflicto que se resuelve de una manera original. Lo malo es que esto no se complementa con un desenlace que te haga sentir que todo el camino previo haya tenido un propósito claro y por lo consiguiente te termina resultando totalmente indiferente.

De las actuaciones la verdad es que Ilola Evans jamás te logra convencer, es una protagonista muy genérica a la que le cuesta expresar grandes emociones y eso afecta demasiado la dinámica; aunque la presencia de Asa Butterfield (Isaac) equilibra un poco las cosas. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Choose or Die es decepcionante. Definitivamente puede encontrar un público apasionado al que le guste, pero en general no funcionó conmigo.

Ojometro:
**